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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

Hola a todos! ¿Que tal? Aquí traje un nuevo cap que espero que les guste. Como siempre, estoy nerviosa, por que no se como resultara u3u Pero espero que les guste. Gracias a los que comentaron, me animaron mucho, he tenido un bloqueo horrible, no he podido escribir ni una zona linea. Cosa que es rara, por que voy escribiendo lo que sale, y luego lo voy arreglando, rellenando y de más... pero ahora nada de nada. Así que ando frustrada, ojala se me pase. Quiero avanzar en esta historia u.u
En fin, enjoy!

 

DESESPERACIÓN HORMONAL



Charles corría alrededor de la mansión, aún era temprano, al menos para los adolescentes que habitaban allí. Su reloj marcaba las ocho de la mañana, y el sol alumbraba gracilmente todo el lugar. Estaba tranquilo, relajado. Sabía que en un par de horas debería ir a entrenar con sus “alumnos”, pero realmente disfrutaba sus horas solas, donde podía correr, sus pensamientos se ordenaban y realmente solo importaba un paso delante del otro. El deporte servía para calmar sus tensiones, él era un firme creyente de que debía tener tanto la mente como el cuerpo sano, así que realmente le había agarrado el gusto a entrenar. 

En un pasado eso también le ayudaba a olvidar pensar. Si, era un hombre que disfrutaba de su libertad, disfrutaba de coquetear, disfruto de parejas esporádicas... pero siempre tuvo esa duda de si conocería a su omega o no, y nunca pudo disfrutar de entregarse por completo a una relación por esa razón. Ahora estaba en medio de esta “relación” a la que quería entregarse por completo, pero resultaba que su pareja era sumamente compleja. Correr en estos momentos le ayudaba a alejar las dudas de su mente, las dudas sobre si todo esto resultaría o no. Se suponía que si, estaban predestinados... pero Erik era tan particular, que nada estaba tallado en piedra.

Estaba girando en una de las esquinas de la mansión, cuando sintió una fuerza sumamente fuerte atraerle desde un costado. Aunque al principio intento mantener su posición, ni bien notó que era su reloj él que le jalaba, se dejo llevar y termino entre los brazos de un ansioso Erik. Oh, Erik le había atraído en medio del patio, al aire libre... en plena luz del día. Sonrió solo un momento antes de que esos labios comenzaran a besarle con mucha hambre, necesidad... lujuria. Charles no dudo en corresponder, abrazándole y atrayendolo a su cuerpo. Al parecer Erik estaba ansioso, por la forma en la que devoraba su boca, por la forma en la que presionaba su lengua y degustaba su interior...

Se apretó contra él, presionándole contra la pared y... oh, Erik estaba sumamente duro. Gimió de gusto al encontrarle así y se aparto un poco para sonreír-”Buen día”, mi amigo...-le dijo con una sonrisa juguetona, pero el magnético ni le respondió solo suspiro de placer y volvió a jalarle desde la ropa, demandante, para poder continuar con el beso.

Charles estaba algo sorprendido por tanta efusividad, tan repentina. Se froto un poco contra él, sintiendo su propia erección despertar. Este día prometía ser muy bueno. Erik sollozo de placer y abrió sus piernas, Charles no dudo en llevar su mano hacía el bulto que cubrían esos pantalones y le masajeo ligeramente. El omega vibro de gusto, y se arqueo, abriendo más las piernas y dejandole completa libertad al telepata. “Sigue, sigue... por favor Charles...”

El pantalón se abrió solo, y la virilidad dio un salto, aun cubierto por los bóxer. Charles le lamió los labios con una sonrisa juguetona, pero Erik rápidamente busco chupar esa lengua, exigiéndole que la metiera dentro de su boca. El inglés estaba algo impresionado por la desesperación del mayor, pero no se hizo de rogar, le recorrió la boca, y su mano comenzó a acariciarle sobre el bóxer. Le fricciono ligeramente, comenzando a masturbarle a pesar de la tela. Le presiono un poco, le masajeo... jugo con la humedad del glande, que había hecho que el bóxer se pegara a su piel. Erik respiraba agitado, estaba sonrojado, y respondía al beso como podía. Charles se sorprendía de que pudiera estar teniendo todo el control. Erik parecía realmente entregado, ido por el placer, con la mente en blanca por el deseo... “Tócame.. tócame... dios... estoy ardiendo...”

-Oh Dios...-finalmente la boca de Erik se aparto de la suya, el mayor se arqueo hacía atrás, sus manos arañaron a Charles y...“jodersiiiimidios”... y se vino. El telepata parpadeo confundido. Eso había sido... sumamente rápido. Erik se había venido sin que le quitara los pantalones incluso. Charles parpadeo un par de veces, mientras miraba a su pareja intentar recuperar el aliento. Cuando los ojos de Erik chocaron con los suyos, y el magnético noto la mirada de sorpresa del menor se sonrojo por completo, y aparto a Charles. El telepata no alcanzo a decir nada, Erik se había girado y se había marchado tan rápido como pudo, tan rápido como llego.

Charles se quedo parado en medio del patio, sorprendido, confundido y jodidamente duro. ¿Que carajos había sido eso? Miro la carpa que formaban sus yogins, imposible de disimular su excitación. Se sintió algo patético, para variar. ¿Acaso eso significaba su vida con Erik? ¿Erecciones inconclusas? Suspiró, metiendo su mano en sus pantalones para acomodar su pene y que se disimule su bulto. Luego de eso comenzó a caminar rumbo al baño. Necesitaba una ducha fría con urgencia. 

**

Hank se cubrió la nariz ligeramente, y cerró los ojos con algo de pesades. No necesitaba que le saludaran para saber quien era. El aroma aun era débil, pero él con sus sensibles sentidos ya lo había detectado. Dejo el microscopio a un lado, y se giró para mirar a un molesto Erik que entraba al laboratorio y se detenía enfrente suyo. Hank le evaluó con la mirada rápidamente, tenía el rostro sonrojado, y se notaba que estaba jodidamente molesto.

-Buen dia, Erik-saludo con cortesía, acomodándose los lentes. Intentaba respirar lo menos posible, después de todo le costaba controlar un poco sus instintos. Aún más cuando estaban a solas. 

-No son para nada buenos-protestó, mirándole molesto. Hank suspiro ¿que acaso era su culpa que él estuviera en celo? Pero no dijo nada, después de todo Erik daba algo de miedo, a pesar de ser un omega, parecía un alfa completamente rudo y dominante. El magnético había desviado la mirada, tenía el rostro tenso... al parecer todo esto le molestaba. El científico suponía que debía ser molesto, pero no había mucho que hacer. Así era la naturaleza, a Erik le había tocado ser así. Imaginaba que tanto celo no era solo por las hormonas, sino por tener a Charles cerca, a su edad su cuerpo le pedía unirse con su pareja que estaba tan cerca-¿Ya lo sentiste, verdad?-Erik volvió a mirarle con una mirada completamente gélida, y Hank se sonrojo un poco pero asintió, bajando el rostro-No entiendo... acabo de tener un celo hace dos semanas... no puedo... ¿que es esto?-protesto Erik, poniéndose las manos sobre el rostro y empujando su cabello hacía atrás.

No entendía que carajos pasaba, esa mañana se había despertado caliente, de nuevo, y húmedo... y supo que era el inicio de un nuevo celo. Lo peor de todo es que no pudo ni contenerse, había estado yendo al laboratorio para pedirle alguna explicación al científico, y el aroma de Charles le había llegado.. oh, el delicioso aroma de Charles, mezclado con su transpiración. Había sido la cosa más deliciosa que hubiera olido en su vida, y no había podido contenerse, le había ido a buscar. Y dios, prácticamente le había violado, le había saltado encima. Se había venido en cuestión de segundos, como si fuera un jovencito precoz. ¡Dios! Volvió a cubrirse el rostro abatido, avergonzado. Aun recordaba los ojos de incredulidad de Charles cuando lo vio correrse tan rápido. ¡Que vergüenza, joder! Pero no había podido contenerse, el aroma del telepata le había llevado al delirio, y estaba jodidamente excitado y necesitado... y solo había querido correrse, para que luego Charles volviera a tocarle de nuevo y correrse de nuevo y... y luego ir a su cuarto y volver a iniciar, sentir a Charles tocarle en cada sector, y venirse una y otra y otra vez hasta que la cama solo sea un charco de semen. Hasta que su trasero solo escurra el semen de Ch...

¡Oh, joder! Se tiro el cabello con fuerza, intentando concentrarse en otra cosa. Cuando miro a Hank vio que este se cubría la nariz tan disimuladamente como podía. Eso le jodió aun más, no quería apestar a zorra necesitada-¡¿Que carajos me esta pasando?!-exigió saber, y vio a Hank acomodarse en la silla, ordenar sus lentes, y fruncir ligeramente el ceño.

-Seguramente tu cuerpo aun esta depurando esa cantidad de hormonas que ingeriste, fueron tres años Erik-intento tranquilizar el científico, aunque a decir verdad necesitaba de algunos estudios para constatar eso. Pero era lo más normal a pensar, ya lo habían estudiado antes, Erik no era el primer caso de omegas que se sobredocificaba con eso, aunque Hank nunca vio a alguien que lo hiciera durante tanto tiempo. Oh, bueno excepto ese caso que estudio de la omega que se dosifico durante 23 meses. Si, luego había tenido un caos hormonal. Hank le miro, más allá de los celos recurrentes, Erik parecía completamente saludable-es normal que...

-¡Normal ni una mierda! ¡No puedo estar teniendo celos a cada rato!-protesto el magnético, y las cosas de metal vibraron ligeramente. Hank le miro molesto, no quería desastres en su laboratorio. Suspiro, levantándose y yendo a buscar una jeringa. Lo mejor sería estudiar esto, para ver si había alguna forma de frenarlo-Tienes que hacer algo, ¿no puedo tomar algo para que se detenga? ¡Es fastidioso!

-Déjame sacarte sangre, haré algunos estudios.-dijo, acercándose con la jeringa en mano hacía Erik, que le miro con el ceño fruncido. Al parecer esa no era la respuesta que pretendía conseguir-Erik-Hank intento ser tan comprensible como podía... por eso no quiso terminar medicina, liar con las personas a veces era complicado-Tienes suerte de que sea solo esto, podía haber afectado tu cuerpo, tus poderes.. ¡fueron tres años de hormonas! Prácticamente podríamos decir que tu cuerpo sufre de abstinencia hormonal, como si fueras un adicto ¿entiendes? Tiene que limpiarse, tres años no se eliminan tan rápidamente-Erik solo le miraba fastidiado mientras le escuchaba. Si, no era la respuesta que quería, pero Hank tenía que explicarle eso, esperando que le entendiera, de verdad. Extendió su mano, y automáticamente Erik le entrego su brazo. El científico limpio la zona de su antebrazo con una gasa y luego le dio unos golpesitos, antes de, sin mucho preámbulo clavarle la aguja. Erik ni siquiera se inmuto, durante su niñez tuvo que acostumbrarse a que experimentaran de muchísimas formas... que le sacaran sangre era lo más normal y tranquilo-Estudiare tu sangre, veré si podemos hacer algo... pero llevara unos días, tengo que ver que com...

-¡¡No puedo esperar unos días, estoy caliente ahora!!-Erik estaba harto, ya odiaba tener celo cada cuatro meses... ¡Cada dos semanas era insoportable! Recién era el primer día y ya estaba lubricando, y casi había violado a Charles. Joder, ¿como iba a ser dentro de dos días? No quería volver a sentir esa necesidad insoportable de ser llenado, no quería quedarse encerrado dos días, sin entrenar. ¡Estaban en medio de una guerra, joder! No quería lidiar con sus hormonas justo ahora.

-No hay mucho más que hacer-aclaro Hank, intentando no pensar las palabras ajenas. Si Erik estaba caliente, sería tan fácil empujarlo contra la mesa de metal, bajar sus pantalones y... “Deten tus pensamientos ahí, Hank”. El científico dio un respingo asustado al escuchar la voz de Charles en su cabeza. Se sonrojó aunque el profesor no estaba ni en la misma habitación, y termino de sacar la sangre de Erik y se aparto sin atreverse a mirarle a los ojos. “Perdon” dijo mentalmente, y solo obtuvo un gruñido de respuesta. Joder, joder, joder... El profesor Xavier iba a matarle. Se giro para guardar la muestra de sangre, mientras pensaba como iba a hacerle frente.

-Dame más inhibidores entonces-las palabras de Erik le interrumpieron y se giro a mirarle. Frunció el ceño, dudoso, pero luego negó con la cabeza. No, eso no era buena idea. 

-Se pasara más rápido si no los tomas...-intento explicarle, pero ya debería haber entendido que razonar con el terco Erik Lehnsherr no era posible. Solo se gano una mirada de fastidio y un bufido. Hank se recordó que debía tener paciencia, principalmente por que Charles andaba cerca.

-No me importa, los necesito Hank... es insoportable...-escucho la voz de ruego de Erik y decidió que lo mejor era aflojar. Después de todo, realmente debía ser insoportable si le estaba rogando por un par de pastillas. Volvió a mirar a Erik, que se estaba masajeando las sien y finalmente suspiro y asintió. Fue a buscar algunos inhibidores, sabía que había dejado algunos en algún lado. La vez que mando a Raven a comprarlos había pedido varios, aunque luego solo le dio algunos a Erik, los otros los tenía pensados para experimentar. Hurgo en algunos cajones y extrajo una tirita. La corto, dejando solo dos pastillas. 

-Te daré solo dos, tómalos día de por medio-ni bien termino la frase se giró a mirarle con seriedad. Quería que se lo tomara en serio. Al parecer Erik no había respondido nada por que estaba sorprendido, esperando que fuera una broma. Pero ni bien vio que realmente le daba dos pastillas, se vio molesto de nuevo-Hazme caso Erik...-advirtió el científico.

-¿Dos? ¡Estas loco!-Erik había comenzado a verse ligeramente colérico. Hank le dejo las pastillas en las manos, pero no estaba dispuesto a ceder. Por más que Erik le estuviera fulminando con la mirada-¡No puedes darme solo dos! ¡No me harán nada!-las cosas de metal volvieron a temblar ligeramente, pero Hank solo apretó los labios y negó con la cabeza. No podía ceder. Bajo el rostro para no mirarle.

-No, te calmaran lo suficiente...-aclaro, pero solo escucho un bufido. Antes de que pudiera darse cuenta tenía la mano de Erik sujetando su guardapolvo con fuerza. Hank abrió los ojos con sorpresa, no había esperado que Erik se pusiera violento. Le miro sorprendido, pero solo se encontró con los ojos afligidos de Erik, nunca espero verlo así. Lo sintió quejarse, y luego se le había apoyado, la frente de Erik estaba apoyada en su hombro y Hank pudo sentir más de cerca su aroma. Mierda, mierda, mierda...que Charles no anduviera cerca si no iba a matarlo si descubría que el aroma de Erik le estaba gustando, gustando mucho.

-Tu no entiendes Hank, no sabes lo que es ser esto, lo horrible que es... estar tan caliente, necesitado... es tan horrible...-Hank cerro los ojos con pesadez. No, no quería pensarlo, no quería imaginarlo. No quería olerlo. Su mano voló a la cintura de Erik, aunque no supo bien si para apartarlo o para acercarlo.. pero antes de decidirse escucho un nuevo gruñido en su mente “Contrólate Hank.”. Era obvio que esa voz se esforzaba por sonar tranquilizadora, pero de todas formas sonaba sumamente amenazante. Como pudo el científico empezó a alejar un poco a Erik, no le apetecía que su cerebro fuera asfixiado por una fuerza externa. Cuando le aparto, le escucho bufar y negar con la cabeza. De pronto Erik se había apartado solo, como arrepentido y molesto consigo mismo.-¿Ves a lo que me refiero? Es humillante...

-Es solo la naturaleza, Erik, es normal-dijo para que no se sintiera afligido, aunque no quiso mirarle. No quería que notara que se había sonrojado un poco...

-Es horrible. Si hubiera una forma, cualquiera, de ser un alfa...-Erik bufo, miro las pastillas en su mano y le miro con el ceño fruncido-¿Solo me darás dos, verdad?-Hank aun sin mirarle asintió, y sintió al hombre bufar, antes de que todo temblara. Erik gruño, y la puerta de metal se abrió sola, antes de que el magnético se fuera colérico hacía afuera. Cuando salio, echando fuego, la puerta se cerro innecesariamente fuerte y Hank se quejo ante el estridente sonido. Bueno, por lo menos Erik no le había pegado, y Charles no le había aniquilado el cerebro. 

**

Charles ni bien escucho a Erik irse del laboratorio dejo en paz la mente del científico. Había estado caminando hacía el baño cuando le llegaron las proyecciones coléricas de Erik. Había comenzado a caminar más despacio, olvidándose del asunto que tenía que atender en la ducha y prefirió escuchar la conversación ajena. ¿Así que eso era lo que había pasado? ¿Erik había entrado de nuevo en celo y por eso..? Charles sonrió al percatarse de que su aroma había hecho que Erik se descontrolara y se corriera tan sumamente rápido. Oh, si hubiera notado que era un celo le hubiera continuado acariciando al instante. Había sido un tonto... pero es que no había podido olerlo, quizás por que aún era muy débil. 

Estaba atento a las palabras de Hank, a sus pensamientos. Prefería leer la mente del científico, ya había aprendido que leer la de Erik no siempre era buena idea, más si estaba en celo. De pronto sintió la descarga del científico al escuchar que el judío estaba caliente. Sintió su sangre hervir... Hank realmente estaba imaginándose follar a su omega. ¡Follarse a su omega! Tuvo la fuerte necesidad de ir al laboratorio y golpearle, ¿por que carajos estaba pensando así sobre Erik? Estuvo tentado a asfixiar su mente, pero respiro hondo para controlarse. No pudo evitar mandarle una advertencia mental, no quería que siguiera imaginando eso. Nadie debería pensar así sobre Erik, nadie debía imaginarse su trasero, o como debía follarlo. La advertencia fue sumamente fuerte, no pudo evitarlo. Estaba sumamente jodido. Noto el miedo de Hank al instante, y como el chico desechaba cualquier pensamiento...

Sabía que Hank aun era joven, y hormonal... pero él no podía controlarse, no le agradaba para nada. Su mente volvió a gritar cuando vio a Erik recargarse en Hank. Dios, debería entrar allí, sacar a su omega y llevárselo a su habitación... y follarlo, follarlo tan duro que no volvería a tocar a otro hombre en toda su vida. Si, eso debería hacer. La sangre le hervía, y noto que la vena de su garganta se estaba marcando por la tensión de su cuerpo. Respiro hondo, mientras escuchaba los pensamientos de Hank sobre controlarse, sobre apartar su mano de la cadera. La mente de Charles volvió a gritar al saber que Hank le estaba tocando también, le mando una nueva advertencia, y noto como el científico lo aparto al instante.

Charles estaba jodidamente molesto. Nunca en su vida había estado tan cabreado, su respiración se había vuelto pesada y tenía los puños fuertemente apretados. Estaba completamente celoso, estaba sumamente molesto... sabía que debía calmarse. Suspiro de alivio cuando noto que Erik se marchaba, y se contuvo para no ir detrás de él y follarle. Tenía que calmarse, tenía que tener paciencia... respiro hondo varias veces, mientras comenzaba a caminar rígido hacía el baño. Si, necesitaba una ducha, para distraerse, para sacarse la bronca. Estaba tan celoso, tan tenso... quería sumergirse un rato en agua y relajarse. Sabía que no podía hacer más que eso, cuando volviera a mirar a Erik de frente tenía que estar tranquilo para no hacerle una marca en medio del cuello.

Pero antes decidió meterse al laboratorio de Hank, el chico aun estaba pensando incoherencias por el aroma que había invadido su santuario. Por más que intentara contenerse sus instintos bajos le hacían sentirse caliente. El chico abrió grande sus celestes ojos al ver a Charles entrar, se sonrojo y bajo la cabeza-Charles, de verdad lo sien...

-Hank, te juro que si vuelves a pensar en tocar a Erik de alguna forma inapropiada aplastare tu cerebro hasta que no seas capas ni de ir al baño por tu propia cuenta-le gruño, aun molesto de solo recordar que Hank realmente había pensado en bajarle los pantalones a Erik y jugar con ese terreno que él aun ni había podido explorar. Los ojos azules se veían intimidantes y Hank trago saliva nervioso antes de asentir. No quería mirarle, últimamente cada vez que se encontraba con Charles era un momento incomo...-¡Y deja de pensar que habernos visto ese día es como haber encontrado a tus padres en pleno acto, por favor, Hank!-Charles le miro con pena y molestia al mismo tiempo, para ser tan listo Hank tenía algunos pensamientos idiotas.

-Pero es que tu y Erik son como los padres en est...

-No tuviste recato en pensar en manosear a uno de tus padres hace un momento-dijo en un murmullo bajo, entrecerrando los ojos. Hank se encogió un poco, y su pálido rostro tomo un tono bordos. Charles suspiro, al notar los pensamientos de pena que embriagaron al chico, pero decidió que ya que no iba a golpearle, y aun estaba enojado, iba a torturarle un poco más-. Aparte, no sé que te sorprende tanto... tu madre es una omega, debe tener celos cada cuatro meses y seguro te padre le hace mucho más de lo que llegaste a ver. Incluso más de lo que pensabas hacerle a mi omega hace un momento...-Charles arrugo la nariz al ver las imágenes que comenzaban a crearse en la cabeza del menor.

-¡Oh, Charles, no debiste decirme eso!-dijo el chico, cerrando los ojos con fuerza. Charles le sonrió con algo de maldad, la mente de Hank no dejaba de pensar en cosas inadecuadas sobre sus padres y eso le revolvía el estomago. No era tonto, sabía que sus padres debían hacerlo, ¡pero no quería imaginarlo!-Agsh, Charles por favor solo...-el telepata suspiro, después de todo era un ser compasivo y tampoco disfrutaba de sus proyecciones.

Se llevo la mano a la frente y tranquilizo la mente ajena, y luego rodó los ojos al ver la cara de alivio-Solo no vuelvas... no vuelvas a pensar algo así de Erik-le gruño, antes de girarse para marcharse de ese lugar.

Una vez que se quedo solo el científico se levanto, y camino hacía un mueble, buscando un perfume y echándolo para tapar el aroma del omega. Realmente no quería olfatearle y volver a pensar alguna tontera, Charles había sido amable, cualquier otro alfa le habría pulverizado. Luego camino hacía la mesa y miro la muestra se sangre que Erik le había dado. Al instante miro la muestra de sangre con la que había estado trabajando, la muestra de Raven. Frunció el ceño mientras le daba vueltas al asunto. Aun recordaba las palabras de Erik “Si hubiera una forma, cualquiera, de ser un alfa...”. Hank parpadeo, buscando rápidamente otro microscopio para poder estudiar la sangre del omega. De pronto su mente se había llenado de ecuaciones químicas, y posibles combinaciones.

Lo que había dicho Erik había despertado un sin fin de pensamientos en su cabeza. ¿Y que tal si sí se podía? Esa inyección que estaba trabajando para Raven y para él... ¿podría ser..?


**


Mientras tanto, Charles subió hacía el baño donde había una tina, y la preparo. Cuando se sumergió en el agua tibia suspiro de placer. Se quedo allí, en silencio, calmando sus pensamientos, sus emociones. Tenía que ser paciente, lo sabía. Realmente le había molestado pensar en Erik siendo tocado por alguien más, él no era celoso, pero con Erik todo era distinto. Aún más cuando todavía no podía marcarlos como suyo... 

Se hundió en la tina casi hasta sus labios, su mano bajo suavemente hacía su virilidad, y comenzó a acariciarla mientras su cabeza se llenaba de imágenes de su pareja, lujurioso, entregado; su interior lubricado y tibio. Gruño de gusto, dejándose llevar por la fantasía, acariciándose para poder calmar el deseo que le daba saber a Erik en celo y las ganas de poseerlo. Salio casi veinte minutos después, con su humor simpático de siempre, relajado, aliviado. Tenía que seguir pensando en positivo, su omega se había vuelto loco por su aroma. Sonrió de gusto, mientras comenzaba a vestirse. Ese día iba a ser largo, tenía que ir a entrenar con los chicos. 

**

Al día siguiente, luego del entrenamiento Erik y Charles se juntaron a jugar al ajedrez. Erik estaba con los inhibidores, así que su aroma casi ni se notaba, y él estaba bastante tranquilo. Ese día había sido muy fructífero durante el entrenamiento y ahora estaban relajados. Habían mantenido una charla amena, mientras bebían vino. Acomodaron las piezas con tranquilidad, mientras hablaban de los entrenamientos y como iban avanzando los muchachos. Ambos disfrutaban de esas conversaciones, de los avances en las mutaciones, en las posibilidades... era un tema que a ambos les apasionaba. 

Luego de media hora, Erik se mordió el labio, sabía que debería estar mirando atentamente el tablero, pero cada tanto sus ojos se desviaban a Charles, quien si miraba concentrado el juego. El telepata tenía una atractiva expresión de concentración, y Erik no podía dejar de mirar esos labios demasiado rojos. Tenía ganas de besarlo. Desde hace unos momentos el aroma del inglés estaba llegandole, y le resultaba delicioso. Sentía la boca aguada, y podía presentir que sus inhibidores estaban dejando de hacer efecto. Y Hank no querría darle más. Charles alzo sus ojos azules y le miro, dibujo una sonrisa traviesa y carraspeo-Es tu turno, Erik.-susurro y la mirada celeste finalmente bajo al tablero. ¿Qué..? ¿Que había movido? Miro atento las fichas, y frunció ligeramente el ceño. ¿Ese alfil había estado siempre ahí? ¿O acaso el caballo era el que...? No, no, definitivamente el alfil no estaba antes allí. Miro su propio caballo, y sin pensarlo demasiado lo movió, quito el alfil de Charles, y coloco su caballo un casillero más adelante. Bien, el alfil ya no era una amenaza. Cuando se volvió a recostar en el sofá, noto la sonrisa de triunfo en el rostro de Charles, y como el ingles se inclinaba a mover su caballo, haciéndole jaque... ¿jaque mate?

Parpadeo desconcertado, mirando rápidamente las fichas, intentando encontrar una salida, no podía ser jaque mate, no podía. Respiro profundo, para calmarse, para pensar... ni bien el aire ingreso a sus pulmones, se vio obligado a cerrar los ojos. Que delicioso aroma... tan fuerte y masculino. Disimuladamente llevo su mano a su nariz y volteo el rostro, intentando ignorar como su sangre viajaba hacía su miembro y su entrada se mojaba un poco. 

-Felicidades, Charles, excelente partida-dijo, aun con los ojos cerrados. No quería mirarle, no quería hacerlo por que querría besar esos labios rojos, quería comer esa boca que besaba tan bien. Querría...

-Mi amigo, siento contradecirte, pero aun tienes movimientos posibles-Erik finalmente abrió sus ojos y miro las piezas, intentando concentrarse. No, no tenía como matar al caballo, ni tampoco podía mover a su rey por que la torre lo amenazaba, y del otro lado el otro alfil también... lo único que podía mover era un jodido peón que... Un jodido peón que si lo movía bloqueaba el caballo de Charles. Chasqueo la lengua y efectuó el movimiento, pero luego detuvo a Charles cuando estaba por mover la suya.

-No, realmente no puedo concentrarme. Detengamos el partido aquí y.. mañana por la noche lo seguimos-dijo, se levanto, tomando el abrigo que había dejado prolijamente doblado en el apoyabrazos del sofá. Charles no quitaba sus ojos de encima del hombre, y se llevo la mano a la boca, acariciando con su nudillo sus labios.

-¿Te sientes indispuesto, Erik?-pregunto con un tono suave. El aroma de su amigo le estaba llegando, desde hacía un rato había notado que ese aroma se notaba cada vez más y más. El mayor se giro a mirarle y alzo una ceja, al parecer molesto con la pregunta. Charles carraspeo-Yo tampoco puedo concentrarme si te soy sincero, mi amigo-Charles tomo su copa de vino y le dio un sorbo, bajo la atenta mirada de Erik.

-¿Y a ti que te desconcentra, Charles?-Erik había dejado el abrigo a un lado y se había cruzado de brazos mirando desafiante a su compañero. Esto era un ligero dejavu de la vez que Charles le beso por primera vez. Vio al telepata sonreír y bajar la mirada algo nervioso, aunque luego volvió a retomar la compostura.

-Obviamente tu, mi amigo-el telepata sabía que se la estaba jugando en grande. Pero si no empezaba a presionar, la cosa entre ellos marcharía lentamente. La guerra se aproximaba y nadie sabía lo que podía pasar, y nada garantizaba que Erik se quedara con él luego de cumplir su objetivo. Él tenía que darle una razón a Erik para quedarse, algo más fuerte que la causa mutante. Vio a Erik apretar su mandíbula y sus ojos arder en llamas, pero decidió arriesgarse-Tu aroma ha invadido toda la habitación, y es exquisito... y embriagante-Charles dejo la copa a un lado y miro atentamente a Erik, que ahora también apretaba los puños. El ingles le estudio con la mirada, su corazón latía rápido... Erik siempre tenía ese efecto en él: ponerle tan nervioso como nadie más lo hacía.

Erik le fulmino con la mirada, no le gradaba que Charles hablara de su aroma, odiaba saberse un omega-Mejor cállate, Charles-dijo ronco Erik, girándose para marcharse, sabiendo que debía irse si no quería pelear con el telepata. Pero cuando llego a la puerta se giro-¿Te crees, Charles, que por que alagues mi aroma me comportare como uno de esos tontos omegas que se abren de piernas para que les atiendan? ¿En serio crees que soy así, Charles?-Le miro fijamente, esperando una respuesta, y apretó los labios al ver a Charles sonreír y bajar la mirada. ¿En serio pensaba eso? De pronto se le lleno de angustia el corazón, debía macharse de allí, por lo menos hasta que sus hormonas se calmaran. Volvió a girarse para irse, pero cuando estaba caminando se detuvo al escuchar la voz de Charles.

-Se que no eres así, Erik. Ni me interesa que lo seas...-Charles dejo la copa a un lado, y se levanto. Miro a Erik desde su lugar, y le sonrió con calma-No es solo tu aroma lo que me llama, es que eres un hombre asombroso.-dijo, y se acero lentamente unos pasos. Erik le miraba estudiandole, aunque aun se veía molesto. Charles llego hasta quedar frente suyo, y se mordió el labio inferior-Y olerte así... solo es un plus... tengo tantos deseos por atenderte, Erik...

-No vas a follarme, Charles-dijo con voz ronca, cerrando los ojos. Charles había usado un tono de necesidad que había hecho que su interior se estremeciera de gusto, y él se humedeciera un poco.

-No quiero hacerlo, Erik...-aprovecho que Erik no le miraba y termino de acercarse, hasta quedar a solo centímetros de distancia. Cuando los ojos celestes se abrieron, estaban frente a frente, sus narices casi se rozaban. Charles aun mantenía su expresión de relajación, de calma. Suspiro contra los delgados labios ajenos y aspiro muy suavemente, dejando que sus pulmones se llenen de ese aroma tan afrodisíaco-Solo déjame calmarte... Déjame atenderte...-la lengua del telepata salio a lamer con delicadez la boca ajena, y sintió a Erik suspira y temblar ligeramente. Pero no se movió, se había mantenido en su lugar.

-¿Que pretendes?-pregunto, aun desconfiado, mirándole con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido. Charles le sonrió y volvió a delinear sus labios con la lengua, mientras lentamente su mano se apoderaba de la nuca ajena para acercarle. Con Erik tenía que ir con calma, para que no se le escapara de las manos. Le tironeo el cabello de la nuca con suavidad, y sintió un cosquilleo en su vientre al sentir que Erik gemía bajito. 

-Darte placer-aseguro, y unió sus bocas en un beso ansioso, que calmo un poco sus ganas de tirarse encima de Erik. El omega gimió de gusto, pegándose a Charles cuando sintió que el menor sujetaba su cintura con uno de sus brazos. No sabía si dejarse arrastrar o no, Charles hasta ahora había demostrado ser completamente confiable ¿debía confiar sobre esto también? No sabía la respuesta, pero ya no aguantaba más... no cuando Charles le besaba de esa forma tan deliciosa, apoderándose de su boca por completo. Sus manos volaron al cabello ajeno, atrayendolo desde la nuca, acariciando el suave pelo oscuro. Charles le ronroneo en respuesta, mientras las manos del telepata acariciaban su espalda, desacomodaron un poco su camisa, para tocar esa piel caliente directamente. Erik gimió y se arqueo hacía atrás, cortando el beso y estirando su cuello.

Charles no fue lento, enterró su nariz en su cuello, para poder olfatearle. Lamió con suavidad la caliente piel, que sabía mucho mejor de lo que olía. Erik era tan delicioso. Los gemidos del omega llenaron sus oídos. El magnético se estaba derritiendo al sentir a Charles besando su cuello, con pasión, con posesión. Su respiración se había agitado y su pene se había endurecido casi por completo, presionándose contra su pantalón. Charles le hacía sentir mas necesitado aun, pero era tan sumamente placentero. Sus piernas parecían querer flaquear, mientras sentía como su yugular parecía querer ser succionada por el menor.

El magnético dio unos pasos atrás, tambaleante, realmente sentía que iba a flaquear. Su entrada había comenzado a lubricar, y lo único que realmente quería hacer era abrirse de piernas y dejar que Charles le follara. Pero claro, eso no estaba en sus planes. Finalmente, tanteando, se choco con una pequeña pero alta mesa circular, donde había un velador. Se acomodo, apoyándose en esta, y clavando sus manos contra el mármol del mueble. Sus dedos crispaban, mientras el se mantenía con el cuello extendido y los ojos firmemente cerrados. Charles había empezado a decender con sus besos, llegando hasta el cuello de su remera, lamiendo a su alrededor, haciendo que ante el mínimo contacto con esa húmeda lengua su piel se erice de gusto.

Tenía que morderse los labios para no gemir. Tenía que contenerse para no sentarse en la mesa y abrir sus piernas por completo, quería rogarle por que le folle. Pero no, él no era una zorra omega. Gimoteo al sentir la nariz de Charles olfatear sobre sus pectorales, le tironeo el cabello a forma de regaño-No olfatees...-protesto, y Charles solo emitió un sonido de aceptación, luego continuo bajando. Su remera fue levantada por las blancas manos del inglés, y Erik solo pudo tensar su cuerpo.

El telepata se deleito acariciando esos abdominales, el cuerpo de Erik era exquisito, tan masculino y marcado. Tan... alfa. Había comenzado a inclinarse, cada vez más, hasta que termino casi arrodillado. Su lengua comenzó a delinear los marcados abdominales, se enterró en el ombligo, de Erik y jadeo de gusto al sentir al omega arquearse, gemir. Un bulto choco contra su garganta... Oh, Erik estaba jodidamente duro. Siguió jugando con su ombligo, mordisqueando la suave piel, pasando su lengua por los rizos cobrizos. Termino de arrodillarse, haciéndose lugar entre las piernas de Erik, le desabotono el pantalón con lentitud, y sitio la bragueta bajarse sola... su pareja estaba ansiosa, muy ansiosa. Charles no tuvo vergüenza de enterrar su nariz contra el bulto ajeno, aspiro sobre la tela del boxer, sintiendo ese exquisito aroma. La virilidad de Erik estaba durisima, hinchada... con solo bajar un poco el boxer esa erección se libero de un salto. Termino de quitarle la ropa en rápidos movimientos y se aparto lo suficiente para mirarle. Erik tenía una virilidad... inmensa. El telepata se lamió los labios, ansioso. Su garganta se había hecho agua, y solo quería tener ese pene atorado en la garganta. Era una hermosa verga, circuncidada, con el glande sonrojado e hinchado, las venas marcadas. Era el pene más grande que hubiera visto en su vida, el pene de un jodido alfa... pero no, era el pene de su pareja, de su omega, que seguramente estaba empapado en su entrada, y seguramente dejaría un charco de lubricación sobre el marmol. Dios, su exquisito y exótico omega, tan viril, tan masculino y poderoso. 

Charles no podía contenerse, se sentía él como el omega hambriento por ser llenado. Quería tener esa virilidad ocupando toda su boca, pero también quería enterrar sus dedos en la viciosa entrada de su pareja. Quería follarle el culo con los dedos, mientras se la mamaba. Acalorado se quito la camisa por sobre la cabeza, y luego saco su rojiza lengua y lamió toda la extensión de ese pene, disfrutando del sabor salado..

-Oh dios...-Erik volvía arquearse, y sus manos se apretaban más contra la mesa, sus nudillos completamente blancos de tanta presión que hacía. No podía abrir los ojos, no al sentir tanto placer, no al sentirse tan necesitado. Sus piernas se habían abierto sin reservas, dejando que el menor se acomode entre ellas, dejandole a Charles completo acceso a su sexo. Tembló entero, soltó un jadeo entrecortado, al sentir la cálida boca de Charles rodear su virilidad-D-dios... oh mi dios... es tan cálido...-su mano voló al cabello del menor, para tironearselo suavemente, para empujarle con sutileza, queriendo que esa boca lo tragara por completo. Se obligo a abrir los ojos, como pudo, y casi se viene ante la imagen que tenía enfrente: Charles, arrodillado entre sus piernas. Las pálidas mejillas estaban sonrojadas, y la boca roja besaba su pene como si fuera un delicioso manjar. Sus ojos eran un océano de lujuria, y no le quitaba la mirada de encima. Erik apenas podía mantener sus parpados abiertos, pero lo hacía para tampoco despegar sus ojos de los de Charles. Sentía su rostro acalorado, y su boca hecha agua, prácticamente podía babear de placer. Charles, el jodido Charles Xavier se la estaba mamando. Sintió el ronroneo de placer que daba el alfa mientras su boca avanzaba hasta tragarse casi por completo su virilidad. Erik gimió, y no pudo evitar embestir contra su boca, haciendo que su pene raspara contra la garganta ajena. “Tragatela entera... oh si...

Charles se aparto, tosiendo, pero al instante sonrió... sonrió de una manera que debía ser pecado, y se relamió los labios con ansiedad. Segundos después esa boca volvía a rodearle, y moverse sobre su verga con suma maestría-Oh Charles... eres...-”eres genial, Charles... si... si... estoy tan necesitado...”. El telepata se bajo la bragueta, sin aguantarse, Erik parecía una película porno en su cabeza con todos los gemidos y palabras necesitas que estaba soltando en su cabeza. El telepata mientras se la mamaba, acariciaba su verga que estaba tan dura y húmeda, tan jodidamente erecta. Gemía de gusto, sintiendo como se atragantaba con ese pedazo de carne. Jadeo cuando sintió a Erik empujar más, y sintió ese par de duras bolas chocar contra su mentón, Oh dios, tenía la boca completamente llena. Y estaba en el piso, arrodillado... sumiso como un omega. Dios, se sentía tan morboso allí, atragantado con esa enorme verga en su boca, con él pene jodidamente duro... con el aroma de la entrada de Erik que ya lubricaba. “Oh Charles... pareces mi zorra allí... te ves tan jodidamente... puta... grr... ohdiosdiosdios”. Quizás Erik no era un alfa, pero los tenía jodidamente bien estudiados. Charles nunca pensó que le gustara que le hablaran sucio, pero con Erik todo parecía gustarle-¿Te gusta, Charles?-pregunto Erik con una voz roca. Al parecer estaba muy animado al tener el control. No podía sacar sus ojos de lo vicioso que se veía Charles chupándosela entera y manoseándose la verga como un poseso.

El telepata se aparto un poco, y se inclino para mordisquear suavemente sus testículos-Me encanta Erik... la tienes jodidamente grande amigo... ¿te gusta a ti?-pregunto travieso, mientras sus dedos se deslizaban suavemente hacía el trasero de Erik, hacía esa entrada que estaba empapada. La acaricio suavemente, sintiéndola tan necesita... oh, Erik le llamaba zorra a él, pero estaba escurriendo por el culo, rogando atención. Ese orificio rogaba por atención. Sintió una suave patada y un gruñido-No jodas con eso, Charles-le dijo la voz ronca del omega. El telepata se sintió ligeramente frustrado, pero sonrió de todas formas. Iba a volver loco de placer a Erik, iba a hacer que le gustara tanto que volvería rogando.

-Termina para mi, Erik... termina en mi boca...-su voz era un ronroneo sensual, erótico, Erik jadeo de gusto y cerro los ojos cuando sintió esa boca volver a tragarse su virilidad. Sus piernas temblaron de gusto, y empujo su pelvis, comenzando a follarse la boca de Charles. Su respiración era completamente irregular, sentía esa cálida lengua jugar contra su pene, lamer sus venas... Charles gemía mientras se la chupaba era tan... “OhdiosmidiossisisisisigueCharles... Mi dios... siiii”... Antes de poder contenerse, sin poder advertir si quiera su cuerpo vibro, se tenso entero sintiendo como sus testículos estallaban en éxtasis, enviando una oleada de placer por cada célula de su cuerpo. Se le escapo un gemido ahogado, mientras sentía su pene palpitar contra la cálida boca de Charles, comenzando a llenarle de semen esa viciosa y pervertida boca, tan roja... 

El telepata gimió de gusto, y acelero sus movimientos sobre su pene. Sentía la semilla de Erik llenarle la boca, sentía como su sabor masculino bajaba por su garganta. Esa cálida leche terminaba en su estomago, haciéndole ronronear de placer. Quería chupársela diario... De a poco se aparto, relamiéndose los labios, jugando con los restos de su simiente. Se arqueo hacía atrás para seguir acariciándose, pero no duro mucho... al instante tenía a Erik encima, empujándole contra el piso, besandole con completa pasión, presionándose tanto como podía.

El magnético sentía su sabor en la boca ajena, y se sentía tan morboso... su mano bajo a la virilidad de Charles y comenzó a masturbarle con fuerza. Apretaba su glande, rozaba los testículos tensos con sus largos dedos... Su boca no dejaba de besar apasionadamente al alfa, su mano se movía errática. Lo sintió tensarse debajo de él, sintió un jadeo ahogado contra su boca. Los dientes de Charles mordieron con fuerza su boca, y su mano pronto se vio embarrada por esa simiente. Chorros salieron como locos, con ese liquido espeso e hirviente... tan abundante. Se había olvidado de que tan abundante se venía un alfa. No dejo de tocarle mientras el telepata tenía su agitado y acalorado orgasmo, y más chorros siguieron saliendo, bañándolo con el semen blanco de Charles. 

El telepata se alejo del beso agitado, para poder tomar aire. Diooos, ese orgasmo había sido... tan genial. Exquisito. No podía calmar su respiración, su corazón latía como loco. Erik finalmente le había dejado de tocar... y Charles supo que tenía el nudo, si... había estado jodidamente excitado. Abrió los ojos como pudo, apenas, y noto que Erik le estudiaba con la mirada. Vio como el mayor se inclinaba a olfatear su cuello, y él se estiro, dejándose hacer, dejando que Erik se familiarice. La nariz ajena comenzó a resbalar por su cuerpo, Erik iba descendiendo lentamente, aspirando todo el aroma que Charles emitía.

De a poco el ingles se sentía más calmado y se dejaba explorar, con una inconsciente ilusión de ser reconocido. Un jadeo escapo de sus labios cuando la lengua de Erik lamió por encima de su ombligo. Se irguió un poco para mirar al polaco, que estaba casi en cuatro (viéndose tan jodidamente genial...) lamiendo con su puntiaguda lengua los rastros de semen. Erik estaba ronroneando de gusto, y Charles sentía que su pene volvía a despertar un poco ante la erótica imagen. Sintió la mano de Erik juntar los restos de su semen y vio como el magnético se sentaba sobre sus talones, y lamí sus dedos empapados en la simiente del alfa. Charles de pronto pensó que estaba alucinando, pero Erik estaba allí... comportándose jodidamente sensual. El polaco mantenía los ojos cerrados, casi como en trance... muy concentrado en su tarea...

Lo escucho rugir y lo vio tirarse hacía atrás, terminando acostado en el piso, con su enorme pene duro, y su entrada escurriendo aún. Charles no podía quitar los ojos de encima, vio como Erik alzaba un poco una de sus piernas y de a poco uno de sus dedos (uno de esos dedos embarrado con su blanca simiente...) empezó a jugar con su entrada, con sus líquidos-Ohh...-un gemido de gusto embargo la biblioteca cuando el polaco comenzó a meterse dos dedos lentamente. Charles no podía quitar sus ojos de esa cara de placer.... “Dios... que delicioso... estoy tan necesitado... necesito tanto que... ohhh, tener algo duro...” vio como el magnético se retorcía, moviendo sus dedos con rapidez dentro suyo, follandose con ellos, gimiendo y arqueándose de placer. Con la otra mano había comenzando a masturbarse. Charles se sentía un jodido voyerista, allí semi acostado en el piso, mirando a su pareja en una cesión de... ¿masturbación?

Los labios de Erik estaban hinchados, y se veía tan jodidamente delicioso. ¿Por que carajos Erik se estaba masturbando si él estaba allí, jodidamente caliente y tan deseoso de hacerlo suyo? Charles tenía la garganta seca, su mirada se alternaba del trasero que se tragaba gustoso esos dedos, al rostro de Erik que gemía o se mordía los labios, sin abrir los ojos en ningún momento. “Oh... necesito que me follen... estoy tan caliente... quiero algo más duro... más... más... grande...”. Charles gruño al ver a Erik agregar otro dedo, el hombre estaba sollozando en su cabeza de pura necesidad. 

Charles finalmente reacciono y se levanto, gateo hacía Erik y se relamió los labios al verlo tan delicioso y necesitado y oliendo tan rico. Pero por experiencia sabía que si era muy audaz iba a asustarlo, no pudo evitar rugir y vio a Erik abrir los ojos y mirarle con su mirada vidriosa. Lo vio parpadear, al parecer saliendo del trance, y de pronto lo noto nervioso. Coloco rápidamente una mano en su cintura y negó con la cabeza-Calma calma... es normal Erik... estas en celo, calma mi amor...-vio al magnético tragar saliva, y como cerraba los ojos con gusto al sentir que la mano de Charles comenzaba a masturbarle también. 

-N-no..-”No soy una zorra Charles... no te atrevas a...

-Tranquilo, solo quiero darte placer ¿recuerdas? No pienses tanto Erik, disfruta de tu celo... ¿no es delicioso?-Escucho un suave gemido de gusto y acelero el movimiento, finalmente su mano remplazo a la de Erik, masturbandole. El polaco comenzó a chupar sus dedos con necesidad, mientras movía sus caderas queriendo penetrarse más profundo y que Charles acelerara la masturbación “oh, si, si... es delicioso... pero estoy tan....”-Shhh... no te desesperes Erik.. disfruta... ¿Sientes tus dedos dentro de ti? ¿Te están abriendo verdad?-Erik gimió y asintió intentando meterse los dedos más profundo, se sentía sumamente excitado... quería sentir las manos de Charles recorrerle todo el cuerpo. Sentía los ojos de Charles devorarle, nunca se había sentido tan deseado en toda su vida... y era tan placentero, sentirse tan atractivo, lo suficientemente deseable para que Charles le mirara con sus ojos casi completamente oscurecidos. Saber que Charles le deseaba parecía multiplicar su placer, le daba un fuerte calor en el estomago, un cosquilleo en el pecho. La mano que había dejado su pene se apretó contra su boca para acallar los gemidos que querían inundar la sala. Charles le miro un momento a los ojos, antes de que esa mirada azul volviera a bajar a su parte intima. Erik sintió que esa mano se aceleraba sobre su pene y se arqueo de gusto... sintió la otra mano de Charles ir a tomar la suya y apartarla de su boca-Déjame escucharte...-dijo la voz ronca del profesor, y al instante un hambriento gemido inundo la sala. 

Charles llevo su mano a su virilidad, que estaba sumamente endurecida. Joder, tenía a su omega allí... metiéndose los dedos, escurriendo por su culo, en pleno celo. Costaba controlarse para no follarle... su mano se movió al mismo ritmo que esos dedos se enterraban en el cálido interior, quería imaginarse que era su pene, que era el cuerpo de Erik quien le apretaba la verga. Erik ya no podía callar los gemidos, y al notar que Charles se estaba masturbando mientras le miraba no pudo evitarlo y abrió más sus piernas para dejarle ver mejor. Charles gimió al ver a su omega tan expuesto, oh ¿de verdad no podía follarle? Parecía tan entregado... pero sabía que no, debía contenerse, debía comportarse y hacer que esto fuera delicioso para Erik. Tenía que hacer que se acostumbre a que los celos eran algo natural en él. No debía presionarlo-Charles dios...-Erik sollozo, se removió inquieto “no aguanto... no aguanto... estoy muy necesitado...”, Charles le miro atento y se mordió el labio antes de darle un beso sobre la piel de su vientre.

-Agrega otro dedo mi amor...-susurro ronco, los ojos de Erik se clavaron en los suyos y Charles se relamió los labios, deseándole cada vez más-Otro dedo... te calmara...-dejo de masturbarle, ganándose un llorisqueo en respuesta, y su mano bajo por los testículos ajenos y continuo descendiendo hasta sujetar la mano de Erik. Sintió el cuerpo del mayor temblar y removerse pero no dudo, saco lentamente esos dedos empapados de dentro de Erik y lo llevo hacía su boca lamiendole con gusto. Oh dios, Erik sabía delicioso... ese sabor dulzón, le lamió con anhelo sintiendo la sangre hervirle en las venas. Quería follarle... lo deseaba tanto. Lamió tres dedos de Erik antes de volverlos a guiar a su trasero y lentamente los acomodo en su entrada antes de empezar a empujarlos. Su mano se quedo allí, acariciando los pliegues de su entrada, sintiéndolos expandirse, sintiendo como el cuerpo de su pareja de a poco se tragaba esos dígitos. Dios, todo eso era tan morboso, tan pervertido-¿Se siente bien, verdad? 

-Oh... si... más a dentro...-termino de empujar la mano dentro de Erik y un gemido se escapo de la boca del polaco. “oh dios... me siento... tan abierto... que siga tocándome, por favor, por favor... lo necesito...”. Sollozo y llevo su mano a su propio pene, para comenzar a tocarse así mismo. 

-Shh...calma... no te desesperes, solo disfruta-su mano fue a tocar el pene ajeno, masturbandole con ganas, mientras su propia mano se movía sobre su eje con fuerza. Escucho un gimoteo de placer Erik abrió más sus piernas, moviendo sus dedos con muchas ganas, golpeando su próstata en cada momento “Necesito más... necesito más joder... ¿por que no me calmo? Dioos...”. Charles no podía sacarle los ojos de encima, rugió al escucharle-¿Quieres mis dedos también, Erik? Puedo... puedo abrirte...-dejo de masturbarle, su mano fue remplazada por la otra mano de Erik, y luego bajo la suya tímidamente al trasero ajeno. La yema de sus dedos acaricio los dígitos ajenos, jugando para ver si le hacían lugar y le dejaban penetrarle también. Acaricio esos pliegues que estaban extendidos para recibir los tres dedos que ya tenía dentro-Puedo meterlos... vas a sentir como te abren... ¿no quieres? Vas a sentirte lleno...

“Oh dios... sii”-No, no, no... estoy bien...-Charles supo que era una jodida mentira, Erik quería más que sus dedos, quería que se lo follara allí mismo, pero era un terco. Se contuvo a pesar de todo, y siguió acariciándole con deleite y luego se inclino hacía al frente, para poder robarle un beso. Al parecer eso basto, Erik termino temblando entre sus brazos, volviendo a correrse, llenándose su propio vientre de semen. Lo sintió gimotear y mover más fuerte sus dedos, mientras los chorros de semen adornaban su estomago... El magnético sollozo sacando lentamente sus dedos “Necesito estar anudado...”. Charles al escucharle le gruño y descendió a su cuello para besarle con fuerza, le chupo la yugular con demasiada ansia hasta que le dejo una marca... joder, joder, movió sus caderas contra su mano, hasta que finalmente su pene se sacudió, enviándole una correntada de placer y haciendo que se viniera contra los muslos ajenos. Cerro los ojos, y apoyo su frente en la mejilla ajena, intentando calmar su respiración. Ambos estaba agitados, y Charles sintió vagamente como Erik se removía, sacando sus dedos de su interior. Se aparto un poco para darle espacio, y en ese momento miro su cuello y lo noto... había marcado a Erik, ni bien lo vio supo que eso traería problemas. A Erik no le gustaría que le hubiera dejado una marca de reclamo, una marca que indicaba que era suyo, que lo había poseído. Se aparto de a poco, y vio como Erik se levantaba rápidamente. Estaba desnudo y un hilo de lubricación descendía pecaminosamente por sus muslos, ni bien lo noto sus pantalones se subieron rápidamente, arrastrados por la bragueta, buscando tapar su vergüenza. 

Charles noto el descontrol en su mirada, de sus movimientos. Joder, joder, joder... ¿la había cagado?-¿Erik?-se levanto detrás suyo, viendo que el hombre se acomodaba la ropa y se ponía el cinturón-Erik...-su mano se poyo en el hombro ajeno, y sintió la mano apartarlo con rapidez. Vio la mano de Erik que rapidamente iba hacía su propio rostro, y escucho un suave jadeo de angustia. Chales frunció el ceño y le tomo con firmeza del hombro lo hizo girarse. El magnético se aparto al instante, aunque ahora estaba frente a frente. Vio las grandes manos cubrir su rostro y acomodar el cabello hacía atrás, con un movimiento nervioso. Cuando los ojos de Erik se clavaron en los suyos los vio rojos, inyectados de sangre, húmedos...-Erik ¿que pasa?-intento acercarse pero el magnético negó y se aparto.

-No te acerques Charles...-dijo con una voz ahogada. El telepata le miró fijo, sin saber que hacer. ¿Tanto le había afectado eso a Erik? Pero...si parecía haberlo disfrutado enteramente. “No quiero ser asi... no quiero como una zorra... no quiero...

-Erik, esto es lo normal... eres un omega, tienes celos... no te aflijas por eso...-el telepata volvió a acercarse, y sintió el candelabro retorcerse.

-No soy un omega, no quiero serlo...-gruño Erik y luego clavo sus ojos furiosos en Charles-¿No entiendes? Si pudiera arrancar esto de mi, lo haría sin dudar. No quiero sentirme así... ¿tienes idea de lo humillante que es? ¡Me ando comportando como una zorra! ¡¡Empece a dedearme enfrente de ti, Charles!! ¡Por dios! ¡¿Que clase de persona consiente hace eso?! Esto es una jodida enfermedad, esto es primitivo... no me comporto ni siquiera mejor que un animal...

-¡Por dios, Erik! No es nada de eso... Es parte de la evolución, esta en nuestros genes. Es una hermosa mutación Erik..-Charles se acerco y tomo una de sus manos apartándola de su rostroo. Le beso la palma mientras le miraba fijamente a los ojos-¿No puedes verlo con mis ojos? Es una maravillosa mutación... eres un ser excepcional... tan poderoso. Y cuanto te aceptes como eres, tu poder va a liberarse, va a dejar de limitarte... Tienes que aceptarte como un omega, mi amigo.-el telepata le miro fijo, esperando que entienda, que se acepte... quizás si se aceptaba lo aceptara a él.

-¿Aceptarme, evolución? ¿Excepcional?-cada palabra era escupida por los delgados labios-¡¿De que carajos me estas hablando Charles?! Esto es un error evolutivo, para ti es excepcional por que eres un jodido alfa... ¡Tu no andas cargando los celos! ¡Tu no eres la zorra aquí! ¡¿Tienes idea de lo que es caminar y sentir como cada alfa alrededor se gira a mirarte por que te huele?! Como todos quieren ofrecerse amablemente a ayudarte, a clavarte su jodido pene en el trasero y... ni hablar si no quieres. No me hables de evolución o maravillas si no te has sentido desesperado por que te follen. Si no te has sentido un maldito enfermo por la desesperación de tener algo partiéndote al medio... No es evolución ni es extraordinario, es un asco, es una enfermedad. ¡Es humillante! Esto es un jodido error, ¿me miras, Charles? ¿Me miras? ¡Yo debería ser un jodido alfa! ¿Notas mi poder, mi fuerza?-Charles jadeo cuando sintió el reloj apresarle, su cinturón querer revelarse-Parezco más alfa que tu... y sin embargo toda mi vida he...-Charles vio la cara del pelirrojo desfigurarse en dolor y las facciones contraerse-Solo termino siendo la zorra de algún alfa-Erik se limpio la lagrima tan rápido como cayo y Charles jadeo.

-Erik por dios, no eres eso...-Charles sentía una fuerza magnética empujarle, cuando solo quería acercarse más y más a él-Todos esos hombres eran unos dementes Erik, tu eres excepcional, eres asombroso. Tienes derecho a elegir, eres libre de ser como quieres... de hacer lo que quieras-Erik negó con la cabeza y se alejo, una sonrisa triste y resignada en los labios-tienes tu destino en tus manos. Eres es un hombre asombroso, un poderoso omega... Has sido la máxima creación de la evolución, mi amigo, mutante y omega. Perfecto. 

-No Charles, he sido la puta de alfas solamente-sus ojos celestes miraron con pena los azules ojos de Charles-Y realmente lo siento, por que eres diferente a otros. Pero ya no quiero ser la puta de nadie. Nunca más.-el campo magnético empujo a Charles mas lejos, antes de desaparecer por completo, haciendo a cada metal en la habitación vibrar. Erik abrió la puerta de la biblioteca y se marcho de allí. 

Charles se quedo tirando en el piso, afligido, sin saber exactamente que hacer. ¿Debería correr detrás de él? Jadeo afligido y de pronto sintió las lagrimas caer por sus mejillas. Erik tenía razón en algo, era mucho más alfa que él. ¿Por eso no le reconocía... no era suficiente? Esta relación le estaba volviendo loco. Cada vez que sentía que avanzaba se encontraba con un nuevo muro... Erik tenía demasiadas heridas internas, y Charles no sabía si podría curarlas a todas. Y el problema de no hacerlo era que Erik... Erik podía alejarse para siempre si no lo hacía. 

 

 

Notas finales:

Y bien ¿como quedo el momento hot? Saben que me cuesta, nunca me siento segura con ellos. ¿Y que les pareció el drama final? Las cosas son difíciles, lo se u.u

Dejo el adelanto:

Encontraras a tu omega y serán felices juntos. Y nosotros podremos seguir como amigos. Todo se ordenara-una nueva risa retumbo en su oido, y los brazos de Charles se apretaron a su alrededor.

-Tu eres... tu eres...-un bufido se mezclo con las risas de Charles, así como sus ganas de decirle la verdad y su sensatez de quedarse callado-Tu...


En fin, a me diran que tal. Saben que amo que me digan lo que piensan y lo que les gusta. Espero ansiosa sus comentarios. Besos


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