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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ¿Qué tal todo? Aquí vengo con el nuevo capitulo a ver que opinan. Muchas gracias a los que dejaron review, ya logre escribir un poco más, aunque no tanto como quisiera. 

Espero que este nuevo capitulo les agrede, se revelan varias cosas de las cuales ya me dirán que piensan. Enjoy!

No Correspondidos



Raven intento calmar su respiración, mientras sentía las caricias de Hank en su espalda. Había sido sumamente placentero... aunque últimamente se sentía vacía. Estaba llena de dudas sobre si Hank la amaría como ella era, si alguien lo haría ¿Alguien la aceptaría? Cuando al parecer Erik era el único hombre que lo hacía, pero claro, no podía olvidar que él único hombre que la aceptaba y la miraba con normalidad era el único al que nunca podría tener. 

Volvió a sentir el vació en sus entrañas y se levanto de la cama bajo la mirada curiosa de Hank, que últimamente la notaba rara. Se puso una bata blanca para cubrir su desnudes y acomodo un hermoso cabello rubio-¿Esta todo bien, Raven?-la chica se giro a mirarle y dibujo una sonrisa tan sincera como pudo.

-Si, solo me voy a mi cuarto... no quiero problemas con el celoso de Charles...-la chica soltó una risa y se levanto de la cama. Camino hacía el espejo para ordenarse un poco, y tomo la ropa que había traído antes, doblándola y acomodandosela en el brazo-Te veo en la mañana-le dio un beso rápido y sonoro al científico y luego salio de la habitación, haciendo el menor ruido posible. 

Ni bien abandono la habitación dejo caer su mascara de felicidad, y suspiro con pena, sintiéndose de nuevo vacía. Comenzó a caminar por el pasillo, con lentitud, sintiendo la tristeza cada vez embargarle más. Iba distraída en sus pensamientos, así que se sorprendió cuando escucho a Erik toser, apoyado en el pasillo. Los ojos celestes del mutante se clavaron en los de ella, y Raven frunció ligeramente el ceño. Creía que Erik y Charles estaban peleados, pero realmente no quería involucrarse... quería alejarse de esa historia. Quería alejarse de Erik por un tiempo. Intentaba hacer lo mejor que podía que era alentar a Charles y darle su apoyo, pero de momentos costaba, sobre todo cuando despertaba en ella ese lado de querer a Erik para si misma. 

-¿De verdad disfrutas de acostarte con un hombre con esa forma?-la rubia se vio sorprendida y se detuvo enfrente de él. Sus ojos se abrieron asombrados y sus mejillas ardieron. ¿A que venía esa pregunta? Frunció el ceño mientras miraba a Erik, se puso de frente a él y se cruzo de brazos.

-No creo que eso sea de tu incumbencia, Erik-dijo la rubia algo molesta. Ya tenía demasiados problemas con su autoestima para que viniera Erik, justo Erik, a liarla aun más. No, lo que menos necesitaba en ese momento era que le recordaran que los hombres solo la miraban con deseo cuando estaba en esta forma. El pelirrojo alzo una de sus cejas y sonrió de costado. Raven era exquisita a los ojos del magnético, era una mutante poderosa y asombrosa... alguien que al igual que él estaba luchando con ese mundo para poder hallarse a si misma y lograr todo lo que quería. Raven era su igual.

-Créeme, Raven, si fuera yo el hombre que estuviera contigo... disfrutaría de tocar tu verdadera piel-la rubia se sorprendió al sentir la mano del pelirrojo acariciar su mejilla y como luego el hombre la empujaba suavemente contra una pared, atrapándola con su musculoso cuerpo. Tuvo que morderse los labios para no gemir. De verdad, no podía creer que estuviera pasando eso... sentía el aliento de Erik sobre sus labios, sus bocas se estaba rozando. Y ella no sabía si sentirse dichosa o llorar de tristeza. ¡Ese hombre era el omega de su hermano!

Como pudo, junto fuerzas para alejar las manos de Erik que habían abrazado su cintura. No era fuerza física la que buscaba, ya que Erik no la forzaba, pero si fuerza mental. Erik, Erik... el único hombre que podía desearla con su verdadera apariencia. Ese hombre estaba allí, insinuandosele, queriendo hacerle tocar su verdadera piel, acariciarla a ella, a la verdadera ella. La chica tuvo que morderse los labios con fuerza para no besarle, y le aparto apoyando las manos en el musculoso pecho y ejerciendo presión. Tenía que concentrarse, tenía que pensar que ese era el omega de Charles. Charles quien siempre la cuido y le dio una familia, Charles no podría ser feliz con nadie más...

La sorpresa bailo en los ojos celestes. Raven no quería mirarle, no quería enfrentarle. Por que Erik vería el anhelo en sus ojos-No necesito que nadie me deseé-se forzó a decir, parándose bien y acomodándose la bata. Oh, sería tan fácil entregarse a Erik. El único hombre que le podría amar de verdad... pero era mentira, no podría. Él debía amar a Charles-No necesito que alguien acaricie mi verdadera piel. Estoy orgullosa de quien soy...-sintió un bajo bufido en los labios de Erik y se giró a mirarle molesta.

-Si estas orgullosa de quien eres, ¿por que te escondes bajo ese disfraz?-los ojos del pelirrojo la miraban fijamente, la desafiaban. Raven apretó los labios, intentando ocultar su temblor, y cerro los ojos, antes de tomar su forma original azul. Sus ojos amarillentos se abrieron y se clavaron en Erik.

-Te lo repito, no necesito que alguien me deseé. Estoy orgullosa de quien soy, este en la piel que este-la chica se paro firmemente y se giró para marcharse de allí. Había notado la mirada de Erik, no sentía asco... pura admiración. Era tan difícil apartarse...

-Yo también estoy orgulloso de ti, Mistik-la chica sintió su corazón latir con fuerza, y se giro a mirarle. Era una de las primeras veces que alguien la llamaba por ese nombre, aun todos le decían Raven. Erik estaba parado allí, con su postura segura. Las manos en los bolsillos, y le miraba como si fuera la cosa más perfecta del mundo. Era difícil no correr a sus brazos.

Volvió a girarse y siguió su camino, apresurando el paso hacía su habitación. Tenía que huir de él, de esos ojos que le prometían el mundo, de ese cuerpo que ya tenía un dueño. Ni bien llego, cerro la puerta con fuerza y se apoyo con firmeza en esta. No iba a llorar, no iba a hacerlo. Ella era fuerte, ella era hermosa. Erik... Erik no era el único hombre que iba a amarla, Erik... no era el único que iba a mirarle con orgullo. Erik era la pareja de su hermano, ella tenía que entenderlo... su corazón tenía que entenderlo, le gustara o no.

**

Charles se quedo sentado frente al ajedrez durante un tiempo que le pareció larguísimo. Todo seguía intacto, excepto la botella de whisky que de a poco iba descendiendo cada vez más. Había tenido la estúpida idea de que quizás... solo quizás, Erik y él podrían arreglar las cosas. Que él vendría a jugar al ajedrez como todas las noches, que podrían solucionarlo. Que podría hacerle entender a Erik que su condición no era mala, que debía aceptarse.

Pero la hora en la que siempre se juntaban había sido superada por casi dos horas, y supuso que debía resignarse a entender que esa partida que dejaron el día anterior no encontraría resolución. Al menos no hoy. El alcohol ya circulaba en sus venas, hacía tiempo desde que no estaba realmente ebrio, pero ahora se sentía como si lo estuviera. Y estaba afligido, debería haber recordado que no era buena idea beber cuando estaba deprimido. Había estado esperando a Erik... y Erik no había llegado. Él ni siquiera le interesaba a Erik, el polaco... lo deseaba de a ratos, pero nada más que eso. ¿Qué se suponía que debía entender? ¿Qué su pareja solo lo deseaba cuando estaba en calor...? Oh no, Erik había estado en celo y aun así se había alejado. Quizás debía aceptar que Erik era un alfa y alejarse. Decían que alejarse la pareja predestinada era insoportable, sobre todo si realmente la querías a tu lado, pero seguramente podría soportarlo. Y Erik ni lo notaría, no sufriría al menos. 

Se levanto cuando termino su ultima copa, y con algo de suerte no tiro la mesa donde estaba el ajedrez. Lo mejor sería que se fuera a dormir, mañana sería un día largo. Salio de la biblioteca, ese día lo mejor sería ni intentar llevar un libro. No podría leerlo aunque quisiera, mejor se dejaba caer en su cama y... camino por el pasillo y justo vio a Erik entrando a su habitación. Oh dios, ¿por que su omega era tan atractivo? Tan hermoso, tal alto y poderoso... con esas piernas largas y espalda musculada, ese cuerpo de Adonis.

No pudo pensarlo siquiera, solamente se dejo arrastrar por sus instintos que por el alcohol estaban más sensibles. Quería estar con Erik, era su pareja. Era el hombre al que iba amar toda la vida, y lo quería a su lado, para siempre. Camino por el pasillo directo hacía la habitación del polaco, y cuando estuvo enfrente golpeo con fuerza. Escucho unos movimientos y luego unas firmes pisadas, finalmente Erik, con una simple remera blanca y unos boxer, le abrió la puerta. Y Charles solo pudo comerle con la mirada sin disimular en absoluto.

-Charles-el polaco le miro con el ceño fruncido. Era la primera vez que veía al telepata desordenado, con el pelo revuelto, las mejillas sonrojadas, la mirada azul turbia. Charles estaba ebrio, apestaba a alcohol. Erik alzo la ceja, mirándole sin tener idea de que hacer. Noto la mirada lujuriosa que el telepata le mando y sintió su interior vibrar de puro gusto, pero se contuvo. ¿Por que carajos Charles le miraba así? Acaba de tomar su inhibidor, no olía a omega en celo-¿Puedo ayudarte en algo, Charles?-Los ojos azules le estudiaron con notable hambre, y lo siguiente que supo... era que Charles le estaba empujando como suma posesividad al interior del cuarto, y esos labios rojos le estaban devorando. Sintió la mano de Charles en su cadera, el menor le había hecho retroceder de pura sorpresa. Gimió dentro del beso... le gustaba Charles así de dominante. No pudo evitar un estremecimiento en su cuerpo, las manos del menor le sujetaban con firmeza, y esa boca estaba comiéndose la suya. La lengua de Charles había tomado el control de su boca, esa lengua le recorría como quería y Erik solo pudo ronronear. Charles era delicioso cuando se descontrolaba, pero no, definitivamente no, él no era un omega, él no buscaba quien le domine. 

Antes de poder resistirse callo en la cama, y sintió rápidamente el peso del menor encima. Charles se presionaba y lo besaba con hambre, mordiéndole, jalandole el pelo. Parecía realmente desatado, exigiendo más de Erik, queriendo presionarle a que se deje hacer. Separaron sus bocas por falta de aire, y Erik cerro los ojos con pesades y le aparto, empujándole para que cayera en la cama. Se había prometido a si mismo que no, no... él no era un omega. ¿Por que Charles le hacía esto? ¿Por que lo acorrala así durante su celo y...? Bufo, sentándose, acomodándose el cabello, evitando mirar al inglés que seguía tirado en la cama, respirando irregularmente. Contuvo el aliento al sentir una mano en su vientre, presionándole, intentando hacerlo acostarse de nuevo. 

-Erik, ven.. déjate llevar...-Charles sonaba ronco, hambriento de más, y una parte de él quería dejarse ir, Pero negó con la cabeza, absteniéndose de mirarlo-Te necesito, Erik... por favor...-Erik gruño bajito, la voz ronca y de verdadera necesidad de Charles le terminaba de derretir. Oh, él también le necesitaba, estando en su celo solo necesitaba alguien que... alguien como Charles... necesitaba a Charles, tocándole, besandole, adueñándose de él. 

-Estas ebrio-dijo cortante, siendo firme a sus ideales. Se levanto de la cama, aun sin girarse, sin querer enfrentarle-Te dije que no volvería a pasar. No soy... no soy una zorra, no por que vengas y me saltes encima, y me quieras dominar... no solo por eso voy a abrirme de piernas para ti-Charles quizás debió pensar que no era buena idea aventarsele así, pero ahora... ahora solo podía pensar que Erik estaba parado enfrente de él, con solo unos bóxer ajustado cubriendo su parte baja, dejando completamente al descubierto ese par de piernas que eran jodidamente... largas. Erik se giro para mirarle sobre el hombro, y al ver como Charles miraba fijamente su trasero se sintió algo caliente, y molesto-¡Deja de mirarme así, joder!

Charles se sonrojo un poco y sus ojos se clavaron en los celestes de Erik. Dios, estaba quedando en ridículo. No debió seguirle, no podía pensar, solo registraba el hecho de que quería acariciar esas piernas musculosas. Suspiro tapándose los ojos con el brazo-Lo siento Erik, pasa que... joder, estuve esperándote para jugar al ajedrez y no viniste y... mierda, te espere hora y media, ni note que bebí tanto.

-No te dije que iba a ir-bufo el polaco, pensando que Charles usaba más malas palabras cuando bebía. Se giró para mirar a su amigo tirado en la cama, lo que delataba a Charles de estar borracho eran sus ojos turbios, su rostro rojizo, su pelo revuelto y solo por que él lo conocía bastante notaba que hablaba un poco distinto. A pesar de que estaba ebrio estaba bastante coordinado. Y más allá de que hablara pastoso y su acento ingles se desfigurara un poco, todo lo de más era normal. 

-Lo sé. Pero prefería pensar que si...-finalmente se quito el brazos de los ojos y Erik suspiro al mirar esos ojos de cachorro-Siento haberte asaltado así, se que no eres una zorra pero... eres tan guapo...-Charles se inclino, y su mano se coloco en la musculosa pierna de Erik, apretando la parte trasera de su muslo y atrayendole-Estaba por irme a dormir, pero te vi caminando y... ¿tienes idea de lo guapo que eres?-Erik suspiro, dejándose llevar, y termino en la cama, sobre Charles quien sonrió un poco al sentirle encima. Se miraron a los ojos un momento, como estudiándose, buscando descifrarse. El momento se congelo un momento y Charles pensó que podría quedarse allí para siempre: con Erik encima suyo, mirándole con completa atención, y él pudiendo sentir su aroma, su calor, su piel. Finalmente el polaco giro sobre el cuerpo ajeno y se acostó en la cama, los dos hombres se quedaron mirando fijamente el techo.

-Te dije que no iba a pasar más.-susurro Erik, sin atreverse a mirarlo. No entendía esa habilidad de Charles de hacerle comportar como un tonto, de hacerle desear tanto estar con alguien. Le miro de reojo y suspiro-Quiero que seamos amigos, Charles, eres importante para mi-vio al telepata girarse, poniéndose de costado, y mirándole con esos ojos brillosos. Su mirada estaba algo desenfocada, su aliento apestaba a alcohol. Nunca pensó verlo así: algo ido. 

-¿Es que no te gusta estar conmigo, Erik?-pregunto Charles, y esos rojos labios dibujaron un maldito puchero. El magnético suspiro y volvió a mirar al techo, masajeando el puente de su nariz. ¿Que iba a hacer con ese hombre? Todo se estaba volviendo muy complicado. Le gustaba Charles, era la primera persona que realmente le gustaba en la vida. Él lo admiraba, Charles era un hombre grandioso, un mutante poderoso, un ser calmado y controlado. Perfecto. ¿Por que no podían ser dos simples betas y enamorarse como la gente normal?

-Me encanta-quizás si Charles estuviera sobrio no se animaría a decirlo. Pero ahora tenía a un hombre con ojos de cachorro, increíblemente azules, mirándole como si él fuera todo su mundo... solo quería decir lo que pensaba más profundamente, quizás nunca más podría sincerarse, quizás no podría repetir que realmente Charles le encantaba. Vio a los labios rojos dibujar una triste sonrisa, y los ojos azules bajar a mirar su mentón.

-Pero no quieres estar conmigo-dijo Charles, cerrando los ojos con pena. Se estaba controlando, sabía, a pesar de estar bebido, que había cosas que era mejor no decir. Se acomodo más de costado mirando fijamente a Erik y estiro su mano para acariciarle el cabello de la nuca. Erik también se giro y le miro fijamente, esos ojos celestes no se apartaban de los suyos-¿No soy suficiente acaso?

-¿Suficiente que?-pregunto el polaco, confundido, frunciendo el ceño.

-No lo sé... suficiente para ti, suficiente alfa-dijo Charles, y sus ojos volvieron a mirarle con intensidad. Erik sintió una mezcla de molestia junto con ternura. Realmente no se veía muy alfa así, acostado en su cama, medio ebrio, con los labios hinchados y los ojos grandotes y llorosos. 

-Eres un idiota, Charles-el magnético emitió un bufido, sin poder ver a su amigo triste, le derretía el corazón, le generaba ganas de abrazarlo eternamente. Se inclino para rozar sus delgados labios contra los de Charles, casi sin poder contenerse, solo queriendo borrar la expresión de angustia ajena. El telepata le jalo desde la nuca para mantenerle cerca y su lengua salio a lamer esos delgados labios. Erik sintió el sabor a alcohol de su boca, e impulsado por eso le correspondió un momento, pero luego se aparto, sin querer llegar a más-Ya te explique Charles, no quiero ser la zorra de nadie.

-Nunca te he tratado como tal-Charles entrecerró los ojos, tenía tantas ganas de meterse en la mente de Erik, hacer que le besara, hacer que hicieran el amor, que sintiera su vinculo... y tenerlo para siempre a su lado. Pero sabía que las cosas no funcionarían así, no podía hacer aquello que despreciaba, no podía obligarle, engatusarlo-. Si pudiera dejaría de ser un alfa lo haría solo por ti, pero no se puede... como tu tampoco dejaras nunca de ser un omega, aunque te niegues-escucho el bufido de Erik y noto como el calor que estaba tan cerca de su cuerpo se había apartado. Sabía que 
le había molestado, pero era la verdad. 

-No soy un omega Charles, soy un ser evolucionado, yo controlo mis instintos. No me comporto como un animal-escucho la risa de Charles y le miro atento.

-¿Ahora me dirás que los seres evolucionados son los mutantes que son beta? ¿Por que no cuentan con su instinto animal?-Charles se había recostado boca arriba, mientras negaba con la cabeza sin borrar la sonrisa de sus labios-Mi amigo, si contamos con esto es por que es por supervivencia. Hacemos falta en las sociedades, somos un paso de la evolución también, y que coexiste con sus compañeros que son los beta. Pero no somos inferiores, ni menos evolucionados. Somos una mutación Erik, y una muy buena... deberías entenderlo y aceptarte-Erik sintió la mano de Charles buscar la suya, y como el telepata enredaba sus dedos y le apretaba sutilmente. 

El polaco negó con la cabeza-No tengo nada que aceptar, yo no soy un omega-escucho a Charles suspirar y la mano apretar con más fuerza la suya.

-¿Y si te doy la razón? Y... ¿y si nos comportamos como solo dos betas, no podemos estar juntos?-Erik se mordió el labio, le miro de reojo y luego suspiro. Escucho a Charles bostezar, y lo sintió acercarse un poco más a él, hasta que sintió la frente ajena contra su hombro-Solo quiero estar contigo, como tu quieras Erik... bajo tus términos. Tienes el control de mi, de nosotros-un beso descuidado fue depositado sobre su hombro y Erik suspiro, tentando por esas palabras.

-No. Solo olvida esto Charles, seguro pronto encontraras a tu omega y...-escucho una risa sarcástica, y de pronto tenía los brazos de Charles rodeandole, abrazándole para atraerle a su cuerpo. Al principio quiso apartarse pensando que iba a volver intentar lo mismo de antes, pero Charles se limito a abrazarle con fuerza. Erik cerro los ojos con pesar, y su mano busco la que abrazaba su cintura para sujetarla y apretarla ligeramente. Sintió a Charles pegarsele más y el aliento del ingles choco contra su oreja.

-Eso no pasara...

-Oh vamos, Charles, claro que si-el polaco soltó una risita tensa, antes de soltar un suspiro. Sabía que eso era verdad, sabía que esto era momentáneo para el telepata, él encontraría a su pareja como Erik tenía la suya. El omega de Charles iba a ser muy afortunado, realmente afortunado. Erik sentía algo de envidia por él, solo esperaba que esa persona realmente se mereciera el amor del telepata-Encontraras a tu omega y serán felices juntos. Y nosotros podremos seguir como amigos. Todo se ordenara-una nueva risa retumbo en su oído, y los brazos de Charles se apretaron a su alrededor.

-Tu eres... tu eres...-un bufido se mezclo con las risas de Charles, así como sus ganas de decirle la verdad y su sensatez de quedarse callado-Tu... tu eres un idiota, Erik-resolvió, sin saber si reírse de lo despistado que era su pareja o pegarle para que lo note de una vez. Bostezo nuevamente y se pego lo más posible a su omega, sintiendo que el sueño le iba ganando.

-No me insultes, Charles-protesto Erik, pero cuando se giro a mirarle noto que su compañero ya respiraba profundo y se había quedado dormido. Le estudio con la mirada, notando lo hermoso que se veía así: relajado y en paz. El ingles era sumamente guapo, tan inteligente, y un mutante tan poderoso... Erik le beso la mejilla, antes de acomodarse, atrayendo también al menor entre sus brazos, escuchando un agradable ronroneo en respuesta. Si, quien tuviera como pareja a Charles era afortunado. No pudo evitar sonreír al sentir a Charles acomodarse entre sus brazos y cerro los ojos. Empezaba a sentirse con una paz absoluta, una sensación de plenitud le lleno el pecho. De a poco su mente fue perdiendo conciencia, hasta que quedo completamente dormido en una calma que nunca penso conseguir. 

**

Charles jadeo. La cabeza se le partía al medio. Se removió entre las sabanas, llevando las manos a su cabeza, intentando que con eso le doliera menos. Joder, joder... no debía abusar de las sustancias de ese tipo. Sentía demasiados pensamientos querer colarse en su cabeza, y le costaba bloquearlos y solo quería estar en silencio. Se levanto, sentándose en la cama, abrió los ojos con pesadez, sintiendo que le hacían arder. Mierda, la cabeza le iba a reventar. Aun con el ceño fruncido se acomodo y... mierda, ¿Erik? Anoche había venido al cuarto de Erik, lo recordaba. Lo asalto con un beso, ansioso por verle semidesnudo. Miro al lado de su cama, y luego el resto de la habitación.

Sintió una presión en el corazón al notar que estaba solo. Mordiéndose el labio miro el reloj y noto que eran las ocho y media de la mañana. Erik si hubiera querido hubiera podido quedarse acostado. Obviamente no quiso. Con algo de pesades se levanto. Debía ir a su cuarto para bañarse, cambiarse y quitarse el sabor a resaca de la boca. 

Tardo más de lo normal en alistarse y cuando bajo, alrededor de las diez de la mañana alzo la ceja al ver a los chicos recién desayunando. Claro, ellos no se levantaban temprano si él no los llamaba. Todos le miraron, y Charles se sintió ligeramente fastidiado. ¿Por que todos esos niños le miraban así? Le hacían sentirse viejo y deprimido. Camino hacía el fregadero y se sirvió un vaso con agua, para tomar una aspirina. Esperaba que eso ayudara al dolor de cabeza. Y le ayudara a bloquear todos los pensamientos de todos los allí presentes... 

Frunció el ceño y se dio vuelta mirando con concentración a la puerta-Moira llego-anuncio, dejando el vaso a un lado. Les miro alzando una ceja y luego bufo-Hank, Alex, Sean... sean caballerosos, es una dama y viene con maletas. Vamos a ayudar. Raven, acompáñame a resivirla-vió a la rubia rodar los ojos y levantarse de mala gana. La agente no le agradaba del todo. Charles vio como Sean salía rápidamente por la puerta, mientras Hank y Alex se levantaban con más tranquilidad. Él camino a paso normal a la entrada, y vio como la agente se bajaba de su coche que había dejado estacionado frente a la mansión. Venía vestida tan sobria como siempre, y ni bien le vio dibujo una sonrisa en sus labios. Los ojos castaños brillaron-¡Hola chicos! ¿Cómo están?

-Moira, darling. Que felicidad volver a verte ¿Que tal el viaje?-el inglés se acerco a saludarla. La chica le sonrió con gusto, Charles noto la sonrisa coqueta y realmente no supo como reaccionar. Había tenido la firme idea de alejarla, pero Erik lo había alejado a él. ¿Debía hacerlo o lo mejor era intentar que las cosas funcionaran con ella para olvidarse de E...? Agsh, el simple pensamiento de querer apartarse de su pareja le dolía. 

-Un poco largo, no veía las horas de llegar... ¡Estoy tan feliz de verlos!-la castaña se inclino a besarle la mejilla, sus labios se presionaron con suavidad en su mejilla, era un toque cálido, cariñoso y ligeramente insinuante-Te he extrañado-le susurro la mujer, inclinándose junto a su oído. La chica se alejo con una sonrisa y le guiño un ojo, Charles le sonrió algo apenado. No estaba seguro de que le agradara que se le insinuara en publico.

Mientras la chica terminaba de saludar a todos los de más con algunos abrazos Charles se giro hacía un costado y vio a Erik parado, transpirado y con la ropa deportiva. Al parecer había frenado su trote al verlos. Charles noto una mirada gélida hacía su dirección, luego el polaco había apretado los labios en ese gesto que era evidente molestia, y se había girado para seguir corriendo. Charles suspiro, ya no entendía nada... estaba algo harto, sobre todo por el dolor de cabeza. ¿Y ahora que le jodía a Erik? ¿Que Moira volviera o que le coqueteara? Su omega era demasiado complicado. Le alejaba pero se molestaba si alguien se le acercaba. Debería sentirse feliz por que sintiera celos, pero simplemente no estaba de humor. Ya no quería más juegos, solo quería algo de paz, por lo menos hasta que el dolor pasara...

**

Moira se había quedado algo extrañada. Había esperado un poco más de efusividad por parte del alfa, llevaban tiempo sin verse y la ultima vez que lo había hecho... oh, esa despedida había sido exquisita. Charles era un amante excepcional, y a ella le encantaba sentir su aroma de alfa, sus manos presionándole, su cuerpo siendo forzado a expandirse para recibirle. Solo había hecho el amor dos veces, pero la beta sentía que algo especial los unía. Lo único que la deprimía un poco era que su alfa conociera a su determinado omega pero... quería tener fe. Las relaciones alfa/omega no siempre funcionaban, quizás si ella enamoraba lo suficientemente a Charles él no sentiría más que una atracción sexual fuerte, pero se quedaría con ella por amor. O quizás... bueno, siempre estaban las parejas que eran de a tres, ella podría ser pareja del alfa y el omega... un estimulo sexual. No que aprobara mucho esas practicas, pero de que las había las había. 

Había deseado arrojarse a los brazos de Charles, y besarle, pero sabía que el hombre era medio mojigato fuera de la cama. Prefirió comportarse y esperar que él la buscara en su habitación. Pensó que cuando todos los dejaran solos, la sujetaría y la besaría... y le diría que también la extraño. Pero no, al parecer estaba de mal humor. Había notado una expresión de ligera molestia, y como se había retirado ni bien tuvo la oportunidad. Lo había notado cruzar miradas con Erik... oh, ese mutante no le agradaba en nada. Siempre andaba con esa pose soberbia, creyéndose tan superior, tan evolucionado... murmurando todo el tiempo que debían alejarse de los homosapiens por que eran mejores. Era cansador... Y había algo en él que la turbaba. A veces creía sentir un aroma dulzón en él, pero luego le miraba y lo veía todo masculino... de a momentos creía que era un alfa o un beta. No sería raro que si fuera un alfa, con lo egocéntrico que era, tuviera problemas para entenderse con Charles. Seguro que era él quien le ponía así. No entendía a Charles ¿por que no le echaba de allí? Era tan molesto...

La chica sintió el ruido de las maletas y volvió a centrarse en la realidad. Sean había dejado la maleta cerca de su cama y ahora el joven la miraba con una ligera sonrisa. La agente le sonrió de vuelta-Muchísimas gracias por la ayudaba, Sean-le dijo. El chico se había recargado en la maleta con ruedas y no dejaba de mirarla. Ella sintiéndose algo intrigada alzo una ceja y ladeo el rostro, sin dejar de sonreír-¿Sucede algo?

-Oh, no... claro que no. Es agradable tenerte en casa, ya se te echaba de menos-comento el pelirrojo. Se había parado firmemente y miro la habitación de la chica con curiosidad antes de volver a mirarla y sonreirle. El beta acomodo su cabello hacía atrás y se acerco varios pasos- Ya sabes, demasiada testosterona en la casa-comento, encogiéndose de hombro, soltando una risa.

La chica se rió también, pensando que eso era bueno. Le gustaba que la extrañaran, que la tomaran como una figura materna. De esa forma Charles vería que ella tenía lugar en su vida, en su mansión... cuidando esos chicos. Si, quería que la quisieran para que así Charles notara que era buena figura para estar a su lado, para compartir responsabilidades.

Tan concentrada en eso estaba que se sorprendió bastante cuando sintió el beso que Sean presiono contra su mejilla, muy cerca de sus labios. Abrió los ojos con sorpresa y miro incrédula al chico, que ahora le sonreía con algo de coquetería-Te veo en el almuerzo-dijo él, con un tono ligeramente ronco. La chica realmente no supo que hacer, se hizo a un lado y le dejo pasar, sin apartar sus ojos del piso.

Oh, eso no era muy bueno. No era bueno que el chico se fijara en ella, no era lo que a ella le interesaba. Aunque, no debería darle importancia ¿verdad? Después de todo Sean solo era un adolescente, pronto se le pasaría esa tontería. Seguramente solo quiso hacerse el gracioso... si, seguro que era eso. 

**

Raven no había visto a Hank en todo el día, era cruel, pero se había acostumbrado a estar con el chico sobre todo para distraerse y no pensar en Erik. El científico le hacía olvidar el vació que solía sentir en el pecho, aunque no del todo. Aun se sentía mal por que no era capaz de mostrarse a Hank como era, sabía que el chico saldría espantado. Estaba segura de eso. 

Hank era como un buen analgésico, que te hacía olvidar el dolor hasta que se acababa el efecto, claro. Ella sabía que el chico la apreciaba, mucho. No sabía si era amor, no lo creía, después de todo Hank era un Alfa y algún día encontraría a su pareja. No creía que eso entre ellos fuera a durar demasiado. Eso también la ponía mal, por que si, Hank era como los analgésicos... y en algún momento se acababan.

Se acerco al laboratorio del cual Hank había vuelto prácticamente su dormitorio. El científico tenía suerte de que Charles fuera tan ilustrado y disfrutara de proveerle todo lo que necesitara para sus investigaciones. Charles y Hank se llevaban bien, quizás era por que los dos era unos geniecillos. Abrió la puerta con cuidado, y vio el cuerpo del joven liado entre aparatos, muy concentrado en una sustancias. Se acerco curiosa, pensando que quizás... quizás con suerte era el suero que arreglaría su apariencia. Aunque de a momentos no estaba segura de querer usarlo. Erik se había metido en su cabeza con respecto a eso ¿no debería aceptarse?

-Hank...-el chico se movió rápido a mirarla, y se acomodo los lentes le sonrió y dejo las cosas a un lado. La chica se acerco con una sonrisa, mirando curiosa todo lo que tenía alrededor-Estaba preocupada, pensé que quizás todos esos químicos explotaron o te intoxicaron... ¿que pasa que no has salido en todo el día?-la chica lentamente se saco una larga bufanda que tenía atada al cuello y la dejo a un lado, terminando de acercarse a mirar lo que el chico hacía.

Hank le sonrió y le dio un rápido beso y la atrajo para mostrarle el telescopio y en lo que estaba trabajando-Estoy mirando unas reacciones químicas. Creo que es la clave para el suero en el que estoy trabajando-la chica se inclino a mirar por el telescopio, aunque realmente no tenía idea de que estaba mirando. Luego se aparto para mirarle con curiosidad-Tus genes son sorprendentes... me han dado la clave que necesitaba

-¿Ese suero nos ayudara a... lucir normales?-pregunto la chica. El científico frunció el ceño y luego negó con la cabeza. Señalo unas formulas más alejadas 

-Esos son nuestros sueros, estoy terminando de comprobar las reacciones. Aun tengo que mejorar unas cosas... ya no falta mucho. Al fin podremos mostrarnos al mundo con orgullo-el chico le sonreía completamente ilusionado, con entusiasmo. Raven sonrió dudosa también, aunque inmediatamente frunció el ceño y ladeo la cabeza, con curiosidad.

-Y entonces...-su mano señalo lo que acababa de mirar por el telescopio-¿Entonces para que es ese suero?-el chico de pronto borro su sonrisa. Se acomodo los lentes y se levanto. No sabía como iba a tomar esto Raven, sabía que ella amaba a Charles y que quizás no le agradaba para nada lo que él estaba haciendo. 

-Es... un suero que puede hacer ligeros cambios en el ADN, un cambio no de apariencia, sino... hormonal-comento el chico, apartando el telescopio y sentándose en el banco. Sabía que iba a tener que explicar esto, y si discutían prefería estar cómodo.

-¿Hormonales? Explícate Hank...

-Pues... he estado investigando con supresores, y los cambios que genera tu sangre y... Logre establecer este suero. Esta casi listo, solo faltan unos arreglos-de pronto el científico empezaba a sonar entusiasmado-Este suero es capaz de generar un ligero cambio en el ADN, no es nada peligroso, solo genera una mutación sutil que permite que... permite un cambio en nuestro estatus. Es decir que esto puede lograr cambiar las dinámicas, osea... volver a un omega un beta, o también a un alfa un beta... o incluso a un omega un alfa, o viceversa, aun estoy estudiándolo. 

La cara de Raven de pronto se había puesto ligeramente pálida, y sus ojos paseaban del telescopio a los ojos celestes de Hank. Su mente estaba evaluando demasiadas cosas, y de pronto sintió sus manos temblar.

-Y... y.. ¿Por que has hecho eso?-la chica se alejo varios pasos, mirándolo incrédula, con algo de dolor en los ojos-¡¿Sabes lo peligroso que es eso?! Si... si Erik llegara a saber que existe algo asi... ¡conoces sus ansias por dejar de ser un omega!

-Justamente por eso, Raven. Esto podría ayudar a muchísima gente como Erik, que no esta cómoda con lo que la naturaleza le ha dado. Esto ayudaría a muchísimas parejas, a muchas personas que se sienten inseguras o incomodas-intento aclararle. Tal cual había pensando Raven no lo veía como algo positivo, no lo veía como un avance, pero ciertamente lo era.

-¡Erik es la pareja de Charles! Si llega a usar ese suero... si llegara a... ¡Arruinarías a Charles, esta intentando que lo reconozca y con ese suero no deberá hacerlo!-dijo la chica, sintiéndose cada vez peor. Su mente maquinaba a doble fila, afligida por su hermano, y tentada por la posibilidad de que Erik fuera un beta. Si él fuera un beta ella podría... Pero no, la felicidad de Charles estaba en juego.

-Este suero también ayudaría en eso, si tu pareja te dejara... tu te inyectas esto y dejaras de extrañarlo. Sera la solución, no te sentirás desesperado por tenerlo a tu lado, te ayudara... le haré unos ligeros cambios, y cualquiera que allá perdido a su pareja podrá dejar de sufrir-le dijo emocionado. Él solo veía las posibilidades, podría ayudar a tanta gente... tantos que sufrían por ser incomprendidos, por no ser aceptados, por sentirse inferiores.

-¡No! No puedes terminar ese suero... destruirías a Erik y Charles... ¿Tienes la idea de lo mucho que sufriría mi hermano al perder por completo a Erik?

-¿Y tu tienes idea del alivio que Erik sentiría si dejara de preocuparse por su aroma, ser un omega y sus celos? Raven, él realmente odia lo que es... vive escondido, vive fingiendo. Pensé que tu lo entenderías, tu más que nadie. Él sufre tanto como nosotros, por no sentirse aceptado, por no sentirse comprendido, por tener que esconderse y fingir todo el tiempo. Tu y yo sabemos lo feo que es, solo quiero darle un alivio. Este suero se lo dará, este suero le dará lo que quiere...

-¡No puedes dárselo! Él... él solo esta confundido, él algún día reconocerá a Charles y serán felices-dijo la chica, sintiendo como las lagrimas comenzaban a caer de sus ojos. Y lloraba por dos, por que le dolía pensar a Erik lejos, pero también le dolía que su hermano pudiera sufrir más con todo ese asunto.

-Raven, las posibilidades de que eso pasen son pocas... ya debería haberle reconocido. Quizás Charles esta equivocado, quizás no son pareja. Pero aunque lo fueran, hay casos de parejas que nunca se reconocen. ¿Cuanto llevamos aquí, Raven? Es demasiado tiempo para no notar un vinculo...-Hank intentaba ser razonable, intentaba mejorar las cosas. Realmente no tenía mala intención, solo pensaba que si tanto él y Raven tendrían la posibilidad de cambiar aquello que odiaban de si mismos. ¿Por que Erik no podía hacerlo? Era injusto, era hipócrita tener la posibilidad de ayudarle y no hacerlo. 

-No, Hank, NO... no puedes dársela. Te odiare si lo haces, no volveré hablarte. ¡Mi hermano te odiara!-dijo la chica nerviosa, retrocediendo hacía la puerta, sin saber si ir y decirle a su hermano, si abofetear a Hank, si hacer razonar a Erik... 

-Si Charles ama a Erik, entenderá que esta es la única forma en la que sera feliz. En la que se aceptara...

-¡No se aceptara! Se cambiara... eso no es aceptarse...-el chico frunció el ceño, levantándose para acercarse a la metamorfa. Pero ella solo negó con la cabeza, las lagrimas no dejaban de caer por sus mejillas. Estaba insegura, asustada, sin saber como actuar. Salio del laboratorio y comenzó a correr por el pasillo rumbo a su habitación. Se choco con Erik en el camino, ni bien lo vio le abrazo con fuerza, y el magnético asombrado le rodeo con sus brazos. 

-Raven.. Raven, linda ¿que sucede?-él le levanto el mentón y miro sus mejillas empapadas. Sus dedos limpiaron el llanto de la chica, pero ella se sintió más angustiada aun. Las lagrimas no dejaban de caer, ella negó con la cabeza y se aparto-Raven, espera...-la chica se escapo de sus brazos, le miro y volvió a negar. 

Tenía que escapar de allí, no podía enfrentar a Erik ahora... por que le diría lo que sentía, o le diría lo de Charles, o le diría de la formula... y cualquiera de esas cosas terminaría un desastre. Lo mejor no era decir nada, lo mejor era alejarse. Se giro para seguir corriendo rumbo a su habitación. Sentía la mirada de Erik seguirla, y su voz llamarle, pero no se giró, no iba a enfrentarle en este momento.

Lo mejor era encerrarse y pensar. Lo mejor era calmar sus pensamientos... ordenar esas voces en su cabeza que peleaban entre el deseo de ver a Erik como un beta y poder amarle, y la felicidad absoluta de su hermano. 

 

 

Notas finales:

Y ¿qué tal? Se que no tuvo mucha acción Cherik, pero revelo varias cosas. Aparte era necesario que Hank explicara el uso del suero. ¿Que opinan del suero? :D En fin, ya me dirán. Espero leer sus comentarios al respecto.


-¿Por eso estas histérico, Erik? ¿Estas en celo?-la voz ya era calmada y maliciosa, no muy alta, pero igualmente todos la escucharon. El polaco abrió los ojos de golpe, y la miro con furia-¿Estas molesto por que no han follado tu flac...?-la chica jadeo, llevándose las manos al cuello, intentando retroceder. La cadena en su cuello había comenzando a hacer demasiada fuerza, queriendo asfixiarla. 

La chica de pronto se vio muy asustada. Erik solo tenía la mano extendida, pero sus ojos brillaba con puro odio. Realmente se veía transformado, desfigurado por la ira.

-¡ERIK! ¡Erik! Dejala... ¡Erik, basta!-


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