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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ¿Cómo están? Aquí tenemos un nuevo capitulo.He avanzado bien, espero poder seguir asi... lento pero seguro. También empece a escribir un Michael/James, esperemos que eso tambien vaya bien. Ya les avisare cuando lo suba, por si alguno tiene interés en leerlo.

Muchas gracias a todos los encantos que me dejaron comentarios. Los aprecio muchisimo *3* 

Enjoy!

El Vicio del Juego



Charles sonrió, mientras movía la pieza clave en su jugada. Noto que Erik había fruncido el ceño, el magnético estaba sumamente atento... bueno, desde que habían empezado a apostar los dos le prestaban mucha más atención a sus partidas. El ajedrez se había vuelto sumamente emocionante, los dos batallaban por ganar cueste lo que cueste. Aunque Charles siempre sentía que ganaba. Vio la mirada turbia de Erik cuando noto que no le quedaban muchas movidas posibles. El magnético cerro los ojos en derrota, y exhalo un suspiro, casi movió con dolor la pieza, y noto al instante la suave risa de Charles. Erik bufo, y le miro con la ceja alzada. La sonrisa de Charles resplandecía, se veía el brillo de triunfo en sus ojos. 

-Jaque mate, mi amigo...-dijo con la voz ligeramente enronquecida. Escucho la larga exhalación por parte del magnético, pero se limito a sonreír, recostándose sobre el sofá y clavando sus intentos ojos en Erik, que miraba aun el ajedrez. Al parecer buscaba una posible escapatoria, pero no lo había, los dos lo sabían. Charles se relajo contra el sofa, y continuo mirando a Erik con atención. Finalmente este se vio resignado, y levanto el rostro para hacerle frente, con esa mirada tan sería y calculadora suya. 

-Aun sigo pensando que te metes en mi cabeza para hacerme perder-Charles se rió ante el comentario, pero negó con la cabeza. Erik le miro con los ojos entrecerrados, antes de sonreír de costado. Tomo su copa, para acabar el contenido de la misma con un elegante movimiento, y luego volvió a mirarle-¿Y qué es lo que quieres, Charles?-el telepata se mordió los labios, intentando contener la sonrisa. Su sonrisa traviesa, coqueta, era imposible de disimular.

-Tu sabes lo que quiero, Erik-noto como fruncía el ceño, pero no iba a cambiar de idea. Era su premio e iba a aprovecharlo. Erik se levanto, chasqueando la lengua. Acomodo su cabello prolijamente hacía atrás, mientras con pasos seguros se dirigía al amplio sofá que había a un lado.

-Sabes, deberías pedir algo que te resulte placentero a ti...-comento el magnético, mientras le daba la espalda y comenzaba a quitarse la remera. Charles le miro con atención, los músculos de su espalda, la forma en la que su piel lampiña resplandecía bajo la luz amarillenta. Le encantaba la espalda trabajada de Erik, lo amplia que era, las pecas y lunares que la bañaban. Le siguió mirando con atención, mientras que Erik se quitaba los zapatos con unos movimientos de pies, con el mismo movimiento sus medias quedaron hecho un ovillo en el piso. El polaco había comenzado a desprenderse los pantalones, y ciertamente Charles no podía quitarle los ojos de encima. Vio como la tela negra de los pantalones se bajaba, junto con los boxer. En pocos segundos tuvo a un completamente desnudo Erik enfrente de él. 

Finalmente Erik se giro, para sentarse en el sofá, se recostó un poco contra el apoya brazo. Sentía sus mejillas arder, estaba ligeramente avergonzado, mientras dejaba una pierna caer y la otra la subía al respaldo, quedando completamente expuesto. Cerro los ojos, por que realmente no quería ver la cara de triunfo y excitación de Charles, sabía que el telepata amaba mirarlo así. Oh, era un maldito pervertido como cualquier alfa. Pero Erik no podía negar que también le gustaba, Charles le había arrastrado tan lenta y sutilmente a esto que en algún momento se había encontrado completamente abierto de piernas para él, y disfrutándolo por completo.

Charles se relamió los labios al verlo así, desde donde estaba tenía una panorámica de Erik, desnudo, recostado esperando atención... tan pecaminoso. Por más cara de fastidio que pusiera Erik, era obvio que le encantaba, su pene estaba semi erecto. El telepata se levanto despacio, y camino hacía a él-No tienes idea de lo placentero que resulta esto para mi...-dijo. Su mano fue a acariciar la pierna que estaba sobre el respaldo. Con solo eso sintió la piel de Erik vibrar, su omega quizás no le reconocía... pero ese cuerpo se volvía loco por sus caricias. Le acaricio desde la pantorrilla hasta la parte interna de los muslos, y escucho un gemido bajo, al mismo tiempo que veía a ese pene erectarse aún más-Y creo que para ti también lo es...-la mano de Charles volvió a deslizarse, hasta terminar en su tobillo, levanto un poco su pierna y le dio una larga lamida hasta terminar detrás de su rodilla. 

Sintió a Erik tensar sus piernas, y se las mantuvo firme, para que no se apartara. El magnético era inquieto, tendía a retorcerse demasiado. Charles sonrió sin dejar de mirar ese rostro sonrojado, esa mandíbula marcada y los delgados labios húmedos. Erik era tan... Comenzó a dar suaves besos por lo largo de su muslo, sintiendo al musculo temblar bajo el suave roce de sus labios. Su boca en cuestión de segundos se había acercado al glorioso ingle del pelirrojo, y para su disfrute ya estaba completamente erecto-Oh, veo que si lo disfrutas...-dijo soltando una risa. Levanto la mirada y vio a Erik que apartaba el brazo de sus ojos, mirándole con la vista vidriosa de deseo. El magnético había sonreído un poco, antes de poner su mano sobre la cabeza del telepata, acaricio su cabello antes de tironearlo.

-Por que no ocupas tu boca en cosas mejores-Erik le sonreía, derretido, obviamente excitado. No solo su rostro le delataba sino ese pene enorme y duro que había comenzado a escurrir. Charles le sonrió en respuesta, relamió sus rojos labios antes de acercarse al pene de Erik y lamerlo para degustarlo. Escucho un suspiro de placer, vio como Erik abría más las piernas, y una mano le tironeo el cabello con fuerza, buscando empujarle más cerca. Charles no le hizo sufrir, su boca empezó a cubrir su hombría, sintiendo el pene de Erik llenarle completamente la boca... la tenía tan grande, joder. “Oh Charles... un poco más...”, sintió la mano en su cabeza empujarle más cerca y se obligo a recibir un poco más de ese pedazo de carne, hasta casi sentirse atragantado. Gimió de gusto, y sin aguantarse desabotono sus pantalones para comenzar a tocarse. No era la primera vez que hacían esto, ya estaba casi acostumbrado a las reacciones de Erik, a la forma en la que empezaba a respirar agitado, a como se mordía los labios por no gemir desesperado. Charles le miro, deleitándose con la imagen, y acariciándose a medida que tragaba esa virilidad. Su pene se ponía completamente duro por tenerlo así, tan excitado, tan entregado... con toda su entrepierna expuesta, su entrada lubricando y soltando ese aroma delicioso. 

Erik estaba derretido, casi sin poder respirar. Una de sus manos apretaba con fuerza el sofa, mientras la otra descansaba en el cabello de Charles. Estaba tan excitado, Charles siempre le llevaba a la desesperación. Sentía su entrada lubricando, sus entrañas pidiendo un poco de atención. Abrió más las piernas sin poder contenerse, y empujo las caderas un poco hacía arriba. En una clara invitación y... Oh, menos mal que Charles la entendió. Gimió de gusto al sentir la lengua del telepata bajar a sus testículos y luego lamer su canutillo, bebiendo el liquido que lo humedecía. “Oh, si... Más abajo Charles...”. Se mordió los labios para no decirlo en voz alta, pero con gusto sintió como esa lengua se acercaba a su agujero-Diooos...-Erik se estremeció de gusto, tensando ligeramente el cuerpo cuando esa húmeda lengua se paseo por su entrada. Charles la presionaba suavemente y él solo podía respirar por la boca, en jadeos ahogados y exhalaciones presurosas. Sin poder aguantarse mucho llevo su mano a su pene para comenzar a masturbarse, demasiado ansioso, demasiado necesitado. Dios, quería algo duro abriéndole entero...

Charles estaba en completo frenesí bebiendo los jugos de su pareja. Era la tercera vez que hacían eso, pero le encantaba saber que Erik ya disfrutaba de que lo hiciera, y que no lo negara. La primera vez lo sintió gemir en éxtasis total, pero luego sus manos le habían apartado. Ahora se lo insinuaba, ahora alzaba sus caderas para sentir mejor su lengua... y era tan rico. Saborear sus jugos, sentir su entrada palpitar como loca, escuchar sus pensamientos de placer. Oh dios, quería que Erik se rindiera a su naturaleza, que entendiera que eso era normal y que lo disfrutara por completo. Su lengua se presiono contra ese fruncido agujero, y de a poco sintió los anillos darle espacio. Ronroneo de placer, y su lengua comenzó a moverse, penetrandole tanto como podía, sintiendo esas entrañas escurrir, terminar de abrirse... queriendo recibirle más y más. “Oh dios, Charles... esto es...” sintió un nuevo jalón, y continuo moviendo su lengua, ansioso, queriendo expandirle por completo. “Man hondo... charles... Charles.. por favor...”. Escuchar esos gemidos necesitados era un delirio, le miro fijamente y gimió de gusto. Se masturbo con más fuerza, la imagen era exquisita: Erik prácticamente babeaba de gusto, sus músculos estaban marcados, su cuerpo perlado de sudor, su pene erecto, siendo acariciado con frenesí por esa mano. Oh dios, Erik era hermoso.

Retiro de a poco su boca y escucho un sollozo-Charles... Charles por favor...-lo vio morderse los labios, retorcerse. No se sorprendió al ver el velador de la mesa retorcerse junto con el cuerpo del mayor. Charles tímidamente saco su mano de su pene, y la llevo a la entrada ajena, masajenado esos pliegues rojizos-Oh... dios...-”si, si, siii... dios...”. El alfa gruño de gusto, presionando sus dedos contra ese fruncido culo. Sintió esa entrada expandirse un poco queriendo recibirle, pero antes de poder meterselos la firme mano de Erik le detuvo-No, espera no... no soy... no soy un omega Charles... no... no hagas eso..-Erik se retorcía, se mordía los labios. A pesar de sus palabras parecía desearlo con demasiada ansiedad. Charles le beso dulcemente el vientre y se irguió un poco.

-Erik, mírame...-los ojos celestes se abrieron obedientes, y le miraron fijo, sin dejar de masturbarse. El telepata le sonrió y le ayudo a acariciarse-Te ves hermoso... ¿has visto como me pones?-quito la mano de Erik del pene, para llevarlo al suyo, y dejarle notar su dureza. “Oh dios, es tan duro...”. Erik se mordío los labios con fuerza, y comenzó a masturbarle, jugando con el prepucio, masajeando su glande. “Oh... fue tan delicioso mamarsela... es tan rica su verga... quiero chuparla de nuevo...”, Erik gruño y Charles le imito, excitado por sus palabras. Deseaba que esa experiencia se repita, Erik se la había mamado una vez y había sido... oh dios, habia sido el verdadero cielo-¿Notas que duro estoy?

-Dioos, si... estas... durisimo... es tan grande... yo...-Erik negó con la cabeza, acelerado, sintiendo que el sudor de su frente salpicaba. Tenía que callar sus palabras, tenía que evitar rogarle que le penetre. Tenía tantas ganas de soltar esa mano y dejar que Charles hunda los dedos en él. Sería ta delicioso, sentirse lleno al fin... por fin... llevaba tanto tiempo ansiando tener algo dentro de él.

-Me pones así... y yo te pongo así de húmedo, Erik-su mano logro escaparse del agarre ajeno, y masajeo esa entrada, sintiéndolo gemir de placer, ese agujero palpitar deseoso-Es natural Erik, es normal... es parte de nosotros... es una mutación Erik, una deliciosa mutación...-le susurro, termino de subirse encima del cuerpo del polaco y le suspiro al oído, mientras sus dedos continuaban jugando en su parte posterior. Sus penes estaban apretados juntos, sus cuerpos se habían vuelto un enredo sudoroso y acalorado. Charles siguió jugando con su entrada, sintiendo como Erik se retorcía y estiraba su cuello, gimiendo de gusto, arqueándose de puro placer-Es una asombrosa mutación... ¿lo sientes? Como mi olor te llama, Erik... olfateame... déjate llevar... es nuestra naturaleza..-Erik se removió y le miro, antes de obedecerle y olfatearle con ansias. Había olfateado antes a alfas, pero ninguno, nadie había olido así de rico como Charles. No lo entendía, el olor de Shaw le resultaba asqueroso, y era su pareja, pero el olor de Charles... 

-Oh mi dios...-sintió dos dedos presionar su entrada y comenzar a abrirle. Tuvo que cerrar los ojos, y contener el gemido de gusto que podía haber sonado en toda la mansión, cuando sintió los nudillos de Charles chocar contra su entrada. Oh dios, tenía esos dedos tan hondo como se podía. Y era tan delicioso... hacía tanto que no sentía alguien jugando dentro de él, y nunca le resulto tan placentero como esto. Ni lo pensó, estaba hambriento por sentir más... abrió más las piernas y las enredo en las caderas de Charles, cubriendo el delgado cuerpo, abrazándole con fuerza. Sus erecciones se friccionaron, ambas duras, deseosas... Charles le gimió al oído, y esos dedos comenzaron a moverse con ansias dentro suyo. Sus bocas se unieron en un hambriento beso, sus lenguas chocaron ansiosas, comiéndose la una a la otra. Se tragaban sus propios gemidos, bebían de su propia respiración.

Oh, Charles... muevete... muevete...”, el telepata se la había jugado en grande y estaba en puro triunfo. Erik le tenía apresado entre sus fuertes piernas, sus cuerpos completamente unidos, dos de sus dedos enterrados en lo hondo de su pareja. Movió su cadera, al mismo tiempo que sus dedos, frotándose con ganas, mientras no apartaba su boca de la ajena. Sintió las uñas de Erik rasguñar su espalda, imaginaba las marcas coloradas que le quedarían luego, pero le encanta... sería su recordatorio. Esa entrada estaba empapada, y succionaba sus dedos. Oh, como quisiera moverse un poco, empujarse contra su entrada, follarle... 

Se sorprendió cuando sintió los dedos de Erik colarse entre sus besos, solo entreabrió los ojos para mirarle, y vio a su omega con los ojos cerrados, respirando agitado, concentrado en no dejar de besarle. Ambos lamieron los dedos, empapandolos de saliva. Erik los retiro despacio y volvieron a besarse con gula. 

Fue al mismo tiempo: sintió la mano de Erik entre sus nalgas, y en ese momento capto su pensamiento... se aparto un poco, cortando el beso, y le miro incrédulo. Erik estaba masajeando su entrada, sentía los delgados dedos del omega acariciar su orificio, empaparlo con la saliva, presionar un poco. Erik finalmente abrió los ojos al notar que Charles no volvía a besarle, y el telepata vio su mirada perdida en la lujuria. Ese hombre estaba demasiado excitado, rogaba por ser follado. Charles le miro atento y se adentro en su mente, suavemente. “Déjame hacerlo, Charles... te lo suplico... dejame sentirme en control...”. Charles se mordió el labio, inseguro, aun estudiando a su pareja. Le costo decidir, no había esperado que eso pasara. Erik parecía realmente necesitarlo, finalmente le sonrió un poco y volvió a besarlo. 

Erik pareció entenderlo, ya que un dedo comenzó a empujar contra su cuerpo, gruño contra la boca de su pareja al sentir como ese dedo le penetraba. Lo sintió abrirse paso dentro de él, obligando a su conducto a estirarse. Nunca espero tener algo en su interior... y era extraño, pero no del todo desagradable. Oh, nada de lo que hiciera Erik podría ser desagradable. Ambos incrementaron el beso, y sus cuerpos tomaron un ritmo unisono, donde movían sus caderas para frotar sus virilidades, y sus dedos los follaban el uno al otro.

Oh, era tan.... extraño, y pecaminoso. Charles se sentía ido, estaban frotándose, tenía dos dedos enterrados en el culo, y dos de sus dedos estaban abriendo a Erik tanto como podía. Tres dedos estaban abriendo a Erik. Los movió con ganas, cada vez más deseoso de remplazarlos con su pene. Gimió de gusto al sentir los dedos del polaco chocar con su próstata-Dios... Erik...-Charles se aparto para gemir, mordió los labios del mayor y sintió al omega gemir en respuesta-¿Te gusta, verdad, Erik? Te gusta estar asi...-sintió el gruñido extraño en respuesta, y rápidamente unas imágenes de esas mismas palabras pero pronunciadas en un tono malvado llegaron a su cabeza. Shaw. La imagen de Shaw en la mente de Erik. Gruño y se inclino a su oreja, la mordió con fuerza y se froto contra él, queriendo que no se distraiga. No quería que pensara en Shaw ahora, solo importaban ellos dos-A mi me encanta, Erik... siento tus dedos tan a dentro.. y cuando... oh, si... golpea ahi...-Charles suspiro de placer contra su oído y comenzó a besarle la oreja, enterrando en ella su lengua. Sintio a Erik gemir y abrazarle de nuevo con fuerza, la boca del magnético se hundió en su cuello y comenzó a besarlo con ganas, morderlo, rasguñarlo con sus dientes. 

“Si... si... también me gusta, Charles... muevelos con fuerza... follame con ellos...”, Charles gimió de gusto y los movió ansioso, al tiempo que movía su cadera con ganas, frotándose con muchísima fuerza, sintiendo a Erik moverse contra él, apretarle más, rasguñarle con fuerza “Dame ahi... Charles...”.

-Oh, joder, Charles... si... sigue ahí...-de pronto la respiración del polaco se volvió errática, su cuerpo vibro, antes de tensarse. Charles pudo sentir como esa entrada asfixiaba sus dedos, succionandolos, pidiéndoles ir más a dentro... pidiéndole que lo anude. Los hundió tanto como pudo y sintió estallar a su pareja, un jadeo resonó en toda la habitación y sus cuerpos se vieron bañados por una cálida simiente, el sofá se mancho de pura lubricación mientras el omega intentaba coger aire, mantener el aliento. Charles solo necesito moverse un poco más, sintió esos dedos retorcerse en su interior, y luego gimió de gusto. Le mordió con fuerza la oreja a Erik para acallar su gemido, y sintió sus huevos tensarse antes de que su propio orgasmo le llegara. Su semen era abundante y espeso, los baño a ambos y les dejo los vientres embriagados de un aroma sumamente viril y masculino. Erik gimoteo al verse bañado en él y de a poco soltó al alfa, dejando caer sus piernas laxas a cada lado, retirando sus dedos del interior ajeno. 

Ambos se quedaron callados, quietos, pegoteados en semen y sudor, mientras intentaban recuperar el aliento. El silencio reino en la habitación varios minutos, solo se escuchaba el galopar de sus corazones. Finalmente Charles se movió, para darle un corto beso y luego se levanto con pereza, apartándose el pegajoso cabello de la frente. Miro a Erik, y su propio cuerpo, ambos bañados en sus pecados y solo pudo sonreír. Sus dedos comenzaron a salir con lentitud de Erik y lo sintió suspirar, aun con los ojos cerrados. Charles no dudo en lamer sus dedos, para limpiarlos, y luego se puso de pie, sintiéndole las piernas temblar-Esto a sido...-se quedo callado, sin querer arruinar el momento. Miro de reojo a Erik y se mordió el labio-¿Te ha gustado, verdad?-el magnético abrió sus ojos y le miro queriendo detectar sarcasmo, pero al no hacerlo se estiro en el sofá y sonrió divertido.

-¿En serio preguntas eso, Charles?-soltó una risa y negó con la cabeza-Eres un poco ingenuo, mi amigo...-Erik se levanto también, y gruño cuando al sentarse sintió el recordatorio de la acción que había tenido en la parte trasera. Se levanto despacio y busco su ropa con pereza, comenzando a vestirse, bajo la atenta mirada del blanco y desnudo telepata-Me iré a dormir... mañana debo madrugar...-Charles le sonrió y asintió, se había sentando en uno de los sofás individuales que usaban para jugar al ajedrez, y bebía un poco de Whisky.

-Esta bien. ¿Mañana otra partida?-los ojos de ambos se conectaron y ninguno de los dos pudo evitar la sonrisa. Erik solo asintió, antes de girarse y caminar hacía su cuarto. Necesitaba con urgencia un baño. Charles por su parte, termino con tranquilidad su bebida, y luego se levanto para ir hacía su habitación.

**

Charles estaba feliz, había secuestrado a Erik y lo había arrastrado a la cocina. Llevaban algunos días con esos jugueteos sexuales, luego de un partido de ajedrez podía pasar cualquier cosa. Era pasada la media noche y había estado lamiendo la crema batida del cuello y el pecho del magnético con demasiada gula. Erik aun estaba sentado en la silla, en la cual minutos antes Charles se le había subido encima, cabalgandole para besar con comodidad su cuello. Ahora estaba buscando algo más con que jugar, ya que esto había surgido por que los dos estaban realmente con hambre.

-Oh, hay chocolate... si lo calentamos un poco...

-Es mucho lió-protesto el magnético, girándose a mirarlo. Charles estaba muy concentrado viendo que sacar de la heladera, y le daba una mirada excepcional de su parte trasera. Erik se relamió al ver esos glúteos bien redondos. Se levanto para ir a atacarle por sorpresa pero justo cuando se giro vio a Raven en la puerta. Estaba desnuda, en el medio de la cocina, con su natural forma azul. Erik la miro de arriba abajo, y le sonrió orgulloso-Hola Mistik

-¿Mis...?-Charles se giro extrañado y al ver a Raven se sonrojo por completo. ¿Que hacía allí su hermana, de azul y completamente desnuda?-¡Raven! Por dios, ¿que haces así? Por favor... ¡ve a cambiarte!-la chica le miro con el ceño fruncido y estaba por responder, cuando Charles ya se estaba quitando la camisa y caminaba hacía ella para cubrirla con esta-¡No puedes andar así por la casa!

-Antes nunca te había molestado-murmuro la chica, sujetando la camisa con la que Charles le cubría el frente. La chica le miro dolida y en cuestión de segundos la piel azul desapareció para dejar ver a la piel blanca y el cabello rubio-¿Acaso así es mejor verme?

-No se trata de eso, no puedes andar con esas pintas por la casa...-protesto el telepata, aun intentando cubrirla, Raven miro como intentaba tapar sus pechos y emitió un bufido. En cuestión de segundos tomo una apariencia vestida, y sus ojos claros seguían clavados en Charles con dolor. Ella finalmente se aparto y se volteo para marcharse de allí.

-Raven, Raven... no tienes que disfrazarte-la chica se detuvo, aun dándole la espalda, al escuchar la voz segura de Erik. Se giró apenas, para mirarle de reojo, y vio la expresión de orgullo en la cara del magnético-Eres hermosa, perfecta... no debes avergonzarte-la chica le sonrió apenas, pero luego volvió a girarse y continuo caminando rumbo hacía su habitación. Había bajado a buscar algo para comer, no había esperado encontrarse con nadie. Mucho menos a Erik y a Charles en plena faena romántica. 

Su corazón aun latía emocionado, Erik la había visto completamente desnuda... y la había alabado. Le había dicho que era perfecta. Continuo caminando hacía su habitación, ni bien llego a su cuarto se paro frente al espejo de cuerpo completo que había frente a la cama. De a poco su piel se fue mutando, dejando de lado esa perfecta y tersa piel para dar lugar a su escamosa piel azul. Sus propios dedos vagaron por sus muslos, tocando su rugosidad, sintiendo cada superficie... intentando comprender que ese era su estado natural. Así había nacido ella, así debía ser ¿verdad? Erik la aceptaba, y todos los de más deberían poder hacerlo ¿verdad?

Pero cuando subió su vista a su rostro, escamoso, azul, sin cejas, sus ojos amarillos como los de una serpiente y ese cabello excesivamente rojo... Se sintió patética, que Erik viera en ella algo perfecto era una extrañeza, nadie más lo haría. Nadie la vería de esa forma, nadie la aceptaría así como era. Por que quizás el polaco la veía como una de esas obras de arte, esas obras que son raras, absurdas y a muy pocos les gustan... al resto de la gente, esas obras les parecen asquerosas y no las entienden. Si, Erik era la excepción a la regla. Erik sería el único que le vería con esos ojos. Se mordió los labios con pena y se dejo caer en la cama, durante un segundo pensó en volver a su forma clásica, pero decidió quedarse así, desnuda en la cama, sintiendo la sabanas rozar su piel azul... No tenía ganas de gastar energía en tomar esa forma rubia y atractiva, de momento solo... solo quería descansar.

Sintió las lagrimas caer de sus mejillas y se abrazo a la almohada, odiando no poder tener una mutación que le hiciera ser más normal, que le hiciera verse como cualquier otro.

**

-¿Que se supone que acabas de hacer?-pregunto Erik con voz tensa, mirando molesto a Charles. No podía creer que el menor hubiera hecho que Raven cambiara de forma, ellos deberían animarla a verse azul, a aceptarse tal cual, a mostrarse orgullosa. Odiaba cuando Charles se comportaba de esa forma, contento con su estúpida normalidad, pretendiendo ser un homosapiens, buscando ser aceptado. Charles no se aceptaba realmente, sino no tendría temor de mostrarse como un mutante... ellos deberían darse a conocer a la sociedad, hacerles entender que eran el siguiente paso, que eran superiores. 

-¡Erik! No puede andar así por la casa estaba...-

-Estaba en su forma natural, es lo que ella es, debes aceptarla. No deberías incentivarla a que se esconda, ella es perfecta, el mundo debería verla con orgullo, aspirar a verse como ella-Charles frunció el ceño, por que lo que él estaba por decir era que estaba “desnuda”. Igualmente Charles no era tonto, sabía que la sociedad no estaba preparado por la aceptarla, ni siquiera los aceptaban a ellos aun, que se veían “normales”, mucho menos lo harían con ella que era tan peculiar y diferente.

-Claro que es perfecta, Erik, pero no es tan fácil como que solo ande así por la vida. Las cosas no son tan simples-aclaro el telepata. ¿Por que Erik no lo entendía? No era que quería que su hermana se escondiera, no era que no fuera perfecta en su tono natural azul era que... no quería verla sufrir, no quería causarle más sufrimiento ante un posible rechazo de la gente que estaba a su alrededor.

-Eres un hipócrita Charles, quieres hacerles creer a todos que los humanos van a aceptarnos por ayudarles, que van a aceptarnos con los brazos abiertos, pero saber que no sera así. Por eso pretendes que ella pase su vida escondida ¿quieres que toda la vida este así, fingiendo algo que no es?-el telepata frunció el ceño, pensando que era raro que justo Erik dijera eso ¿acaso no era él quien se estaba escondiendo todo el tiempo? ¿escondiéndose como omega? El polaco se veía realmente molesto, le miraba juzgándole con esos ojos celestes y sus brazos estaban firmemente cruzados sobre su pecho, viéndose algo intimidante. 

-Solo quiero hacer las cosas más fácil para ella, Erik, quiero que sea feliz-intento hacerle entender, pero luego escucho un bufido. Obviamente ese era un punto en el que ellos nunca estarían de acuerdo, Erik era demasiado terco en ese aspecto, odiaba a los humanos, incluso cuando sabía que Shaw era un mutante y no un humano como siempre creyó. Debería entender que ese odio era absurdo, que no le llevaría a ningún lado... que solo lo ponía en constante peligro. Pero decírselo sería al vicio, no le escucharía, solo se enojaría cada vez más.

-No es eso, tu solo quieres controlarla...-Erik había fruncido el ceño-Quieres controlarnos a todos, pretender que todos nos llevemos bien con los humanos. Sabes que eso no va a funcionar, somos el futuro... ellos se opondrán, no van a aceptar su extinción...

-Podemos convivir, lo sé. Podremos aceptarnos. Una vez que atrapemos a Shaw...

-Eso es absurdo-Erik bufo y con un gesto molesto termino de limpiarse la crema del cuello. Charles suspiro, allí iba su noche divertida. El polaco se acomodo la remera que tenía puesta, y luego acomodo su cabello hacía atrás. La excitación y relajación de la que habían estado presos antes se había esfumado-Mejor me voy a dormir, nos vemos mañana, Charles-Erik se había despedido con ese tono que indicaba que estaba molesto y Charles suspiro. Le fascinaba la mente de Erik, por que era un hombre inteligente pero era tan malditamente terco. Era difícil que ellos se pusieran de acuerdo, era duro tocar esos temas... Igual lo mejor era que Erik se hubiera marchado, sino hubieran terminado peleando aún peor. Esta era una tonta discusión que arreglarían al día siguiente. Eso esperaba...

De momento volvió a sacar el chocolate y se lo llevo a su cuarto. Por más que sabía que todas las parejas pelearan (si, prefería ignorar el hecho de que ellos no eran pareja), era feo estar peleados. Lo mejor sería acostarse y distraerse con el chocolate, eso le subiría el animo. Oh, ese chocolate... hubiera preferido lamerlo del vientre de Erik y no comerlo ahora, solo a oscuras en su habitación. 

**

Moira se removió en la cama cuando el sol se colo por la ventana. Se cubrió un poco con la sabana, sin querer despertar aún. Sintió un brazo apretarla con fuerza y abrió los ojos con impresión. Oh, se había olvidado que estaba acompañada... y que tanto ella y su compañero estaban desnudos. La noche anterior lo había encontrado en la cocina, a él y al chocolate. La chica se sonrojo un poco al recordar que los dos la habían pasado bastante bien juntos, y jugando con el delicioso chocolate. 

Ambos estaban ansiosos, y se habían apresurado hacía el cuarto de la chica para concluir lo que inicio como una tonta charla en la cocina. Moira se sentó en la cama, tomando la sabana para cubrir sus pechos, y miro de reojo al blanco cuerpo que descansaba a su alrededor. Se mordió el labio insegura, antes de levantarse de la cama... ¿que carajos iba a hacer ahora? Nunca espero que eso pasara, claro que no, la noche anterior se había descontrolado, no sabía que le había pasado y se había dejado llevar.

Aun envuelta en la sabana empezó a buscar ropa para vestirse. Su acompañante se había removido en la cama, dejando ver su cabellera pelirroja y su frente cubierta de pecas. Al parecer buscaba el cuerpo de la chica para abrazarlo, por que se movía algo inquieto. La chica camino hacía el baño y se encerró. No pensaba salir de allí hasta que Sean se fuera, no le importaba que fuera inmaduro. No iba a hacer frente al hecho de que acababa de acostarse con un adolescente. 


**

Había encontrado ese libro anoche, cuando fue a revisar la biblioteca. sinceramente no podía creer que nunca lo hubiera leido antes. Seguramente lo adquirieron durante su infancia y él simplemente lo olvido. Tenía que recordarse revisar más a fondo la biblioteca.

Empezó a leerlo durante la noche, pero el sueño le había ganado. Ni bien desperto volvió a tomarlo, aun faltaba para que todos arrancaran sus actividades y quería aprovechar el tiempo. l libro hablaba sobre las relaciones omegas y alfas y sus inconvenientes, al parecer había toda una selección de libros con contenido de las dinamicas y sus excepciones. Ciertamente, Charles no era el primer alfa que no era reconocido por su pareja.

Se mordió el labio al releer el texto. Este citaba un listado de soluciones para reconocerse, muchas Charles ya las habia probado, eran algo obvias: dejarse olfatear, pasar tiempo juntos, acercarse emocionalmente, compartir intereses... Los ojos azules se detuvieron en uno de los items. "Anudamiento.". Se quedo mirando fijamente aquello, era la ultima de la lista. El texto aclaraba que no siempre funcionaba, pero que muchas veces ante una conexión tan directa de su vinculo la otra persona notaban que era pareja.

Charles gruño y se mordió el labio, ahora tenía una razón más para querer hacerlo, pero obviamente no era tan facil. Aun estaban avanzando lentamente, y él sabía que Erik odiaba la idea de ser anudado por un alfa. Shaw le había dado una manía al respecto. El telepata dejo el libro a un lado y se giro a un lado abrazando la almohada. La simple idea de anudarlo, estar en su interior, y que le reconozca le llenaba de gozo. Pero debía esperar, aun tenía que ser paciente. 

Solo esperaba que las cosas se aclararan pronto.

 

 

Notas finales:

En fin, espero que les haya gustado y no les haya resultado muy largo el +18. Creo que me emocione demasiado escribiendolo. Ya me diran. Les dejo el adelanto.

Los hombres estaban acalorados, y se besaban como si el mundo fuera a acabarse.

-Charles...-la voz ronca de Erik le obligo a gemir, y estiro su cuello al sentir que el mayor bajaba a besarlo y le olfateaba con ganas. El telepata no podía evitar desear que el polaco finalmente reconociera que era su pareja-Charles... Charles... ¿puedo... puedo penetrarte?


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