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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ¿Qué tal? Aquí ando yo, super emocionada, ya que me dejaron muchísimos comentarios que me pusieron de super buen humor e hicieron que no pudiera esperar al domingo a publicar. También afecto el hecho de que veo imágenes de Michael Fassbender en todos lados por su cumpleaños jaja

Les invito a leer un nuevo fic, que es Michael/James. Les dejo el link: http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=146741

Se llama "Mi Esposo Desea a Otro", sah, soy muy mala con los nombres, Acepto sugerencias jaja

En fin, volviendo a lo nuestro, dejo el nuevo capitulo. Espero que les guste, y que no les resulte denso.

Enjoy!

TOMAR DECISIONES


Llevaba noches sin poder dormir bien. Noche tras noche, pesadilla tras pesadilla. Siempre igual, casi podía palpar los látigos en su piel, casi escuchaba las palabras de Shaw que le humillaban y se burlaban de él. No podía evitar despertarse en medio de la noche, afligido, sin poder controlar los temblores de su cuerpo, sin poder regular la respiración, sin poder detener las lagrimas. Al principio pensó que solo era una mala racha, antes ya había tenido ocasiones donde tenía pesadilla tras pesadilla, pero cuando se extendieron por más de una semana comenzaba a desesperarse. Quizás era su instinto.. su cuerpo que le regañaba por estar con Charles y le atormentaba llenandole de pesadillas para que regrese con su alfa.

Había noches Charles lo sentía, por que en más de una ocación el telepata había golpeado su puerta justo minutos despues de que el despertara asustado. Y por más que quisiera dejarle entrar, que le abrazara y le consolara como esa primera noche... esos sueños removían ese deseo ardiente de no querer ser un omega, no querer comportarse como uno. Todas esas pesadillas le recordaban lo mucho que odiaba su dinamica, lo mucho que detestaba haber nacido en esa condición. No quería volver a estar bajo las garras de un alfa, no, ahora era él quien tenía el control. Había aprendido, ahora era fuerte... y debía mantenerse así.

En parte sentía que se merecía todo ese torturo, por que había disfrutado como zorra días atrás cuando Charles le metía los dedos tan hondo como podía, había disfrutado de su interior humedeciéndose y el telepata bebiendo de él, había disfrutado de lamer el nudo de Charles, incluso había deseado... realmente había deseado que Charles le penetrara hondo y le llenara con su simiente. Era una maldita puta, por eso se merecía todo eso.

Masajeo la piel debajo de sus ojos, imaginándose que las ojeras debían estar marcadas, le dolía la cabeza de puro cansancio y estaba de un humor de perros. Encima cada día peleaba con Charles, todos, no importaba que... aunque el telepata fuera comprensivo, él se enojaba, si el telepata lucía molesto, él se molestaba más aun. No había cosa que Charles hiciera que no le diera molestia, intentaba apartarse, mantenerse alejado. No quería su compresión, por que no quería que pensara que era débil, no quería sentirse débil; y si el telepata se desesperaba cuando no le dejaba ni tocarle, también le molestaba por que no se ponía en su lugar y no entendía lo horrible que era ello. No quería que ningún alfa le tocara, no quería ser un omega. Entendía a Charles, cuando estaba solo y calmado sabia que estaba siendo un cabron, pero en el momento en el que se comportaba asi realmente no podía controlarse. El cansancio le estaba volviendo loco. Sabía que Charles estaba preocupado, y quería ayudarle, pero no podía aceptarlo... la primera noche pensó que la compañía del alfa iba a calmarme, pero solo empeoro todo. Quería estar lejos de cualquier alfa, y a veces deseaba que Charles lo entendiera, que no le buscara. Pero habían iniciado ese juego, ese juego de buscarse, besarse y... bueno, ahora era su culpa si le había dado al inglés la idea de que podía buscarle y comportarse de ese modo.

Todo lo que le estaba pasando se lo merecía por caliente, por puta.

Se levanto de la cama ni bien salio el sol, no tenía caso seguir allí, no iba a dormir más de lo que ya había hecho. Prefería ir a entrenar, quizás si se cansaba lo suficiente esa noche se podría dormir. Se dio una ducha rápida y prefirió saltarse el desayuno, mientras más solo estuviera más en calma estaba. Hace unos días disfrutaba de estar en familia, de al fin tener un hogar... pero últimamente se sentía como en esos días donde estaba solo en el mundo, y en parte quería estarlo. Por que sentirse solo y estar en compañía era peor que sentirse solo y estarlo.

Empezó a entrenar, se fue directamente contra la bolsa de boxeo, comenzando a golpearla. Eso solía quitarle las malas energías, solía calmarle, ayudarle a descargarse. Al poco tiempo cada metal de la habitación comenzó a moverse, sabía que debía entrenar su mutación, mantener el trabajo sobre los metales sobre cualquier circunstancia. Las maquinas se movían como si hubiera alguien ejercitándose, las pesas subían y bajaban al ritmo. Quería ser consciente de cada metal que tuviera cerca, quería poder controlarlo todo en ese momento. Sus manos se apresuraron, golpeando cada vez más fuerte, cada vez más nervioso, cada vez con más ansias. La bolsa de boxeo se bamboleaba, yendo y volviendo a su eje, de momentos Erik deseaba que se mantuviera completamente quieta para poder irse contra ella y comenzar a golpearla, patearla, empujarla... matarla. Dios, tenía demasiadas ganas de matar a Shaw, quería encontrarle cuanto antes. Sentía ese zumbido en el fondo de la cabeza, que le hacía sentirse ligeramente loco, pero que le decía que si él mataba a Shaw finalmente podría descansar.

Si, si, matar... matarlo... clavar la moneda en...

-Erik-la voz grave de Charles le detuvo, se freno de golpe mirando con sorpresa al hombre que estaba en la entrada al gimnasio. Traía una bandeja con una taza y algunas tostadas. Erik frunció el ceño, frenarse de golpe le había descontrolado completamente la respiración. Se aparto el cabello de la frente y recién noto lo transpirado que estaba, como el sudor caía de su frente y se resbalaba por su cuello. Noto la mirada de preocupación de Charles y como avanzaba hacía a él-Te traje algo de desayunar mi amigo, no es buen que arranques tan temprano y sin nada en el estomago-dijo con calma.

A pesar de mostrarse tranquilo el telepata estaba preocupado. Erik venía en crisis hace días y parecía estar próximo a un quiebre, cada vez se le notaba más cansado, más molesto y un poco más delgado. Ahora lo veía ahí, colorado, sus venas completamente cargadas de sangre, palpitantes; esos hermosos ojos claros con bronca... no hacía falta ser telepata para sentir toda la tensión a su alrededor, la ira que le embargaba.

-No tengo hambre, Charles-dijo el magnético mirándole un momento, antes de volver a girarse hacía la bolsa de boxeo empezando a golpearla de nuevo. Charles suspiro con algo de cansancio, no le gustaba verlo tan errático y furioso, verlo tan perdido en el odio. Dejo la bandeja en un pequeño banco y camino lentamente hacía a Erik, se quedo parado a su lado, mirándole con atención hasta que finalmente escucho un bufido y el mutante volvió a dentenerse-¿Que quieres?-la voz del polaco se escuchaba realmente molesta, y los ojos miraron a Charles con una furia que hizo que su corazón palpitara más despacio. No le gustaba que Erik le mirará así.

-Saber como estas... ¿has podido descansar algo?-Charles se acerco con precaución, Erik se había girado y le miraba con esa expresión de furia absoluta, como un tigre a punto de atacar. Pero se equivocaba si pensaba que con eso iba a sacarse a Charles de encima, Erik era su omega y él iba a cuidarle quisiera o no. Tomo del piso la toalla que Erik había dejado arrojada y se acerco lo suficiente para poder limpiar el sudor de su cuello y de su frente-Si quieres puedo ayudarte a dormir, puedo hacerte descansar un rato con calma y evitar que...-Noto la expresión de Erik tambalear, durante un segundo creyó que Erik iba a aceptar (y deseo que así fuera, quería realmente tenerlo recostado entre sus brazos, relajado, seguro), pero solo se aparto un poco, gruñendole.

-No soy una damisela en peligro que necesita tu ayuda, Charles-dijo molesto, arrebatandole la toalla de la mano y terminando de limpiarse el sudor. Estaba realmente acalorado, podía sentir la sangre hirviendo en sus venas, mezcla del esfuerzo con la ira. Escucho al telepata suspirar, una suave mano le acaricio el cabello.

-Claro que no, mi amigo, pero quiero ayudarte... realmente necesitas dormir. No te ves demasiado bien-un nuevo gruñido le advirtio a Charles que lo mejor era apartar la mano o Erik le golpearía.

-Solo déjame en paz ¿si? Quieto terminar de entrenar-los fríos ojos de Erik le miraron con algo de bronca y Charles prefirió mirar en otra dirección. Estaba cansado de que pelearan todo el tiempo, últimamente ni siquiera podía acercarse a su pareja, Erik le apartaba cuando empezaban a besarse con ganas, o cuando intentaba tocarle, incluso cuando solo era una simple caricia inocente... bueno desde ayer que ni siquiera podía darle un rápido beso. Eso le estaba volviendo loco, por que Erik le mareaba, habían estado avanzando tan bien, tan perfectamente... y ahora todo se había ido hacía atrás de nuevo. Sabía que debía tenerle paciencia y entenderlo pero le frustraba no poder ayudarle, no poder calmar esos sueños que al parecer le estaban volviendo loco y le estaban alejando cada vez más y más de su lado.

Encima él no estaba en muy buenas condiciones, no era agradable soñar cada noche como otro hombre tomaba a su omega, como le lastimaba... se levantaba con celos, bronca, sed de venganza, triste... y a la vez tan asustado e impotente como Erik se sentía. Él tampoco podía dormir bien, y necesitaba a su omega a su lado para calmarse, para sentirlo suyo, para sentirse seguro... pero este solo se alejaba como si Charles tuviera la peste.

-Erik solo quiero ayu...

-¡SOLO DEJAME EN PAZ!-Charles dio un paso atrás cuando finalmente Erik estallo, todas las cosas de metal a su alrededor se había levantado y apuntaban hacía él demasiado amenazantes. Miro alternativamente todos esos aparatos, y como Erik estaba parado firmemente con sus manos ligeramente alzadas, solo un gesto... solo un gesto y todo eso volaría hacía él-¡¿No entiendes que no soy un maldito omega que necesita ayuda?! Estoy perfectamente bien solo, no necesito ningún alfa cuidándome, no necesito que te estés preocupando... ¡No te necesito para nada!¡No somos pareja, solo follamos, solo soy la maldita zorra que...! ¡No eres mi alfa Charles, deja de actuar como tal!-en un segundo la mirada de Charles se transformo del asombro a la absoluta tristeza. Apretó los labios y solo asintió con la cabeza, antes de soltar un suspiro triste.

-Esta bien Erik, no volveré a acercarme.-dijo con voz contenida, realmente se sentía embargado por la tristeza. Esas palabras dolían, le había partido en el corazón. Sus manos temblaron un poco y rápidamente se llevo una mano para cubrir sus ojos ya que los sentía arder y no quería quebrarse en ese momento. Erik se quedo estático al verlo así. Todas las cosas de metal cayeron cuando vio los ojos azules de Charles ligeramente humedecidos, no había sido su intención lastimarle de aquella manera. No había pensado sus palabras, y mucho menos creyó que pudieran dañar tanto.

-No, Charles, Charles... espera...-intento acercarse pero el telepata le detuvo con un movimiento, indicándole que no se acerca. Le vio sonreír triste y negar con la cabeza. El profesor se sentía realmente afligido, él solo quería cuidar a su pareja, pero esta solo se apartaba y se apartaba. Y.. su pareja no le quería a su lado. Esas simple palabras de que no le necesitaba le habían lastimado, por que él lo necesitaba tanto. Le necesitaba con cada fibra de su ser. Pero su amor era obviamente no correspondido. Erik no lo amaba, ni lo necesitaba, ni iba a ceder. Erik no sería suyo nunca.

-Solo olvídalo, Erik-dijo y se giro para marcharse. Ni bien salio cerro la puerta, sintió su corazón estrujarse y no pudo contener las lagrimas que empezaron a caer de sus mejillas. ¿Por que las cosas no podían ser más simple entre ellos? ¿Por que no podían ser felices? ¿Acaso nunca lo tendría a su lado de la manera que lo quería? Entre sus brazos, sonriendo, en paz... feliz de amarle, feliz de que estuvieran juntos. ¿Era imposible que él y Erik tuvieran un final feliz?

**

Charles estuvo toda lo que quedaba de la mañana sintiéndose agónico una y otra vez. Cada vez que recordaba esas palabras no podía evitar sentir su pecho estrujarse. Nunca pensó que solo palabras podrían lastimar tanto. Pero no quería estar mal, no quería llorar... ¡Erik había sido un maldito cabrón! Él le daba todo su amor, todo su corazón, y solo salía lastimado.

Cuando las lagrimas se acabaron la tristeza fue dejandole lugar al enojo. No entendía por que ese maldito hombre no podía aceptarse. Estaba cansado de ser comprensivo, de ser amable... estaba siendo tan bueno como podía y lo único que se ganaba era ser el amigo con derecho de Erik y que lo mandara a la mierda cuando se le antojara. Esta bien, entendía que había sufrido, que la había pasado muy mal, que tenía muchísimos problemas... pero la vida de Charles tampoco era perfecta y ya estaba algo cansado. Ya no podía aguantar más, al menos no por hoy. Esperaba que ambos pudieran dormir y calmarse, por que en el estado en el que estaban era imposible que próximamente arreglaran las cosas.

La tristeza y el enojo habían estado presentes a lo largo de todo el día, Erik ni siquiera había ido a disculparse y eso solo le había molestado cada vez más. Necesitaba relajarse antes de dormir, necesitaba descansar bien esa noche para mañana estar de mejor humor. Bajo las escaleras rápidamente, pensando en poner el agua a calentar, e ir a darse un baño y luego tomar un té. Eso parecía lo único que podría relajarle ahora...

-¡Charles!-ni bien termino de bajar las escaleras se encontró con Moira, la chica le sonrió mientras caminaba hacía a él. Ni bien lo alcanzo le dio un sonoro beso en la mejilla-Te estaba buscando, has estado un poco ausente... ¿acaso estas evitándome?-durante un segundo pensó en decirle que si, así solucionaba ese tema para siempre y se ahorraba varios problemas. Pero claro, en este momento estaba molesto, y Moira estaba... mmh, Moira olía exquisito el día de hoy.

Casi sin aguantarse Charles se había inclinado y había comenzado a olfatear su cuello. La chica gimió de sorpresa, pero con una sonrisa de gusto se estiro para dejar que el alfa continuara oliéndola. De sus labios escapo un suspiro de placer, al tiempo que sentía las manos del ingles sujetarle la cintura-Hueles deliciosa, Moira-dijo con voz ronca, la chica soltó una risita y gimió de gusto al sentir la boca de Charles comenzar a besarle.

Charles durante un segundo tuvo la conciencia de que ese era el perfume que la chica había comprado, realmente no era ella... pero él necesitaba algo con que distraerse, y ese aroma era tan rico. Olía como una deliciosa omega en celo, y si bien no era tan bueno como Erik, por lo menos la chica le dejaría hacer con ella cuanto quisiera. Su mano bajo al trasero ajeno y lo apretó, sintiéndola gemir de gusto y sus pensamientos que decían constantemente su nombre. La chica se encendía con suma facilidad entre sus brazos y Charles recordó vagamente lo hermosa que le había parecido ni bien la conoció... antes de que Erik apareciera en su vida.

Pero no quería pensar en eso ahora, la olio con ganas y se aparto un poco, solo lo suficiente para sonreirle con coquetería-¿Vamos a mi cuarto, darling?-dijo con gusto y la chica le dio un rápido beso antes de asentir. Los dos subieron las escaleras presurosamente, ella se reía mientras Charles la tocaba cada vez que podía, o la olfateaba en cada ocasión. Al fin, después de tanto tiempo, podría descargarse en el interior de alguien, podría anudarle y...

Ni bien llegaron al cuarto comenzaron a quitarse la ropa, Charles no quitaba las manos del cuerpo ajeno, manoseaba sus senos y su mano buscaba colarse por debajo de la falta para llegar a su sexo. Ya estaba caliente, ese perfume era realmente bueno... su pene se había endurecido al contacto de la mano de la chica, que había comenzando a acariciar su bulto con ganas. El telepata empujo a la agente contra la cama y se le subió encima al poco tiempo. Ella lo recibió abierta de piernas, antes de rodearlo con estas, intentando que el sexo de Charles se frotara contra su húmeda cavidad. Estaba tan excitada, tan húmeda... su sexo tan predispuesto a que Charles le poseyera nuevamente.

El telepata no fue lerdo ni perezoso, no quería mucho juego previo así que acomodo su endurecida virilidad contra los labios vaginales y de a poco comenzó a penetrarla. No, no era como estar con Erik, por que Erik era su perfecto omega y su cuerpo era exquisito... pero al menos podía penetrarla, cosa que con el mutante parecía ser imposible. Su interior era cálido y húmedo y le recibía con gusto. Charles escuchaba los gemidos de la chica en su cabeza, y los suspiros de placer que emitía por los labios.

La beso solo un momento antes de inclinarse para seguir olfateando ese delicioso aroma de omega en celo... oh, siempre le habían dicho que esos perfumes eran buenos pero realmente era la primera vez que los olía. Y si, eran sumamente buenos. Sacaba su lado salvaje, hacía que quisiera penetrarla cada vez más hondo, llenarla con su semen, atorarse en su interior. Le abrió mas las piernas, para sentir como ese interior se expandía. No dejo de moverse en ningún momento, se balanceaba rápido, haciendo que sus testículos chocaran contra el trasero ajeno por ese movimiento tan errático. Ese aroma le sacaba de si, se sentía sumamente excitado y solo estaba concentrado en darle más y más hondo... más profundo, inundarla, poseerla... calmar ese celo.

Gruño de gusto y comenzó a succionarle el cuello, para marcarla como de su territorio. La chica se deshacía en gemidos, pero Charles le tapo la boca con la mano. Solo quería pensar que estaba poseyendo a Erik, que estaba haciendo suyo a su omega, que Erik estaba en celo y que podía hacerle completamente suyo sin tener que contenerse. Oh, ese aroma dulce era tan embriagante. Sintió un fuerte calor en su cuerpo, y supo que estaba muy excitado... no se le hizo raro que la bola se formara en la base de su pene, y no lo pensó demasiado: iba a anudarla. Una de sus manos fue a hacerse lugar en el sexo de la chica, le hizo abrir más las piernas y abrió un poco más su sexo mientras se movía con furia hacía su interior. Era una suerte que Moira estuviera tan húmeda y tan excitada... él continuo presionando cada vez más fuerte, y empezó a gemir de gusto cuando los labios vaginales comenzaron a cerrarse alrededor de su nudo.

Moira empezó a llorar de placer por sentirse llena, se convulsionaba de un orgasmo mientras sus manos arañaban la espalda del telepata. Charles gimió de gusto, sintiendo su propio cuerpo temblar invadido ante su propio orgasmo, su semen comenzó a bañar el cálido interior, con chorros ardientes que hacían sentir a la chica como si le echaran un liquido hirviente en el interior. Y era tan delicioso para ella sentir esos abundantes chorros en su interior, los alfas se venían tan fuerte, tan espeso...

Charles la beso para no escuchar sus gimoteos y se continuo moviendo un poco en su interior. Como era una chica no se quedarían mucho tiempo pegados, pero al menos unos diez minutos. No disfrutaba de abotonar a extraños, preferiría que fuera con Erik por que era una experiencia intima y si era con quien se amaba muy romántica... pero igualmente era jodidamente placentero.

**


Erik se había sentido culpable todo el día, sabía que había sido un idiota con Charles y que tenía que pedirle disculpas. No le gustaba estar peleado con su... amigo. Charles era la única paz que tenía en su vida y cuando discutían todos sufrían por que se sentía aún más colérico que lo normal. Aun estaba cansado y durante un momento pensó en aceptar la propuesta de Charles de que le hiciera dormir, realmente necesitaba descansar. No sabía si el telepata iba a aceptar, no después de como le trato. Igual necesitaba que hablaran. Ese día había salido de la mansión, tomo la moto del garaje (de la cual prácticamente se había adueñado sin permiso) y fue a una farmacia a conseguir pastillas para dormir. Esa noche dormía si o si, necesitaba con urgencia descansar.

Imagino que Charles debía estar en el despacho, aun era temprano y estaba por ir a buscarle cuando se encontró con Hank en las escaleras-¡Erik! ¡Erik! Necesito hablar contigo-el magnético se detuvo, algo molesto por que realmente quería ir a hablar con Charles. Se giró y le miro atento, el chico se veía realmente emocionado. Erik alzo una ceja mientras terminaba de subir las escaleras-Tienes que acompañarme a mi laboratorio, tengo algo que te encantara-solo entrecerró los ojos, él no era muy unido con Hank, dudaba que tuviera algo que pudiera “encantarle”, y realmente no quiso pensar en el doble sentido de esas palabras. Hank era un alfa, pero con esa cara de tonto... Dudo en aceptar, ellos no se entendían o no se acercaban, a Erik le molestaba su obsesión por esconder su mutación, que fuera tan tímido, que quisiera cambiar a Raven también. Pero fuera de eso, el chico era una buena persona.

-¿Es muy importante? Realmente tenía algo que hacer-dijo él, deseando realmente ir a buscar a Charles, quería arreglar las cosas antes de que se hiciera de noche. Con suerte el telepata le perdonaba y le hacía dormirse y...

-Es algo fascinante-dijo, finalmente el polaco asintió antes de seguir al científico hacía el laboratorio. El joven caminaba emocionado, Erik iba atento, a paso presuroso, queriendo llegar cuanto antes asi podía marcharse. Entro con las manos en los bolsillos, todo estaba prolijamente ordenado y clasificado. Había varias muestras que Erik miro con atención, suponía que el menor seguía trabajando en ese maldito suero que disimularía el gen mutante. Hank se acerco con un pequeño estuche y cuando lo abrió alli reposaba una jeringa con una sustancia magenta. Erik le miro con la ceja alzada, interrogándole con la vista. El chico no dejaba de sonreír de emoción-Es un suero, finalmente lo termine.

Erik bufo y se aparto, mirándole serio. No le agradaba lo que se suponía que iba a venir. Le miro con determinación, con esa expresión segura suya y dominante-¿Ese es el dichoso suero en el que trabajas para ti y para Raven? No se por que me lo muestras, sabes que estoy completamente en contra. No creo que debas inyectarte, deberías estar orgulloso de...

-No es eso-Hank prefirió cortar lo que suponía era un largo y apasionado discurso sobre las mutaciones, y le parecía hipócrita de una persona que tampoco se aceptaba. Cuando Erik supiera para que era este suero seguramente se emocionaría, seguramente le agradecería y entendería. Ante esa idea volvió a sonreír-Este suero lo hice pensando en ti. Esto trabaja sobre el ADN, haciendo una modificación en los últimos cromosomas X e Y y modificandolos para anularles las dinámicas, dejándolos simplemente como caracteres de sexo, pero no como una diferenciación genérica en cuanto a la diferenciación alfa-omega. Esto cambia solo lo necesario, no tiene efectos adversos, y el cambio sera permanente, es decir que la persona que se inyecte esto no deberá volver a preocuparse por...

-Hank, se ve que esto es algo que realmente te apasiona. Y aunque la biología, los genes y la evolución es algo que me interesan, no son precisamente mi tema fuerte-dijo Erik, ya cansado de escuchar ese insipiente parloteo del que entendía poco y nada. Odiaba cuando los científicos hacían eso, cuando se explayaban tanto y no decían las cosas con simpleza, le molestaba que a veces fueran tan soberbios-Resumelo, te dije que tengo cosas que hacer-toda la situación estaba comenzando a desesperarle. Aun estaba de mal humor y estaba siendo tan amable como podía, pero si le retenía más tiempo no iba a durar mucho más.

-En resumen, este suero Erik... puede volverte un beta o un alfa, dependiendo la reacción de tu cuerpo-Hank le soltó con una sonrisa emocionada. El rostro de Erik fue un poema, primero de pura incredulidad, como si su cerebro no acabara de registrar lo que le acaban de decir. Luego parpadeo varias veces, estudiando la expresión de seriedad en el rostro de Hank. El chico no estaba bromeando... lo decía en serio. Un suero, un suero que le haría dejar de ser un omega. Miro fijamente la inyección y estiro sus manos temblorosas para tomar el estuche.

-Me estas diciendo que esto... si... si me inyecto esto ¿dejare de ser un omega?-pregunto el magnético incrédulo. Oh dios, esa podía ser la solución a todos sus problemas. Su corazón había comenzado a latir rápido mientras su estomago se revolvía de puro nerviosismo. Podría dejar de ser un omega, podría ser normal... podría olvidarse de todos sus problemas. Al fin, al fin podría dejar de ser eso que tanto odiaba. Miro a Hank con atención-No tiene efectos secundarios ¿verdad? ¿No afectara mi mutación?

-No, ya lo medí todo. Es perfecta, solo editara eso... lo más probable es que te vuelva un beta y no un alfa, pero eso ya depende de como la acepta tu cuerpo. Pero es completamente segura-Erik le siguió estudiando con la mirada, a lo largo de la vida había aprendido que esas cosas no venían gratis y que podía ser peligroso. Pero en ese momento solo se sentía ilusionado ante la posibilidad.

-¿Y vas a dármela?-pregunto un poco incrédulo. Él y Hank no eran amigos, le sorprendía que hiciera un gesto tan desinteresado por él. El chico solo el sonrió, de esa forma tan suya, una sonrisa como contenida, una sonrisa algo redondeada-¿Sin nada a cambio?

-Claro que si Erik, la hice para ti-dijo con seguridad. Luego se acomodo la bata-. Quiero que entiendas que este suero que hago para ti, es igual que el quiero hacer para mi y para Raven. Solo quiero olvidar todas esas incomodidad, quiero borrar esas cosas que nos generan inconvenientes, que nos hacen sufrir. Estoy orgulloso de ser un mutante, pero es difícil cuando uno tiene que estar escondiéndose... ¿lo entiendes?

El polaco apretó los labios, ya que en su cabeza no era lo mismo. Hank era perfecto como mutante, ser omega era otra cosa completamente diferente. Le miro con seriedad antes de suspirar-No se si es lo mismo, pero no voy a juzgar lo que hagas con tu cuerpo, Hank-dijo con seguridad mientras seguía mirando la inyección con atención. Se quedo callado varios minutos evaluándola-Entonces... solo una inyección y todo se habrá ido ¿para siempre?-dijo, levantando de nuevo su mirada y viendo al científico asentir.

Erik cerro el estuche y emitió un largo suspiro mezclado entre la duda y el alivio. Eso era lo que había deseado toda su vida, y ahora estaba por cumplirlo... ¿por que se sentía tan nervioso?-Es normal sentir dudas, vas a dejar de ser algo que has sido tu vida... piénsalo bien, diguierelo y recién inyectate Erik. Puedes generarte un conflicto mental si lo haces sin prepararte, solo piénsalo ¿si? Recién cuando lo aceptes, hazlo.-Erik le escucho atento, pensando que tenía razón. Tenía que hacerlo con calma. Una parte de él gritaba por que se inyectara ya mismo y superar todo eso, y la otra le decía que lo pensara con atención.

Finalmente le sonrió a Hank y estiro su mano para apretarle el hombro-Gracias, en serio. Esto es... importante para mi-le atrajo para darle un rápido abrazo antes de separarse. Hank se acomodaba los lentes sin dejar de sonreír, aunque ligeramente incomodo. En el fondo el científico sabía que esto generaría varios problemas, pero estaba dispuesto a hacerse cargo. Erik se aparto y comenzó a caminar hacía la salida-De verdad gracias, lo que necesites... me avisas-dijo, saliendo emocionado, pensando en ir a su cuarto y esa misma noche podría dejar de ser eso que tanto odiaba.

-No te preocupes Erik, solo digierelo ¿si?-lo ultimo tuvo que casi gritarlo por que el hombre se había ido presurosamente. El científico parpadeo, eso no había salido tal cual espero. Había esperado dar todo un discurso importantisimo sobre que debía analizar todo, asegurarse de lo que quería y recién inyectarse para no sufrir un shock emocional, pero el magnético era algo atropellado y le había presionado a ser conciso. Solo esperaba que realmente digiriera todo y no se fuera como un idiota a inyectare ahora mismo.

Hank suspiro de alivio, ahora podría dejar de alejarse de Charles para que no leyera eso en su mente. Y también podría concentrarse de lleno en su inyección y en los trajes. A su inyección también le quedaba poco y necesitaba suficiente para él y Raven, quería que se inyectaran juntos, así dejaban el pasado atrás, de la mano.

Se giro a mirar las muestras para ver como evolucionaba la sustancia verdosa de su suero y sonrió al ver que todo marchaba a la perfección. Pronto esa inyección estaría lista también y podría dejar de esconderse. Pronto todos serían lo que querían ser.

Solo esperaba que Charles y Raven no se enojaran mucho por lo que acababa de hacer.

**

Erik estaba acostado boca abajo en la cama mientras miraba atentamente la jeringa que estaba justo enfrente de él. Era tan asombroso el hecho de que solo una inyección podía cambiar tanto de lo que él era, para siempre. Y era muy difícil decidir que hacer, pero.. ¿eso no estaba decidido ya? Desde el momento en que no quiso ser más un omega ¿no había dicho que haría todo para no serlo? Y esa inyección era el siguiente paso, esa inyección borraría todas las cosas que odiaba. Esa inyección era lo que había estado esperando toda la vida.

Y ahora estaba enfrente de él, con solo ponérsela dejaría de apestar a omega, dejaría de tener celos, la gentes dejaría de mirar extraño, dejaría de fingir todo el tiempo. Podría ser lo que siempre había querido ser. Entonces... ¿por que se sentía tan nervioso? ¿Por que se sentía ligeramente afligido? No es como si fuera a perder algo, de hecho con solo una inyección todo lo que siempre quiso se volvería realidad.

"Ambos tenían los ojos entrecerrados, la expresión de Erik era confusa entre el gusto y la extrañesa, mientras que Charles cada vez que se chocaba con los ojos ajenos, le sonreía confiado y coqueto-Hueles delicioso, Erik-se atrevió a decir, contra el oído ajeno. Sintió el extremesimiento que surco al mayor, y como una mano se apoyaba en su hombro. Erik se había puesto más de costado, dejándolos casi enfrentados. El polaco estaba ansioso, sintiendo su virilidad despertar, su interior humedecerse al sentir ese aroma de alfa. "

Se giró en la cama y se cubrió los ojos. ¿Por que no podía alejar eso de su cabeza? ¿Por que no podía alejar la idea de Charles olfateándole, deleitándose con su aroma? Sabía que a Charles amaba su aroma. Pero... ¿por que importaba eso ahora? Él siempre quiso dejar de ser omega, dejar de oler así.

"-¿Notas que duro estoy?

-Dioos, si... estas... durisimo... es tan grande... yo...

-Me pones así... y yo te pongo así de húmedo, Erik-su mano logro escaparse del agarre ajeno, y masajeo esa entrada, sintiendo a Erik gemir de placer, ese agujero palpitar deseoso-Es natural Erik, es normal... es parte de nosotros... es una mutación Erik, una deliciosa mutación...-le susurro, termino de subirse encima del cuerpo del polaco y le suspiro al oído, mientras sus dedos continuaban jugando en su parte posterior."

Gruño con bronca al recordar todas esas cosas. Al recordar todos esos momentos que vivieron juntos. ¿Acaso esa era la razón por la que no quería dejar de ser omega? ¿Charles? Era una idiotas, no podía abandonar el sueño de su vida solo por que había un alfa al que le gustaba... no podía hacerlo, no podía abandonarlo todo solo por Charles. ¡Ese era el sueño de su vida! Eso era lo que siempre había estado deseando. ¿Por que entonces se sentía tan mal? Se sentía como una decisión equivocada, se sentía como si estuviera por dejar algo muy importante.

Charles era el primer alfa decente con él que había estado, y era tan buen amante, tan buena pareja, tan buen compañero. Erik cerro los ojos con pesadez, sin atreverse a juntar el valor de tomar esa inyección y colocársela para superar todas esas cosas. Si él lo hacía... Charles nunca volvería a deleitarse con su aroma, nunca volvería a beber los jugos de sus entrañas, no volvería a... ¿Le daba miedo que Charles ya no le deseaba si él no era un omega? Su corazón se estrujo ante la idea, pero su parte consciente volvió a repetirle que esa no era una razón valida para abandonar todo por lo que había estado peleando ese tiempo.

Solo que... Dejaría de ser un omega para siempre, no podría volver atrás. Y quizás había... quizás había algo que quería experimentar antes de dejar de serlo para siempre. Se mordió el labio sintiéndose un idiota, al sentir unos revoloteos en el estomago al pensar que... quería tener a Charles en su interior. Nunca había estado con un hombre por propia voluntad, nunca había disfrutado a pleno de que alguien le follara y con Charles, con Charles si podría hacerlo. Estaba seguro de que lo disfrutaría. Y debería probarlo solo para cerrar esa etapa, solo para saber que se sentía que... que alguien que deseas te follara. Para sentir como es recibir un miembro en su interior cuando realmente sientes un deseo absoluto de tenerlo. Si, debería... debería...

¿Pero que carajos? ¿De verdad estaba pensando en dejarse follar por Charles solo para probar? Esa debía ser su parte omega pidiéndole un alfa, si esa era la única explicación por que si no como podía estar considerando realmente la idea. Era solo su maldita zorra omega que...

Miro de nuevo la inyección y suspiro. Pero se lo debía, realmente se lo debía. Debía probar estar con él, debía intentarlo y luego olvidarse de todo eso para siempre. Pero al menos sabría que una vez al menos una vez en su vida estuvo con alguien por que realmente lo deseaba.

Se levanto de la cama y se miro en el espejo. S acomodo el cabello, miro atento su rostro, acomodo su ropa para que luciera bien. ¿Se veía bien verdad? Notaba el sonrojo en sus mejillas y se sentía patéticamente nervioso. Si, iría a decirle a Charles que le follara, iría a decirle que... Bufo, pensando que no tenía que ser tan patético, simplemente iría, le aclararía las cosas y se dejaría follar. No tenía que arreglarse, no tenía que hacer un escándalo de todo eso. Tenía que ignorar que se sentía tan ansioso, nervioso, con tanto deseo. Respiro hondo y luego salio de su cuarto rumbo al de Charles...

Primero que nada tenía que pedirle perdón, sabía que estaban peleados. Durante un momento lo olvido, Charles no iba a recibirle bien solo por que él quería que le follara, no, debía disculparse, aclarar los términos y luego pasaría lo que tenía que pasar. Camino con paso seguro hacía la habitación de Charles, a pesar de los nervios y la ansiedad que le embargaba quería mostrarse tan seguro como un alfa.

Ni bien llego golpeo la puesta. Espero unos segundos y escucho unos ruidos a dentro pero nadie respondió. Volvió a golpear, esta vez con más fuerza-Charles, soy Erik, ábreme. Quiero hablar contigo, mi amigo-escucho unos ruidos con más fuerza, un quejido y frunció ligeramente el ceño. ¿Charles estaba tan enojado que no quería abrirle la puerta? Emitió un bufido, no había esperado que se comportara así de terco-De verdad, solo quiero disculparme...-los ruidos se seguían escuchando, y finalmente se sintió un poco preocupado. Quizás Charles no estaba bien. Frunció el ceño y estiro su mano para abrir la cerradura, no sabía si estaba con seguro o no... al parecer no estaba.

Abrió la puerta sin dudar-Charles, ¿esta to...?

-¡¡Erik! Espera, espera...-Charles termino de enredarse la toalla a la cintura mientras salía del baño, pero bufo al ver que Erik había abierto la puerta de todas formas-Eso es muy irrespetuoso, no puedes meterte al cuarto de otro así como así-el inglés frunció el ceño, aun estaba molesto con Erik. Pero con solo ver la sonrisa divertida no pudo evitar suspirar y relajar sus facciones. Le miro acercándose a la puerta y apoyándose en esta, mirando a Erik que había dado un paso atrás-¿Qué paso?-pregunto, con seriedad, aunque se sentía algo ilusionado de que Erik hubiera venido, después de todo había escuchado que quería disculparse. Menos mal que Moira se había ido minutos antes y él se había bañado, por que sino Erik les hubiera descubierto en pleno acto. Y no es como si Erik pudiera decir algo al respecto, despues de todo ellos no eran nada... pero igualmente Charles sabía que había sido un idiota al acostarse con la chica, y no quería arruinarlo más con Erik. Dios realmente le había salvado el pellejo, Moira había querido quedarse a dormir, pero él la hecho sutilmente ya que ni bien habían terminado se había arrepentido al instante. Follar con la chica pensando en su omega no fue buena idea, ni moral, mucho menos abotonarla... joder, había sido extraño estar pegado a ella, anhelando que fuera Erik con quien estar. Se había sentido triste, patético, y un cabrón.

-Vine... vine a pedirte disculpas por lo de esta tarde-murmuro Erik, mirando a Charles con atención. De pronto se sentía nervioso, no tenía las agallas para venir y decirle “Discúlpame por lo de hoy, y de paso quiero que me folles”. Su estomago se revolvió y apretó sus labios un momento-Lo de hoy fue... lo siento...

-Te comportaste como un idiota-dijo Charles sin quitarle los ojos de encima, no quería ser brusco, pero realmente le había molestado. No le gustaba que Erik le hubiera tratado de esa forma, no le gustaba que se alejara cada vez que hacían un avance, estaba cansado de que se acercara y se apartara, que fuera tan errático. Odiaba que no le reconociera, ya le empezaba a costar tener paciencia, ya no podía contenerse-He sido amable contigo siempre, Erik. Nunca te he tratado... como a una zorra, jamas. Nunca te he visto así, siquiera. Y... pensé que estábamos teniendo algo, pero solo me alejas y... me mareas, ¡Me tratas como si alguna vez te hubiera despreciado! Y yo sinceramente, ya no se que hacer por que no logro hacerte entender que te respeto, que te aprecio, que esto no es un maldito juego.-su voz sonaba nerviosa al ultimo, había empezado a hablar y no había podido frenarse, hasta que finalmente pudo respirar hondo. No quería seguir, por que sabía que empezaría a derrumbarse y terminaría diciéndole que era su omega, que era para él, que ya quería tenerlo a su lado.

Erik sintió su corazón latir rápido, y cualquier atisbo de seguridad que hubiera tenido se había borrado. No, no podía decirle que quería que le follara, no ahora. No podía ser esa la ultima vez que estuviera con Charles. No estaba listo, no podía hacerlo esa noche: y tener sexo con él, ni inyectarse. No quería que fuera así, precipitado, aun peleados, quería que fuera...-Quiero tener una cita contigo...-soltó de golpe, sin pensarlo siquiera, y al instante sintió sus mejillas arder. Joder, esa no había sido la mejor idea que había tenido. Vio los ojos de Charles abrirse de golpe, incrédulo, esos ojos azules le estudiaban como si no entendiera nada. Y era que Charles no entendía, estaba sorprendido, no había esperado que Erik le pidiera una cita-El día del auto tu...

-Lo recuerdo-respondió, cuando fue capaz de volver a respirar. No podía apartar la mirada del magnético, sentía su corazón acelerarse a cada segundo. ¿Una cita? De verdad Erik estaba invitándole a una cita... dios, dios... Paso saliva, intentando contener la felicidad que empezaba a surgir en su estomago. Se olvido del enojo, de las peleas, de todo... la simple posibilidad de que Erik quisiera estar allí, con él, en una cita, una cita de verdad como una pareja-¿A... a que hora..?-no podía creerlo, no podía ni formular palabras. Noto el sonrojo de Erik y como le evitaba la mirada. El omega se había apartado un poco, se notaba que estaba intentando mostrarse tan rudo como siempre, tan poderoso como siempre. Y Charles decidió ceder y se mostró inseguro, mordiéndose el labio y sonriendole tímidamente.

-A las diez-dijo, mirándole solo un segundo, antes de suspirar-¿Entonces, si?-apretó sus mandíbulas mirándole. Charles tenía una sonrisa encantadora y asintió con suavidad, Erik asintió también antes de girarse, queriendo marcharse de allí cuanto antes. Joder, ¿por que carajos le había pedido una cita? No se suponía que eso pasara, el plan era completamente distinto. Pero claro, con Charles las cosas nunca pasaban como quería.

Camino rápidamente, buscando alejarse de allí. Joder, se sentía patetico. Todo había salido al revés. Debió empujarlo a la cama, quitarle la toalla, sacarse sus pantalones y subirsele encima. Eso hubiera sido más simple... pero no se atrevía a hacer las cosas asi con Charles, por que Charles Xavier era especial en todos los aspectos.

-Erik-el polaco se giro sorprendido y miro al semidesnudo Charles que estaba parado en el pasillo observandole. Una hermosa sonrisa dibujada en sus labios-No puedo esperar a que sea mañana-le dijo con la voz ronca, y Erik se mordió el labio al sentir un cosquilleo en el estomago. Se volteo emitiendo un bufido.

-Solo cállate Charles-Pero Charles no podía contener su sonrisa, por que estaba demasiado emocionado. De solo pensar que mañana... mañana podía tener una cita con Erik. Al fin, algo que parecía más serio, algo que era como un siguiente paso. Erik iba a reconocerle, lo haría, lo haría. Dios, quería chillar, saltar, tenía que contenerse para no proyectar su felicidad en todas las mentes cercana. Una cita, una cita. Mañana iba a tener una cita con su pareja. ¡Dios!

 

Notas finales:

Bueno, se que no hubo mucha acción. ¿Qué les pareció? ¿Cuantos de ustedes pensaron que Erik llegaría y encontraría a Charles con Moira? Mmmm...

Y ahora tenemos a Charles todo ilusionado con la cita

Dejo el adelanto

-Erik-se giro al escuchar a Charles y lo encontró apoyado en el pilar de la tapia. Se veía muy elegante, más que lo de costumbre, y sumamente guapo. Se quedo quieto mirándole, conteniendo la respiración, sintiendo que su corazón se aceleraba de pura emoción. Si bien debía admitir que muchas veces pensó que Charles era muy anticuado para vestir, no podía imaginárselo de otra forma. Le gustaba así, con su ropa demasiado formal, con su elegancia nata. Pero por muy hermoso que luciera, ahora que le veía vestido así se sentía aun más ridículo... ¿que carajos estaban haciendo?

Le observo de arriba abajo y luego negó con la cabeza-Esto fue una mala idea, Charles... mejor vamos arriba y jugamos un partida de ajedrez. ¿Si?-

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