Llevaban unos días en la División X de la CIA, estaban aun investigando como encontrar a Shaw, cual eran sus planes y como debían actuar. Erik comenzaba a sentirse molesto, ya que lo que realmente deseaba era matar de una vez por todas a Shaw, y era molesto no tener ni idea de donde estaba. Quería llegar pronto a él, ponerle las manos encima y acabar para siempre con su existencia. Estaba comenzando a preguntarse de nuevo sino era mejor seguir la búsqueda él solo...
Pero ni bien comenzó a planteárselo, llego algo de información, y supieron que Shaw tenía reunión con un general soviético. Lo que se traducía de otra forma como volar a Rusia para poder encontrarle y matarle. El corazón de Erik había comenzado a latir emocionado ante la perspectiva, y de nuevo se sentía entusiasta. La idea de que faltaran unas pocas horas para encontrarle y por fin acabar con ese capitulo, le estaba volviendo loco de ansiedad.
-Creo que deberíamos llevar a los chicos-tanto Moira como Erik miraron a Charles como si estuviera loco, el alemán bufo y negó con la cabeza-Están preparados-afirmo el menor, con ese tono suyo tan idealista y utópico, que quería convencer a todos de que todo podía salir como si fuera un plan trabajosamente planeado.
-No están capacitados, aun no saben controlar sus poderes-le corrigió Erik, esperando que su amigo entrara en razonamiento con facilidad y que no quisiera arrastrar a esos niños a una guerra cuando ni siquiera podían controlar sus emociones. Era llevarlos a su suicidio. Charles leyó sus pensamientos y frunció el ceño.
-Tengan confianza en mi, se lo que son capaces de hacer-al final los tres terminaron dirigiéndose al salón común donde los chicos solían estar, seguramente todos estaban terminando de conocerse. Charles iba emocionado, manteniendo el paso más presuroso de Moira y Erik, iba relajado y confiado, como siempre con una mano en el bolsillo-Van a sorprenderles, son unos extraordinarios jóvenes-aseguro.
-¿Que demonios?-pregunto Moira, mientras los tres desaceleraban el paso, mirando al salón y el lugar, que parecía haber sufrido un ataque de guerra. La cara de Moira se descompuso, mientras Erik miraba confundido la estatua partida al medio. Los tres se quedaron mirando a los muchachos que bailaban como si eso fuera una fiesta de secundaría. La primera en acercarse, más que molesta, fue Moira, y se paro enfrente de ellos con porte seguro-¿Quien de ustedes destruyo la estatua?
-Ese fue Alex...-comento Hank, confiado, mientras los otros chicos parecían un poco más cohibidos, o por lo menos asombrados de verse descubiertos.
-No, no, no es Alex, es Havok.-Raven de pronto estaba emocionada y se acerco a los tres, señalando a Charles-Y se nos ocurre que tu debes ser el Profesor X, y tu debes ser Magneto-dijo feliz, y decidida, como si acabara de soltar el comentario más inteligente del mundo. La cara de Charles se descompuso de molestia, mientras Erik no sabía si estar furioso o reírse.
-¿Exepcionales, eh?-negó con la cabeza y comenzó a caminar, y no tardo en sentir los pasos de Moira atrás suyos, era obvio que esa misión no incluiría a los más jóvenes. Charles se quedo un momento atrás, mirándolos.
-Esperaba más de ustedes-afirmo, antes de continuar el paso de los de más, sin apurarse, pero queriendo alcanzarlos. Estaba decepcionado, y un poco molesto de haberse mostrado tan seguro en confiado sobre los mutantes y que estos fueran completamente inmaduros. No debía olvidar que aun eran unos jóvenes, Erik había tenido razón, él no debió confiarse tanto. Debía escuchar a su omega.
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Esa misma noche emprendieron viaje para ir hacía Rusia. El viaje se realizo lo más rápido que se pudo, ya que la idea era frenar la guerra mucho antes de que empiece. Ni bien llegaron se subieron a un vehículo que los acerco, antes de tener que subirse a un transporte de carga. El conductor y Moira iban en frente mientras todos los demás estaban en la parte de atrás. La idea era pasar desapercibidos, aunque no esperaban encontrarse un control, y así se los hizo saber Moira.
Charles se las ingenio a la perfección para engañar a los soldados soviéticos, y una vez que pudieron continuar con su viaje, sintió una palmada en el hombro por parte de Erik, que tenía una sonrisa sumamente emocionada-Eres asombroso, Charles-el menor sintió un cosquilleo en el pecho con solo escucharle, y respiro hondo para no comportarse como un tonto, emocionado por un halago por parte de su pareja. Le agradaba que Erik notara sus cualidades, sí el mayor se fijaba en él, no tardaría en notar que eran pareja.
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Erik frunció el ceño al ver que no era Shaw quien estaba allí, sino que era su compañera, Emma Frost. Realmente había estado todo el camino pensando en que iba a matar a Sebastian, que finalmente iba a cumplir su misión. Iba a poder vengar a su madre, iba a poder vengarse así mismo... iba a devolver su propia dignidad. Una vez que Sebastian Shaw muriera iba a ser la muerte del omega dentro de él, e iba a resucitar como un alfa, con fuerza y poder, pudiendo controlarse completamente así mismo. Iba a ser un renacer, lo sentía; todo iba a recomenzar, matarlo iba a ser como comenzar de nuevo, darle un giro a su vida. En parte le preocupaba perder a Charles, sabia que su amigo no le perdonaría que lo matara, que no quería verlo convertido en un asesino... pero era una tontería, él ya tenía la sangre de muchos en sus manos, y no iba a detenerse solo por que Xavier tuviera ganas de ser Pepe Grillo. Si tenía que perder para siempre a Xavier solo para lograr su objetivo, no tendría problema en hacerlo.
Sus ojos se fijaron en Emma, y dudo durante un momento. Matarla iba a ser igual de delicioso, él no era tonto... sabía que esa Alfa se acostaba con Sebastian, y aunque no debería afectarle, le llenaba de celos y de odio. Sabía que Shaw la trataba con respecto y cariño, en cambio a él... extrañamente dolía, aunque el odiara admitirlo, le dolía. Por eso quería acabar con aquello, iba a dejar de extrañar un cariño que nunca obtuvo, y que a esta altura ni siquiera quería tener. Quería liberarse de ello...
Y matar a Emma iba a darle un poco de alivio.
-Todos quietos, no es Shaw, no estamos autorizados a hacer nada-la voz de la agente Moira le llego entre sus pensamientos, y miro molesto a la chica. La chica le molestaba demasiado, en exceso, siempre andaba rondando cerca, quería unirse a ellos, y era una homosapiens común y corriente, no iba a encajar, nunca.
-Es la segunda al mando, es un inicio. Debemos atacar-su voz sonó ronca, con odio, ganándose la mirada de todos los presentes. Charles le miraba como rogándole con los ojos que no dijera aquello, mientras Moira le fulminaba.
-La CIA no va a invadir el hogar de un general soviético, no vamos a iniciar una guerra-la voz de Moira sonaba como si le tratara de tonto, y Erík alzo la ceja, sin quitar sus potentes ojos de ella. Apenas y sonrió, antes de tomar una expresión de determinación.
-Yo no trabajo para la CIA-ni bien termino de decir la frase, salio corriendo del lugar. Su ágil cuerpo se perdió entre los matorrales, mientras escuchaba la voz de Charles llamarle. No le importaba, estaba cegado... quería acabar con ella. Quería venganza, iba a destruir a cualquiera que se interpusiera en su camino. Corría tan rápido como sus musculosas piernas le permitían, y ni siquiera dudo cuando extendió sus manos para detener a los militares que estaban por atacarle. La energía fluía de sus manos, logrando que todo el metal actuara a su antojo, encerrando entre alambres de púas a unos, apartándole las armas a otros, haciendo retroceder al resto. Era casi como sentirse un dios, correr y detener todo a su paso... se sentía poderoso. Aún no la había matado, pero con la ira que ya le embargaba se sentía indestructible.
Charles no tardo en salir corriendo detrás de él, por más que Moira intento frenarlo para que no se metiera en apuros. Ella estaba loca si esperaba que él se quedara allí mientra su omega corría enloquecido hacía un lugar lleno de enemigos. Sabía que no debía hacerlo, no con la gente en peligro, pero no podía evitar maravillarse de Erik, su fortaleza física y su manera de manejar el metal. Era el mutante más poderoso que había conocido, podía hacer lo que quisiera... tenía tanto potencial. Y era su pareja.
Pero claro, no debía sentirse maravillado cuando el alemán se estaba comportando como un maniático asesino. Corría atrás suyo, e intentaba aliviar a los soldados que agonizaban por sus ataques. Con algo de pena durmió a varios, para que dejaran de sufrir... pero no invirtió más del tiempo necesario en eso. Rápidamente corrió para alcanzarlo, logrando llegar cuando Erik buscaba el lugar donde estaba Emma.
Llego a su lado y toco su hombro frenando su trote de golpe. Erik le miro y le hizo una seña, indicando que ya los había localizado. Charles evitaba desplegar su poder, para no ser descubierto por la mutante, así que se limito a sentir y ambos caminaron antes de abrir la puerta de golpe.
Emma les miro asombrada, sentada en el sofá... pero la cara de los hombres fue de mayor asombro al ver al general soviético, solo en la cama, imaginando estar con ella, tocarla, y besarla. La imagen era altamente repulsiva, y los hizo arrugar la nariz, aunque al mismo tiempo Charles estaba fascinado-Es un muy buen truco-Erik le dedico una mirada molesta y condescendiente, mientras el general se perdía de la fantasía, y al verlos allí se enojaba. No alcanzo a hablar antes de que Charles extendiera la mano-A dormir-dijo el telepata con firmeza, y el hombre cayo en la cama.
La telepata se levanto, con altanería y elegancia, mirandolos a ambos, Xavier intento llegar a su mente, pero ella rápidamente se transformo en diamante, logrando darle un dolor de cabeza-No intentes leer mi mente cuando estoy así, amor. No lograras nada mientras tengo mi forma de diamante-ella intento huir, corriendo con rapidez, era muy ágil, pero Erik y Charles tuvieron suficientes reflejos para detenerle. Charles solo quería frenarla, pero Erik se fue sobre ella rápidamente, le embargaba la ira, y no dudo en apretarla contra el piso, intentando hundirla en este.
-¡Erik! ¡NO, déjala! Necesitamos saber cual es el plan de Shaw... suéltala...-Charles se aproximo a él, intentando tomarlo y apartarlo, pero el rey del metal solo le aparto con movimientos bruscos y volvió a lanzarse sobre la chica, queriendo ahorcarla-¡ERIK!-un manotazo por parte del alemán le alejo, y Charles se aparto, sabiendo que por fuerza ganaría Erik. Estaba por invadir su mente para calmarlo, cuando Erik se aparto solo, sujetando su cabeza y gritando silencionamente.
-¡Sal de mi cabeza! ¡¡Sal de mi cabeza!!-se levanto del piso, pero al ver que la chica se estaba por levantar, no dudo en pegarle una patada, mientras aun se sujetaba la frente con ambas manos, y se quejaba por lo bajo. La chica desde el piso, se quejo y se rió al mismo tiempo.
-¿Que pasa, Erik? ¿No te gusta ver lo bien que la pasamos Sebas y yo? No te preocupes amor, si regresar seras de ambos... no esteces celoso-Erik no podía quitar las imágenes de su cabeza, la telepata no solo le pasaba lo que ella y su pareja hacían, sino que también le mostraba lo que haya obtenido de la mente de Shaw, las imágenes del joven Erik siendo torturado.
Se descontrolo y el metal de la cama comenzó a retorcerse, ni lo pensó cuando lo hizo ir hacía la chica y enredarse en su cuerpo. Sintió una mano tocarle el hombro, y le empujo-¡Apártate Charles!-le gruño, y el telepata lo hizo, impotente. No podía meterse en su mente para calmarlo, por que sabía que dos teletapas en su cabeza podían desgarrar su mente. El metal se apretó más contra la chica, comenzando a apretarse contra ella, retorciéndose y buscando asfixiarla, quebrarla, lo que sea.
La chica finalmente jadeo, y salio de la mente del magnético, para concentrarse en mantener su forma. Pero eso solo hizo que Erik aprovechara para erguirse bien y aumentar la presión del metal, estrujándola hasta que sintió algo quebrarse, y vio un tajo surcar el cuerpo de la chica-¡ERIK!-se giro para mirar a Charles, su rostro estaba rojo de ira y de agitación, y sus ojos llorosos. Su expresión hizo que el corazón de Charles se estrujara, pero mantuvo la mirada firme, logrando que Erik se apartara cuando Emma tomo su forma natural. El dejo quieto los tubos de metal y se fue a sentar al sofá, enredando sus dedos en su cabello, intentando recuperar su compostura. Se sirvió un poco de whisky, para calmarse, mientras obserbaba fijamente a Charles inclinarse hacía la mutante-No volverá a tomar forma de diamante, y si lo hace.. solo dale un golpe-su voz sonaba agitada y quebrada, Charles ni siquiera le miro, antes de llevar sus manos a su sien, para invadir la cabeza de la telepata.
No fue difícil, Emma le mostró el plan de Shaw, le dejo ver todo, Charles quedo helado, sin saber que hacer. Salio de su cabeza, sintiéndose algo devastado, mirando la expresión sonriente de la chica, que a la vez era maliciosa-¿Hermoso, verdad?-ella soltó una carcajada, pero Charles la ignoro y miro a Erik.
-Esto es peor de lo que pensamos-casi ni le salio la voz, y Erik se levanto extendiéndole un vaso de Whisky para que se calmara. La pregunta danzaba en sus ojos, y Charles se levanto, apartando su cabello oscuro de su frente-Tenemos que volver ya a los Estados Unidos, todos están en peligro-Erik miro de nuevo a Emma que obserbaba fijamente a Charles.
-¿Que viste?-Charles miraba fijo una pared mientras bebía el whisky, Erik bufo al no obtener respuesta, y bebió más, mientras miraba fijo a la chica-¿Y ella?-su deseo era matarla, debía aprovechar ahora mismo y...
-Sal de mi cabeza-fue una orden directa, y Erik miro asombrafo a Charles que se había girado y miraba sumamente molesto a Emma. Ella estaba pasmada, pero rápidamente comenzó a reírse, sin quitar sus ojos de los de Charles.
-¿En serio? ¿Y él lo sabe...? Oh, sería sumamente divertido decirle... ¿que crees que pensara al respecto?-Erik paseo su mirada entre los dos, Charles parecía muy molesto, algo extraño en él, siempre se mantenía tranquilo. Emma no dejaba de reírse, y Erik se empezaba a sentir muy molesto al no entender que pasaba-Esto te gustara, Charles-Frost sonrió maliciosa y cerro sus ojos un momento, rebuscando en sus recuerdos y enviándole a Charles una imagen que había visto en la cabeza de Shaw, donde un joven Erik estaba rígido, estático, en cuatro, mientras las manos de Shaw lo exploraban y su virilidad se metía en su interior... se notaba que aun era un adolescente, joven. Charles gruño, fulminando a Emma con la mirada, y sin pensarlo extendió su mano e invadió la mente de la chica, haciéndola quejarse de dolor, antes de hacerla dormirse.
Su rostro estaba rojo, incluso se le marcaba ligeramente la vena de la frente. Erik le miraba incrédulo, sin entender nada pero sabiendo que era muy malo-¡¿Que carajos pasa aquí?!-pregunto sumamente molesto, y Charles solo gruño, y le miro fijo, con una mirada indescifrable-No me gusta que se metan en mi cabeza, eso es todo-contesto el ingles, aun tenso, apretando los puños, pensando que debía calmarse. Sabía que no era bueno que Emma supiera que Erik era su pareja, y lo que había visto... le dejaba muy molesto, realmente quería abrazar a Erik, besarle, hacerle el amor.
El mayor aun se veía triste, incluso lucía mas avejentado... al parecer Emma había removido cosas en su mente que realmente le habían lastimado. Aunque Charles dudaba de que... ¿acaso Erik estaba triste de que Shaw tuviera un amante? ¿Acaso Erik aun sentía algo por él? Shaw había sabido meterse muy bien en su vida... se sintió celoso, y con más ganas de revelarle todo, y exigirle que se quede a su lado, pero sabía que las cosas así no funcionarían.
-Ahora sabes lo molesto que es-dijo Erik, en un murmullo, acercándose a Emma que estaba inconciente. Le aparto el cabello de la cara y gruño-Realmente deseo matarla-Charles se acerco y le toco el hombro, haciendo que se girara a mirarlo.
-Vamos a llevarla, átala bien, ciñela tanto como quieras... pero no la mates, la necesitamos, como rehén, y podemos aprovechar lo que sabe. Seamos mejores Erik, tomemos ventaja-Erik le miro fijo, evaluando la propuesta, su sed de venganza se liaba con su conocimiento en saber que Charles tenía razón. Finalmente asintió, dándose por satisfecho, y movió los tubos de la cama, terminando de enredarlos en la chica, y haciéndola levitar delante de ellos, mientras caminaba.
Charles caminaba tenso a su lado, con las manos en los bolsillos. Ni bien salieron del lugar, la CIA fue a recibirlos. Moira estaba muy molesta, y empezó a gritarle a Erik que era un imprudente y que podía poner en riesgo a todo el país. El alemán solo bufo y la aparto con una mano, estaba muy molesto. Ella se acerco a preguntarse a Charles si estaba bien, pero él le sonrió apenas y asintió, antes de apartarse y mantener el paso de Erik, quería tenerlo cerca todo el tiempo. O al menos hasta que ambos se calmaran.
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En el avión todos estaban callados, Erik estaba mirando fijamente por la ventanilla, mientras Charles a su lado, le miraba y al mismo tiempo controlaba que Emma no reaccione. En un momento no pudo aguantarse y estiro su mano para acariciarle el cabello con destellos rojizos que adornaba su nuca. Erik se giro rápidamente, y le miro confundido, Charles le sonrió un poco-No quiero leer tu mente amigo, pero estas gritando...-Erik sonrió apenas, avergonzado y desganado y Charles tomo confianza de volver a acariciarle el cabello. Erik cerro los ojos, sintiendo una relajación llenarle con la caricia. Cerro los ojos, y se relamió los labios suavemente, mientras suspiraba dejándose hacer.
-¿Quieres que te haga dormir? Así podrás relajarte, es necesario que calmes tu mente, mi amigo-el alemán negó con la cabeza, frunciendo el ceño y apartándose un poco, intentando dejar de mostrarse vulnerable. Apretó sus manos contra sus rodillas y miro de nuevo por el ventanal, sintiendo que Charles a su lado suspiraba-Quizás debas contarme ahora que fue lo que viste en la mente de Frost-volvió a mirarlo, mientras le preguntaba, y Charles asintió, estaba por hablar cuando Moira se acerco.
-Si, necesitamos saber que pasara-Erik miro con molestia a la castaña, que se había parado enfrente de ellos, con la cadera apoyada en el asiento de enfrente. Le extendió un vaso con bebida a Charles, sonriendole coqueta, y luego miro a Erik-Perdón, pensé que estabas dormido-le dijo sería a Erik, mientras ella bebía de su propio vaso. El alemán giro los ojos, pero Charles le extendió su vaso y sonrió-No tengo sed, darling, así que mejor que lo tome Erik-el mayor lo tomo más que nada por que Charles se lo ofrecía, y le sonrió burlón a Moira antes de dar un trago corto.
-¿Y bien?-pregunto, el magnético, mirando de reojo a su compañero mutante.
-Una guerra nuclear, eso quiere Shaw, para eliminar a todos los humanos y que los mutantes reinen-Charles ignoro el pensamiento de Erik sobre que no era tan mala idea, y se masajeo la cabeza, mientras cerraba los ojos-Y él esta en Estados Unidos, creo que atacara la división X por eso quiero llegar rápido...-protesto, preocupado principalmente por su hermana. Suspiro abatido y sintió la mano de Erik apretarle la rodilla. Mantuvo los ojos cerrados, calmándose un poco por el contacto. Su mano voló automáticamente a su rodilla, colocandola encima de la de Erik, y casi como un movimiento muy natural, ambos enredados sus dedos sin siquiera pensarlo.
Moira les miro y frunció el ceño, antes de bufar y apartarse-Iré a informar de esto a la CIA-dijo molesta, yéndose por el pasillo.
Erik apretó sus dedos contra los de Charles y le miro de reojo-Ellos estarán bien, Charles-no entendía que carajo estaba haciendo. ¿Que hacía tomado de la mano de Charles? Sin embargo no se aparto, a pesar de que su cerebro le indicaba que eso era muy raro. Pero Charles se veía más calmado ahora, y era su amigo, no quería dejarlo abatido... más aún sabiendo que el telepata no quería dormir para no dejar sin control a Emma.
**
El viaje se hizo demasiado largo principalmente por la ansiedad de llegar que todos tenían. Ni bien bajaron del avión, se dirigieron al edificio de la división X, para poder encontrarse con los menores. Todo estaba destruido, y Charles sintió sus piernas temblar un poco, esperando que todos estuvieran bien, rogando por que Raven estuviera intacta. Erik le sujeto, por que lo vio medio inestable, pero en cuanto se repuso, camino rápidamente, indagando con su mente, aliviado al sentir la mente de Raven.
Apresuro el paso y cuando la vio, ella se levanto y se arrojo a sus brazos, la abrazo con fuerza, y miro al resto de los chicos que se veían sumamente abatidos. Suspiro y se acomodo, parándose firme enfrente de ellos y mirándoles con pena-Lo siento muchachos, ya mismo arreglare todo para que regresen a sus hogares...
-¡No podemos regresar, Alex no volverá a la cárcel!
-Charles, Darwin murió, ni siquiera pudimos enterrarlo-dijo atragantada por el llanto Raven, apartándose un poco y abrazándose a si misma intentando dejar de temblar. Charles volvió a mirarles, sin saber que decir... eran unos niños, y se veían tan abatidos....
Sintió la mano de Erik tomar su muñeca y como le jalaba para apartarlo de todos-No puedes reenviarlos, debemos enfrentar a Shaw, los necesitamos-Erik le miraba fijo, Charles sabía que estaba por eso, para matar a Shaw, pero no le parecía correcto involucrar a esos niños y ponerlos en peligro. Por más que la mirada demandante de Erik se lo ordenara.
-Son solo unos niños...-intento protestar, pero Erik bufo.
-Ya no lo son más, tienen que poder defenderse, debemos entrenar-apremio Erik, mirándole con insistencia. Charles no pudo negarse a esos ojos mucho más, asintió y se giro hacía los chicos.
-Prepárense, nos iremos en un momento, se donde podemos ir a entrenar-aseguro, mientras se giraba para hablar con Moira sobre Emma y que se marcharían. No le pareció extraño que la agente decidiera acompañarlos, y en parte mejor, así mantenían contacto directo con la CIA, y se enteraban de lo que pasaba con Shaw.
Erik les miraba desde lejos, sintiéndose más molesto con la chica. Al parecer no quería separase del ingles, vivía buscando excusas para tocarle, acercarsele, mirarle. El rey del metal giro los ojos, pensando lo tonta que se veía la mujer... una guerra no era una excusa para enamorarse. Se convenció a si mismo de lo que le molestaba era que Charles Xavier era uno de los mutantes más poderosos que conocía y pensar que iba a desperdiciarse con una homosapiens era una tontería.
Entre los supresores, todo lo que vivió con Shaw, la certeza que tenía de que él era su pareja, sus deseos para dejar de ser omega, la venganza en mente, y supropia inteligencia, era fácil ignorar a sus instintos que le indicaban que su pareja era Charles. Pero no lo notaba, estaba vendado, seguro de que su pareja era el hombre con el que compartido casi veinte años de su vida, estaba tan seguro de eso, que otro tipo de existencia o de vida, le parecía absurda.
Era fácil, para él, ignorar lo que tenía frente a sus propios ojos, y lo que su interior quería gritarle. Su ceguera era mental. Quito los ojos de los jóvenes y volvió a mirar a los chicos, palmeando a Raven que aun temblaba ligeramente. Ella le sonrió apenas, antes de abrazarle, buscando calmarse.