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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ¿Que tal? Esta actualización viene rápido por que también tiene poca acción Cherik, pero ya se ordenan las cosas para todo lo que va a pasar en el futuro. Los siguientes capítulos ya van a ser mucho más moviditos. Bah, según yo... 

Espero que les guste. Muchísimas gracias a aquellos que leen y que comentan, me encanta saber lo que piensan y me inspira a continuar escribiendo. Creo que esta historia ira a tener unos quince capítulos, por que ya voy por el diez y aun falta.

En fin, como estoy avanzando y aun no decido algunas cosas, les dejo unas preguntas y me dicen que opinan: ¿Que piensan del mpreg? Y ¿Levente la mano quien prefiere que Charles no termine en silla de ruedas? Jaja, en fin, ustedes deciden.

Y desde ahora nos mudamos a la Mansión Xavier

 

 

EMPEZANDO A ENTRENAR



Llegar a la mansión de Charles fue algo excepcional para todos. El lugar era enorme, extraordinario, sumamente asombroso. Erik se bajo del vehículo y se tuvo que quitar los lentes para admirar el lugar. Cuando todos caminaron hasta quedar enfrente de esta, se detuvieron desde una buena distancia para admirarla. Estaban asombrados por la estructura, lo grande que era, el predio que la rodeaba. Todo era asombroso. Erik sonrió al ver el enorme lugar, y miro de reojo al hombre más bajo que estaba parado a su lado-No se como sobreviviste con tantas privaciones-comento divertido, ganándose una mirada divertida también por parte del Alfa, que no supo exactamente como responderle. No solo por que su infancia no fue de lo mejor, sino también por que estaba atontado con la expresión traviesa de Erik.

-Tantas privaciones las sobrevivió gracias a mi-comento Raven, pasando por enfrente de ellos, sobre todo para cubrir la indiscreción de su hermano. Comenzó a caminar, girándose un poco más adelante para mirarles-Sigánme, les mostrare el lugar-todos la siguieron, pero Erik y Charles se quedaron unos segundos más parados, y compartieron una sonrisa antes de seguir a los menores.

Cuando ingresaron a la mansión, Charles y Raven se encargaron de repartir las habitaciones. Charles se aseguro que la de Erik estuviera cerca, no junto por que enloquecería, pero si lo suficientemente cerca. Con suerte sus juntadas para jugar al ajedrez continuarían realizándose sin falta. Amaba las conversaciones que tenían mientras jugaban. Aparte era asombroso como se desafiaban constantemente sin dejarse vencer con facilidad. 

La primera noche todos aprovecharon para terminar de acomodarse, ordenar sus cosas y adaptarse a la mansión. Raven y Charles terminaban de mostrar los puntos principales, la mansión tenía muchas habitaciones pero la mayoría estaban en desuso. Erik en la primera noche había descubierto un gimnasio, y Charles no se sorprendió cuando horas después los encontró familiarizándose con las maquinas. Era obvio que al magnético le gustaba mantenerse en forma y fuerte... quizás por eso era más musculoso que Charles, que si bien era atlético, era más de correr que hacer pesas. Oh, Charles supo que debería vigilar el gimnasio, con suerte tendría varias oportunidades de encontrarlo entrenándose y podría admirarle. 

Por su parte, Hank había conseguido donde instalar su laboratorio y estaba extasiado con las cosas que quedaron a su disposición. No era lo mismo con lo que contaba en la CIA, pero definitivamente era mucho más de lo que había esperado. Ni bien había llegado había empezado a diseñar ciertos aparatos con la ayuda de Charles, para mejorar el poder del resto de los mutantes. 

Moira les había acompañado, y se había instalado en una habitación cerca de Charles, la muchacha le resultaba muy molesta a Erik, pero no solo a él, Raven estaba al tanto de los sentimientos de la chica, y le molestaba la idea de que por culpa de esa mujer, la relación de Erik y Charles no avanzara como se suponía que debía hacerlo. Pero no podía hacer mucho más que advertirle a Charles, quien aseguraba que tenía todo bajo a control. Moira no tenía chances con él, no mientras su omega estuviera allí.


**


El entrenamiento había empezado tan rápido como habían podido. Entrenaban no solo sus poderes sino también sus cuerpos, debían estar preparados para todo. Charles quería tener clases particulares con todos, aunque ciertamente lo que más le emocionaba era la idea de poder entrenar con Erik. Le encantaba el potencial de su pareja, y quería ayudarlo a llegar al máximo. Sin duda Erik era el mutante más poderoso que había conocido en su vida, y estaba desperdiciando su potencial. Charles sabía que el hombre podía llegar mucho más lejos. Le encantaba la idea de poder ayudarle a derribar sus barreras.

Pero, igualmente, mientras iba ayudando al resto de los mutantes, de a poco fue descubriendo que eso era algo que le gustaba mucho: ayudar a todos los mutantes a controlar sus poderes y a alcanzar su máximo potencial. Al parecer, el apodo de profesor que le había puesto Raven era muy acertado, ya que aparentemente él si tenía madera de profesor. 

Con Alex las cosas fueron las más complicadas, principalmente por el miedo del chico de herir a las personas y su propia inseguridad. Por suerte el aparato que había creado Hank le ayudaba muchísimo a controlarse, aunque todavía le faltaba. Charles todavía recordaba la cara de pánico de todos, cuando estaban desayunando y de pronto de la nada se escucho una explosión y la pared comenzó a deshacerse, partiéndose en mil añicos. No era extraño ver a Charles y a Alex detrás de eso, aunque si fue muy gracioso la cara de espanto de todos, y como Sean dejo caer el café encima de un asombrado Erik... luego todo el metal de la cocina había empezado a volar, y Sean casi termina con un tenedor clavado en la mano. Después de eso, arreglar la pared fue un verdadero problema, y entendieron que deberían buscar un mejor lugar para practicar.

Hank también era todo un tema, estaba peleado con su bestia interna, y necesitaba liberarla para poder saber cuanto era capaz de hacer. El problema no era solo que no se animaba, sino que cuando hacía algún avance venía Alex a hacer algún comentario inadecuado que lo derribaba. 

El más controversial de todos era Sean, ya que los múltiples intentos por volar, que siempre terminaban en estrepitosas caídas, hacían que todos estuvieran maravillados por ir a verlo estrellarse. Charles decidió que por un tiempo sería mejor abandonar el entrenamiento de vuelo, y concentrarse en el dominio de Bashee en las ondas que podría crear, así podía decidir que romper y que no.

Por otra parte, Charles había notado que Erik disfrutaba de entrenar solo, aunque no sabía exactamente cuanto era lo que se exigía así mismo, seguramente lo hacía, por que Erik era muy disciplinado... pero el telepata sabía que sería aun mejor si él le ayudara. Ese día, Charles decidió que lo mejor sería dedicárselo al mayor. Camino por la mansión, y como espero encontró a Erik entrenando en el gimnasio. Estaba todo sudado, algo ardido, y se veía delicioso haciendo ejercicios para su espalda. Charles se quedo en el umbral del gimnasio, mirándole, hasta que sintió los ojos de Erik contestar a su mirada, y tuvo que dejar de admirarle, para sonreír.

-Erik, amigo, estaba buscándote... quería saber si podríamos entrenar juntos. Se me ocurrió algo para medir el alcance de tus poderes-dijo, con la mejor sonrisa caballerosa. Erik dejo el aparato, y le miro un momento, antes de tomar una toalla para limpiarse el rostro, y un poco el cuello. Charles seguía sus movimientos, sin perder la sonrisa.

-Claro, solo déjame bañarme, así me quito el sudor-comento el polaco, levantándose, y terminando de secarse un poco el sudor del cuerpo. Le dio un trago al agua, para re hidratarse, antes de comenzar a juntar sus cosas.

-No hace falta, puedes venir así. No me molesta-anuncio el telepata, y para no verse demasiado interesado, decidió que lo mejor sería voltearse y comenzar a alejarse. No quería verse desesperado, ni mucho menos que Erik descubriera que prefería tenerle sudado por que su aroma en ese estado era delicioso-Te espero en la cocina-le anuncio, retirándose y bajando las escaleras.

El polaco por su parte fue al baño, finalmente no se baño, pero se refresco un poco, para quitarse el calor. Prefería bañarse luego del entrenamiento, ya que no sabía que era exactamente lo que Charles pretendía. Cuando llego a la cocina, se encontró con Charles hurgando cada estante, sacando cada cosa de metal que encontrara. También había dejado una de sus corbatas sobre la mesa y al ver a Erik se acerco emocionado.

-Estuve pensando, es obvio que manejas el metal ¿pero sabes diferenciarlo?-Erik frunció el ceño, sin entender del todo la pregunta, a lo cual Charles se aclaro la garganta-Veras, si estas en un apuro es importante saber si puedes detectar que metal te sirve para que... cual es más resistente, mas dócil, mas conductor... además, quiero saber si eres capaz de descubrir todo el metal que hay en una habitación, y si puedes llamarlo a ti, sin la necesidad de ver. Así que... limitaremos tus sentidos, mi querido amigo-indico a Erik que se sentara en una banqueta. El pelirrojo miraba curioso a su emocionado amigo que parecía extasiado con la idea de experimentar con su poder.

Durante un momento Erik tuvo en dejavu, en realidad ya le habían hecho pruebas de ese tipo, aunque para muchas no había estado consiente. Muchas veces estaba drogado, o muchas veces hacía determinados exámenes y nunca conocía los resultados. Al final el que más aprendió de su poder fue el mismo Shaw, y luego le mostraba a Erik lo que le parecía conveniente. Por eso Erik había aprendido a educarse así mismo, a tener disciplina, a entrenarse. Shaw le presionaba para ser lo que se le antojara, pero Erik se presionaba para ser lo suficientemente bueno para vengarse algún día. 

“Shaw solía verse igual de emocionado, aunque más sádico”. El pensamiento llego a la mente de Charles que se quedo estático, sin terminar de ordenar los elementos que había juntado. No sabía que hacer o que decir, nunca pensó que eso podía remitir a Erik a su pasado, pero... debió considerarlo. Él sabía todo lo que el mayor había experimentado-Lo siento Erik, no pensé, si quieres lo dejamos-se gano una mirada molesta por parte del omega, y supo que hizo mal en revelarle que le leyó la mente, y también en mostrarle piedad.

-No se de que hablas Charles, mejor empecemos con esto-dijo, tomando la corbata que estaba en la mesa, se la coloco sobre los ojos y la ato en su nuca. Charles le miro sin saber muy bien como proceder. Apretó los labios y luego decidió que lo mejor sería continuar como si nada.

-Bien, Erik, te pondré un objeto en la mano, e intentaras decirme de que material esta hecho, pero... no lo toques, solo dime de que esta hecho-dijo, acercándose, y colocándole una cuchara de una vieja vajilla. El polaco se quedo en silencio, concentrado, no toco el elemento, solo lo dejo apoyado en su mano, y tras unos minutos sonrió “Plata”, la respondió mentalmente, haciendo que Charles sonriera-¡Excelente!-dijo emocionado, y continuo con las pruebas, cada vez alejando el objeto más, dejando que Erik se guiara con otros sentidos.

De a poco el mayor fue capaz de sentir el aroma del metal, su sabor en la boca, poder apreciarlo incluso con su mente a pequeñas distancias. Nunca pensó que sería capaz de hacer aquellas cosas. El rictus de concentración y la sonrisa eran algo constante en su boca, repitiéndose uno detrás del otro-Bien, Erik, haremos la ultima prueba... esconderé la pieza que tocaste al principio, y quiero que seas capaz de rastrearla y atraerla a ti-Charles sabía que quizás le estaba exigiendo demasiado, pero al mismo tiempo estaba casi seguro de que sería capaz de hacerlo.

Haciendo el menor ruido posible, y haciendo que Erik tarareara divertido una estúpida canción para que no le escuchara, escondió la cuchara en lo alto de una alacena, detrás de la azucarera. Cuando termino volvió a acercarse al mayor y se coloco a su lado-Ahora, debes concentrarte en cada metal de la habitación, y al mismo tiempo tienes que recordar como era el elemento del inicio, olvídate de lo que es y concentrarte en como era su composición e intenta llamarlo.

Erik lució confundido un momento, y frunció el ceño mientras intentaba realizar lo que Charles le había aconsejado. Pero realmente se le estaba haciendo difícil. Sintió a Charles caminar hacía atrás de él, y no pudo contener un estremecimiento cuando las manos del menor se colocaron sobre sus hombros. El chico se le había acercado por detrás, y podía sentir su respiración cerca de su oreja, generándole un agradable cosquilleo-Concéntrate Erik, intenta sentirla con todos tus sentidos... recuerda su tacto... intenta llamarla... localizarla...-la mano del telepata comenzó a deslizarse por sobre su ropa, pasando por su brazo, descendiendo suavemente, y haciendo que estirara la mano, para que empezara a llamarla.

Erik estaba liado, la caricia de Charles le daba un agradable cosquilleo y se le complicaba prestarle atención a sus palabras y su tacto y concentrarse al mismo tiempo en encontrar el objeto-Calma tu mente, Erik, déjate llevar-le susurro cerca de su oreja. Charles no sabía si había hecho bien al acercarse tanto, el aroma de Erik le estaba engatusando, y tocarle el brazo le daba muchas ganas de seguir acariciando su piel y explorarla por completo. Tenía ganas de repegarsele entero, dejarle sentir su cuerpo contra el ajeno, disfrutar del calor que ambos emitían. Encima Erik se había refrescado, pero aun tenía un ligero olor a sudor que aumentaba su aroma natural, haciéndole secar la garganta. Se tuvo que relamer los labios, y obligarse a concentrarse.

-Vamos Erik, se que tu puedes-aseguro el menor, depositando toda su confianza. Erik se sintió animado ante ese voto de confianza e intento concentrarse, intentando recordar, intentando...

-La encontré...-una sonrisa de gloria se había entendido en la boca de Erik, y estiro con más confianza la mano, la cuchara comenzó a moverse dentro de la alacena, choco con la azucarera, y Erik la obligo a desviarse. Estiro su otra mano para abrir la alacena, y la cuchara salio lentamente, pero segura, antes de volar con confianza y rapidez a la mano de Erik. Ni bien el polaco pudo sentirla, la apretó en su mano, mientras con la otra se quito la corbata, y se giro sonriendo por una felicidad completa que le embargaba. Charles también sonreía, y lo hizo aun más al ver esa sonrisa hermosa. Era una sonrisa de absoluta felicidad, la primera que veía así en Erik, y era asombrosamente perfecta.

-¡Lo logre, Charles!-sin siquiera pensarlo, Erik se giro para abrazarle, colocando sus musculosos brazos sobre el cuerpo del menor. Le apretó contra él, mientras Charles se reía contra su cuello-¡Sabía que lo harías, mi amigo! ¡Eres un mutante asombroso!-Erik se aparto con una sonrisa, lo suficiente para mirar los ojos de su amigo, y sus narices chocaron, logrando que ambos se quedaran un momento quietos, mirándose fijamente. Era uno de esos momentos intoxicantes, previos a un acercamiento... cuando todo parece desaparecer y solo importa la persona enfrente de ti.

Charles se sintió embriagado por la cercanía, el aroma, la felicidad... era tan fácil ponerse en puntas, acortar esos pocos centímetros y compartir su primer beso. Entrecerró los ojos, y estuvo a punto de hacerlo, se puso en puntas para rozarle ligeramente, no sus labios, sino sus narices. Erik le miro atento, asombrado durante un segundo, y cuando Charles estaba dispuesto a acortar la distancia y besarlo, el mayor se aparto volviendo a sonreír y levantando la cuchara con éxito-Gracias mi amigo, realmente... no conocía esta parte de mi poder, y estoy muy feliz-Charles se quedo estático, sin saber si el mayor descubrió que estaba por besarle y por eso se aparto, o fue solo una casualidad.

Le miro dudoso, antes de sonreír también-Ya veras todo lo que lograras hacer-aseguro Charles, apartándose varios pasos, y mirando el reloj, para fingir que estaba ocupado. Se sentía patético, a punto de besar a su omega, y este le había evitado-sera mejor que vaya con Raven, iba a entrenar con ella un poco.-mintió, y luego se apresuro a salir de la cocina, queriendo huir de allí para despejarse.

Al quedarse solo, Erik suspiro y se revolvió el pelo. ¿Que era eso? ¿Acaso había estado por besar a Charles? Se sintió un idiota, pensando que seguramente el telepata se le hubiera reído. Saco la cajetilla de su bolsillo, y saco una pastilla para tragarla. Era el segundo supresor que tomaba en el día, no era bueno que ahora dos le hicieran falta. ¿Acaso estaría en época de celo y por eso necesitaba más?

Se acomodo la ropa, y se dirigió hacía el baño, pensando en bañarse para distraerse. De paso quería refrescarse, y lograr que sus hormonas se adormecieran.

**

Tanto Erik como Sean se asomaron para mirar hacía abajo. La caída era enorme, Erik dudaba que si caía de un lugar así pudiera sobrevivir, pero él no estaba allí como un espectador más, en caso de que Sean no lo lograra él lo elevaría con sus poderes. Claro que no le dijeron eso a Sean, lo mejor era que pensara que estaba solo por el interés, así el pelirrojo pensaba que tenían una completa fe en que iba a lograrlo. Y no es que Charles no tuviera una completa fe en él, pero no quería que nada malo pasara, nada garantizaba que saliera a la primera vez.

Sean estaba obviamente nervioso, alterado, pensando que quizás esa era el ultimo momento que estaría vivo. Pero bueno, suponía que el profesor no le dejaría morir, si todos confiaban en él tenía que poder hacerlo, aun más si Hank había diseñado el producto. Miro de nuevo al piso, nervioso. La caída era altisima, y podía sentir sus piernas temblar.

-Tranquilo, Sean, nadie te obligara a hacer nada-le aclaro Charles, cuando el menor se giro a mirarle con sus ojos asustados. No era mentira que realmente quería verlo volar, pero si el chico estaba tan asustado no tenía caso. Ni siquiera Hank tenía certeza de que aquello fuera a funcionar, confiaba en su aparato pero no en Sean. 

Erik de pronto sonrió, y Charles ya debería aprender que cuando Erik sonreía algo malo estaba pasando por su cabeza-Déjame ayudarte-se apresuro a decir el polaco, acercándose a Sean y poniendo una mano en su hombro. Parecía que realmente estaba por decirle algo sumamente importante, cuando sin más, le empujo al vació, sin culpas.

-¡ERIK!-Charles casi muere de la impresión, todos se asomaron a ver el delgado cuerpo que caía a gran velocidad, y Sean gritaba, pero no como debería. Estaba jodidamente asustado, Charles podía imaginarse su rostro pecoso completamente ardido por la sangre. Estuvo a punto de entrar en su cabeza para calmarle, cuando sintió que el chico había comenzado a gritar como debería. Sus ondas chocaron contra el piso, elevandole, y un grito de triunfo se dejo escuchar mientras él se elevaba hacía él cielo.

El telepata por fin se giro a mirar a Erik que sonreía feliz, y cuando este se giro y le devolvió la mirada, noto la expresión del menor. A pesar de saberse regañado, Erik no pudo ni disimular la sonrisa que iluminaba su rostro, Charles podía ver todo sus dientes y a pesar de estar ligeramente molesto, no pudo evitar sonreír al ver como Erik levantaba las manos como si fuera inocente-¿Que? ¿Vas a decirme que no pensaste lo mismo?-Charles finalmente le sonrió, y se giro a mirar a Sean que volaba demasiado contento.

El telepata no podía borrar la sonrisa de su boca, le gustaba cuando Erik estaba relajado, le gustaba cuando hacía tonterías, incluso le gustaba que desde que se conocían usara su nombre más para regañarle que para otra cosa. Tras unos segundos miro de reojo a Erik que también miraba a Sean, y se mordió el labio sin dejar de sonreír. Su pareja era demasiado perfecta, Charles nunca hubiera sido feliz con un hombre dominable y fácil, por que él no era de los que les gustaba controlar a la gente, si era dominante, pero no controlaba... y a Erik no le interesaba que le controlen, amaba demasiado su libertad, era resuelto, seguro... perfecto. Y era condenadamente atractivo, tan alto, con esas piernas largas, sus rasgos duros, su cuerpo marcado, esa ropa que le hacía ver tan rudo. 

En ese momento realmente quería besarlo, allí enfrente de todos, para que supieran que era su pareja. Charles no era muy demostrativo de afecto en publico, pero realmente quería hacerlo con Erik para que todos entendieran que ese exquisito omega era solo suyo.

**

Habían terminado de comer hacía unos momentos, y todos se habían retirado. Charles estaba haciéndose un té, para beberlo mientras iba a la biblioteca a elegir algo para leer, y luego se marchaba a dormir. No había hablado con Erik de jugar al ajedrez, así que suponía que esa noche no lo harían. 

Termino de calentar el agua, y estaba por colocarla sobre la taza, cuando escucho una tos a sus espaldas. Había estado distraído, así que se giro y sonrió cortes al ver a Moira en el umbral de la puerta. La chica le sonrió coqueta, y se mordió el labio acercándose unos pasos.

-¿Como estas, Charles? ¿Tomamos el té juntos?-pregunto, acercándose. El telepata la miro durante unos segundos, no quería adentrarse en su mente, por que realmente no quería saber lo que la agente estaba pensado. Aunque el mayor realmente quería retirarse a dormir, le sonrió a la chica y asintió por cortesía.

-Claro, darling-aseguro, sacando otra taza de té y poniéndola con la suya para preparar dos. Después de todo, la chica era una invitada en su hogar y no quería ser descortés. Preparo los dos tés, y se acerco a la mesa, poniendo el de la chica enfrente de ella. La agente le sonrió, y luego acomodo su cabello hacía atrás, se quedo sería un momento, le dio un sorbo al té y arrugo la nariz.“Esto es horrible”. Charles no pudo evitar reír al sentir el comentario en su cabeza, y la chica se mostró un segundo avergonzada antes de soltar una risa también.

Miró fijamente al mutante, antes de suspirar-Charles, soy una mujer directa, así que no haré rodeos. Me gustas. Ni bien nos conocimos note que teníamos cierta química, de hecho, creo que tu también lo notaste ya que pasabas todo el tiempo coqueteandome-la chica se rió, mirando su taza, y acariciando con su dedo el borde de esta. Charles se quedo serio, pero no opino nada, y siguió bebiendo su té-. Se que ahora las cosas están complicadas, con una guerra de por medio. No soy tonta, se que no es momento de iniciar algo, hay cosas más importantes en medio.. pero quería decirte que, esperaba que una vez que la guerra terminara, podríamos retomar eso. Podríamos intentar estar juntos y...

-Moira-la interrumpió Charles, haciendo que la chica quite la mirada de su taza y se concentre en él. El telepata paso saliva, pensando que lo mejor era aclarar eso ahora mismo-. Lo siento, darling, pero yo soy un alfa. Y tu eres una beta, no quiero iniciar algo que puede terminar lastimándonos cuando encuentre a mi omega-prefirió omitir el hecho de que ya lo había encontrado, y que era Erik. Volvió a mirarla, y estiro su mano para tomar la ajena-No quiero lastimarte...

-¡Charles! No tienes que preocuparte por eso, no seas ingenuo-la chica tomo con ambas manos la ajena y le miro con una sonrisa-No me herirás, se como me mirabas... quizás tu omega parezca, o quizás no, quizás ni siquiera sea totalmente de tu agrado. Esa química no es perfecta, muchas personas mantienen una relación con otros aun cuando encuentran a su pareja-Charles omitió el hecho de que eso le parecía desagradable, incluso si su omega no le agradara tanto como Erik lo hacía.

-Moira yo...

-Charles, solo quiero decir, si podemos intentarlo. No quiero forzarte nada, no tengas miedo de herirme, me apartare si él o ella aparece-la chica se veía segura, y el telepata supo que aunque le discutiera, seguiría buscando excusas. Decidió que eso sería mejor posponerlo, seguramente sola se daría cuenta que eso no era posible.

-Veremos lo que sucede, ¿si?-le confirmo, con una sonrisa, aunque inmediatamente desvió la vista. No se espero que la chica se estirara sobre la mesa y le diera un rápido beso. Ni siquiera fue capaz de cerrar los ojos. La chica se aparto despacio con una sonrisa, y le miro con dulzura.

Ella se levanto y acomodo su ropa-Gracias Charles, quería hablar de esto, por que en unos días iré unos días a la agencia, para investigar e informar unas cosas. No quería quedarme pensando-Ella llevo su taza al lavadero, se despidió de Charles con un beso en la mejilla y se retiro. El mutante se quedo sentado en la mesa, bebiendo lentamente su taza de té mientras pensaba que haría con eso. Se levanto con pereza y puso a hervir de nuevo el agua, ya que debería hacerse otra taza para llevarla a la biblioteca. 

Cundo finalmente se preparo, subió con lentitud la escalera, y camino con pereza, pensando en irse directamente a dormir. Pero sabía que en la cama necesitaría algo para leer. Entro a la biblioteca y estaba yendo hacía el estante cuando algo llamo su atención. En la mesa central estaba el ajedrez con las piezas colocadas y dos copas de vino. Parpadeo, y luego el murmullo de una mente llego a su cabeza. Se giro, y en el sofá grande vio acostado a Erik. Se había dormido recostado en el sofá, con un brazo bajo su cabeza, y el otro sujetando un libro sobre su vientre.

Charles sonrió al verlo, dejo la taza de té a un lado y camino suavemente hacía a él. Le aprecio unos momentos, mientras pensaba que si se hubiera venido directamente quizás lo encontraba despierto. Suspiro, antes de inclinarse un poco para acariciar el cabello de su frente, perfectamente peinado hacía un costado. Aspiro su aroma con deleite, se relamió los labios, y deposito un beso en la frente de su omega. 

Se aparto lo suficiente, le toco el hombro y sonrió al ver a Erik parpadear confundido antes de sentarse lentamente-Erik, amigo ¿aun quieres jugar la partida, o prefieres ir a dormir a tu habitación?-el polaco le miro, se acomodo el cabello hacía atrás y se estiro, terminando de despertarse.

-¿Que hora es?-pregunto, con voz enronquecida por recién despertar.

-Son las doce, darling-contesto Charles, caminando hacía la mesa y tomando la copa de vino, dándole un sorbo y dejando que el sabor bailara en su boca. Mientras el magnético termino de levantarse y le sonrió, caminando hacía la mesita del centro.

-Claro, tengo suficiente tiempo para derrotarte, Charles-dijo seguro, sentándose en la silla, y mirando las fichas-Esta vez me pido las negras.-El telepata sonrió, y se sentó enfrente, levanto su copa en señal de brindis, y en pocos minutos sintió la de Erik chocar contra la suya, antes de que ambos dieran un sorbo.

No, aun no era la relación de amantes que quería, pero estar a su lado, le daba más placer que los mejoras amantes que había tenido. Y eso era más que suficiente, al menos por ahora.

 

Notas finales:

Bien, hasta aqui por ahora. Espero que les haya gustado. Para picarles les dejo un adelanto del siguiente cap...

"El calor comenzó a acumularse en el estomago de Erik, y se puso ligeramente de costado, para poder olfatearle mejor. Sentía la lengua muy seca, y una creciente necesidad por sacar su lengua y lamer la pálida piel... Charles debía saber rico si olía así."

Actualizare en unos días, mucho más rápido si me dejan comentarios. Besitos.


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