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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ¿Que tal? Yo algo insegura con este capitulo, quería terminar el nueve para asegurarme de que ya no iba a editar este. No se si van a odiarme o quererme jaja... supongo que después de que lean me enterare.

Leí sus respuestas y la mayoría estaba a favor del mpreg, aunque varios me dijeron que lo preferían en Charles. Aun dudo de que hacer, quizás podría seguir la idea de los comics y que tengan hijos por separado. I dont know. 

También preguntaron que tan fiel a la pelicula sería, en resumen: ¿se van a separar? Aún no lo decido si soy sincera, aunque ya tenía algunas ideas no es concreto. Iba a ser bastante fiel, aunque no al 100%, pero ya no se. ¿Ustedes que opinan? 

En fin, mil gracias por todos sus coments.

 

Enjoy!

 

SALGAMOS A FESTEJAR



Sean se había levantado dando saltos, anunciando que ya tenia 18 años y que podía beber con libertad. Prácticamente había insinuado que quería una fiesta, y con todo su entusiasmo y buena onda fue imposible negarsela. Decidieron comer algo, y salir a una disco. No es como si Erik y Charles se sintieran cómodos con algo así, pero finalmente fueron convencidos al enterarse que la disco en cuestión tenía un bar separado, donde no era necesario estar renegando con los cuerpos sudorosos que se chocaban y frotaban mientras bailaban.

Fue así, como esa noche terminaron en una disco, todos sentados en unos sofás rojos, en un ambiente iluminado lo escasamente necesario, conversando de tonterías y bebiendo. Moira se había sentado al lado de Charles, y le miraba con insistencia, rosaba sus piernas con las del mutante, y le tocaba las manos accidentalmente. Charles era demasiado educado como para decirle algo, aunque empezaba a sentirse ligeramente molesto. Bueno, quizás no solo era la chica, sino que Erik llevaba más de media hora en la barra, conversando con una joven rubia, con el cabello hasta la cintura. Pensó que esa noche él iba a tener la oportunidad de aproximarse a Erik de otra manera, y con algo de suerte, ser reconocido finalmente. Pero todo estaba saliendo en su contra, ni bien llegaron habían bebido algo, habían conversado... Charles pensó que iba todo bien, Erik había estado sentado a su lado, y habían estado riéndose de algunos comentarios ingeniosos que el menor hacía. Charles era coqueto, y sabía muchas veces llegar a las mujeres haciéndolas sonreír, y pensó que si hacía reír a Erik quizás funcionaba... claro, luego olvido el dichoso plan y se divirtió de lo lindo con su amigo. Pero, en algún momento, Erik comento que iba a la barra por una cerveza. Charles no le dio importancia al tono de su amigo, ni a que aun no acabara su botella, simplemente le sonrió encantador. Y allí se fue Erik, directo a la barra, a sentarse junto a una rubia con la que no dejaba de mirarse hacía un rato. El alfa dentro suyo gruño de rabia, sintiéndose traicionado. 

Odiaba la sonrisa coqueta que le ponía, y como se le acercaba... Erik era un hombre atractivo y masculino, actuaba como todo un alfa, y no era extraño que la rubia se inclinara cada tanto, buscando tocarle. Seguramente la chica fantaseaba con lo bien que lo pasaría con ese dominante hombre. Charles censuro su propio pensamiento de que la chica se llevaría una sorpresa si descubriera que ese masculino y poderoso hombre disfrutaría más con un pene clavándosele en el trasero; sabía que si Erik llegaba a enterarse de lo que pensó lo castraría. Miraba todo de reojo, y se sentía molesto, su omega estaba coqueteando con otra. Sentía la bilis acumulada, y sus manos apretaban el vaso en demasía, quería sacarle la mano a la rubia que había osado tocar a Erik más de la cuenta.Charles no quitaba los ojos de la delgada mano, que acariciaba el brazo del polaco.

El pelirrojo solo se reía, y se inclinaba para hablarle a su oído. Desde aquí, pudo imaginar la sonrisa de tiburón de Erik, coqueta y seductora. Irresistible. Era obvio que la chica se sentía dichosa, no podría resistirse ¿quien podría?. Buscando distraerse, sacar los ojos de la pareja, miró a Moira de reojo, notando que la chica le hablaba y le acariciaba la pierna. Era una clara invitación y a él le hacía falta distraerse... quizás en otro momento más lucido hubiera pensado que eso no era tan buena idea. Apresuro al whisky en su boca, y sin pensar tomó la mano de la beta y la llevo a la zona de baile, donde Raven había arrastrado a un acojonado Hank, y Alex y Sean intentaban coquetear con unas chicas. Fue muy tarde cuando se dio cuenta que esa no era su tipo de música, pero intento superarlo con rapidez.

Bailo con la chica un momento, Moira estaba ligeramente bebida, y se frotaba contra él. La beta parecía ser muy sensible a su olor, ya que cada vez que podía se inclinaba para hablarle, aprovechaba para olfatear su aroma. El telepata podía escuchar algunos pensamientos casi sin proponerselos... la agente estaba emocionada de que finalmente la química que había entre ellos estuviera actuando. El ingles se sintió algo culpable, pero cuando miro un momento a Erik, sintió su pecho rugir al verlo besarse con la chica, como si se acabara el mundo. Cualquier pensamiento razonable fue vedado por los celos y las ganas de vengarse, de descargarse.

Tomo a Moira de la muñeca y la arrastro al baño, se aseguro de que nadie los observara, haciendo que los presentes se volteen, y que los que estaban a dentro se retiren. No midió sus movimientos cuando empujo a la chica contra un cubículo, mientras comenzaba a besarla con bronca. La chica gemía, e intentaba sujetarse de él, enredando sus delicadas manos en su cabello y tironeándoselo. Estaba más que dispuesta a calmar el animal que despertó en el hombre. Charles sin piedad le levanto la falda y le obligo a hacerle lugar entre sus piernas, no quería dulzura ni demora, solo quería calmarse. La chica se presionaba contra su hombría que aun no despertaba del todo. Se bajo los pantalones lo justo y necesario, y se masturbo hasta conseguir ponerse duro del todo. “Esto con Erik no sería necesario”, pensó. Acerco su virilidad a la cavidad de la chica, que ya estaba húmeda, y sin meditarlo mucho se la metió de un solo embiste, sintiendo la vulva ajena apretarle, y su cálido interior abrirle paso gustoso. La chica gimoteo, y él le capturo los labios en un nuevo beso para no escucharla, no quería escuchar sus gemidos femeninos, solo quería pensar que se estaba follando a Erik, que era su omega quien estaba estremeciéndose por placer. Era él quien apretaba sus piernas en torno su cadera, eran sus pensamientos los que pedían más... 

Se había concentrado tanto en la follada, que no se dio cuenta que alguien entraba hasta que escucho unas risitas tontas.

-Erik, Erik... aquí...-se quedo quieto dentro de Moira, imagino que la que escuchaba era la rubia bonita, ya que el aroma era obviamente de su Erik. Moira pensó que se había quedado quieto para no hacer ruido, y Charles se lo confirmo llevando sus dedos a sus labios en señal de que guardara silencio. 

Se movió, haciendo algo que no creyó que haría nunca en un baño que fuera publico: bajo la tapa, se sentó en el retrete, y jalo a la chica para que le cabalgara. Quería concentrarse en lo que pasaba al exterior, no podía creer que Erik estuviera allí con una chica. Ni lerda ni perezosa, Moira comenzó a moverse, besandole para no emitir ningún sonido, disfrutando de poder marcar el ritmo. Charles estaba atento a los ruidos del exterior aunque no escuchaba nada que revelara lo que pasaba, sin aguantar más, llevo sus dedos a su frente para inundar la conciencia de la chica. Sintió unos fuertes celos al notar que se estaban besando con ganas, Erik le estaba manoseando los pechos, mientras ella se peleaba con el cinturón de él. Charles noto cuando la bragueta se abrió sola, y supo que eran los poderes de Erik. 

Rápidamente la mano femenina se colo entre sus piernas, y comenzó a masturbarle, aunque se decepciono un poco al ver que la virilidad no estaba tan dura como había esperado. Movió su mano ansiosa, empezando a frustrarse de no conseguir una erección digna. Erik seguía manoseando sus pechos, mientras le respondía al beso. Su temperatura era alta, y se veía jodidamente sexy al estar con la camisa un poco desordenada y el pelo revuelto. 

El telapata inundo la mente de la chica, olvidándose de sus celos y apoderándose de ella. Nadie más que no fuera él iba a disfrutar de ese cuerpo, a pesar de que tuviera que hacerlo apoderándose de la conciencia de alguien más. No pudo evitar gemir al sentir la lengua de Erik en la boca, esta bien que no eran sus labios, pero estaba recibiendo un beso de lo más delicioso. El magnético besaba riquísimo, su lengua le recorría entero, y le daba cosquillas al rozarse con su paladar. Charles podía sentir que “su” vagina comenzaba a humedecerse... sabía que si estuviera en su cuerpo ese beso le hubiera dado la erección de su vida. Le correspondió con ganas, disfrutando de esa boca que tanto había anhelado y que solo podía disfrutar por labios ajenos. Sentía una excitación y nostalgia terriblemente mezcladas, ansioso y desesperado por no poder ser él, y sumamente excitado por el placer que le recorría. Entonces Erik lo empujo contra la pared al lado del lavado, y al igual que él hizo con Moira, se hizo lugar entre sus piernas, y aparto la ropa interior para frotar su virilidad contra la entrada ajena. Charles gimió, sintiendo palpitar el clítoris, sintiendo ansiedad en la boca del estomago por sentir como se le frotaba. Era extraño, pero estaba jodidamente excitado, feliz de poder disfrutar de ese cuerpo... emocionado por sentir la erección ajena contra su piel. Casi sin proponerselo abrió más sus piernas, buscando sentirle mejor, se estremecía de gusto ante el menor roce. Todo lo que pasaba era extraño: él en el cuerpo de una mujer, ansiando que Erik le penetre... nunca lo pensó así, jamas, pero tomaría lo que podía. Sin poder mantenerse mucho tiempo quieto, llevo su mano entre sus piernas, para masajear el pene ajeno... 

Oh dios, era tan grande como se lo imagino, aunque no estaba lo suficientemente duro. Lo froto contra su vulva, mientras lo masajeaba. Hubiera preferido masturbar sus penes juntos, pero a pesar de todo, esto era perturbadoramente placentero... y enfermizo. Ni siquiera había notado que estaba gimiendo descontrolado, aunque la mayoría de los sonidos eran acallados por la deliciosa y delgada boca de Erik. Seguía masturbandole, bebiendo de su respiración agitada, pero por más que intentaba no lograba erectarle del todo... quizás una mujer no lo notara, pero Charles sabía que esa dureza no demostraba una excitación absoluta, aun le faltaba mucho para que ese pene tomara su verdadero tamaño. Y si iba a tenerlo en “su” interior, quería que Erik estuviera a tope. Iba a ser su primer contacto con su omega, no como lo pensó, pero igualmente tan placentero... su interior palpitaba, estaba ansioso, y no pudo evitar gimotear de gusto al sentir los dedos de Erik meterse en su humedad cavidad. Dios, era sumamente placentero sentirlo jugar en su interior, sentirlo acariciar sus paredes interiores. Le encantaba, quería abrirse más de piernas, quería que llegara más profundo. Oh si, quería que le penetrara... no importaba nada más, quería que le follara, quería tenerle dentro... empezaba a sentirse desesperado.

-Creo que te falta un poco más de incentivos-dijo buscando apresurar las cosas, con una voz que le sonó excesivamente aguda, pero claro, estaba en el cuerpo de una mujer. Con su otra mano soltó el hombro de Erik y lo bajo por su espalda, hasta llegar a la curvatura de sus nalgas, sin el menor temor colo sus delgados dedos en la hendidura ajena, sintiendo que Erik estaba húmedo. Oh, como desearía hacer eso con sus verdaderas manos, poder jugar con la viscosidad de sus nalgas... sus dedos se acercaron a su entrada, y la masajearon insinuante, ganándose un gemido de gusto y que el pene de un brinco aun mayor. Era obvio cuanto le gustaba, cuanto necesitaba ese tipo de incentivo. Era una lastima no poder darle ese placer. Con un poco más de esas caricias y lograría que las venas comenzaran a marcarse en su verga por la presión sanguínea. 

Lo acomodo contra sus labios vaginales, estaba a punto de penetrarse, cuando presiono un dedo contra la entrada de Erik. Quería que ambos disfrutaran al máximo de eso, y el polaco solo lo haría si le tocaban la próstata... Y todo paso en un momento, Erik se aparto, los pantalones se subieron y el metal del cierre se cerro solo. Los ojos celestes le vieron con bronca, antes de apartarse asqueado, e inclinarse al lavado para mojarse su cara-Vete de aquí-la voz de Erik sonaba muy molesta, y Charles de repente tuvo mucho miedo de que le hubiera descubierto. ¡Iba a matarlo! ¡¿Que carajo iba a decirle?! ¡¿Que excusa iba a inventar?! Erik iba a matarle, y peor aun, iba a dejarlo, no volvería... su corazón se acelero de golpe, del miedo-¡¡Que te vayas!!-dijo con más bronca, si voz parecía un rugido; pero Charles seguía sin saber que hacer. Se acerco e intento tocarle el hombro, queriendo decirle cuanto lo sentía, pero él se aparto de golpe y le tomo la muñeca con fuerza-Vete, no te vuelvas a acerca... ¡No soy un maldito omega para que tu...! ¡Que tu...! ¡Que te vayas! ¡Soy un maldito Alfa, ¿me escuchaste?! ¡Un jodido alfa!-Charles al notar que no fue descubierto, apenas y atino a mover el cuerpo ajeno para que saliera del baño, y una vez fuera abandono la mente de la chica que de pronto se sintió desorientada.

Él volvió a su propio cuerpo, solo habían pasado unos escasos minutos, ¿tres como mucho? Y Moira seguía moviéndose encima de él, ajena a todo. Se había desacomodado su remera para tocar sus propios pechos y le seguía besando con ansía. Charles sintió un bajón del libido al no tener más a su omega cerca, pero aun necesitaba descargar así que movió sus caderas con fuerza, queriendo acabar con aquello pronto. Aspiraba el olor del baño, concentrándose en el aroma de Erik, el todavía no se había retirado, quería venirse sintiendo su olor. 

Aunque luego escucho sus pasos, se movió con más ganas mientras intentaba retener ese aroma en su nariz. La puerta se cerro, Erik se había ido, y Charles se levanto para empujar a Moira contra la pared y follarsela rápidamente. La chica tembló y gimió su orgasmo, y él salio justo a tiempo para eyacular sobre su vulva.




Minutos después ambos se habían cambiado, arreglado, y salieron del baño. Charles se desentendió de Moira, enviándola a bailar con los chicos, y se concentro en buscar a Erik. Pero dio vuelta todo el bar y no pudo encontrarlo. Paso más de mierda hora cuando volvió a los sofás donde habían estado sentados, se encontró a todos allí, y a Erik y a Sean teniendo un infantil concurso de quien bebía más rápido las medidas de vodka.

No le costo notar que Erik estaba bastante “alegre”, por no decir ebrio, y que el pelirrojo estaba en igual estado. Al parecer llego al final de la competencia, ya que cuando se sentó al lado del polaco, este se dejo caer sobre el respaldo riéndose tontamente.-Charles, mi amigo, debiste participar... arrastre el piso con Sean...-su acento estaba marcado, se sentía tan rígido que enviaba cosquilleos al vientre de Charles, deseando escucharlo así mientras gemía. Los celos se habían esfumado en cuanto inundo la mente de la chica, y en su lugar quedo una fuerte ansia por tener al hombre gimiendo de placer. Besandole como antes había pesado a la chica, que sus manos buscaran acariciarle como antes habían acariciado ese par de senos.

Charles solo le sonrió, y siguió la conversación grupal, aunque estaba mas concentrado en los movimientos de Erik. El pelirrojo tenia la conciencia nublada, se reía estrepitosamente y se inclinaba sobre la mesa antes de volver a tirarse al respaldo. Charles rozaba sus manos cuando podía, disimuladamente, hacía chocar sus piernas ligeramente, se acomodaba para que Erik le tocara sin querer... durante un instante se sintió un idiota, intentando hacer con Erik lo que Moira intento hacer con él. 

A los pocos minutos todos se habían levantado para ir a bailar, Charles no alcanzó a pararse cuando vio a Erik tambalearse y volver a caer en el sofá, apenas y atino a rodearle la cintura para que no terminara en el piso-Creo... creo qkue mettjorr me quettdo con Chartlest-dijo, sonriendo mostrando todos sus dientes. Chales se acomodo en el sofá y le hizo seña a los chicos de que fueran a divertirse. De todas formas el ni quería ir, prefería pasar tiempo a solas con su pareja. Aunque solo fuera como amigos. 

-Creo que te has pasado de copas, mi amigo-comento Charles, apretando la cintura ajena, atrayendolo un poco hacía a él. Si Erik se sintió perturbado no lo demostró, solo acomodo sus brazos extendidos por encima del respaldo, y tiro la cabeza hacía atrás en una pose relajada. Charles podía sentir su calor corporal, y deseo con fuerzas abrazarle por debajo de la ropa, para poder acariciar su piel.

-No tanto-contrarió, sonriendo con los ojos cerrados, y Charles no pudo evitar morderse los labios pensando que se veía muy hermoso. Incluso más que en el baño, aun tenía el pelo revuelto y la ropa un poco desordenada, pero lucía relajado y en paz. Se veía besable. Charles aprovecho para colocar la mano en la rodilla ajena y le apretó suavemente, logrando que Erik entreabriera los ojos, y le mirara, aun con la sonrisa bailando en sus labios. 

-Me temo que si, Erik-el susodicho negó divertido y miró hacía la barra buscando algo, Charles espero que no fuera mas alcohol, no quería tener que arrastrar a un excesivamente bebido Erik. Bueno, pero prefería eso a que buscara de nuevo a la rubia. 

-Este lugar debería tener un ajedtrés, Xavier, te asegutro que te ganaría inkcluso en estte estado-Charles soltó una risa, que rápidamente se contagio con Erik. Hacía tiempo que ambos no se sentían tan relajados, Charles se había aproximado a Erik tanto como podía sin ser imprudente. Quien los viera nunca imaginaria que Erik era el omega, que estaba desparramado en todo el sofá, ocupando la mayor parte de espacio con su enorme y delgado cuerpo, y Charles buscando aproximarse, luciendo más pequeño a su lado.

-Dudo que puedas concentrarte lo suficiente-le miró alzando la ceja y Erik volvió a reirse dándole un ligero golpesito en la nuca, con la mano que cruzaba por detrás de Charles. El telepata bebió un poco de su whisky, y también se relajo en el sofá, cruzando las piernas, apoyando su pie en la rodilla izquierda. Su mirada paseo por la pista, observando a Raven comiéndose a besos con Hank.

Al parecer Erik había notado lo mismo, ya que estaba alzando la ceja y con una sonrisa traviesa-Creo qkue Raven pasara una buena nocthe, si a Bozo le mide tantto como sus pies... whoah...-se carcajeo y se gano un codazo por parte de Charles, que solo gruñó, cosa que hizo reír más a Erik. El polaco giro su rostro hacía el, inclinándose un poco, aun riéndose. Fue entonces cuando el aroma de Charles le llego fuerte, entrecerró los ojos, sintiendo que el aroma a libros, whisky y colonia le inundaba... un toque picante, que hacía que le ardiera la garganta. Un suave cosquilleo bajo de su garganta hacía su estomago, dándole un suave placer, que le robo un suspiro. Impulsado por el alcohol, inclino su cabeza, hasta que su nariz se acerco al cuello ajeno. Aspiro su aroma, sintiendo su piel erizarse, y su boca de pronto se sentía seca. Era lo más exquisito que hubiera sentido en su vida, y le invitaba a acercarse, a seguir olfateando, a dejarse llevar. 

Charles noto el movimiento, y se relajo, dejándose olfatear. Ese era un paso importante para que Erik lo reconociera, por más que el rey del magnetismo lo hiciera con mucho disimulo, Xavier no era tonto, podía sentir como inhalaba profundamente, y cuando soltaba el aire, su respiración le hacía cosquillas sobre la piel. Saber que le olfateaba, y sentir como se le aproximaba de a poco, le daba cierto orgullo. Había extendido un poco el cuello, y cerrado los ojos, mostrándose natural, después de todo... aquello era normal. Aunque prefería ignorar como su miembro empezaba despertar ante ese reconocimiento, Erik le había dejado con ganas de disfrutar de su cuerpo en el baño. Por suerte Charles ahora podía hacerlo con su propio cuerpo, gracias a Dios, Erik ahora le buscaba a él y no a esa maldita chica. 

El calor comenzó a acumularse en el estomago de Erik, y se puso ligeramente de costado, para poder olfatearle mejor. Sentía la lengua muy seca, y una creciente necesidad por sacar su lengua y lamer la pálida piel... Charles debía saber rico si olía así. El telepata se dejo hacer, hasta que sintió el ligero rose de la nariz de Erik contra su piel, cosa que le dio un agradable cosquilleo. Gruño, y sintió que el mayor le ronroneaba en respuesta, al parecer le agradaba eso que estaba pasando. Charles se sentía feliz, tenía que morderse el labio para contenerse de no besarlo, le llenaba de gozo saber que Erik estaba disfrutando con su aroma, que le estaba atrayendo finalmente. Le miro de reojo, y ya sin aguantarse, se puso de costado también, se acerco lentamente, por si el pelirrojo quería apartarse, pero al ver que no lo hacía se acerco hasta que su nariz rozó la mejilla ajena. A pesar de que se afeitaba su piel era suave, aunque la pequeña barba creciente le daba cosquillas. Aspiro su aroma dulzón mezclado con el alcohol, y se relamió sintiendo hambre. Descendió para poder ir hacía su cuello, donde el aroma se concentraba, dio una onda calada y sin poder resistirse llevo su mano al cuello ajeno para sujetarle el cabello. Erik le había imitado, y la nariz del polaco rozaba ligeramente su cuello.

Ambos tenían los ojos entrecerrados, la expresión de Erik era confusa entre el gusto y la extrañeza, mientras que Charles cada vez que se chocaba con los ojos ajenos, le sonreía confiado y coqueto-Hueles delicioso, Erik-se atrevió a decir, contra el oído ajeno. Sintió el estremecimiento que surco al mayor, y como una mano se apoyaba en su hombro. Erik se había puesto más de costado, dejándolos casi enfrentados. El polaco estaba ansioso, sintiendo su virilidad despertar, su interior humedecerse al sentir ese aroma de alfa. 

Charles le tomo la mano y la guió para que acabara en su cabello, mientras apoyaba la suya en la cintura ajena, acariciando por sobre la ropa los músculos ajenos. El menor enterró su nariz contra la clavícula de Erik, y sintió un gruñido por parte del polaco, que ahora olfateaba y respiraba agitado detrás de su oreja. La mano del mayor había ido a parar a su pecho, y se crispaba contra su camisa. Era obvio que ambos se estaban excitando, buscando, dejando a sus instintos actuar. Sentir a Erik respirar agitado en su oído era como tocar el cielo. 

Erik se sentía en una especie de trance, el aroma de Charles le resultaba afrodisíaco, como ningún otro olor en su vida. Sentía su interior quemarle, la garganta seca... casi podía sentir sus hormonas hervir revolucionadas en su cuerpo. ¿Por que Charles tenía tanto poder sobre él? Sentía su entrepierna palpitar, y su entrada estaba húmeda, deseosa de que Charles bajara esa mano y le masajeara el trasero, jugara con sus dedos... le abriera y le llenara por completo. Era como estar en celo, y eso era extraño nunca se había sentido tan excitado... ni siquiera con Shaw que era su pareja. El polaco estaba confundido y ansioso, deseando continuar con aquello y alejarse al mismo tiempo. Él ya había encontrado su pareja y había sido horrible, no quería relacionarse más con un alfa, él no quería ser un omega, quería ser un alfa. 

El ingles buscaba acercarlo más a su cuerpo, para dejarle sentir su erección, cosa que iba a ser definitiva para ver si Erik disfrutaba o se apartaba... pero justo en ese momento unos ruidos le interrumpieron. Raven venía tambaleándose y sujetándose de un sobrio Hank-¡¡Charles queremos ir a tomar helado!!-dijo, llegando por detrás, pero Hank la sujeto al ver como estaban los mayores, ella le miró antes de observarlos y soltar una risa, mientras Hank la sujetaba, sonrojándose un poco.

-Lo siento, no queríamos...-ambos adultos se habían apartado, como si allí no hubiera pasado nada. Raven estaba colorada, y Charles se sintió molesto, no solo por que les habían interrumpido, sino también por que su hermana estaba ebria y podía perder el control. Miró molesto a Hank, como si fuera el responsable, aunque sabía que no lo era. El chico estaba sobrio y se comportaba. Erik a su lado se había quedado estático, y se sujetaba la cabeza con las manos. Estaba avergonzado de si mismo, odiándose por comportarse de esa manera. Odiaba no ser un alfa de verdad, odiaba que el alcohol le hiciera sentir más necesitado aun, le hiciera atontarse y liberar sus instintos. 

-No importa, creo que lo mejor va a ser que...-”voy a vomitar”, Charles no pudo terminar la frase cuando el pensamiento se coló en su cabeza, se giró a ver su compañero, que se había levantado a la velocidad de la luz y que se apresuro al baño. Suspiró y se levantó, pensando que menos mal que los habían interrumpido o habría terminado acostándose con un ebrio Erik que seguramente mañana no recordaría nada-Voy a buscarlo, y nos vamos. Estén listos en el auto-camino hacía el baño, sin perder la compostura, y una vez allí se acerco al cubículo donde Erik vomitaba. Nunca espero ver a su amigo, tan poderoso y elegante, así. Se inclino a su lado y le acaricio el cobrizo cabello-¿Erik? Déjalo salir...

Una mano le aparto de golpe, y observo como el hombre se incorporaba un poco, con el rostro rojo de ira al parecer-¡No me tokques! No necetsito ayuda, no ksoy un joditdo y débil omega, se cuidartme solo...-protesto, haciendo que Charles se apartara. El telepata le miro con pena y dolido al mismo tiempo ¿acaso por eso no lo reconocía? ¿por que se negaba a ser un omega? Todo lo anterior había sido producto del alcohol, Erik aun se negaba a entender que era su Alfa. 

-Claro que no, solo quería ver si estabas bien, amigo-le dijo, tranquilo, sabía que iniciar una discusión al respecto no serviría de nada. Erik se levanto y Charles le ayudo a mantener el equilibrio. Finalmente salieron del lugar, con lentitud, y fueron al auto donde estaban el resto de los chicos. Moira sonrió de oreja a oreja al ver a Charles, y se acerco hacía a él, que intentaba mantenerse cerca de Erik por si llegaba a caer. Erik termino sentándose atrás, apretujado por un Hank que llevaba encima a Raven, y unos alegres Sean y Alex. Charles manejaba, mientras que Moira estaba enfrente, hablando tonterías y regalandole sonrisas. 

Llegaron a la mansión, y se apresuraron a salir del auto, hubo bullicio mientras entraban y se ordenaban. Charles estuvo escapando de Moira que quería seguirlo hasta la habitación, y al mismo tiempo buscaba asegurarse de que Erik llegara bien a su cama. Se escapo de la morena, y camino cerca de la habitación de Erik, hasta que lo vio entrar tambaleante. Se quedo mirándolo unos momentos, contemplando su musculado cuerpo enfundado en una elegante camisa negra. 

Erik era tan hermoso... había pensado que estaba cerca de ser reconocido, pero al parecer solo fue producto del alcohol, el polaco luego le alejo como la peste. ¿Por que odiaba tanto ser un omega? Suspiro afligido y se fue a su cuarto, necesitaba descansar. Habían sido demasiadas emociones e ilusiones rotas para un solo día. 

Notas finales:

Proximo Capitulo:


-¿Estos son supresores? ¡¿Por que carajo tomas esto?! Esta comprobado que tienen demasiadas hormonas, no deben tomarse mucho ¡Acabas de mandarte dos pastillas! Aparte no son útiles, apenas dejas de tomarlos el ce...-Hank se quedo callado mirando a Erik-¿Hace muchos que vienes tomándolos?-el científico se había puesto mas profesional aunque estaba preocupado. Ayudado por Charles, que les miraba atento, hicieron sentar a Erik que no dejaba de temblar-Respondeme Erik...-le ordeno, levantandole el mentón, y examinandole el ojo.

-Tres...

-¿Tres días, meses...?

-Tres años, diario-escucho el bufido de Charles y le miro de reojo.

¿Y les deje picando con el adelanto? Espero que aunque sea un poco. ¿Comentarios?


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