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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ¿Qué tal? Uff, vengo a entregar este capitulo con demasiadas dudas. Lo escribí, seguí avanzando, y luego lo retoque, y lo retoque, y lo retoque... Y dios, lo publico para ya no retocarlo, por que no puedo avanzar cada vez que intento escribir el capitulo diez, me trabo y vuelvo a retocar este.

Así que bueno, si pueden darme unas palabras de animo para quitar el bloqueo, realmente se los agradezco xD Ojala les guste, juro que estoy muy nerviosa de pura inseguridad. 

Muchas gracias a todos los que siguen la historia, leen y comentan. Me animan mucho a seguir. Enjoy!

 

ENTRE LA RESACA, LA ABSTINENCIA O EL DESCONTROL



Charles revolvía su café, al cual acababa de agregarle dos cucharadas de azúcar, la mañana aun estaba calmada, quizás por que aun estaban cansados por lo de anoche. A pesar de que eran las diez y media de la mañana, casi no había movimiento en la casa. Exceptuando a Hank que estaba frente a él, enfrascado en un libro. Él y el científico eran los que menos habían bebido en la noche, así que era normal que fueran los primeros en despertar.

El profesor se sentó frente a Hank y tomo el diario, ojeandolo un poco, obviamente en las noticias no había nada relevante a su misión, pero igual quería mantenerse al tanto, algún dato sería relevante con suerte. Miro de nuevo la hora, sorprendiéndose de que Erik (tan madrugador como era), no apareciera aún, pero considerando como bebió anoche, era obvio. Sabía que no debía turbarse, no debía afligirse por tonterías... seguro el polaco olvido lo de anoche, y si lo recordaba... o lo ignoraría o le daría un golpe. No podía ser tan malo. 

Varios minutos después, donde el silencio reinaba en la casa, se escucharon unas pisadas bajando las escaleras. Charles no se sorprendió al ver a Raven entrando por la puerta, caminando presurosamente hacía la heladera para buscar agua fría y tomar una aspirina. No pudo evitar negar algo reprobatorio, seguía siendo su hermana después de todo. Charles notó la intensa mirada que Hank le daba a la rubia, aunque prefirió ignorar el asunto, no tenía ganas de hablar al respecto... aun no decidía que opinaba al respecto, después de todo, Hank era un alfa ¿que iba a pasar cuando conociera a su omega? Su hermana solo iba a terminar con el corazón roto en todo este asunto.

Raven los saludo más animada, mientras se preparaba un café, y le daba un beso a ambos en la mejilla. Se sentó en medio de ellos, mientras dejaba la tetera calentando. Había tomado dulce y lo había dejado en medio de la mesa, para comerlo con unas tostadas. A pesar de que la chica conversaba un poco, aun había poco ruido en la casa, intentaban no hacer demasiado ruido para que los otros pudieran dormir. Seguramente Sean y Alex también sufrían resaca, y que despertaran de mal humor no sería grato para nadie.

Charles medito ir a buscar a Erik cuando el reloj daba las once, después de todo, el mayor había bebido demasiado y quizás estaba mal. No era normal que durmiera tanto... un suave chequeó y comprobó que Erik estaba despierto, al menos no tenía un coma alcohólico, igual no abordo su mente, sabía que al mayor le molestaba que invadiera su privacidad. Prefirió esperar a que el judío se sintiera listo para bajar, en su cabeza comenzaban a formarse dudas de que Erik recordara lo de anoche y no quisiera bajar por eso. De pronto se sentía culpable, debió tener más control debió saber que Erik bebió demasiado... no debió dejar avanzar las cosas, a pesar de que no paso nada. 

Alex los acompañaba también, había puesto más agua a calentar. Charles se estaba por preparar un segundo café, para seguir haciendo tiempo... ya había ojeado el diario y no podía hacer mucho más. Hank seguía en su libro, mientras Raven cuchicheaba con Alex. Se estaban acabando las excusas para estar allí. ¿Hacía falta alguna?

“Dioos...”

Charles se sorprendió cuando el pensamiento de Hank se metió en su cabeza, como un quejido. Primero pensó que sería celos por Raven, pero cuando le miro, vio que había apartado la mirada del libro, al cual apretaba fuertemente con una mano, la otra la llevo para cubrir su nariz. Charles frunció el ceño, “ese aroma”, volvió a resonar en su cabeza. El profesor sabía que Hank tenía los sentidos más agudos, de momento no sabía que pasaba hasta que escucho ruidos en la parte baja. 

Un rugido quiso escapar de su pecho pero tuvo que contenerlo, de pronto no le agradaba nada lo que Hank estaba pensando. Tuvo al mismo tiempo un sentimiento de calor puro, mezclado con celos por que el científico había olfateado a su omega. Que obviamente aun no era completamente suyo... pero igual. Alex lo noto cuando Erik cruzó la puerta, sus ojos celestes se clavaron en el pelirrojo, y seso la conversación de golpe. Charles sintió un nuevo rugido querer atravesar su pecho cuando vio las fosas nasales de Alex expandirse, deleitándose con el aroma. 

Los tres alfas se miraron un momento, y solo falto una mirada de Charles para que los otros dos entendieran que ese era terreno que ya tenía dueño. El aroma era muy débil aun, pero era obvio... ese sabor dulzón, había hecho que se agolpara la saliva en su boca, su cuerpo entero rogaba por ir a reclamar a Erik, pero obviamente era algo que no podía hacer. Se moría por llevarlo arriba y hacerlo suyo... se podía imaginar que Erik debería estar ligeramente humedecido, su glándula lubricando su entrada, rogando por ser atendida... por que un pene la llene. Su piel debía estar algo más cálida, sus labios más sensibles, incluso podía imaginar el rubor que se suponía que debía haber en sus mejillas...

Charles se tironeo el cabello hacía atrás, fingiendo acomodarlo. En su cabeza no dejaba de resonar un pensamiento: Erik estaba en celo, Erik estaba en celo, su omega estaba en celo, Erik estaba en celo, su omega... su omega... Su omega estaba en celo... en celo... 

-Hola-la voz enronquecida de Erik corto su pensamiento, y envió una descarga a lo largo de toda su espalda. Le miró con atención, antes de responder al saludo. Alex se había disculpado y se había retirado disimuladamente, y Hank había vuelto a centrar su mirada en su libro. Erik tenía su típica ropa de cuello de tortuga, y Charles recién se percato de que seguramente usaba aquello para tapar su aroma natural. ¿Por qué nunca antes lo pensó?

Cuando Erik se acerco a prepararse un café, Charles notó que no lucía demasiado bien, estaba sonrojado pero pálido al mismo tiempo, y su mirada ligeramente perdida. Termino de prepararse el café y se sentó a un lado de Charles, que contuvo la respiración un momento. Su alfa estaba gritando por reclamarle, por anudarse a él, por calmarle. Quería encerrarse con Erik por el tiempo que durara ese celo, y llenarlo a cada momento... cada vez que su omega lo necesitara. Hasta que los dos solo sean cuerpos sudorosos encima de una cama revuelta y llena de semen. 

**

Erik esa mañana se había levantado adolorido, primero había culpado a la resaca, le dolía la cabeza, el cuerpo, tenia la garganta reseca. Se había duchado para bajarse la temperatura, pero igualmente no podía calmarse. Estaba tan mareado, le costaba tanto pensar, que ni siquiera notó que su entrada estaba escurriendo y había dejado una mancha en la cama. Se tomo la pastilla supresora, y se quedo unos minutos sentado en la cama, intentando relajarse... pero seguía igual de mareado. Quizás era la falta de comida... 

Busco su ropa, aunque tenía calor se puso la remera de cuello tortuga. Se miró al espejo, notaba sus mejillas encendidas, y durante un segundo recordó que solía pasarle eso cuando estaba por iniciar su celo. Pero era imposible, había tomado todas sus pastillas, no había hecho nada distinto... y aparte no había tenido sueños eróticos ni estaba duro. Debía ser que bebió demasiado, seguramente era aquello. Si estuviera en celo estaría más caliente, se hubiera despertado con una dolorosa erección, y una fuerte necesidad de ser llenado. En cambio ahora se sentía débil, ausente, tembloroso. 

En ese estado semi ausente se había vestido, había bajado, y ni siquiera notó la reacción de los alfas a su alrededor. Estaba comenzando a beber su café cuando sintió aun más calor, se acomodo el cabello hacía atrás y noto que estaba sudando. Miro su mano húmeda y frunció el ceño.

-¿Erik?-miró a Charles que le observaba preocupado, y noto su mano tocarle en la frente, lo que le refresco un poco-¿Estas bien, Erik? Estas sudando...-el menor había olvidado un poco su excitación, a pesar de que el aroma se había intensificado de golpe. Erik no lucía nada bien, y eso no era normal de un celo. Estaba sudando, y empezaba a verse pálido. 

Se sorprendió al notar que Erik miraba fijamente sus labios, y que seguía sudando profusamente. Erik asintió, pero cuando la mano de Charles bajo a su mejilla sintió su piel cosquillar, mandando una correntada directa a su pene, y se aparto soltando un gemido de necesidad. Eso alerto a Hank y a Raven, la chica los miraba fijamente y el científico se había parado apartándose un poco, y acomodándose los lentes por la sorpresa. Charles se contuvo de gruñirle al escuchar que Hank pensaba que “debía calmarlo”, la mente del científico había comenzado a fantasear al tener un omega en celo cerca. 

Erik se había apartado hasta la pared, estaba agitado, y recién ahora era consciente de que estaba lubricando, sentía el liquido bajar por sus muslos y le temblaban las rodillas. Su pene estaba reaccionando y sentía una hambrienta necesidad por ser llenado. Su mirada seguía fija en Charles, notando el aroma de alfa que este emanaba (Dios, ¿como antes no había notado que Charles olía tan rico?), Charles también le miraba, entre preocupado y excitado, la mirada azul había recorrido su cuerpo y ahora se había fijado en el bulto en los pantalones de Erik. El hombre estaba obviamente excitado. ¿Acaso era eso lo que pasaba? ¿Un celo? No lucía para nada como un celo... aunque si olía a él. 

-Estoy bien-Erik se obligo a controlarse, repitiendo en su cabeza que él era un alfa-Solo necesito...-estiró su mano hacia la mesa, atrayendo su cajetilla de metal, y abriéndola. Ni siquiera dudo cuando se mando dos pastillas, necesitaba sentirse en control de nuevo, que su cuerpo era suyo, que él era un alfa. Él no necesitaba ser llenado, él no tenía celos, él... él era un alfa. El dominaba, él se controlaba, se regía así mismo. No eran las hormonas quienes le controlaban, no eran un maldito cromosoma distinto lo que le mandaba. 

Sintió una mano sujetarle la muñeca, y se giro para ver a Hank, sin pensarlo siquiera le gruño. Su gruñido se mezclo con el de Charles, que miraba amenazante al científico. No le agradaba para nada que otro alfa tocara a su omega en celo. Este ni se inmuto, solo tomo la cajetilla y miro las píldoras dentro-¿Estos son supresores? ¡¿Por que carajo tomas esto?! Esta comprobado que tienen demasiadas hormonas, no deben tomarse mucho ¡Acabas de mandarte dos pastillas! Aparte no son útiles, apenas dejas de tomarlos el ce...-Hank se quedo callado mirando a Erik-¿Hace muchos que vienes tomándolos?-el científico se había puesto mas profesional aunque estaba preocupado. Ayudado por Charles, que les miraba atento, hicieron sentar a Erik que no dejaba de temblar-Respondeme Erik...-le ordeno, levantandole el mentón, y examinandole el ojo.

-Tres...

-¿Tres días, semanas...?

-Tres años, diario-escucho el bufido de Charles y le miro de reojo, era obvio que al profesor no le agradaba que el omega se hubiera estado empastillando. Erik gimió de nuevo al sentir la mano de Hank tomar su pulso en su cuello. Charles gruño por lo bajo al ver a Erik estirar el cuello hacía atrás sumisamente, era obvio que estaba en calor, y su cuerpo le pedía atención, por instinto, pero igual le molestaba que se ofreciera así a Hank. Tenía que controlar sus celos, pero era difícil, nunca antes envidio nada, nunca antes se sintió inseguro por perder algo... pero aquí estaba, viendo a Erik ofrecer su cuello, y se sentía como una daga al fondo del pecho. 

-Tres años es demasiado, el celo ya no se puede controlar... estas pastillas son para posponerlo un tiempo, tarde o temprano debes tenerlo. Es demasiado tiempo, tendrás el celo demasiado fuerte, algo ha desencadenado la liberación hormonal... y tu cuerpo esta exigiendo que...-se quedo callado, mirando de reojo a Charles, creyendo comprender que fue lo que desencadeno el celo. Era obvio que ellos dos eran pareja, Charles era obvio al respecto, aunque Erik no lo demostrara, aunque pareciera que no notaba a su pareja. Charles había desatado su celo, el cuerpo de Erik reclamaba por que su alfa se uniera a él, por más que Erik no lo notara. Igual Hank prefirió omitir toda esa parte.

-Escúchame Erik, vas a tener que pasar por el celo ¿si? Puedo darte inhibidores, se calmara tu aroma, y te ayudara con las molestias, pero a partir de mañana, deja que tu cuerpo se desintoxique por hoy. Estas descontrolado, estas sudando.. no es normal, es exceso hormonal... debes descasar ¿si?-Erik asintió, se levanto, quería mantener su independencia... pero sintió la mano de Charles rodearle la cintura. El menor prefirió ignorar la mancha de lubricación que adornaba la silla y los pantalones de Erik.

-Sera mejor que te ayude a subir, mi amigo-le dijo, haciendo que Erik gimoteara de nuevo. La voz de Charles le hacía estremecerse, le hacía gimotear, humedecerse más. Su pene se había puesto ansioso, presionaba contra su pantalón, exigiéndole algo de atención, le exigía que se libere, que eyacule. Erik realmente pensó en apartarse de Charles y subir lo más rápido que pudiera las escaleras, pero su cuerpo se negaba a responderle, estaba fuera de su control. 

-Quiero ir a mi habitación...-susurró apenas Erik, y Charles asintió, empujándole para que camine. Notó que Erik cerro los ojos, e intento ignorar los pensamientos que el magnético estaba proyectando. Lo escuchaba quejarse, sentir como se humedecía, como le temblaban las piernas... “dios, dios... estoy demasiado excitado”. Charles gruñó, apresurándose a salir de la cocina, no sabía que tan buena idea fue esa. Tener contacto directo le facilitaba leer su mente, y aun más cuando el mayor estaba tan descontrolado. Apretó su cintura y su pene se endureció al escuchar el gemido en su cabeza “Ahh.. dios... más abajo.. que toque más abajo...”. Charles se quedo rígido antes de subir las escaleras. Su mano durante un minuto obedeció la orden de Erik y bajo un poco, tocando donde iniciaba la curvatura de sus nalgas, apretando ligeramente su glúteo, pero tan rápido como lo hizo la aparto, pensando que debía mantener el control. No iba a aprovecharse de su omega solo por que estuviera en celo. 

Escucho a Erik gimotear, protestar por que no recibía ningún consuelo. Sabía que su cuerpo debía quemarle, no solo por las hormonas, sino por que su alfa estaba a su lado y ni le tocaba. El judío estaba demasiado liado, su orgullo versus sus instintos. Hubiera deseado que el telepata le siga tocando, y al mismo tiempo se odiaba por eso. Las piernas de Erik flaquearon cuando iniciaron a subir las escaleras y Charles dudo.

-¿Quieres que te cargue?-eso pareció hacer reaccionar al polaco que abrió los ojos, le miró tan fulminante como podía y le gruñó, intentando verse tan amenazador como podía. Tenía que mantener la compostura, tenía que ser consciente, cualquier alfa era peligroso cuando estaba cerca de un omega en celo, incluso si ese alfa era Charles. No iba a confiarse. Había tenido demasiados alfas aprovechándose de su celo, no quería que eso se repitiera... nunca. 

-Puedo solo.-aseguro, apartándose. Se regaño a si mismo, recordándose que se había preparado para ello, y se sujeto del mango de la escalera para subir. Él era fuerte, él era capaz de superarlo solo... él no necesitaba de un jodido alfa, él era más que suficiente. Busco subir tan rápido como podía, no quería pensar y sentir cada pisada, así que junto energía y pego un trote. Al llegar arriba se inclino un poco, sintiendo la humedad deslizarse por debajo de su rodilla. Sollozó, y cuando estaba por rendirse sintió la mano de Charles rodear de nuevo su cintura.

-Tranquilo amigo, voy a ayudarte no más... se controlarme. Confía en mi, Erik-le dijo, y el polaco le miró atento antes de asentir.“No soy débil, Charles. Si tengo que golpearte, no me importara que seas mi amigo”, le dijo mentalmente y el menor se rió-Claro que si Erik, eres el mutante más fuerte que he conocido ¿ya lo olvidaste?-le susurró, y termino de guiarlo hacía su habitación.

Ni bien entraron, Erik se dirigió a la cama y se dejo caer, cerró los ojos, y los abrió al poco tiempo, con sus iris oscurecidos de deseo, aun más al sentir el aroma de alfa de Charles-Creo que debes irte, Charles-el aludido se había quedado estático frente a la cama, intentando resistirse a la imagen de su omega acostado, acalorado, necesitado. Su propio pene palpitaba, rogándole que los calmara a ambos, que los dejara unirse por fin. Ya era demasiada espera, lo necesitaba como si fuera parte de su cuerpo. Erik estaba allí, era su omega, y estaba en celo... húmedo, listo para que le follen. Quería clavarse en su interior tan hondo que le dejara marcado para siempre, quería hacerlo suyo... sentir su interior abrirse, recibirle, ceñirse alrededor de su pene. Quería embestirlo, y golpear su próstata y verlo gemir de placer y...

-Ohhh, Dioos...-Erik gimió arqueándose y tirando su cabeza hacía atrás. Casi parecía tener un orgasmo, y entonces Charles notó que había proyectado, y había dejado que el mayor supiera sus pensamientos. Cosa que no fue buena idea, por que ni bien gimió el polaco flexiono las piernas y las abrió. Eso a los ojos del telepata era una invitación a que lo poseyera. La mano del mayor voló a su virilidad, y apenas pudo juntar fuerza para entreabrir los ojos-Mejor vete Charles, no... no estas ayudando...-protestó el hombre, había visto en la mente de Charles como gemía y se retorcía de placer, y realmente quería hacerlo... realmente quería que Charles le calmara. Ya no se aguantaba más, tenía el pene tan duro que le dolía; sin pudor comenzó a acariciar su virilidad por encima del pantalón. Ya no podía contenerse, menos con Charles proyectando todos sus pensamientos, haciéndole saber lo bien predispuesto que estaba a darle lo que el quería. Lo mucho que pensaba en metersela, y lo bien que él se sentiría si lo hiciera. Estaría lleno, calmado... 

Unos golpes en la puerta los distrajeron a ambos, pero ni aun así el mayor dejo de mover su mano sobre su bulto... hacía años que no se sentía así de duro. Nunca estuvo así de duro, jamas. Charles finalmente le quito los ojos de encima, no sin dificultad, y camino a la puerta para averiguar quien era. Apenas y entreabrió para ver el rostro de Hank, vio como la nariz del científico se ensanchaba y sus ojos se oscurecían antes de mirar “disimuladamente” a Erik que seguía recostado en la cama, tocándose por sobre la ropa. Charles ni bien lo vio mirarlo le gruño y Hank dio un respingo, entregándole una crema-Estuvimos estudiando esto en un laboratorio, es una crema que le ayudara a refrescar su piel... no eliminara los síntomas, pero si sera un ligero alivio en frió. Dile que se la aplique, cualquier alivio sera bueno si va a ser tan fuerte como me imagino-Hank cerró la puerta ni bien le entrego el tarro, e intento calmarse. Pero el aroma traspasaba las paredes, y comenzaba a sentirse inquieto... se había endurecido con solo un aroma, y hacía tiempo que no le pasaba. 

Raven estaba subiendo las escaleras y le miró con preocupación, estaba por preguntar por Charles y Erik cuando noto el bulto en los pantalones del tímido científico. La chica primero se quedo pasmada y luego sonrió traviesa, mirándole con un brillo en sus ojos-¿Necesitas ayuda con eso, Hank?-el mutante no aguanto mucho más, se acerco a la insinuante chica y le comió la boca de un beso, antes de comenzar a empujarla hacía su habitación. La chica gimió de gusto y se dejo hacer. Le gustaba la bestialidad de Hank, era un chico atractivo, inteligente y tan adorable. Pero cuando el alfa dentro suyo salía se volvía... intoxicante. 

La metamorfa sabía que tenía que ir con cuidado, no debía enamorarse de ese chico. Era un alfa, y seguramente algún día terminaría encontrando a su omega. Pero era muy difícil, muy difícil cuando Hank la sujetaba con necesidad por las caderas, la apretaba y le hacía el amor con desesperación. Lo que más costaba, en realidad, era no enamorarse de ese chico que al terminar, la abrazaba, uniendo sus pálidos cuerpos y le repartía dulces caricias por toda su piel. Hank era un amante tierno, y le encantaba.

El hombre nunca se cansaba de repetir lo asombrosa y hermosa que era, lo perfecta que era. Aunque a veces Raven sentía su corazón dudar, al preguntarse si Hank la querría si ella le mostrara como era su forma natural. 

**

-Erik.. escucha, Erik... ¡ERIK, por favor! ¡¿Puedes dejar de hacer eso?!-Charles sabía que era cruel pedirle eso cuando estaba teniendo el celo más fuerte de su vida, pero estar allí, queriendo decirle lo de la crema, y con Erik sin dejar de tocarse por sobre la ropa era sumamente... enfermo. No podía concentrarse en nada más que el movimiento rítmico de esa mano, que parecía estar aguardando a que el telepata se fuera de allí para ponerse realmente en acción. Y si no era esa mano lo que miraba, eran sus expresiones de placer y de ansiedad, la forma en la que se mordía los labios y se descontrolaba, parecía al borde de una eyaculación-¡Basta!¡Necesito decirte algo!

-¡Joder Charles! Vete de una vez, no estas ayudando, vete...-Erik sollozó, y se giró poniéndose boca abajo en la cama, enterrando su rostro en la almohada y frotándose contra las sabanas. Charles cerró los ojos y quiso contener la respiración, no quería ver la mancha de húmeda de su trasero. No, no quería ver nada, por que una simple mirada y se le arrojaría encima. No quería imaginarse sus nalgas desnudas, su entrada rosada escurriendo, pidiendo... ¡Dios!

-Me iré, pero debes ponerte esta crema, va a aliviarte un poco-le aseguró, pero Erik gruño y negó, mordiendo la almohada, mientras movía su mano con dificultad. Charles no tuvo que mirar demasiado para saber que la había colado debajo de sus pantalones para tocarse. Podía imaginar el pantalón dándole espacio, los rizos oscuros que bajaban de su ombligo hacía su hombría, esa erección escurriendo, palpitando-Erik te va a calmar un poco, no puedes estar así hasta mañana...y va ir empeorando...

-¡Vete a la mierda, Charles!-”Si no vas a follarme largate... no, no, no... no quiero que lo haga, no soy un omega, soy un alfa”. El telepata gimió y se masajeo la cabeza, pensando que iba a volverse loco. Ya no iba a ser capaz de resistir esos pensamientos, necesitaba bloquearlo. No era tan fuerte como para ignorar a un Erik que estaba rogando por ser penetrado. Dolía contenerse, dolía no acercarse y tocarle, y calmar a ambos. Dolía no poder dejar que su pene encontrara alivio entre esos blancos glúteos. 

-Mierda, Erik. ¡Siéntate!-uso una voz bien autoritaria, que en el estado de Erik hizo que el mayor se girara y le mirara. Cualquier otro omega ya estaría sentado, pero Erik era fuerte (¿acaso no era eso lo que le gustaba de él?)-Siéntate, Darling, ya... de espaldas a mi-la voz de Charles se mantenía autoritaria, y Erik dudo pero finalmente su instinto le hizo obedecerle. Se sentó a lo indiecito, de espaldas a Charles y sintió como el menor se arrodillaba en la cama. No sabía si sentirse feliz o triste de que alguien iba a atender su excitación, de que alguien al fin iba a llenarle con...-No voy a atenderla Darling-se tuvo que obligar a decir-, solo quiero calmarte. Hank dice que esto ayudara-le susurró Charles al leer su pensamiento, realmente ya no quería escuchar lo que Erik pensaba por que todo lo que querría hacer esa bajarle los pantalones y follárselo. Erik sintió un deje de alivio, mental, por que su cuerpo seguía igual de desesperado y no paraba de tocarse a si mismo-Erik, deja de tocarte por favor, me harás descontrolar...-el mayor gruño en protesta, pero sabiendo que lo mejor para ambos era que dejara de hacerlo su mano se quedo quieta, aunque no salió de dentro de su pantalone.

Charles, conforme, empezó a retirarle la remera, cosa que logro que Erik se arqueara de gusto, y estirara su cuello en ofrecimiento. El telepata se deleito con la vista de su espalda, y gruñó, se inclino a olfatearle, embriagándose con su aroma un momento: le hacía arder las fosas nasales y le sacaba la garganta. Sentía que no debía dejarse llevar, pero antes de que fuera tarde se alejo-Calma, es solo para la crema-Erik sollozó de pura necesidad pero le ayudo a retirar la prenda-Bien-Charles abrió el pote y se embarro ambas manos con la sustancia, que tenía un aroma extraño. Sin pensarlo demasiado, por que si lo hacía querría tocarle de otra forma, empezó a desparramar la crema por su espalda, acariciándole con cuidado, intentando embarrar cada rincón de su musculoso cuerpo y al mismo tiempo no pensar que finalmente estaba tocando a su omega.

Sus manos le acariciaron toda la espalda, sintiendo lo suave de su piel, se deslizaron por cada costilla y musculo, y subieron a su nuca, masajeandola un poco. Sintió un suave ronroneo de placer, pero lo ignoro... no quería pensar en que el magnético estaba disfrutando de su tacto. Se desvió a su cuello y lo embarraron, aliviándose un poco al sentir que esa crema anulaba ligeramente el olor. Bajo al vientre ajeno, rozando los ligeros rizos que marcaban el descenso a su ingle, y se obligo, realmente se obligo, a no seguir el camino para tocar su hombría. Le embarro los pectorales, froto sus tetillas, el cuello, sus orejas... intentaba hacerlo rápido, pero no podía controlarse del todo. Sus manos buscaban sentir cada espacio, y cada tanto se deslizaban por la piel ajena con sensualidad, buscando hacer reaccionar a su pareja en vez de calmarle. Presionaba los músculos más de la cuenta, robandole algún que otro jadeo, y le rasguñaba ligeramente. Era tan, tan difícil controlarse... era como tener el mejor tesoro enfrente, sin nadie que lo cuide, y no deber llevarlo.

Erik se estremeció al sentir la mano ajena rozar sus pezones, se arqueo un poco, mordiéndose los labios para no gemir. No lo aguantaba más, cada contacto con las manos de Charles hacía que su piel ardiera, aunque al mismo tiempo se enfriaba con el frescor de la crema. Entreabrió los ojos un poco, y se mordió el labio, mirando su virilidad que no se había relajado ni un poco. Su uretra estaba escurriendo presemen; su virilidad estaba sumamente hinchada, bien erecta, asfixiada por el elástico de su bóxer que se ajustaba debajo de sus testículos haciendo que estos estuvieran rígidos. Dios, necesitaba tanto que... observo como la mano del inglés bajaba por su abdomen, esa mano blanca llego a su ombligo, jugo con sus rizos cobre de su vientre bajo. Erik jadeo, ya sin aguantarse. La mano del ingles se había deslizado a su cadera, y él tan disimuladamente como pudo llevo su propia mano a su virilidad y comenzó a tocarse. Era sumamente placentero sentir a Charles acariciarle, su piel se erizaba ante el contacto, hacía que su sangre ardiera y lo incitaba a seguir acariciándose más y más. Su respiración se acelero, aunque intentaba disimularlo. Oh era tan delicioso... ojala fuera la mano de Charles la que le acariciara, ojala el inglés besara su piel, ojala sus dedos jugaran en su trasero... tembló de placer y acelero el movimiento, olvidándose completamente de disimular.

Charles siguió acariciándole la espalda, bajo un poco por sus piernas, que estaban sumamente calientes, lo notaba incluso a través de la ropa... y fue entonces cuando noto el movimiento de la mano de Erik. “Dios sii... se siente tan bien...”-¿Erik, que haces?-pregunto nervioso, y su mano volvió al vientre ajeno, y entonces lo noto: Su mano choco con esa dura erección, que estaba firmemente parada, y la cual Erik atendía con frenesí. Jadeo de sorpresa, su omega estaba entre sus brazos... masturbándose sin vergüenza alguna. Rozó apenas esa virilidad palpitante y sintió a Erik gemir de gusto e inclinarse hacía adelante. Charles pudo mirar mejor su espalda, la forma que se curvaba cuando iniciaban sus nalgas-Erik... por favor contrólate...-rogó, sintiendo la sangre volar a su virilidad, haciendo que duela.

Pero el magnético sentía su piel arder, no podía controlarse aunque quisiera. Ese simple roce de Charles le había hecho arquearse de gusto. Sollozo cuando la mano ajena se alejo de su miembro, con lentitud... con resistencia, como si realmente quisiera quedarse allí. Sintió ambas manos de Charles en su espalda baja, y gimió, inclinándose hacía adelante, intentando que le toque más-Charles... solo... por favor...-llorisqueo, sentía su cuerpo humedecerse, sus entrañar arder pidiendo un poco de atención. El aroma de Charles le estaba poniendo a tope, olía tan rico... como nadie-Sigue tocándome Charles... por favor...-suplico, realmente necesitado. Estaba conteniéndose tanto como podía, realmente deseaba tener atención en su parte trasera. 

El telepata se sentía al borde de la locura: allí estaba Erik, suplicándole, y él le estaba acariciando. Pero debía contenerse ¿verdad? No podía aprovecharse de su celo, no podía. Se inclino sobre él, jadeo en su oreja y sintió a Erik temblar y esa mano moverse más rápido. Charles tenía la boca seca, solo quería follárselo... quería calmarle... le apretó las nalgas, y sintió a Erik gemir de gusto. Con solo escucharlo así: ronco, gimoteando, tan pecaminoso y vicioso, aunque Erik parecía todo un alfa... no pudo contenerse más. Beso su oreja, la mordió suavemente y sintió más gemidos de placer. Sintió que la respiración ajena se ponía errática, pero se obligo a embarrarse las manos con más crema, buscando calmarle. Esa era su misión... debía enfocarse en eso aunque Erik rogara por otra cosa. “Dios.. estoy tan húmedo.. dios... necesito... ohh...” Charles volvió a gruñir, una de sus manos volvió al vientre de Erik, y se animo a rozar su virilidad, a tocarla apenas, rozar tímidamente sus dedos con el glande ajeno. “Oh Dios, si... solo quiero que... meta sus dedos.. dios, por favor...” Con solo escuchar ese ruego Charles sintió que podía venirse sin siquiera ponerse una mano encima. La mano que seguía en la espalda de Erik bajo hacía sus nalgas y se insinuó, colándose entre las ropas de su pareja, bajando por la hendidura entre sus nalgas. Al llegar a su entrada, sintió la humedad que empapaba los pliegues ajenos, sería tan fácil empujarlos dentro y sentirlo abrirse solo para él-Ohh Erik... estas...-no pudo terminar la frase cuando sintió a Erik gemir de gusto, la mente ajena se puso en blanco total, llenándose de éxtasis y frenesí. Ese simple toque había hecho que el omega temblara de gusto, se retorciera, y su virilidad palpitaba como loca, alcanzando el orgasmo. 

-Ohhh dios...-el cuerpo del magnético tembló, y un ronco gemido escapo de sus labios. Su mano se había ceñido en su glande, hasta que sintió su propia simiente empapar su mano, y su virilidad palpitar erraticamente. El alivio que le genero venirse le obligo a cerrar los ojos, y tensar todo su cuerpo. Por su parte, el telepata estaba tan duro que dolía, no podía creer lo que había pasado: su omega se había masturbado entre sus brazos hasta venirse y no solo eso, le había empapado la mano con su semen, podía sentir el embriagante aroma. Y él estaba como una roca, con una hambrienta necesidad de follarle. 

Erik estaba agitado, su cuerpo se había relajado un poco, pero aun deseaba que le follaran. Deseaba tanto que Charles abriera sus nalgas y jugara con su entrada. Pero no... ya esta, ya se sentía lo suficientemente avergonzado por haberse venido por las caricias ajenas. Dios santo, Charles le odiaría... pensaría que era una zorra, un necesitado que no podía contenerse. Shaw tenía razón, él...

-Shh... solo calma tu mente, Erik-escucho a Charles susurrar a su oído, e intento realmente hacerlo. Intento regularizar su respiración, mientras sentía a Charles seguir tocando sus glúteos y su espalda, ahora en suaves caricias. Charles se aparto de su oreja, por que ya no aguantaba el aroma que estaba emitiendo, a pesar de que esa crema lo cubría un poco, se sentía y aún más al mezclarse con el aroma de su simiente. Realmente no sabía como se estaba controlando, como no lo violaba... si Erik estaba tan entregado. Pero no podía, no podía hacerle eso a su pareja-Déjate llevar por la oxitocina, relájate...-se obligo a decir, queriendo calmarle. No quería que entristeciera, no quería que ningún pensamiento de Shaw le embargara, quería que se relajara, que entendiera que ahora estaba a salvo. El magnético obedeció y cerro sus ojos, aun consiente de la pequeña relajación que le había dado su insuficiente orgasmo. 

Charles no entendía como se estaba conteniendo para no follarle, si se veía tan delicioso. Al menos el olor de Erik había sido cubierto por la crema, y su piel ahora estaba más fría al tacto. Charles empezó a notar que realmente empezaba a relajarse, el mayor había quitado la mano de su entrepierna, y había comenzado a respirar con normalidad, y no con el tono acelerado de antes. Se estaba calmando, la excitación se estaba yendo a pesar de que aun estaba tan ansioso... Charles sin aguantarse apretó sus pectorales y sintió a Erik suspirar y tirarse un poco hacía atrás, buscando repegarse a su cuerpo. El telepata sabía que estaba jugando con fuego, con la resistencia de ambos, y debía detenerse. El polaco tenía los ojos cerrados, al parecer relajado por el contacto. Los pensamientos necesitados se habían calmado, y ahora parecía disfrutar de las caricias con dulzura. Nunca pensó que alguien pudiera tratarle tan bien durante su calor, que alguien le tocara con dulzura en vez de deseo.. que alguien realmente pareciera querer cuidarle... 

-¿Erik?

-¿Mmm..?-el omega se repego a su pecho, suspirando aliviado, aun con los ojos cerrados y su expresión relajada. Charles por sus pensamientos pudo notar que estaba fresco, calmado, adormecido... como si tuviera anestesiado. Y supuso que ese era el efecto de la crema, potenciado con haber calmado un poco su deseo sexual. Erik seguía caliente, pero ahora podía contenerse un poco, y al menos su piel no estaba fiebrosa como antes. 

-¿Ya estas mejor?-Erik apenas entreabrió los ojos para mirarle y asintió. Se había recostado de tal modo que su nuca se había apoyado en el hombro de Charles, pero el resto de su cuerpo se mantenía alejado, exceptuando sus hombros. Mejor así, por que si se le repegaba entero iba a sentir la erección del telepata que era imposible de disimular. Erik estiro el cuello en una clara invitación, y Charles no pudo aguantarlo y le deposito un beso, haciendo que gimiera bajito. A pesar de que el aroma estaba mas cubierto, aun lo sentía, y ese rictus de ofrecimiento le hacía querer reclamarlo. Erik se le acaba de ofrecer, Dios... esto era una locura. 

-Creo que quiero dormir... mejor vete, que me estés tocando me descontrola-Charles asintió, aunque no se movió, no quería irse. Erik ronroneó, y luego uso su fuerza de control para alejarse y acostarse en la cama. Su omega tenía más fuerza de voluntad que él, aunque claro, su omega si se había corrido. Charles le miró y se levanto desganado, sintiendo un fuerte dolor en sus huevos, necesitaba encontrar alivio. Se sentía patético, parado frente a la cama, mirando a Erik recostado y húmedo.. y él tan duro que su pantalón no lo disimulaba, su ropa estaba revuelta, como si hubiera tenido acción. Su pelo desordenado, las mejillas rojas y la mano llena de semen. No podía creer estar así, excitadisimo e imposibilitado. No dejaba de repetirse que tenía que comportarse, tenía que hacerlo.

-Cualquier cosa llámame, Erik. Estoy para ayudarte mi amigo-Charles se concentro en salir de la habitación, y una vez estuvo fuera aspiro el aire “puro”, que igual estaba infectado del omega, y sollozo de deseo. Se alejo, yendo hacía su habitación en la cual se encerró. Se dejo caer en la cama e inmediatamente abrió su bragueta, comenzando a tocarse. Su verga estaba soltando precum, lo que le sirvió de lubricante para masturbarse. Estaba más duro de lo que hubiera pensado, y cada caricia la sentía multiplicada. El aroma de Erik le había sensibilizado. La mano llena de semen la llevo a su boca, primero la olfateo, y luego comenzó a lamerla con lentitud. Recogió con su lengua el semen ajeno, y ronroneo de placer al sentir el sabor. Era de Erik, el delicioso sabor de Erik... que se vino entre sus brazos... que se vino por sus caricias... ¡Dios! Erik se había corrido entre sus brazos, por que el toco su húmeda y necesitada entrada. Erik había temblado, y gemido...y él había estado tan cerca, tanto que le lleno la mano de semen... Erik tuvo un orgasmo, un fuerte orgasmo entre sus brazos... Acelero la mano, hasta que sintió su propio pene palpitar, su cuerpo tensarse... sus huevos estallar empapando su propia mano de semen. Mientras disfrutaba del orgasmo, siguió lamiendo el semen ajeno, saboreando su sabor. Respiró agitado y se relajo contra la cama, intentando calmarse...

De a poco su respiración se fue calmando, su mano siguió moviéndose sobre su pene, hasta que llego al nudo debajo de su virilidad, una pequeña bola que decoraba la base de su pene, que se hinchaba ante una extrema excitación. Esa era el nudo con el que abotonaba a su pareja, lo cual decían era sumamente placentero. Lo masajeo un poco, acariciando la suave y sonrosada piel, suspirando placentero. Sería tan lindo meterse tan hondo en Erik....

Aparto los pensamientos, no quería volver a calentarse. Todo esto iba a ser difícil, nunca pensó en que Erik tuviera un celo ¿como carajos iba a aguantar que oliera así toda una semana?

Notas finales:

Ufff... ¿qué tal? Realmente no soy buena con el lemon, y esto me re costo... sentía que describía muy poco, después demasiado, después poco sensual... pero bue, es lo mejor que salio u.u

Aclarando otras cosas, llegaron algunas preguntas sobre el universo alfa/omega. No soy experta en esto, ni mucho menos la creadora, solo tomo lo que me gusta y lo adapto. Comento lo básico, en este universo hay humanos que cuentan con ciertas características animales, pueden ser físicas (tener colas, orejas, nudos, colmillos, etc) o pueden ser invisibles (hambre voraz, deseo sexual muy fuerte, un muy buen olfato, etc). Estos humanos con características especiales son omegas y alfas, que segun el autor pueden estar predestinados como almas gemelas o no. Luego los beta, son gente común y corriente, como todos.

-Un alfa es una persona, que independientemente de su sexo (varon o mujer) vendría a ser el "macho" de una relación. Son fuertes, tienen un gran sentido del olfato, audición y son territoriales. En este fic tienen gran necesidad de estar con su omega, son celosos y protectores y físicamente cuentan con un nudo en la base del pene, que los anudada a su pareja (si, si, como los perros). Eso es lo que Charles toca cuando se masturba. Esto era algo de lo que dudaba mucho, ya que no sabía que aceptación tendría, pero en fin, si veo que no resulta lo nombrare muy poco.

-Los betas son como todos, gente normal, que puede tener relaciones con quien quieran, amar a quien les plazca y son perfectamente normalillos. Pueden mantener una relación con un alfa o un omega, pero tiene que ser consciente de que si su pareja se encuentra con su determinado alfa/omega su relación quizás no perdure. ¿Por que digo quizás? Por que al menos en mi universo las dinámicas han sido pervertidas con los años, y muchos alfas se aprovechan de sus omegas para explotarlos sexualmente, y nunca se enamoran. O puede ser que el omega no se enamore por alguna razón. Es decir, no siempre funciona, y quizas la relación con un beta si resulta. 

-Los omegas serían las hembras, también con buen sentido del olfato, y cuentan con ciertas características, como lubricar solos ante la excitación, esta lubricación tiene un aroma muy afrodiciaco apra llamar a posibles parejas. Tienen celos (si, como los animales); y por lo menos en mi universo se dan cada cuatro meses más o menos, y dura cinco días aproximadamente. Durante este periodo se sienten muy necesitados por que les follen, casi desesperados, pueden cometer locuras si no tienen un buen autocontrol. El celo puede ser por causas naturales, o puede producirse químicamente (asi es como lo explotan sexualmente).

Erik, en el fic, sufrio de esta explotación por parte de Shaw, quien lo manipulo desde que lo encontro, para hacerle creer que era su pareja. Por eso se lleno de resentimiento, por que el Alfa que supuestamente debía cuidarlo y amarlo no lo hizo nunca, esta enojado con el mundo y decidio volverse un alfa y vengarse matando a Sebastian. Obviamente no se puede volver un alfa, solo puede actuar como uno y tomar hormonas para eliminar su celo, pero tampoco puede eliminar el celo, solo se genera un desorden hormonal, que es lo que vemos en este capitulo. 

En fin, eso sería, si hay mas dudas, me comentan. ¿Que opinan del nudo? Eso era algo que me ponía muy nerviosa, yo en los fic que leí me daba morbo que se quedaran abotonados unos minutos, y bue... lo aplique, pero si les disgusta lo nombrare lo menos posible. Si pueden comenten, algo ando desinspirada u.u Gracias por leer, besos.

 

 Charles empezó a golpear la puerta con fuerza, a patearla, mientras llamaba a su compañero con un poco de desesperación-Erik, Erik... joder ¡Erik! ¡¡Por favor!! ¡Déjame explicarte! ¡¡ERIK!!-pateo con furía la madera, descargando su bronca.


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