Su corazón latía demasiado rápido. Y esta vez, el motivo no era Eunhyuk; o al menos no directamente. Si hubiera sabido hubiera tenido la audacia para decir que no, que nunca hubiera ido.
El lugar donde estaban era oscuro y poco frecuentado. Seguían en el centro, pero en una calle un poco alejada de las tiendas. Kangin se había acomodado en los escalones de una pequeña escalera de piedra metida entre dos muros. Solamente unas pocas farolas iluminaban el sitio. Donghae en serio que se sentía fuera de lugar. Y se volvió el doble de horrible cuando, viendo que Eunhyuk se alejaba de él y se sentaba en los escalones, se dio cuenta de que estaba solo en medio de dos chicos raros. El primero, a su izquierda, si recordaba bien, era Zhoumi. Ciertamente era el más alto ahí, pero no hablaba mucho. Solo había dicho dos pequeñas palabras desde que él y Donghae se habían conocido. Y el otro a su derecha era, por el contrario, demasiado hablador. Hablaba todo el tiempo y no decía nada. En realidad, prácticamente se hablaba a sí mismo, lo que lo asustaba aún más. Y lo que molestaba más a Donghae era que no dejaba de mirarlo, sus ojos tan oscuros como la tinta... Yesung, ese era su nombre. Recordaba que él también tenía una pésima reputación en la escuela.
Los otros se veían más normales. Kangin era un poco rudo, ronco y tenía un extraño sentido del humor, pero no le colocaba mucha atención a Donghae. Kibum era más discreto. Hablaba casi tan poco como Zhoumi. Pero aún así, él no se notaba tanto como el otro. Donghae casi había olvidado su existencia. Como fuera, parecía que Eunhyuk tenía una extraña atención hacia ese chico, y Donghae se preguntaba por qué. Pero al final, el último y probablemente el más normal de la banda era Shindong. Bromeaba frecuentemente y tenía un rostro amable. Pero aún así parecía tener mucha influencia en el resto y Donghae sentía que podía hacerse escuchar fácilmente.
Fue mientras meditaba en cada una de las personas que lo rodeaban que de repente sintió una mano tomar su hombro y girarlo bruscamente. Miró a Yesung con pánico, el otro todavía lo miraba con el ceño fruncido. Pero cuando abrió su boca para hablar, el chico casi estancó una lata en su estómago, soltándola al segundo siguiente, obligando que Donghae la agarrara.
-Pero…- murmuró Donghae mirando la lata de cerveza que reconoció como una de las que había comprado Kangin en el supermercado antes de ir ahí.- Esto es… es…
-Cerveza- terminó Yesung por él.- Bebe
Donghae tragó saliva con dificultad. Nunca había tocado el alcohol hasta ahora. Obviamente había tenido muchas fiestas con sus amigos desde el colegio, Kyuhyun podía beber fácilmente vaso tras vaso, pero él apoyaba a Siwon y Ryewook no tocando nada. En realidad, nunca había tratado. Y pensaba que ya tendría mucho tiempo para acostumbrarse al alcohol cuando fuera adulto.
Pero ahí…la mirada de Yesung lo hacía temblar y un intenso deseo de huir se aferró a él.
-No te va a matar, así que bebe- insistió el chico.
-No sé, yo…
-¿Qué? ¿No te gusta?
-Oh, yo…
Donghae retrocedió un paso frente a la insistencia de Yesung. Su corazón latía tan rápido que casi dolía. Se sentía realmente mal, y la única cosa que era capaz de pensar en ese momento era ‘¿pero qué estoy haciendo aquí?’. Se repetía la frase una y otra vez, eternamente.
-Donghae
Esa voz lo salvó de un ataque de pánico. Se sintió calmado solo al oír lo que era una dulce campana para sus oídos. Giró su rostro hacia Eunhyuk, quien lo miraba con una sonrisa extraña. Y aunque la luz de los focos sobre él le daban un extraño y lóbrego tono de piel, Donghae lo siguió encontrando muy atractivo. Era una de las pocas cosas que no había dejado de pensar desde que había empezado la tarde.
-¿Nunca haz bebido antes?- le preguntó Eunhyuk, siempre con la misma sonrisa.
Donghae abrió sus ojos un poco más. ¿Cómo había sabido? ¿Cómo había adivinado? Los ojos oscuros de Eunhyuk estaban sobre él de nuevo, como rayos x que analizaban hasta la última de sus acciones, todos sus pensamientos. Donghae casi se sentió desnudo, como si no pudiera esconderle nada.
-Yo…- dijo simplemente mientras miraba hacia abajo y dejaba caer sus brazos a sus costados, una de sus manos aún sosteniendo la lata de cerveza que Yesung lo había forzado a sostener.
Escuchó algunas carcajadas ahogadas. Reconoció fácilmente la voz de Kangin, pero también la de Shindong. Ambos tambiénestaban sentados en las escaleras, un poco más abajo que Eunhyuk. Kibum estaba sentado también, y ganó un hombro contra la muralla mientras miraba neutralmente a Donghae. Zhoumi seguía de pie pero estaba contra una pared, manos en los bolsillos. Donghae estaba solo al lado de Yesung, y el otro tomó la oportunidad para girarlo hacía él a la fuerza, jalando su brazo.
-¡¿Nunca haz bebido?!- exclamó abriendo unos ojos enormes.
-Pero yo…
-Donghae- Eunhyuk interrumpió de nuevo.- Ven aquí
Tranquilo como nunca, Donghae soltó su brazo del agarre de Yesung y caminó hacia Eunhyuk. Se disculpó por molestar a Kangin y Shindong para poder pasar entre ellos, y finalmente colocó su trasero en el mismo escalón que Eunhyuk. Aún con la intensa y pesada mirada del chico en él, se sentía más seguro ahí. Miró hacia abajo, avergonzado por una razón desconocida.
-Entonces Donghae- casi murmuró Eunhyuk.- ¿Nunca haz tocado el alcohol antes?
-N-no…- confesó Donghae en voz baja, sin atreverse aún a levantar la mirada.
-Pero no importa ¿sabes?, no estés tan asustado…
-N-no…no estoy asustado
-¡Entonces me siento tranquilo! Toma esta, voy a compartir mi lata contigo- le propuso Eunhyuk mostrándole su lata ya abierta a Donghae.
Donghae sintió su corazón latir más rápido y miró a Eunhyuk, quien sonreía. Dios, amaba esa sonrisa. Pero tampoco se sentía muy bien. No sabía realmente si quería beber o no. Después de todo sería su primera vez. Y el alcohol no era algo para tomarse a la ligera. Aún así, todos esos chicos parecían pensar de otro modo; especialmente Kangin, que ya había empezado otra botella que había comprado en adición al pack de cervezas.
-No sé…- masculló Donghae.- No estoy seguro…
-Vamos- lo interrumpió Eunhyuk, tomando una de sus manos para darle la lata.- Aunque sea prueba un poco
-Pero… Eunhyuk, yo nunca he…
-Hay una primera vez para todo. Vamos, bebe, ¡estaré feliz!
Donghae sostuvo la mirada de Eunhyuk después de descansar sus ojos en la lata que ahora tenía en sus manos. Se mordió el labio, indeciso entre dos deseos. Y entonces, la sonrisa de Eunhyuk lo hizo romperse. Lentamente, levantó la lata hacia sus labios y tomó un sorbo de cerveza. El líquido quemó su garganta y calentó toda su boca. Casi tosió cuando colocó la lata de vuelta en las manos de Eunhyuk. El otro estalló en carcajadas.
-¡Jajajaja! ¿Es fuerte, eh? Tengo que admitir que no tomaste la más suave Kangin- hizo notar Eunhyuk.
-Eh, mis cervezas son muy buenas- se quejó el mencionado.
-No dije lo contrario, pero para una primera vez, tengo que admitir que esta no es la mejor
-Es…- murmuró Donghae, una mano en su garganta.- No es muy buena…
Eunhyuk estalló en carcajadas de nuevo, imitado por Shindong. De alguna manera avergonzado, Donghae bajó su mirada de nuevo.
-¡Se pondrá mejor con el tiempo!- exclamó Kangin.- ¡Ey, Yesung! ¿Tienes un cigarrillo?
-Te terminaste mi cajetilla hace dos días- le recordó con el ceño fruncido.- ¡Me debes!
-Tch… Kibum, ¡tu cajetilla!-
A su espalda, Kibum le dio sus cigarrillos sin protestar pero guardó uno para sí mismo. Donghae lo vio sacar un encendedor de su bolsillo y encender el cigarrillo. El humo creció en el aire y voló sobre el pequeño grupo por un momento, y entonces, desapareció completamente.
Para Eunhyuk la mirada de Donghae no pasó desapercibida; una mirada casi de pánico.
-¿Supongo que tampoco haz fumado?- preguntó para atraer la atención del castaño hacia él.
Donghae dio un salto y miró al chico a su lado. Era verdad, nunca había fumado. Y aunque sabía que muchas personas de su edad ya fumaban, la idea de que Eunhyuk o sus amigos también lo hicieran, se le hacía extraña. Era algo tan lejano a su normal estilo de vida; tan lejos de su mundo.
-No te preocupes tanto-le dijo Eunhyuk a Donghae al ver su mirada asustada.- No te voy a forzar a fumar. No es lo mismo que beber
-G-gracias- respondió Donghae en un susurro.- Yo…en serio no quiero fumar
-¡Estás mal!- dijo Kangin inmediatamente.- ¡Diablos, te relaja! Te calma los nervios, deberías probar
-Pero no… no necesito…
-Oye, ¡déjate llevar un poco!- Shindong lo cortó abruptamente.- ¡Mierda, Eunhyuk! ¿Por qué nos trajiste esto?
-En serio que no veo en qué es diferente- dijo Zhoumi de pronto.- Mira, parece asustado a muerte
-Oye, ¿no te vas a hacer en los pantalones, cierto?- intervino Yesung.
Donghae se sonrojó por la vergüenza. Concentró su mirada en sus zapatos, harto de todos esas miradas intensas que estaban puestas en él.
-Suficiente chicos, es nuevo para él, es por eso- dijo Eunhyuk finalmente.
Donghae de repente soltó un gritito, sintiendo la mano del chico pasar a su espalda para palmearla amablemente. Este gesto lo tranquilizó y sintió cómo los latidos de su corazón se calmaban.
-Es diferente porque él no nos acusa- continuó Eunhyuk.- No nos juzga mal, no como el resto de esas mierdas en la escuela
-¡Pero es un niño! ¡¿Viste su reacción al ver solo una cerveza y un cigarrillo?!- se quejó Kangin.
-Es solo un arrastrado- murmuró Zhoumi.
-Deberías llevarlo de vuelta con mami y papi- agregó Shindong.
-Pero ¿saben?, Donghae es alguien que quiere descubrir el mundo- dijo Eunhyuk.- Me di cuenta de eso la primera vez que lo vi
Sintiendo que ahora la mano descansaba en su cuello, Donghae no pudo evitar que un temblor recorriera su cuerpo, miró a Eunhyuk, quien lo miraba, aún sonriendo.
-¿Cierto, Donghae?- murmuró suavemente.- Eres alguien que necesita que le muestren mucho más de lo que ve. Y yo puedo darte mucho de eso ¿Recuerdas? El mundo a través de mis ojos
Donghae asintió lentamente, a penas controlándose. Todo lo que sabía era que no quería decepcionar a Eunhyuk. Y pensar que podía ser alguien tan importante en los ojos del chico lo hacía sentir bien y poderoso. Quería ser alguien importante en los ojos de Eunhyuk. No sabía por qué, pero quería.
-Ya verán, se pondrá mejor poco-a-poco- aseguró Eunhyuk, aún acariciando el cuello de Donghae.- Solo denle un poco de tiempo para adaptarse
-Ahm….
-¿Crees que se adaptará para el Club No.1?- se burló Yesung.
Para el asombro de Donghae, casi todos se rieron. Zhoumi y Kibum sonrieron un poco y soltaron una carcajada rápida que hizo que sus hombros temblaran por un segundo. Esta reacción común inmediatamente hizo a Donghae tiritar y preguntarse qué era el Club No.1.
Lanzó una mirada angustiada hacia Eunhyuk. El otro también había sonreído a la frase de Yesung, lo que no lo tranquilizaba para nada.
-No es nada- dijo Eunhyuk, moviendo sus manos en el aire para restarle importancia después de que quitara su mano del cuello de Donghae.- Lo verás un día, pero no ahora
-Pero que… ¿qué es?
-Ya te dije que lo verás un día. Mientras tanto, algo más nos espera esta noche – dijo Eunhyuk mientras se estiraba.
Yesung aplaudió feliz, seguido por Shindong. Zhoumi cruzó sus brazos sobre su pecho y sonrió. Esas reacciones no le dijeron nada útil a Donghae.
-Te dije que había una sorpresa- dijo Eunhyuk después de tragar un sorbo de su cerveza.
-Ah, porque… ¿No se quedan aquí?- preguntó Donghae.
-¡Pffoujajaja!- explotó Kangin.- ¿Qué crees? ¿Qué simplemente nos emborrachamos en escaleras mohosas?
-¿En qué mundo vives?- preguntó Yesung en un tono que en serio le dio la impresión a Donghae de que lo estaba insultando.
-Si pasáramos el tiempo aquí, habría dejado de venir hace un rato- agregó Zhoumi.
-Donghae, este es solo un lugar para pasar el rato hasta que abran los clubs- le explicó Eunhyuk.
-¿Clubs?- repitió Donghae, incrédulo.
-Sí, clubs. Nightclubs
Donghae se sonrojó inmediatamente, avergonzado por no haberse dado cuenta antes. Y entonces, su corazón dio un vuelco de nuevo. ¿Intentaban ir a un nightclub? ¿Todos ellos? ¿Después de haber bebido allí? Una extraña nausea hizo que su cabeza girara.
-Pero, ah… ¿A qué hora…planean ir?- preguntó amablemente.
-Al que vamos nosotros, no abre antes de las 11- respondió Eunhyuk.- Y cierra a las cuatro de la mañana…
-A las 11…- Donghae casi se ahogó, tragando demasiado aire a la vez.- Pero yo… yo…
-¿Mmm?- Eunhyuk le dio una mirada cuestionante mientras bebía de su cerveza de nuevo.
En frente del casi inocente aire del chico y su totalmente natural y calmada actitud, Donghae estuvo tentado de decir ‘’No, nada’’ y actuar como si nada hubiera pasado pero su conciencia se mantuvo fuerte. Y lo que le decía era que no los siguiera y se fuera a casa.
-E-en realidad… no me puedo quedar hasta tan tarde- murmuró Donghae.
-¿Tienes otros planes?- preguntó Kibum, hablándole por primera vez.
-Ahm, puedes decir eso…
-¿Qué tienes planeado?- preguntó Eunhyuk.- ¿A qué hora? Creí que tenías toda la noche libre para mí; ¿no es por eso que me llamaste?
-Pero ah… En realidad, tengo que volver a casa a las 11 y media y-
-¡¿Qué?!- casi gritó Kangin, lo que sorprendió a Donghae.- ¿Tienes que volver? ¡¿A casa?!
-Ah…sí, yo…
-¿Es hora de volver a casa con mami y papi así que el niño pequeño lo hace dulcemente? –bromeó Shindong, lo que hizo que Kangin explotara en carcajadas y aplaudiera.
Donghae miró hacia el suelo, avergonzado. No le gustaba que se burlaran de él. Se sentía estúpido, vulnerable, ridículo, como un niño pequeño… y muchas otras cosas. Se sentía tan mal que quería llorar. ‘’Nunca debería haber venido, nunca debería haber venido’’ era la oración que se repetía en su cabeza.
Hasta que sintió el brazo de Eunhyuk pasar por sus hombros para acercarlo a él. Su corazón se aceleró y sus mejillas se colocaron aún más rojas.
-Vale, paren chicos- el chico suspiró.- Donghae, ven conmigo por dos segundos
Sintió que Eunhyuk se paraba y, sorprendido, lo miró. El castaño empujó a Shindong para pasar, y bajó las escaleras antes de girarse hacia Donghae quien, involuntariamente, se detuvo por un momento para observar a Eunhyuk de pies a cabeza. Estaba tan guapo vestido así, su abdomen plano y sus caderas estrechas en contraste con su enorme y abierto sweater amarillo y negro. Y sus piernas largas y delgadas en esos jeans claros… Viendo que le hacía un signo con la mano, Donghae sintió a su corazón pegar un salto y se puso de pie en un instante. Bajó las escaleras incómodo y, cuando estuvo al lado de Eunhyuk, fue guiado por el mismo chico que lo llevó un poco más lejos.
-¡Eun-Eunhyuk!- dijo Donghae.- ¿Qué-
Dejó de hablar cuando el otro dejó de caminar. Estaban al final de la calle y Donghae estaba parado en la esquina. Aún podían ver a los otros que los miraban sospechosos, pero Eunhyuk no se molestó por ello y clavó su mirada en la de Donghae, así haría que lo mirara también.
-¿Dices que tienes que volver a casa a las 11 y media?- empezó Eunhyuk, levantando una ceja.
-S-sí, mis padres no quieren que vuelva más tarde…- confesó Donghae.
-Pero Donghae, ¿No entiendes que es a esa hora cuando todo empieza de verdad?- respondió Eunhyuk.
-¿Cómo?- respondió el más joven, sin estar muy seguro de entender.
-¿Quieres conocer todo en la vida? ¡Te puedo hacer descubrir muchas cosas! ¿Por qué no me escuchas?
-¡Pero te escucho Eunhyuk!- dijo DongHae.- Es solo que… mis padres dijeron que-
-Dijeron que tienes que estar en casa antes de las 11 y media, sí- terminó Eunhyuk por él.- No creo que pueda contradecir la autoridad de tus padres… Pero Donghae, si en serio quieres descubrir nuevas cosas, tienes que saber que no va a funcionar si te sigues comportando así
-¡Pero no puedo evitarlo! No tengo elección, ten-
-¡Por supuesto que la tienes! Donghae, siempre puedes elegir- dijo Eunhyuk.
-Sí, pero Eunhyuk yo… no sé…
Donghae ya no pudo sostener la mirada de Eunhyuk. Prefirió mirar hacia abajo y quedarse callado. De todas maneras no sabía qué decir.
-Donghae- sonó la voz de Eunhyuk un poco después.- No quiero herirte, ¿sabes? Solo quiero que… que…
Encontrando extraño que Eunhyuk no hubiera terminado la oración, Donghae lo miró. Lo vio morder sus labios ligeramente y mirar hacia otro lugar. Era una expresión que nunca había visto en el chico, e hizo que su corazón latiera más rápido que nunca. Abrió sus ojos un poco más y casi sostuvo la respiración.
-Solo me gustaría que fueras cercano a mí- terminó Eunhyuk finalmente, lentamente dejando que su mirada se posara en Donghae, quien parecía petrificado.- ¡Quiero que descubras muchas cosas! Porque… Al final, te aprecio. Me gustaría que nos volvamos más cercanos, que fuéramos amigos
-¿E-es verdad?- susurró Donghae, como si no pudiera creerlo.- T-te gustaría… En serio quieres que…
Eunhyuk asintió con una sonrisa. Y lentamente, una sonrisa adornó los labios de Donghae también. Se sentía tan feliz en ese momento que casi olvidó todos sus miedos. Lo sabía, siempre lo había sabido. Todos esos rumores acerca de Eunhyuk eran infundados. ¡Era demasiado bueno para ser capaz de hacer todas esas cosas que la gente decía que había hecho! Y aunque las hubiera hecho o no, no cambiaba la realidad de que era alguien bueno y atento. De otra manera, no lo trataría así.
Donghae siempre se sentía tranquilo en su presencia. Estar con él era como estar en un mundo diferente, más hostil, y aún así, no estaba asustado. Si él estaba a su lado, no tenía miedo. Porque sabía, en el fondo, que Eunhyuk seguiría siendo capaz de protegerlo. Era una sensación que no había experimentado con nadie nunca. Ni si quiera con sus amigos. Con ellos, se sentía bien, feliz, y le gustaba verlos. Pero nunca había sentido esta seguridad y protección. Y esa sensación era tan buena. Saber que había alguien contigo, alguien para protegerte, era tan reconfortant. Donghae pensó en ese momento que, con Eunhyuk, estaba listo para enfrentar cualquier situación; especialmente si eso hacía que ganara algo de valor en sus ojos.
En frente de su rostro feliz, Eunhyuk dejó salir una gran sonrisa. Se acercó a Donghae y puso un brazo en sus hombros.
-Así que, ¿vendrás esta noche?- preguntó Eunhyuk amablemente por segunda vez.- ¡Me haría tan feliz! ¡Ya verás, nos divertiremos!
Y antes de que Donghae si quiera pudiera abrir su boca, agregó:
-Y no te preocupes por tus padres. Siempre puedes llamarlos y decirles que te quedarás más tiempo de lo planeado. Diles que quieres divertirte y que tus amigos no te dejan ir
-No… no sé
-Oye, y si quieres yo puedo hablar con ellos, explícales que soy tu amigo y que dormirás en mi casa, ¿Vale?
Los ojos de Donghae se agrandaron y su respiración casi se cortó.
-No- se apresuró en responder.- No te molestes tanto… yo
-Vamos, déjame arreglarlo un poco- murmuró Eunhyuk con una sonrisa.
Se miraron intensamente cara a cara, con sus rostros muy cerca del otro, Donghae sintió que la fuerza lo dejaba y se rindió. Eunhyuk había ganado.
-Vale- accedió, asintiendo.
-¡¿En serio?! ¡Oh, gracias Donghae!
-De… de nada- respondió Donghae con una sonrisa avergonzada.
-Hehe, toma, bebe, te hará bien
Eunhyuk colocó la lata que habían compartido antes bajo la nariz de Donghae. El más joven hizo una mueca ligera. No estaba tan seguro de querer probar de nuevo esa bebida que picaba, y que quemaba en adición de tener un sabor amargo. No le dejaba nada bueno. Pero en frente de la insistencia del chico, tomó la lata de cerveza.
-Un gran bocado a la vez- puntualizó Eunhyuk.- Pronto se irá por si sola
Donghae suspiró profundo y, bajo la guía de Eunhyuk, tomó un gran sorbo.
-¡Aah!- dejó salir mientras alejaba la cerveza de sus labios, sus ojos cerrándose por la amargura de la bebida que había quemado su garganta.
-¡Jajaja!- se rió Eunhyuk, palmeando su hombro.- Toma, termínatela. Mientras, voy a hablar con tus padres, ¿vale?
-Ah, pero tu… ¡No les digas que vamos a ir a un club!- exclamó Donghae, agrandando sus ojos con miedo.
-No te preocupes- lo tranquilizó el castaño con una gran sonrisa.- Toma, llámalos y dame tu teléfono
Donghae obedientemente sacó su teléfono del bolsillo y llamó a sus padres, la lata de cerveza aún en su otra mano.
***
El sol lo hizo cerrar sus ojos levemente. Frunció el ceño y se movió para enterrar su cara en la almohada. Se quedó así por un largo minuto, hasta que empezó a faltarle el aire. Entonces se dio la vuelta, pero la luz seguía molestándolo. Gruñó y colocó el cubrecama sobre su rostro. Pero de nuevo, se comenzó a quedar sin aire.
Fue con un suspiro, que emergió desde debajo de las tapas y abrió un ojo. El sol brillaba intensamente fuera de su ventana. ¿Por qué no había cerrado las cortinas la noche anterior? Normalmente lo hacía todas las noches antes de dormirse.
Fue mientras cambiaba de posición y trataba de volver a dormir que sintió su corazón saltar en su pecho. Abrió sus ojos de repente y se enderezó hasta quedar sentado sobre su cama. La noche anterior. ¿Qué había hecho la noche anterior?
Analizó la habitación y la reconoció como la propia. Nada había cambiado. Entonces, miró qué estaba vistiendo y descubrió que estaba en pijama; algo completamente normal. Sin embargo, algo estaba realmente mal. Tuvo un lapso de memoria. Recordó su día desde su llegada a casa a la llamada a Eunhyuk, encontrándose con él y sus amigos en el mall…
Donghae frunció el ceño. ¿Eunhyuk y sus amigos? ¿En serio había salido la noche anterior? ¿Pero qué había pasado? Empezó a asustarse. Fallando en recordar y sintiendo ese tipo de agujero negro en su mente, Donghae estaba completamente congelado. Se sentó en su cama; sus codos en sus piernas y sus manos en su sien. Se concentró lo más que pudo, cerrando sus ojos. Recordó el inicio de la noche, avanzando lentamente. Y de pronto, una frase volvió.
’’Sí, un club. Un nightclub’’
Sus ojos se agrandaron cuando vio la escena repetirse en su mente.
‘’Al que vamos nosotros, no abre antes de las once…’’
Y de pronto, todo volvió a él. Todo lo que había hecho antes y… después. Un enorme nudo su formó en su estómago y, con sus manos en las mejillas, abrió sus ojos con miedo y pánico.
Había dejado a Eunhyuk hablar con sus padres por celular la noche anterior. A penas recordaba haber escuchado a Eunhyuk decir que pasaría la noche en su casa, y se vio a sí mismo terminando la lata de cerveza, obligado por Yesung que no dejaba de decir que se sentiría mejor después. Y después, fueron al nightclub. Donghae se vio a sí mismo forzado de nuevo por Yesung para beber otra cerveza. Entonces vio las luces brillantes, los flash, el rostro sonriente de Eunhyuk, complacido con el hecho de que Donghae estaba a su lado. Al menos eso había pensado; hasta que todo cambió.
Donghae había perdido de vista a Kibum y Zhoumi hacía un buen rato. Pero más tarde, se había encontrado a sí mismo sin ninguna compañía. Shindong, Kangin, Yesung e incluso Eunhyuk habían desaparecido. Y fue mientras recordaba al otro bailando pegado con una mujer que él no conocía, que de la nada recordó lo malo de la noche. Estaba fuera y el rostro enojado de Eunhyuk en frente de él lo hizo temblar. Recordó unos cuantos gritos y eso fue todo. Al final, había vuelto a casa, pero no sabía qué tan tarde. El rostro nervioso de su madre vino a él pero todos los recuerdos se detuvieron ahí.
-¿Pero qué… qué hice?- murmuró con un nudo en la garganta.- Eunhyuk… Eunhyuk… Yo… ¿discutí con él? ¿Pero por qué…?
Su voz se quebró cuando sintió sus labios temblar. Respiró profundo para no llorar.
¿Qué iba a hacer ahora? ¿Qué iba a hacer?
Honestamente, no sabía. No sabía qué hacer, qué decir, cómo actuar. Ni si quiera sabía por qué tenía que estar haciendo algo en especial. Estaba más perdido que nunca, y su preocupación duró por cinco minutos más hasta que escuchó su celular vibrar. Su corazón saltó en su pecho, y con unos ojos grandes, giró su cabeza para darle una mirada al celular que estaba sobre su mesita de noche. Eunhyuk.
Mordió su labio y acercó una mano temblorosa para tomarlo. Entonces, después de suspirar profundamente, abrió el mensaje.
‘’De Eunhyuk
Creo que necesitamos hablar
Su corazón se saltó un latido. Al menos ahora, sabía qué tenía que hacer.