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Enfer et Paradis [EunHae] por beedee9726

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Notas del capitulo:

Aquí está el segundo capitulo, denle amor <3

Se quedaron mirando el uno al otro por un momento sin decir palabra; Donghae no podía encontrar nada que decir y sentía que era raro encontrarse, por primera vez, a este tipo que entretenía la mayoría de los rumores y los chismes de la escuela.

No dijeron nada hasta que Eunhyuk se enderezó un poco y, brazos cruzados sobre la mesa y espalda ligeramente hacia atrás, lo miró.

 

-¿No te vas a ir?- preguntó finalmente con una voz calmada.

 

Donghae levantó una ceja y abrió su boca para responder:

 

-Uh… ¿Por qué debería irme? ¿Quieres quedarte solo para dormir?

 

Ni sarcasmo ni enojo se pudo escuchar en su voz, solo un poco de sorpresa. Fue entonces que Eunhyuk levantó una ceja. Miró largo y tendido a Donghae quien comenzó a sentirse increíblemente incómodo de a poco. Aclaró su garganta de manera ligera y finalmente miró a su pieza de papel arrugado.

 

-Hum… Puedo irme si quieres… No quería despertarte, perdón-

 

Comenzó a arreglar sus cosas lentamente pero la voz de Eunhyuk interrumpió sus actos.

 

-No, está bien; puedes quedarte si quieres

 

Donghae elevó su mirada lentamente hacia el chico en frente de él. Ya había puesto su cabeza de vuelta sobre sus brazos pero lo seguía mirando.

 

-Oh…Está bien. Gracias…

 

-¿Por qué me agradeces?

 

Donghae, quien había vuelto rápidamente a su ensayo, escaneó el rostro del adolescente con renovada sorpresa.

 

-Uhm…. No lo sé- respondió suave.- Me dejas quedarme aquí aunque quieres dormir así que, bueno… Gracias

 

Eunhyuk siguió mirándolo intensamente sin expresar nada especial en sus ojos; solo un poco de cansancio, desaliento y neutralidad.

 

-¿No es este un lugar público?- preguntó después de un corto tiempo.- Puedes sentarte donde quieras.

 

-Uh…sí, claro. Pero…

 

No retiró su mirada de la del otro. Extraño. No se veía tan malvado como para ser un delincuente. Donghae sabía que uno nunca debía confiar en las apariencias, y llegar a conclusiones acerca de la personalidad de alguien no entraba en su ética.

Pero ¿Qué si era la apariencia de delincuente que mostraba en la que no debía confiar? ¿Quizás no era tan malo, falto de respeto, deshonesto y desalmado como todos decían? Tal vez, en realidad, era una muy buena persona.

Donghae no sabía realmente qué pensar acerca de la personalidad de este chico, pero en ese preciso momento, lucía como cualquier otro estudiante. Un estudiante normal, durmiendo en una biblioteca…

Finalmente decidió no decir nada más y concentrarse en su papel. Aunque la motivación no estaba, tenía una redacción que hacer.

Escribió unas cuantas ideas más en el borrador y levantó discretamente su mirada hacia el tan-llamado delincuente sentado en frente de él. Y casi dio un salto cuando se dio cuenta de que él lo seguía mirando. Sus ojos estaban indudablemente clavados en él, aunque no sabía por qué.

 

-¿Q-qué…?-  murmuró Donghae en frente de tanta insistencia. - ¿Tengo algo en la cara?

 

Eunhyuk no respondió. Sintiéndose más y más intranquilo, Donghae frotó su mejilla un poco, prefiriendo volver su mirada hacia un pequeño defecto en la madera de la mesa a su derecha. Pero un leve susurro lo hizo levantar sus ojos de nuevo hacia el adolescente. Acababa de sentarse derecho, apoyando su espalda en el respaldo de la silla, dejando un brazo sobre la mesa y el otro colgando lánguidamente detrás del mueble. Entonces sumergió sus ojos oscuros en los tímidos de Donghae y dejó caer su cabeza levemente a un lado. Y así, Donghae tuvo que admitir que algunos de los rumores estaban bien fundados. ¿Una mirada oscura? ¡Sí! Pero más que eso, Donghae pudo comprender por qué tantas chicas estaban fascinadas por él; fascinadas, y asustadas. Pero era un miedo cautivante y atractivo. Un miedo helado pero que aún así,  provocaba calidez en su estómago.

A pesar de todo lo que sintió, obligó a sus mejillas a no tomar ningún color. Lo que se volvió bastante difícil cuando escuchó estas palabras del chico.

 

-Eres extraño

 

Los párpados de Donghae comenzaron a pestañear con incomprensión. Él, entonces, abrió su boca, y levantó un dedo. Señalándose a sí mismo dejó salir un pequeño ‘’¿yo?’’

Eunhyuk respondió con un suspiro silencioso, dejando caer su barbilla.

 

-Sí, tú. ¿Ves a alguien más aquí de quién podría estar hablando?

 

-Uh…

 

Donghae lanzó una mirada reflexiva a su alrededor. A su izquierda, a su derecha, y no viendo a nadie, enfocándose en Eunhyuk otra vez.

 

-Nop…- dijo decaídamente, pero dijo al fin.

 

-Exacto, y ese es precisamente el problema

 

-¿Disculpa…?

 

-Que aquí no hay nadie más- respondió Eunhyuk con una voz un poco cansada.- No hay nadie a tu lado

 

-Uh…y tu. Y los otros no están tan lejos…

 

Eunhyuk no respondió inmediatamente; manteniendo sus ojos sumergidos en los de Donghae. Entonces juntó sus párpados levemente y dejó caer su cabeza hacia el otro lado, como si quisiera analizar a Donghae a través de todos sus ángulos; o al menos así lo sintió Donghae.

 

-Sí, pero como dije, ese es precisamente el problema- continuó Eunhyuk después de un momento.

 

Donghae no entendió. No entendía qué quería decir este chico. Entonces se irguió  un poco, aclaró su garganta y con una voz débil agregó discretamente:

 

-Pero, uhm… ¿Cuál es el problema? Yo…En serio no entiendo… ¿Acaso quieres que me vaya? ¿Quieres dormir?

 

Las cejas de Eunhyuk se fruncieron, el único gesto que hizo su rostro, permitiéndole a Donghae descubrir otra expresión de este chico raro.

 

-No, no es eso lo que quiero decir. ¿No entiendes?

 

-Sinceramente… Estoy un poco perdido- confesó Donghae mientras se rascaba la cabeza. – Solo quería sentarme aquí para trabajar. Perdón si yo hic-

 

-¿Sabes quién soy?- lo cortó Eunhyuk.

 

Los ojos de Donghae se abrieron aun más. ¿Quién era? Por supuesto que sabía. ¿Pero qué cambiaba el hecho de que lo conociera o no? No, realmente Donghae no podía entender nada.

 

-S-sí pero…pero qué…

 

-Lo pondré de una manera simple- lo cortó Eunhyuk.- Verás, nadie en esta escuela se acerca a mí a excepción de mis amigos. Pero es lo mismo para ellos, nadie se les acerca tampoco. Así que, generalmente, cuando vengo a dormir aquí, no hay nadie que venga y se siente al frente-

 

-Oh…uh… ¿Tienes la mesa reservada? …

 

El silencio que siguió a la pregunta de Donghae fue tan incómodo que le hizo entender de inmediato lo estúpido que había sido lo que acababa de decir. Trató de concentrarse en su hoja de papel lo mejor que pudo pero estaba consciente de la mirada de Eunhyuk, que lo hacía sentirse inconfortable al máximo. Segundos después escuchó sonidos que le indicaban que el chico se estaba levantando. Donghae lo miró con cejas caídas y una mirada avergonzada. Sin embargo, su expresión pronto se vio reemplazada por una de completa incomprensión. De pie frente a él, vio a Eunhyuk quien seguía mirándolo… pero con una sonrisa.

De pronto se sintió extraño. El chico, que lucia misterioso y tenebroso, efectivamente tenía un lado diferente. Un lado más colorido. ¿Cómo era eso posible?

Viendo una sonrisa tan hermosa, dulce y divertida, ¿Cómo podías decir que este chico era un delincuente? Donghae no podía creerle a sus ojos. No, realmente no podía.

 

-Sinceramente- dijo Eunhyuk justo después. – Nunca he tenido que tratar con un chico como tu. Debes ser realmente extraño…

 

-¡N-no! No soy extraño… Yo…

 

-Si ese es el caso- lo detuvo Eunhyuk mientras se colocaba completamente de pie, ofreciéndole a Donghae una fiera, compuesta y despreocupada imagen de él - me entretuviste por un momento-

 

-Uh… ¿En… serio…?

 

Eunhyuk lo miró intensa y profundamente una última vez con sus ojos oscuros, como si lo estuviera viendo por rayos x y entonces comenzó a irse, colocando su mochila en sus hombros con gracia y flexibilidad.

 

-Te veo después, tal vez- dijo calmadamente. – Y buena suerte con tu ensayo de conducta

 

Donghae no se imaginó la pequeña y divertida sonrisa que apareció en los labios del chico antes de que le diera la espalda y desapareciera completamente de su vista detrás de un alto estante.

 

Se quedó mirando al punto vacío por el que lo vio por última vez por un largo rato. Y después de un minuto, una sonrisa empezó a nacer en sus labios. Lenta, pero seguramente, sus labios se estiraron; hasta que formaron una gran sonrisa.

Estaba feliz. No sabía por qué pero estaba feliz. Un nudo tierno se presentó en algún lugar de su estómago y su corazón sufrió bastantes shocks placenteros. Feliz, así era como se sentía.

 

Miró de vuelta a su hoja y el rostro del chico incluso parecía dibujarse por sí solo en el papel blanco.

 

-No es tan malo como dicen- pensó, aún sonriendo. – Y es así, como uno nunca debe confiar en los rumores y en la apariencia-

 

Dejando salir un sonido pequeño que se tambaleaba entre una risita y un chillido, tomó su lápiz y comenzó a escribir el ensayo.

 

-Estoy seguro de que este Eunhyuk es una buena persona- pensó en la mitad de sus reflexiones sobre buena conducta y respeto.

 

-Alguien con una sonrisa tan bonita no puede ser  malo

 

Convencido de que lo que creía era la verdad, Donghae escribió unas cuantas líneas más antes de detenerse. Frunció sus labios casi imperceptiblemente, levantó una ceja e hizo un mohín pequeño por la preocupación antes de que una nueva sonrisa naciera en sus labios. Le dio la vuelta al papel arrugado y garabateo unas cuantas palabras en una esquina. Entonces retrocedió un poco para poder mirar lo que había escrito antes de sonreír de nuevo y volver a escribir.

 

En la esquina de una desordenada hoja de papel, garabateadas, se podían leer dos pequeñas palabras:

 

‘’Quiero conocerlo’’

 

***

-¡Estoy en casa!

 

Una adolescente corrió a toda velocidad por el pasillo justo después de que dijera esas palabras, patinando sobre el piso liso.

 

-¡Donghae!- gritó con una gran sonrisa.

 

-Hola tu- respondió el susodicho mientras se quitaba los zapatos.

 

-¡Fue genial! Henry acaba de llamar y te lo perdiste, ¡Que mal! – la adolescente terminó con una expresión de disculpa.

 

-¿Qué? ¡¿Llamó?!- preguntó Donghae, su voz llena de desilusión.

 

-Sí, quería saber cómo estábamos. Pero llamará de nuevo, naturalmente, ¡para saber si puede venir durante las vacaciones!

 

-¡¿Oh, en serio?!

 

-¡Sí! ¡¿Es genial, cierto?!

 

Donghae respondió con una sonrisa sincera. Entonces, después de sacarse sus zapatos y dejar el pasillo, colocó una mano en la cabeza de la chica para hacer que se acercara y dejó un tierno beso en su frente. Y entraron a la sala de estar juntos.

 

En esta gran habitación, su padre estaba sentado en la esquina de un sofá grande en frente de una televisión enorme de pantalla plana rodeada por dos altavoces altos y negros.  Estaba viendo las noticias nocturnas. A la izquierda y después de la lujosa mesa de comedor de madera barnizada, su madre estaba en la cocina, a la que se podía llegar después de subir una pequeña escalera cubierta con el mismo tipo de piso, perpendicular al sofá. En esta, así llamada, enorme y moderna cocina, el delicioso aroma de la cena, que estaría lista pronto, escapaba.

 

Donghae fue a ver a su madre primero y la besó en la mejilla, quedándose con ella para verla cocinar.

 

-Hola, ¡mi pececito! ¿Qué tal tu día?- dijo con una gran sonrisa.

 

-Estuvo bien, muy bien – respondió su hijo.

 

-Entonces genial. Oh, Sulli, ¿puedes pasarme el plato que está a tu lado?

 

La chica que había seguido a su hermano antes de sentarse en uno de los taburetes que estaban alrededor de la mesa central, hizo un mohín adorable. Claramente no estaba ansiosa de moverse. Esto causó mucha risa a Donghae, y para liberarla de esta tarea tan difícil, fue él mismo a traer el plato y su madre no falló en agradecerle. Después de sacarle la lengua a su hermana de manera gentil, y que la chica le respondiera de la misma manera, Donghae decidió ir con su padre. Se quedó con él en el gran sofá y, después de hablar con él un poco, conversaron acerca de los temas que estaban dando en la televisión.

 

Cuando la cena estuvo lista y todos estuvieron sentados en la mesa, los cuatro empezaron a comer con alegría y buen humor.

 

A través de la ventana enorme de la sala de estar que ocupaba el muro completo, las luces de las farolas de la calle creaban unos cuantos puntos de luz pequeños y luminosos en medio de la noche. Hacían que el lugar brillara y destellara con las luces provenientes de la casa. Desde fuera a través de la ventana se podía ver a una familia feliz, una familia unida y hermosa, cenando junta y en completa harmonía.

 

***

 

Esta vez, tuvo cuidado en no mirar hacia fuera. Sentado derecho en su silla, luciendo orgulloso y calmado, le ofreció una gran sonrisa a su profesor que acababa de detenerse al lado de su mesa, y entonces le facilitó una copia.

 

-Para usted señor- dijo con educación y respeto.

 

Vio a su profesor alzar una ceja, tomar la hoja y mirarla por un momento antes de darse la vuelta en sus talones para ir a su escritorio, fulminante.

 

Victorioso, Donghae le dio un asentimiento a Ryeowook que estaba sentado cerca a él. El último respondió con una sonrisa para felicitarlo y vio a Hangeng, un poco detrás, aplaudir discretamente. El resto de la hora pasó bastante bien, Donghae siempre con sus ojos en la mesa, tomando apuntes y mostrando un lado serio y respetuoso.

 

Cuando dieron las doce, los estudiantes de la clase se estiraron con alegría antes de dejar sus mesas y dirigirse al casino de la escuela. Donghae, Siwon, Ryeowook, Hangeng, Kyuhyun y Sungmin hicieron otra cosa. Platicando felizmente entre ellos, caminaron a través del edificio, salieron al patio y lentamente caminaron hacia la cantina.

 

-Entonces mira, ¡sacó todo su ejército de Terrans y derribó mi primera base! ¡El bastardo! ¡Así que no lo dejé ir, puedes imaginártelo! Así que yo con Protos…

 

Mientras SungMin escuchaba atentamente a Kyuhyun, que relataba su última partida de Starcraft, y mientras Hangeng pateaba las piedras pequeñas, Siwon y Ryeowook hablaban con Donghae del ensayo que había tenido que hacer.

 

-¿Así que lo hiciste?- quiso saber Ryeowook.

 

-Sí… podría haber sido peor

 

-Podrías habérmelo enviado por email después- dijo Siwon observando a Hangeng a su izquierda, que estaba ocupado mirando a las piedras y no estaba poniendo mucha atención por donde iba caminando. – Podría haberlo leído y podría haber corregido algunas cosas

 

-Es amable de tu parte Siwon- le agradeció Donghae. – Pero terminé anoche en la biblioteca y ya era tarde cuando volví a casa así que no quise trabajar de nuevo-

 

-Oh, sí, es verdad. Así que, ¿Lo hiciste bien?

 

-Sí, sí, debe estar bien

 

-Se estudia mejor en la biblioteca- remarcó Ryeowook. – Al menos ahí uno se siente forzado a estudiar porque no hay nada mejor que hacer

 

-Sí, no como en casa, donde hay algunos juegos que te pueden distraer – respondió Donghae, remarcando las palabras ‘’algunos juegos’’.

 

Como los tres chicos esperaban, vieron a su maknae dirigir su cabeza hacia ellos. Sus oídos probablemente habían captado la palabra juegos, lo que los hizo reír. Hangeng levantó su cabeza en ese momento para ver por qué se reían sus amigos, pero casi se dio contra un poste. Si Siwon no hubiera estado ahí para agarrarlo, el chico chino hubiera terminado con un ojo morado.

 

Finalmente llegaron al casino sin ningún incidente mayor. Una vez sentados, Donghae no supo cómo, pero la conversación volvió a los beneficios de una biblioteca. Y así fue como sus pensamientos cayeron en ese chico que había conocido ese día: Eunhyuk.

 

¿Puedes solo leer o estudiar en una biblioteca? No, también puedes dormir. Donghae sonrió al pensar en ello. Entonces pensó en Eunhyuk. Se preguntó dónde estaría en ese momento, porque no lo había visto, ni a él ni al resto de su banda, en el casino de su escuela. Entonces se preguntó si podría estar en la biblioteca de nuevo esa tarde. Y entonces, de pronto, quiso verlo de nuevo. Hablar con él, recibir una sonrisa de él – de la que pocas personas debían conocer porque todos creían en su mala reputación (aunque Donghae pensaba de otra manera). Y para probarse a sí mismo que estaba en lo cierto y que Eunhyuk no era una mala persona, quiso verlo otra vez.

 

Volvió a su clase al final de la comida. Había hecho la decisión. Iría a la biblioteca de nuevo esa tarde. Si el chico estaba ahí, genial, si no… bueno.

 

 ***

 

Su corazón latía rápido pero no podía decir el por qué. No tenían mucho trabajo para el día siguiente, pero era suficiente como para justificarse con sus amigos y poder ir a la biblioteca para hacerlo.

Pero aunque en algún lugar dentro de él, realmente tenía la intención de hacer su tarea, la razón más fuerte que lo había llevado a ir era un poco diferente. Lenta y calmadamente cruzó el último estante antes de ver, finalmente, la mesa donde habían hablado el día anterior.

 

Su corazón sufrió un enorme sobresalto. Ahí, sentado en el mismo lugar, rostro entre sus brazos sobre la mesa, el mismo chico dormía. Donghae al principio no se atrevió a moverse, mirándolo desde lejos y pensando en alguna manera de acercarse más a él. Dio un paso adelante, entonces dos; hasta que llegó a la mesa. Tomó la silla que estaba en frente del  chico, y se sentó en ella, haciendo el menor ruido posible. Colocó su bolso en la silla de al lado, y con los codos sobre la mesa; se irguió ligeramente hacia adelante para tener una mejor vista del chico dormido. No podía ver su rostro, pero podía fácilmente adivinar una calmada y pacífica expresión suavizando sus facciones.

 

Le hubiera gustado verlo y hablar con él, pero no quiso despertarlo. También descansó sus brazos en la mesa y colocó su rostro sobre ellos.

 

Por algunos minutos lo único que hizo fue mirar a Eunhyuk. Y entonces, poco a poco, sus ojos empezaron a picar. El silencio de la biblioteca, la paz del lugar, y la respiración lenta de Eunhyuk en frente de él, lo dejó en un estado de paz. Cerró sus ojos y en algún momento se dejó llevar por Morfeo.

 

Cuando Donghae salió de su adormecimiento, el sol ya se había ido casi completamente. Le tomó un buen minuto para darse cuenta de dónde estaba y qué estaba haciendo ahí. Cuando finalmente, todo volvió a él.

 

Se sentó rápidamente con un corazón palpitante. El lugar en frente de él estaba vacío. Nadie estaba ahí. Pasó su mano lentamente por el lugar donde había estado descansando el rostro de Eunhyuk. La madera estaba helada.

 

Donghae suspiró y dejó su espalda reposar en la silla. Estaba un poco triste porque no había sido capaz de hablar con él.

 

Un poco deprimido, se tuvo que convencer a sí mismo de volver a casa. Pero sus ojos cayeron en un pedacito de papel que no había visto, a su derecha. Lo tomó en sus manos y miró  la delgada y delicada escritura. Su sonrisa volvió.

 

-Buenas noches, chico extraño – leyó en voz baja, pasando un dedo por los símbolos en coreano que le daban el significado a esas palabras.

 

Colocó el papelito en su bolsillo y dejó la biblioteca con un corazón liviano. 

Notas finales:

Porque Eunhyukie en estos capitulos es tan amor, le tengo cariño (?) 


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