CAPITULO 4
Era ya de noche y yo caminaba tranquilamente por las calles de la ciudad con dirección a mi casa, estaba regresando del departamento de Akihiko-sempai, estos días había estado yendo para que me diera asesorías de matemáticas, sin embargo no podía sacarme de la cabeza lo que había pasado la otra noche, él y yo habíamos estado tan cerca, pero tan cerca, era casi nula la distancia en la que nos encontrábamos, sin embargo justo en ese momento el celular de Sempai comenzó a sonar, pero… ¿qué habría pasado si el teléfono no nos hubiera interrumpido?, ¿hasta donde hubiéramos llegado?
Ese momento pasaba una y otra vez por mi cabeza, yo… había estado a punto de besar a Akihiko-sempai, y no solo eso… también me había dado cuenta de que… me gusta, sí, me gusta Akihiko-sempai, pero aún no lograba asimilarlo del todo, ¿yo era un homosexual?, ¿desde cuando?, no me lo creía, sin embargo cuando pensaba en todas las ganas que había tenido de rosar sus labios con los míos en un cálido beso mi mente se confundía aún más.
También me preguntaba qué es lo que Akihiko-sempai sentía, bueno… ambos sabíamos lo que habíamos estado apunto de hacer, ambos… ¿eso quiere decir que él también quería besarme?, ¿qué había significado esa mano en mi cintura?, ¿él también había deseado estar más cerca?, no lo sabía, y sinceramente no me atrevía a preguntarle, no después de cómo había huido de ahí justo después de eso. Creí que él habría querido hablar conmigo al día siguiente, sin embargo no había sido así, él no había mencionado nada al respecto, y sinceramente, me alegraba de ello, no hubiera tenido cara para disculparme por algo así.
Sacudí mi cabeza tratando de alejar esos pensamientos, saqué mis llaves y entré a mi casa, encontré a mi hermano en la sala leyendo el periódico.
-buenas noches, ya volví- dije
-buenas noches Misaki, bienvenido- dijo bajando el periódico dedicándome una sonrisa-ven, siéntate, conversemos, ¿cómo te fue hoy?
-bien, creo que ya no será tanto problema el examen- le dije sentándome en otro sillón- realmente es un alivio…
-ya veo, pues deberías agradecerle a ese amigo tuyo que te está enseñando-
-sí, de hecho he estado pensando en una forma de hacerlo, y por eso quería pedirte si me puedes cambiar el desayuno por la cena…-
-¿el desayuno por la cena?, ¿para qué?- inquirió mi hermano
-bueno… mañana comienza el torneo de futbol en la escuela, y Sempai va a participar, así que estaba pensando en prepararle el almuerzo para después de su partido…-
-oh, es un gesto muy lindo de tu parte, pero no me molesta cocinar un poco más, y menos si es para alguien a quien mi hermanito aprecia-
-¡oh!, no, no es eso, es solo que… bueno, me gustaría prepararlo yo… quiero agradecerle con mi esfuerzo, no con el de alguien más…-
-bueno, si lo pones así supongo que no puedo negarme, entonces mañana yo prepararé la cena- dijo finalizando el tema con una sonrisa- y bueno, pasando a otra cosa ya es algo tarde y mañana tienes escuela, ¡así que vamos!, ¡a dormir!
Después de despedirme de mi hermano subí a mi habitación y me metí en la cama, mañana comenzaban los partidos de futbol, y para ser sincero tenía muchas ganas de ver a Akihiko-sempai jugar. Ansiaba que el día de mañana llegara.
Con los parpados pesados me levanté de mi cama, me levante 1 hora más temprano de lo normal, preparé mi uniforme y mi mochila, me lavé los dientes y cepillé mi cabello, bajé a la cocina y abrí el refrigerador.
Saqué huevos, fideos, arroz y algunos vegetales, hoy me esmeraría preparando el mejor almuerzo que jamás pudiera hacer, quería que Akihiko-sempai de verdad lo disfrutara, quería ver esa sonrisa mientras disfrutaba lo que yo había cocinado.
Además hoy haría mucho ejercicio, debía alimentarse bien o podría enfermarse, eso me hizo pensar en que Akihiko-sempai dijo que casi nunca comía comida verdadera, eso me entusiasmaba aun más para prepararle este almuerzo.
Al cabo de unos minutos tomé un recipiente con tapa y guardé todo, acomodé todo perfectamente entre los compartimientos y una vez que estuve satisfecho con el resultado guardé el almuerzo en una pequeña lonchera.
Al terminar de hacer esto procedí a cocinar el desayuno para mi hermano y para mí, cuando estaba a punto de terminar mi hermano bajó, desayunamos juntos y salí de la casa, no sin antes de que mi hermano me deseara suerte en mi examen de hoy, sí, hoy era mi examen de matemáticas, hoy sería un día muy ajetreado para mí.
A pasos lentos llegué a la escuela, las paredes de los pasillos ya estaban tapizadas de grandes carteles dedicados a la mayoría de los equipos que participarían en el torneo, estaban llenos de las fotografías de algunos de los jugadores y tenían grandes letras de apoyo, sin embargo había algunos que estaban rallados o tachados con algunas frases realmente inapropiadas e insultantes, incluso hubo algunas que me dejaron con la boca abierta, las chicas eran verdaderas aficionadas a esto…
Seguí caminando observando los diferentes carteles, sin embargo hubo uno que llamó mi atención, era un cartel muy grande lleno de apoyo, pero lo que me llamó la atención fue que tenía una fotografía de Akihiko-sempai que ocupaba casi todo el cartel, y tenía por encima en grandes letras rosadas “¡Te amamos y apoyamos Usami-sempai, a ti y al 3-4!”, el 3-4 era el grupo de Akihiko-sempai, sin embargo este cartel también estaba rallado, pero no con palabras ofensivas, todo lo contrario, tenia frases como “te amo Sempai”, “hazme un hijo Akihiko”, “el más guapo”. Ahora es que me daba cuenta de que Akihiko-sempai era en verdad popular entre las chicas, no pude evitar sentir tristeza ante este hecho.
Había muchas chicas que deseaban estar con Sempai al igual que yo, y muchas de ellas eran verdaderamente lindas, ¿tenía alguna oportunidad con él?, ¿existía la posibilidad de que yo pudiera gustarle?, ni siquiera creía que a él le gustasen los chicos, mucho menos uno tan aburrido y simple como yo…
Seguí caminando por los pasillos con la cabeza gacha, mi mirada estaba clavada en el suelo mientras mis deprimentes pensamientos ocupaban mi atención, debido a esto no vi a la persona que venía caminando, no la vi hasta que choqué con ella, debido al impulso caí al suelo.
-¡ah!- grite al sentir el dolor en mi parte trasera
-dios, Misaki… como lo siento- alcé la mirada observando el preocupado rostro de mi Sempai mientras me ofrecía una mano, la cual tomé realmente gustoso, no me importaba caer mil veces sin con eso podía verlo, y aún más, rosar su mano con la mía, justo en el momento en que tomé su mano pude sentir aquellos choques eléctricos- de verdad lo siento, ¿estás bien?
-Sí, no se preocupe, me he dado golpes más fuertes- dije sonriéndole
-jajaja de acuerdo, ¿estás listo para tu examen Misaki?- dijo revolviendo mis cabellos
-¡sí!, ¡todo es gracias a usted Sempai!, de verdad, ¡se lo agradezco muchísimo!- dije haciendo una pequeña reverencia.
-no es nada Misaki, es más, me agradó mucho pasar tiempo contigo…- este comentario hizo que las mariposas hasta ahora dormidas en mi estomago despertaran y comenzaran a revolotear como si no hubiera un mañana.
-Sempai, me gustaría agradecerle correctamente por las asesorías, así que… ¿podría verlo después de su partido?- dije muy sonrojado
-¿después del partido?, ¿acaso irás a verme jugar?- si mi mente no me engañaba, dijo eso con un brillo de felicidad en sus ojos, ¿le alegraba que fuera a verlo jugar?
-¡sí!, ¡ansío ver a Sempai jugar!- dije con una sonrisa, de verdad me alegraba el hecho de que quisiera que lo viera jugar- entonces… ¿puedo ver a Sempai más tarde?
-Claro, Misaki, puedes verme siempre que quieras…- nuevamente esas mariposas en mi estomago no me dejaban tranquilo, y el ardor en mis mejillas mucho menos, sin embargo un pensamiento triste llegó a mi cabeza, ¿le diría lo mismo a todas las chicas?, ¿a todas las hacía sentir tan especiales como a mí?, esto me llevó a decir lo siguiente:
-por cierto, Sempai, me he dado cuenta por los carteles que es usted muy popular entre las chicas- dije bajando mi mirada, queriendo ocultar mis triste y desolada expresión.
-oh… así que viste eso…- dijo rascando nerviosamente su cabeza- bueno, supongo que debe haber una chica o dos que quiera intentar algo conmigo… pero las rechazo a todas debido a que tengo a una persona que me gusta- en ese momento creo que pude notar un muy leve sonrojo en las mejillas de Sempai.
El escuchar esas palabras de la boca de Sempai me hirieron, sí, ¿por qué tendría que gustarle una persona como yo a una persona tan perfecta como él?; Seguro esa chica que le gustaba era una verdadera belleza, de voz tierna y pequeña cintura, una chica que de verdad lo mereciera.
-oh, si… recuerdo que Sempai me dijo que le gustaba alguien…- dije con un tono de voz muy débil, de hecho me sorprendía que no se me hubiera quebrado la voz.
-Ah, sí, es cierto, bueno, sí, me gusta, y eso… es raro, creo que es la primera persona que de verdad me gusta, tiene una sonrisa preciosa y es… tan tierna que es casi insoportable para mi corazón- dijo con una tierna mirada y una sonrisa, qué afortunada era la persona a quien los estaba dedicando.
-Ya veo…-
-además es… tan ingenua, no se da cuenta de cuánto me gusta a pesar de que trató de que lo haga, se pone celoso y ni siquiera se da cuenta, me pregunto si debería decirle a esa persona que me gusta…- dijo mirándome, no, no, no quería que siguiera hablando, no quería escucharlo hablar de sentimientos tan profundos, sentimientos que no me pertenecían…
-No sé qué decirle Sempai, a decir verdad no tengo mucha experiencia en esto de las relaciones como para poder aconsejarlo…-
-¿no tienes experiencia?, qué estás diciendo Misaki, seguro habrás tenido muchas novias y habrás besado muchas chicas antes…-
-realmente no, Sempai, solamente he tenido una novia, pero nunca nos besamos, debo decir que nunca he besado a nadie…- dije muy sonrojado, no era algo que quisiese ocultar, pero tampoco era algo que quisiera platicar, los chicos de mi edad generalmente ya habían por lo menos dado su primer beso.
-ya veo… eso es interesante-
-bueno, Sempai, se hace tarde y yo debo llegar a mi examen, si me disculpa me retiro, lo veré más tarde- hice una pequeña reverencia y salí rápidamente de aquel lugar.
Miré el reloj y me di cuenta de que había tardado mucho conversando con Sempai, debía correr o no llegaría a tiempo al examen, corrí hasta llegar al salón donde el profesor ya estaba repartiendo los exámenes, otro poco y no llego.
Me senté en mi banca y tomé un lápiz, voltee a ver a Kisa a mi lado, este me susurró:
-¿por qué llegaste tarde?-
-estaba conversando con Akihiko-sempai y perdí la noción del tiempo- respondí, al instante puso una expresión algo burlona.
Sí, desde que había descubierto que me gustaba Akihiko-sempai me había visto obligado a decírselo a Kisa, quería confiárselo a él, debido a que él me había confiado sus sentimientos por Yukina, sin embargo no dejaba escapar un solo momento para hacerme una broma respecto a eso.
Recibí mi examen y comencé a contestarlo, me sorprendió la facilidad con que pude contestarlo, todo lo que venía ahí era lo que Akihiko-sempai me había explicado, todo, incluso pensaba como algo tan sencillo había podido preocuparme un par de semanas atrás.
Cuando terminé entregué mi examen y esperé afuera del salón a que Kisa terminara también, el partido de Akihiko-sempai comenzaría pronto, hoy todas las clases estaban suspendidas, debido al torneo de futbol que se realizaría, todos los estudiantes querían ver los partidos y apoyar a sus equipos.
Unos cuantos minutos después Kisa salió del salón con las manos cruzadas sobre su cabeza con una expresión realmente tranquila.
-¿Cómo te fue?- pregunté
-pues… supongo que si paso, ¿y a ti?- respondió con la misma expresión despreocupada
-bien, las clases de Akihiko-sempai me ayudaron mucho, supe contestar todos los ejercicios- dije sonriendo
-presumido…- dijo con los ojos entrecerrados, esto me provocó cierta gracia, como sea, ¿qué tanto platicabas con Usami-sempai que llegaste tan tarde?- dijo sentándose a mi lado en el suelo, cuando escuché esa pregunta recordé mi conversación con Akihiko-sempai y el cómo hablaba tan animadamente de la persona que le gusta- por la cara que acabas de poner supongo que no hablaron de algo muy agradable ¿o sí?-
-él… me habló de la persona que le gusta…-
-oh…pero, tú ya sabías eso…que a él le gusta una persona-
-si, pero es simplemente algo que no logro asimilar-dije abrazando mis rodillas, recostando mi cabeza en ellas.
-No te voy a decir que te rindas, tengo años intentando algo con Yukina, así que… creo que sé lo que es perseverancia, haz que se fije en ti, muéstrale que tan adorable puedes ser- me dijo con una sonrisa, frotando mi espalda suavemente con su mano.
-¿y si ni siquiera le gustan los chicos?...-
-¡qué va!, ¡a todos les gustan los chicos!, es solo que unos lo aceptan y otros no jajaja- me dijo mi amigo riendo, de verdad que si necesitaba alguien en quien apoyarme, yo sabía que Kisa iba a estar ahí- bueno- dijo incorporándose nuevamente-será mejor que vayamos a la cancha, el partido debe estar por comenzar.
Me incorporé con ayuda de una de sus manos a la vez que asentía, comenzamos a caminar por la escuela, atravesando los jardines y las aulas hasta que llegamos al área deportiva, había muchas canchas, debo decir que mi escuela no sufría de eso. Teníamos canchas de tenis, beisbol, basquetbol, voleibol y futbol, que en este caso eran las que comenzaban a estar atestadas de estudiantes.
Caminamos hasta la respectiva cancha y tomamos asiento en el pasto, no había gradas, pero había una elevación de tierra alrededor de la cancha, es ahí donde los alumnos se estaban sentando, sin embargo sí había una parte pavimentada, era ahí donde las porristas se encontraban haciendo estiramientos, preparándose para su rutina. Si este era solo un partido inter escolar, no quiero saber cómo sería uno con otras escuelas.
Conversaba con Kisa a la vez que veía a los jugadores haciendo calentamientos en la cancha, con la mirada buscaba a Akihiko-sempai, sin embargo por más que me esforzaba no lograba dar con él, comenzaba a asustarme, creyendo que algo pudiera haberle pasado y por eso no llegaba, sin embargo mis nervios se calmaron al verlo entrar en la cancha.
Se veía tan… apuesto.
No pude evitar abrir la boca y que incluso un hilillo de saliva saliera por la comisura de mis labios. Llevaba un short blanco que le llegaba a media pierna, esto me permitía observar sus fuertes y grandes músculos, llevaba una playera deportiva, floja, sin embargo marcaba sus pectorales, sus brazos generalmente cubiertos por la camisa del uniforme y que ahora se encontraban casi completamente a la vista, solo eran bloqueados por la pequeña manga de la playera. Llevaba tenis de futbol y calcetas largas que se ajustaban a sus pantorrillas, todo en un perfecto conjunto color blanco. Era simplemente… un dios griego, incluso me atrevería a decir que un dios griego es una imitación barata de Akihiko-sempai.
Volteo hacia donde se encontraba la gente, moviendo su mirada, finalmente se detuvo hasta dar con mis ojos, haciendo que mi corazón se acelerara, una sonrisa se dibujó en su rostro y yo solamente pude levantar la palma de mi mano moviéndola levemente, el repitió mi acto y pude escuchar como las chicas de alado comenzaban a gritar cosas como “¡me saludó a mí!”; Akihiko-sempai volteó la mirada, dirigiéndose a quién sería el árbitro del partido.
Mi corazón retumbaba dentro de mi pecho, él me había estado buscando entre toda la gente, o al menos eso quería pensar. Él quería que yo viniese a verlo, él quería que yo estuviese con él. Esto hizo que un pequeño rayo de esperanza brotara en mí, ¿tal vez le agrado aunque sea un poco?, bueno, él decía que le agradaba mi compañía y que le gustaba conversar conmigo, tal vez, solo tal vez… tenía un poco de esperanza.
-¡Yukina!, ¡Yukina!- hasta ese momento no me había dado cuenta de que Kisa ahora se mantenía parado sobre el suelo mientras gritaba hacia la cancha, voltee a ver hacia donde Kisa lo hacía y noté que ahí se encontraba Yukina, saludando a Kisa desde la cancha animadamente, sin embargo pude notar que su uniforme deportivo era diferente al de Akihiko-sempai , en vez de usar color blanco, este usaba color azul, fue ahí que me di cuenta que en la cancha había jugadores de blanco y de azul.
-espera, ¿el equipo de Yukina y de Akihiko-sempai tendrán el primer encuentro?- pregunté
-así es, y yo obviamente apoyaré a Yukina, así que… que gané el mejor Misaki- me dijo con una sonrisa para después gritar- ¡veinte dólares al equipo de Yukina, perras!-
Ante esto una de las chicas un poco alejadas de nosotros respondió a su grito:
-¡cincuenta al equipo de Usami-sempai, zorra!- fue así como Kisa desató un debate de apuestas, yo no dije nada, sin embargo en mi interior únicamente apostaba por Akihiko-sempai.
Los jugadores se colocaron en su posición, con el balón en el centro de la cancha, así el silbato sonó y los gritos de la gente no se hicieron esperar, los minutos transcurrían y el balón viajaba entre las fuertes piernas de los jugadores.
Kisa y las chicas gritaban en cada ocasión en la que el equipo al que apoyaban estaba por hacer una anotación, sin embargo yo permanecía en mi lugar, apoyando silenciosamente a mi Sempai, sin apartar mi vista de él, observé como corría de un lado a otro por la cancha, fue entonces que el balón le fue robado por no alguien más que Yukina, los abucheos de la gente se hicieron oír, pero fueron acallados cuando el primer gol por parte de equipo azul ocurrió.
-¡Eso es todo!, ¡no tienen oportunidad contra nosotros sucias perras del mal!- gritó Kisa a mi lado, de la nada sentí como gotas de algo caían sobre mí, y fue que me di cuenta de que la gente había lanzado sus bebidas al aire con el primer gol, tampoco me había percatado de la camisa azul que Kisa llevaba y que la camisa escolar la hacía girar en el aire con una de sus manos. Me sorprendió el fanatismo de la gente.
El partido continuó y yo seguía cruzando los dedos por el equipo de Akihiko-sempai, ahora llevaban un gol de desventaja y la primera mitad del partido estaba por terminar. Bajé la mirada hacia donde estaban las porristas vestidas de blanco, que cantaban alegremente el apoyo a su equipo.
Un jugador de azul se dirigía nuevamente hacía la portería del equipo blanco, apreté los dientes y los puños ansiando que no anotaran, al parecer mis suplicas fueron escuchadas pues un jugador blanco robó el balón cruzando hábilmente la cancha, burlando jugadores hasta llegar a un área donde pudo realizar su disparo que terminó con el balón dentro de la portería.
No sé cómo fue ni de donde laqué el valor para levantarme y gritar con todas mis fuerzas al igual que muchas de las demás chicas, las bebidas, malas palabras por parte de Kisa y el equipo contrario no demoraron en llegar, yo solamente gritaba de emoción importándome poco lo demás.
La primera mitad del partido terminó y los jugadores se retiraron a los vestuarios a descansar, las animadoras pasaron al centro de la cancha, con la intención de comenzar su número con el fin de entretener al público durante el medio tiempo.
-esto está intenso- dijo Kisa abanicándose con su mano, una vez más sentado a mi lado.
-jajaja si, un poco…-
-Usami-sempai se está luciendo, ¿no crees?- me dijo con una sonrisa
-sí, supongo que sí, no creía que jugara tan bien, pero Yukina no se queda atrás tampoco…-
-es obvio, él practica futbol desde pequeño…-
-ya veo, lo conoces muy bien ¿cierto?-
-qué puedo decir… es la persona que me gusta- dijo con una dulce sonrisa.
El medio tiempo terminó y los jugadores regresaron a la cancha, pude notar que se hicieron algunos cambios en los jugadores, angustiado busqué con la mirada a Akihiko-sempai, que para mi alivio seguía ahí.
El silbato sonó nuevamente y el partido comenzó, estuvo muy rendido por parte de los dos equipos, parecía que sus defensas se encontraban más decididas y no permitían que el balón se acercara más de lo necesario a la portería.
Los minutos pasaron y ninguno de los equipos cedía, la angustia comenzó a verse reflejada en los rostros del público, el segundo tiempo no tardaría en terminar, a tan solo unos pocos minutos de que acabara, el equipo de Akihiko-sempai robó el balón y comenzó a correr hacia la portería contraria, sin embargo el jugador que lo llevaba fue bloqueado por otro del equipo azul; el jugador pasó como pudo el balón y fue a caer en los pies de Akihiko-sempai, este comenzó a correr hacia la portería, los gritos no se hicieron esperar, si Sempai anotaba habrían ganado el partido.
La tensión se alojaba en los miembros del público, Akihiko-sempai se acercaba cada vez más a la portería, en ese momento volteó hacia donde yo estaba, me señaló con dos dedos y gritó:
-¡Misaki!- una vez hecho esto, disparó.
El portero se lanzó esperando atrapar el balón, sin embargo fue inevitable que este entrara en la red. Una vez más los gritos de la gente llegaron, sin embargo yo no pude hacer nada, mi corazón latía desenfrenadamente y mi mete se encontraba varada en ese momento en el que me había dedicado el gol que llevaría a la victoria a su equipo.
-¡mierda!, ¡acabo de perder doscientos dólares!- me pareció escuchar que Kisa gritaba.
Mi corazón parecía no querer pararse y mi cuerpo no querer moverse, había gritos y abucheos por todos lados, y yo… simplemente estaba ahí sentado, pensando en él.
Alrededor de treinta minutos después, Kisa logró al fin que me moviera, me tomó de la muñeca y me arrastró entre el mar de gente que se acomodaba para el segundo partido, sin embargo mientras caminaba me pareció escuchar murmullos que decían “¿viste que Usami-sempai dedicó su gol?”, “¿quién es esa tal Misaki?”, estos comentarios hicieron que me sonrojara levemente mientras caminaba con Kisa, no pude evitar sonreír.
Llegamos hasta los vestuarios donde los jugadores se estaban cambiando, entramos y grande fue mi sorpresa al ver varios de ellos sin camisa, pero no pude evitar que mi mandíbula callera al suelo cuando me di cuenta de que Akihiko-sempai era uno de ellos.
Su amplio y blanco torso estaba completamente a la vista, sus marcados pectorales se encontraban algo húmedos debido al sudor, pero no pude apartar mi vista de ese perfectamente marcado abdomen, casi podría jurar que era una barra de chocolate, sus brazos musculosos se tensaban a cada movimiento que hacía, era… dios mío.
-¡hey!- dijo Kisa chasqueando sus dedos en mi cara- ¡míralo a los ojos jaja!- no pude evitar que la sangre corriera a mis mejillas con este comentario- ¡Usami-sempai!- gritó Kisa llamando su atención mientras él se ponía la camisa de la escuela, no pude evitar desilusionarme un poco con este hecho.
-Kisa, ¿qué haces aquí?- dijo Akihiko-sempai- hola Misaki- me dijo con una hermosa sonrisa, no pude evitar devolverle una igual.
-Estoy buscando a Yukina, ¿lo has visto?- respondió Kisa
-Sí, me pareció que iba a las duchas… tal vez lo alcances antes de que entre…-
-¡oh!, ¡debo correr!, te veré después Misaki- dicho esto salió corriendo.
-bueno, salgamos de aquí Misaki- dijo Sempai saliendo del vestidor conmigo detrás.
Caminamos durante algunos minutos entre los jardines de la escuela, hasta que llegamos a un gran árbol, Akihiko-sempai se sentó justo en la sombra que este árbol hacía, imitando su acción me senté a un lado de él.
-y bueno…- dijo Akihiko-sempai- ¿qué es lo que querías decirme Misaki?-
-ammm yo, bueno- tomé mi mochila y saqué de ella el pequeño recipiente- quería agradecerle por las asesorías que me dio para que yo pudiera aprobar mi examen, así que… le preparé esto, espero que le guste- dije entregándole el recipiente.
Lo tomó y observó con curiosidad, con sus grandes manos desató el nudo del pañuelo que envolvía el almuerzo que preparé y abrió la tapa, su mirada adquirió de repente un brillo que yo ya había visto antes y que sin embargo me hizo muy feliz, ese mismo brillo que cuando vio la comida que preparé para él en su casa.
-muchas gracias, de verdad, muchas gracias Misaki- dijo mirándome, en seguida de eso hizo algo que ni en un millón de años hubiera esperado que hiciera, se acercó a mí y besó mi mejilla.
No pude hacer más que abrir los ojos y llevar una mano a mi pecho con la intención de que mi corazón no saliera de ahí, me quedé ahí simplemente, tan feliz de ver como degustaba la comida que yo había preparado, verlo engullir cada bocado hacía que me enamorara cada vez más de él.
Sin embargo mi mente se concentraba en mi mejilla, en el ardor que habían provocado sus labios y la calidez que aun permanecía ahí donde su piel había tocado con la mía, sin embargo no me bastaba, yo… quería más.
Mis ojos se clavaron en sus labios, en esos rosados y carnosos labios, deseando tenerlos junto a mí, tratando de disimular un poco mis indebidos deseos voltee a ver a algún otro lado, percatándome de que no había nadie cerca de nosotros, de hecho parecíamos estar solos en ese lugar…
Al regresar mi mirada hacia Sempai grande fue mi sorpresa al darme cuenta de que ya no comía, sino que ahora estaba ahí, simplemente mirándome fijamente, no dije nada, solamente lo miré, mi mirada bajo de esos bellos ojos nuevamente a sus labios.
Aun sin decir nada pude percibir como Sempai movía sus piernas, acercándose a mí, mi corazón latía cada vez más fuerte por cada centímetro que él se acercaba, elevó una de sus manos y la posó en mi mejilla, ese ardor me asaltó de nuevo, su mano quemaba en mi mejilla, pero no era desagradable, todo lo contrario, quería más. Se acercó un poco más y pego su frente a la mía, podía respirar su aliento, ese que me embragaba y mareaba.
Estaba perdiendo mis sentidos, no me sentía yo mismo, nuevamente ese ardiente deseo pecaminoso estaba brotando en mi interior y no sabía cómo detenerlo, sus labios llamaron mi atención, pude observar como su lengua salía ligeramente para humedecerlos, ese fue mi limite, sin poder soportarlo un segundo más uní mis labios intensamente a los suyos, sintiendo como rápidamente comenzaba a besarme.