Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nueva Vida por UsagisWhife

[Reviews - 93]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hey! aqui estoy actualizando puntualmente a primera hora del sabado! (: (es literal, es pasadas de media noche y estoy muriendo de suelo) esto es debido a que mañaa estare ocupada, y si actualizo ya seria muy tarde, bueno, mientras yo estoy en estado zombie...

las dejo leer (:

CAPITULO  5

“Húmedo”, esa palabra pasaba por mi cabeza una y otra vez, húmedo… ese beso fue… húmedo, muy húmedo.

La forma en que nos besamos fue tan… intensa, apasionada, lo deseaba, si, lo había deseado, lo había querido, yo quería besarlo y que él me besara, sentir sus labios contra los míos, aún recuerdo la sensación de sus dientes mordiendo levemente mi labio inferior, aquella lengua tan traviesa inmiscuyéndose al interior de mi boca, el sabor de su aliento…

¿me arrepentía?, no, sin embargo un abrumador miedo me atormentaba, el miedo a no volver a hablar con él, el miedo a que lo poco que teníamos hubiese terminado tan de pronto, no quería, no quería.

Nos habíamos besado tan ardientemente, había sentido el ardor en mis labios, sentí como si mi cuerpo se estuviera incendiando, sentí… sentí  un mundo de emociones. Sin embargo cuando nos separamos simplemente nos miramos y sin decir nada más tomamos nuestras cosas y volvimos con nuestros compañeros en un completo silencio.

Estaba caminando hacia mi casa después de la escuela, hacia no muchas horas que todo esto había pasado, ¿por qué me había besado?, él había dicho que le gustaba una persona, así que ¿por qué besarme a mí?, ¿qué sentido tenía eso?, ¿lo hacía por despecho?, ¿es que esa persona no lo correspondía?

¿Por qué jugaba así con mis emociones?, pero aún más, ¿qué haríamos cuando nos volviéramos a ver?; la vez pasada que estuvimos a punto de besarnos actuamos como si no hubiese pasado nada, ¿pero ahora?, era muy distinto, haber estado a punto de hacer algo que haberlo hecho son cosas muy distintas, ¿o no?, dicen que la intención es lo que cuenta después de todo…

Pero si lo pensaba bien… ¿yo quería hacer como que no pasaba nada?, ¿quería seguir jugando a los amigos cuando yo deseo algo más?, sinceramente no sé qué es lo mejor para mí, no sabía si luchar silenciosamente o revelarme y luchar cara a cara, aunque… ¿podría enfrentarlo?, ¿de verdad tenía el valor de enfrentarlo a él?

Dios… la cabeza me dolía horrores y no podía pensar en otra cosa que no fuera Akihiko-sempai; entré a mi casa que se encontraba completamente sola, mi hermano aun no llegaba del trabajo. Agotado mentalmente me dirigí a la cocina tomé una pastilla de encima del microondas, procedí a dirigirme a la sala y acostarme en el sillón, cualquier persona podría decir que ahora que han terminado los exámenes de periodo, qué más le puede acomplejar a un adolescente de 16 años… sin embargo, creo que nunca me había sentido tan confundido y agobiado en mi vida, ni siquiera cuando mis padres murieron.

¿Qué haría mañana al encontrarme con él?, quizás no valla a la escuela, aunque para no ir necesitaba un buen pretexto… rayos… no quería enfrentarme a mi propia realidad, no quería verlo, estaba muy nervioso, no quería ilusionarme, el que me haya besado no significa nada después de todo, muchas personas hacen cosas físicas sin sentimientos de por medio, ¿por qué Sempai tendría que ser diferente?, ¿por qué tenía que pensar que era diferente?, aunque… ¡yo quería pensar que él era diferente!, el me había mostrado una persona buena, que se preocupa por los demás, ¿acaso sería solo una fachada?, ¿por qué me hago tantas preguntas?, ¿por qué me agobia tanto esta situación?, no quería escuchar sus palabras, fueran cuales fueran.

No quería no hablar con él, quería conversar, que revolviera mi cabello, ver su sonrisa como si nada; pero tampoco quería olvidarme de lo que pasó, aunque él no haya sentido nada, había sido muy especial para mí, había sido el primer beso que daba en mi vida y jamás lo olvidaría.

Poco a poco sin darme  cuenta, ahí en el sillón de la sala, caí profundamente dormido…

 

[Akihiko]

Después de mucho tiempo había saciado mi deseo de tocar esos pequeños labios, de sentirlos junto a los míos, sentir su calidez y respirar su aliento.

Debo decir que desde que conocí a ese pequeño niño me había cautivado, nunca había visto a nadie tan lindo como él, y el verlo ahí, cubriendo su cara queriendo protegerse de aquellos idiotas el primer día de clase había provocado mi ira, sin embargo después día a día me había percatado de la inmensa ternura y pureza que tenía dentro de su ser, había sido imposible no enamorarme.

Pero este amor me hacía daño, en momentos me carcomía el alma por las ansias de verlo, escuchar su voz, ver su sonrisa, apreciar esos preciosos ojos verdes en su rostro, tocar su suave cabello, y cuando se encontraba muy cerca tenía miedo, miedo de no poder controlar ese deseo de atacar sus rosados labios, de hacer algo de lo que pudiera arrepentirme. Sin embargo mi deseo crecía día a día, con cada sonrisa y sonrojo, cada vez era menos mi autocontrol, aún más cuando me enteré de que ese ser era tan puro que nunca había sido tocado por nadie, eso solo me causaba un horrendo deseo de corromper su lindo ser.

Y ese día… no lo había soportado, había abusado de esos preciosos labios y profanado territorio que no me correspondía, sin embargo no me arrepentía en lo más mínimo, realmente quería más, no me había bastado, quería más de Misaki, más de él, quería monopolizarlo y que fuera completamente para mí.

Pero no podía pensar solo en mí, ¿qué pensaba Misaki de todo esto?, ¿le gustaba?, o podría ser… ahora mismo podría estar odiándome, yo me había robado su primer beso, seguramente odiaría a la persona que haya hecho eso.

¿Debía confesarme a Misaki?, ¿qué sucedería si él me rechazaba?, lo perdería para siempre, no volvería a hablar con él, sin embargo… lo hecho, hecho estaba, y eso no podía cambiarlo, no podía hacer como si no hubiera pasado nada como la vez anterior, no, esta vez… me haría responsable de mis acciones.

 

Al día siguiente desperté nervioso de encontrarme con sus bellos ojos esmeraldas, no quería verlo, seguramente me pediría explicaciones, ¿y qué le diría yo?, “oh, es que me gustas y moría de ganas por besarte salvajemente”, ¡no!, simplemente no podía decirle eso.

Me levanté y acomodé el uniforme como pude, sinceramente poco me importaba si el uniforme estaba bien o no. Sin desayunar más que un vaso de agua, salí de mi apartamento en dirección a la escuela. Al cabo de poco más de un cuarto de hora me encontraba ya dentro de los pasillos de la escuela, ignorando a las chicas que se me acercaban y los chicos que me saludaban, simplemente cruzando los dedos y dando rápidos pasos con la intención de no encontrarme con él.

Una vez en mi salón suspiré agradecido con el destino, tomé asiento junto a la ventada, atrás de Hiroki; Hiroki era un muy buen amigo, siempre, desde pequeños nos habíamos llevado bien, siempre me había apoyado en mis decisiones y siempre había estado a mi lado, si había alguien en quien podía confiar era en él; sin embargo él era una persona muy tímida, al menos con los que no tiene confianza,  es por esa razón que no suelen verme con él muy seguido.

-Akihiko, buenos días- dijo mi amigo

-buenos días…-

-¿y esa cara?, parece como si no hubieras dormido en toda la noche…-

-pues… fue algo así, mis pensamientos no dejan de atormentarme…-

-ahora qué hiciste…- me dijo con una expresión de reproche

-lo besé…- dijo mirando por la ventana, esquivando la mirada acusadora que sabía que me estaba dirigiendo ahora mismo

-¡¿Qué hiciste qué?!- y ahí estaba esa mirada…

-¡que lo besé!- dije para después recargar mi codo en la butaca y mi barbilla en mi mano

-dios… ¿y él qué hizo?-

-pues… me… correspondió…-

-¿te correspondió?- dijo poniendo una expresión de confusión- ¿o sea que están saliendo ahora mismo?

-no, simplemente nos besamos, nos miramos y… al final hicimos como que nada pasó…-

-pero… si te correspondió significa que le gustas ¿o no?-

-no lo sé… me correspondió pero… ¿si le gusto entonces por qué no dijo nada?...-

-tal vez estaba nervioso o no sé, tú dijiste que nunca había besado a nadie, o sea que fuiste su primer beso ¿no?-

-si… lo fui…- dije mirando aun por la ventana sin poder evitar que una sonrisa escapara de mis labios- pero… ¡no lo sé Hiroki!-repliqué volteando a verlo nuevamente- ¿qué sucede si me rechaza?, ¡si ya no quiere volver a verme!, mi mundo acabará si llega a odiarme…- dije sosteniendo mi cabeza que ahora se encontraba gacha, apretaba los ojos y la mandíbula debido a la impotencia.

-¡por dios, Akihiko!, ¡se le ve en el rostro que le gustas!, ¿no has visto cómo te mira?, ¿no crees que si no le gustaras las hubiera cortado contigo desde lo que pasó aquella vez en tu apartamento?, ¡arriésgate!-

-si, es muy fácil para ti decirlo, a ti se te declararon con 100 flores y en la mitad del centro comercial con un cartel y un alta voz- dije con una sonrisa burlona, mirando como Hiroki se sonrojaba rápidamente y tomaba el libro más cercano para pegarme un buen golpe con él.

-¡cállate!, ¡sabes que eso es un tema prohibido!-

-jajaja de acuerdo, de acuerdo, jaja-

-pero ya en serio Akihiko, el que no arriesga no gana y tú le gustas a ese chico, no pasará nada, te lo aseguro- me dijo con una sonrisa, poniendo su mano sobre la mía, haciendo una leve presión que me infundió seguridad.

-buenos día estudiantes, espero que hayan obtenido algo de las clases pasadas porque el día de hoy les joderé el día haciéndoles un examen sorpresa- dijo el profesor entrando al aula.

Hiroki se giró para el frente y seguido de eso los exámenes comenzaron a ser repartidos, a decir verdad el examen era la menor de mis preocupaciones, lo que daba vueltas por mi cabeza era si debía declararme o no, ¿de verdad podría gustarle yo a Misaki?, si le pedía salir conmigo… ¿aceptaría?

¡Daba igual!, Hiroki tenía razón, el que no arriesga no gana, y a estas alturas no podía actuar como si nada igual que la vez pasada, me declararía a penas lo viera, le haría saber de mi sentimientos, y si me rechazaba tampoco me rendiría, trabajaría duro para que se enamorara tanto de mi como yo de él.

Con una nueva motivación y una sonrisa en el rostro una vez que terminé mi examen estiré mi mano y saqué una libreta negra de la mochila, la abrí y comencé a hacer lo único que me gustaba tanto como Misaki, escribir.

Escribía durante mis tiempos libres, cuando estaba abrumado con mis propios pensamientos, escribía para relajarme, este era el pequeño trabajo del que le había hablado a Misaki, hace no mucho uno de mis amigos de la infancia, Isaka, había violado mi privacidad y había leído uno de mis muchos cuadernos negros, sin embargo ignorando mi molestia me dijo que era muy bueno y debía publicarlo, al ser su familia dueña de una imprenta prácticamente me obligó, sin embargo mi libro comenzó a venderse y yo a ganar algo de dinero, fue así como vi la oportunidad para independizarme.

Traté de despejar mi mente deslizando el lapicero sobre el papel, funcionó un poco, pero irónicamente, las tantas ganas que tenía de no encontrarme con Misaki en la mañana, se había convertido en ganas de verlo, de decirle lo que sentía y conocer su reacción.

Escribiendo en clase se me fueron las horas, muy lentas debía decir, sin embargo al fin la campana sonó y yo tomé la muñeca de Hiroki sacándolo del salón junto conmigo, no quería que me diera un ataque de pánico y me arrepintiera a la última hora.

Caminamos por los pasillos en dirección al salón de Misaki, sin embargo al doblar en un pasillo lo vi, ahí estaba, son sus preciosos ojos verdes llenos de brillo, su uniforme holgado debido a su delgado cuerpo, con su hermosa sonrisa que estaba dirigida a… ¿Quién era él?

¡Había un chico con Misaki!, ¿quién era ese idiota que se atrevía a llevarse las sonrisas de MI castaño?, no pude evitar que la furia me envolviera, apreté mis puños y comencé a caminar hacia ellos, ignorando el brazo que mi amigo había puesto en mi hombro dándome a entender que me calmara. A grandes zancadas llegué justo al lado de ellos, cambiando mi expresión por una aparentemente más agradable.

-Buenos días, Misaki, no te vi en la mañana- dije sonriéndole, al instante pude ver que se puso sumamente nervioso, sus mejillas se habían enrojecido, me evitaba la mirada y jugaba nerviosamente con sus dedos.

-B…buenos d…días, S…Sempai- tartamudeó, ¿es que acaso podía ser más tierno?

-Bueno, ¿no nos presentas Misaki?- dije

-¡oh!, este, amm, si… Sempai, él es Ijuuin-sempai, él me estaba comentando acerca de su reciente cambio de escuela, es nuevo al igual que yo…-

-oh… ya veo, entonces será mejor presentarme…- dije ardiendo en ira silenciosa, había cientos de chicos en la escuela, ¿por qué necesariamente tenía que venir a hablar con Misaki?- Yo soy Usami Akihiko, debido a que eres nuevo no me conoces, pero ya lo harás, soy el estudiante numero 1 de la escuela, siempre me verás en el primer puesto de todo, tanto académica,  deportiva y socialmente, soy amigo de Misaki desde que llegó aquí y siempre he estado ahí para ayudarlo y protegerlo de idiotas que andan por ahí sueltos, pero tú pareces ser un buen chico, o al menos espero que lo seas, necesito que entiendas que Misaki es muy importante para mí, y debido a que es algo distraído e ingenuo no percibe la estupidez, maldad o idiotez de la gente, y yo, yo estoy para alejar a esa gente, por eso necesito que entiendas que…-

-S…Sempai- interrumpió Misaki, sujetando mi codo, haciéndome callar.

-No se preocupe Usami-san, no tengo la intención de hacerle ningún daño a Misaki, todo lo contrario- dijo con una mirada de la que no me fio nada- ahora, si me disculpan debo retirarme- dirigió una dulce mirada a Misaki y seguido de esto hizo algo que verdaderamente me sacó de mis cabales.

Tomó delicadamente la mano de Misaki y la llevó hasta sus labios, esto fue el colmo de todo, dejé de aparentar estar calmado, y justo antes de que la piel de Misaki tocara aquellos sucios labios tomé su mano bruscamente y comencé a caminar, arrastrándolo junto conmigo, alejándole de aquel intruso en mis planes.

-¡S…Sempai!, ¡basta!, ¿a dónde me lleva?- dijo Misaki siendo arrastrado por mi

Ignorando a la gente a nuestro alrededor y las quejas de Misaki, lo arrastré hasta donde no hubiera gente, al ver la sala de música lo consideré el lugar adecuado, abrí la puerta bruscamente y entré junto con él cerrando la puerta. Una vez dentro empujé a Misaki hasta la pared, acorralándolo con uno de mis brazos que se azotó violentamente contra el muro de concreto, un pequeño salto de su parte fue su muestra de sorpresa, mientras yo, posé mi mano en su nuca sin delicadeza alguna, valiéndome un comino lo demás me acerqué al él rápidamente, uniendo nuestros labios en un violento y deseado beso.

Pude sentir como su cuerpo daba un pequeño salto debido a la sorpresa, sin embargo al comenzar a sentir mis labios moverse sobre los suyos comenzó a corresponderme poco a poco. Tímidamente llevó sus manos a mi pecho, aferrándolas a mi camisa intensificando aún más nuestra unión.

Al ver tan buena respuesta por su parte tuve la confianza de comenzar a morder sus labios, dejándolos rojos e incluso algo hinchados. Mis labios ardían tan solo al sentirlos a un lado de los suyos; sin embargo comenzó a faltarnos aire, nos separamos un poco para retomar la respiración, pero en cuanto vi la oportunidad tomé su mandíbula haciendo un poco de fuerza para que abriera su boca y yo pudiera introducir mi lengua en ella.

Él trataba de seguirme el ritmo en este ardiente beso, sin embargo no lo lograba, por lo contrario a mi me encendía más su timidez y ternura en este momento, mi lengua se rozaba con la suya y producía que el beso se volviera cada vez más húmedo.

Llegó un momento en que comencé a desear más y sus labios no me bastaban alcé su cabeza, dejando expuesto ese blanco cuello que me llamaba, llevé mis labios hasta él, comenzando a dejar húmedos besos, succionando y mordiendo de vez en vez, una de mis manos se dirigió a su corbata desanudándola y desprendiendo los dos primeros botones, dejándome más terreno para explorar. Bajé aquella misma mano y desfajé su camisa introduciendo mi mano bajo esta, sintiendo como la piel de mi castaño se erizaba al sentir el toque de mis frías manos.

Presioné su cadera con mi mano al mismo tiempo que el comenzaba a lanzar pequeños suspiros con sus ojos cerrados, mientras tanto mis labios no se cansaban de besar y morder ese cuello que seguramente ya tendría unas cuantas marcas rojas.

-S…Sempai- dijo Misaki entre suspiros- b…basta… p…por favor-

Alcé la mirada y pude observar que por sus mejillas rodaban algunas lagrimas, en ese momento dejé de actuar sobre su cuerpo, todo sentimiento de deseo anterior se había extinguido, dejando únicamente un horrible sentimiento de culpa por haber perdido el control y haberme atrevido a hacerle algo así a Misaki; llevé mis manos y las posé delicadamente sobre sus mejillas limpiando las lágrimas que caían por ellas.

-lo siento, Misaki, de verdad, no era mi intención hacerte esto, por favor, perdóname- dije, qué estúpido era, si después de esto Misaki llegaba a odiarme no podría perdonármelo nunca.

-¿por qué me hace esto?- dijo mientras sollozaba, ¡lo sabía!, él no lo quería, él era un ser demasiado puro e inocente- ¿por qué me ilusiona de esta forma?- ¿ilusionarlo?- ¿por qué juega así con mis sentimientos?

-Misaki, espera, ¿de qué estás hablando?- lo miré a los ojos llenos de lágrimas, y con lo que me encontré fue con un brillo de profundo dolor, si, en ese momento me quedó claro de que yo era una completa mierda de persona.

-Me gusta Sempai, usted, me gusta demasiado- dijo sollozando con su mirada hacia el piso, aún con sus manos aferradas a mi camisa- y usted solo juega con mis sentimientos, sé que le debo dar asco, así que solo… por favor solamente recháceme para que yo pueda continuar con mi vida- dijo mientras más lágrimas brotaban de esos hermoso ojos llenos de dolor.

¿De qué hablaba este chico?, ¿se me estaba declarando?, no lo podía creer, y aún más, no podía creer  que creyera que me daría asco, Misaki podía causarme cualquier sensación menos esa. Sin embargo no podía evitar que mi corazón se llenara de dicha, le gustaba a Misaki, ¡le gustaba!, ¡no podía haber una persona más jodidamente feliz que yo!

Nuevamente  limpié sus lágrimas con mis pulgares y pegué mi frente a la suya, sonriendo inevitablemente mientras el seguía hipando a causa del llanto, dejó de sollozar al sentir su frente con la mía y alzó su verde mirada encontrándola con la mía.

-te has hecho una idea equivocada Misaki- dije suavemente al acariciar delicadamente su mejilla con mi pulgar- me gustas más de lo que crees- vi como se sobresaltaba y abría sus ojos como platos, denotando su verde mirar, sin poder esperar más me acerqué lentamente uniendo nuevamente nuestros labios, pero esta vez en un beso más lento, cálido y romántico, simplemente disfrutando del leve rose, sin embargo esta vez, él pareció no reaccionar- ¿Misaki?- dije separándome de él sin separar nuestras frentes.

-¿está diciéndome la verdad?, de verdad… ¿de verdad le gusto?- dijo en apenas un susurro, sus mejillas se encontraban más rojas que nunca, sin embargo, aquella ternura suya me enloquecía.

-claro, me has gustado desde el primer día que te conocí, te vi y me enamoré perdidamente- dije mirándolo, ya no tenía miedo de decir lo que sentía, ahora que veía que el se sentía igual que yo, ya no tenía miedo de nada-

-S…¡Sempai!- dijo Misaki aferrándose aún más fuerte a mi camisa, escondiendo su rostro en mi cuello, ante tal imagen lo único que pude hacer fue rodearlo con mis brazos, uniéndonos en un dulce abrazo; recargué mi frente en su cabeza, respirando el embriagante olor de su cabello, aspiré profundamente, drogándome con aquel dulce olor.

Nos quedamos así unos cuantos minutos, o tal vez horas, incluso pudieron haber sido días, no lo sé, perdí la noción del tiempo completamente, simplemente estaba concentrado en sentir su cuerpo contra el mío, sin poder evitarlo alcé una de mis manos y comencé a jugar con su cabello, deleitándome con la suavidad de este.

-Misaki…- dije sin separarme de él.

-¿si?-

-¿saldrías conmigo?- dije presionándolo más contra mi.

Una vez más pude sentir como se sobresaltaba y comenzaba a sollozar aferrándose aún más a mi pecho para después susurrar quedamente:

-si…-

Nos separe un poco y alcé su cabeza dando un rápido beso a sus labios para después susurrar.

-gracias, Misaki- una vez dicho esto volví a abrazarlo.

En estos momentos no creía que pudiera haber una persona más feliz en este mundo que no fuera yo, me sentía morir de saber que quería a Misaki y el me quería igual, no podía esperar para besar sus labios una y otra vez, para mandarle mensajes cada vez más melosos, para tener cientos de citas, de reír a su lado, de dormir con él, de abrazarlo, de tenerlo sola y únicamente para mí.

Sin embargo mis alegres pensamientos fueron interrumpidos por unos cuchicheos que me pareció escuchar al otro lado de la puerta, abrí mis ojos y agudicé mi oído.

-¡Cállate que no puedo escuchar!- dijo alguien es susurros

-¡a mi no me veas!, ¡es el estómago de Ritsu el que no deja escuchar!-

-¿yo?, ¡Yukina es el que no deja de reírse!-

-¡Quieren callarse!, ¡nos van a escuchar!- dijo una voz que reconocí como la de mi amigo Hiroki.

Delicadamente me alejé de Misaki y caminé hacia la puerta, en cuanto giré la perilla cuatro cuerpos conocidos azotaron en el piso haciendo quejidos de dolor.

Ahí se encontraban Kisa, Yukina, Hiroki y Onodera, por otro lado Takano estaba recargado en la pared del pasillo fumando un cigarrillo mientras observaba la escena en silencio.

-¡Usami-sempai!, qué coincidencia- dijo Kisa aún desde el piso haciendo el ademán de levantarse.

Takano ayudó a su novio a levantarse, mientras Yukina ofreció una mano a Kisa y yo ayudé a Hiroki, mientras tanto Misaki miraba la escena confundido.

-chicos…- dijo Misaki- ¿qué hacen aquí?

-¡espiar!- dijo Kisa con una sonrisa, enseguida recibió un codazo de Onodera acompañado en un “¡cállate!”- ouch…

-¿Nos escucharon?- dijo Misaki completamente sonrojado

-¡Si!- dijo Kisa

-¡completamente!- añadió Yukina

-oh dios… qué vergüenza- dijo Misaki cubriendo su rostro con las manos, me acerqué a él y comencé a acariciar su espalda tratando de tranquilizarlo a la vez que me dirigía a ellos.

-¿hay alguna razón por la que debían espiarnos?- dije viéndolos con reproche

-¡claro!- dijo Hiroki con los brazos cruzados sobre su pecho- después de ver como jalaste a Misaki era imprescindible saber que sucedería- dijo con una sonrisa

-¡Exacto!- añadió Kisa- así que… ¿ya están saliendo?- dijo con aparente ansiedad

-¿Qué no nos estaban espiando?- respondí, Misaki seguía sin decir palabra alguna al igual que Takano que se encontraba ajeno a la conversación.

-Si, pero Yukina no paraba de reírse…- dije Onodera viendo a Yukina con molestia

-¡Ya dije que no era yo!-

-¡claro que si!, incluso estabas…-

-¡ya cállense! – gritó Hiroki- y bien… ¿ya están saliendo Akihiko?

Pude ver como todas las miradas se clavaban en Misaki y en mi, esperando mi respuesta, por un momento pensé en si sería correcto decirles, bueno, no todos toman de la misma forma una relación entre dos hombres, pero fue al ver sus miradas ansiosas y sus rostros sonrientes que supe que no habría problema, después de todo, eran nuestros amigos los que ahí estaban, incluso Takano había volteado a ver la escena en espera de nuestra respuesta, sin entretenerme más me limité a decir:

-Si-

-¡Yay!- gritaron Kisa y Onodera mientras se tomaban de las manos y comenzaban a dar saltitos

-al fin- dijo Hiroki con una sonrisa

-felicidades- dijo Yukina igual con una sonrisa en su rostro.

Sin embargo en ese momento sonó la campana.

-bien…- dijo Takano- será mejor que nos vallamos Onodera, tú y Kisa ya no entraron a la clase pasada, los profesores sospecharan si no entran a la siguiente.

-es cierto- dijo Kisa dejando de saltar- es mejor que vayamos a clase Onodera, tú también deberías venir Misaki-

-¿eh? Si, enseguida los alcanzo…- dijo Misaki descubriendo al fin su rostro aún algo enrojecido.

Así poco a poco los demás se retiraron, dejándonos a Misaki y a mi nuevamente solos, aprovechando la oportunidad voltee a mirarlo.

-¿puedes creer que estuvimos aquí casi una hora?- le dije

-om… si, supongo que el tiempo se nos pasó volando-

-si, pero será mejor que entremos a clase o tendremos problemas- dije tomando su mano, se sobresaltó, pero no la despegó de la mía.

-si…- así comenzamos a caminar tomados de la mano

-entonces…- dije mientras caminábamos

-¿si?- respondió Misaki alzando su bella mirada

-¿me darás tu número de celular?-

-¿eh?, ¡oh!, si…- dijo mientras sacaba su celular

Así seguimos caminando, sin embargo ya no sentía la misma ansiedad de antes, ya no sentía se temor de que alguien mejor que yo se llevara a Misaki, ya no sentía esa impotencia de no poder decirle cuanto le quería, ya no lo sentía, ahora… ahora éramos algo más, ahora ya no era mi amigo, era mi tierno y atesorado novio.

Notas finales:

¿les gusto? (:

nuevamente las invito a dejarme un lindo review con sus comentarios <3

ahora me gustaria agradecer a unas lindas personitas que me dejan unos reviews preciosos, ustedes chicas son las que me motivan a seguir escribiendo (:

gracias: unikiry magico, IntentoDeEscritora, ED, Chiaki28, y a una no solo de mis autoras,sino tambien de mis lectoras favoritas,  Caperusita Kiryuu, gracas, aunque no actualices Azufre y Miel :3

bueno, hasta la proxima semana! =)

Usagi'sWhife ¡fuera!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).