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Nueva Vida por UsagisWhife

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Notas del capitulo:

Hey! (: cambio de planes, no actualizaré el sábado, sino los viernes en la noche, los sabados debo ir a clases, así que repito, actualizaría ya muy tarde, así que subiré el capítulo los viernes por la noche (:

 

Respondiendo a los pedidos de muchas dejaré por aquí una pequeña probadita del lemmon de estos chicos, porque como ya les he dicho, aun faltan un par de capítulos para el lemmon completo <3

 

¡a leer!

CAPITULO 6

[Misaki]

-¡En serio!, ¡ese maestro tiene algo en contra mía!- dije moviendo con agresividad los fideos en la cacerola

 -no tiene nada en contra tuya, lo que sucede es que le gustas y quiere llamar tu atención- dijo Akihiko-sempai mientras acomodaba la mesa.

-qué tontería más grande, ¿a quién podría gustarle alguien como yo?- dije

En ese momento sentí que alguien me abrazaba por detrás, posando sus manos en mi cintura, al instante me sobresalté, dejando caer el cucharon en mi mano.

-A mi me gustas, y mucho…- seguido de esto Sempai comenzó a besar la parte trasera de mi oreja, provocándome un delicioso cosquilleo, poco a poco comenzó a bajar dejando un rastro de besos por mi cuello.

-S…Sempai, la comida… se quemará…- repliqué

-al diablo la comida, al único que quiero comerte a ti- dicho esto procedió a voltearme, quedando frente a él atacó mis labios.

Si, Akihiko-sempai y yo por fin habíamos comenzado a salir, después de una vergonzosa conversación nos habíamos dado cuenta de que nos gustábamos mutuamente, y después de que me preguntara si quería salir con él, yo acepté.

No podía existir una persona más feliz en estos momentos, la persona tan perfecta de la que me había enamorado me correspondía, aún no sabía cómo era posible, aunque sinceramente no le daba mucha importancia, él estaba conmigo ahora.

Ya llevábamos un par de semanas saliendo, habíamos decidido mantenerlo en secreto para evitar tanto problemas en la escuela como en mi casa, los únicos que estaban enterados eran nuestros amigos más cercanos, y Takano-san…

Ahora nos encontrábamos en el apartamento de Akihiko-sempai, estábamos en medio de una de nuestras “citas”, estaba emocionado, era la primera vez que venía al apartamento de Akihiko-sempai después de que comenzamos a salir, estaba algo nervioso, pero también ansioso.

Él no dejaba de besar mis labios, pero no podía quejarme, me preguntaba, ¿cómo hice para poder vivir sin estos labios todo este tiempo?, si alguien llegara y me los arrebatara no sabía qué podría pasarme.

Después de sentir el olor a quemado de la cacerola finalmente logré separarme de Akihiko-sempai, salvando por un instante los fideos. Una vez serví la comida nos sentamos a comer.

-De verdad, no quiero volver a comer algo que no hayas preparado tú, Misaki- dijo Sempai comiendo animadamente

-N…no soy tan bueno cocinando como usted cree, simplemente sé lo básico- comenté sonrojado, ese tipo de comentarios siempre lograban que me avergonzara, más sin embargo me hacía sentir un leve cosquilleo en el estómago.

-s tú lo dices, ¿sabes Misaki?, estoy llegando a pensar que eres de esas personas que se tropiezan a propósito para que alguien las levante- dijo poniendo su codo sobre la mesa, recargando su barbilla en la palma de su mano a la vez que me miraba fijamente.

-¿eh?, no, para nada, solamente estoy siendo sincero…-  dije avergonzándome aún más, definitivamente, por más halagos que Akihiko-sempai me hiciera yo no lograba acostumbrarme a ellos.

-¿es que acaso puedes ser más tierno?- dijo esbozando una leve sonrisa, de verdad ¿qué le pasaba?, ¿planeaba que yo muriera de la vergüenza?

-S..Sempai, por favor deje de decir esas cosas, para empezar, soy un hombre, y a un hombre no le gusta que le digan ese tipo de cosas- dije desviando la mirada, si seguía sosteniéndosela seguramente pronto colapsaría.

-jajaja, de acuerdo, de acuerdo- dijo levantándose de la mesa, tomando su plato y el mío que ya se encontraban vacíos- pero si eres tierno- dijo besando rápidamente mi mejilla para después dirigirse a la cocina.

Yo simplemente me quedé ahí con las mejillas sonrojadas y el corazón completamente alborotado.

 

Después de mi severo ataque al corazón y mi salvaje aumento de temperatura decidimos trasladarnos al sofá, preparé unas palomitas mientras Akihiko-sempai se encargaba de poner una película en la televisión.

Dejé el tazón en la pequeña mesa de centro y me senté en el sillón, sin embargo me asusté cuando Akihiko-sempai tomó mi cintura y me acercó hacia él, quedando completamente juntos en el enorme sofá, no repliqué, pues sabía que Akihiko-sempai no me dejaría alejar. La película comenzó y nos recargamos en el respaldo del sofá.

Akihiko-sempai en ningún momento quitó su mano de mi cintura, y yo por mi parte, recosté mi cabeza en su hombro, disfrutando ese varonil perfume que lo distinguía.

Así abrazados comenzamos a ver la película. Era una película americana llamado “los siete pecados capitales”, trataba acerca de un asesino que seleccionaba a sus víctimas en relación a uno de los 7 pecados, debo decir que era un poco sádica, tenía imágenes algo fuertes, por lo que estaba comenzando a ponerme nervioso.

-Akihiko-sempai, ¿cree que podamos cambiar la película?- dije después de ver el cadáver de la víctima que representaba a la gula.

-¿por qué?, ¿no se te hace interesante?- dijo Sempai dirigiendo su mirada hacia mí.

-N…no es eso, es solo que… tiene demasiada sangre y me está poniendo muy nervioso…-

-no es tan malo Misaki, respira y trata de tranquilizarte, recuerda que nada de esto es real…-

-ammm si, está bien- dije para no ser grosero, sin embargo el suspenso de la película aumentaba y con ello mi nerviosismo.

Mis manos estaban comenzando a templar, así que las aferré a la manga de la camisa de mi Sempai mientras mi labio inferior comenzaba a temblar.

Atento a la pantalla cerré mis ojos un momento, tratando de respirar, pero en ese momento sentí como los labios de Sempai se encontraban moviéndose ya encima de los míos, sinceramente no me los esperaba.

-S…Sempai- dije en cuanto pude- ¿qué está haciendo?

-tranquilizarte…- dijo volviendo a besarme

¿En serio?, ¿esta era su forma de tranquilizarme?, creo que él no se había dado cuenta de todas las sensaciones que provoca en mi cuerpo, y definitivamente, tranquilizarme no era una de ellas. Cada que tenía a Akihiko-sempai cerca de mí mi corazón comenzaba a latir cada vez más rápido y mi mente comenzaba a nublarse.

Sin dejar de besarme llevó una de sus manos a mi nuca intensificando nuestro beso, habíamos dejado completamente ignorada la película, ahora mismo lo único en lo que podía pensar era en quien me besaba eufóricamente.

A decir verdad yo no tenía experiencia en esto, sin embargo disfrutaba tanto los besos de Sempai, me preguntaba  si él disfrutaría de igual forma los míos.

Comenzó a ejercer presión sobre mi cuerpo, obligándome a recostarme en el amplio sofá, al instante me puse nervioso, estábamos subiendo de nivel con cada beso, en incluso, podía sentir a Sempai más animado que otras veces.

-abre la boca- me dijo entre beso y beso.

 Avergonzado, pero con ganas de más, hice lo que me dijo, sintiendo como su lengua se adentraba en mi boca, sentí un cosquilleo en mi vientre bajo al notar como su lengua se rozaba con la mía, este beso se estaba volviendo húmedo debido a aquel músculo dentro de mi boca.

Me sentía mareado, sin fuerzas, sin fuerzas que fueran para hacer algo más que no sea seguir besándole, mis manos en su pecho hormigueaban y no encontraba energías para abrir mis ojos.

La mano que hasta ahora se había encontrado en mi cintura desfajó mi camisa escolar y comenzó a deslizarse por dentro de ella, acariciando mi piel desnuda, esta acción me erizó todos los bellos del cuerpo, pero me hizo reaccionar, ya sabía por dónde iba todo aquello, sin embargo yo no me sentía listo para esto, yo era virgen y eso tenía que saberlo Akihiko-sempai.

-S…sempai-

-¿Si?- dijo a la vez que trasladaba sus labios a mi cuello, por puro instinto eché mi cabeza hacia atrás, deseando más de esos labios por todo mi cuerpo.

-Yo… basta, yo… soy…- logré decir entre suspiros.

-¿Virgen?- dijo abandonando su acción mirándome directamente a los ojos, me quedé inmóvil, sin decir nada, simplemente mirándolo, ¿cómo lo sabía?- eres tan tierno e inocente que no creo que te hayas aventurado a hacerlo, ¿o sí?- no pude responderle, sin embargo al parecer mi silencio le dio la respuesta que él esperaba- no te preocupes- dijo acariciando mis mejillas, acercándose para besar una de ellas- no vamos a hacer nada hoy, simplemente quiero disfrutarte un poco, ¿estás de acuerdo con eso?- al ver esa mirada tan dulce, sus suaves palabras y sus cariñosas caricias solamente me limité a asentir, ¿Cómo podía negarle algo a alguien que me miraba de esa forma?

Se acercó a mi rostro nuevamente y besó mis labios con delicadeza, proporcionándome un beso tierno y lento, justamente de esos con los que logra enloquecerme, ¿era posible perderme más en este hombre?

Bajó nuevamente hacia mi cuello, esta vez dejando besos húmedos y llenos de deseo, incuso había momentos en los que hacía una leve succión o dejaba una mordida, seguramente tendría una o dos marcas el día de mañana, pero siempre y cuando fuera cuidadoso no tenía por qué importarme.

La mano que se había entrometido debajo de mi camisa no se había quedado satisfecha, se adentraba cada vez más por mi torso hasta el punto de alzar mi camisa, esas grandes y tersas manos me provocaban grandes escalofríos que no sabía que era capaz de sentir, deslizando por mi piel dejando un leve cosquilleo llegó hasta mi pecho donde tomó uno de mis pezones estrujándolo ligeramente haciéndome hacer algo que nunca hubiera creído era capaz.

-¡ah!- gemí al sentir aquellos dedos, inmediatamente me sonrojé y procedí a tapar mi rostro con mis manos, ignorando la expresión sorprendida de Akihiko-sempai.

-vamos, Misaki, no te cubras- dijo acariciando mis manos encima de mi rostro- no tienes por qué avergonzarte- su voz en mi oído logró ponerme la piel de gallina, haciendo que mis fuerzas se debilitaran, así él aprovechó para tomar mis muñecas y descubrir mi rostro.

Mis ojos se encontraban llorosos debido a tantas emociones, mis labios húmedos e hinchados  y mis mejillas completamente rojas, seguramente debía estarse burlando internamente por alguien tan patético como yo.

-eres tan lindo…- este comentario logró sorprenderme, ¿no le parecía patético?, ¿él me creía lindo?, al tener él prisioneras mis muñecas solamente pude cerrar mis ojos fuertemente.

-Y…ya le dije que no me diga así- dije

-Si, si, si…-

Se alejó de mi y con sus dos manos alzó mi camisa casi por completo, dejando mi torso casi completamente descubierto, procedió a besar mi pecho y mi abdomen, nuevamente sacándome largos suspiros de éxtasis, yo no tenía mucha experiencia en esto, de hecho no tenía nada, pero si eso es lo que se sentía solamente al inicio, no quería imaginar qué se sentiría llegar hasta el final.

Sus labios subieron y apresaron uno de mis pezones, succionando, lamiendo e incluso mordiendo, ya no soportaba la extraña sensación en mi abdomen bajo, tenía deseos de más, quería más, mucho más, no podía evitar regresarle las mordidas cuando me besaba, se sentía simplemente delicioso.

-Ahh… Sempai- gemí

Las manos que se encontraba acariciando mi abdomen bajaron hasta el cinturón de mi pantalón, mientras él me besaba esas manos desabrochaban la evilla haciendo ese característico “clink” que hace el metal, nuevamente me inquieté al ver que esto estaba subiendo de nivel nuevamente, sin embargo recordé las palabras de Sempai “no vamos a hacer nada hoy, simplemente quiero disfrutarte un poco”, así que decidí confiar en él y dejarme llevar.

Comenzó a bajar mis pantalones poco a poco, dejándolos a la altura de mis rodillas, una de sus manos bajó hasta posarse sobre mi intimidad y al sentir ese leve rose, no pude evitar gemir por la descarga de sensaciones que me provocó.

-¿ya estás así?, oh Misaki… simplemente no puedo evitar desearte como lo hago- susurró Akihiko-sempai en mi oído, lamiendo todo el largo de mi oreja, pero él tenía razón, hasta ahora no me había percatado de que mi miembro ya se encontraba completamente erecto solamente con sus caricias.

Su mano aún sobre mi ropa interior comenzó a moverse ligeramente, causando que una corriente eléctrica que nunca antes había sentido recorriera mi cuerpo, sintiéndola incluso en la punta de los píes. Debido al placer alcé mis rodillas y contraje los dedos de los pies al igual que los de las manos, no podía contener este tipo de sensaciones.

-Ahh… dios…- gemí desesperadamente sintiendo como Sempai hacía un poco más de presión en mi parte baja

-¿te gusta?- abrí los ojos al escucharlo, encontrándome con una mirada que no había visto antes, sus ojos generalmente color lila ahora se encontraban de un color oscuro, oscuros y profundos, él me estaba mirando con ojos de deseo, eso me hizo pensar ¿qué clase de mirada tendría yo en estos momentos?

-ahhh… ¡Sempai!, yo… más…- dije ya perdiendo completamente mi cordura, había decidido sumirme completamente en el placer.

-¿quieres más?, bien…- dicho esto alejó su mano de mi hombría para después regresarla al mismo lugar, pero ahora por debajo de mi ropa interior.

La vergüenza se había ido junto con mi cordura, ya no me importaba que dijera las cosas más vergonzosas o hiciera lo más inimaginable, lo único en lo que podía pensar era en sus manos recorriendo mi piel, en sus manos provocándome una locura y placer inimaginables.

Su mano rodeó por completo mi miembro erecto haciendo un poco de presión, nunca creí que ese lugar pudiera producirme tales sensaciones, su mano comenzó a moverse en un pequeño vaivén, arriba y abajo.

-Ahh… si… ¡oh… dios!- no podía dejar de gemir, ya no era capaz de contener mi voz.

-oh Misaki… solamente mira de qué forma tan ruin estás seduciéndome-

Akihiko-sempai no había quitado su mirada de mi rostro en ningún momento, estaba atento a los sonidos que emitía y los gestos que hacía.

Su mano en mi intimidad estaba volviéndome loco, el que antes era un cosquilleo en mi abdomen bajo ahora era una sensación que no era capaz de describir, pero quería más, seguía queriendo más.

La velocidad del vaivén en su mano comenzó a aumentar, era cada vez más rápida, y conforme aumentaba mis gemidos lo hacían con ella. Me sentía en un barranco al borde del abismo, cada vez me acercaba más al vacío y no pasó mucho tiempo para que yo me lanzara en él  dejándome caer en aquel placer.

Sin poder contenerme me vine en su mano, lanzando no un gemido, sino un alarido de placer.

Si no me equivocaba, lo que yo había experimentado era… ¿mi primer orgasmo?, no lo sabía con  exactitud, lo único de lo que si estaba seguro era de que se había sentido increíble, sin embargo toda la energía que había sentido hace unos momentos ahora se había desvanecido y yo me encontraba agotado, jadeante y con mis manos aferradas a los hombros de Akihiko-sempai, ¿desde cuándo mis manos estaban ahí?

Nos quedamos unos minutos en silencio, esperando a que yo regularizara mi respiración, Akihiko-sempai se recostó por un lado en el sofá, permitiéndome recostar mi cabeza en su hombro; moví una de mis rodillas acomodándome, sin embargo al moverla me di cuenta de un bulto endurecido en el pantalón de Sempai.

-Sempai, tú…- dije mirándolo

-no te preocupes, ya bajará…- dijo acariciando mi mejilla, besando mis cabellos.

Todo este tiempo solamente había estado pensando en mí, y Sempai solamente me había complacido a mí, en ningún momento había pensado en su propio placer, sin embargo ahora ya era tarde para hacer algo, me encontraba sumamente agotado.

-lo siento…- me limité a decir bajando la mirada.

-no hay cuidado- dijo besando mi frente.

Nos quedamos así abrazados unos cuantos minutos, pero después de un tiempo comencé a sentir un poco de frío, en ese entonces me di cuenta de que aun tenía mis pantalones abajo, me removí un poco para subirlos, pero al tocar mi piel me di cuenta de que estaba completamente pegajoso.

-Puedes tomar una ducha si gustas- al oír esto me sonrojé, pero debido a mi situación, hice un asentimiento, gracias a dios siempre llevaba un cambio de ropa en mi mochila por si acaso- El baño está en el pasillo, la primera puerta a la izquierda, corre, que voy después de ti.

Cuidadosamente me levanté de sillón completamente apenado por llevar mi pantalón a medio acomodar. Caminé hacia el baño y me encontré con una tina con jacuzzi, de verdad… ¿en qué trabaja Akihiko-sempai que tenía tanto dinero para comprar un jacuzzi?, sin embargo no quise perder la oportunidad de tomar un delicioso baño de burbujas, así que abrí la llave de la tina dejando salir el agua caliente.

Me quité mi ropa y tomé una de las toallas que se encontraban en uno de los estantes, el baño era grande y era decorado con azulejos color crema, estos le daban un bello toque relajante, además de que en el vapor se podía percibir un delicioso aroma a vainilla.

El vapor había comenzado a inundar la habitación, cerré la llave del agua e introduje mi cuerpo en el agua, sintiendo mis músculos relajarse con la deliciosa temperatura del agua, sumergí mi cuerpo hasta la mitad de mi cabeza, soplando aire por la nariz, haciendo que las burbujas brotaran del agua.

No sé cuánto tiempo estuve en la tina, sin embargo no podía dejar de pensar en lo que Akihiko-sempai y yo habíamos hecho esa tarde, me sentía avergonzado, pero feliz a la vez.

Cuando el agua comenzó a enfriarse salí de la tina y la vacié, sequé mi cuerpo y me puse mi cambio de ropa.

Salí del cuarto de baño y me encontré con Akihiko-sempai que se encontraba en el sofá leyendo un libro, no pude evitar bajar mi mirada a su entrepierna, que ya se encontraba completamente normal, aquel sentimiento de culpa me invadió nuevamente.

-lo siento…- dije atrayendo su atención

-¿Qué es lo que sientes?- dijo volteándome a ver, bajando su libro y quitándose sus gafas.

-que no pude complacerte como tú lo hiciste conmigo- dije bajando la mirada, completamente sonrojado, sin embargo era necesario disculparme.

Se levantó del sillón y caminó hasta mí haciendo algo que no me esperaba, me abrazó, recargando su mejilla en mis cabellos húmedos.

-No lo sientas, no me molesta que seas virgen, a decir verdad, me alegra, me alegra saber que yo seré el primero… cuando estés listo- al decir esto me abrazó aún más fuerte, solamente pude cerrar los ojos y corresponder su abrazo, drogándome nuevamente con su varonil aroma.

 

Más tarde nos separamos por fin después de una nueva sesión de besos que trataron de llegar a algo más, sin embargo nos detuvimos, ya que hacer eso de nuevo implicaría el hecho de que mi baño fue en vano.

Akihiko-sempai había entrado en la ducha y yo lo estaba esperando para que me acompañara a casa, daba vueltas de un lado para otro en la sala, tratando de matar el tiempo, sin embargo mi aburrimiento podía conmigo, atravesé la sala hasta llegar al pequeño balcón del departamento, salí recibiendo gustoso la brisa nocturna.

Miré al cielo ya oscurecido, realmente había pasado mucho tiempo aquí ¿cierto?, sin embargo parecía que todo había pasado en un simple pestañeo.

Me preguntaba, ¿qué podía ser más bello?, ¿les estrellas o este terrible amor que siento?, siempre había considerado que no había nada más bello que las estrellas, sin embargo ahora… miraba al cielo estrellado y no podía evitar ver el rostro de la persona que cautivo mi corazón.

Inhalé profundamente, sintiendo mis poros escocer con el fría aire, sin embargo estar aquí me calmaba, lograba que mi corazón recuperase su ritmo normal y mis la sangre circulara por mis mejillas, era increíble todo lo que él me provocaba.

Miré las estrellas una última vez y decidí volver adentro, recorrí la sala nuevamente, el comedor, la cocina y finalmente llegué al pasillo con las 3 puertas, sabía que una de ellas era el baño, sin embargo mi curiosidad pudo conmigo y comencé a caminar, llegando a la primera puerta, la que estaba justo frente al baño, podía escuchar el agua caer detrás de mi.

Impulsado por la curiosidad tomé la perilla y la giré, empujé levemente la puerta y me encontré con una habitación muy desordenada y llena de polvo, había incluso capaz de pelusa sobre los muebles, había una cama horizontal, una pequeña mesa de noche, el closet y un espejo, al parecer era una habitación extra, ya que parecía no haberse usado durante años.

Salí de aquella habitación y me dirigí a la siguiente puerta, giré la perilla y entré.

Me encontré con una habitación inmensa, seguramente del mismo tamaño que la sala, tenía una enorme cama matrimonial en el centro, cubierta con gruesas cobijas blancas y esponjosas almohadas; frente a la cama había una enorme cómoda de caoba con una gran pantalla encima, abrí el closet y abrí los ojos al ver la enorme cantidad de camisas de todos los colores, incluso había unos pocos juguetes regados por el cuarto, eso me causó gracia; sin embargo lo que más llamó mi atención fue el enorme librero que se encontraba dentro de la habitación.

Había muchísimos libros apilados en los estantes uno tras otro, sin embargo en las repisas más altas no había libros eran cuadernos, cuadernos negros, uno tras otro, ¿por qué tendría cuadernos ahí?, salté tratando de alcanzar uno de los cuadernos, sin embargo no pude lograrlo, estaban demasiado alto.

Me rendí y decidí observar los libros más bajos, llamó mi atención el primero de ellos, todos los libros se encontraban limpios, sin nada de polvo encima, pero este no, tenía mucho polvo encima y se veía sumamente descuidado al contrario de los otros, tomé el libro delicadamente entre mis manos, era un ejemplar de “Romeo y Julieta”, uno muy viejo debía decir.

Abrí el libro por la mitad, encontrándome con que las hojas estaban incluso despegándose, decidí quitarle importancia y devolverlo a su lugar, pero en ese momento vi que algo caía del libro, lo deposité en el suelo y en cuclillas tomé el papel.

Resultó no ser solo un papel, era una fotografía, en ella se apreciaba el rostro de una bella chica, tenía grandes ojos grises y ondulado cabello castaño, rasgos finos y una adorable sonrisa, al pie de la foto tenía escrito “Erika” con una bella caligrafía, ¿quién era esta mujer y por qué su foto estaba abandonada en la mitad de un libro empolvado?

-¿Misaki?- dijeron atrás de mi, voltee la mirada y me encontré con los ojos curiosos de Akihiko-sempai, que ya se encontraba completamente vestido, solamente que con su cabello mojado y una toalla alrededor del cuello- ¿qué estás haciendo?

-oh… estaba mirando la gran cantidad de libros que tienes- dije levantándome, aún con la fotografía entre los dedos

-oh ya veo… ¿te gusta leer?- dijo acercándoseme

-ammm, un poco, si, pero… encontré esta fotografía en mitad de un libro, no deberías dejar ahí las fotos de tus amigos- dije

Cuando bajó su mirada a mis manos, fue solo un segundo, no, ni siquiera eso, fue solo una fracción de segundo, pero durante ese periodo vi un brillo en sus ojos que nunca antes había visto, fue solo un destello, sin embargo lo vi, fue un brillo de angustia, miedo, tal vez hasta desesperación, pero repito, fue una fracción de segundo, enseguida regresó a la normalidad y con una sonrisa tomó la fotografía de mis manos.

-Oh, no es nada importante, lo tiraré más tarde…- dijo con un tono despreocupado

-¿eh?, ¿pero es que esa persona no es importante para ti?- pregunté, ¿quién tira así como así una foto que ha guardado durante mucho tiempo?

-no, no lo es, ahora- dijo tomando mi rostro entre sus manos- alguien debe aprender a respetar la privacidad de la gente.

-¿eh?, ¡oh!, lo siento, no era mi intención…- dije alarmado, ¿de verdad estaría enojado?

-ni hablar, mereces ser castigado- enseguida posó su labios sobre los míos, nublando mis sentidos y mis pensamientos, haciéndome olvidar todo con esos labios suyos.

Después de eso salimos del departamento, dirigiéndonos a mi casa, charlamos tan amenamente como siempre lo hacemos, sin embargo al llegar al pórtico de mi casa tenía una mirada que no supe descifrar.

-¿Akihiko-sempai?, ¿qué sucede?- dije mirándolo

-Misaki…- dijo con la mirada en el piso

-¿si?-

-¿tú me quieres?-

Eso me tomó por sorpresa, ¿a qué venía eso tan de repente?

-Amm… yo…- desvié la mirada debido a mi nerviosismo-

-por favor Misaki… ¿tú me quieres?- miré sus ojos, y nuevamente ese brillo estaba ahí, fue ahí que supe que no debía mostrarle cobardía ni debilidad.

-Claro que lo quiero Sempai, más de lo que usted cree- dije mirándolo a los ojos con total seguridad.

Al oírlo se apresuró a abrazarme bruscamente, atrapándome con sus fuertes brazos, hablando con prisas.

-entonces prométeme que no me dejarás, prométemelo- dijo haciendo más fuerte su agarre.

No sabía que la había pasado de repente, ¿dónde estaba el Sempai irrompible e imponente que yo conocía?, no tenía idea, pero no eran momentos para pensar en eso…

-te lo prometo- dije devolviendo su abrazo con todas las fuerzas que tenía, cerré los ojos recargando mi barbilla en su hombro, inhalé su perfume nuevamente perdiéndome en él, no me gustaba verlo así, no me gustaba su desesperación, no me gustaba su tristeza, a mi me gustaba su alegría. 

Notas finales:

¿les gustó? (:

Las invito a todas a que me dejen uno de sus lindos reviews diciendome sus comentarios, la semana pasada recibí algunos muy bonitos <3 <3 <3

una cosita más, ¿les gustó el lemmon?, tenía un tiempo que no escribía, así que realmente no sé como me haya quedado...

y para las que nos pasaremos el 14 de febrero solas, que al menos sea leyendo fanfics <3 <3 <3 pues ya actualizaron unos de mis fanfics favoritos de una de mis autoras y lectoras favoritas llamado "Azufre y Miel", a mi me encanta, así que las invito a leerlo igual <3

sin más que añadir...

Usagi'sWhife ¡fuera!

 


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