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Nueva Vida por UsagisWhife

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Notas del capitulo:

hey! si, estoy aquí, aún no he muerto,lamentohaber tardado tanto, la verdad es que entré a una escuela de belleza, y pues sumada a mi otra escuela, tengo muchísimas cosas que hacer, apenas tenía tiempo escribir, entonces, cuando entré a examen en la otra escuela, de verdad no tuve nada de tiempo, la semana proxima a esa entre en examenes en mi prepa,(y sigo en ellos), entonces tampoco tuve tiempo, y cuando alfin parecía que tenía un poco de tiempo, ¡me enfermé!, de verdad, estuve al borde de la muerte.

para colmo, ya había empezadoa escribir este capitulo, pero no me gustó como había quedado, así que lo reescribí, y casi estaba terminado, pero perdí la memoria donde guardo el fanfic!, así que lo tuve que volver a escribir.

de verdad les pido que me comprendan, yo dedico la mayor parte de mi tiempo libre a escribir, pero esto es solo un hobie, y lo siento, pero mi escuela (ambas) son prioridades para mi.

lamento que el capítulo sea corto, les repito que estoy escasa de tiempo, y tampoco les voy a prometer que podré actualizar cada semana, lo haré cuando pueda, ya que como persona, tambien merezco descanzar un poco.

Espero que me comprendan, sin más que decir...

¡a leer!

CAPITULO 8

La luz del sol matutino había comenzado a molestar mis parpados, provocando que yo cerrara mis ojos con fuerza tratando de evitar despertarme, sin embargo por más que lo intenté no pude, el sol ya se había inclaustrado lo suficiente en mis pupilas como para permitirme seguir durmiendo.

Resignado decidí enfrentar mi realidad y comenzar a abrir mis parpados, poco a poco  abrí mis ojos haciéndome la idea de un nuevo día y una nueva semana. Muchos odiaban el lunes, y sí, esta era una de esas veces que aborrecía el inicio de la semana.

Perezoso me levanté de mi cama y a paso lento me dirigí al baño con la intención de ducharme, este fin de semana no había ni olido el jabón, era un desastre. Una vez en el baño comencé quitar mis ropas, y cuando me encontré completamente desnudo me mire al espejo. Ojeras, ojos hinchados, nariz levemente enrojecida, y mirada decaída, tenía una semana levantándome exactamente con el mismo aspecto, no entendía por qué creía que hoy tenía que se diferente.

Entré a la regadera dejando que el leve ardor del agua caliente recorriera mi cuerpo; inhalé el vapor del baño abriendo mis fosas nasales que se encontraban congestionadas debido a tanto llorar.

¿Por qué tenía que ser así?, ¿por qué tenía que afectarme tanto?, ¿qué necesidad tenía yo de llorar todas las noches hasta quedarme dormido parecía una persona patética a la que le había roto el corazón, un momento, yo era una persona patética a la que le había roto el corazón.

No podía dejar de recordar esa noche, él me había rechazado completamente y yo había huido destrozado del lugar. Eso había sucedido hace una semana, cada día lo sentía como si hubiera pasado a penas hace unos minutos. Sus palabras resonaban en mis oídos y con ellas un gran peso recaía sobre mi corazón haciéndolo añicos.

Él solo había jugado conmigo, y yo como idiota fui a enamorarme.

¡había jugado conmigo!, ¡las palabras que me dijo nunca fueron ciertas!, todo lo que me dijo fue una vil mentira, solo buscaba distraerse, un entretenimiento, y qué mejor forma de encontrarlo que con el estúpido e ingenuo chico nuevo, fui un imbécil, y él un patán, porque cuando le pedí ser serio, decidió terminar con su farsa.

Nuevamente aquella extraña sensación que me oprimía el pecho se hacía presente, nuevamente me faltaba el aire y nuevamente sentía unas ganas terribles de gritar. Si, me habían roto el corazón…

Sacudi la cabeza, tratando de alejar aquellos malos pensamientos de mi mente, tratado de concentrarme en el agua y en tallar mi cuerpo eliminando todo rastro de suciedad.

Salí de la ducha y me coloqué mi uniforme, tomé mi mochila y baje al primer piso, no me sorprendí demasiado al darme cuenta de que mi hermano no se encontraba ahí, estos días había estado teniendo mucho trabajo y debía irse temprano y regresaba muy tarde. Mejor para mi, de esta forma no podía ver mi deplorable estado y hacer preguntas que estaba seguro no sabría responder adecuadamente.

Tomé el recipiente que se hallaba en la mesa con una nota que decía “para Misaki”, mi hermano siempre preocupándose por mí. Una vez hecho esto, salí de la casa.

Me hallaba caminando nuevamente, el fresco aire de la mañana me escocía la nariz un poco, sin embargo este ambiente fresco me era muy agradable.

Hoy debía ir nuevamente a la escuela y verlo nuevamente, es cierto, desde aquello no habíamos cruzado una sola palabra, él me llamó unas cuantas veces, pero yo apagué mi celular para no tener la horrible tentación de contestarle, fuera de eso, decidí evitarlo en la escuela, tenía miedo de lo que pudiera decirme, tenía miedo de escuchar palabras como “lo siento, siempre fu un juego”, o, “jamás lo haría con un chico, solo salía contigo por lástima”, o peor, “¡de verdad creíste que lo que dije era verdad?, qué idiota…”. Simplemente, no quería escuchar aquello, y no iba a arriesgarme a hacerlo.

¿qué se suponía que hiciera?, estaba herido, demasiado, sentía como si una mano apretara mi corazón hasta exprimirlo, me sentía destruido, la persona que yo quería me había mentido y se había burlado de mi, y sinceramente, no me importaba que me llamaran cobarde por huir del problema, no importaba si así lograba no lastimarme aún más.

Llegué a la escuela pasados unos minutos, atravesé rápidamente los pasillos esperando no encontrarme con alguna cabellera plateada, afortunadamente para mi así fue y logré llegar a mi salón sin contratiempos.

Entré al aula y no me sorprendió para nada lo que vi. Yukina se hallaba sentado en uno de los pupitres besando ferozmente a Kisa sentado en su piernas, quién como ellos… les importaba una mierda las miradas, los comentarios o la moral, ellos se querían, y aunque sintiera un poco de envidia, estaba muy feliz por mi amigo.

Sin hacer ruido o llamarles la atención, porque sabía que les valdría un comino, me senté en mi pupitre, observando divertido las miradas que los demás le lanzaban a los indecentes del salón.

-buenos días, muchachos… ¡joven Yukina!, ¡basta!- dijo el profesor que acababa de entrar al aula encontrándose con la inmoral escena que estaban llevando a cabo esos dos, Yukina y Kisa se separaron al instante, mirando avergonzados, aunque algo divertidos al profesor.

Después del sermón del año Yukina finalmente se fue a su salón y el profesor comenzó a dar la suya.

Pude ver como a mitad de la clase una mano se estiraba hasta dejar un pequeño trozo de papel en mi mesa. Voltee a ver a mi amigo y luego al papel, tomándolo entre mis manos, leyendo lo que s encontraba escrito en él.

“¿en qué momento llegaste?, no te vi…”

Sonreí divertido, di la vuelta al papel y comencé a escribir una respuesta.

“llegue justo cuando tú te succionabas la vida por la boca con Yukina”

Al regresar la nota vi como sonreía a la vez que se sonrojaba levemente, tomó un nuevo trozo de papel y garabateo una nueva respuesta.

“hay que aprovechar cada momento, pero cambiando de tema, ¿cómo estás?”

Sabía exactamente que se refería a eso, aquel día fue Kisa quien me había consolado, fue él el que había dejado que llorara en su hombro, nadie mejor que él sabía cuanto me afectaba aquello. Lo pensé para escribir una nueva respuesta, no quería que creyera que mi vida había terminado, porque no lo había hecho, mi vida seguía, simplemente me habían rechazado. Así que después de meditarlo escribí un simple:

“estoy bien”

Mi respuesta no lo había convencido, de eso estaba seguro, pero al menos así ya no tenía que volver a mostrarme tan vulnerable, a demás sabía que si comenzaba a hablar de mis sentimientos volvería a llorar, y ya no tenía fuerzas ni ganas para hacerlo.

“Hiroki-san me dijo que quería hablar contigo, no sé respecto a qué…”

Agradecí que no insistiera más en el tema, sin embargo aquello también llamó mi atención, ¿qué querría hablar conmigo Hiroki-san?, nosotros nunca habíamos hablado mucho, a decir verdad lo único que nos conectaba era Akihiko-sempai.

“de acuerdo, trataré de ponerme en contacto con él…”

-joven Kisa, no le bastó realizar actos inmorales en el salón, sino que además se da el lujo de mandar notitas en clase, ¡los ojos al pizarrón!- nos reprimió el profesor.

Después de que el resto de la clase se riera respecto a la pasada acción de mi amigo y a la reprimenda del profesor Kisa yo decidimos no mandar más notas, ya hablaríamos cuando pudiéramos.

Aun me daba curiosidad, ¿qué querría decirme Kamijou-san?, no es como si yo tuviera mucho que ver con él, a penas hablábamos…según yo, no teníamos nada que ameritara una conversación, y si no fuera importante, el mismo me lo podría haber dicho, pero si necesito de emisores, eso significa que lo que me quiere decir es importante…

Decidí restarle importancia al tema y no ahogarme en un vaso de agua, si era importante, ya me preocuparía en su momento, ahora mismo lo único que debía preocuparme era pasar física.

Pasaron las horas y finalmente sonó el timbre anunciando la hora del receso, genial, me moría de hambre, me levanté rápidamente de mi asiento, queriendo llegar a la cafetería antes de que la gente se aglomerara, pero me frené en el momento en que recordé que mi hermano me había preparado el almuerzo.

Tranquilamente decidí caminar a los jardines, claro, después de que Kisa me abandonara por su novio.

Me agradaban los jardines, casi nunca había nadie ahí, además de que llegaba una deliciosa y fresca brisa.

Caminaba entre los pasillos del instituto, siendo precavido, volteando a todos lados esperando no ver alguna mirada color lila, ¿hasta cuando duraría esto?, no quería pasar un año completo escondiéndome, pero no tenía alternativa, simplemente no quería verlo, si lo veía, y escuchaba sus palabras, estoy seguro de que no tendría fuerzas para decirle que no, seguramente me dejaría llevar y permitiría que me lastimara nuevamente.

Iba tan concentrado en mis pensamientos que no noté que alguien me llamaba, no hasta que una mano se poso en m hombro deteniendo mi caminar.

-Misaki…- dijo Kamijou-san

-oh… Sempai, lo lamento, venía distraído y no pude escucharlo…- dije haciendo una leve reverencia a manera de disculpa.

-no te preocupes, ¿ibas a algún lado en especial?-

-amm bueno, me dirigía a los jardines para tomar mi almuerzo, pero escuche de Kisa que usted quería hablar conmigo…-

-¿eh?, o si, si de hecho, este, necesito ir por algo a la biblioteca, dices que vas a los jardines, podría ir a verte en unos minutos, si no te molesta…

-¿eh?, no para nada, entonces… ahora lo veo-

-si, te veo en un rato Misaki- dicho esto Kamijou-san dio la vuelta y se encaminó a la biblioteca

Igual que él di media vuelta y comencé a caminar en dirección a los jardines. Llegué en cuestión de minutos y para mi buena suerte no había nadie ahí, podría estar ahí sin escuchar ruido o ver gente moverse de un lado para otro alterando mi tranquilidad.

Tomé asiento debajo de un árbol, disfrutando del cálido clima que combinado con la frescura de las plantas creaba a un ambiente muy cómodo.

Comencé a comer a la vez que volteaba a ver el cielo despejado, hacía un excelente día.

Escuché un ruido de pasos atrás de mi, recordando que Kamijou-sempai vendría, y cuando voltee, efectivamente, ahí venía él caminando. Me dedicó una sonrisa a manera de saludo, sonrisa que regresé.

-Hola Misaki- dijo sentándose a mi lado

-hola, Kamijou-san... este… ¿sobre qué quería hablarme?

-bueno… escuché que tú y Akihiko pelearon…- debí imaginarlo, ambos eran muy buenos amigos, seguramente vendría aquí a decirme que era una persona horrible por evitar a su amigo y por terminar nuestra relación asi como así; es decir, bueno… si Kisa y Yukina pasaran por algo así, yo intervendría, o al menos me gustaría hacerlo-  No vengo aquí a reclamarte nada Misaki, es solo que, bueno, al parecer estás muy cerrado respecto a lo que pasó, y es comprensible, yo también pasé por algo parecido, pero si de algo estoy seguro, es que Akihiko te quiere, te quiere y no quiere hacerte daño…- no dije nada, no supe qué decir- y si no me crees, que te lo diga él mismo.

Abrí mis ojos al escuchar esto, no podía ser verdad, no tenía el valor de verlo a la cara, no quería, no quería. Sin embargo, cuando voltee ahí estaba él, tan guapo como siempre, tan estilizado y tan imponente, ahí estaba él con esa mirada que me hacía vibrar, con esa mirada clavada justamente en la mía.

-bueno, yo los dejo para que hablen…- dijo Kamijou-sempai, levantándose y saliendo del lugar.

Posé mi mirada en la de él, quien poco a poco se acercó y se sentó frente a mi, instintivamente me hice hacia atrás, manteniendo distancia entre nuestros cuerpos, después de todo, si llegaba a sentir su masculina colonia, todo estaría perdido, no podría soportar las ganas de lanzarme a sus brazos e inhalar su aroma.

-hola, Misaki- dijo y no pude evitar estremecerme, no porque usara algún tono en especial, no, simplemente por el hecho de ser mi nombre pronunciado con aquella voz.

-¿qué es lo que quiere?- dije sin mirarlo, había sido tan cuidadoso de no encontrarme con él esta semana y ahora pasaba esto, simplemente no estaba listo para aquello.

-quiero explicarme correctamente, aquel día no supe explicarme y terminé hiriéndote…-

-no hay nada que explicar, supo expresarse muy bien…-

-no, no lo hice, Misaki, no quiero que peleemos, no sabes que semana tan horrible he tenido, no tienes una idea de cuanta falta me has hecho, no sé como hice para no ir y buscarte…-

-si tanto le intereso, ¿entonces por qué no me buscó?- a decir verdad eso también me había lastimado, yo tenía la pequeña esperanza de que él fuera a buscarme, pero no lo hizo…

-lo hice, te llamé incontables veces, pero tu desviaste mis llamadas, y cuando estaba decidido a ir por ti, Hiroki me aconsejo, me dijo que te dejara, que enfriaras tu enojo y pudiéramos hablar más claramente después, pero entonces comenzaste a evitarme y no hallé oportunidad, entonces nuevamente me vi obligado a pedir ayuda a Hiroki…-

Aunque no quisiera admitirlo, lo que decía tenía sentido, y la expresión en su rostro, una que no había visto nunca antes, me decía que no mentía.

-usted… me rechazó… no me desea, no quiere estar conmigo- dije sin poder contener más mis lágrimas, me dolía, me dolía que las cosas fueran así, me dolía pensar que él no me quería…

-No, Misaki- dijo tomando una de mis manos a la vez que acariciaba mi mejilla, nuevamente esos preciosos ojos lilas me miraban, me miraban penetrando mis emociones, dejando a relucir mi debilidad- no es que no te quiera, tengo miedo…-¿miedo?, ¿a qué le puede tener miedo una persona como él?- tengo miedo de ensuciarte, no tienes una idea de cuanto te deseo, seguramente ni se te cruzará nunca por la cabeza cuanto deseo hacerte mío y de nadie más- no podía, no podía seguir escuchándolo, pero sentía el corazón derretirse con aquellas dulces palabras- ¡ya te lo había dicho no?, que cuando te conocí me quedé maravillado al ver tan puro y blanco ser, eres tan tierno e inocente, esa es la principal razón por la cual me enamoré de ti, temo romper esa inocencia, temo ensuciarte, temo perderte si descubres qué tan horrible puedo ser, temo que descubras mis debilidades y me abandones…-

Cuando terminó de hablar bajó su mirada, tal vez estoy loco, pero estoy seguro de que pude notar sus ojos cristalinos, estoy seguro de que vi un extraño brillo de inseguridad, de pánico y de desesperación.

Le creía, le creía, había sido tan idiotamente egoísta que solo había pensado en mi, solo me había preocupado por mis miedos y mis inseguridades, en ningún momento me había detenido a pensar en él, en que todos tenemos demonios que nos persiguen y nos asfixian.

Delicadamente llevé mis manos a su rostro, posando mis palmas sobre sus mejillas, acariciando delicadamente aquella blanca piel, me acerqué un poco más, uniendo nuestras frentes, sintiendo su leve respiración en mi rostro.

-perdóname…- susurré

-no, perdóname tu a mí…- dijo alzando la mirada

-no, fui tan egoísta, únicamente pensé en mi, en mis sentimientos y mis temores, en ningún momento quise pensar que tú también tenías los tuyos… lo siento-

-solamente no me abandones, solo esto te pido…-

Sin poder contenerme más, me lancé a sus labios, ansiaba sentir como estos me besaban  nuevamente, y así fue, sus manos pasaron de mis mejillas  a mi nuca, atrayéndome a sus labios, permitiéndome sentirlo lo más cerca de mí posible.

Era tan bueno en esto, sus besos me mareaban, lograban que sintiera que de repente el mundo había terminado, que ya no había nada, y que ya no importaba nada, nada que no fuéramos nosotros, ¿de verdad planeaba terminar con esto?, de ninguna manera habría podido continuar sin sus besos, sin sus dulces palabras, sin sus fuertes brazos aprisionándome como si fuera a escapar en cualquier momento, pero yo no tenía ni la más mínima intención de hacerlo, al contrario, quería permanecer entre esos brazos por mucho, mucho tiempo.

Al poco tiempo nos faltó la respiración, separándonos un poco, sin embargo el volvió a besarme, de una manera distinta, no eufórica ni ansiosa, no esta vez de una forma más calmada, a penas rozando mis labios con los suyos, apenas con un dulce rose, uno que a decir verdad, fue el más glorioso que jamás pude haber sentido.

 

 

Las cosas habían vuelto a la normalidad, después de nuestra reconciliación Akihiko-sempai y yo habíamos vuelto a estar juntos, y después de la amargura de nuestra primera pelea, él era, ¿cómo decirlo?, mucho más cariñoso, ahora no perdía oportunidad para besarme, o para susurrarme al oído que me quiere, y a decir verdad, tampoco era que me molestara demasiado…

También me había vuelto mucho más cercano con Hiroki-san, me había estado ayudando con materias como literatura, a decir verdad, Hiroki-san también era una persona muy inteligente, justo ahora me encontraba en su casa, justamente, recibiendo lecciones.

-El teatro griego tenía tres subgéneros mayores- decía él- la tragedia, la comedia y la tragicomedia; la comedia se caracterizaba por tener un final feliz, mientras que la tragedia se remontaba a los finales trágicos, principalmente ligados a la muerte de uno o varios personajes; la tragicomedia, también llamada drama satírico, se considera un género intermedio, sin embargo, está mucho más ligada a la tragedia, hoy en día, solamente se conserva una obra completa de este genero, la cual es “Cíclope”, de Eurípides, unos de los tres grandes trágicos griegos.

-Hiroki-san…- dije

-¿si?-

-¿cree usted que podamos tomar un descanso?, siento que mi cabeza está a punto de explotar-

En su mirada me decía que se lo estaba pensando, Hiroki-san quería estudiar literatura y ser profesor, debido a que le encantaba la materia, él seguramente creía que todo esto era cosa de niños, sin embargo yo, yo sentía que la cabeza me reventaría dentro de poco a causa de tanta información.

-de acuerdo…- dijo lanzando un suspiro.

Realmente lo agradecía, me costaba mucho trabajo retener tanta información, y hablando de agradecer, no le había agradecido correctamente respecto a lo que pasó con Akihiko-sempai, de no ser por él, tal vez nunca habríamos podido arreglar nuestro mal entendido.

-Ammm… Hiroki-san…- dije

-¿si?, ¿qué sucede?-

-bueno, yo… quería agradecerle por lo que hizo por Akihiko-sempai y por mi, de no ser por usted, yo… no sé, simplemente quería agradecerle correctamente.

-No es nada Misaki, al contrario, quien te quiere agradecer soy yo…- dijo mirándome amistosamente, con una linda sonrisa.

-¿usted a mi?, ¿por qué razón?-

-por hacer a Akihiko tan feliz…- al escuchar esto, no pude evitar sonrojarme

-¿eh?, pero si yo no he hecho nada- dije avergonzado, no quería que me dieran créditos por algo que no había hecho.

-al contrario, haces demasiado, conozco a Akihiko desde hace muchos años, desde que éramos muy pequeños a decir verdad, él tuvo un pasado muy difícil debido a una muy mala experiencia, y debido a eso, hubo un tiempo en el que creí que no volvería a verlo sonreir, luego llegaste tú, y lo vi tan enamorado, estaba lleno de vida otra vez, pero luego pelearon, y temí porque  el pasado se repitiera- escuchaba atentamente, Akihiko-sempai nunca me había contado nada de un mal pasado.

-él… él nunca me dijo nada acerca de eso…- comenté

-no es un tema del que le guste hablar mucho, no me malentiendas, no es que no quiera decirte, es solo que es algo muy difícil para él…

-¿y qué es eso tan difícil que no quiere contar?...-pregunté, no quería ser entrometido ni nada parecido, es solo que yo quería saber todo de él, quería compartir su alegría y su felicidad, pero también su angustia y sus temores.

-Akihiko… él… no soy quien para decirte, pero te pediré que cuando se dé la situación, pienses un poco en cómo se puede sentir él, no te estoy reprochando nada ni mucho menos, solamente te pido que no seas muy duro con él, ya que estoy seguro de que tiene miedo de querer demasiado otra vez, ya que… lo traicionaron de la forma más vil posible, eso lo lastimó muchísimo, hubo un tiempo en el que no parecía él, Akihiko estuvo muy mal en ese entonces…-

No podía creerlo, Akihiko-sempai parecía una persona tan fuerte, tan… irrompible, parecía que nada podía hacerle daño, pero por lo que Hiroki-san me decía, era muy vulnerable.

-por eso te digo, Misaki, él te quiere, muchísimo, y me alegra ver que lo haces tan feliz, y te agradezco eso, pero también te digo, si te atreves a dañarlo…- en ese momento comencé a sudar frío, los ojos amistosos y comprensivos de Hiroki-san se había oscurecido y tenían un brillo que prácticamente me estaba gritando que huyera-  si le haces daño, conocerás el por qué me llaman el demonio Kamijou…

Inhalé profundamente, tratando de no mojar mis pantalones.

-pero…- continuo…- sé que no eres esa clase de persona, y creo que su cariño es recíproco, así que… se podría decir que tienes mi apoyo- dijo sonriendo nuevamente.

Ante esto, le sonreí de igual forma, justo después escuché la puerta del pequeño departamento abrirse, voltee y me encontré con un chico alto, casi tanto como Akihiko-sempai, cabellos oscuros y ojos de un profundo azul, este chico me llamó la atención sobre todo porque llevaba una gran bata blanca.

-estoy en casa, Hiro-san…- dijo el chico

-bienvenido- respondió

-¿eh?, ¿tenemos visitas?-

-si, él es Misaki Takahashi, es un chico de primero, y también el novio de Aikihiko- respondió, no pude evitar sonrojarme, ni sonreír un poco al escuchar mi relación con Sempai.

-oh, así que tu eres el famoso novio de Akihiko, bueno, yo soy Nowaki, estoy estudiando el primer años de medicina, y soy el nov…-

-¡¡mi compañero de piso!!, ¡eso es!- se apresuró a decir Hiroki interrumpiendo a su “compañero”

Unas leves risillas se me escaparon ante la actitud avergonzada de Hiroki-san, tal vez yo podía ser ingenuo, pero no estúpido, sin embargo decidí no decir nada, después de todo, él me había ayudado muchísimo.

No podía dejar de pensar en lo que Hiroki-san me había dicho, nunca hubiera imaginado tal pasado, sin embargo, haría feliz a Akihiko-sempai, le daría todo aquello que estuviera en mis manos, quería que fuera feliz, que no sufriera, quería demostrarle cuanto le quería.

Notas finales:

¿qué tal? 

nuevamente me disculpo, el capitulo es pequeño, lo sé.

bueno, se arreglo un problema, pero se hechan las raíces de uno nuevo! ¡¿qué pasará?

este capitulo es pequeño, originalmente le iba a agregar más, pero si lo hacía quedaría muy muy largo, así que decidí dividirlo dos, ¿y qué creen?, la parte lemmonosa está en la segunda, ¡si!, accion en el proximo capitulo :'D

bueno, para las que no lo sabían, les dire uno de los motivos por los cuales soy feliz <3 la tercera temporada de junjou romantica se estrena en Julio de este año <3 al fin veré a mi esposo otra vez <3 <3

Como siempre las invito a que me dejan sus comentarios en uno de sus sensuales reviews <3 

y ya sin más que decir...

Usagi'sWife... ¡fuera!


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