Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dividido por Akire-Kira

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Para quienes leen entre líneas, ustedes saben que esto tenía que pasar.

Edward disfruta sintiendo el ligero peso de Jacob sobre su torso. El aroma que llena el aire, esa combinación fantástica, casi irreal, de menta y pinos, lo hunde dentro de una ilusión idílica; un escenario por el que ruega, pero no puede tener, donde Jacob nunca estuvo en peligro, donde jamás fue amenazado por la criatura que, ahora mismo, duerme en su interior. Esa indefensa criatura que no hace más que sentirse feliz cuando escucha hablar a Jacob, que se disculpa con desesperación cuando su fuerza supera la resistencia del cuerpo de su gestante… Edward cierra los ojos y cuenta pacientemente los latidos del corazón de Jacob y, al mismo tiempo, los del bebé, cuyo corazón, para sorpresa de todos, late desde la tercera semana; Edward recuerda a Paul diciéndole a Jacob, con una sonrisa cómplice: por supuesto que lo hace, es como un colibrí.

Mientras el zumbido de uno de esos corazones atrapa sus sentidos, Edward se deja a sí mismo sentir miedo. El más profundo, tosco e inclemente miedo. Teme perder a Jacob, es su más grande preocupación, y tiene la constante idea de que Jacob no lo logrará. En el último segundo, piensa, cuando su bebé esté fuera y a salvo, Jacob podría no sobrevivir a la anestesia, podría estar más débil, tanto como para no recuperarse y renacer con ayuda de la ponzoña.

-          Edward – le hablan –, no te atormentes, mi vida – Jacob busca su mano y le acaricia los dedos tiernamente.

-          Lo intento, pero me es imposible – Edward responde al gesto poniendo su mano libre en el cabello de Jacob –. Tantas cosas pueden salir mal.

-          Eres demasiado pesimista para tu bien, Edward.

-          No es pesimismo, es simple objetividad.

-          Concéntrate en los buenos pronósticos como hago yo. De haberlos escuchado a ti y Carlisle, habría dejado que extrajeran a nuestro hijo cuando regresamos de la isla y… ni siquiera quiero pensar en cómo me habría sentido, la simple idea es insoportable.

-          Fuiste tan terco – Edward evoca la memoria de su expresión colérica, su pose protectora para con el bulto en su estómago, y se siente orgulloso de la convicción inamovible que Jacob mostró aquella vez.

-          No actuaría de otra manera si intentan dañar lo que quiero.

Cuando Edward estuvo a punto de ser asesinado por los Vulturi a causa de su irresponsabilidad al dejar que un humano supiera de su naturaleza, Jacob estaba ahí, a unos cuantos metros, y era sostenido por uno de los guardias de Aro. Al darse cuenta de las intenciones de aquellos vampiros, Jacob saltó en su defensa argumentando su origen Quileute, diciendo que él supo que Edward era un vampiro gracias a las leyendas de su tribu, cosa que no fue mentira del todo. Aro giró para ver a Jacob, ese humano con el aroma más atractivo que había encontrado en las últimas décadas, y observó con curiosidad y diversión el estado fúrico en el que estaba inmerso.

Edward le gruñó a Aro cuando éste pensó, tocando la mano de Jacob, cuán poderoso podría ser el muchacho siendo uno de los suyos, perteneciendo a su guardia.

-          Eso te mete en muchos problemas – Edward señala.

-          Desde siempre – Jacob le resta importancia –. Uno de los primeros recuerdos que tengo es de un niño queriendo quitarme un muñeco de felpa que mi madre cosió para mí, él quería romperlo – Jacob ríe –. Por defender el muñeco, golpeé al otro niño y me reportaron por mal comportamiento. Creo que tenía seis o siete años.

-          Eras el chico problema.

-          Seguí siéndolo en… – Jacob pausa.

Hay un tema del que ellos no hablan, y es la época en la que Edward se fue. Lo hicieron una vez, y fue demasiado para ambos. El recuerdo de estar lejos del otro aún les provoca ansiedad, pero, Jacob piensa, si algo en verdad sale mal, necesita decirle todo a Edward y que Edward le diga todo a él.

-          ¿Cuánto has leído en la mente de Paul de cuando no estabas? – pregunta Jacob, empezando despacio.

Edward demora más de lo usual en responder.

-          Poco. No quería invadir eso en su mente.

-          ¿Quieres saber qué sucedió?

-          Si quieres decírmelo, te escucharé.

-          No estás respondiéndome.

Edward exhala lentamente.

-          Quiero saber – se sincera.

Jacob se impulsa hacia arriba teniendo mucho cuidado con sus costillas rotas y besa a Edward en la quijada.

-          Te contaré.

Así, Jacob comienza a hablar.

Decir la historia completa le toma a Jacob más de dos horas.

Notas finales:

Creo que estarán contentos de saber que el día de hoy habrá tres capítulos más ;)

Gracias por leer :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).