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Dividido por Akire-Kira

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Notas del capitulo:

Hola a todos otra vez.

No he respondido un par de reviews, pero es porque tengo muy poco tiempo para escribir y publicar, así que lo siento. Los contestaré en cuanto pueda, es una promesa :)

Anunciar su rompimiento está siendo un proceso multifacético para Edward y Jacob.

Edward le pidió a Alice que no comentara nada a su familia hasta que él diera la noticia y Jacob, por su lado, confió en que Bella guardaría la información para sí misma; muchas veces antes le contó cosas, y ella nunca le dijo nada a nadie, así que estaba bien.

Carlisle y Esme apenas hicieron comentario al saberlo. Esme se centró en Jacob, examinó sus ojos, la forma en la que evitaba el contacto directo con Edward, y sonrió con tristeza; no esperó nunca un desenlace parecido tras lo que sucedió en Italia, pero quizá sus expectativas en esa pareja desigual fueron muy altas. Carlisle, por su lado, se mantuvo mirando a Edward, inspeccionando su lenguaje corporal – con el tiempo, y motivado por la confusión que le traía su habilidad, Edward aprendió a no mostrar nada de sí con facilidad, así que fue una tarea complicada –, la manera en la que sus ojos miraban al frente, a donde él estaba sentado junto a su esposa, y el dejo de melancolía que mostraban. Supo entonces que algo más sucedía, que esa repentina separación fue producto de un problema más grande que simple miedo a la idea de unirse en matrimonio; porque desde el inicio de la conversación ni las palabras de Edward ni las de Jacob le parecieron suficientemente coherentes o sus razones, fundamentadas.

Pero Carlisle no se metería en ese asunto a menos que fuera consultado, y Esme miraría de lejos, alentándolos a la distancia, si se daba la necesidad de su ayuda, porque Edward se lo pediría de esa manera y ella, que lo amaba tanto, haría lo que estuviera en sus manos.

Cuando los padres de Edward fueron notificados, Emmett y Rosalie lo supieron en consecuencia. Jacob y Edward no tuvieron que decirles palabra, sólo aceptar la mirada perpleja de Emmett y la risita extraña de Rosalie. Al escucharla, bajo pero claro, Jacob quiso no estar ahí. Ese sonido era una clara burla, un ¨lo sabía¨, hacia él.

Nadie de los Cullen, a excepción de Alice y Edward, conocía la verdadera razón; ella observaría en silencio, buscaría en el futuro incierto de ambos, y no les contaría nada a pesar de que el futuro de Jacob desapareció de sus visiones desde hacía días y el de Edward era una escena borrosa y entrecortada con muchas palabras que la perturbaron.

Jacob se los dijo a Rachel y Rebecca por vía telefónica. Ellas preguntaron mucho sobre el asunto y él pasó horas intentando convencerlas de que nada malo había ocurrido, que fueron simples ¨problemas de pareja¨. Con algo de desconfianza invadiéndola todavía, Rachel hizo una broma acerca del vestido que nunca podría comprar por culpa suya, de las hermosas zapatillas que no tendrían el placer de pertenecerle y el maquillaje perfecto para la ocasión que iba a ahorrar. Jacob rio a medias al escucharla.

Y ahora, con Edward en su casa, sentado a su lado, Jacob no tiene ninguna apetencia de reír, ni del modo más débil y forzado. Antes acordó con Edward que ambos le dirían a Billy – quien apenas un poco antes aceptó el compromiso – y están esperando su respuesta, que es la que Jacob menos esperó.

-          Estaba a punto de preguntarles por qué no me lo habían dicho – su voz, rasposa, neutral, puso nervioso a Jacob –. La manada lo notó – dice lentamente –, el vínculo entre tú y Paul. Uno de sus miembros ha cambiado, es imposible que no se percataran…

-          Papá – le detiene Jacob –, no quiero saber lo que te dijeron – expone, cerrando sus manos con fuerza –. La imprimación permite que seamos amigos, que él sea lo que yo necesite, y no lo quiero de otro modo – Billy frunce el ceño, sus ojos oscuros envueltos en un enfado que Jacob no comprende.

-          No sabes nada acerca de la imprimación, hijo – dice –. Es verdad, la imprimación permite que compartan una amistad, pero si tu intención es alejarte luego de aclarar los términos de su convivencia, lamento decirte que no es tan sencillo.

-          ¿A qué se refiere? – pregunta Edward, interfiriendo ante el tono de advertencia con el que Billy habló.

-          El vínculo es más de lo que ambos creen. Paul lo sabe – mira a Jacob directamente a los ojos –, pero no quiere causarte más problemas. La imprimación demanda contacto entre los involucrados. Ustedes están unidos desde antes de nacer – el parecido de la frase y sus propios pensamientos hacen que Edward se tense – y es una necesidad que estén juntos. No pueden estar alejados mucho tiempo. Tarde o temprano, deberán volver a verse. Si no, el lobo puede sufrir demasiado por la ausencia de su imprimación.

-          ¿Qué? – Jacob respira rápido –. ¿Estás diciéndome que por culpa de ese vínculo puedo lastimarlo? – la palabra arde en su lengua.

-          Estás quitándole una parte de sí mismo, una parte esencial que ha esperado por encontrar – Billy explica –. Daría la vida por ti y sólo espera que permanezcas a su lado. Es un dolor emocional al principio, pero luego evoluciona a uno físico. Es posible que muera.

Jacob pierde su capacidad de hablar. Su cabeza sigue trabajando, pero él no escucha lo que su subconsciente quiere decirle. Sólo oye, fuerte, estruendoso, que el vínculo puede matar a Paul y que, si eso pasa, sería su responsabilidad. Siente que se queda sin aire y sale de la casa a paso veloz. Las voces de Edward y Billy sonando detrás de las paredes son como un murmullo lejano y muy, muy apagado.

-          Sin embargo, aunque el lobo es quien lo sufre más, la imprimación lo resiente – Billy expone, su atención fija en Edward –. Es humano – murmura Billy – y no va a resistir el poder del lazo. No hay nadie que pueda reemplazar lo que es Paul para él, Edward. El que rompan el compromiso no significa que los planes de la transformación de Jacob vayan a cambiar, ¿o me equivoco?

-          No lo hace – dice en respuesta – y es una decisión que está más allá de mí, usted lo sabe. Aro Vulturi no se molestaría tanto en asegurarse de su transformación su no fuera porque yo y Alice somos parte de los Cullen, y porque Jacob es inmune a las habilidades de sus sirvientes. Es un asunto de intereses, Billy, y Aro ha revelado muy bien los suyos.

-          Inmune, ¿a qué te refieres con eso?

-          De alguna manera, es capaz de evitar que lea sus pensamientos y, a veces, que Jasper sepa lo que siente o Alice lo divise en sus visiones. No sabemos a qué se debe, pero yo y mi padre sospechamos que es por sus raíces, aunque también puede tratarse de una habilidad natural, como la mía.

-          ¿Uno de esos chupasangres quiere a mi hijo por eso? – inquiere Billy, su rostro endureciéndose.

-          Es un caso particular, Aro piensa hacer más fuerte su ejército teniéndolo a él y, si lo logra, a mí y a Alice – Edward dice, dando sus argumentos para que el hombre por fin comprenda que no es un capricho por parte de ninguno –. Si llegan a Jacob siendo todavía un humano, nadie quiere imaginar las pruebas que los Vulturi harían sabiendo de su capacidad. Sin embargo, si llegan a él siendo un vampiro, tendrá la fuerza para defenderse y salir ileso.

-          Prometiste que lo protegerías, fuera como fuera – susurra Billy –. Humano o no, tú y tu familia prometieron hacerlo.

-          No dejaré de protegerlo – afirma Edward –, pero somos muy pocos en comparación al aquelarre de los Vulturi. No podemos evitar que intenten llevárselo, Aro acabaría conmigo y toda mi familia con tal de alcanzarlo a él. Evitar la transformación sería entregarlo vulnerable e indefenso.

-          Por eso insisten en que sea dentro de unos pocos meses.

-          Así es. Alice ha visto a los Vulturi visitándonos en sus visiones, pero la fecha es lo suficientemente lejana aún. La fecha que hemos puesto es la ideal si no queremos inconvenientes – espera un comentario por parte de Billy, y éste llega tras unos minutos de silencio:

-          Los inconvenientes ya están aquí, Edward – dice –. Si Jacob muere, Paul muere, y la manada no tendrá ningún impedimento para cazarlos.

-          La muerte de Jacob será un estado pasajero.

-          ¿Y cuánto, exactamente, dura el proceso?

-          Tres días.

Billy se acomoda en su silla. Hay una mueca en sus labios que tiene un tinte lúgubre. Edward escucha sus pensamientos, la voz interna de Billy que grita en su dirección, y una razonable angustia crece dentro de su pecho.

-          Cuando Paul ya no tenga nada que lo una a ustedes, Sam no tendrá razones para detener sus planes. Jacob estará muerto y Paul a punto de acompañarle, esa será la excusa perfecta para justificar las acciones de la manada.

El mensaje que Billy quiso transmitirle desde siempre ahora es nítido para Edward: en todo ese embrollo, él único intruso es él. Lo que ha complicado las cosas, es su existencia.

Notas finales:

Gracias por pasarse por aquí, hasta la próxima.


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