LOKI
Esa tarde las cosas marcharon bien, tanto para Loki como para Thranduil. Sin embargo, seguían un tanto confundidos por sus sentimientos y por la llegada de la batalla a la que en menos de dos días tendrían que ir.
Loki no estaba nervioso, el no temía por lo que pudiese pasar sino por lo que le pudiese pasar a Thranduil. No, no quería pensar en eso.
Aun no había visto a Thranduil y se imaginaba que era a causa de la noche anterior, debía estar dormido aun, así que le llevaría el desayuno a la cama. Loki preparó avena con miel para Thranduil y un plato mas pequeño para Legolas.
Iría primero a la habitación del príncipe, así que entró sin llamar, el pequeño estaba dormido con un pulgar cerca de sus labios como si aun fuese un niño pequeño. Fue hasta su cama, y movió su pequeño cuerpo de un lado a otro.
-Legolas, despierta. Te traje el desayuno. -susurró Loki y Legolas abrió los ojos, bostezó y se estiró en su lugar.
-Hola Loki. -sonrió el pequeño sentándose y viendo la bandeja de plata sobre sus piernas.
Loki acompañó un rato a Legolas mientras este tomaba el desayuno. Legolas tragó y se dispuso a hablar.
-¿Loki, te agrada Ada? -preguntó Legolas, haciendo que Loki se ruborizara un poco.
-Si, claro que si, Legolas.
-¿Te gusta estar aquí? -dijo con su voz inocente.
-Si, mi príncipe.
-¿Y te quedarás? -dijo un poco emocionado.
-No lo se. -miró el piso.
Loki se puso de pie y dejó a Legolas, al salir de la habitación con la bandeja solo pudo pensar en lo que ahora era. No hacía tantas bromas ahora, vestía como un plebello y era tratado como un sirviente.
No le gustaba tener que levantarse a diario temprano solo para hacer el desayuno para un rey, ni tampoco le gustaba ser bueno con los niños. Pero esto era diferente, no sabía porque, de alguna manera, buscaba hacer feliz al rey y satisfacerlo en todo, hacerlo feliz. No ser esclavo o sirviente de un rey, sino ser el uno para el otro. Pues por primera vez Loki sentía que se enamoraba y amaba de verdad.
Ni siquiera el podría determinar lo que sentía por aquel elfo. Eran tan parecido y sus personalidades chocaban pero le encantaba, era como si disfrutara de la compañía de alguien inteligente y fuerte mentalmente como el.
En cuanto a su libertad, las cosas eran distintas, no quería ser un sirviente y eso le quedaba claro a Thranduil. ¿Pero que pasaría después de la guerra? No había tomado una decisión aun. Tener su libertad e irse a cualquier lugar de la Tierra Media a vivir su propia vida hasta que Odin le diera el permiso de volver o seguir dentro del palacio y quedarse en el Bosque Negro. Esa era una decisión que aun no sabía tomar.
THRANDUIL & LOKI
Thranduil despertó en cuanto escuchó unos pasos fuera de su habitación, pensaba que tal vez podría tratarse de algún sirviente normal. La puerta se abrió y lo primero que vio fue a su amado Loki entrar con una bandeja.
El elfo sintió que su corazón daba un vuelco, se dio la vuelta y fingió dormir. Loki puso la bandeja en la mesa de noche. Se acercó al cuerpo del elfo y susurró.
-Despierta, Hirvuin. -susurró Loki y al ver que su rey no "despertaba", besó su oreja puntiaguda y su mejilla. Besó su cuello y sopló sobre este.
Thranduil quería reír y gemir pero tenía que contenerse. Así que Loki se acercó cada vez mas, y besó sus labios. Thranduil abrió los ojos y sonrió.
-Ale...-dijo Thranduil tallando sus ojos y acariciando las mejillas de Loki.
-Hannon le*. -dijo Loki besando sus labios.
-Mas palabras, aprendes rápido. -rió Thranduil. -¿Por que me das las gracias?
-Por el hermoso clavel que haz dejado bajo mi casco. -dijo besándolo nuevamente. -Es casi tan hermoso como yo. -dijo subiendo sobre su cuerpo. Thranduil rió.
-Que modesto eres. -dijo mirando su cuerpo sobre el suyo y tomándolo de las caderas.
-Estas nervioso, Hirvuin. -dijo Loki. -Mañana tendremos que partir, no debes tener miedo.
-No temo por la guerra, Loki. -dijo Thranduil.
-¿De que temes? -dijo acariciando su rostro.
-Es complicado. -suspiró.
-Puedes decirme, Hirvuin, no se lo diré a nadie.
Thranduil calló, quería decirle ya que lo amaba pero sentía que tal vez eso asustaría a Loki o tal vez eso lo tomaría a burla. Después de todo el era el dios del engaño.
-Solo a fracasar. -mintió.
-No fracasaremos. -dijo Loki besando sus manos.
Thranduil temía perderlo, y ahora, en ese mismo momento se sentía afortunado de tenerlo.
Loki bajó y le puso la bandeja en las piernas, mientras Thranduil desayunaba, Loki permanecía recostado sobre sus piernas, como un gato consentido. Y el elfo de vez en cuando acariciaba sus cabellos negros cada vez mas largos y suaves, eran cada vez mas parecidos a los de los elfos.
Thranduil tuvo que vestirse después del desayuno, se despidió de Loki con un beso en los labios y tuvieron que tomar caminos distintos.
THRANDUIL
Sobre el trono, Thranduil miraba todo a su alrededor mientras pensaba. Leyó algunos pergaminos y escribió en su estudio. A la hora del almuerzo no vio a Loki, pero Legolas le hacía compañía.
Después de la cena, Thranduil bañó a Legolas y lo llevó a la cama y lo arropó.
-Ada, ya estoy listo. -dijo Legolas, pues Thranduil parecía que quería amarrarlo con las cobijas pues las apretaba mucho sobre el cuerpo del pequeño.
-No me había fijado. -dijo Thranduil soltando un poco las cobijas.
-No quiero que te vayas. -dijo Thranduil sacando una mano y tomando la manga de la túnica de Thranduil. -No te vayas.
-No puedo, Legolas, tengo que defender nuestro reino. -dijo Thranduil como si sintiera un nudo en la garganta.
-No, no vayas. Te pueden lastimar. -dijo el pequeño preocupado. -Manda a los soldados pero quédate. Por favor. -dijo con lágrimas en los ojos.
-Legolas, Nin penneth*, sabes que no puedo hacer eso. Un rey tiene que proteger a su reino para que los suyos vivan en paz.
Legolas salió de la cama y llorando se paró en la cama y abrazó a Thranduil que no pudo evitar soltar un sollozo. Legolas jamas se había quedado sin su padre por mas de dos días pero tampoco había temido por la vida de su padre. Si Thranduil moría, Legolas se quedara solo.
-Dartha Nanin*. -sollozo Legolas.
-No puedo. -lloró y Legolas se alejó de su cuerpo para tomar su rostro en sus pequeñas manos.
-Quédate y que Loki se quede con nosotros. -dijo Legolas y Thranduil sintió una extraña sensación de mariposas en su estomago.
-Loki viene conmigo. -dijo Thranduil. -Pero cuando regresemos voy a cuidarte y jamas me volveré a ir.
Thranduil volvió a acostar a Legolas y lo cubrió nuevamente. Thranduil no podría irse ahora, quería estar con su hijo un rato mas antes.
-Ada...-dijo Legolas. -¿Podrías quedarte conmigo hasta que me duerma?
Thranduil afirmó y abrazó a Legolas, pegándolo a su pecho y besando su frente. Hasta que Legolas durmió y Thranduil tuvo que levantarse con dificultad para ir a su habitación.
LOKI
Loki se metió a la cama temprano, para dormir un poco pues seguramente Thranduil llamaría a la puerta en cualquier momento. Aun así no podía dormir, solo mirar el techo de su habitación y pensar un poco.
Loki solo podía pensar en sus planes para después de la guerra. La libertad era una buena opción pero no quería abandonar a Thranduil, sentía algo muy fuerte como para dejarlo. Esta vez no sentía el valor para abandonar a alguien.
LOKI & THRANDUIL
Llamaron a la puerta y Loki corrió a abrirle la puerta, era Thranduil, en efecto. El dios no quiso decirle nada, la expresión estaba llena de tristeza. Así que solo tomó su mano y lo condujo al interior de la habitación.
-¿Sin preguntas? -dijo Loki.
-Sin preguntas. -respondió seriamente, sentándose en la cama.
Loki subió a la cama mientras Thranduil se acostaba y el dios lo hacía sobre su hombro. Se quedaron en silencio un rato, mientras que Thranduil jugaba con los cabellos negros.
-¿Nin Aran, que sucederá cuando la guerra termine y si ganamos? -dijo Loki interrumpiendo el silencio.
-¿A que te refieres? -dijo sin mirarlo.
-Sabes a lo que me refiero. -dijo Loki mirándolo a los ojos. -Entre nosotros dos.
Thranduil sintió un poco de miedo, solo pudo tragar salica y sentirse cada vez mas nervioso. Temía por todo lo que le preparaba un posible futuro.
-Pues... no lo se. Eso depende de lo que tu decidas, ser libre o quedarte aquí.
Loki se volvió a recostar, no tenía una respuesta para ello y Thranduil no tenía protesta para su silencio.
Después de un rato, Thranduil se levantó besando los labios de Loki una vez mas y se fue de la habitación. Dejando que su amado sirviente durmiera y descansara para el día siguiente.
THRANDUIL
Tuvo una noche terrible, mirando el techo y durmiendo por horas cortas. Pensando en Legolas, la guerra y su amado Loki. Solo quería que se quedara sin ninguna condición. ¿Y si Loki no sentía lo mismo que el? ¿Y si Loki estuviese jugando con sus sentimientos?
Despertó unos segundos antes de que sus sirvientes llamaran a su puerta. Thranduil se levantó y dejó que sus sirvientes le ayudaran a asearse y a ponerse la armadura de plata y una coronilla plateada con una piedra sobresaliente que resaltaba en su frente. Aun se sentía nervioso.
LOKI
Loki se vistió por si solo, su armadura lo hacía sentir mas grande y poderoso. Se miró al espejo y sonrió, miró hacia su ventana reparada y estiró la mano esperando que una hoja se soltara, pero en vez de eso, el árbol perdió todas la pocas hojas que tenía y una rama enorme entrara por la ventana.
-Si.... esto era lo que necesitaba. -dijo sonriendo con malicia.
Tomó su casco bajo su brazo y salió de la habitación, donde lo esperaban dos guardias que lo condujeron por el pasillo. Mientras caminaba pudo ver una puerta semi abierta, donde Legolas miraba fijamente al dios.
Loki dejó que los guardias se adelantaran, y fue hasta la puerta de Legolas, abrió la puerta y el pequeño elfo estaba parado, mirándolo fijamente mientras vestía un camisón.
El dios tomó al pequeño en sus brazos y le sonrió mientras acariciaba su barbilla.
-¿Que es lo que sucede, pequeño? -dijo Loki.
-Te vas junto con Ada. No se cuando volverán o si lo harán. -dijo Legolas.
-Volveremos, ya lo veras. -dijo Loki besando la frente de Legolas. -Tu Ada te ama, y jamas te abandonara.
-¿Tu me amas también? -preguntó con inocencia.
-Si. -sonrió Loki, llevando a Legolas a su cama y recostandolo. -Descansa, mi príncipe. -dijo besando su mejilla.
Loki bajó y salió del palacio, encontrándose con Thranduil que miraba fijamente una espada de mango dorado. Loki pensó que se veía muy hermoso y solo deseó correr a sus brazos y besarlo.
THRANDUIL & LOKI
Loki lucía tremendamente hermoso en su armadura, lo hacía ver tan sensual y elegante. Despertaba su deseo de besarlo en la boca.
-Buen día, Nin Aran. -dijo Loki sonriendole.
-Buen día, Loki. Tengo algo para ti. -Thranduil le entregó en las manos una espada envainada. Loki la tomó del mango dorado y la miró fijamente. -Es para ti, una espada elfica que te ayudará a luchar en contra del enemigo.
-Sediento de sangre inocente, solo por poder. -terminó Loki.
-Así es. Y como todas las espadas tienen nombre, quiero que le pongas uno a la tuya.
Loki apuntó hacia la nada, miró su reflejo en esta y pensó que era perfecta para el.
-Hantale*. -dijo Loki y Thranduil tomó su mano y la besó.
-Tengo algo mas para ti. -dijo Thranduil y uno de sus sirvientes llevaba un caballo negro, hermoso cuyo pelaje negro brillaba. -Tiene muchos nombres, lo encontramos cabalgando solo por el Bosque Negro, sin jinete. Tratamos de domarlo pero fue una tarea difícil. Así que decidimos ser pacientes con el hasta que aprendió. Su nombre es Loome, que en lengua común significa Noche.
-Es muy hermoso. -Loki acarició su crin y el caballo respiró cerca de su rostro.
-Parece que le agradas. -sonrió Thranduil. -Vamos, querido.
Loki se quedó sorprendido y en silencio mientras subía a su caballo y Thranduil a su alce mientras se ruborizaba ligeramente.
-¿Me acabas de llamar "querido"? -dijo Loki sonriendo y arqueando una ceja mientras Thranduil lo ignoraba.
-Cállate.
Continuara....