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LA EMPRESA MACABRA por Everysee

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Notas del capitulo:

Hola amigos y amigas, aquí les traigo, después de muchísimo tiempo las actualización de esta historia ^·^

Espero la disfruten.

UN BREVE RESUMEN DE LA HISTORIA HASTA AHORA...

En capítulos anteriores… Goku ha sido aceptado para trabajar en una empresa muy famosa y poderosa, situada en el centro de la capital Estadounidense. Ahí se hizo amigo de una bella secretaria llamada Bulma, y actualmente, está en una relación amorosa un tanto complicada con un empleado muy galán que trabaja ahí también, Vegeta.

Pero no todo son rosas y violas, el jefe de dicha empresa, Broly, se ha encaprichado de nuestro protagonista, habiendo ya sucedido, sin querer, situaciones algo subidas de tono.

Goku se siente en un gran aprieto…

Ahora, se encuentra de camino hacia el hogar de Vegeta.   

CAPÍTULO 9

Ya habiendo dejado el edificio atrás, subido en el taxi, Goku estaba impaciente, nervioso, entusiasmado… al fin tendría un encuentro más privado con él, con el hombre que loco le volvía dentro de sus sueños.

Estaba harto, cansado de su jefe, le estaba molestando, por no decir incordiando. Nomas faltaría que se entrometiese en su relación, que ya de por si no estaba bien definida.

No le había quedado claro si Vegeta solamente quería un amorío, o de verdad embarcarse en el trayecto del amor, que es largo y… largo nomas.

Muchas cosas se hacen dentro de las relaciones serias, y además, cuestan mucho de olvidar esos recuerdos… Por todo el tiempo que pase.

Y Goku, no quería olvidar a Vegeta.

Se enamoró de él, e iba a decírselo claramente esa misma noche. No quería quedarse en el punto “y si…”, ese punto de duda en que muchas veces hemos caído todos y todas. 

Estaba decidido. Lo haría.

“Señor son 14,56 zenis” –el taxi ya había llegado a su destinación.

Goku con un movimiento de dedos elegantes, sacó la tarjeta de crédito de su cartera de piel, y la entregó al taxista para que cobrase el pago de forma rápida.

No quería perder el tiempo buscando el dinero en efectivo. Tenía prisa. Mucha impaciencia.

Se moría de ganas de conocer el ambiente más privado de ese hombre tan galán que lo tenía encantado. Sentía que ese día sería especial. Y así lo fue.

Goku presionó con inquietud el botón del interfono, el piso quinto primera.

Nadie contestó, pero la puerta se abrió.

El muchacho rápidamente, sin pensarlo dos veces, se coló por la puerta y decidió subir a pie por las escaleras, tenía que gastar esa energía que le había florecido por la alegría/impaciencia del momento.

En dos minutos, ya se encontraba en el rellano del quinto. Enfrente de él se encontraba la puerta de su amado. El corazón le latía a mil.

No sabía si seguir adelante… Se tomó unos segundos para regresar a la calma. Con la manga derecha se secó el sudor de la frente y colocó correctamente la corbata de su traje, y finalmente presionó el botón. El timbre.   

El sonido de aviso de invitados se escuchó fuertemente, escuchó unos pasos acercarse. Esa seguridad que había retomado volvió a desaparecer, en ese mismo instante tenía esa sensación de bloqueo, esa en donde no sabes qué hacer ni decir… Nunca más le volvió a suceder desde sus primeras presentaciones ante los gerentes de la empresa.

Para su sorpresa, la puerta de entrada del apartamento quedó entreabierta, y desde el poco espacio no salía algún rastro de luz, por lógica el lugar estaba todo obscuro.

Pensaba que Vegeta lo iría a recibir, pero no, su amante quería jugar un poco al escondite con él.

A pequeños pasos, Goku fue avanzando hacia la puerta.

Delicadamente abrió la puerta poco a poco, y efectivamente, el recibidor estaba totalmente obscuro. Salvo la luz de la escalera, que se colaba justo por detrás de nuestro protagonista.

La luz era vencida fácilmente por la presente obscuridad.

Aun así, él se animo a proseguir adentrándose en ese inhóspito hogar…

Sus otros sentidos se activaron al máximo. Al estar a ciegas, literalmente, tenía que guiarse únicamente por los otros 4 sentidos el tacto, el oído y el olor, etc.

Seguía cautelosamente caminando, hasta que un crujido de madera le detuvo.

Dedujo que el suelo de la casa era de parquet.

Ahora, ignorando lo apenas oído, prosiguió sin miedo hasta que topó con algo, algo más bajo de su estatura y peludo, muy peludo…

¿Qué será?

CONTINUARÁ…  

Notas finales:

La autora: siento haberme tardado tanto tiempo en actualizar esta historia, pero es que este año, hasta ahora, he tenido poco tiempo. Pero ahora ya iré actualizando las demás obras que me quedan pendientes… ¡Gracias por leer lector o lectora!  -Everysee-


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