Luego del festival y que Iruka le contara de la apuesta para al final ponerse de acuerdo con el castaño e Izuna, Minato junto a sus hijos decidió tomar un taxi para volver a casa. Una vez que llegaron, el rubio mayor se dirigió a su habitación
- ¿Que haces oto-chan? -pregunto Deidara
- Le preparo su cama a tu padre, como no fue juez, le tocara dormir todo este mes en la sala y...
- ¿Si?
- Te lo diré a fin de mes, por ahora, tu y tus hermanos vayan a dormir
- Descansa
Una vez que Madara llego a casa, encontró el futon y una almohada en la sala, chasqueo la lengua y se dirigió a su recamara pero no pudo abrir la puerta debido a que esta tenia seguro
- Minato -tocando la puerta
- Bienvenido amor, te deje las cosas para que duermas mas cómodo en la sala. Ahora, no armes escándalo o despertaras a los niños. Descansa, te amo
Madara solo dio un suspiro y ya no insistió, así que esa noche durmió en la sala, sin imaginar que así serian los siguientes días mientras durara la apuesta. Los primeros tres días no hubo inconvenientes. Incluso Naruto y Deidara lo demostraban
- Buenos días
- ¿Naruto? -Shizuka extrañada
- Si -sonriente- ¿como están chicos?
- Vaya, pareciera que te inyectaron una droga -comento Kiba
- Bueno, digamos que -estirando sus brazos- dormí como nunca
- ¿Paso algo? -pregunto Hinata
Pero el rubio solo sonrió, en el campus universitario, todo mundo estaba sorprendido de ver a Deidara dándole a todo mundo los buenos días
- No se porque se sorprenden -comento el rubio
- Bueno Dei, debes admitir que nunca se te ve así tan de buenas -comento Sasori
- En fin, dime, ¿ya has pensado como hablar con Tobi?
- Aun no -poniéndose triste
- Ánimo, ya se nos ocurrirá algo -Deidara le sonrió al pelirrojo quien ladeo su mirada a donde estaba Tobi
- Por cierto, ¿que Lars no debía haberse ido ya?
- Si, pero la abuela Kaguya le ordeno quedarse hasta el fin de curso
- Pero si faltan dos meses
- Lo sé, él dijo lo mismo. Incluso sus pacientes lo extrañan pero Danzo-san dijo que seria bueno para volverlo a “humanizar”. Eso si, recibirá su paga como si estuviera de vacaciones ya que le deben unos días libres
Ambos dirigieron sus miradas hacia los primos Uchiha, veían como Itachi y Lars escuchaban a Tobi como si algo tramaran. Los días seguían su curso, en ese tiempo, Madara estaba que no lo calentaba ni el sol, mientras que sus hijos y Minato estaban felices de la vida, en especial los menores por no tener que escuchar ciertas "cosas". Los alumnos que pasaban cerca del director sentían un gran escalofrío recorrerles por la espalda al sentir ese tipo de energía asesina que emanaba el azabache mayor, los pocos valientes que se atrevían a hablarle recibían una mirada asesina y esa voz cargada de enojo.
- Disculpe sensei...
- Antes de empezar la clase les dije: les recomiendo que no me hablen
- S-si, sensei...
En la sala de maestros las cosas no eran diferentes
- Madara... jaja... mírate que cara tienes -se reía Hashirama
- Vete al infierno
- En cambio Minato se ve radiante
- Cállate
- Dime, ¿acaso Minato esta encinta de nuevo?
- No
- Entonces -haciéndose el sorprendido- acaso, ¿ya no puedes cumplirle?
Ya exasperado, Madara trataba de estrangular a Hashirama, pese a que Asuma y Gai trataban de separarlos, cuando
- ¿Que pasa aquí? -llego Tobirama- Madara, deja a -siento arrinconado en la pared- ¿que rayos?
- Todo esto es tu culpa y no finjas que no sabes de que hablo
- ¿Mía?, ¿quien fue el comenzó todo y me metió en este lio? -safandose del agarre- gracias a ti, Izuna esta sufriendo por lo que tengo que hacer para... para... hasta Riku me ve con molestia y de no ser porque Tobi tiene sus propios problemas amorosos también lo haría
- No los metas en esto, debiste ser mas cuidadoso o elegir otro método para no acercarte a mi hermano
- ¿De que están hablando? -intervino el Senju mayor- Tobirama, ¿pasa algo entre Izuna y tu?
- Nada que te importe
Tobirama salio molesto de la sala, esos días de abstinencia lo afectaban pero mas el hecho de ver a su dulce doncel sufrir sus desplantes para evitar tomarlo. No se dio cuenta que Minato estaba fuera del salón escuchando todo, sentía un poco de pena por su cuñado, mientras él en cambio se distraía para evitar pensar en la apuesta que Madara había hecho, aunque por dentro lo lastimaba.
Mientras tanto, en la cafetería de la escuela, Lars apresuraba su paso no por encontrarse a quien lo esperaba, si no por la orda de chicas y donceles que lo seguían. Cuando al fin llego
- Lars aquí -levantando su mano
- Izuna-ojisan -sentándose- perdón pero... -mirando a sus espaldas
- Chicas, chicos -intervino el azabache- ¿nos darían espacio por favor?, ademas, él esta comprometido
Las chicas y donceles sintieron que esas palabras los atravesaban, por lo que se fueron con auras deprimidas, ya solos
- Lamento eso, ¿y Riku?
- Descuida -sonrió el azabache- nos encontramos a Tobi en la entrada y se lo llevo a quien sabe donde porque le dije que quería hablar contigo a solas
- ¿Conmigo?
- Si, veras... Minato y yo necesitamos que este fin de semana recibas a Tobi, Riku, Deidara, Naruto, Indra y Ashura en tu casa
- Claro, no acostumbro hacer esto pero, ¿puedo saber porque?
Izuna no estaba seguro de querer decirle la verdad a Lars, ya que como buen varón Uchiha podría tratar de desquitarse con Madara y Tobirama, pero que excusa podría darle. Dio un suspiro y procedió a explicarle todo, el rubio no podía creerlo, de hecho jamas imagino que su tío pensara en semejante cosa
- ¿Tobi lo sabe?
- No, ya bastante tiene con lo de Sasori-san, pero Riku ya se dio cuenta. Lars te pido por favor, que no digas nada, solo hazme ese pequeño favor
- Lo haré... pero... -sintiendo la mano de Izuna sobre la suya
- Estaré bien, no te mentiré que me duele el desplante de Tobirama pero
- Esta bien tío -sonriéndole
- Gracias y un favor mas; no le hagas esto a Shizuka nunca y si quieres compartir esto con Itachi y Sasuke diles lo mismo
Lars sonrió con ternura, al mismo tiempo que abrazo a Izuna con ternura. El azabache sintió una mirada roja sobre ellos y no se equivoco; Tobirama veía la escena con algo de celos, aunque fueran sus sobrinos, nadie podía tocar a su doncel. El sueco noto la presencia del peli gris y tuvo que contener sus ganas de golpearlo
- Debo irme, te veo mas tarde
- Si tío
Izuna le dio una leve caricia Lars, quien de nuevo volvió al salón pasando de lado del Senju menor. De vuelta con Minato, él había hecho lo propio con Deidara al explicarle la situación
- Así que es por eso, hum... cuando vea a oto-san lo castro
- No es necesario que te pongas así -intervino Minato
- Pero papi, lo que hace no esta bien y Tobirama-sensei no se salva tampoco
- Dei, agradezco que te preocupes, pero no hagas nada; Izuna y yo nos haremos cargo de los orgullosos de tu padre y tu tío. Por eso, quiero que a partir de esta noche, tu y tus hermanos se queden con Lars.
- ¿Él ya lo sabe?
- Izuna ya debió decírselo y como varón Uchiha que es...
- Yo le ayudaría a matar a papá y Tobirama-sensei, hum -dio un suspiro- esta bien, me pondré de acuerdo con Lars hoy.
- Bien
- Aunque -bufando- adiós a nuestras noches tranquilas, espero que no tengas que usar silla de ruedas -sonriendo con picardía
- Dei...
Minato se puso rojo ante el comentario de su hijo mayor. Al poco rato, Deidara y sus hermanos tenían listas sus maletas, solo esperaban a que Lars llegara, una vez que lo hizo el rubio mayor se puso manos a la obra. Fue una suerte que Madara tuviera que quedarse hasta tarde ese viernes, al igual que Tobirama y Kakashi. Pero unas horas antes de ejecutar el plan, Minato llamo a Izuna para ir al cine y así fue. Cuando Minato llego, su azabache aun no llegaba por lo que se puso manos a la obra.
En vez de sacar del clóset el futon, Minato busco una camina de Madara la cual se puso a modo de pijama para esperar que no tuvo que hacerlo mucho tiempo, apenas escucho el coche del azabache llegar, de inmediato se acostó en la cama.
Madara por su parte, llego mas cansado de lo habitual, no por el trabajo si no por el hecho de llegar a casa y no poder saludar a su familia, en especial a su esposo como debía y pero aun, no poder hacerlo suyo. Al avisar su llegada y no recibir respuesta, noto que el futon y la almohada no estaban en su lugar, eso le extraño. Subió al segundo piso y por instinto, reviso las habitaciones de sus hijos, confirmando que no estaban; se dirigió a su propia habitación descubriendo la silueta de Minato de espaldas “dormido” en su lugar.
Al momento de encender la luz, abrió los ojos con sorpresa: acostado de lado en posición fetal, usando unicamente una de sus camisas favoritas y aferrado a su almohada, Minato “despertó"
- ¿mh? -sentándose- Madara, bienvenido -al verlo sin reaccionar- ¿amor?
- ¿Que?, perdón... ¿y los chicos?
- Bueno -estirándose- Dei y Lars organizaron un campamento para distraer a Tobi
- !¿Que?!
- Tranquilo, el campamento es en casa de Lars, mas especifico su jardín
- Ya veo, ¿regresan mañana?
- No, el domingo en la tarde. Perdón por no prepara el futon, pero creo que tu castigo duro demasiado -haciéndose a un lado- así que acuéstate
Pero Madara apenas y ponía atención, ver el cuerpo de Minato en especial sus piernas lo tenían distraído y sumado la abstinencia en la que estaba, su fortaleza se iba al carajo. El rubio al ver a su esposo de pie sin moverse
- Madara -levantándose- ¿estas bien?
- No te acerques
- ¿Porque?
- Solo... no lo hagas
- Amor, si estas enojado por tu castigo recuerda que te lo advertí
- No es eso
- ¿Entonces?
El rubio se iba acercando peligrosamente al azabache, cuando Minato coloco sus manos en el pecho de Madara, su cuerpo se tenso y su corazón latía a mil por hora y mas cuando el Namikaze se acercaba a su cuello
- Mi-Minato...
- ¿Que pasa? -oliendo su cuello- extrañaba tu aroma... de hecho, extraño todo de ti
Pese a los esfuerzos por resistir de Madara, no pudo evitar que Minato le diera una leve mordida al lóbulo de su oreja izquierda haciendo que su cuerpo temblaba pero al no dar una respuesta
- Si eso quieres -hablo Minato- descan... -siendo apresado por el cuerpo del varón- Madara
- ¿A donde crees que vas? -tomando su mano- ¿crees que te vas ir así como así?
- Bueno, todo este mes no me has tocado ni acercado a mi, ¿que seria diferente esta vez?
- Esto
El azabache tomo ambas piernas del rubio para cargarlo, Minato al sentir la erección de Madara, de inmediato los papeles se invirtieron
- Madara...
- ¿Ahora tu eres el asustado? -acostándolo en la cama
- ¿Quien dice que lo estoy?
- Esto -embistiéndolo sobre la ropa- dijiste que me extrañabas, ¿no?
- Lo dije pero...
- Pero nada, tu me pusiste así, ahora lo arreglas
Sin que el rubio pudiera decir algo, el azabache le dio un demandante y fuerte beso, al mismo tiempo que el segundo acariciara sus muslos para luego dirigirse al cuello de su doncel
- Ma-Madara... no tan fuerte... -al sentir fuertes succiones
- Sabes que solo así todos saben que eres mio
- No soy un objeto, ya te lo dije -logrando separarlo
- No, pero eres mi esposo
Nuevamente, Minato no pudo pronunciar palabras, sus labios habían sido callados por un beso. Pero a diferencia de otras noches, esta vez estaba mas cooperativo, algo que no paso desapercibido para Madara
- Minato
- ¿Si?
- Sabes que cuando empiece -acariciando su rostro- no me detendré y menos cuando ha pasado casi un mes
- ¿Y?, también tuviste que esperar casi dos meses después de que Indra y Ashura nacieron
- Si, pero esta vez es diferente
- ¿En que? -viendo a su esposo- ¿Madara?
Sin saberlo, como Tobirama y Kakashi, el azabache no se atrevía a mencionar la apuesta misma que también fue mandada al carajo para prestar atención al rubio que tenia de bajo suyo. Minato nuevamente mordió el lóbulo de la oreja del varón.
- Minato, no hagas eso
- ¿Porque no? -sonriendo- ¿porque te hago temblar? -haciéndolo de nuevo- ¿que es lo que me harás? -surrandole al oído
- Tu lo quisiste -sonriendo
Entre sus besos y la desesperación, Madara desabrocho de golpe la camisa que portaba Minato bajando por el cuello de este y llegando a su pecho, repartía besos y mordidas por todos lados sacándole gemidos al rubio. De nuevo volvió a la boca besándolo con pasión mientras sus manos seguían con su trabajo repartiendo caricias subidas de tono
- Madara
- ¿No te gusta como te toco? - separándose
- Al contrario - diciéndole en un susurro que solo los dos escucharon- disfruto el como tus manos se pasean por mi cuerpo, llevándome a un lugar único en el que solo existimos los dos...- Madara sin esperarlo sintió de nueva cuenta los labios del rubio posándose sobre los propios, sonrió levemente enternecido con la frase abrazando para pegarlo mas a el
- ¿Porque hasta ahora me lo dices? -sonriendo
- Por que, recuerda que tenemos a tres donceles mas en casa
Madara sonrió y asintió para seguir con las caricias hasta llegar al miembro de su esposo, el cual comenzó a masajear, Minato se mordía los labios pero al recordar que sus hijos no estaban un fuerte gemido escapo de su boca
- Así... no te contengas -susurro Madara
- E-eres... un pervertido... Madara no sigas... o yo...
Pero no se detuvo hasta que la semilla del rubio baño la mano del azabache quien comenzó a lamerla
- No hagas eso -reclamo Minato
- ¿Porque no? -sonriendo- si todo de ti me enloquece
Sin aviso, Madara entro de golpe en el rubio, quien enterró sus uñas en los brazos del varón, quien no tardo en embestirlo. Esta vez, desde el segundo piso, se pudieron escuchar los gemidos del rubio y así como los gritos repitiendo el nombre de su esposo; este por su parte, lleno el cuerpo del doncel de chupetones, ademas de seguir embistiéndolo con fuerza hasta que finalmente su semilla se libero dentro del cuerpo del rubio.
Como Iruka y Kakashi, prácticamente la pareja no salio de la cama en los tres días restantes, excepto para comer y sus necesidades higiénicas. Mientras que con Izuna y Tobirama, la situación, era como las de dos personas que recien se hicieron novios. Los varones querían aprovechar ese tiempo, ya que al acabar el mes, les dirían la verdad a sus ukes.