Comedor de la Preparatoria y Universidad de Konoha, una reunión de chicas y donceles liderada por Naruto
- ¿Y qué les parece mi idea?
- Bueno… -dudo Shizuka
- A mí me gusta -comento Hinata
- A mí también -respondió Kiba
- Pero lo importante es que lo idiotas lo aprecien, hum
- En eso tienes razón Deidara -hablo Sasori- no dudo que Itachi, Lars y Tobi lo acepten gustosos… pero ellos empezaron con sus celos
- Y nosotros les seguimos -completo Shizuka
Los presentes solo asintieron para después guardar un minuto de silencio cuando
- ¿Por qué esas caras largas chicos?
- Oto-chan -Deidara y Naruto
- Izuna-ojiisan - Sasori y Shizuka
- Sensei, Senju-san - Hinata y Kiba
- Ba
- Hola Riku -saludaron todos
Después de que los adultos tomaron asiento, Naruto les conto su plan, pues faltaba poco para la competencia entre Konoha y Kumogakure; pero los donceles y las chicas, querían reconciliarse con sus parejas. Minato e Izuna solo sonrieron entre sí, cuando escucharon la propuesta de Naruto
- Izuna-san -hablo Kiba- ¿puedo saber porque usted no están posesivo como sus sobrinos y sus hermanos?
- Bueno -sonrió el azabache- los donceles Uchiha somos un poco más tranquilos, pero no creas, también sabemos ser posesivos
- No se ofenda, pero con Tobirama-sensei no lo parece -siguió Kiba
- Porque confió en el -sonriendo- así como el en mi
- Que afortunado
A Izuna y Riku se les hizo una gotita al ver la depresión en que cayeron su cuñado, sus sobrinos y sus amigos. Y es que como no culparlos, sabiendo cómo eran su hermano y sus sobrinos: posesivos, celosos, capaces de despellejar hasta una mosca o una mariposa por posarse sobre sus parejas
- Pero la verdad, me parece buena la idea de Naruto
- ¿De verdad? -sonrió el rubito
- Si
- Bueno, entonces no se diga más -sonrió Minato- si quieren los acompañaremos a comprar los listones
- Esperen -Hinata bajo su mirada pensativa- ¿Qué les parece si los adornamos con sus animales favoritos?, así sabrán para quienes son
- Y de un color diferente -sonrió Shizuka
- Bien -hablo Deidara- decidido, iremos después de clases, oto-chan, tío…
- No diremos nada -sonrieron los mayores
- Y por supuesto Riku tampoco- sonrió Izuna
El pequeño por su parte solo los miraba sin entender, pero ver la tierna sonrisa de su papi lo hizo sonreír también, lo nadie sospechaba, es que había alguien que había espiado su conversación… un chico bueno con lágrimas en los ojos que ya no pudo más y salió corriendo de ahí. En las regaderas de la escuela, después del ensayo, Itachi y Sasuke seguían en la ducha, mientras Lars se secaba el cuerpo
- ¿Sigues sin hablarle a Deidara, niisan?
- No… y ustedes tampoco, ¿verdad? -Lars y Sasuke niegan
- Simplemente ya no puedo más- hablo el sueco- me es difícil pasar junto a ella y que me vea con molestia o tristeza
- Dínoslo a nosotros, que Dei me ignore
- O el dobe ya no se siente junto a mi
Los tres dieron un suspiro cuando
- ITA… LARS… SASU…. ¿a que no adivinan qué?, ¿Por qué me ven enojados?
De vuelta en la cafetería, los celulares de Sasori y Deidara sonaron al mismo tiempo; el resto los veía extrañados, cuando vieron como un aura negra emergía de ellos
- ¿Qué pasa hijo?
El rubio de coleta solo le dio el móvil a Minato, quien al ver la foto se puso nervioso, sabía que esa foto podría llegarle a Madara y cuando Izuna la vio
- Dime que mi hermano no está en ese club de noticias
- Como director debe hacerlo
Naruto, Shizuka, Kiba y Hinata se preguntaban si la foto era mala, hasta que los dos primeros la vieron: Sasuke saliendo de la regadera pero el vapor tapaba su desnudez, Itachi aún bajo la regadera abierta, Lars con una toalla en su cintura y Tobi solo miraba asustado al fotógrafo: los varones sabían lo que les esperaban. En la dirección, Madara e Iruka revisaban documentos, cuando sus teléfonos timbraron, el castaño fue el primero en abrir su celular cuando vio la foto su mirada mostraba sonrojo y miedo, al mismo tiempo que comenzó a temblar, cosa que no pasó desapercibida para Madara
- ¿Qué pasa Iruka?, ¿Qué hicieron los alumnos esta vez?
- B-bueno…
El azabache extrañado tomo su móvil y abrió la noticia, el flequillo cubrió sus ojos al mismo tiempo que cerraba su teléfono, dio un suspiro y dijo:
- Iruka… trae a mis sobrinos y de paso que borren esa foto inmediatamente
Iruka solo asintió y se salió nervioso de la oficina, al poco tiempo, los varones Uchiha estaban frente a su tío que les daba la espalda
- Iruka… que nadie interrumpa aun así sea Minato, no me pases llamadas. Tengo una “platica” muy importante con mis QUERIDOS sobrinos
Al escucharlo, Itachi, Sasuke y Tobi, tragaron duro pues sabían cómo era su tío enfadado, Lars en cambio, sentía que algo estaba a punto de pasar. Sin embargo, Madara giro su silla, haciendo que los jóvenes temblaran
- ¿Por qué están tan nerviosos?
- Tío… -hablo Tobi- ¿me darías la oportunidad de despedirme de oto-chan, mi hermanito y de oto-san?
- ¿Por qué habría de hacer eso? -poniéndose de pie
- Tío, no es nuestra culpa -hablo Itachi- no sabíamos que había alguien espiándonos
Los jóvenes solo vieron al mayor ponerse de pie, para después escucharse el grito desgarrador de Tobi.
Reconciliación Individual
- Bueno… al final no les fue tan mal
- Kisame…
- Excepto por Deidara-san y Sasori-san
Itachi y Tobi, miraron asustados a sus respectivos donceles con ganas de matarlos lenta y dolorosamente; Lars al verlos, agradecía que Shizuka no estuviera ahí pero dudaba que junto a Naruto, estaría viendo a Sasuke como si fuera él.
Y así lo era, Naruto prácticamente ignoraba al azabache menor, quien por primera vez se sintió amenazado ante la mirada de su rubio y la de la peli azul como si fuera el sueco. Después dio un suspiro, al recordar el largo discurso que les dio Madara por ser tan descuidados, si bien supieron quién fue el fotógrafo, el azabache mayor los castigo: Itachi lavaría los baños, Lars cuidaría el invernadero de Hashirama, Sasuke limpiaría el gimnasio al igual que los balones de futbol, básquetbol y vóleibol, Tobi por su parte, le ayudaría a la bibliotecaria a acomodar los libros que se usaran durante el día, los cuales eran bastantes.
Pese a que Izuna quiso abogar por ellos, sabía que su hermano no cambiara de opinión y no quedo de otra más que aceptar el castigo. Al terminar las clases
- Ita-kun… ¿ensayaras hoy? -pregunto una chica animada
- Bueno…
- Si fuera tu no contestaba -dijo un Kisame burlón
Itachi trago duro al ver la mirada asesina de Deidara, quien dio un suspiro y guardo sus cosas en completa calma para retirarse seguido de Sasori quien también ignoro a Tobi. En una de las jardineras: Naruto, Shizuka, Hinata y Kiba, esperaban a los mayores cuando
- ¿Aun irán de compras? -se acercó Minato
- Si -respondió Naruto- pero creo que
- Hijo, sabes que ellos no tuvieron la culpa -suspiro- y aunque se atrapo al culpable, tu padre los castigo
Al escuchar eso, las miradas de Naruto y Shizuka se suavizaron un poco, más cuando el rubio mayor les “comento” del castigo para cada varón
- Pues se lo tienen merecido -comento Shizuka
- Eso les enseñara a no dejar las puertas abiertas, de veras -Minato solo sonrió- bueno, entonces nos veremos más tarde y no olvides lo que te pedí
- Descuida, solo esperamos a Dei y Sasori-senpai y nos vamos
- Regresen con bien y diviértanse
- Si, sensei
Minato se fue con una sonrisa, algo que extraño a Naruto y más al ver a Deidara detrás de su papi, los donceles y la joven solo se miraron entre ellos, cuando el rubio menor sintió la mano de Kiba sobre su hombro.
En los baños, Itachi vio que un le faltaban 5 retretes, sacar y tirar la basura, además de lavar el lavamanos. Pese a que era rápido, el azabache estaba cansado por los ensayos además de las tareas de sus materias. Dio un suspiro pesado cuando
- Así menos terminaras, jum…
- Dei…
- Cállate y date prisa, que necesito entrar a uno de los cubículos
- Puedes usar
- Sabes que me gusta usar el del fondo, jum…
- Aun
- Ya vi que no lo has lavado… vaya tortuga, jum…
Itachi vio como Deidara le quitaba el cepillo y se ponía a lavar uno de los retretes que le faltaban, el rubio al notar su mirada
- ¿Qué esperas?, ¿una invitación o que, jum?
El azabache reacciono y solo lo miro con una sonrisa para continuar con su labor.
En el gimnasio, Sasuke terminaba de limpiar los balones, solo le faltaban los de basquetbol además de limpiar el piso el gimnasio, cuando sintió que alguien se sentó detrás de él
- ¿Qué haces Naruto? -viendo detrás de su espalda
- Siguiendo un consejo de Gai-sensei
- ¿Puedo saber cuál es?
- No te incumbe y termina que quiero irme temprano
- Puedes….
- ¡Cállate y termina!
Naruto siguió frotando el balón con una franela, mientras Sasuke se sobaba el golpe en su cintura para después sonreír.
En el invernadero, Lars ya había abonado y regado las plantas, solo le faltaba barrer, recoger, apilar hojas, hierba mala que había arrancado y demás basura. Sin embargo tenía un problema: cuando trataba de meter las pilas de hojas que ya había hecho, la bolsa de basura se ladeaba y eso hacía que la basura se desperdigara de nuevo.
Lars suspiraba frustrado, por tener que barrer y apilar todo de nuevo, cuando iba a meter la basura que junto nuevamente, unas manos le detenían la bolsa. Esas manos las conocía bien y antes de que dijera algo
- Es por la vez que me ayudaste con la valla, así que no esperes que hare esto durante el tiempo que dure tu castigo
El rubio solo sonrió para tirar las hojas dentro de la bolsa. En la biblioteca, la cual aunque era enorme, Sasori no tardó en dar con Tobi, quien, encima de la escalera móvil y con un libro en la mano, parecía recitar un poema
- Ay pobre de mí… ¿Por qué a mí?
Era la frase que más repetía Tobi, el resto de los alumnos, solo miraba atentos: algunos con burla, otros con curiosidad y otros porque pensaban que recitaba el contenido del libro. El pelirrojo al verlo
- Porque mi amado me abandono -decía Tobi- ahora sufro más que nunca
- Tobi…
- Incluso creo escucharlo…
- Que bien recita -comento una chica
- Tobi…
- ¿Sera que mi amor me hace alucinar…
- Y lo hace tan natural y con sentimiento –hablo un chico
- O es mi amor quien recuerda todo el tiempo, su melodiosa voz
Sasori ya no pudo más, así que pateo la escalera haciendo que el chico bueno se cayera
- Ay… pero que… ¡Sasori!
- Ni -deteniendo su rostro con una mano- ni siquiera lo pienses
- Pero Saso…
- No hables o harás que me arrepienta -dejando su mochila- como eres un desastre te ayudare
- Sa…
- Y no hables que estamos en una biblioteca
El pelirrojo tomo los libros y empezó a ordenarlos, mientras Tobi trataba de no correr y abrazarlo.