LARS
- No olvides darle esto de mi parte -dándole un regalo
- ¿Puedo saber qué es?
- No y ni se te ocurra espiarlo
- De acuerdo… ¿Qué pasa?
- Me gustaría ir contigo pero
- Descuida, a mi también me gustaría acompañarte y presentarme formalmente a tus padres
Lars y Shizuka se dieron una dulce sonrisa, ese día era especial para ambos como al resto de los demás, pero por separado tenían sus planes. Lars conducía a velocidad moderada, pero estaba ansioso por llegar, no era el único; las carreteras estaban casi a reventar de automóviles de personas que seguramente iban a celebrar ese día.
Finalmente llego a la villa Uchiha, ahí fue recibido con alegría y otros no tanto, aun no asimilaban que un rubio oji azul sueco japonés y un peli plata de ojos verde azules, fueran miembros del clan Uchiha. Pero a Lars no le importaba, solo tenía una persona en mente en ese momento, llego con paso seguro llevando consigo una pequeña maleta y otra bolsa en su hombro, llego hasta la única florería de la villa, la cual estaba llena de gente.
Espero un poco a que se vaciara, saludando a los y las Uchihas que salían, cuando estuvo vacía, entro. Vio a su madre aun distraída, rellenando los floreros de rosas, lilas, jazmines, girasoles, etc., no se dio cuenta de que era observada hasta que oyó un carraspeo y al voltear
- Lars
- Hola -recibiendo un abrazo
- Hijo, me hubieras dicho que vendrías -sonriendo
- Entonces no sería sorpresa -abrazándola de nuevo
- Soy yo o estas más alto -escaneándolo con la mirada- mírate, estas un poco más delgado, ¿haces ejercicio?, ¿comes y duermes bien?
- Si, tranquila -sujetando sus manos- ¿y tú? -se oye la campanilla
- Lars Alexandersson
- Uruchi-sama -reverenciando
- Como has estado muchacho, ¿vinieron Madara y los demás?
- No, ellos vendrán mañana.
- Ya veo… bueno, Naori, solo venía a recordarte lo de las flores
- Descuide, los arreglos estarán listos
- Bien, debo ir con los demás y Lars, bienvenido -el sueco reverencio
- ¿Arreglos?
- Si, la abuela organizo una fiesta y -suspiro
- Ya veo… ¿necesitas ayuda?
- No quisiera molestarte hijo
- Al contrario, después de todo yo…
- No -tomando su mentón- me alegra mucho que estés aquí… en especial, después que…
- Mamá…
Naori no pudo evitar llorar al recordar el pasado, ¿Cuántas veces no soñó con estar con su hijo?, velar sus sueños, cuidarlo cuando enfermaba, verlo crecer. Lars también sentía lo mismo, pese a tener a su abuela paterna, el miraba con envidia como otros niños se preparaban para los festivales escolares y celebrar a sus madres. Por ese motivo no pudo evitar abrazar a Naori con fuerza y ella le respondía igual. El resto de la tarde, convivieron juntos, incluso y pese a las quejas de la peli morado, el rubio la ayudaba a hacer los arreglos que le faltaban.
TOBI
Dos días antes, Tobi se encontraba mirando al techo pensativo, por primera vez no pensaba en su adorado pelirrojo, esta vez pensaba en alguien diferente hasta que escucho pequeños pasos
- Tobi -soñoliento
- ¿Eh? -levantándose- Riku, ¿dormiste bien? -el pequeño asintió
- ¿Tiste? -viéndolo atento
- ¿Se me nota? -sonriéndole- la verdad… sé que eres listo, otouto, pero no lo entenderías aun
Al día siguiente, luego de levantarse y bañarte, Tobi bajo animado las escaleras pero al llegar a la puerta de la cocina, se detuvo al ver una imagen que le causaba tristeza: ver a Izuna enseñándole o alimentando a Riku. Esa imagen siempre estaba presente desde que el peli plata había nacido, cuando era amamantado, bañado, cuidado con el amor que solo un papi doncel podía darle a su hijo.
Aunque Tobi sabía que Izuna lo amaba como un hijo, no era lo mismo. Desde niño, siempre soñó que su madre lo rescataría de las golpizas que su padre y abuela le daban, pero solo de vez en cuando, Naori por fortuna aparecía e intervenía a su favor. Pero también recordaba como su tía lo miraba con nostalgia, sin saber porque, ya que en aquel momento, la peli morado siempre pensaba en Lars y de alguna manera, Tobi era como una especie de consuelo.
Aun recordaba que su padre lo molía a golpes cuando le preguntaba por su madre y si le preguntaba a alguien más, solo lo miraban con desprecio. Solo hasta el día que Madara lo rescato, convivio con Izuna, Itachi y Sasuke, supo lo que era el amor de una familia. Con Deidara lo que era el tener un mejor amigo y con Sasori, el amor de una pareja.
Cuando Nawaki y Riku llegaron, supo lo que era ser hermano mayor, presumir a los menores ante los demás sin importarle que uno es adoptado y el otro su primo. Eso no importaba, pero pese a eso, el aun quería saber quién era su madre. Solo sabía que se llamaba Yuka y que se casó con su padre cuando supo que el chico bueno venia en camino. Pero lamentablemente, ella murió al darlo a luz, luego de ponerle el nombre.
- ¿Tobi?... Tobi, ¿estás bien?
- ¿Eh? -mirando a sus espaldas- ah, oto-san, buenos días -sonriendo
- Tobi…
- Hola hermanito, ¿Qué comes?
- Manzana…
- ¿Te sirvo el desayuno?
- No oto-chan, gracias pero quede con Ita y Lars para preparar el salón
- Ya veo, espera -dándole un obento- tu almuerzo entonces
- Gracias -sonriendo- nos vemos, oto-san
- Directo a la escuela
- Si -yéndose
- Izuna…
- Lo sé, aún tiene miedo, pero ya es hora de que sepa quién era su madre
Tobirama solo asintió. En el salón de clases, Tobi llenaba la bitácora mientras Itachi sacaba la basura y Lars terminaba de preparar el material para las clases, pero se distraía al escuchar como el azabache golpeaba con la punta de la pluma la bitácora
- Tobi, ¿estás bien?
- ¿Por qué lo dices?
- Estas muy serio, ¿estás enfermo?
- No, estoy bien
- ¿Por qué no dejas de mentir Tobi? -llego Itachi- se muy que en estos días estas mas serio que lo habitual y con ganas de preguntarle algo a Madara e Izuna-ojiisan
- Bueno… ¿prometen no reírse? -sus primos lo ven extrañados- está bien… en realidad, me gustaría saber cómo era mi madre
- ¿Solo eso? -hablo Itachi
- ¿Cómo que solo eso? -reclamo el chico bueno
- Sabes que solo basta con preguntarle a mi papá o mis tíos y listo -respondió Itachi
- No es sencillo y menos después que…
- Entiendo -respondió Lars- pero ya no vives con esos sádicos
- Lo se… pero -el azabache solo suspiro- Lars, ¿Qué harías en mi lugar?
- Saber quién era la mujer que me trajo al mundo. Muchas veces quise preguntarle a papá, pero apenas mencionaba a mamá podía ver el profundo dolor en sus ojos ya que yo la creía muerta y quería evitarle mas penas. Además, dudo que a Izuna-ojisan le preocupe que quieras saber de tu madre
- Solo piénsalo -hablo Itachi- es más tonto quedarse con la duda, además, pese a que tu padre y tu abuela no… tu sabes –suspiro- algo me dice que tu madre te esperaba con ansias o no te hubiera dejado nacer.
Tobi solo se quedó pensativo, con Sasori, quien también noto su tristeza le aconsejo lo mismo
- No tienes por qué tener miedo, quizá y tus tíos tengan alguna foto de ella
- No lo dudo, pero… no sé, tengo miedo -abrazando al pelirrojo
- Entonces estarás como Lars: imagínalo, su madre estaba viva pero la creía muerta y cuando supo la verdad y la conoció, ¿Cómo hubiera reaccionado tú?
- Creo que igual que él, dudoso si es o no una buena mujer. De hecho, la tía Naori era la única que me sonreía, creo que veía a Lars en mí y yo quería pensar que mi madre era como ella
- Entonces -acariciando su mejilla- ya sabes que hacer
Tobi asintió, esa tarde al llegar a casa, encontró una caja con una nota la cual decía solo decía: una sorpresa para el chico bueno. El azabache se extrañó un poco, pero igual abrió la caja y para su sorpresa, había varias fotografías de una hermosa joven.
La chica, de cabello largo castaño claro, ojos color miel y pese a la mala imagen, su sonrisa irradiaba ternura y amor. Tobi noto que en la mayoría de las fotos, la chica estaba embarazada y con eso
- Si, ella es Yuka, tu madre
Izuna miraba a Tobi con una tierna sonrisa, mientras el chico bueno lo miraba incrédulo
- ¿En serio es ella? -Izuna asintió
- Nunca la trate, pero Naori dece que era amable y siempre sonreía, pese a lo mal que vivió con… bueno, tú ya sabes
Tobi de nuevo miro las fotos y pudo ver las ojeras, la palidez y lo demasiado delgada que estaba Yuka en las fotos, pero aun así, siempre tenía una sonrisa sincera dibujada ansiosa de tener a su bebé
- Papi… no te ofendas, pero ella no se parece a ti
- Lo sé -Izuna tomaba otra foto- pero el cobarde al parecer me veía en otros donceles y chicas
- Entiendo…
- Sabes, pasado mañana iremos a la villa
- ¿Irán a visitar a la abuela?
- Y a nuestra madre al cementerio y tu podrás hacer lo mismo
- ¿Acaso?
- Si, al estar casada con un Uchiha, tenía el derecho de ser sepultada en el cementerio familiar
- Conoceré su tumba -se dijo para si- papi, ¿puedo
- Son tuyas
Antes de irse, Tobi abrazo a Izuna para después tomar las fotos de Yuka e irse a su habitación, cuando el doncel se quedó solo
- Lo tomo bien -apareció Tobirama con Riku en brazos- pensé que te reclamaría
- No, sé que él siempre quiso preguntarnos sobre su madre. Pero el trauma de estar con quienes tu sabes, le hizo tener miedo a preguntar
- ¿Por qué nunca lo llevaron a conocer la tumba de su madre?
- Madara, Fugaku, Mikoto y yo queríamos que primero sanara y superara lo que paso, pero más cuando estuviera listo
- Entiendo, ¿crees que?
- No, pero sé que yo no ocupo el lugar de Yuka-san y menos ahora que Tobi sabe cómo es -sonriendo- y más cuando nos pregunte más sobre ella
- Pero tú tienes tu lugar en su corazón como Lars, Itachi y Sasuke
- ¿Por qué lo dices?
- Porque ellos te ven como su segunda madre
- Papi -Riku estirando sus bracitos
- Ven aquí mi cielo -sonriendo- supongo que tienes razón -sonriéndole a Tobirama
- Por cierto, ¿Madara sabe que iremos al cementerio mañana?
- Si y que Riku vendría con nosotros, después de todo tiene que conocer a su abuela