Deidara y Naruto
Un pequeño esperaba fuera de su casa, sus manos sostenían algo y constantemente miraba a la calle. Miraba al cielo y suspiraba cuando una voz rompió su concentración
- ¿Deidara?
- Mami -acercándose
- Jugando con lodo otra vez -sonriendo e inclinándose- mira como quedaste -quitándole lodo de la cara- ¿Qué tienes ahí? -viendo sus manos
- Para ti…
Deidara abrió sus manitas mostrando una flor de lodo, Kushina al verlo sonrió con ternura
- ¿Te gusta?
- Me encanta
El rubito sonrió y al mismo tiempo que la pelirroja, dando así por terminado el sueño…
- Mamá…
Con ese susurro, Deidara despertó al mismo tiempo que tomaba la foto donde salían él y Naruto con una Kushina, cuando
- ¿Estás listo… aun no te has levantado
- Je, lo siento, deja me visto. ¿Oto-chan está listo?
- Si -respondió Naruto, al mismo tiempo que tomaba la foto- la extraño
- Lo se…
Mientras Deidara se arreglaba, Naruto no pudo evitar las múltiples travesuras que hacia: rayar las paredes, esconder el maquillaje de su madre, pero cuando Kushina enfermo
FLASH BACK
- Mama, ¿Cuándo mejoraras?
- No lo sé Naru -sonriendo
- ¿Estás aquí por mi culpa?
- No -sonriéndole- nunca pienses eso
- Te extraño, papá y Dei también
- Yo también los extraño
Al poco tiempo, Naruto yacía dormido en los brazos de Kushina, pese a estar dormido podía sentir las suaves caricias de su madre
FIN FLASH BACK
- ¿Naru?, ¿estás bien?
- ¿Eh? -quitándose una lagrima- lo siento
- Está bien -sonriéndole con ternura- pero sé que ella no querría vernos así
- Lo sé -sonriendo
- Anda, sabes que a oto-san no le gusta esperar
Al poco tiempo, en el cementerio, la familia Uchiha Namikaze rendía tributo a la tumba de Kushina. Cuando Naruto y Deidara se acercaron a depositar las flores
- Indra, Ashura, ella es nuestra madre -la presento Deidara
- Mamá, ellos son nuestros hermanos -sonrió Naruto
Los pequeños miraban atentos la foto sobre la tumba de Kushina, aunque al principio les pareció un poco rara, los mellizos sonrieron al mismo tiempo que alzaban sus manitas. Esto dibujo una sonrisa en Minato y Madara, quien tuvo la misma sensación cuando acudió a rendirle respeto la primera vez.
- Hora de irnos -anuncio Madara
- Si -respondieron los rubios
- Nos vemos mamá, te queremos -hablaron los rubios menores
Cuando se iban
- Gracias Madara-san… cumplió su palabra
Konan y Shizuka
- Me gustaría ir contigo pero
- Descuida, a mí también me gustaría acompañarte y presentarme formalmente a tus padres y yo presentarte a mi padre
Apenas Shizuka iba decir algo, escucho el coche de Konan llegar por lo que solo suspiro y no le quedo de otra más que despedirse de Lars. Cuando la menor subió al auto
- ¿Ya se va? -pregunto la mayor- pensé que
- Va a ver a Naori-san, mañana, Madara-sensei y su familia irán a la villa Uchiha
- Ya veo, Nagato y Karin también fueron a su pueblo a visitar a su madre
- ¿Quién eres y que hiciste con Konan?
- ¿A qué te refieres?
- Siempre insultas o dices algo negativo de Lars
- Hum… no te acostumbres -sonriéndole
Camino al cementerio, Konan y Shizuka iban en silencio, solo hicieron una parada en una florería. Al llegar a su destino
- Konan -mientras caminaban entre las tumbas- ¿Cómo era mamá?
- Bueno… casi como mamá Biwako, siempre te consentía en todo -fingiendo molestia- no, siempre nos consentía a las dos
Cuando finalmente llegaron a la tumba, se sorprendieron de ver varitas de incienso sin prender
- Creo que papá nos ganó de nuevo -sonrió Shizuka
Konan solo sonrió, antes de ir por Shizuka, Hiruzen y Asuma se preparaban para ir a visitar a Biwako, pese a que noto que llevaban incienso de mas no pregunto. Cuando las hermanas terminaron de limpiar y acomodar las flores en la tumba, comenzaron a rezar, al terminar
- Hermana… ¿Cómo era mamá exactamente?
- Como tú, un poco necia según papá y como yo, bastante seria cuando se trataba de protegernos
- ¿Pero a quien de las dos se parecía?
- Todos decían que a mí y que tu tenías sus ojos -sonriendo
Pronto la mayor no soporto más al ya no contener su llanto, Shizuka solo la abrazo
- Lo siento
- Está bien
Shizuka abrazo con fuerza a Konan, quien no podía culpar a su hermana por no llorar junto a ella. Después de todo, Shizuka aún era una bebé cuando sus padre fallecieron, aun así, la menor siempre le preguntaba que les gustaba a sus padres, que hacían juntos, que les disgustaba y cosas así.
- Konan
- ¿Si? -dejando de sollozar
- Por casualidad… ¿mamá ponía flores sobre mi cuna? -la mayor la ve con sorpresa
- ¿Por qué dices eso?
- Tengo un vago recuerdo… de una hermosa mujer parecida a ti pero sus ojos eran como los míos, por eso te pregunte como era ella
- Zuka…
- Además… recuerdo un aroma a flores y que siempre me sonreía con ternura -comenzando a llorar
- Si… mamá también las ponía en la cabecera de mi cama -abrazando a su hermana- decía, que así llegarían hadas que nos protegerían de las pesadillas
Ambas hermanas se miraron para darse una tierna sonrisa y mirar la lápida. Antes de que las hermanas volvieran a casa
- Nos veremos luego, mamá… papá -expreso Konan
- Sigan cuidando de nosotras -hablo Shizuka- y… pronto les presentare a mi novio -susurrando
- ¿Qué les dijiste?
- Nada
Konan solo suspiro mientras Shizuka le sonreía zorrunamente.