Deidara, Naruto, Indra y Ashura
Ya lo habían decidido, por primera vez, el menor haría algo que nunca había hecho: mantener su habitación en orden bajo la mirada, para su vergüenza, de sus dos hermanitos menores. No solo de su habitación, sino también de la casa con apoyo de su padre.
Por su parte, Minato yacía algo aburrido en su habitación, no esperaba que lo festejaran ese día, después de todo, era el día de las madres. Después de haber vuelto del cementerio
- Oto-chan -hablo Deidara- por el resto de la tarde Naru, oto-san, los peques y yo nos haremos cargo de la casa
- ¿En sé... -recibiendo un zape- sí, nosotros nos encargamos, de veras
- ¿Y puedo saber porque lo harán?
- Es el día de la madre cielo -respondió Madara
- ¿Solo por eso?... pero yo padre doncel no madre
- ¿Y cuál es la diferencia? -siguió Madara- igual diste luz a Indra y Ashura
Ante eso Minato no pudo objetar, solo pudo resoplar y acatar la orden de su marido y sus hijos. Aunque podía escuchar a Deidara organizar todo, el rubio mayor estaba aburrido de no poder hacer nada.
Aunque agradecía el gesto, le parecía exagerado que lo trataran como una mamá. Se dedicó a mirar por la ventana, notando que a sus rosas les faltaba poco para florecer; luego miro su librero con el cual se sonrojo enormemente. Pese a que no los leía, tenía las colecciones completas de los Icha, Icha Paradise que su padre había escrito además de los libros de medicina que su madre había escrito.
En eso, escucho a Naruto pelearse con alguien en su habitación, así que decidió asomarse y para su sorpresa
- Indra, ya te oí
- Suso (sucio) -dándole un calcetín
- Lo meteré a la lavadora
- Libo piso (libro en el piso)
- ….
Minato sonrió al ver a Naruto con venitas en la cabeza, quien si bien adoraba a su hermanito, le molestaba que su pequeño hermano doncel fuera tan ordenado sin siquiera conocer el significado de la palabra. Indra por su parte, miraba alrededor del cuarto de su hermano buscando al algún desorden.
Por su parte, en la cocina, Ashura yacía con las mejillas infladas y haciendo pucheros mientras Madara y Deidara cocinaban
- Jum…
- Ashura -lo miro Deidara- sé que quieres ayudar pero aun eres muy pequeño
- Oto-san…
- Hijo -volteo Madara- tu hermano tiene razón, por el momento solo observa y cuando seas mayor nos ayudaras
- Jum… -cruzando sus bracitos
Ashura seguía mostrando molestia en su carita, pero al final tuvo que entender que su padre y su hermano mayor no lo hacían menos, cuando miro a su izquierda pudo ver a Minato sonriéndole y en eso una pequeña sonrisa se le dibujo estirando sus brazos
- Bueno -entro Minato- al menos no soy el único al que hacen a un lado
- Cariño sabes que…
- Lo se Madara, lo sé -suspiro- pero como hoy no haré nada -viendo a Ashura- que dices, ¿vamos por un helado?
- Pero aún no han comido -hablo Deidara
- ¿Olvidaron que hoy puedo hacer lo que quiera? -sonrió Minato- además, aquí me aburro como no tienen idea y ya que Indra supervisa a Naruto y ustedes cocinan, decidí salir a pasear y antes de que reclamen, en especial tu Madara -viéndolo serio- voy con nuestro hijo varón, así que llamen cuando todo esté listo. Los quiero
Minato salió con una sonrisa luego de despedirse de su esposo y su hijo, quienes se quedaron con cara de “what”, ya que el rubio mayor no les dio tiempo de protestar. Ashura por su parte les saco la lengua y mostro una sonrisa de superioridad, tendría a su papi apara él solito.
Las horas pasaban, eso comenzaba a preocupar a Madara y los demás
- Ya no aguanto -hablo el azabache- voy a buscar a su papi
- Vamos contigo
- No, ustedes…
- ¡Volvimos!
- ¿Dónde estaban? -Madara preocupado
- Bueno -Minato y Ashura se vieron y sonrieron- abrieron una nevería nueva y como se corrió la voz de que los helados estaban deliciosos, bueno, tuvimos que hacer fila, ¿verdad bebé?
- Rico helado -repitió Ashura con su boquita llena de chocolate
- Un momento, comieron helado y no nos trajeron -reclamo Naruto
- Ti -respondió el azabache menor con una sonrisa
- No es justo -lloriqueaba Naruto
- Aun así hubieras llamado -hablo Madara
Minato abrió sus ojos con sorpresa para luego sonreírle al azabache mayor
- Perdón por preocuparte -apunto de recibir un beso
- Ashura
Madara le reclamo al pequeño quien le puso una galleta en sus labios ante la tierna sonrisa de Minato
- Y bien, ¿a qué hora comemos?, ya tengo hambre -reclamo Naruto
- Otouto, ya te dije que teníamos que esperar a papi y Ashura
- Pero…
- Naru sienta
- Indra…
- ¡Sienta!
Todos miraban con sorpresa el control que Indra tenía sobre Naruto, quien a su vez, se sentía avergonzado de que un bebé le diera órdenes. Para alegría de Minato, Madara y Deidara le prepararon toda clase de ramen y el como premio, saco una tina de helado que había comprado. Por su puesto y más para complacerlo, Madara comió doble porción de dulce.
Riku y Tobi
Había perdido la noción del tiempo, pero eso no le importaba, aun no se decidían que regalo sería perfecto para su papi. Tobi pasaba horas y horas leyendo revistas y catálogos buscando el obsequio perfecto para Izuna. Claro que el chico bueno no estaba solo, Riku miraba atento las fotografías de las cosas que miraba y cuando veía algo que le gustaba, aun sin que supiera que era, le hacía señas a Tobi
- Tobi -señalándole una foto
- No, papá ya le regalo un celular
- Niisan
- No, eso… ¡¿de dónde sacaste eso?!
El chico bueno de inmediato le quito al peli plata un catálogo donde vendían objetos y juguetes eróticos, Riku solo miraba algo extrañado como su hermano buscaba esconder ese libro. Tobi por su parte, buscaba un buen escondite hasta que devolviera los catálogos que le habían prestado al mismo tiempo que se reprochaba por no haber revisado antes los libros.
Después de tanto buscar, decidió esconderlo bajo el colchón ante la atenta mirada de su hermanito
- Otouto… esto queda entre tú y yo, ¿de acuerdo? -suspirando- sabes que si papá se entera me despelleja vivo, ¿sí?
- Ti
- Gracias -respiro aliviado- bueno, sigamos buscando, ya después le reprochare a Kisame -pensó
En la sala, recostados en el sillón
- Ya me preocuparon
- Tranquilo, están bien
- Pero aun así, ya tienen mucho tiempo allá arriba
- Izu -acariciándole el cabello- están en la habitación de Tobi, ¿Qué tal si aprovechamos este rato a solas? -sonriéndole
- Tobirama -sonrojado y apunto de recibir un beso
- Ejem… oto-chan, oto-san… perdón por interrumpir -tragando duro al ver la mirada del albino
- Está bien -sonrió Izuna- ¿van a salir?
- Ti -respondió Riku- papá cuida a papi -Tobirama sonrió
- Está bien, váyanse con cuidado
- Confíen en mi -sonrió Tobi- aprovechen el tiempo -guiñándoles el ojo
Antes de que Tobirama lo regañara con un sonrojo en el rostro de Izuna, Tobi salió rápido de la casa. Ya en un parque
- Eso sí que estuvo cerca -comento el mayor
- Tobi
- Riku, déjame respirar, sabes cómo es papá cuando se enoja
- Tobi lo provoco
- Lo se… pero también tiene que aceptar que no estaba mintiendo
Riku solo miraba atento a su hermano, cuando vio a varias personas que iban a una misma dirección
- Tobi… Tobi
- ¿Qué pasa otouto? -viendo la fila- ¿abra pasado algo?
Los hermanos se acercaron a una señora que estaba formada, quien les indico que habían abierto una heladería nueva, cuyos helados estaban deliciosos. Tobi en ese momento recordó que el postre favorito de Izuna, era el helado de vainilla con chispas de chocolate y viendo a su hermano
- ¿Qué dices Riku?
- Helado papi -sonrió el peli plata
Los hermanos miraron esperaron casi dos horas hasta que llegara su turno, tiempo en el cual Tobirama había aprovechado muy bien, acostado sobre la alfombra con Izuna sobre su pecho
- Tobirama
- ¿Si?
- Nada -el albino lo ve
- Izu…
- De acuerdo -suspiro- ayer me llamo el esposo de Orochimaru-san, quiere que vuelva a trabajar en su empresa
Al oírlo, Tobirama dio un fuerte suspiro al mismo tiempo que reforzaba el abrazo hacia Izuna acariciando su hombro, mientras el menor esperaba una respuesta
- Sabes lo que pienso, no necesitas trabajar -cerrando sus ojos- pero más porque no quiero que se repita lo de aquel sujeto
- Lo sé -recostándose sobre el hombro del albino- le di las gracias pero rechace su oferta
- ¿En serio? -acariciando su cabello
- Sí, no por lo que paso, sino porque además de que Madara y tú me lo pidieron, quiero pasar más tiempo con Riku
Tobirama solo suspiro y abrazo a Izuna a su cuerpo al mismo tiempo que reclamaba sus labios
- Gracias…
- Bueno, creo que Tobi y Riku no tardan en volver
- Lo sé -levantándose- Izuna
- ¿Si?
- Me alegra que te entregues a mí por completo -acariciando un mechón de su pelo
- Como te dije, yo no ponía de mi parte -sonriendo- y quien debe agradecerte soy yo por tu paciencia, te amo
Al poco rato, en el comedor
- ¿Ya puedo ver?
- No -respondió Riku
- ¿Ya?
- Amor no seas impaciente -después de cinco minutos
- Listo papi
Al momento en que Izuna abrió sus ojos, una sonrisa de ternura se formó en sus labios al ver sobre una charola, un pastel de helado que decía: “Para el mejor papi del mundo”, escrito con chispas de chocolate
- Gracias, los quiero