- Mamá, cálmate
- ¿Cómo quieres que lo haga Minato? -suspiro Tsunade- el hostal es un caos y nuestros pobres chicos van y vienen, lo malo es que aún nos faltan manos y quería saber si, Dei, Naru y tu pueden venir
- Mamá, sabes que con gusto lo haría, pero Indra y Ashura, también necesitaran atención y…
- ¿Y que el inútil de tu marido no puede cuidarlos?
- ¿A quién llama inútil vieja? -luego de arrebatarle el teléfono
- ¿Madara?
- ¿Quién más?, ¿Qué es lo que quiere ahora?... le llamamos más tarde
Luego de colgar el teléfono, Minato le comento a Madara de la falta de personal en la posada y que su personal ya estaba exhausto, pero el detalle era de quien cuidaría los mellizos
- ¿Por cuánto tiempo se irían?
- Solo el fin de semana
- Vayan
- ¿Qué?
- Vayan, yo me encargo de Indra y Ashura, solo dime que hacer y yo me las arreglo. Después de todo, yo cuide a Fuga e Izu
- Sí, pero ellos ya eran mayores
- Amor, confía en mi
- Está bien
Al día siguiente, Minato, Naruto y Deidara, ya estaban listos, solo esperaban a Izuna, Shizuka y Sasori, ya que el rubio mayor también les pidió ayuda, en cuanto llegaron
- Tobi… no puedo caminar
- Saso -Tobi con lágrimas- no te vayas
Sasori entraba con dificultad al taxi, ya que traía Tobi sujetando su pierna derecha, a Shizuka la había dejado Hiruzen y a Izuna, Tobirama y Riku
- No lo olvides, ya te deje biberones preparados, Riku come en las mismas horas de comida, revisa que siempre este limpio y acuéstalo temprano
- Izuna, estaremos bien pero si no quieres ir
- Ya le ofrecí la ayuda a Tsunade-san, pero aun así
- Ya te lo dije -besándolo- estaremos bien
- ¿Papi se va? -preguntó el pequeño Riku
- Solo serán dos días -abrazándolo- se un buen niño con papá y Tobi
- Ti, Riku cuida a papá…
Los Senju voltearon a ver a Tobi quien lloraba a mares, mientras Sasori trataba de quitárselo de encima con ayuda de Deidara, quien también tenía su propio problema
- Dei… Dei… -lloraba Ashura- no vayas
- Ashura -sonriéndole- solo serán dos días, además, te quedas con papá e Indra
- No… yo Dei -seguía llorando el pequeño
- Bueno -anuncio Minato- es hora de irnos. Madara
- Estaremos bien
Apenas dijo eso, el llanto de Ashura se escuchó más fuerte cuando Deidara lo dejo en su carreola. Cuando los papis se fueron
- Buena suerte, hermano
Madara sintió deseos de aprovechar las ausencias de Minato e Izuna para eliminar al peli gris, pero debido a que Ashura seguía llorando, le perdonó la vida pero sonrió al ver a Tobi llorando a mares al mismo tiempo que Riku le daba palmadas en la cabeza
- ¿Tobi llora por papi?
- Saso… -siguió llorando el azabache- Riku, cuando veas al amor de tu vida irse, me entenderás
Riku solo observaba curioso a su hermano cuando sintió a Tobirama cargarlo y tomar al azabache del cuello de su camisa
- Oto-san… no respiro…
- Cuando te dejes del drama, te suelto
Cuando los Uchiha se quedaron solos, por suerte, Indra había logrado calmar a Ashura, dentro de la casa
- Bien niños, estos días seremos ustedes y yo
- Dei…
- Ashura, tu hermano volverá pronto
El pequeño comenzó a hacer pucheros, pero Madara lo tomo en brazos y comenzó a acunarlo logrando calmar a Ashura, quien se quedó dormido. Luego de cambiarle el pañal con cuidado de no despertarlo y acostarlo en su cuna, se dirigió para con Indra quien jugaba con sus cubos
- Papá -alzando sus brazos
- Ven aquí -cargándolo- Indra no hagas mucho ruido, tu hermano se durmió, ¿de acuerdo?
- Ti, papi tele
- ¿Quieres ver la tele? -el pequeño asintió- de acuerdo, pero antes, vamos a cambiarte el pañal
Una vez que Indra estaba limpio, ambos pusieron un programa infantil que al doncelito le gustaba: Plaza Sesamo, el personaje favorito del pequeño: Elmo, quien al decir alguna frase, Indra lo imitaba. Aunque Madara disfrutaba la escena, no pudo evitar recordar a su propio padre
FLASH BACK
Madara y Tajima, esperaban fuera de un cuarto de hospital. El azabache se estaba durmiendo cuando su padre lo llamo
- ¿Madara? -al verlo cabezar
Tajima solo sonrió y lo tomo en brazos, cuando una enfermera salió. El azabache mayor tenía una hermosa y de inmediato entro al cuarto: Asami había dado a luz
- Madara, hijo, despierta
- ¿Mm? -despertándose- ¿Qué paso?, ¡mami!
- Hola, mi amor, mira quien quiere conocerte
Madara miro curioso a un regordete bebé, quien emitía pujidos hasta que abrió levemente sus ojos, mirando a su hermano mayor
- ¿Este es mi hermano?
- Si -respondió Asami- Fugaku, te presento a tu hermano mayor, Madara
El mencionado suspiro para después sonreír al mismo tiempo que tomaba la mano de Fugaku. Cinco años pasaron, en ese tiempo, Fugaku seguía a Madara y ambos hacían muchas cosas juntos, un día cuando veían la televisión
- ¡Madara!... ¡Madara!
El joven dejo a Fugaku seguir viendo la televisión, cuando corrió hacia su madre, quien comenzaba su labor de parto. De nueva cuenta, Madara con Fugaku sentado en su regazo, esperaban a que su padre llegara
- Madara -hablo Fugaku- mami, ¿estará bien?
- Ella está bien Fugaku -sonriéndole- ya pronto llegara nuestro nuevo hermano
- No lo quiero
- ¿Por qué?
- Dicen que cuando un hermano nuevo llega, mamá y papá ya no nos querrán o que mami podría morir
- ¿Quién te dijo eso? -molesto
- Los niños de mi escuela
- Pues son unos mentirosos, mamá y papá no dejaran de querernos y nada le pasara a mamá
- ¿Tú me querías, Madara?
- La verdad, solo estaba curioso porque no sabía lo que era tener hermanos, pero cuando llegaste, sabía que debía protegerte -sonriéndole- eso nos pasara con nuestro nuevo hermano
Fugaku solo bajo su mirada cuando escucho el llanto de un bebé, justo a tiempo llego Tajima, quien de inmediato pregunto por Asami y el nuevo Uchiha, pese a que quería que fuera varón
- ¡Madara!, ¡Fugaku! -saliendo del cuarto- vengan a ver su hermano
- ¿Es otro niño? -pregunto Madara
- No, es un doncel
Al escucharlo, Fugaku entro antes que su hermano, Asami al verlo sonrió y espero a que Madara se acercara para presentarles a su pequeño hermanito doncel: Izuna. Al principio, Fugaku estaba un poco reacio con Izuna, pero al como Madara lo cuidaba con el mismo amor que a él, dejo de despreciar a su hermanito. A partir de ahí, los tres hacían cosas juntos, por supuesto, los dos mayores, no permitían que nada ni nadie hiciera llorar al pequeño Izuna
FIN FLASH BACK
Madara suspiro ante ese recuerdo, sin poder evitar el fatídico día en que él y sus hermanos quedaron huérfanos, la tortura que vivieron con Tomoe hasta el día en que lograron independizarse de esa bruja. Pero no todo fue malo, en especial para el mayor: después de haber conocido a Minato, enamorarlo y ganarse el afecto de Deidara y Minato su vida cambio para mejor ahora que tenía a sus propios hijos: Indra y Ashura.
Pese a que los mellizos eran de distinta personalidad e Indra fuera más apegado a él, no le impedía amar a ambos. Poco después, Ashura despertó quien de nuevo comenzó a llorar, pero esta vez, a Madara se le ocurrió una idea.
Esa misma tarde llevo de paseo a los mellizos, llevándolos al parque paseándolos en juegos apropiados para ellos. Indra y Ashura se divertían, eso hizo que el pelinegro ya no extrañara tanto a su hermano mayor. Al volver a casa y después de la cena
- Ashura, no salpiques
Madara sonreía divertido al ver a Ashura jugar dentro de la tina, con el agua que llegaba hasta sus cinturas, con Indra quien también lo salpicaba. Madara lavaba su cuerpo al mismo tiempo que vigilaba a los pequeños. Por supuesto, también recordaba los baños junto a Fugaku e Izuna, mientras este aún era pequeño.
Poco después, los saco, seco y vistió con sus pijamas, cuando los llevo a su cuna
- Papi, cuento -pidió Indra
- ¿Un cuento? -lo menores asintieron
- Bien -yendo a un pequeño librero- ¿Qué cuento será bueno para ustedes?
Los pequeños, veían a su padre buscar un libro, cuando Indra saco uno debajo de su almohada
- Papi, cuento
Madara escucho a su pequeño, cuando vio que este tenía un libro que se veía un poco viejo, el azabache al verlo no lo podría creer
- Indra, ¿de donde?
- Tío Ugaku -respondió el menor
Madara sonrió, ese libro titulado Mi Duendecito, era un cuento de un pequeño gnomo que cuidaba los bosques y veía a los animales como sus hermanitos. El cuento era el que su madre, Asami, les leía a Madara y sus hermanos cuando eran pequeños. De hecho, el libro que el azabache tenía en sus manos, era suyo y de Fugaku, cuando Izuna nació le compraron su propio libro por lo que no dudaba que ahora Riku fuera su nuevo dueño.
Los dos días se fueron volando, cuando Minato, Deidara y Naruto volvieron
- Ashura
- Indra
- Amor, ya llegamos -al no recibir respuesta
- ¿Crees que hayan salido? -pregunto Naruto
- No lo creo -subiendo las escaleras- ¿Madara?
El rubio mayor al entrar a su habitación no pudo evitar sonreír con ternura, al poco tiempo llegaron Deidara y Naruto quienes también sonrieron, para después salir en silencio: Madara dormía abrazado de Indra de su lado izquierdo y Ashura a su derecha, Minato solo entro de nuevo para arropar a sus amores y darles un beso en la frente a los pequeños
- Buen trabajo amor -susurro al oído de Madara para después besar sus labios con cuidado