Miraba a sus compañeros platicar amenamente, sus dos mejores amigos; uno estaba leyendo un libro y el otro no soltaba a su pareja, aunque tuviera una cara de fastidio por las “tonteras” que escuchaba. Dio un suspiro mientras tomaba su mochila y se dispuso a buscar algo. Cuando lo encontró, eran sobres atados con un listón, el peli blanco las miro pensativo, dárselas o no dárselas, era su cuestión.
Recodó como su papi los había metido con algo de entusiasmo, mientras su padre solo asentía, diciéndole que no tuviera miedo. Suigetsu se lo volvió a preguntar, ¿invitaría a sus amigos y compañeros a su fiesta de cumpleaños organizada por sus padres? Recordó que en años pasados sus fiestas habían salido mal o no iban o simplemente fingían ignorarlo. Pero hoy estaba en una escuela nueva, no tenía que pasar por lo mismo.
Finalmente se armó de valor y decidió primero hablar con Sasuke
- Eh, Sasuke
- ¿Qué pasa?
- ¿Puedo hablar contigo a solas por un momento?
- Ve Sasuke -el rubio lo soltó de la mano- estaré bien
Sin muchas ganas, el azabache siguió al peliblanco, una vez fuera del salón
- Más te vale que sea importante para separarme de mi dobe
- Bueno, Sasuke-kun, no te enojes la verdad yo -suspiro- ¿podrías venir?
Suigetsu le extendió el sobre, sin darse cuenta de que todas las chicas y donceles los miraban atentas, tomando la escena como una declaración. Naruto por su parte tenía los ojos en blanco
- Sas…
- No es lo que crees, dobe -respondió Sasuke de inmediato
- ¿Entonces qué es?
- Bueno -sonrió Suigetsu- eso yo lo puedo explicar, también a Juugo, Shizuka-sama, Kiba, Ino, Chouji, Hinata-senpai y muy a mi pesar… Karin
Los mencionados solo abrieron sus ojos algo extrañados, cuando el resto del grupo se arrimo
- ¿Ustedes son los que mencione?
El resto de los alumnos se retiró murmurando, aunque las chicas y donceles querían saber más, ya solos, Suigetsu procedió a hablar
- ¿Y bien? -Naruto molesto- estoy esperando
- Naru
- ¡No interrumpas teme!
- Bueno, Naruto-sama -nervioso- la verdad es que esto es para cada uno -entregando los sobres
- ¿Qué son? -pregunto Chouji
- Invitaciones para una fiesta… ¿de cumpleaños? -hablo Kiba
- Si -sonrió Suigetsu nervioso- bueno, es que mis padres cada año me organizan una fiesta y
- Eso lo hacen todos los padres -comento Karin
- Eso lo sé, pero… -bajando su mirada
- ¿Pero? -Juugo
- Verán, nadie va a mis cumpleaños y pues…
- ¿Por qué pasa eso? -pregunto Sasuke
- Bueno… verán… es que… mis padres son varón y doncel y…
- ¿Eso que tiene de raro?
- Bueno, cuando los veas pensaras que son varones, además de la apariencia de mi padre que asusta a muchos y muchos desisten de ir. Es por eso que quería decírselo a Sasuke primero
- Lo siento Suigetsu -se sonrojo Naruto- pero parecía que
- Descuida, entonces, ¿irán?
Los chicos meditaron un poco, pero al final aceptaron con una sonrisa. El peli blanco sonrió y les indico que en sus invitaciones estaba la fecha y hora; el sábado a las 5 de la tarde. Finalmente llego ese día, los chicos habían acordado reunirse en el parque cercano a la casa de Suigetsu, cuando llegaron todos
- Bueno, ya estamos todos aquí
- Sasuke, ¿estás seguro de querer ir?
- ¿Por qué la pregunta Juugo?
- Bueno, escuche que la mayoría casi no se acerca al padre porque tiene una mirada algo… como de demente y su papi, en ocasiones tiene una cara amable pero maquiavélica
- A mí no me importa, mientras haya comida
- Tu irías donde sea que hubiese comida, Chouji - lo reprendió Ino
- Eso no importa, ya estamos aquí y no lo defraudemos -sonrió Naruto- en especial sus mejores amigos, ¿verdad teme?
Sasuke solo hizo una mueca, dándole la espalda, en eso Hinata tomo la palabra
- Bueno, ¿listos?
El grupo asintió encaminándose a la casa de su compañero, pero para su sorpresa, era un barrio de ricos. Llegaron a una reja, donde a lo lejos se podía ver una enorme mansión
- ¿Seguros que es aquí? -comento Kiba- este sitio es
- Enorme -completo Karin
- Bueno, hay un timbre, ¿llamamos? -pregunto el rubio
- ¿Qué pregunta es esa dobe?, claro que hay que llamar
- No me llames así, llama tu
La pareja comenzó a discutir, cuando Shizuka suspiro y toco el timbre, poco después por un auricular
- ¿Si?
- Buenas tardes -saludo la peli azul- hemos venido a
- Se lo que han venido y llegan tarde, a los señores no les gusta esperar, así que entren
El portón se abrió, al mismo tiempo que un lujoso auto iba llegando para llevar a los chicos a la entrada de la mansión y una vez fuera de la misma
- ¡Esto tiene que ser una broma!
Todos comentaron lo mismo al mismo tiempo, con sus ojos abiertos de la sorpresa y la boca abierta, cuando
- Bienvenidos a mi humilde hogar -saludo Suigetsu
- ¿Humilde?, esto parece una prisión -comento Karin
Y es que el hogar del peliblanco era una hermosa mansión de 20 recamaras todas con baños, extensos jardines, un enorme salón de té, uno de estudio, una sala de juegos, etc. aunque para Naruto y Shizuka no era tan sorprendente después de estar en la mansión principal de la villa Uchiha. Suigetsu no dejaba de sonreír
- Gracias por haber venido
- No es nada -respondieron todos
- Vengan, mis padres los esperan
Los chicos siguieron al peliblanco, mientras miraban a todos lados por si perdían, sabían cómo llegar a la salida. Finalmente llegaron a uno de los jardines, donde había enormes mesas con diferentes platillos y postres, por supuesto, dos filas de sirvientes. Los chicos estaban embobados
- Bienvenidos sean -saludaron los sirvientes
- G-gracias -respondió Sasuke- saluden
- Gracias, voy a pasar, con permiso -dijo cada uno
Suigetsu seguía guiando a los chicos, aunque Chouji iba más concentrado en la comida, cuando finalmente
- Así que ellos son tus amigos -se escuchó una voz un poco suave
- Si
- Veamos, tres varones, cuatro chicas y dos donceles, nada mal
- Te lo dije papá
Todos dirigieron su vista a la pareja, quienes se sorprendieron al ver el rostro del padre
- Chicos, les presento a mi padre
- Mejor lo hago yo hijo, ¿o qué clase de anfitrión seria? -poniéndose de pie
- De acuerdo -sonriendo
- Permítanme presentarme, soy Hozuki Orochimaru y este es mi esposo -tomando su mano
- Yakushi Kabuto -sonriendo es un placer conocerlos
Ninguno de los chicos hablo, estaban muy atentos ante la apariencia de Orochimaru: pálido, ojos amarillo, pupilas verticales, cabello muy negro, casi les parecía un hombre víbora. Todos se preguntaban sin poder evitarlo, si saldrían vivos de esa mansión.