Ese día tenía que ser perfecto, nada ni nadie podría estropearlo, lo había planeado con anticipación meses atrás. Incluso a sus amigos se vieron involucrados en el proyecto planeado por el rubio, ¿motivo?, el cumpleaños del teme.
Meses atrás
- ¿Entonces que sugieren? -pregunto el rubio
- ¿Qué tal si le haces un stripteases? -sugirió Kiba
- ¿Quieres que mi padre me mate?
- Entonces un pastel con forma de tomate -sugirió Ino
- Ya le prepare galletas decoradas con esa verdura
- ¿Qué tal un día en el que hagas lo que a él más le guste? -sugirió Shizuka
- ¿Cómo qué?
- Veamos -hablo Hinata- qué tal comer, hacer, ver o ir a los lugares que le gustan
- Lo que a ese teme le gustan son los tomates, leer -poniéndose nervioso- las casas del terror y dar paseos
- ¿Entonces? -todos
- Con excepción de la casa del terror, puedo hacer lo demás
Naruto se puso nervioso y más al ver las miradas acusadoras de sus amigos, sabía lo que tenía que hacer, al final
- Lo hare, pero necesitare la ayuda de todos
Cuando Naruto estaba en casa, buscaba algún platillo que no fuera ensalada o sopa de tomate, pero no encontraba nada.
- ¿Aun te falta mucho?
- Si -respondió afligido
- ¿Qué te pasa?
- Oto-san, busco alguna receta que lleve tomates -el azabache sonrió
- ¿Es por Sasuke, cierto?
- Si, sé que aún falta mucho para su cumpleaños, pero…
- Naruto, no se te ocurra hacer
- ¿Qué? -sonrojándose- claro que no, no pienso llegar a mi tumba pronto
- Más te vale
- Deja de amenazarlo -llego Minato- ¿Por qué no mejor lo ayudas?
Madara al principio no quería decir nada, pero al ver la carita de su hijo como la del gato con botas, suspiro
- Prepárale omusubi con Okaka y decóralo con tomates
- No sabía que le gustaban esas cosas -respondió el rubito
- Izuna se los preparaba en su cumpleaños, como compensación de la ausencia de Mikoto, quien era la los cocinaba
- Lo bueno, es que tienes suficiente tiempo para practicar -sonrió el rubio mayor- no olvides cuanto tiempo tardaste con las galletas
- Cierto
- Ni piensen que seré su conejillo de indias -se quejó el azabache
- Oto-san, es que tú y Sasuke tienen casi los mismos gustos
- ¿Si? Y por eso dure con fuertes dolores de estómago casi una semana
- Los cuales se te quitaron cuando Izuna fue a cenar con Tobirama
Esto le cayó como piedra al azabache, no pensó que Minato le contraatacaría con eso, Naruto al verlo solo sonrió
- Bueno, tienes razón, oto-chan, ¿sabes hacerlo?
- Lo siento, pero no -sonrió Minato- sabes que los onigiris se me deshacen muy rápido, ¿Por qué no le pides a Izuna que te ayude?
- Cierto, le llamare -sonriendo- gracias
Luego de abrazar a sus padres, Naruto llamo a Izuna, quien encantado acepto. Fueron tres meses en los que Naruto preparo el platillo, al principio era un desastre, pero suerte que Izuna era paciente. Cuando
- Bien, listos
- Bueno, ahora necesitamos a alguien que los pruebe -sonrió Izuna- Tobirama, ¿puedes venir?
- ¿Qué pasa?
- Pruébalos, por favor -Izuna le acerco la charola
- ¿Los hizo Naruto?
- Si -al ver al peli gris dudar- no seas grosero
A Tobirama no le quedo de otra más que aceptar, tomo la bolita de arroz y la miro por un segundo. El albino, sabía que Madara se había enfermado por unas galletas que el rubito había hecho, pero al estar su esposo presente, dio la primera mordida.
- ¿Y bien? - Naruto estaba nervioso
- Saben -saboreaba Tobirama- están perfectos, el arroz está bien cocido y el tomate le da un buen sabor
- ¿De verdad?
- Si -sonriendo
- Izuna-ojisan -viéndolo
- Te dije que lo lograrías
Naruto abrazo al azabache quien lo recibió gustoso, por su parte Tobirama solo sonreía mientras tomaba otro, el rubito con esfuerzo, había logrado lo que se propuso. Días antes, en el consultorio de Lars
- De verdad te lo agradezco -sonreía Naruto- Lars, ¿Cómo lo hiciste?
- Bueno, el dueño del parque es paciente mío y cuando le comente que era para un regalo de cumpleaños, me los dio sin costo alguno
- Pues dale las gracias de mi parte
- Naruto, ¿de verdad piensas entrar a la casa del terror?
- Bueno -tragando saliva- no quiero, pero…
- Escucha, sé que aunque sea su cumpleaños, Sasuke entenderá que
- No Lars, quiero hacerlo -decidido- aunque me muera de miedo
- De acuerdo, suerte
Ambos se dieron una sonrisa, cuando finalmente llego el día, todos le dieron una pequeña decoración al salón de clases, ese día, Fugaku, Mikoto e Itachi, fueron avisados de que Sasuke no pasaría su cumpleaños con ellos. Madara les conto del plan de su hijo y ellos aceptaron con gusto. Con permiso de sus padres, Naruto no fue ese día, ya que se dedicó a preparar un picnic para su teme.
Shizuka, Hinata, Ino, Kiba, Chouji, Juugo y Suigetsu se encargarían de distraer a Sasuke. Cuando la hora llego, todos llegaron a un pequeño parque donde se encontraba el de atracciones
- Más les vale que no sea una estúpida broma -decía Sasuke- ¡y quiétenme esta cosa de los ojos!
- No seas impaciente -sonrió Suigetsu
- Si, además es una sorpresa -dijo Kiba
- No me gustan las sorpresas -comento Sasuke
- ¿No hay nada que no te guste? - le pregunto Ino
- De todos los Uchiha, ¿tenías que ser el amargado? -Shizuka
Sasuke ya no respondió, cuando sintió que se detuvieron, Naruto se colocó delante del azabache en silencio, mientras sus amigos solo sonreían y se despedían del rubio
- Oigan, ¿Dónde estamos? -al no recibir respuesta- ¿A dónde se fueron? -silencio- esos…
Finalmente la venda fue retirada de sus ojos, cuando Sasuke recupero su vista, vio un mantel negro con el logo de los Uchiha, un tazón de ensalada de tomate, jugo de naranja natural, platos con omusubi con okaka con diferentes formas pero más con caritas de gato y de postre, galletas de avena.
- ¿Qué es?
- Feliz cumpleaños amor -sonrió Naruto
- ¿Cómo?
- Oto-san me lo dijo, Izuna-ojisan me enseñó a preparar los onigiris, tu mamá me dio el mantel, Tobi las galletas e Itachi-ni el jugo y hay algo mas -sacando las entradas
- Pero si son -viendo los boletos- es el parque más exclusivo de todos, ¿Cómo?
- Cortesía de Lars
Aunque no lo demostró, Sasuke se conmovió al saber lo que sus padres, su hermano, sus tíos y sus primos habían hecho para él. Pero el azabache, sintió que su mayor regalo, era pasar el día con Naruto
- ¿Y bien?, ¿quieres comer?
- Claro -sonriendo
Después de la comida, ambos decidieron dejarla reposar, Naruto se sentó estirando las piernas, cuando sintió la cabeza del azabache
- Sasuke, si te acuestas te podría hacer daño -comenzando a acariciar su cabello
- No importa -disfrutando las caricias
- Eres un teme
Naruto se inclinó para darle un beso, finalmente la hora de ir al parque llego. Una vez frente a la casa del terror
- ¿Seguro que quieres entrar?
- S-si… a-además es tu cumpleaños
- Naruto -sonriéndole- no tienes que hacer esto
- Quiero hacerlo -decidido
Sasuke solo bufo y accedió a entrar. Una vez dentro, era el sitio más aterrador: salían maniquís decapitados, vampiros, hombres lobo, muñecos electrocutándose, hasta los monstruos de películas. Con cada susto, Naruto se aferraba al brazo de Sasuke, quien por fin vio su deseo hecho realidad, pero a la vez sentía culpa al ver a su rubio tan asustado, cuando el paseo termino
- Naruto
- ¿Si? -con pequeñas lagrimas
- Mi zorrito -quitándolas con el pulgar
- Lo siento… yo
- Sshhh -abrazándolo- está bien, no tenías que hacerlo, pero gracias
Naruto se abrazó a él con fuerza para superar su miedo, se sentía tan protegido por el azabache
- Sasuke
- Dime
- Prométeme, que nunca me dejaras
- ¿A qué viene eso?
- Solo, quiero oírlo
- Ni muerto te dejare, te amo
- También prometo no dejarte, te amo
Ambos se sonrieron con ternura, para finalmente darse un beso, al mismo tiempo que los fuegos artificiales estallaban, pero no eran los únicos que los observaban, a una distancia
- Te dije que no se propasaría, hermano
- Aun así, quería estar seguro -respondió Madara
- Ya basta ustedes dos, pensé que - Intervino Izuna
- ¿Dónde están Itachi, Tobi y Lars? -interrumpió Madara
- Allá
Tobirama señaló a los jóvenes Uchiha con sus respectivas parejas, quienes se habían alejado para ver los fuegos artificiales
- Creo que deberíamos hacer lo mismo que ellos -sonrió Minato
- Estoy de acuerdo -apoyo Mikoto- pero si los hermanos no quieren -comenzando a caminar
Madara y Fugaku se miraron para luego ir tras sus parejas que se sentaron cerca de los jóvenes
- ¿Izuna?
- Me hubiera gustado que Riku los viera -viendo al cielo
- Lo sé, ¿Qué te parece si lo traemos al próximo festival?
- ¿De verdad?
- Si
Izuna se abrazó a Tobirama, quien beso el cabello de su doncel, para luego mirar al cielo.