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El mandato del sultán. por grecia medina perez

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Notas del capitulo:

Hola amores estuve fuera mcuho tiempo pero aqui me tienen de regreso, no me odien por favor con el siguiente capitulo po que se que se vovleran loc@s cuando terminen de leerlo.

Espero aun así les guste n.n

Y volvemos con la recaudación de reviews XD

Vamos por 10! osea lleguemos al 212 eso em haria muy feliz :3 y actualizaria mas seguido XD a eso espero :v

Este cap se lo dedico a mis amigas Paulina, Alondra y Daniela este ultima es una vil perra pero aun asi la aprecio fue la responsable de perturbar la mente de las otras dos XD

 Y RECUERDEN QUE TENGO UN GRUPO EN FACEBOOK llamado "el mandato del sultan" todos son bienvenidos n.n ahi informo mis fechas de actualización,subo fotos y acepto los reclamos por mi tardanza XD espero se unan.

-Watari-

En el rostro de mi hijo se forma una gran sonrisa como la de un niño al conseguir lo que quiere y por esta ocasión lo logro.

Pero no sería tan fácil ir por un juguete resguardado en un hospital con muchísima seguridad la mayoría del tiempo y con la Maharin dentro esta lo más seguro es que se  hubiera multiplicado.

-Pareces muy ansiosos hijo-

-Y porque no lo estaría? Al fin tendré lo que quiero.-

-Sabes que al llevarnos tu juguete todo iniciara cierto? Así que dime que propones para sacar lo que quieres del hospital.-

-Eso es parte de tu trabajo no del mío, yo prometí ayudarte en poner al ejercito de las guerrillas en contra del sultán y lo conseguí así como de paso hice que se nos unieran algunos tenientes que fue más de lo acordado dame una estrategia y yo hare que ellos la lleven a cabo.-

-Diseñar un plan de operaciones es más difícil que solo dirigirlo-

-Uso esa experiencia de la que tanto te enorgulleces para crear uno-

Mi hijo hacía sonar toda así mismo de una manera fácil cuando era rotundamente lo contrario, si atacábamos con un grupo de hombres al hospital inmediatamente todas las defensas se enfocarían en defender a la Maharin y en el tiempo perdido en la batalla varios de los escuadrones del castillo ya hubieran llegado como refuerzos. Por otro lado si trataba de entrar solo yo sería muy difícil que me dejaran entrar pues después de lo sucedido no me extrañaría que el chiquillo (Nanamune) dudara de hasta su propia sombra.

Lo único que podría funcionar sería crear una distracción lo suficiente duradera para poder movilizarnos con éxito por el hospital.

Una gran sonrisa se plasmó en mi casa cuando mi cerebro por fin hizo su trabajo.

-Veo que ya se te ocurrió algo-

-Así es...-

-Me dejaras más tiempo en suspenso a hablaras-

-Para serte franco me dan ganas de propinarte unos buenos golpes a ver  si corriges tu forma tan maleducada de hablar-

-Ya tendré tiempo de aprender modales cuando me des el trono por ahora mi objetivo es lo primordial-

-Necesitare que mandes un pequeño grupo de rebeldes de no más de 100 hombres al hospital a atacar y que envíes a varios del ejercito a que luchen contra ellos mientras otros entre el revuelo lleguen a la habitación en la que se encuentra la Maharin, gracias al desorden podemos…-

-Y esperas que nadie nos detenga por llevar a la Maharin en brazos porque….?-

Dijo mi hijo en un tono sarcástico que tanto odiaba.

-Si me dejaras terminar quizá podría explicarte, sacar a tu premio del hospital es la parte complicada pero espero su habitación tenga una ventana o alguna puerta de emergencia que es lo más probable y lo más conveniente para nosotros-

-Ya veo a donde va todo esto pero después a donde nos dirigiríamos-

-No mentí cuando dije que todo comenzaba con su secuestro, así que sería llevado a la base el que este ahí nos beneficia en que descarten la idea de enviar algún misil a esa zona y que los ataques que nos realicen sean solo por tierra-

-Me parece una buena táctica y me alegra que sea de utilidad el doncel y no solo se abra de piernas-

-Te aseguro que por sí mismo no lo hará-

-JAA! Sonó como si lo defendieras-

-No lo hice pero no tolero esa forma de hablar tuya en lo más mínimo, además que si planeas hacerla tu esposa deberías darle más respeto-

-En serio que eres un bipolar de mierda padre, pero eso ya no me importa hare lo qué me pides-

Mi hijo salió casi corriendo de mi oficina rumbo a su cuartel para hacer lo que le pedí, me senté nuevamente en mi silla y me sobe las sienes consiente de lo que se avecinaba había una gran probabilidad de que fracasáramos ya que no todo está con en el plan original, nunca previne que esto pasaría de haberlo sabido nunca hubiera envenenado a la Maharin si eso nos daba más tiempo peor ya no me podía echar para atrás y terminaría esto de una u otra forma.

-NANAMUNE-

Poco después de mandar por la doncella esta apareció seguida del general Yeril quien la escoltaba y se encontraba unos pasos detrás de ella.

-Me mandó llamar su majestad-La voz de la chica sonaba de lo más tranquila muy al contrario de sus ojos que parecían no saber dónde posarse para dejar de moverse y al fin enfocarse en algo.

-Toma asiento-

Dije con voz fría y autoritaria, la personas suelen delatarse solas cuando están asustadas y una voz acaramelada de mi parte no sería lo mejor para mis propósitos.

La chica se sentó dirigiéndome una mirada rápida para enseguida bajarla.

-Te hare unas preguntas y espero las contestes de manera honesta o te ira peor, entendiste?- La joven se limitó a asentir con la cabeza pero Rosalit no pareció complacida con ello pues intervino.

-Esa no es la forma de dirigirse a tu rey niña malcriada, contesta como la doncella real que eres-Exigió con voz dura y demandante, no cabía duda que Rosalit estaba más que segura que se encontraba frente a la culpable de todo.

-Si lo he comprendido su majestad-

-Desde cuando trabajas para mi esposa?-

-Hace casi un mes su majestad-

-Quien te contrato?-Esta vez la joven no respondió al instante y parecía debatirse entre cual mentira sonaría mejor para arreglar su situación.

-Un general mi señor-

-Quiero saber su nombre-

-……..-

-Y bien?- Preguntó Rosalit insistiendo en que hablara.

-No será el general Yeril niña? Ese que está justo detrás de ti, quien te contrato?-

-Yo…. No lo recuerdo señora-

-Qué mala memoria tienes entonces para ser tan joven lo bueno es que yo no soy tan olvidadiza y recuerdo claramente tus palabras.-

-¿Fuiste tú quien enveneno a mi esposa?-

-No!!! Claro que no su alteza-Contesto con más seguridad que a las otras preguntas dando muestra de lo buena actriz que era.

-En serio? Porque mande a registrar tu cuarto y me encontré con algo muy interesante-Dije con mucha seguridad en la voz sin dejar notar que mentía ya que no habíamos tenido tiempo para eso o no aun.

La doncella frente a mi abrió los ojos de golpe.

-......-

-Tu silencio habla más que tu niña-

Volvió a intervenir Rosalit quien parecía saber muy bien cómo tratar con la escoria pues si mirada paso de ser severa a representar asco hacia la chica sentada cerca al escritorio.

-LE JURO QUE YO NO QUERIA SU ALTEZA, ME OBLIGARON Y MI FAMIIIA MORIRÍA SINO LO HACIA, LE SUPLICO SU PERDON…-Soltó de una la pelirroja con la voz desesperada.

-Y crees que atentar contra la mía sería buena idea?-

Pregunte conteniéndome lo mejor que podía por no abofetearla e ir en contra de todos mis principio de no golpear mujeres y donceles.

-Quien te contrato?-

-QUE ME LO DIGASS!!!-Grite furioso al no obtener respuesta de la chica y asustando a los presentes al ver mi ataque de furia, la pelirroja comenzó a temblar por el miedo que sentía.

-El…el… general...Watari su alteza…el me pagó para que le llevara la carta a la Maharin y que….que la envenenara-

Me habría gustado decir que me sorprendí al escuchar el nombre pero por mi rostro no asomo ni un atisbo de sorpresa al oírlo.

Yeril no espero a que hablara y mandó inmediatamente a varios soldados a apresar a Homoda, la chica suspiró creyendo que no le haríamos nada al ignorarla tras su confesión pero estaba muy lejos de la verdad.

-Tu, no creas que saldrás bien parada de esto, te esperan años de cárcel por atentar contra la vida de mi esposa e hijo- Mencione mirándola con odio, lo de la carta si bien en su momento me hubiera enfuresid0o ahora era de menor relevancia en esta problemática.

Yeril que aún permanecía frente a la puerta le esposo las manos aunque creó que no era necesario la pelirroja no se movía ni un milímetro por cuenta propia y parecía estar sumida en un profundo shock al nunca imaginarse que  las consecuencias de sus actos la llevaría a una condena de por vida y de ser hombre a una muerte sin libertad a juicio.

Salí de mi despacho sin perder más el tiempo rumbo a la oficina de Watari pues no esperaría un solo día más, en el camino varios de los guardias me pidieron detenerme y dejarlos encargarse del arresto del general sin embargo no detuve mi caminata y proseguí firme hacia mi destino pues espera acabar con ese maldito yo mismo, al llegar a ala Este que pertenecía al área de armería apresure el paso pero al acercarme pude notar que la puerta de su oficina estaba completamente abierta y la asistente que siempre permanecía sentada en su pupitre no se encontraba ahí como de costumbre avancé unos pasos más y me encontré con algo que ya me esperaba.

Watari se había esfumado.

Apreté los dientes con enojo y me interne en la vacía habitación seguido de varios guardias y pedí registraran el lugar en busca de alguna pista de donde podría estar el grupo de escoltas se dividió en dos mientras uno hacia lo que había ordenado otro salía en su búsqueda.

Los guardis abrieron sin delicadeza los cajones de su escritorio sacando todo lo que estos contenían en su interior y hojeándolos rápidamente, mis ojos veían con desespero como estos solo negaban con la cabeza al registrar las carpetas golpee sin contenerme una pared cercana a causa del enojo y gracias a eso pude notar una hoja medio doblada justo al lado del cesto de la basura, la desdoblé con ímpetu y al leer lo que contenía mis ojos se abrieron de golpe.

Era un documento peor no solo eso, este contenía varias cartas como contestación a lo ahí planeado.

24 de agosto del 2015.

General Watari le escribo en contestación a su petición y me complace anunciarle que al pensar en las situaciones que usted nos platea hemos decidido unirnos a su ejército rebelde del gobierno si eso nos traerá un puesto importante dentro de la corona, espero los apellidos mi ahora pequeña ciudad pasen a ser respetados al escucharlos, como acto de buena fe un pueblo del norte de nombra Taif se ha mostrado interesado al igual que nosotros y ha aceptado participar sin embargo no pudimos lograr que la gran ciudad de Riad se agregue a las tropas y se han declarado neutrales no piensas atacar pero tampoco ayudar.

Atte: El gobernador de Najrán.

 

30 de agosto del 2015.

El pueblo de Roul cansado de la miseria de su gente acepta su propuesta y espera las órdenes para el envío de nuestros hombres a su causa, sea cual sea el resultado es mejor que permanecer callados tras el ataque sufrido a manos del gobierno hace unos días, así que tiene nuestra lealtad general.

ATTE:El saif Abaid.

 

¿Ataque? Acaso había leído bien?, ese maldito manipulador de Watari hbía logrado engañar a ese pobre pueblo a causas de muertes injustificadas, el envenenamiento de mi Maharin al parecer no era otra cosa más que uno de los pasos en el ya elaborado plan establecido, si existían más cartas como estas significaba que no nos enfrentábamos solo a él sino a todo un ejército rebelde creado por su persona.

No tuve más tiempo para seguir analizando lo ahí escrito pues un gritó me sacó de mi trance.

-ATACAN EL HOSPITAL!!!- 

Anunció un hombre entrando corriendo a la habitación, de inmediato un gran sentimiento de preocupación se instaló en mi pecho y una única palabra se cruzó en mi mente.

“Shiro”

Salí como alma que lleva el diablo en dirección a la puerta principal gritando órdenes a los soldados  que corrían por todos lados equipándose lo mejor que podía, si estaba en lo cierto y eso me temía el ataque al hospital sería el detonante para dar inicio a la batalla y estaría dispuesto a pelearla hasta el final pero con mis dos amores en medio de esta no pensaba con total claridad sabía que mi responsabilidad era salir junto con mi escuadrón a detener a los rebeldes ahí congeniados pero por primera vez se podía ir al carajo mi deber para hacer lo que realmente me importaba salvar a quienes eran los más inocentes aquí, mi familia.

Una vez fuera del castillo y con mis ropas normales puesto que no quería perder más tiempo que podría ser mortal para muchos haya me subí a la gran camioneta blindada que me ofrecían sin rechistar y pise el acelerador a fondo, se había dado la alerta en la ciudad y esperaba que los civiles estuvieran refugiándose en sus casas pues no sabía hasta donde llegaría esto o no aun.

-Watari-

No espere más tiempo y apenas mi hijo que todo estaba listo salí de mi oficina encontrándome con varios soldados que bajaron la cabeza como señal de que estaban de mi lado, estos me ofrecieron una pistola que no dude en probar con mi pobre asistente que solo temblaba a sabiendas de lo que ocurría con la mera presencia de los cadetes frente a nosotros, apunte a su cabeza y presione el gatillo dando en mi objetivo sin problemas era una buena arma pequeña pero muy rápida a lo que en disparo se refería y muy ligera.

-Rango de bala-

Pregunte en forma de orden a uno de los soldados.

-500 metros señor-

Sonreí más que complacido por la respuesta y camine en dirección a la salida lateral pues salir muy campante por la entrada principal rodeado de cadetes no era algo que estuviera dispuesto a hacer, todos los soldados a excepción de uno que cargó el cuerpo de la mujer inerte me seguían a paso veloz una vez fuera subí a una camioneta negra que bien podría ser confundida con las que hacían guardia por la noche por lo que no sería extraño para alguien si lograra verla, el conductor arrancó y a los pocos segundos después se escucharon los motores de otros vehículos tras nosotros donde se encontraban los demás soldados, gracias a la hora que era logramos llegar rápidamente al hospital a esta altura la chica ya habría sido apresada si no me equivocaba por lo que tenía que moverme muy rápido primero llego mi camioneta mientras las demás esperaban algunos metros de distancia observando la escena con fascinación, varios hombres se disparaban entre ellos mientras otros lo hacían con armas blancas o a puño limpio eran fácilmente reconocible los de mi bando pues no tenía el uniforme base de los soldados del hospital sin embargo sabía que nunca esperaron un ataque de esta magnitud, baje de la camioneta tras ser acercado a la entrada y fui al instante detenido por uno de los cuidadores.

-Me han mandado del palacio con el objetivo de remover a la Maharin del área es demasiado peligroso para su presencia-

Dije sin titubeo.

El guardia pareció pensárselo pero al final no se movió del lugar.

-Nadie entra y nadie sale por seguridad de la reina, lo siento general pero eso lo incluye a usted-

-Sabe usted a quien le está negando la entrada!!!??-

Pregunté fingiendo indignación pues en parte era entendible mi familia había servido como militares a la corona por décadas por no decir siglos.

-No hay accesos-

-Sera de la forma mala cadete-

Y sin darle tiempo a responder una bala atravesó su torso haciendo que este callera al instante la suelo, los demás al presenciarlo rápidamente se acercaron al tener esto previsto no me importo mucho había sido la distracción perfecta pues los cuidadores se retiraron de la entrada dándole el acceso fácil a mi hijo que se internó con maestría al recinto, poco a poco más de mis soldados llegaron superándolos en número había contado con que serían más guardias pero me asombre de sobremanera al saber que solo eran 110 y nosotros entre rebeldes y cadetes rebasábamos su número por 80 hombres.

-FAKHIR-

Mi padre fue la mejor distracción que pudimos tener para entrar sin recibir un disparo, apenas entramos corrimos en dirección al área intensiva donde se supone estaría la Maharin, en el camino nos encontramos con varios cuidadores que pudimos evadir gracias a que a diferencia de mi padre tuve un poco más tiempo para equiparme por lo que iba vestido con el uniforme del recinto para camuflajearme y solo una cinta roja atada a mi brazo me distinguía de los demás, al llegar finalmente al área intensiva el uniforme hizo su trabajo y me dio el acceso sin problemas a la zona, había cerca de 15 gorilas cuidando de una única puerta por lo que no fue difícil saber en cual estaba mi Maharin.

Estos al verme no se inmutaron por mi presencia por lo que me pude acercar sin causar estragos.

-Órdenes del palacio, la Maharin debe ser trasladada de inmediato al castillo por seguridad.-

Dije con seguridad hacia los hombres frente a mi.

-Se nos dijo que no nos moviéramos de esta puerta y eso haremos daremos la vida antes de quitarnos-

Me respondió uno de los presentes con suma violencia, pero no logro intimidarme pues le mostré al instante una carta de orden. Pues si bien mi padre era un traidor eso aún no lo sabían por lo que sus exigencias debían ser obedecidas.

El hombre  miro la carta y tras leer lo ahí escrito movió el brazo en señal de que se movieran.

-Cubran la entrada si entra un rebelde será el fin-

Dije sonando lo más convincente posible ellos asintieron y obedecieron mi orden al razonar que estaba en lo correcto. Pobres ilusos solo me estaban facilitando aún más el trabajo.

Al entrar a la habitación divise mi preciado premio en la cama sentado en posición recta y con el rostro claramente alterado por el ruido de afuera.

Este al escuchar gritó lo que menos quería oír en ese momento.

-Nanamune!!-

Este se calló apenas me vio.

-Hola pequeño, me recuerdas?-

Pregunté sarcástico y acercándome a la camilla pudiendo observar como en su muñeca llevaba una cintilla color rojo y varias intravenosas en su mano izquierda.

-Que… quieres?-

Preguntó dudoso y observándome de pies a cabeza.

-He venido por ti mi adorado tesoro, te pondré a salvo, ¿Está bien?-

Cuestione tratando de que este viniera a mí por voluntad propia.

-Qué está sucediendo haya afuera?-

-Un pequeño conflicto del cual no te debes preocupar, sé que estas débil así que hagamos esto de la manera fácil y deja que te cargue sin resistirte-

El chico solo palideció entendiendo de manera rápido lo que sucedía pero como toda victima hizo todo lo contrario a lo que le pedí y se levantó de golpe arrancándose las intravenosas en el proceso para después dirigirse lo más alejado posible de mí.

-No me obligues a ir por ti si no quieres sufrir, Shiro!!-

-Alejate! No te acerques, te lo pido-

Las suplicas del menor no me sorprendieron lo que sí lo hizo fue ver donde tenía su mano, puesta esta estaba sobre su vientre protectoramente, lo que me  sacó una sonrisa.

-Que se supone que proteges, hee? El lugar donde estuvo el engendro?-

El doncel no me respondió y trato en vano de abrir la ventana de la habitación que estaba sellada y por si fuera poco por “seguridad” estaba blindada.

-Ay preciosura, jamás podrás abrir esa ventana y mucho menos abrirla, es hora de irnos-

Dije notando que estaba durando más de lo planeado, al acercarme el rubio me lanzo las pocas cosas que había a su alcance que esquive sin conflicto hasta llegar a él para después tomarlo e inmovilizarlo mientras este pataleaba inútilmente sumándole su debilidad por su reciente aborto, trate de colocarlo en la camilla donde lo transportaría pero este no dejaba de moverse por lo que sin poder contenerme más le aseste un golpe en la cara y otro en el estómago, el chico se encogió y comenzó a llorar alterado.

-Mi bebe!!, Detente-

Me grito protegiéndose lo más que podía su vientre, ahí fue cuando comprendí una cosa, me acerque a la camilla donde antes este yacía para tomar la tablilla de diagnóstico y leerla.

Enfermedad: Intento de aborto de gravedad nivel 3

Estado del feto: estable.

Estado de la madre: Estable (pero débil, supervisión continua)

Embarazo: Riesgoso

Medidas: Reposo absoluto hasta nuevo aviso, vitamínicos y medicamentos para nutrir tanto el embrión como a la madre.

Permanencia en el recinto médico: 1 semana min-2 meses máximo.

Doctor a cargo: JacobAbdulmalak

“Embarazo riesgoso” mi mente solo entendía esas palabras y fruncí el ceño con gran enojo, acercándome al doncel que aún se retorcía del dolor provocado a causa de mis golpes pues si el diagnostico era correcto el mas mínimo golpe podría causarle un gran daño y por la fuerza que ejercí al propinárselo era de los más normal estaba por volver a golpearlo cuando una idea apareció en mi cabeza.

-Si quieres que tu engendro siga vivo harás lo que te ordene, ENTENDISTE??-

El menor entre jadeos asintió pero son moverse un milímetro de su lugar.

-Recuéstate, tenemos que salir de aquí y pobre de ti que grites o armes un alboroto porque puedes ir olvidándote tu querido bicho-

Le advertí con voz seria pues no estaba mintiendo que dejara que por el momento siguiera siendo “mama” era solo para poder salir cuanto antes del lugar. El chico estaba sumamente pálido por lo que tenía que darme prisa si quería a mi premio vivo, lo recosté a la fuerza de forma recta sacándole un grito de dolor por el brusco movimiento y lo medio cubrí con una sábana cercana, salí de la habitación bajo la atenta mirada de uno de los cuidadores.

-Vayan preparando el vehículo de transporte la Maharin necesita salir de inmediato de aquí-

Los gorilas se movilizaron  al ver la palidez del rubio y sus ojos que cada vez se cristalizaban más, me ayudaron a llegar sin dificultad hasta el vehículo que nos esperaba fuera de la salida de emergencia y tras subir a mi premio este arrancó justo al tiempo en que el ejército real entraba a la antigua habitación perteneciente al rubio.

-Ahora eres todo mío mi hermoso juguete-

Dije pasando uno de mis dedos por su rostro. El chico se removió incomodo por mi caricia y tratado de moverse pero el dolor en su abdomen no se lo permitió.

-Sera mejor que te acostumbres a mi tacto si no quieres pasarla tan mal, desde ahora hazte a la idea de que serás mi juguete y mi futuro consorte, y tú me obedecerás como buen doncel sino quieres que algo le suceda a tu bicho, entendiste?-

El rubio me miro asustado y asintió cabizbajo para segundos después caer en la inconsciencia.

-Nanamune-

Las calles al salir eran un caos debido a la alerta todo mundo corría de un lugar a otro, atrasando nuestro recorrido por lo que nos desviamos por el camino privado pero con la gran desventaja de que este era más largo.

Se podía escuchar como los motores trabajan a su máxima capacidad movilizando de manera rápida pero frentica los vehículos, al llegar al recito médico se podía divisar como hombres con el uniforme del palacio luchaban contra los cuidadores del hospital y varios cuerpo se encontraban en el piso.

Esto era un golpe de estado definitivamente y al ver ahí a nuestras propias tropas no pude más que hacer hervir mi sangre.

Ordené que todos bajaran y combatieran pero con la restricción de matar lo menos posible no quería más sangre derramada, me interne fácilmente en el recinto y corrí a todo lo que mis pies podían rumbo a ala intensiva donde se encontraba mi MAHARIN le pedía a mis dioses no llegar demasiado tarde. Cuando finalmente llegué me sorprendió ver como los que deberían estar haciendo guardia se encontraban en la puerta del área pero no de la habitación de mi amada.

-Se ha transferido con éxito a la Maharin mi señor-

Me detuve en seco al escuchar las palabras del guardia quien sonaba orgulloso de su trabajo, me gire y este me miro asombrado ante mi notoria furia.

-QUE HICIERON!!!!-

Grite ya harto de las idioteces de mi gente.

-Se nos ordenó que protegiéramos la puerta del ala intensiva mi señor para poder llevar a al Maharin al palacio-

-SERAN IDIOTAS, AYUDARON A LOS REBELDES A SECUESTRAR A MI ESPOSA-

-Pero esto no se quedara así, despídanse de sus cabezas grupo de inservibles-

No necesitaba que me dijeran por donde habían salido pues solo existía una salida de emergencia en esta área al ser tan pequeña, mis soldados se internaron en la habitación en de Shiro solo para encontrarla vacía como sabía que estaba.

Mi cabeza era un mundo de ideas que no lograban ordenarse, quería salir y encontrarlos yo mismo peor no me lo permitirían ante todo la seguridad del “rey” era el objetivo principal y eso era lo que más furia me causaba me sentía impotente al no poder hacer nada. Justo como lo predije un guardia llegó en voz de mi padre informándome que era preciso regresar para idear un plan de ataque y defensa.

Sin otra opción obedecí y regrese al palacio viendo con tristeza los cuerpos esparcidos por el hospital, el combate ahí había terminado y lo peor era que la muerte de muchos ahí había sido en vano.

-Watari-

Tras comprobar que mi hijo había ingresado al hospital me marche ágilmente del lugar y me dirigí de inmediato a la base central que se encontraba a dos horas de camino de la ciudad siendo el lugar donde me reuniría con mi hijo si este tenía éxito y de no tenerlo, lastima por él.

Pasado el tiempo finalmente llegamos al lugar, baje del carro y respire con orgullo al ver la gloriosa construcción frente a mí, nos encontrábamos justo en medio del desierto en una de las propiedades de la familia Watari que al ser de procedencia militar contaba con diversos fuertes en Arabia y algunas regiones del sur, pero de todas esta era la mejor equipada, sonreí al ver como varios de nuestros aliados ya se encontraban dentro.

Me interne en la construcción siendo recibido por varios militares y gobernantes de diversas provincias quienes me reverenciaban como el rey que próximamente sería, me dirigí a la habitación de juntas para iniciar con el plan de operaciones.

Aún faltaban varias tropas y al no estar listo en totalidad por el apresamiento de la chica algunas cosas nos hacían falta entre ellas el suficiente armamento para todos y los vehículos de combate necesarios pues no queríamos que esto fuera discreto muy al contrario queríamos los ojos del mundo sobre nuestra revolución para afectar de raíz la economía del país ante la alerta roja que el mundo pondría en nosotros imposibilitando el turismo.

Pasados 30 minutos la camioneta de mi hijo llegó y sonreí para mis adentros eso solo significaba que traía a mi futura esposa con él.

Este bajó del carro con la Maharin en brazos y mando llamar un médico cosa que esperaba pues aún no estaba sanada del todo pero para mi sorpresa al llegar a la habitación donde la atendían pude apreciar un gran hinchazón en su rostro y un hematoma en su vientre, apreté los dientes claramente molesto.

-Porque le has golpeado imbécil-

-No se quedaba quieto y aquí el furioso debería de ser yo, tu trabajo era hacer que mi juguete abortara el bicho que lleva y grata fue mi sorpresa al saber que sigue embarazado!-

-Eso no lo sabía Fakhir pero con mayor razón debiste abstenerte de golpes-

-Espera…..porque te interesa tanto deberías estar feliz ya que estoy terminando tu trabajo padre-

-Le podría costar la vida, quieres que tu juguete se muera?-

-Por supuesto que no-

-Entonces aprende a controlarte hijo-

-Lo hare te lo juro-

-Bien será mejor que dejemos trabajar al médico-

-Mi señor-gire la cabeza encontrándome con un hombre regordete, era el doctor.

-Que sucede?-

-No sé si sea posible salvar al bebé por el diagnostico que me entrego su hijo del hospital anterior y sumándole el gran golpe de su estómago será casi un milagro si sobrevive-

En eso el pelirrubio comenzó a recobrar la conciencia y su expresión cambio rápidamente de somnolencia a terror al vernos, me acerque hasta la cama donde estaba recostado seguido de mi hijo quien se me adelanto y se sentó en una silla a lado suyo.

-Buenas noches dulzura me alegra ver que ya despertaste, que crees? Parece ser que tu bichito se morirá si damos la orden de que así sea, te agrada la idea?-

-Shiro-

Al recobrar la conciencia me sentía realmente aturdido y adolorido pero mi vista se quedó fija en el hombre que estaba apoyado sobre el marco de la puerta y todo el sueño que antes recorría mi cuerpo se esfumó.

El pelirrojo se acercó seguido de su padre y me acaricio la cabeza suavemente para después decirme nuevamente que mataría a mi bebé, mis ojos se llenaron de lágrimas ante su pregunta.

-Porque solo quieren dañar a mi bebé?-pregunte entre jadeos sacándole un sonrisa a Fakhir.

-No nos veas como el enemigo lindura, no quiero que tengas hijos de otro hombre apenas pierdas este concebirás el mío y ese si podrás conservarlo-

La sola idea de que ese hombre me tocara me repugnaba enormemente pero el terror de perder a mi retoño hacia eso de menor importancia.

-Jamás te daré un hijo!!, te odio, te odio con todo mi ser!!-

Le grite expresándole todo lo que sentía por él, Watari solo me miraba desde su posición observándome con detenimiento y si dejar responder a su hijo este lo interrumpió.

-No te preocupes conservaras a tu bebé-

La cara de su hijo fue todo un poema de confusión y enojo.

-¡¡Que estás diciendo!!?-

Watari solo levanto una mano en señal de que se callara y Fakhir sin muchas ganas obedeció.

-Claro con la condición de que serás un muy obediente acompañante de cama de ambos, ¿Está claro? Apenas el médico del visto bueno a tener relaciones empezaras con tu principal trabajo en esta construcción satisfacernos a ambos-

Quería desaparecer, quería que Nanamune me salvara e hiciera pagar a los demonios frente a mí pero sabía que necesitaba tiempo y solo yo sería el que decidiría eso por lo que aun sin ganas y con toda la repulsión del mundo firme mi sentencia a voluntad propia.

-Acepto tu condición-

Notas finales:

Que tal?

Se los advertí plis no me maten, pero es que enverdad era necesario hacerlo mis amores ya veran en el futuro por que peor no se preocupen que nanamune no se quedara de brazos cruzados ante el robodo de sus amores.

Recuerden 212!!

no puedo creer que actualmente tenga 202 las y los amo por eso, nos leemos en 15 dias!!

Y RECUERDEN QUE TENGO UN GRUPO EN FACEBOOK llamado "el mandato del sultan" todos son bienvenidos n.n ahi informo mis fechas de actualización,subo fotos y acepto los reclamos por mi tardanza XD espero se unan.


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