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El mandato del sultán. por grecia medina perez

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Notas del capitulo:

Hola mis amores este capitulo esta mas largo que el anterior si consiguen termnarlo habran leido 31 hojas de word XD

Por cierto tambien esta algo fuerte y seguramente me odiaran tras esto pero era necesario:V lo bueno es que les traje actualización ¿no?

Y bueno eso es todo por ahora espero y me hagan saber que les parecía el capitulo por medio de reviws o mensajes.

Recuerden que pueden mandar solicitud al "mandato del sultan" en facebook que es la pagina donde aviso sobre mis actualizaciones y subo imagenes y contenido especial.

Le dedico este capitulo a Paulina por aceptar ser mi coescritora en el fanfic que estrenare apenas termine este.

Sin mas que decir a leer!!.

Nanamune-Jasith.

Kalel-Ismail.

Jûdo-Murso.

Gutak-Palel.

-Nanamune-

Esa noche fue reasignado a mi nueva habitación dándole a entender a todos que había sido ascendido sólo en un día causando cierto asombro en los presentes pero no en Judo, Gutak o Kalel pues a diferencia mía ellos querían tener un perfil bajo para no ocasionar problemas.

Recibí el rango de subteniente lo cual me pareció una mera burla a los rangos preestablecidos pues de ser un “campesino” me había ofrecido un puesto 5 veces más alto solo por golpear un saco de box, lo que me hizo dudar de la fuerza del ejercito de Watari.

Un cabo me guio por los múltiples pasillos del lugar hasta llegar a una puerta de madera, este me tendió una llave y tras dar el típico “firmes” se retiró del lugar dándome a entender que esa era mi nueva habitación, inserte la llave en la manija y tras algunos intentos dado a la oxidación de la chapa esta finalmente cedió permitiéndome acceder a mi ahora cuarto.

No era algo del más allá, contaba con una cama individual, un armario chico donde varios uniformes colgaban de él, 2 buros con libros sobre las reglas básicas de la milicia y lo más gratificante, un revolver magnum 357 largo de color negro pues al parecer mi rango lo ameritaba, minutos más tarde me di cuenta que contaba con baño propio cosa que me sorprendió ya que por lo visto éramos muchas personas aquí como para darse el lujo de dar le a cada uno un baño privado.

Esperaba y con mi ascenso pudiera llegar más rápido a Shiro en el transcurso hasta la habitación me di cuenta que la residencia contaba con cerca de 5 pisos y lo más probable es que mi maharin se encontrará en el último debido a que el balcón que había visto esta mañana se encontraba en un punto alto.

Tenía que encontrar la manera de mandar las coordenadas de este lugar a mi padre pues el siguiente objetivo además de Riad es la capital si llegaban a dañar la mezquita no solo los soldados comenzarían a pelear sino también los ciudadanos ya que no hay sitios más espiritual y sagrado para nosotros que ese lugar, me dirigí al baño y tras tomar una ducha caliente  y quitarme los pupilentes(lentes de contacto con color) ,ya que no me fiaba mucho de ellos, me tumbé en la cama y me dediqué a dormir.

 

-A la mañana siguiente-

Cuando el sonido de una trompeta se dejó escuchar por los altavoces fue suficiente para que me levantara de la cama y me comenzara a alistar, al salir del cuarto seguí a los demás oficiales hasta el comedor, ya que había sido ascendido debía permanecer con ellos lo que me hacía más difícil la tarea de comunicarme con los demás que se encontraban algunas mesas más atrás de donde yo me encontraba, estos me voltearon a ver por escasos segundos y siguieron con lo suyo.

-Tienes suerte muchacho-

Dijo el entrenador del día anterior con algo parecido a una sonrisa.

-¿Porque lo dice?-

-Ascendido en un día ¿no es bueno? Por cierto sigo esperando un agradecimiento de tu parte-

-Si esta en lo correcto le debo un agradecimiento así que “gracias”.-

Mencioné más por evitar problemas que por otra cosa aunque debía reconocer que gracias a él la situación se había vuelto más a nuestro favor. El hombre me sonrió satisfecho y continuo con su camino, yo por mi parte me acerque a la barra y espere mi turno para obtener el desayuno una vez que mi charola portara algo de alimento porque comida no era, me senté en la mesa con los demás oficiales estos detuvieron su charla y me voltearon a ver.

-Así que este es el afortunado que se brincó todos los protocolos, eh-

Me abstuve de responder y continué comiendo en silencio.

-No me ignores!!-

-No hay nada que me obligue a responderte-

-No porque hayas sido ascendido eres mejor que nosotros recuerda que eras un mugroso campesino hace apenas 2 días mugriento, así que más respeto o…-

-¿O qué? ¿Me darás una lección?-

Sabía que no debía incitarlo pero al parecer él era ese tipo de personas que no se callan y piensan que tu silencio es miedo o sumisión y jamás le daría el gusto de quedarse con esa idea si bien debía mostrarme obediente ante Watari era porque mis intereses a si lo dictaban pero con este enclenque no.

-Déjame te explico una cosa yo tengo más de 3 meses aquí entrenándome y haciéndome cada día más fuerte este puesto lo obtuve con mucha de mi dedicación así que no me retes o te ira mal así que discúlpate conmigo si no quieres que algo te suceda-

-Yo no te exigiré una disculpa solo que te calles- Respondí en un tono de voz más bajo pero a la vez más amenazante pues no quería romper la atmosfera del comedor y convertirnos en el centro de atención.

-Deja que nos saquen a campo abierto para que veas la gran equivocación que acabas de cometer.-

-Lo que digas puedo seguir comiendo ahora? O tu gran dedicación de 3 meses aquí me lo va a impedir-Dije con una sonrisa burlona en mi rostro ante la expresión de furia del contrario este apretó los dientes y me dio la espalda, dejándome tranquilo al menos por ahora.

Cuando se nos dijo que el tiempo de comer había terminado todos en el lugar se levantaron y siguieron las ordenes de sus oficiales, un cabo se acercó a mí con algunas hojas en sus manos y me las tendió era el programa del día y por lo visto a mí me tocaba enseñar golpe a mano limpia, los pondría solo a hacer entrenamientos básicos para endurecer la muñeca pues no pensaba favorecer e otra forma al ejercito contrario.

-Shiro-

La noche anterior fue incomoda por no entrar en detalles, Watari trataba de ser dulce conmigo diciendo palabras a rima casi como si hablara en verso y formara una poema con ellos lamentablemente carecían de lógica y me comparo más de una vez con un arma algo para nada agradable o quizá fuera el hecho de que no era la persona que quería quien me lo decía que me hacía notar cada desperfecto que salía de su boca a eso se le sumaba el que nos hubiéramos topado con Fakhir a quien no le había hecho gracia vernos juntos por lo que comenzó a gritar a que eso era una total falta de respeto hacia él.

Watari no dijo nada y trató de continuar caminando como hace segundos lo hacía pero no contó con que Fakhir le mandara un golpe en menos de lo que pensé ya me encontraba en medio de una pelea en la que la juventud estaba pareja con la experiencia, yo solo me camina en reversa evitando los golpes, de saber dónde se alojaba Nanamune hubiera aprovechado para ir en su encuentro pero sin saberlo era como tratar de encontrar algo en un laberinto.

Al final Watari se disculpó por lo horrorosa cita y Fakhir por haberme asustado ninguno de ellos se dirigió palabra alguna de perdón y ambos me acompañaron de nueva cuenta a mi habitación, antes de que ellos se retiraran le pedí a Watari quedarse un poco más ganándome una sonrisa de su parte pero una mirada furibunda de parte de Fakhir quien se retiró más que molesto de la habitación.

Tras decirle al general que la velada a excepción de la pelea había estado espectacular logre convencerlo de acompañarlo en el día siguiente por el lugar pero esta vez de día.

Ahora me encontraba arreglándome para salir si es que elegir un vestido al azar se le podía llamar “arreglarse”, el ruido de alguien entrando en la habitación me hizo asomar mi cabeza por la puerta del armario notando que solo era un soldado trayendo el desayuno al salir del armario este se me quedo mirando más con curiosidad y asombro que con otra cosa, el rostro del chico era demasiado fino como para pertenecerle a un hombre y yo siendo un doncel sabía muy bien cuando estaba frente a uno.

-Creí que el general no quería donceles en su ejército-

-Eh!? Usted también me supo identificar!!?-

-Jaja bueno yo también son un doncel así que no me puedes engañar tan fácilmente pero los hombres son muy despistados te aseguro que aún no lo han notado.-

-Tiene usted razón pero ya es la segunda persona que me reconoce hace poco fue un soldado-

-Y no te hizo daño o te amenazo?-

-No, más bien me dio consejos para seguir con esta farsa aunque sus compañeros uno más que nada si me asustó-

-Pero porque quieres estar aquí tengo entendido que solo reclutaban hombres-

-Así es pero mi hermano tiene una esposa y 3 hijos yo por el contrario no, vale más su vida que la mía-

-No deberías pensar así pero veo que eres una persona muy valiente-

-Gracias…por cierto está usted…amm ya sabe…-

-Embarazado?- Completé la frase chico quien solo asintió avergonzado por la pregunta.

-Sí, estoy de tres meses-

-Perdone si soy mal educado pero ¿Qué hace usted aquí?-

-Bueno soy algo así como un prisionero-No sabía porque pero me sentía en plena confianza con el chico tal vez era la empatía de ser ambos del mismo género.

-Entonces no es pareja del general o su hijo?-

-Es una larga historia que siendo franco no quiero relatar.-

-No hay problema yo tampoco lo haría si un extraño me lo pidiese.-

-Gracias por entender, suerte con el soldado-mencione en modo de chiste haciendo al joven enrojecer.

-Por tu reacción sí que debía ser guapo ¿cómo era?-

-Pues alto media 1.90 mts o casi llegaba a esa altura, tenía pelo castaño oscuro corto, ojos cafés a juego, nariz recta y un gran porte de hecho su recuerdo su nombre se llamaba Jasith-

Eso último me cayó como un balde de agua fría mi cambio de expresión debió ser muy notorio porque el chico me preguntó que ocurría.

-Con ese nombre dudo que el hombre sea guapo, porque no mejor me cuentas sobre los sus compañeros seguro son mejores.-

-Bueno los demás estaban bien pero me gustó más Jasith además de que fue muy dulce conmigo defendiéndome incluso de sus compañeros que me querían asustar-

Shiro contrólate, Shiro contrólate me decía a mí mismo en mi cabeza era obvio que el chico no sabía que “Jasith” estaba casado y que me pertenecía solo AMI por lo que me abstuve de arrojarle la verdad en la cara, creo que lo celoso y posesivo también se pega pensé recordando los celos infundados de Nanamune bien podía ser que solo hubiera sido bueno con el chico a sabiendas de su situación y que este lo hubiera confundido con algo más que solo una muestra de caballerosidad o al menos eso esperaba.

-Pero hay un problema con él-

-En serio ¿Cuál?-

-Él dijo que tenía pareja.-

Esa simple oración me brindó una gran felicidad que trate por todos los medios de calmar pues no quería sonreír ante la pena del chico.

-Oh que lastima pero ¿sabes dónde se aloja?-

-Cuando llegó se quedaba en la casona 12C pero ayer fue ascendido a oficial así que lo más seguro es que se aloje en el segundo piso todo ese pasillo son habitaciones de oficiales-

-Mmm te será difícil verlo.-dije como tapadera para que no me preguntara el porqué de mi curiosidad.

Cuando el chico estaba por abrir la boca uno de los guardias de la puerta entró al cuarto.

-Porque estas demorando!!? Tu tarea era dejar el desayuno y largarte-El chico me miro asustado como pidiéndome ayuda, sin embargo, el guardia siguió la mirada del joven la cual apuntaba hacía mía y frunció el ceño.

-Bonito ¿verdad?, lástima que ya tiene dueño y uno que fácilmente te podría matar así que vete mientras te tenga la suficiente piedad para no mencionarle nada de esto al general Watari.-El joven asintió y se marchó corriendo, dejándome a solas con el guardia quien se disculpó por sus gritos y salió del cuarto.

 

Picotee la comida que me habían llevado y después me lavé los dientes, salí al balcón apenas termine y grata fue mi sorpresa al encontrarme nuevamente con Nanamune ahí, esta vez con un atuendo diferente y siendo el quien ahora daba las órdenes este me miró casi de inmediato y me sonrió recibiendo el mismo trato de mi parte, seguí observándolo hasta que el sonido de unos pasos me alertaron que Watari ya había llegado, cambie la dirección de mi mirada apuntando hacia algunas flores que estaban en el área de entrenamiento frente a mí.

-¿Que ves con tanta devoción, bonito?-

Watari no me dejó responder y prefirió mirar hacia donde apuntaban mis ojos.

-¿Las flores?-

-Si me gustan mucho-

-Hay más hermosas en el invernadero que te mostré ayer que te parece si vamos a visitarlo nuevamente-

-Pero en el invernadero no están ese tipo de flores además que debes de estar ocupado si gustas vamos al área de entrenamiento yo me siento a observar y cortar algunas de esas flores y tu continuas con tus deberes, ¿Qué te parece la idea?-

-No lo sé Shiro hay demasiados hombres allá abajo todos practicando con algún arma-

-Anda me quedare alejado además el sitio donde estas las flores que quiero es solo de puño limpio así que los hombres de ahí no portan armas.-

-Bonito acabas de ser dado de alta, no estoy seguro de que…-

-Vamos Watari no rompas mi ilusión-

El general se mordió el labio en un debate interno entre ceder y no hacerlo, yo por mi parte le dedicaba la mejor sonrisa que le podía ofrecer, al final Watari tomó mi mano y la besó para asentir al mismo tiempo que acariciaba mi vientre con suavidad.

Siendo honesto conmigo mismo me daba algo de pena el general, no podía dejar de sentirme en parte culpable por estar jugando con sus sentimientos pero no me dejaba alternativa.

-Muchas gracias Watari-Dije con una gran sonrisa en mi rostro, este hizo lo mismo y me tomó nuevamente de la mano solo que esta vez nos dirigíamos a la salida, me guio por entre los pasillos y al llegar al segundo piso pregunté.

-¿Aquí qué es?-

-Aquí están las habitaciones de los oficiales, tenientes o alguien de rango mayor-

-Oh entonces eso significa que el soldado de ayer fue mandado a esta área?-

-Así es, ¿porque tanto interés?-

El tono del general había pasado de ser calmado a otro un poco agresivo.

-No tengo interés solo quería darte un ejemplo para saber si estaba en lo correcto-

-Perdóname sabes bien que soy algo celoso.-

Continuamos con nuestro camino y a medida que nos acercábamos más ansioso me ponía, al llegar inmediatamente me ofrecieron un silla que colocaron sobre el pasto bajo la sombra de un árbol, había varias edificaciones pequeñas con techo pero las rechacé poniendo como excusa que quería estar cerca de la naturaleza.

-Shiro tengo que hacer algunos pendientes como dijiste estoy muy ocupado así que te dejare aquí para que disfrutes de un día al exterior.-

-Muchas gracias-Dije volteando hacía los lados buscando a quien seguramente se quedaría cuidándome.

-Tus guardias están en entrenamiento por lo que te quedaras sin vigilancia espero no equivocarme al confiar en ti-

-Si de nuevo muchas gracias-

El general se retiró dejándome solo, podría salir corriendo en dirección a Nanamune y marcharnos pero sabía que no sería tan sencillo y no quería echar a perder todo si es que él había trazado un plan.

Mi esposo al notar que me encontraba solo no tardo en acercarse con una disimulada sonrisa en la comisura de sus labios, al encontrarse a escasos pasos de mi dio una reverencia ya que muchos de los presentes lo miraban, así que entendí que si quería tener la oportunidad de acercarme más a él o mejor dicho hablar con él lo mejor sería fingir tener nauseas por lo que sin perder más tiempo me llevé la mano a la boca y me incliné sobre el suelo fingiendo tener arcadas.

Nanamune de inmediato entendió y se acercó colocando una mano sobre mi espalda.

-¿Se encuentra bien?-

-Sí solo son nauseas con el embarazo las padezco mucho-

-¿Quiere que busque ayuda?-

Para cuando terminó de preguntar eso los demás ya habían vuelto a sus cosas al comprobar el porqué de nuestra cercanía.

-Te hemos extrañado mucho-Dije en un tono de voz más bajo para que solo él pudiera escucharlo.

-Y yo a ustedes, estoy tratando de tener acceso a una computadora para mandar las coordenadas si el ejercito de mi padre llega habremos ganado pero se nos agota el tiempo-

-¿Qué debo hacer yo?

-Nada, solo seguir manteniendo un perfil bajo y por favor trata de alejarte de Watari-

-Es la única forma que tengo de verte-

Nanamune suspiró aceptando ese hecho y continúo hablando.

-Cuando allá mandado las coordenadas 2 días después estará aquí el ejército para ese día necesitare que tu no estés en tu habitación para que no te tomen de rehén-

Asentí con la cabeza y continué con mi teatrito al notar al general acercarse.

-Seguro que está bien lleva un tiempo así-

-¿Qué sucede aquí?-Preguntó Watari fulminando a Nanamune con la mirada al notar lo cerca que se encontraba, yo seguí con lo mío y dejé que Seghit hablara.

-Parece ser que su esposa esta indispuesta general lleva cerca de 3 minutos con nauseas-

-Ya veo gracias por cuidar de ella en mi ausencia ahora por favor continúe con lo suyo-

-Como ordene-

Vi como Seghit se alejaba por el campo y volvía a gritar órdenes a los campesinos del lugar, por su parte Watari me ayudó a ponerme de pie y me tocó la frente buscando algún indicio de fiebre a lo que sólo me reí.

-No tengo fiebre general las náuseas son muy normales las tengo todo el tiempo-

-Yo no lo había notado.-

-Porque son casi siempre en la mañana se les llama nauseas matutinas-

-Tal vez sea mejor que entres nuevamente, distraes mucho a los hombre de aquí te miran como el último vaso de agua en medio del desierto-

-Creo que eso es una exageración general-

-Tú sí que eres despistado muchacho, pero confía en mí cuando te digo que estas captando todas las miradas así que será mejor que regreses.-

Suspiré con algo de dramatismo y me levanté con su ayuda al ingresar al edificio nos encontramos con Fakhir que a diferencia de las otras ocasiones esta vez se acercó de una manera más calmada.

-Estas tan ocupado y aun así tienes tiempo de andar paseando a mi esposa mira qué bonito detalle- dije con una sonrisa totalmente sarcástica y una voz similar.

-Hijo no estoy de humor para tus cosas-

-Ni yo padre, se supone que él es MI esposa pero no me dejas acercarme a él un solo segundo del día siempre lo tienes protegido tras paredes de cemento y guardias, además cuando piensas hacer que cumpla con su deber,¿eh?-

-El aun no…-

-¿No puede? Él no puede o tu no quieres? Cuál es la verdadera pregunta aquí.-

-Vuelve a tus obligaciones Fakhir-

-Recuerda que tu solo tienes una oportunidad de jugar con él después es solo mío-

Tras decir eso Fakhir se alejó del lugar ¿Por qué todos nuestros encuentros debían de ser de esta forma? Que nunca podía simplemente saludar o algo parecido me asqueaba solo de pensar que ese hombre quisiera hacer algo que solo Nanamune estaba autorizado a hacer.

Watari siguió con la mirada a su hijo y después me incito a continuar con nuestro camino hasta llegar a mi habitación.

-Watari…-

-Qué sucede shiro?-

-Aun te puedes hacer para atrás con todo esto.-

-¿Y por qué lo haría?

-¿Has pensado en lo que pasara si fallas?-

-Porque habría de hacerlo, todo está saliendo a la perfección-

-No te diré nada más ya que luces tan confiado pero hay algo que no deja a mi curiosidad en paz.-

-¿Y eso sería?-

-Hace varios días cuando aún estaba en esa especie de hospital-habitación dijiste que tú ya no tenías familia ¿a que te referías con eso si Fakhir aún vive?-

El semblante calmado y risueño del general se modificó rápidamente a uno serio haciéndome saber que había tocado un tema sensible.

-Mi historia de vida es algo que no te concierne Shiro, así que mantente al margen.-

Bajé la mirada  algo apenado por haber expuesto mi curiosidad y asentí, el general por su parte solo me miraba molesto y segundos después este desapareció de mi habitación, sabía que mi pregunta había sido más que imprudente pero no me pude contener al parecer había tenido mis 5 minutos de idiotez diarios frente a la persona menos indicada.

 

 

~Nanamune~

Después de que Watari se acercó no paso mucho tiempo para que se llevara a Shiro del lugar lo cual aunque no me causaba gracia son me sorprendía en lo absoluto además de que me molestaba de sobremanera que todos estuvieran como idos viéndolo sabía que era normal ya que aquí solo había hombres, o eso creían, pero eso no hacía que mi enfado disminuyera.

-Para tener pareja no pierdes la oportunidad de coquetear-Escuche tras de mí, me giré encontrándome con él doncel de la vez pasada.

-Es la pareja del general si algo le ocurre nos ira mal- Dije más para encubrir el porque me acerque a Shiro que por querer darle una explicación.

-Si lo sé pero te notaste muy interesado-

Estaba por responderle cuando noté por el rabillo del ojo la mirada persistente de Kalel lo que me hizo sonreír sabía muy bien que el jovencito le había interesado así que le facilitaría las cosas.

-No estoy para darte explicaciones, ISMAIL!!, Ven aquí-

Kalel se acercó tan pronto como lo llamé y me miró a la espera de órdenes.

-Te harás cargo del entrenamiento de este cadete-

-Qué no se supone que es usted el oficial?-

-Exacto y por eso hago lo que quiera así que limítate a recibir órdenes-

-Vaya que el poder enceguece-Dijo molesto el chico yo por mi parte no me moleste y más bien sonreí burlesco.

-Lo que digas, ahora Ismail todo tuyo haz lo un buen soldado-

Kalel me miró entre agradecido e irritado por andarme burlando de manera sutil de él.

-Téngalo por seguro y tú ponte a correr-

El chico lo miró con mala cara pero no desobedeció y comenzó a trotar alrededor del lugar.

-No te atrevas a decir nada más “Jasith”-

-No pensaba hacerlo, por cierto sabes donde esta Murso (Jûdo).-

-Fue transferido a armas blancas en la mañana y Palel (Gutak) también.-

-Al menos están juntos será más sencillo así-

-Ya lo creo.-

-Seguirás ligando a si entrenaras?-

-Estamos en el lugar menos adecuado y tú ni así pierdes el tiempo para estar de burlón-

-Cómo crees que desaprovecharía la oportunidad de molestar al serio e indiferente Ismail.-

-No sé cómo tu esposa te soporta yo te mandaría a dormir al sofá de tener que soportarte diario.-

-Nuestro sofá está en la misma habitación.-

-Sabes lo que quiero decir.-

-Lo único que sé es que te me estas insinuando.-Dije con una gran sonrisa causando un cara de rotunda amargura en la cara de Kalel si había algo que odiaba mi amigo eran las relaciones hombre-hombre no porque estuviera en contra sino porque una de las principales desventajas de que un ejército sea solo de hombres y que todos vivan juntos es que más de una vez te va tocar escuchar o incluso ver como lo hacen, mientras tu estas tratando de dormir.

-Sabes que eso me repugna.-

-Si pero no hay mucha diferencia con los donceles.-

-Unos te dan bebés otros no, en unos es normal según la naturaleza en otros en solo placer carnal además que están sucios y apestosos tu tenías una tienda privada a diferencia nuestra-

-Ya pues entiendo mejor aprovecha la oportunidad que di.-

-Si no funciona de manera linda cuando nos vayamos igual me lo llevare y no digas nada que tu método de conquista fue muy “dulce”.-

-No planeaba hacerlo sé que no fue un dulce con miel.-

Kalel se retiró y pasados unos minutos hubo cambio de cadetes por lo que me encontré con el resto, Jûdo no tardo en acercarse.

-Jasith encontré lo que tanto buscabas.-

No tuvo que mencionar que era pues yo sabía muy bien a que se refería.

-¿Dónde?-

-En el pasillo del piso 1 cerca de la sala de estrategias o eso me pareció que era-

-Veré si es posible hacer todo hoy-

-Está bien-

Continúe con mi papel de oficial hasta que el día se agotó y se nos ordenó regresar a nuestras áreas de descanso, al regresar al edificio busque con la mirada el salón que Jûdo había mencionado con la mirada pero no pude divisarlo así que esperé a que los demás se apartaran para poder caminar por el piso 1.

Llegué al comedor el cual estaba vació y seguí la ruta que posiblemente siguió Jûdo en la mañana, pase por un pasillo que parecía ser un tipo de hospital improvisado pero que contaba con mucha maquinaria, tras eso solo había habitaciones cerradas hasta que de una de ellas se escuchaban varias voces me asome con cautela por la cerradura de una de estas viendo que dentro estaban los líderes de los poblados que se habían unido por voluntad a la causa de Watari y el susodicho mismo junto con su hijo, esta debe ser la sala de estrategias a la que se refería Jûdo por lo que no debía estar muy lejos de las computadoras.

Tratando de hacer el menor ruido posible comencé a abrir las puertas cercanas a la habitación hasta que una de ellas parecía estar cerrada con llave, al asomarme por la cerradura de esta note el resplandor característico de una pantalla por lo que comencé a buscar algo con que forzar la cerradura me maldije por lo estúpido que había sido al no traer nada conmigo para dicha tarea hasta que recordé el cuchillo y la pistola que se me dio cuando cambie de rango, rápidamente saqué el cuchillo y comencé a pasarlo por la orilla de la puerta y posteriormente por la cerradura sonriendo cuando un “clic” sonó.

Me adentré en la habitación y cerré la puerta tras de mi con todo y seguro, no había absolutamente nadie en el cuarto por lo que aprovechando mi suerte y a sabiendas que la habitación de enfrente era mi muerte me apresure a ingresar las coordenadas sin embargo necesitarían decodificarlas las maquinas del castillo lo harían enseguida pero aquí de encontrarse con evidencia del mensaje enviado les tomaría al menos 3 días hacerlo por lo que el tiempo perdido valía la pena, sentía la adrenalina en mis venas y un vez que terminé la espera para que se mandara me pareció infinita.

Pronto las voces de la habitación continua se escucharon más claramente informándome que ya estaban saliendo los pasos no dejaban de sonar de un momento a otro la perilla comenzó a moverse y posteriormente el sonido de unas llaves se hizo escuchar, yo solo miraba la pantalla con desesperación una vez que se mandó cancelé las páginas abiertas y me escondí lo más rápido que pude  tras alguna repisas cabe destacar que por mi gran tamaño ocultarme era un tarea muy difícil.

La puerta se abrió y pude escuchar claramente como alguien se sentaba en la silla en la que yo había estado segundos antes, el sonido de las teclas al ser presionadas me servía para saber que no debía salir, lo que al principio habían sido minutos sin importancia, ahora se había transformado en horas en que la persona quien había entrado aún no se marchaba luego de lo que me pareció una eternidad las teclas dejaron de sonar y la luz del lugar se apagó dejando solo el resplandor de la pantalla como obstáculo para que todo se fundiera en la oscuridad, suspiré y salí de mi escondite, la puerta estaba nuevamente cerrada por lo que quite el seguro de esta y con sumo cuidado me asome a ambos lados, el pasillo estaba desierto, salí del cuarto y di un golpe algo fuerte para que la puerta se pudiera cerrar aun con el seguro puesta ya que no quería que notaran algún cambio.

Caminé con cautela por él lugar a travesando nuevamente el comedor y las innumerables habitaciones del lugar hasta llegar al pasillo principal que era donde se encontraban las escaleras, subí lo más rápido que pude y al llegar al pasillo correspondiente fui interceptado por unos de los guardias que hacían patrullaje nocturno.

-¿Dónde estaba?-

-Tenía hambre y creía que en la cocina aún podría encontrar algo para comer-

-En otras palabras fuiste a saquear la cocina-

-Trate pero no pude-

-Lo sé todo está bajo llave yo mismo lo he intentado-Dijo el guardia con empatía por nuestra situación que a decir verdad era más que rara.

-Bueno volveré a mi habitación-

El hombre solo asintió y continuo con lo suyo, apenas llegué a mi cuarto me dejé caer pesadamente en la cama durmiéndome casi al instante.

 

~Soel (Súltan)~

-Su majestad!!-

-Que ocurre Xerets-

-Es su hijo…-

-A regresado- pregunté esperanzado.

-No señor sin embargo hemos recibido un mensaje y tras decodificarlo descubrimos que son las coordenadas de la base mayor del ex general Watari-

-Alisten todo lo más rápido posible  es nuestra oportunidad para acabar con ellos.-

-Como ordene su majestad-

Sonreí al sentir la calma regresar a mi pecho cuando me enteré que Nanamune se había marchado del castillo estallé en cólera por su rotunda desobediencia pero tras pasar los días sin una pista de mi hijo el enojo se transformó en preocupación la cual sumada con la perdida de mi nuera y nieto era inmensa lo único que deseaba es que no fuera demasiado tarde para cuando nosotros llegáramos.

~Nanamune~

Desperté minutos antes de que la odiosa trompeta comenzara a sonar por lo que esta vez no me molestó del todo su sonido, los ojos me ardían debido a que había dormido con los pupilentes puestos, me cambie el uniforme por otro más limpio y comencé mi camino hacia el comedor, el sujeto de la vez pasada no perdió el tiempo para comenzar a molestar pero esta vez haciendo uso de toda mi paciencia logre ignorarlo lo que pareció irritarlo más que si le hubiera respondido.

Ahora lo que necesitaba era decirle a Shiro que las coordenadas ya habían sido mandadas pero la pregunta era ¿Cómo? Lo más seguro es que lo del día anterior no se repitiera, tendría que buscar la manera de llegar a él sin levantar sospechas lo cual era todo un reto.

Esta vez me tocaba enseñar armas de fuego lo último que deseaba era ayudar a Watari con su ejército pero no tenía otra opción por los siguientes 2 días por lo que me dediqué a enseñarles lo más básico sobre tiros y la pistola como quitarle el seguro, la forma correcta de agarrarla sino querían que el impulso los llevara al suelo, como apuntar etc. Cosas que sabía que seguramente no recordarían al finalizar el día, Kalel quien seguía dándole atención “privada” al chico se acercó a mí.

-¿Lo conseguiste?-

-Sí pasado mañana ya deberían estar aquí, sin embargo aún no encuentro la forma de avisarle a Shiro-

-Lo mejor será que se vean en un punto ya que si bien no lo tomaran de rehén tu estarás como loco buscándolo y viceversa.-

-Lo se Ismail pero si no tengo manera de contactarlo es lo mejor que puedo hacer.-

-Pues me amaras después de esto, dime la hora.-

-8:15 am-

-A las 9:00 le suben el desayuno y adivina quién es el encargado de llevárselo-

Dijo apuntando con la mirada al doncel frente a nosotros quien al sentir nuestras miradas no tardo en detenerse de lo que hacía.

-¿Que me ven?-

~Shiro~

Después del incidente con Watari este no volvió en todo el día, las únicas visitas que recibí fueron la comida y la cena más no me quejaba era mejor mantener la máxima distancia posible si  tener nada mejor que hacer hice aquello que me negaba a realizar por voluntad propia “tejer” ya que se me hacía un gran estereotipo pero no tenía ganas de dibujar, no quedaba un solo libro sin que hubiera leído en la estantería y ese odioso cubito rubik se negaba a cooperar conmigo por lo que tejer era mi única opnión.

Tras leer el instructivo sobre cómo hacer zapatos de bebé comencé con mi labor aunque al no saber el sexo de mi baby decidí hacerlos de color marfil, siendo franco el primer par que hice daba cáncer traducción estaban realmente feos.

Así pase toda la tarde hasta que finalmente unos no parecieron quedar tan deformes o no lo suficiente para que se notase mucho, tejer me relajó mucho por lo que pronto pase de hacer zapatos a elaborar gorritos y con la practica anterior estos si quedaron decentes.

-Espero saber muy pronto que eres amor ya verás lo feliz que harás a papi cuando lo sepa-Le comenté a mi bebé a sabiendas de que Seghit estaría más que fascinado al saberlo al igual que yo era difícil no saber qué era lo que estaba creciendo dentro de ti.

Continúe con mi labor hasta que el sueño comenzó a presentarse y sin ánimos de contradecirlo me quede dormido sobre la mecedora.

-Al día siguiente-

Me estire perezoso sobre la mecedora y un poco adolorido por haber dormido sobre ella toda la noche pero no lo suficiente para que fuera una total molestia por lo que me levanté sin esfuerzo y me dirigí al baño donde tras darme una larga ducha y secarme el pelo comencé a vestirme sabía muy bien que hoy no habría salidas después de lo de ayer así que no había necesidad de arreglarse, busqué en el armario lo más cómodo existente gritando de felicidad al encontrar un par de pants de color gris y una blusa a juego al parecer siempre había tenido pijamas a la mano y nunca lo había notado.

Cuando el reloj marcó las 9:05 la puerta de mi habitación se abrió y el chico de la vez pasada entró.

-No tengo tiempo el guardia quiere que salga tan rápido como pueda así que Jasith quiere que sepas que el “asunto” ya fue hecho este atento dime un el lugar donde estarás para reunirse-

Toda la información que soltó de una no me dio tiempo de pensar por lo que respondí más por instinto que por otra cosa.

-Lo veo en el cuarto de limpieza del cuarto piso-

-Bien.- y tras mencionar aquello el chico corrió hasta la entrada y se fue mientras yo daba brinquitos de felicidad que se fueron apaciguando al hacerme una pregunta ¿¡Cómo diantres se supone que llegare al tercer piso!?

Me puse a inspeccionar el lugar de rincón en rincón buscando una manera de salir de aquí, estaba por darme por vencido cuando detrás de la cabecera de mi cama divisé un pequeño compartimento que parecía una puerta que había sido tapizada para mezclarse con el resto de la pared, tomé el tenedor de la bandeja del desayuno y lo use para romper el papel tapiz que tapaba las orillas de la ahora notoria puerta, esta no era muy grande pero si lo suficiente para que yo ingresará en ella pero aún no podía contar victoria debía ver a donde me conducía.

Algo nervioso de que alguien entrara y no me encontrara en la habitación me interné en la pequeña puertecilla donde cabía perfectamente gateando el lugar estaba sumamente sucio y esperaba con todo mi corazón que el otro lado de la puerta estuviera desbloqueada sino todo esto sería en vano si bien aún cargaba el tenedor no era un experto en esto de abrir cerraduras y puertas tras unos 10 minutos en ese reducido túnel totalmente a oscura me di de lleno contra lo que me pareció ser la afamada puerta tras empujarla esta no cedía.

-Debe de ser una broma.-

Mencioné algo irritado, pase mis dedos por las orillas de la puerta notando que estas también tenían papel tapiz pase el tenedor por dichas orillas provocando el característico sonido del papel al ser cortado, presioné nuevamente y esta vez la puertecilla cedió estaba que le rezaba a todos los dioses que conocía para que no hubiera nadie donde sea que me  encontrara y que nadie hubiera entrado en mi cuarto en mi ausencia.

Para mi grandísima suerte el lugar donde terminé estaba completamente solo suspiré aliviado y me dirigí a la puerta para saber dónde me ubicaba al estar la habitación vacía esta permanecía sin seguro pues no tuve problemas para abrir la puerta, sonreí de oreja a oreja al notar que la habitación estaba frente a las escaleras pues sabía que ese pasadizo solo podría llevarme a algún lugar del quinto piso que era donde me alojaba.

Cerré la puerta rápidamente ya tendría tiempo de festejar así que acercando una caja a la puertecilla me interné en ella cerrándola tras de mi lo mejor que pude par que nadie la notara, como sabía dónde terminaría el tiempo que tarde en regresar fue más rápido apenas llegué a la habitación escuché como la puerta de esta era abierta me apresuré a cerrar la puertecilla con fuerza tratando de que el corte del papel tapiz no se notara tanto.

-Shiro…¿Dónde estás?-

Sin dudas esa era la voz de Watari, divisé una bola de estambre de color rojo cerca mío.

-Con que aquí estabas bola escurridiza-dije el recordar que ayer que se me había caído y no la había podido encontrar.

Cuando menos lo imaginé el rostro de Watari ya se encontraba mirándome con curiosidad agachado.

-¿Qué haces ahí abajo?-

-Estaba tejiendo y mi bola de estambre rebotó hasta quedar bajo la cama ahora te importaría moverte un poco para que pudiera salir-

Respondí sin quererme mover un centímetro de donde me encontraba ya que estaba seguro que el general repararía en la pequeña cerradura que cubría con mi cuerpo. El general asintió y se levantó del suelo al notar que ya no podía ver lo que ocultaba me arrastré por el piso para poder salir de la base de la cama.

-Oh por dios, Shiro estas completamente sucio!-

-Bueno técnicamente trapee con mi cuerpo así que no me sorprende-

-Mandaré a alguien inmediatamente para que limpie-

-No hay problema creo que ya está suficiente limpio después de que salí de ahí además no se nota mucho y dudo que algo se me vuelva a caer debajo de la cama.-

Watari suspiro con resignación y fijo su atención en la bola de estambre que sostenía en la mano.

-¿Has estado tejiendo?-

-Eso he intentado hacer pero hasta ahorita solo he conseguido hacer un par de zapatitos decentes y 2 gorritos.-

-Pero aún no sabes el sexo del bebé-

-El color blanco y amarillo no distingue género y personalmente creo que el rojo le va muy bien el blanco-

-Seguramente se le vera precioso al bebé aunque ten por seguro que no le faltara nada, tendrá una vida de lujos.-

Quise responderle un lo sé Nanamune se encargara de ello pero preferí callar, eran ese tipos de comentarios por parte del general que me hacían menguar sobre mi percepción acerca de él.

-Lo sé general pero comencé con esto más por hobbies que por otra cosa-

-Te traeré más colores de estambre para que tengas más variedad por cierto Shiro por lo de ayer…perdóname no me gusta hablar de mi pasado de hecho prefiero ignorarlo.-

-No se tiene que disculpar es su decisión contar su historia o no.-

Mi corazón aún golpeteaba fuertemente contra mi pecho por la adrenalina así que hacía uso de todas mis fuerzas porque no se notara o al menos no tanto.

-Bien…que te parece si te das una ducha y vuelvo por ti en 2 horas-

-Si me parece buena idea-

Watari asintió y posó su mirada sobre mi desayuno que aun descansaba intacto.

-No has probado bocado Shiro-

-Ehh…es que no tenía hambre-

-¿Y el tenedor?-

-Aquí lo tengo debí tomarlo cuando me trajeron el desayuno por inercia-

-Como no tienes hambre hare que lo retiren ¿está bien?-

No le respondí solo asentí y me encamine a la mecedora, cerca de esta estaban los zapatitos del día anterior y los diferentes estambres en su canasta algo desordenados, agradecía no haberlo acomodado del todo ya que parecía que hace poco alguien hubiera estado ahí.

-Yo continuare tejiendo-Dije con una sonrisa forzada, apenas Watari abandonó la alcoba solté un muy audible suspiró al saber que todo estuvo cerca de echarse a perder, me levanté de la mecedora y me miré en el espejo, no me sorprendía que Watari me hubiera mirado raro ya que estaba completamente sucio la camisa antes blanca ahora era de un gris oscuro y parecía estar salpicada de algo, mi cabello de igual manera estaba muy sucio se podía observar a simple vista el polvo que había en él e incluso podía jurar que tenía más de una telaraña entre mis hebras rubias.

-Sí que estoy sucio y no solo de la ropa-Mis brazos y cara estaban de un color oscuro y el olor no era mejor.

Me dirigí al baño y tras darme una ducha aún más a fondo que la primera salí de la tina y me coloqué otra de mis recién descubiertas pijamas, mi estómago rugió por no haber ingerido nada y maldije por no haber ocultado la naranja de la bandeja.

-Bueno amor supongo que tendrás que esperar para la comida, se bueno y no le des nauseas a mami diga lo que diga tu padre estoy más que seguro que eres un niño mi vida- dije sobando mi abdomen, desde hace días tenía el presentimiento de que mi bebé era niño e internamente deseaba que lo fuera.

~Nanamune~

El joven que mandamos no tardó en regresar informándome del punto de encuentro que había acordado Shiro.

-Gracias por ayudarnos.-

-Lo hice porque no quería correr 15 vueltas más solo por eso- me respondió claramente irritado pero mirando a Kalel quien no hacía otra cosa que sostenerle la mirada jamás entendería esa manera de coquetear de mi amigo y peor aún no lograba entender cómo es que le funcionaba aunque con este chico parecía ser la excepción.

-Sahar vuelve a lo tuyo-

-Que no me llames Sahar!!-

-Prefieres que te diga ¿Munsae?-

El chico no dijo nada y comenzó con una serie de circuitos del lugar, Sahar significaba “hermosura” y Munsae “dócil”, si el segundo era su nombre entendía su malestar.

Tenía que arreglar cuentas con el chico ya que si lo que decía era cierto toda la casona 5B estaba lleno de otros de su género y ciertamente no quería que se vieran involucrados en la pelea 65% de la población correspondía al género masculino dejando solo el 25% a mujeres y el 10% a donceles.

Le comenté de esto a Kalel y junto con Gutak que se las había ingeniado para pasar de un área a otra sin ser visto se encargaron de hablar con el joven mientras yo trataba de ubicar a los demás al final del día logre contar 8 incluido el chico a quien no le había hecho gracia que le dijéramos que no participaría en el combate.

-Al parecer no te hizo caso Ismail-Dijo con sorna Gutak.

-No está de lado de Watari ya es un avance y tampoco es como si le hubiera preguntado cuando llegué el momento bastara con que los alejemos.

 

-Eso ya es un avance, no confió en advertirles a los hombres de aquí si bien unos vinieron obligados otros están aquí por su voluntad cuando inicie el encuentro lo más seguro es que los obligados huyan y los voluntarios se queden a defender su ideal.-

Solo un día más para que todo esto terminé pensé cuando vi como el sol finalmente se ocultaba el día había pasado muy rápido y siendo sincero me preocupaba el que todo nos estuviera saliendo tan bien solo esperaba que todo continuara así.

~Shiro~

Estaba más que ansioso solo me quedaba sobrevivir un día más claro y el combate de mañana pero de alguna manera quería que el día terminara rápido el día anterior Watari regresó tal y como lo dijo pero Fakhir nuevamente apareció por lo que no tardamos mucho en regresar sentí una muy mala vibra de su parte pero ¿qué podía pasar en solo un día?

Cuando salí al balcón no me sorprendió no ver ahí a Seghit pues sabía que los oficiales se rolaban las tareas, por ridículo que sonora tenía planeado llevarme conmigo el gorrito que con esfuerzo había quedado de manera presentable ya que los otros 2 se descosieron.

El desayuno llegó siendo entregado por el mismo joven de hace algunos días quien no me dijo nada en nuestro encuentro tan solo dejó la comida y se marchó, tras desayunar me interné en mi closet buscando algo adecuado para lo que seguramente sería un ajetreado día, removí todo el lugar en busca de algunos pantalones dando con unos de estilo militar de hecho había varias cajas con uniformes militares había negros, los tradicionales verdes y otros de un azul oscuro también había botas, caretas y cintillos, al parecer cuando me movieron de cuarto solo hicieron lo más atrás posible las cajas.

Me acerqué a ellas y busque la talla más chica existente cuando encontré un uniforme que me pareció que me quedaría lo saqué de la caja y me lo puse haciendo uso de uno de los cintos logre que el pantalón no se me callera mientras que la camisa solo opte por fajármela lo último que me importaba era como es que lucía por lo que ni siquiera me mire al espejo.

Me quité el uniforme y o alcé entre mi ropa  para después colocarme lo que minutos atrás traía puesto, apenas eran las 10 de la mañana pero deseaba que le día terminara lo más rápido posible haciendo que cada segundo de espera me pareciera de lo más tortuoso.

Tomé el cubo rubik y comencé a tratar de armarlo sabía que me tomaría todo el día y por eso lo hacía.

~Jûdo~

Todos estábamos más que ansioso y preocupados por lo que se avecinaba el día siguiente a pesar de las diversas luchas en las que hemos estado pues nunca estarás preparado para morir saber que al cruzar la puerta puede ser tu último paso asusta de cierta manera más si tienes un motivo por el cual vivir y estaba seguro que los 4 lo teníamos, más Nanamune con su consorte preñado de ser mi pareja secuestra posiblemente me volvería loco no sabía cómo es que podía estar tan tranquilo.

-Solo unas horas más…-

-Lo se Jûdo-

-No estas nervioso-

-No tanto, esta vez mi objetivo es rescatar a mi esposa e hijo lo que suceda conmigo me tiene sin cuidado-

-Eres el rey Seghit…-

-Tengo un heredero en camino y rey o no ellos son mi prioridad.-

~Nanamune~

No sabía la hora exacta en la que comenzaría todo existía una gran posibilidad de que el ejército de mi padre llegara hoy mismo al anochecer peor no estaba del todo seguro ni siquiera estaba seguro de que hubiera recibido el mensaje.

Me llevé una mano al rostro sumamente preocupado y suspiré tratando inútilmente de calmarme, escuché como los demás oficiales me pedían que dejara de holgazanear  sin ganas de causar más problemas de los necesarios comencé con mi supuesto trabajó, las horas pasaron y con ellas los distintos escuadrones del lugar justo cuando el sol se metió el sonido de metralletas siendo disparadas se dejó escuchar, no tardó mucho tiempo en que la sirena del lugar comenzará a sonar y que todos los cadetes y oficiales comenzaran moverse, Judo y los demás tomaron algunas armas y utilizando la ventaja que tenían al parecer parte del ejercito enemigo lograron abrir las puertas de la entrada eso fue suficiente para que se desatara el caos.

Corrí lo más rápido que pude hacía la construcción, empujando a cuanto soldado se me atravesará hasta llegar al lugar acordado con Shiro cuando abrí la puerta lo que me encontré terminó por romperme el corazón y desatar completamente mi furia juraba ante lo más sagrado que era mi hijo que me encargaría personalmente de romperles cada miserable hueso de sus  cuerpos a esos ¡¡¡HIJOS DE PUTA!!!

LOS HARIA VER EL MISMISIMO INFIERNO Y QUERER QUEDARSE ALLA.

~Shiro~

Watari no se apareció por mi cuarto en toda la tarde por lo que no esperaba que me visitara pero el sonido de la puerta abriéndose hizo que pensará lo contrario, sin embargo al mirar hacia esta no era el general quien había accedido por ella sino su hijo quien me miraba con una perversa sonrisa.

-¿Que pasa lindura no estas feliz de ver a tu esposo?-

-Tu no puedes estar aquí Fakhir.-

-¿Porque lo dijo mi padre? JA! No me hagas reír, vengo a enseñarte para qué es lo único que sirves-

Cuando menos pensé tenía el cuerpo de Fakhir sobre el mío y sus manos paseándose por mi cuerpo si una pizca de delicadeza comencé a gritar desesperado que se alejará pero este solo me ignoro rápidamente mis gritos se convirtieron en suplicas que seguían sin ser escuchadas, comencé a patalear y tratar de apartarlo pero eso no parecía molestarlo.

Sin tacto alguno rompió mi camisa en dos y se abalanzó sobre mí besando mi cuello y mordiéndolo encajando sus dientes en él hasta lograr hacerlo sangrar.

-Suéltame!! Por favor Fakhir te lo suplico suélteme!!-Le pedía hecho un mar de lágrimas.

-Estás loco si piensas que te dejaré ir he esperado mucho para poder tenerte justo así como para desaprovechar tan hermosa oportunidad-

Apenas dijo eso dejó en paz mi cuello y comenzó a lamerme el pecho hasta llegar a mis tetillas su boca se pegó a una de ellas y comenzó a succionarla de manera brusca mientras apretaba la otra con fuerza, no abandonó mi pecho hasta que mis pezones comenzaron a doler, sus manos se dirigieron a mi pantalón y al ver que no me dejaba de mover comenzó a golpearme.

-A mí no me importa ni un poco tu mugroso bicho!! Así que si lo quieres seguir teniendo ahí dentro estate quieto-

Una vez que se deshizo de mis pantalones y mi ropa interior ni siquiera se tomó el tiempo de prepararme tan rápido como logró deshacerse de mis prendas me penetró con fuerza sacándome un gran grito de dolor ante lo que él solo sonrió al parecer esa siempre había sido su intención.

-hmm…se siente exquisito dentro tuyo, más te vale irte acostumbrando a mi polla por que la veras todas las noches y tardes hasta el día en que mueras-

Tomó mis caderas y las usó para tomar impulso para embestirme si bien no era virgen lo hacía con tal rudeza que en mis piernas ya escurrían caminos de sangre, tras algunos empujes Fakhir se corrió dentro de mío para ese entonces yo aún seguía gritando con todas mis fuerzas sin embargo apenas terminó comenzó nuevamente perdí la cuentas de cuantas veces lo hizo pero cuando finalmente todo acabo yo ya no hacía más que hipar y mirar con resignación el techo.

-Ahh está ha sido la mejor sesión de sexo que he tenido en un largo tiempo precioso, estoy seguro que hasta tú lo gozaste después de la tercera ronda dejaste de gritar-

El muy sinvergüenza se acercó a mi rostro con la intención de besarme pero voltee la cara antes de que lograra su objetivo a lo que este solo sonrió socarronamente.

-Mientras pueda usar tu culo, tu odio me vale un carajo.-

Tras decir eso salió de mi cuerpo y comenzó a ponerse el uniforme.

-Volveré mañana bonito y espero que me recibas con las piernas bien abiertas, ¿escuchaste?-

No le respondí pero a este no pareció importarle y sin más se largó de la habitación apenas escuché la puerta cerrarse comencé a sollozar nuevamente, el cielo ahora ya mostraba el crepúsculo dándome a entender el gran tiempo que estuve siendo mancillando por ese monstruo.

Cuando el tiroteo comenzó aun temblando me levanté de la cama y a sabiendas que no me podía ir desnudo tomé la ropa que había preparado con anterioridad el cuerpo me dolía horrores con cada movimiento sentí mi cadera romperse más quedarme aquí era cavar mi tumba por lo que con gran esfuerzo logré llegar a la puertecilla bajo la cama y gatear por el pasadizo hasta llegar del otro lado de la puerta.

No tenía fuerzas para caminar 2 pisos hacía abajo pero cuando tu cuerpo comprende que haces esto por sobrevivir te lograr sorprender a ti mismo con sumo esfuerzo logré bajar las escaleras, el ajetreo no era más que notorio pero a nadie parecía importarle mi presencia, cuando finalmente llegué al cuarto de escobas me desplomé tal costal dentro de él.

-Ya..aa..bebé papá hmm…vendrá pronto y nos sacara.-dije tartamudeando por el esfuerzo los golpees de Fakhir estaban comenzando a pasar factura en mis costillas.

Cuando la puerta se abrió dejando ver a Nanamune sonreí lo mejor que pude para él, mi visión comenzó a tornarse borrosa y aunque no quería sumirme en la inconciencia mi cuerpo no me dejó elegir.

Notas finales:

¿Que tal les pareció?

¿Les gustó?

Espero me lhagan saber lo que piensan en mensaje o review mis amores n.n


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