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El mandato del sultán. por grecia medina perez

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Notas del capitulo:

dure mucho haciendo este cap aunque es mas corto que el anterior pero tenia que pensarle mas y pos :v

la proxima vez que actualice les dejare un link de un video de youtube que tendra la imagen de los personajes,sus vestimentas y otras cosas :3

ojala disfruten leyendo y como siempre si tienen una sugerencia no duden en hacerla soy todo oidos.

le dedico el cap a carolina  :3 por que dice que no le dedico nada

~sultán~
me desperté con una sonrisa en la cara al ver al rubio sobre mi, con su cabeza sobre mi pecho, lleve mis manos a su cabello y pase mis dedos por sus hebras doradas que se deslizaron sin obstáculo alguno entre ellos.Me daba algo de pena moverme e incomodarlo sin embargo ya tenia que levantarme antes de que mi padre enviara por mi y sinceramente hacia mucho que no pasaba por esa vergüenza,con mucho cuidado levante la cabeza del chico y la deje sobre una almohada este se removió un poco y continuo durmiendo.

Como ya era de rutina me bañe para después vestirme con un conjunto al azar de mi armario,me coloque uno que otro brazalete de oro y varias joyas como anillos y cadenas pues eso simbolizaba poder y riqueza en mi pueblo por ultimo me puse un turbante ya característico de los sultanes y salí de la habitación rumbo a mi despacho pues como oficialmente no era el sultán no podía atender mis asuntos desde la sala del trono por lo que leía las peticiones de los aldeanos en un habitación especial, me comenzó q doler la cabeza de solo imaginar todo lo que tendría que hacer hoy.Aun era temprano apenas pasaban de las 8 am y no tenia apetito alguno aunque por tal de no comenzar mi día leyendo cartas y documentos decidí ir al comedor a desayunar me encantaría hacerlo junto a mi maharin sin embargo esta se levantaba algunas horas después que yo y rara vez nos veíamos en la mañana.

Apenas me senté varias jóvenes con la misma ropa como uniforme solo que de diferente color entraron trayendo con ellas varias charolas de comida así como distintas bebidas que depositaron sobre el comedor para después hacer una reverencia al mismo tiempo y decir algunas palabras de deleite, no dije nada y comencé a servirme, eso me recordó que anteriormente me solían dar la comida en la boca pues tenía muchas concubinas que con tal de mantenerme contento o mi atención fija en alguna de ellas usaban cualquier cosa como pretexto para estar conmigo o "complacerme" pensando que me enamoraría de alguna de ellas y ellos pues también tenia donceles lamentablemente todos ellos mostraban lo mismo, una mirada ansiosa de poder y riqueza ademas de que apenas les concedía algún capricho era suficiente para que creyeran que tenían el derecho de hablarles a las personas como si fueran poca cosa a lado de alguno de ellos cuando no eran mas que simples concubinas(o) que se encargaban de satisfacer mis deseos carnales.

Aparte esos recuerdos de mi mente y me concentre en comer,al terminar me levante y me fui directo a mi despacho, al entrar en el no me asombro ver la pila de papeles que había en el escritorio.

"será un largo día" pensé con pereza.

~shiro~
Abrí los ojos y me encontré solo en la cama como ya era costumbre, agradecía de cierta forma el no verlo al despertar, toda la semana me había mostrado sumiso para que pensaran que era tranquilo sin embargo por dentro me sentía impaciente con ganas de echarme a correr y gritar por ayuda pero me controlaba a sabiendas que no lograría nada de hacerlo,a lado de mi descansaba sobre el buró un vaso de agua y un par de píldoras el frasco de estas estaba un poco mas atrás y la fotografía de portada mostraba un hombre tocando se la cadera por lo que al instante supe para que eran,tome el vaso de agua y las píldoras y sin rechistar me las eche a la boca.Suspire con pesadez y espere a que entraran las doncellas que usualmente venían a arreglarme pasaron unos minutos y nadie entro, mire un reloj cercano y note que este marcaba las 9:00 am y entendí por que no había entrado pues a esta hora solía estar dormido, me levante y me fui directo al baño me di una ducha larga y profunda pues después de haber tenido "eso" ayer me sentía más que sucio y mi cuerpo tenia el aroma de hombre de ojos color índigo una vez que termine salí de la ducha y fui a mi "armario" pues era todo un cuarto conectado a la habitación de un tamaño extremadamente grande aunque el del pelinegro lo era el doble o el triple.

"cuando estés embarazado no podrás usar mucha de esa ropa por eso a como el vientre te crezca tendrás mas ropa" fue lo que dijo el sultán, si bien mucha de esa no me quedaría esperaba que por todos los cielos no estuviera esperando una criatura y de estarlo no quería quedarme aquí, ya que solo por el deseo del sultán me había convertido en su futura esposa un bebe sellaría para siempre mi encierro en esta prisión de oro.

La ropa era extraña de colores muy vivos y con múltiples decorados que a simple vista lucían muy trabajosos muchas de las prendas tenían joyas incrustadas o simplemente estaban hechas de hilos de oro, seguía sin entender el porque de esa vestimenta gastar tanto en un simple conjunto no me parecía de lo más cuerdo pero a los ojos de la realeza el loco era yo.Dure un rato buscando entre ese mundo de ropa un conjuntos lo más cubierto posible ya que la mayoría eran muy provocadoras y exponían gran parte de mi abdomen,al final encontré un tipo de vestido o toga no sabía que era solo que llegaba 4 dedos sobre la rodilla y que cubría mas que las demás prendas y con eso me bastaba para escogerla,al ponérmela descubrí que era una prenda engañosa al ponertela el largo se reducía como por arte de magia ahora me llegaba a la mitad del muslo,tome un short y me lo puse debajo del vestido, toga lo que sea ,pues así me sentía mas cómodo; escuche la puerta de mi habitación abrirse y las múltiples pisadas suaves de las mujeres que a diario me alistaban,comencé a escuchar varias voces algo inquietas y las pisadas sonaban mas calcadamente, salí del "armario" pues estaba mas que seguro que me estaban buscando,a penas me vieron relajaron su mirada para al instante cambiarla por una de sorpresa al verme vestido.

Varias disculpas se dejaron oír incluso por parte de la "doncella mayor" que era como la llamaban incluso yo así le decía pues se negaba a darme su nombre, estaba por retirarme cuando una chica de cabello rojizo me indico que me sentara en el banco frente al tocador y me hacía varias señas al parecer no hablaba ingles mi idioma original, las demás le dirigieron una mirada que no supe interpretar.

-hablo tu idioma-comente sonriendo por las muecas de la joven quien al oir me se puso roja.

-lo siento su majestad es la nueva,no se como es que la asignaron a sus doncellas del diario pero apenas lo terminemos de alistar tendrá su castigo por dicha falta de respeto-dijo la doncella mayor con una mirada de impaciencia.

-eeh! no le haga nada, ella no sabía ,además creo que sera lo más divertido que ocurra este día le pido que no adjudique en contra de esta joven.-

-....pero su alteza..-

-se lo pido-repetí al ver el rostro de la chica que solo presentaba miedo, no sabía que tipo de castigo se les daba pero por el rostro de lastima de todas las presentas hacia la pelirroja supuse que no debía ser cualquier cosa, en los pocos días que estuve en el castillo pude observar que la mayoría de los que ahí trabajaban tenían miedo, cualquier cosa insignificante mal hecha era un mar de disculpas acompañada de una mirada de suplica, no sabía como se le trataba a la servidumbre pero por lo que veía nada bien, al principio creí que era el sultán pero me di cuenta que este los trataba como tal como personas que solo venían a laborar y no como esclavos....preferí dejar de indagar respecto a ese tema o terminaría por reclamarle al pelinegro.


Las jóvenes comenzaron a peinar mi cabello y poner varias joyas sobre mi cuerpo en un inicio me resistí pero tras la seguida insistencia por parte ellas termine por ceder y dejarme poner cuanta piedra quisieran, una vez que terminaron me colocaron un par de sandalias y después se retiraron me sentía un completo inútil pues hasta en lo mas básico me ayudaban.

Me mire en el espejo y note que parecía árbol de navidad de tantos adornos que tenia sobre mi, comencé a quitarme varios de ellos hasta quedarme con los que considere necesarios.
Estaba guardando las joyas que no utilizaría cuando note un sobre blanco en la mesilla del cuarto,me levante curioso y lo tome pues este no estaba cuando yo desperté igual alguna chica lo había dejado ahí,sin mas lo abrí y comencé a leer su contenido, me sorprendió ver el tipo de caligrafía pues era muy suave y lleno de modalidades características de una chica.

"si quiere escapar vaya a la puerta trasera del castillo justo a las 12 pm cuando es cambio de guardia y la mayoría del personal esta distraído eso le ayudara a salir de la alcoba sin dificultad, la puerta estará abierta al igual que un pasadizo del muro, justo antes de salir habrá un traje de colores opacos, úselo, le ayudara a camuflajearse por la ciudad, si logra salir el día de mañana vaya al hotel "imperium" ahí encontrara una suma de dinero considerable y un boleto de avión junto con su pasaporte.

La oportunidad de recuperar su libertad esta en charola de plata úsela! e intente no fallar, será su empeño el que decida si logra salir o no de Arabia"

Abrí los ojos al instante que leí la carta,mire el reloj desesperado este marcaba las 10:30 aun había tiempo pero la duda comenzó a rondar por mi cabeza.
¿Quien lo había hecho? pero mas importante ¿Por que? ¿ y si era una trampa? y si me atrapaban? eran demasiados cuestionamientos pero no desperdiciaría esta oportunidad que resolvía todos mis problemas yo solo tenia que salir y esperar hasta mañana, "como si fuera tan fácil" pensé.

~Pelirroja~
cuando entre en la habitación de la Maharin me comencé a poner nerviosa,ocultaba el sobre lo mejor que podía pues si la doncella mayor me descubría estaba segura que mi vida terminaría pero de no entregarlo tendría el mismo destino ya que había sido una tarea encomendada por el general Homada, no sabía que decía la carta pero por lo visto nada bueno pues me pidió la total confidencialidad, al principio no quería aceptar pero tras escuchar todo lo que me daría de hacerlo bien decidí arriesgarme.
"te daré mas monedas de oro de las que podrías cargar en tu mochila" fueron las palabras dichas por el general, pensé que sería sencillo pero la maharin tenia muchas doncellas del diario y lograr infiltrarme no había sido fácil mas con esa señora preguntándome como es que había podido tener un puesto tan importante como el de servir a la maharin de la noche a la mañana pues mi labor en la casa era asear el castillo y primordialmente los baños.

~Flashback~
//para no escribir tanto "doncella mayor" lo abreviare con un "DM"///

DM:-y dime ¿Quién dices que te envió?

-......-piensa rosali piensa,no puedes decir que el general homada o sería muy obvio-

DM:-y bien? contesta mal educada.

-pues vera...-

DM:-lo sabía eres solo una vil sirvienta que se quiere dar por si sola un puesto de mayor rango, mira que no te funciono ahora vuelve a tus labores-

-el general Yeril me envío dijo que 5 mujeres eran muy pocas para alistar a la esposa del sultán-

DM:-el general Yeril nunca a introducido personal extra, todo lo tiene premeditado,búscate una mejor mentira-

-Es enserio el me envío-

DM:la chica se miraba nerviosa,respiraba agitadamente y bajaba la mirada cada vez que la miraba no cabía duda de que me mentía y no existía cosa que mas intolerante me pareciera que las mentiras pero ya no tenia tiempo que perder seguramente el rubio ya estaría despierto.
Fin del Flashback

no quede muy convencida de que me hubiera creído pero al menos logre mi cometido.

~Shiro~
estaba angustiado y sentía el estomago revuelto,espere pacientemente hasta que se fuera la hora indicada, mientras tanto me quite todas las joyas que portaba a excepción de un anillo y me despeine tenia que hacerme pasar como cualquier otra persona,me cambie la ropa pues aunque no me gustara utilizar pantalón y top eso era lo mas regional ademas de que el vestido no cubría la marca del brazo, agradecía que el sultán las hubiera hecho en un lugar fácil de esconder de no ser así estaría en muchos problemas,inspeccione mi atuendo, este cubría el sello sin ninguna dificultad.

nuevamente mire el reloj y me sorprendí de la rapidez del tiempo estaba a diez minutos de comenzar mi intento de escapar, los cuales pasaron como segundos.Estaba nervioso pero no pensaba echarme para atrás apenas marcaron las 12 abrí la puerta del cuarto desconfiado y mire ambos lados, no había guardias,sin pensármelo siquiera me eche a correr hacia la puerta trasera que estaba cercana a la que daba al jardín por lo que no me perdería,sentía mi corazón querer salirse de mi pecho,ese castillo era enorme y sus pasillos parecían no tener final,cada vez que terminaba uno comenzaba otro que me parecía eterno,vi la puerta que daba al jardín y entendi que estaba cerca escuche como algo caía al suelo pero no le tome importancia, corría a todo lo que me daban mis piernas recordando las letras chicas de la carta "tienes 15 minutos a lo mucho antes de que el castillo se llene del personal habitual"

En otras palabras tenia 15 minutos antes de que todos volvieran y mi escape fracasara,cuando finalmente llegue a dicha puerta esta tal y como decía la carta estaba abierta y un conjunto de ropa reposaba doblado en una mesa desteñida,sin pensármelo me comencé a desvestir poniéndome la ropa de color opaco,era ropa típica de la región que usualmente había visto en los lugareños cuando aun era guía de turistas,me alegro el saber que era de manga a medio brazo y cubrí en su totalidad la marca,junto con eso había unos zapatos y un tipo de velo o lo que sea que fuera eso me coloque los zapatos y me puse el velo que era con un cubre bocas,cubría de la nariz hacia abajo.

una vez que termine emprendí de nueva cuenta mi carrera,al salir del palacio estaba más que nervioso, a solo unos metros de mi se veía el pasadizo del muro abierto,cuando entre finalmente en él, era un tramo corto de dos metros que enseguida pase, no lo podía creer realmente había logrado salir del castillo,no me di tiempo de festejar y seguí corriendo lo más que podía hacia la ciudad la cual estaba loma abajo,había un camino prehecho por lo que me fue fácil llegar.


Apenas llegue a la ciudad me detuve bajo un árbol a recobrar el aliento,estaba sudando por la larga carrera y tenia mucha sed,los pueblerinos me veían con curiosidad y rareza por haber llegado corriendo de esa forma a la ciudad, no le di importancia y me senté para descansar, note que al anillo le falta la piedra y que solo estaba el armazón, me sentía intranquilo tenía que esconderme o al menos estar en una zona mas concurrida para revolverme entre las personas.

Después de casi diez minutos me puse en marcha nuevamente como guía me sabía varias calles y sitios turísticos por lo que no estaba del todo desubicado en la ciudad aunque la mayoría de las veces el conductor del autobús era el que se las ingeniaba para las calles no yo,en la carta decía que tenía que esperar hasta mañana pero hoy que haría ¿donde dormiría? mi estomago rugió molesto de la falta de alimento pues no había desayunado por los nervios. "shiro puedes tolerar un día de hambruna por tu libertad" me dije a mi mismo,me dirigí a la plaza central a sabiendas que ahí era donde más personas había en la ciudad y también recordando que había bebederos públicos.



~sultán~

Era cerca de la 1:30 de la tarde cuando termine con el papeleo, deje los pendientes restantes sobre el escritorio y me levante pues a esta hora shiro solía estar merendando y la verdad era la única comida que siempre compartíamos.Al llegar al comedor me sorprendió el no verlo ahí por lo que le pregunte a uno de los guardias la ubicación de mi esposa.

-no a salido de su habitación en todo el día su majestad no bajo a desayunar-

-ya veo..gracias-

me dirigí hacia nuestros aposentos y sin regresar el saludo de los guardias entre.Nadie...no había nadie en la alcoba por lo que salí de esta y cuestione a los guardias.

-y mi esposa?-los guardias me miraron confundidos y a la vez asustados.

-en sus aposentos su majestad-

-Seguros? porque ahí no hay nadie?-dije ya con un tono serio ,la cara de ambos hombres se transformo en miedo y a la par entraron en la habitación mirando desesperadamente hacia todos lados en busca del rubio.

No estaba...sentí como una oleada de sentimientos me golpeo.
Preocupación,miedo,ira,furia,enojo,incertidumbre y varias que no creí existentes se comenzaron a formar en mi interior, fruncí el ceño y mi mirada se torno gélida y peligrosa en señal de que estaba más que enojado por que esos imbéciles habían perdido a mi esposa.

-Salgan de aquí inmediatamente! e informen a todos los sirvientes y guardias de esto,que se pongan a buscarlo!-

estaba como alma que se llevaba el diablo,salí de la habitación y también lo comencé a buscar,hasta que mi padre me dijo que me retirara al despacho que así seria mas fácil hallarme si encontraban al rubio o una pista de donde estaba, muy a mi pesar me devolví a mi oficina,no paso mucho tiempo cuando un joven de cabello castaño y ojos avellana entro en el cuarto trayendo consigo un rubí pequeño.

-mi señor encontré esto cerca de la salida al jardín-

-ya han buscado en el jardín?

-ya mi señor y no hay rastros de la maharin cre..-

el castaño no termino de hablar cuando un guardia de cabello negro entro seguido de otro de forma aparatosa.

-su majestad, la puerta trasera esta abierta al igual que el pasadizo del muro sur,se encontraron ropas y pertenecientes de la maharin cerca de la puerta,creemos que salió rumbo a la ciudad-

-moviliza a todos los escuadrones de la ciudadela que busquen a shiro y manda una foto de él a los aeropuertos y embarcaciones nadie sale de este país sin antes ser registrado!-

-como ordene mi señor-

como es que mi pequeño ojiazul había logrado abrir dichas puertas cuando estas estaban cerradas bajo llave,como sea ahora no era el momento de pensar en respuestas sino encontrarlo, sabía que el menor no tenía dinero pero podía fácilmente cambiar una de las joyas por un boleto en primera clase a cualquier destino.Sin poder mantenerme un minuto más sentado en espera de noticias me levante y ordene trajeran a mi pura sangre//caballo// listo para montarlo,el cuidador no tardó más de 5 minutos en alistarlo cuando ya lo tenía frente a la puerta principal,tome las riendas que el cuidador me ofrecía y le pedí diera un mensaje.

-diles que esparzan la noticia de que se le dará una recompensa a quien lo traiga de vuelta o nos diga su ubicación- el hombre asintió y se perdió de mi vista al entrar al palacio.

Tire de la riendas del caballo y di un suave golpe para que comenzara a galopar, la puerta del muro estaba abierta por lo que no tuve ningún retraso al salir,el castillo estaba en lo alto de una montaña de pequeña estatura pero la suficiente para poder mirar la ciudad.
Los escuadrones de la ciudad ya estaban informados y ahora buscaban al chico por todos los rincones de esta.

~shiro~
En mi trayecto a la plaza mayor la gente a mi alrededor comenzaba a inquietarse y de un momento a otro el numero de guardias en la ciudad aumento demasiado haciendo que las personas se mostraran nerviosas o preocupadas,yo solo agachaba lo mas que podía la cabeza,al principio me topaba con 5 o 6 guardias que fácilmente podía evadir al hacerme bola con las demás personas,pero a como iba avanzando estos iban aumentando hasta el punto en que cada tres metros había uno,ya no podía ocultarme entre la gente, por lo que me interne en un mesón el cual estaba lleno dejando libre únicamente un asiento en la barra, me apresure a sentarmeantes de que alguien mas lo ocupara y solté un largo suspiro.

Por el lugar se escuchaban muchas personas hablando al mismo tiempo formando un murullo denso, un chico a lado mío desde que me había sentado no dejaba de verme este usaba el atuendo típico de los hombres en este país con la diferencia que no usaba ningún turbante al igual que yo.


Intimidado por su mirada baje la cabeza,hasta que unas voces fuertes se escucharon por la calle y segundos después pasaban varios hombres con la armadura del palacio.

Como se supone que llegue a estar mañana libre si a cada segundo hay mas de ellos, además no se cual es el hotel imperium ni donde se ubica y pedir indicaciones es una tarea difícil aunque....aquí hay mucha gente pensé mirando a mi alrededor,me atreví a preguntarle a quien atendía la barra.

-disculpe,señor-
el hombre me miro y se acerco con una sonrisa.

-que desea señorita-

señorita?me había confundido con una mujer!, me mire de forma rápida y caí en la conclusión que traía prendas de mujer así que el error era mío.

-Quisiera saber donde se ubica el hotel imperium-

-mm...esta retirado casi llegando al límite de la ciudad-

-ya veo...me podría decir que calle me lleva ahí?-

-claro,la calle principal te puede llevar ya que atraviesa toda la ciudad solo sigue este camino-

-ya veo gracias-
Ahora si que se había hecho imposible como atravesaría toda la ciudad sin ser visto?

Será mejor que me vaya ahora que puedo, me levante de mi asiento y salí del mesón ya eran cerca de las 5 y la gente transcitante iba disminuyendo, estaba apunto de comenzar con mi nueva carrera cuando sentí que me tomaron por el brazo, me gire y vi al mismo joven del mesón tras de mí, intente hacer que me soltara pero este no cedía al agarre y en un rápido movimiento este quito el velo que cubría parte de mi cara.

-que hace!? sulteme!-

-Sabia que era usted mi señora, solo faltaba comprobarlo-

-pero que dice!? yo solo soy un pueblerino suelteme!-

-con la marca del sultán en su cuerpo?-

-cual marca no tengo ninguna marca-no, no era posible mis brazos estaban totalmente cubiertos no era posible.

-mira pequeño si aceptas hacer "algo" conmigo no abro la boca y te dejo ir.

-algo..?-pregunte dudoso pues no entendía a que se refería pero si por ello no me delataba estaba bien-...esta bien que quiere que haga?-el joven me sonrió cínicamente y apretó con mas fuerza mi muñeca jalándome de nuevo al mesón y dirigiéndome a unas escaleras que subimos rápidamente dando a un pasillo con múltiples puertas,a zancadas largas y apresuradas por parte de aquel hombre, quien se detuvo y abrió una puerta, para después aventarme dentro de la habitación.Comencé a temblar de miedo entendiendo perfectamente que quería hacer, caí yo solo en la boca del lobo.

-muñequita parece que ya te diste cuenta de que vamos a hacer verdad?-dijo el hombre quitándose parte de la ropa como instinto retrocedí lo más que podía.

-alejese! no se acerque o comenzare a gritar-

-grita entonces para que sepan donde estas-
apenas termino de decir aquello se abalanzo sobre mi y me tumbo en la cama,comencé a removerme con todas mis fuerzas debajo de el pues este me había apresado,sentí miedo este hombre era todo lo que me inculcaba "miedo" solo veía lujuria en él, mi mente al instante paso la imagen del seghit(sultán), cuando el me tocaba me sentía nervioso pero este hombre me inculcaba asco,como había sido tan idiota como para haber aceptado esto.

justo cuando pensé que ya todo estaba perdido la puerta de la habitación se abrió de golpe dejando pasar a un joven de no mas de 25 años , alto y fornido con armadura del castillo,este quito de un golpe al hombre sobre mi lo que hizo que este cayera al suelo, el joven se acerco a mi y me cubrió con la sabana de la cama pues mi ropa estaba harapienta y desgastada sin contar que ya estaba algo rota por el jaloneo anterior.

EL joven movió mi cabeza hacia un lado y miro mi cuello para después asentir y tomar un radio que traía en el cinturón//de esos con los que puedes hablar con más personas,no con los que escuchas música// y comenzó a hablar.

-ya he encontrado a la maharin paren la búsqueda-

con sus palabras la poca paz que me había traído su presencia desapareció y lo mire con angustia.

-pero que dice? yo..yo no soy la maharin solo otro ciudadano le agradezco que me haya ayudado pero..-

-su alteza no trate de engañarme la marca que tiene en su cuello deja todos mis cuestionamientos a un lado , por favor permanezca tranquilo hasta que me den las ordenes para proseguir-

marca en el cuello?...no yo solo tenia una en el brazo y en la ingle no el .....me lleve una mano al cuello y entendí como el otro hombre me había reconocido no sabía en que momento me habían echo esa marca pero descubrí su existencia de la peor manera.

la radio del hombre volvió a sonar y al instante reconocí esa voz del otro lado de la linea no era nada menos que el pelinegro quien sonaba alterado y preocupado,pidió nuestra ubicación y al saberla menciono las típicas"cambio y fuera" para después silenciarse.

no pasaron ni 10 minutos cuando la puerta nuevamente se abrió de golpe dejando ver a nanamune quien me observo a mi y luego al hombre el cual estaba inconsciente y esposado con el guardia a lado.Me miro atentamente y comenzó a acercarse.
~SULTÁN~
Desde que salí del palacio me había concentrado en buscar al chico pero la tierra parecía habérselo comido,mi corazón a cada segundo latía mas rápido de la preocupación y si algo le había pasado? estaba molesto eso que ni que, sin embargo si algo le ocurría mi furia se iría solo para albergar un sentimiento más solido de preocupación.

Cuando mi radio sonó y se dejo oír el aclamado aviso que tanto deseaba escuchar al instante conteste y pregunte la ubicación "mesón arabic" apenas supe eso salí galopando lo más rápido que el pobre animal podía, llegue en menos de 10 minutos y al entrar al meson todos los presentes hicieron un reverencia exagerada y al unísono dejaron salir un recibiento de alto respeto,no devolví el saludo y subí directamente a la habitación en la que según el guardia estaba mi Maharin.

Al entrar al instante vi a mi pequeño rubio sobre la cama y medio cubierto con una sabana mientras en el piso yacía inconsciente un hombre de cabello castaño oscuro casi negro esposado y custodiado por uno de mis hombres,me encamine hacia la cama,el chico retrocedió hasta pegar en la pared y lo tome de la muñeca con algo de brusquedad , lo obligue a acercarse,tire de la sabana y se la arrebate de las manos fijándome en su ropa rasgada y con partes rotas,apreté los dientes con notorio enojo debido a las marcas y rasguños que el chico tenia, ese maldito imbécil se había atrevido a tocar a mi esposa,ordene lo llevaran a la prisión del palacio y sin mas jalé al chico para que saliera de la cama,todavía tenia que arreglar cuentas con él pues no dejaría pasar esto por alto.

-Shiro! vámonos- el ojiazul comenzó a temblar y por el miedo no se movió sin mas remedio lo tome en brazos y lo cargue ya quería regresar al palacio.

al bajar de nuevo al piso principal toda la atención fue dirigida hacia nosotros no tenia ningún interés en dar explicaciones o decir palabra alguna siendo sincero no decía nada pues de hablar comenzaría a gritarle a shiro y no pensaba hacer una escenita, salí del mesón y me subí a mi caballo sentando a shiro de lado y apresandolo entre mis brazos este no decía nada y gimoteaba débilmente.

En menos de 20 minutos ya estábamos frente al muro del palacio el cual dejo caer la pesada puerta permitiéndonos entrar,bajé del corcel cargando a shiro y sin decir nada simplemente camine a la habitación a cada paso que daba sentía como mi sentimiento de furia crecía de cierta manera ansiaba llegar a mi cuarto y corregir a mi esposa,le daría una lección para que jamas lo volviera a intentar.

Al llegar a mis aposentos tire a shiro sobre la cama y cerre la puerta para después dirigirle una mirada seria y de enojo que hizo que el chico se estremeciera.

-Sabes lo que pasara ahora verdad?-pregunte conteniendo me.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

dejen reviews! 

y evitense las malas criticas que no me ayudan mucho y las termino borrando, no por que no las acepte sino por que no puedo darles gusto a todos.


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