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¿Cómo enamorarte? por cam666

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Capítulo 2.

Era lunes,iba caminado apresuradamente a su colegio, como casi todos los días iba atrasado, al menos tenía suerte de no tener que viajar mucho, el colegio le queda a unas cuadras de su casa, pero era inevitable que se quedara dormido y llegará tarde.

El viento soplaba fuerte y hacia revolver su pelo pegándolo incómodamente a su cara, esa era una de las únicas molestias de tener el pelo un poco más largo de lo normal, detestaba tener que estar peinándose a cada rato por culpa de viento.

Estaba haciendo mas frio de lo normal pero bueno, se estaba acercando el otoño y eso le ponía increíblemente feliz. Para él no había nada terrible que pasar días muriendo de calor sin sentir ganas de hacer nada.

Eran las casi las ocho de mañana y le faltaban tres minutos para llegar a tiempo. Se daba ánimos y se puso a correr, aunque en el camino chocó con un par de personas y se limitaba a gritar “lo siento” y seguir corriendo, cruzó una calle. Solo unos metros más para llegar a la entrada y exactamente un minuto para que tocara el timbre de clases.

-buenos días señor Dixon-dijo en tono antipático el rector Wright, que se encargaba de recibir a los alumnos todas las mañanas-llegé a tiempo… por poco y ya le suspendiamos.

-eh… si, buenos días-le respondió el castaño desesperado-si me lo permite debo ir a clases.

El hombre asintió con recelo y el joven corrió a su clase antes de que llegar el profesor de química.

Se sentó junto a la ventana (como siempre) sacó un cuaderno y un lápiz, afortunadamente no había nadie sentado junto a él, no quería que Alex le interrogara a primera hora del día sobre por qué había estado todo el fin de semana extrañamente nervioso.

Buscó en el salón a Norah, ella era algo así como su amiga, aunque su relación no era como la de una amistad. Si él necesitaba algo le pedía ayuda a ella y viceversa, y alguna que otra vez mantenían una charla “prolongada”.  Norah era una chica bastante agradable e inteligente, también linda, no lo negaría pero estaba totalmente fuera de su interés. La vio charlando con una chica, no recordaba su nombre pero era lo de menos.

-Miller-llamó Cameron a la chica, usualmente se trataban por sus apellidos.

Norah levanto la miran en busca de quien la llamaba y captó su atención en Cameron y este le hizo una seña para que se acercara. Le dijo algo a chica y fue con el castaño.

-Dixon… ¿qué pasa?

-yo estoy bien, ¿y tú?

La chica entornó los ojos de fastidio.

-ya, enserio ¿qué quieres?-insistió.

-¿podrías prestarme tus apuntes de química? Odio esta clase y todo lo que consigo hacer mientras el profesor habla es dibujar-pidió el chico con desinterés.

-claro, luego te paso mi cuaderno.

-gracias…

Norah hizo un ademán y se marchó.

Suspiro aliviado y se estiró en su puesto, apoyo su cabeza en sus manos y cruzpo las piernas, dio un bostezo y cerró los ojos esperando a que el profesor llegara. Sus compañeros de clase charlaban relajados de lo que hicieron el fin de semana.

Un golpe en su frente le hizo sobre saltarse e incorporarse rápidamente. Era Alex que lo veía con semblante divertido, se sobo con la mano izquierda su frente y miro al chico con el ceño fruncido mientras este dejaba su mochila en meza de al lado y, prácticamente, se tiró en la silla.

-enojado desde temprano… eso no está nada bien, pero es lunes, no te culpo-ironizpo el chico trigueño.

-¿Quién no se enojaría cuando un idiota que golpee sin ningún sentido, sin siquiera saludar?

-¿Idiota? ¿¡Yo!? No sé de dónde saca esas cosas, soy la persona más inteligente en este salón.

-¡Ja! Ya quisieras ¿no?

Alex hizo una mueca y el castaño rio.

Justamente cuando Alex quería decirle algo importante, se dignó a aparecer el profesor química, con de quince minutos con retraso, haciendo ilusionar a sus alumnos pensando que ya no llegaría y tendrías más de una hora libre. El hombre saludo a los jóvenes desde su escritorio y estos le devolvieron la palabra, pero con desgano.

 

 

-odio química-bufó Alex luego de que el profesor diera por terminada la clase y saliera del salón-no puedo entender como hay gente que comprende esta mierda…

-bueno, hay personas que son buenas para eso, y hay otras que no… y ahí estamos nosotros.

-tienes razón- dijo el trigueño riendo-¿vamos afuera?

Cameron hizo una mueca de desgano y se abrazó a la mesa.

-¡por favor! Son solo diez minutos Camaroncito… por favor.

-no me digas Camaroncito-gruñó Cameron-eres patético y no pienso salir, estoy cansado, déjame descansar un rato, tuve que correr todo el camino y…

-no es mi culpa que te quedaras dormido-interrumpió Alex-Camaroncito-hizo puchero.

-sabes que esa mierda de cara de perro no funciona conmigo, a veces te compartas como una chica…

Alex soltó una fuerte carcajada atrayendo las miradas de los demás jóvenes que estaban en el salón.

-cree, soy mil veces más masculino que tú y sabes que hago eso solo para molestarte. Camaroncito-dijo haciendo énfasis en el apodo.

El castaño lo miró con una expresión un poco sorpresiva ante el “desafío” de su amigo, negó con la cabeza y se recostó en la mesa apoyándose sobre sus brazos.

El mayor motivo por no querer salir de la sala era Daniel, sería totalmente horroroso encontrarse con él en estos momentos, luego de su declaración y que el chico de ojos celeste se hubiese ido sin que le digiera nada al respecto, le hizo casi explotar en nervios y miedo. Y no sabría cómo reaccionaría si se encontrara con Daniel en un pasillo o en patio, sería muy vergonzoso y Alex querría saber que le sucedía, realmente le extrañaba que no le preguntara de su actitud el fin de semana pasado.

-no voy a salir, no quiero-dijo Cameron, miro a su amigo dando por finalizada la conversación.

Alex suspiró.

-detesto cuando haces eso-dio medio vuelta y se fue.

Cameron se sintió un poco aliviado de que el otro chico le dejara de insistir, no tenía planeado salir del salón hasta que tocara el timbre para volver a casa. Incluso trajo comida que había preparado su madre ayer para no tener que ir al comedor y asi poder quedarse en la sala.

 

 

Ya era la hora del almuerzo, la profesora de matemáticas se había ido hace ya un rato y Camero se encontraba comiendo arroz frio y una hamburguesa también fría. Como en los recesos anteriores Alex le insistió en ir al patio sin mayor resultado y ya se estaba empezando a molestar.

Estaba mascando tranquilamente un trozo de hamburguesa, mientras veía por la ventana, cuando vio a un pelinegro de notable ojos claros caminar seguido de dos chicos bastante altos, que tenían sonrisas macabras plantadas en sus rostros. Uno de los chicos tomo al pelinegro e hizo que callera de cara al suelo. Camero se levantó por de un salto por instinto y reconoció que era Daniel.

-¿pero qué mierda?-susurró, luego de ver que el otro chico le diera una patada al chico.

Dejo su almuerzo sobre el pupitre y corrió para auxiliar al chico. Corrió por el pasillo, las escaleras y salió a una parte alejada del patio del colegio que era donde estaban maltratando a Daniel. Como siempre que corría por algún lugar cochó con un par de personas, e incluso estuvo a punto de tirar a una chica que se le cruzo por el camino.

Cuando llego a su destino, estaba jadeando por correr lo más rápido que le permitía su cuerpo. El mismo chico que le dio la pata estaba a punto de plantar su puño en rostro de Daniel, el cual no parecía tener expresión.

-¿qué mierda están haciendo?-dijo Cameron levantando la voz.

Tres miradas se posaron en un enojado castaño que camina rápidamente al chico que iba golpear a Daniel. Iba a agarrarlo del cuello de la camisa pero el otro se lo impidió tomandolo del brazo e impulsándolo para atrás.

-no vengas a jodernos la diversión idiota.

-¿y desde cuándo golpear a otros es diversión?-preguntó Cameron incrédulo.

Se dio vuelta y golpeó al chico que lo tenía agarrado, dandole un certero en la nariz.

-¡mierda!-exclamó Cameron, se sacudió la mano debido al dolor que cuaso el golpe en sus nudillos, y el chico se agarró la nariz soltando un quejido de dolor-suéltalo ahora si no quieres quedar peor que este idiota-le dijo a el chico que tenía Daniel sujetado del bracol

-oblígame-le reto.

Mientras que Daniel contemplaba la situación un poco sorprendido ante la aparición del castaño y que le defendiera tanto. Entendía que al chico le gustaba pero ¿Cómo se había enterado de que estaban a punto de darle un golpiza? Simplemente no podía evitar pensar que era una especie de psicópata amateur.

Camero frunció el ceño ante la respuesta de desafío del chico. De dos grandes zancadas llegó hasta él, tomo el brazo con el que tenía agarrado al pelinegro haciendo que le soltara, lo cogió del cuello y de un forma rápida le dio un golpe una patada en su estómago haciendo perder el aire al muchacho seguido de un puñetazo en su mandíbula. El chico cayo de bruces al suelo haciéndose bolita.

Daniel seguía miro a Camero y este lo arrastro sin preámbulos del abrazo. El pelinegro aún sorprendido ante esta acción se quedó sin mover ningún musculo, dejandose llevar.

-¿estás bien?-le pregunto a Daniel.

-eh… si.

Cameron se mostraba más aliviado aunque seguia preocupado por el estado de Daniel, tambien sentía que su reacción no fue la mejor. Su padre siempre le decía que era mejor solucionar las cosas con palabras, pero a veces resultaba ser muy impulsivo, como en este caso. Pero más le importaba saber qué pensaría Daniel luego de comportarse tan… ¿Cómo decirlo? Salvajemente ¡qué vergüenza! Ahora Daniel tendrá una mala imagen de él.

-lo siento, eh… yo no quería reaccionar así, pero ellos…-Cameron en esos momentos no era más una bolsa de nervios parlante.

Soltó a chico de ojos claros y se dio media vuelta, dio un par de respiraciones profundas intentando calmarse. Un silencio incomodo reino en el lugar poniendo al castaño aún más nervioso. Se volteó a ver a Daniel, que lo miraba expectante, como si estuviese analizando lo que acaba de ocurrir.

-¿Cómo te enteraste que yo…?-Daniel no supo cómo terminar su pregunta.

El castaño lo miro un poco sorprendió ante su pregunta.

-eh… yo estaba almorzando mirando por la ventana y los vi pasar-respondió con algo de vergüenza.

-ah…

Los chicos que querían golpear a Daniel se habían ido pero ni uno de los dos se había percado de eso, ya que el peligreno estaba concentrado pensandoen  la situación y Cameron estaba muy nervioso.

-¿Por qué siempre estás tan nervioso?-le cuestionó Daniel de forma sorpresiva.

Cameron sintió como se iba toda su sangre a sus rostro. No esperaba para nada una pregunta como esa. Pero creía que era bastante obvia la respuesta. Era totalmente inevitable sentirse asi ante la presencia de Daniel, su mira fría e impenetrable mirándolo a él… solo pensar en eso las piernas le temblaban de una manera increíble. No sabía cómo responderle.

-eh… yo-su voz se oía despacio-bueno, tú ya saber… tú me gustas… supongo que es eso ¿Quién no se pone nervioso cuando tiene en frente a la persona que le gusta?-dijo haciendo una mueca.

-supongo que tiene razón.

Los dos chicos se quedaron ahí, parados por más de un minuto. Mientras Daniel miraba fríamente a Cameron, este otro simplemente no se movía porque sentía que sus piernas estaban como gelatinas, con cualquier de paso podría caerse y pasar la mayor vergüenza de su vida.

-bueno, yo me voy-dijo Daniel haciendo un gesto con su cabeza-no vemos.

Como la última vez Camero se quedó plantado ahí sin alcanzar a decirle nada, simplemente viendo cómo se iba. Se sentía un completo idiota.

-¿por qué mierda lo hice de nuevo?-se Cameron dándose un golpe en la cabeza-Cameron Dixon, eres oficialmente el tipo más jodidamente idiota del mundo.

 

Notas finales:

He decidido tratar de actualiza un capitulo por dia, tal vez el fin de semana me den las ganas de arreglarlos todos, pero no lo creo. Luego de terminar con eso comenzaré a subir capitulos nuevos.


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