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Tengo ganas de ti por nessie31

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Notas del capitulo:

Debo admitir que me extendi bastante en este capitulo, lamentablemente no podia dividirlo en dos o perderia toda la emocion que se reunio a lo largo de el capitulo.

R +18

 

Capítulo 1

Otro error

 

Zoro POV

 

-Vamos Zoro, ella es la indicada!, puedo sentirlo aquí!- grito Luffy señalando su pecho.

-No hay nadie mejor que ella, yo ya la vi y tiene buen cuerpo- dijo Ace alzando las manos y moviéndolas en el aire de manera que formara la silueta de una mujer-

-Incluso trabajan en lo mismo, solo que ella está en otra estación de policía y tiene otro rango- dijo Nami mientras bebía de su taza de café.

-Lo más importante seria de que incluso tienen gustos similares, le gustan mucho las katanas, tendrán temas de que hablar una vez la conozcas- Robin se metió a opinar, algo que no dejaba de sorprenderme, incluso esta mujer se esforzaba por buscarme pareja.

-Y ella quiere conocerte- volvió a hablar Luffy.

Me pase la mano por la frente con frustración, ya llevábamos una hora y media con el mismo maldito tema y no desisten.

-Creo que esta vez hemos elegido bien, todos la aprobamos- hablo esta vez Ussop un poco tímido- a Kaya le agrada, creo que se conocen, ella seria un buen complemento para nuestro grupo de amigos, Zoro.

-¡Agh! ¡Está bien!, solo dejen de molestar con el tema, ¡iré!- bufe ya agotado de esta conversación- pero si ella sale igual de loca que el resto de las citas que ustedes han organizado, me ire de ahí y no quiero que sigan jodiendo con salir con alguien más, ¿entendido?.

-Ya verás que no te arrepentirás!- grito Luffy triunfante.

- Tendré que comprarte los mejores chocolates que he probado!, esta es una ocasión especial!- exclamo Chopper totalmente emocionado brincando sobre el asiento.

-Yohohoho!!, si todo sale bien tendrás ya compañía en la boda de Franky y Robin.

-Podemos inclusive llevar de compras a tu novia!- Nami decía emocionada.

-Y cuando se casen yo te organizare la despedida de soltero- Ace me codeo de manera amistosa mientras giñaba el ojo  soltaba una carcajada.

-Dejen de hablar de eso, todavía ni la conozco y ya están dispuestos a casarme con una extraña- me queje irritado.

-Ya verás Zoro, esta vez todo saldrá bien- Luffy se ríe en voz alta mientras me palmeaba la espalda, alzo su copa- por Zoro! Y que su cita sea todo un éxito para tener una nueva nakama!

Mire con frustración como todos levantaban su copa y suspire bebiendo de la mía negando ligeramente.

En que me he metido.

_______________________________________________________

 

Para mi mala suerte, Luffy había hablado con mi jefe , Koshiro y este me había dado todo el fin de semana libre de ayudarlo en su dojo para poder prepararme bien para esa jodida cita.

Como siempre empezó el ritual desde muy temprano, Nami y Vivi invadieron mi departamento sin previo aviso, sin molestarse en darme mi espacio entraron a mi habitación haciendo bastante ruido en lo que buscaban en mi closet ropa aceptable para la cita, algo inútil, ellas siempre terminaban comprando algo nuevo.

-Levantate ya Zoro- escuche el grito exasperado de Nami.

-Te compramos algo lindo para esta noche- escuche a Vivi.

Con pereza me senté en la cama y las mire, Nami esta junto a la cama con los brazos cruzados mientras Vivi rebuscaba cosas en una maleta que había en el suelo, la cual no era mia.

-Ve y báñate, empezaremos a arreglarte, Chopper vendrá en cuatro horas a traer el regalo para tu futura novia y Franky estará aquí en la tarde, te ayudara a llegar al restaurante, Luffy se esta asegurando de que esta vez la chica si llegue a tu cita.

Rodee los ojos con fastidio y termine levantándome de la cama, bostece con pereza mientras caminaba más dormido que despierto, tome ropa del suelo y me fui hasta el cuarto del baño. Cerré la puerta a mis espaldas, me desvestí y camine hasta la regadera de la habitación; el cuarto de baño es lo bastante grande e iluminado, de un estilo ligeramente oriental, esta el lavamanos doble a la derecha de la puerta, delante de este está un mueble repleto de toallas o cualquier cosa útil para el baño, junto a este esta el inodoro y aun lado esta  la gran bañera que cuenta también con una regadera.

Una vez en está, tome una buena ducha cliente para despertar mejor, sali vistiéndome con unos simples pantalones de deporte y una playera blanca.

-Ya era hora, anda nosotras estamos preparando tu ropa, tu ve y haznos algo de comer.

-Bruja mandona- negué suspirando derrotado yendo a la cocina

-Te escuche ¡!- gritó de Nami en mi habitación, frustrado fui hasta la cocina a recalentar las sobras de los últimos días , desde aquí podía escuchar las risas de las chicas. No tarde en dejar las sobras sobre la mesa, con cansancio me deje caer al sofá empezando a comer con calma en lo que prendía el televisor.

-¡Dios mio!, a ti te hace falta reamente una mujer en tu vida, no puedes seguir viviendo de puras sobras ¡ Zoro!- se quejaba Nami

-Cuando nos presentes formalmente a tu novia tendremos que decirle de esto- ríe ligeramente Vivi

-Solo coman y ya- me queje

La mañana transcurrió así, tanto Nami como Vivi se la pasaban emocionadas, tardamos mucho tiempo en lo que ellas decidían que ropa debía usar tras vareas veces que me habían hecho cambiarme; no podía quejarme ya había aprendido la lección, Nami es una mujer muy vengativa y avariciosa, gracias a todo esto mis deudas con ella están hasta por los cielos.

Ellas terminaron eligiendo un traje, fue el primer atuendo que hicieron que me probara de unos 20 más, no las entiendo.

Chopper tardo un poco en llegar, si las chicas estaban emocionadas era poco a comparación de Chopper, él realmente estaba fascinado y emocionado.

Los cuatro estábamos en la sala, Nami y Vivi están sentadas en el sofá a la derecha de la sala, cerca de los grandes ventanales, ellas revisaban los obsequios entre risas tontas, mientras Chopper y yo estamos sentados en el sofá a la izquierda de nuestras nakamas, justo delante de el televisor.

-¿No crees que exageras?- le pregunte mientras veía todos los regalos que mi amigo había comprado , había desde chocolates hasta bombones, de flores a libros.

-¡Claro que no!, ella será tu novia, a las niñas le gustan los detalles, ¿ verdad Nami!?- sonreí divertido al ver a el pequeño Chopper buscar ayuda de la bruja.

-Así es, nos gustan estas cosas, si ella te dice que no le gustan los detalles es porque realmente te intenta decir que le encantan y debes mimarla.

-Si que son complicadas- negué.

-Por eso todos los regalos, debes conquistarla y si todo sale bien a la mejor en unos meses ya te casas y en unos años seré tío- el rostro de Chopper se ilumino mientras hablaba.

-Te estas apresurando a las cosas- suspire revolviéndole el cabello sonriéndole de manera calmada justo cuando la emoción de Chopper empezó a disminuir.

-¿Ya no estas convencido de querer tener a una pareja estable en tu vida, Zoro?- pregunto de manera tímida inflando las mejillas haciendo un puchero.

-No es eso, claro que quiero, pero he empezado a pensar que a la mejor aún no estoy listo, tengo muchas metas y sueños que cumplir aun y de tan solo pensar y ver todo lo que conlleva una relación hace que me de cuenta de que no podre  poner todo de mi en ello, mis objetivos son otros.

-¡Pero… ella es perfecta!, yo quiero…. Nosotros queremos verte feliz – dijo decaído.

-No te preocupes por eso, todo estará bien- le sonríe dándole unas palmaditas en la nuca para dar por terminado esa conversación, voltea a ver a las chicas- y bien, ¿ya me dirán como se llama? Si quieren que este en una cita con ella, al menos debo saber su nombre-

-A eso íbamos, su nombre es Tashigi Meganne, a la mejor has oído hablar de ella, es sargento mayor en la sección G-5

-Uhm? No estoy seguro- me pase distraídamente la mano por el cabello, escuchando el resoplido de Nami y la risa de Vivi.

-Solo un consejo, se tú mismo, le gustaras no te preocupes- dice amablemente Vivi, incline un poco la cabeza en forma de agradecimiento.

Ya en la tarde Franky llego, Nami, Vivi y Chopper se fueron deseándome suerte, tome los obsequios y segui a Franky a la salida de mi edificio departamental, hasta llegar a el carro de Franky.

-Sera una cita ¡Super!- dijo sonriendo a la vez que subíamos a el carro

-Pues por lo que he escuchado, al menos no es una loca como las ultimas que me han presentado- asentí sintiéndome un tanto aliviado ante ese pensamiento.

-Super hermano!!, te deseo mucha suerte- dijo al momento que arrancaba y empezaba a manejar, escuchamos música en el trayecto del viaje, no paso mucho tiempo hasta que estaciono delante de un buen restaurante, no tan lujoso como el restaurante de la semana pasada donde conocí a ese cocinero.

-Gracias por traerme, te debo una... de nuevo- le sonreí levemente a Franky

-No es nada, ahora ve y conquistala!- me animo levantado su pulgar en alto, asentí al momento que abrí la puerta de el carro y salía de este, con unas flores y chocolates en mano, los demás los había dejado en el departamento; cerré la puerta detrás mío y camine hasta el interior del restaurante.

Era muy iluminado, pero con un típico aire hogareño, la recepción era pequeña, las paredes de color marfil y el piso de un negro que te hacia inclusive reflejarte, un sofá a la izquierda de la puerta y a la derecha un pequeño letrero en la pared, donde venían fotos de el menú, camine un poco hasta llegar a la siguiente puerta de vidrio donde una mujer ya hacia con una libreta en un mueve alto.

-Tiene reservación joven?

-Si, esta a nombre de Roronoa Zoro- asentí mientras la mujer revisaba la libreta y sonreía.

-Claro, su cita aun no llega, pase por favor, un mesero lo llevara hasta su mesa

-Gracias- entre y seguí al mesero que ya me esperaba, fuimos hasta lo que supuse era el centro del restaurante, cerca de los ventanales que daban a la ciudad, tome asiento y deje las flores al igual que los chocolates sobre la mesa.

-Desea ordenar algo de tomar en lo que espera?- pregunto de manera desinteresada el mesero.

-Un whisky- conteste con simpleza mirando el reloj en mi muñeca, había llegado a buen tiempo, mire distraídamente el panorama, no tardaron en traer mi bebida, así que mate tiempo tomando del whisky.

Escuche murmullos a mi alrededor y volteé quedándome estático ante lo que veía.

Una bella mujer, de una estatura promedio, delgada y voluminosa, llevaba un vestido rojo que se ceñía a su cuerpo, su pie es blanquecina , rostro fino cubierto por unos lentes de marco rojo y su cabello, de un intenso negro azulado. Lo primero que vino a mi mente al verla fue el nombre de …Kuina.

-Vicealmirante Roronoa Zoro- saludo educadamente la chica, me levante de mi asiento mirándole aun absorto.

-Kui… Tashigi, Sargento Mayor Tashigi Meganne- salude tomándole de la mano – es un gusto conocerla.

-El gusto es mío- sonrió sonrojada ligeramente, hice un ademan para dejar que se sentara , una vez se sentó yo igual tome asiento. Tashigi definitivamente es hermosa… y se parece a ella .- Vicealmirante Roronoa, estaba esperando nuestro encuentro con ansias.

- Solo Zoro- le pedí de manera calmada- tengo entendido que tenemos muchas cosas en común.

-Oh, si, el joven Portgas me hablo mucho de ti- apoyo su codo en la mesa y me sonrió mientras apoya su fina barbilla en la palma de su mano- ha despertado mi interés , Roronoa Zoro.- le regrese la sonrisa

-Pues ya somos dos- me incline igual hacia ella, mientras el mesero traía los menús. Esta noche definitivamente parecía prometedora.

Creo que al fin encontraron a la indicada.

Platicamos un poco de lo que nos gustaba en lo que veíamos el menú, hablamos de nuestras aspiraciones y de nuestros amigos en común.

Ya nos habían traído la comida que habíamos pedido.

-He querido preguntarte algo en toda nuestra velada- pregunto de manera timida mientras se acomodaba sus anteojos.

-Te escucho- dije dejando de comer para prestarle atención.

-Bueno… veras, Portgas me menciono que en la división en la que trabajas, te permiten portar espadas, es eso cierto?- pregunto con un extraño brillo en los ojos

-Así es, yo prefiero ir a los trabajos más interesantes con mis espadas, prefiere eso que usar armas de fuego.

-¡Vaya!- exclamo sonriente y la vi buscar en su pequeño bolso negro que tenia en su regazo, hasta sacar una pequeña libreta azul- entonces es cierto que eres dueño de las legendarias espadas, Wado Ichimoji, Sandai Kitetsu y Shusui?

Estaba sorprendido de su conocimiento, era muy raro encontrar a una chica que supiera de espadas.

-Si, así es, son mías- asentí

-Increíble, eres dueño de dos espadas de Grado Excelente y una de las espadas de Grado Supremo- decía mientras hojeaba a prisa su pequeña libreta- estoy sorprendida de que seas capaz de domar una espada tan peligrosa como Sandai Kitetsu

-Soy alguien con bastante voluntad- le explique sin más, bastante satisfecho de escucharla, podríamos pasar horas hablando de espadas y nunca me cansaría.

-He investigado un poco sobre tu técnica de combate, todo me parece bien excepto tu manera atroz de usar a Wado Ichimonji, puedo enseñarte a usar una espada de su calibre, de manera correcta- dice de manera relajada.

La mire de reojo buscando algún deje de broma en su rostro.

-¿Qué?- no pude evitar preguntar aun desconcertado por lo que había oído.

-Tienes una de las 21 O Wazamono, y la usas de una manera incorrecta e irresponsable, no puedo dejar que una espada tan valiosa como Wado sea usada de esa manera. Por eso te digo que yo puedo ayudarte con ella, te daré algunas clases o mejor aún, ahora que estamos saliendo, deberías darme esa espada, no mereces portarla.

Fruncí el ceño y la mire a los ojos

-¡ ¿Darte a Wado Ichimonji?, ¿estás loca?!- no pude evitar alzar la voz.

-¡ Pero como tu novia te exijo que me entregues esa espada!- declaro extendiendo la mano mirándome demandante.

-¿Quien dijo que eres mi novia?, esa espada me pertenece, soy digno de ella- frustrado busque dinero de mi cartera, no pensaba quedarme a seguir escuchando a esta loca hablar, Luffy… chicos lo siento pero se han equivocado!¡

La vi levantarse de la mesa.

-No eres digno, esa espada no te pertenece, ¿! Cómo es posible que la tengas ¡?- alzo la voz haciendo que todos voltearan a vernos.

Me levante de igual modo y deje el dinero sobre la mesa.

-Estas equivocada Tashigi, no sabes de lo que estás hablando, sigue diciendo estupideces, solo eres otra loca más- negué apartándome de ella.

-¿ ¡Piensas dejarme aquí sola ¡?- grito indignada.

-No pienso perder mi tiempo contigo, búscate a alguien más- le dije antes de salir de ahí totalmente molesto.

¿ ¡Quien se creía ¡?

¡Maldición to iba tan bien!

-¡Agh! ¡Qué suerte la mía ¡- me queje mientras caminaba aprisa fuera de el restaurante tomando el rumbo que iba hacia mi departamento.

¡Jamás!, nunca más dejare que me vuelvan a elegir las citas , fracaso tras fracaso, no volveré a cometer el mismo error. Estoy cansado de toda esta mierda.

Camine irritado por lo que supuse una hora, me detuve y mire alrededor sin saber dónde estaba, lo que me faltaba, las calles volvieron a cambiar de lugar.

Chasquee la lengua disgustado, mire alrededor para volver a caminar buscando algo familiar, pero no había nada, ¿ Cómo es que llegue hasta este lado de la ciudad?. El distrito de Sabaody es la zona de la ciudad que está repleta de bares, casinos y moteles.

Bueno , veamos el lado bueno de esto, estoy rodeado de bares, eso significa muchas cantinas con suficiente alcohol para desestresarme.

-No resulto tan mala esta noche- dije más calmado entrando a el primer bar que llamo mi atención, entre a el bar llamado “Bar de Shakky”.

Al entrar, vi el lugar repleto de luces de diversos colores, la gente bailaba en la pista al centro, al fondo se veía un DJ, camine un poco mirando alrededor, encontrándome junto a la cabina del DJ, a la izquierda de este estaban unos juegos de billar y vareos sofás escondidos a la vista de el público, camine hacia mi derecha.

-Ah? La entrada? – mire alrededor, había vuelto a llegar a la entrada del bar, suspire hundiéndome de hombros y volví a avanzar , esta vez sonreí al acercarme a la barra, tome asiento en unos de los bancos altos, me desate la corbata y mire  a la mujer que atendía la barra.

-Que desea ordenar?- pregunto la morena sonriendo de manera ladina.

-Dame una botella de lo más fuerte que tengas- dije de inmediato.

-¿Día pesado?- pregunto sin mucho interés mientras daba la vuelta mirando entre todas las botellas que descansaban en las repisas.

-Totalmente- murmure agradeciendo cuando la mujer dejo la botella y un vaso de vidrio delante mio, abrí la botella y no espere dando un trago de esta directamente, sentí el placentero ardor en mi garganta y suspire más relajado.

Si, definitivamente esto es lo que necesitaba.

 

Me concentre en la bebida y en la fuerte música, queriendo olvidar todo por un momento, veía de vez en cuando a la mujer que atendía la barra ir de un lado a otro, con bebidas, mire a mi alrededor, los asientos de la barra estaban prácticamente llenos de parejas , un tipo que tenia la cara contra la barra y algunos pocos que bebían celebrando mientras señalaban las pantallas de televisión que había en el extremo donde se encontraban las botellas de licor, al parecer había un partido de futbol americano.

-¿ Desea algo más de tomar?- pregunto la morena detrás de la barra , mientras la veía preparar un whisky.

-Otra botella de lo mismo- dije de inmediato después de ver que ya me había terminado la mía.

-Enseguida- sonrió la mujer, la vi ir tras el chico que estaba prácticamente acostado contra la barra- aquí está, es el último de esta noche- la vi dejarle una caja de clínex delante del chico- ¿quieres que llame a uno de tus amigos para que venga por ti?, no puedes regresar así solo.

Las cosas pasaron bastante rápido, aquel chico que estaba con la cara contra la barra se levantó al parecer protestando, pero al levantarse empujo a uno de los hombres que veía el partido y este tiro su cerveza contra un tipo aparentemente brabucón que esperaba su turno para jugar billar, supuse al verlo con un palo de billar en la mano.

La pelea empezó de inmediato, aquel tipo del billar lanzo el palo hacia el hombre que veía el partido, el cual cayó al suelo totalmente noqueado, los amigos de ambos tipos se metieron a la pelea, al parecer uno de ellos tomo de la camisa a el chico que inicio toda la pelea, lo que no me esperaba era ver lo rápido que había reaccionado y volteado para patear a su agresor.

-vaya vaya- murmure tomando un sorbo de mi bebida, de todas las personas que me podria haber encontrado en el bar tuvo que ser ese cocinero.

Sonríe levemente, estando divertido al ver a el rubio patear a vareo de los tipos que se le acercaban, dirigí mi mirada a la mujer de la bar que negaba mientras tomaba un teléfono , me levante y extendí la mano hacia ella negando.

-Yo me encargo- dije sin más , acercándome a la pelea apartando a todos los que se interponían en mi camino, no dude en golpear a un par de desafortunados que se creían capaces de enfrentarme- ¡Hey cocinero!

Lo vi golpear a un tipo que le intentaba golpear con un palo de billar de tal manera que me hacia pensar en lo flexible que su cuerpo parecía ser. Sin dudar, una vez más me acerque a él ,quiso patearme pero con fuerza y rapidez lo sostuve del tobillo.

 -Hey cocinero, vámonos de aquí- dije con firmeza, en ese momento me di cuenta que incluso la música se había detenido y todos miraban la pelea. El cocinero se me quedo viendo con los ojos entrecerrados mirándome entre confundido y extrañado.

-¿Oh? Pero si tú eres el marimo de aquella vez- dijo relajando su cuerpo así que  solté su pierna.

-¿Marimo?- fruncí el ceño mientras lo toma de el brazo- dejemos eso para después, salgamos de aquí.

-¿Qué? ¿Porque?- se quejó queriéndose zafar de mi agarre, lo ignore jalando al estúpido cocinero borracho, con mi mano libre saque mi cartera de mi pantalón y ágilmente tome vareos billetes, guarde mi cartera y deje los billetes sobre la barra mientras sacaba ahí a rastras a el cocinero borracho, lo jale hasta salir del bar, mire alrededor buscando a donde ir, no muy seguro lo jale hacia la derecha, caminamos solo unas dos calles hasta que me di cuenta que habíamos llegado a un callejón.

- Bastardo te he dicho que me sueltes!!- sentí un terrible dolor en mi pecho y no pude evitar soltar a el rubio.

-¿¡ Maldición que te sucede !?- le grite, el muy maldito me había pateado.

-¡ Esa es mi línea, marimo bastardo !- me grito mirando alrededor.

-!Te salve el culo, imbécil ¡, esa mujer iba a llamar a la policía, ¿sabes en que problemas te hubieras metido?

-¿Y eso a ti que te importa, marimo?

-Deja de decirme de esa estúpida manera, ¡Ese no es mi nombre!—no pude evitar seguir gritándole, este tipo sabe cómo sacarme de mis casillas –y  te devolví el favor.

-No me interesa saber tu nombre- reprocho dirigiendo su mano al bolsillo derecho de su pantalón, lo vi sacar una cajetilla de cigarros y un encendedor- yo no he hecho nada por ti para que me debas algo- dijo al ponerse el cigarro entre los labios y después prenderlo.

-Pues a mí no me interesa saber el tuyo, cocinero de mierda- fruncí el ceño- lo que sea, será mejor que te vayas de regreso a tu casa.

-¿Tú quién eres, mi madre? Hago lo que se me venga la gana- dijo mientras sacaba el humo por la nariz- aparte no quiero regresar- sonreí ladino apunto de burlarme de el.

-¡Los encontré aquí están!- voltee al escuchar el grito viendo a vareos tipos acercarse a la entrada de el callejón

-Maldición, nos siguieron- escuche el murmullo de el rubio, sonreí tronando los huesos de mi mano preparándome para la pelea.

-Pues ve a esconderte, estúpido cocinero, yo puedo con ellos- lo mire por el rabillo del ojo, el cocinero parecía realmente enojado.

-Como si pudieras ganarme, yo venceré a más que tu, marimo bastardo- me señalo con el cigarro ignorando como se acercaban los tipos del bar.

-Ya veremos eso- me abalance contra el primer idiota que se me acerco, golpee su quijada con fuerza, no espere verlo caer, yo ya estaba acercándome a los demás, tome a uno del cuello dándole un puñetazo en el estómago para lanzarlo a su compañero, esquive a uno de los hombres que llevaba un bate, con un movimiento rápido le di vuelta tomándolo por el brazo que sostenía el bate le hice doblar el brazo hasta escuchar un particular crujido y su grito, sin esfuerzo alguno le quite el bate golpeándolo con el en el rostro, al verlo caer solo lance el bate al suelo, podía vencerlos sin arma, eran demasiado débiles.

Mire por el rabillo del ojos a el cocinero, no pude evitar girar totalmente para verlo, estaba rodeado pero lo vi apoyar las manos en el pavimento y elevo su cuerpo empezando a girar y a patear así a los idiotas que se le acercaban. Una corriente de calor me atravesó de pies a cabeza de tan solo verlo pelear.

Golpee a un pobre desafortunado que se me acercaba, sin apartar mi vista de el cocinero de cejas rizadas, se encontraba de nuevo de pie, se movía de una manera fluida y ágil, vi como un hombre logro detener una de las patadas de el cocinero al tomarlo por el tobillo, iba a apoyar a el rubio cuando vi como su contrincante quiso torcerle el pie; no me esperaba ver como el cocinero dio un brinco con su pierna libre , su cuerpo giro de manera vertical en el aire, en medio del giro pateo al tipo que lo había sostenido noqueándolo al instante, lo vi caer limpiamente al piso sin parecer que se había esforzado al hacer semejante maniobra.

Volví mi atención a mi propia pelea derribando a vareo tipos sin dificultad alguna, de vez en cuando mi mirada se deslizaba hacia el cocinero, deleitándome con sus movientes agiles y su flexibilidad dejándome ver la capacidad que tenía su cuerpo para tomar posturas inimaginables a la hora de la pelea.

Maldición era excitante ver como pelea ese cejas risadas.

Mire alrededor verificando que no hubiéramos dejado alguno de pie o consiente, conté a todos los que había derribado y voltee a ver a el cocinero

-Gane- dije de inmediato señalando algunos cuerpos en el piso, dejando mi miraba vagar discretamente por todo el cuerpo de el contrario.

-¿Eres idiota? Es obvio que yo gane- igual señalo detrás suyo a vareos cuerpos, nos miramos a los ojos por unos segundos y ambos hablamos al mismo tiempo.

-Derribe 16- fruncí el ceño ahora si prestando atención a los tipos que el chico de cejas rizadas derribo.

-¿Qué?- volvimos a decir al mismo tiempo.

-¡Yo gane… deja de hablar al mismo tiempo que yo!- nos gritamos y al final nos quedamos callados al mismo tiempo, conté los cuerpos del lado de el cocinero y si efectivamente eran 16 igual que los míos.

Tome una gran bocanada de aire al dirigir mi vista a el rubio el cual me miraba del mismo modo mientras dejaba caer la colilla de su cigarro al piso y lo aplastaba con la suela de su zapato. A pesar de que él estaba bien vestido su ropa no se había desacomodado y ni siquiera había sudado un poco en la pelea, este tipo tiene algo.

-Hay un hotel aquí cerca- dije sin pensarlo dos veces mirándolo a los ojos.

-Al fin dices algo inteligente- dijo sonriendo ladino, le regrese la sonrisa acercándome a él al igual que él se acercaba a mí.

Sin delicadeza pose mi mano detrás de su nuca y lo atraje a mi besándolo con rudeza, apoye mi mano libre en la espalda baja de el rubio pegándolo más a mi al mismo tiempo que sentía sus manos tomarme del cabello con sorprendente fuerza; ladee el rostro al momento que deslizaba mi lengua dentro de la boca de el rubio, su sabor era exquisito y fresco, me devolvía el beso con la misma intensidad sin quejarse de que fuera brusco y eso me encantaba, no tenía que cuidar en ser delicado con él.

Escuchamos ruido junto a nosotros y nos separamos lo suficiente para ver cómo se removía uno de los hombres que nos retó, aleje mis manos de el cuerpo del contrario, sintiéndolo igual apartarse, sentí como me tomo del brazo.

-Vamos antes de que se levanten- dijo al tiempo que me jalaba con él, sonreí ladino siguiendole el paso, salimos del callejón y el cocinero camino un par de cuadras hasta que entramos a un gran hotel que parecía ser especializado en temáticas por habitación.

La pequeña recepción estaba descuidada de un viejo color rosa con vareos cuadros con ilustración bastante especifica de los tipo de habitaciones que manejan, a la derecha había un pasillo largo y un elevador, delante de la entrada principal estaba un escritorio negro adornado de vareos corazones de papel y hojas con promociones.

-Yo me encargo- me aparte del rubio y me acerque a la recepcionista – quiero una habitación - dije sin rodeos a la mujer delante mío, escuchando lo que supuse era una protesta del rubio, la cual ignore.

- Esta bien tenemos vareos tipos de habitación disponibles, ¿qué temática le gustaría?- señalo la pared detrás suya para que viera las fotos.

-Solo dame la habitación con más ambientes que tenga, no importa- dije apresurado.

-¿Seguro? Es la habitación Premium la que nos está pidiendo- dijo tímida, bufe sacando mi cartera y le puse mi tarjeta de crédito en el mostrador.

-Si esa está bien- la chica asintió torpemente, la mire impaciente mientras cobraba y me daba la llave.

-Quinto piso, habitación 2- dijo sonriendo mientras me regresaba la tarjeta de crédito – que tengan un placentera estancia en “love hotel paradise”.

No me detuve más, a prisa guarde la tarjeta de crédito en el pantalón y tome al cocinero de la cintura, empujándolo al elevador.

-¿Qué forma es esa de hablarle a una mujer?- se quejó mientras presionaba el botón para que se abrieran las puertas de este.

-Oh cállate- gruñí al tiempo que se abrían las puertas, prácticamente empuje al rubio al interior y justo cuando las puertas del elevador se cerraron tras mi espalda, vi a el cocinero de cejas rizadas  oprimir el botón de el piso al que nos dirigíamos.

Me acerque a él hasta acorralarlo contra la pared , apoye mi mano contra el barandal que estaba detrás del rubio y me incline volviéndolo a besar sintiendo esta vez sus brazos envolviendo mi cuello, lo bese con gula, mordiendo y chupando sus labios disfrutando de la sensación de nuestras lenguas rozar de manera tan erótica.

Presione mi cuerpo más al suyo escuchándolo soltar un gemido y yo un jadeo al momento que sentimos nuestras hombrías rozar sobre la ropa, el calor en este pequeño elevador aumento, la necesidad de tocarlo inicio. Lo tome de firmeza de la cadera y empecé a subir mis manos desabrochándole el saco, mordí su labio inferior disfrutando al oírlo gemir.

Sus manos bajaron por mi pecho y llegaron hasta la parte delantera de mi pantalón, entrecerré los ojos riendo ligeramente.

-Así que un chico travieso eh?- murmure contra sus labios mientras bajaba mi boca a su cuello, lamiendo su blanquecina piel.

-No dejare que seas el único que se divierta- dijo ladeando el cuello mientras lo escuchaba desabrochar el cinturón de mi pantalón, sonreí ladino mordiendo su piel buscando marcarlo, baje mis manos y lo tome de la cadera , sin pensarlo dos veces lo cargue pegándolo por completo contra la pared sintiendo como enredó sus piernas en mi cadera.

-Ah~- se inclinó contra mi oído para gemir de esa manera tan sexy, maldición su voz es tan erótica, me excitaba más de tan solo escucharlo.

El ruido del elevador al abrir sus puertas hizo que girara sin soltar a el rubio, revisé que estuviéramos en el quinto piso y camine con el rubio entre mis brazos, volviendo a besar sus adictivos labios, sin dejar de besarlo mire alrededor , el pasillo era angosto y las paredes de un azul pálido y la alfombra blanca, solo había tres puertas en todo el pasillo, uno a cada lado mío y la otra al fondo; me detuve en la puerta a mi izquierda , es de color negra y tenía un gran "2"  pintado de plateado, equilibre el peso de cocinero poniendo descaradamente una de mis manos en su firme trasero, mientras con mi mano libre tomaba la llave de la puerta y abría.

Pase a prisa cerrando la puerta de golpe a mi espalda, deje de besarlo mientras buscaba alrededor la cama sintiendo la manos de el contrario desabrochar tanto mi saco como mi camisa. La habitación era demasiado grande, había una sala en desnivel, una pequeña cocina , un balcón y vareas puertas más, abrí una puerta .

-Maldición- me queje cerrándola al encontrar un habiente de salón de clases, mire a mi alrededor y me acerque a otra puerta- tch!- esta vez era un jardín artificial. En ese momento escuche la risa de el rubio.

-Abre esa puerta- señalo una que estaba a dos puertas de distancia.

-¿Cómo diablos sabes?- le mire a los ojos mientras le lamia el labio inferior.

-¿Sera porque tiene la imagen de una cama? Si no te has dado cuenta cada puerta tiene una imagen de a que tipo de habitación estamos entrando, marimo- bufe rodando los ojos dando por concluido el tema mientras escuchaba su irritante risa.

En efecto cuando la abrí encontramos la habitación, bastante amplia, apresurado camine hasta la cama y deposite a el cocinero en la cama, lo que no me esperaba era la fuerza que sentí en sus piernas, me hizo rodar y caer a la cama de espaldas, quedando él sobre mi.

-Ya te habías tardado- lo vi sonreír ladino al momento que lanzaba su saco y camisa a algún lado de la habitación, puse mi mano en su cadera y la otra en su espalda baja mientras lo inclinaba hacia mi, el cocinero parecía impaciente , tomo mi ropa de la parte superior y me la quito lanzándola igual- no voy a dejar que tan fácilmente me domines , marimo- se inclinó hacia mí, su rubio cabello rozaba mi rostro, nos miramos a los ojos – me gusta que me dominen a la fuerza- dijo con una voz tremendamente seductora.

-Y a mí me gusta someter a los chicos problemáticos y desobedientes como tú- le respondí con voz ronca, bajando mis manos hasta su trasero, apretándolo aun sobre la ropa, le sonreí ladino , sus piernas hacían presión hacia abajo queriéndome impedir que lo moviera de su posición actual, era bastante excitante tener un reto a la hora del sexo.

Sus manos bajaron entre nuestros cuerpos y se aseguró de desabrocharse el pantalón, aproveche bajándole el pantalón y su ropa interior lo suficiente de la parte delantera hasta liberar su hombría, hice lo mismo con el mío y los junte de inmediato

-Ah!- gimió el cocinero al tiempo que yo jadeaba ante la increíble sensación , moví mi mano estimulándonos a ambos, el chico de cejas rizadas se inclino hacia mi empezando a besar el contorno de mi cicatriz que atravesaba mi pecho, me estremecí ante la placentera sensación

-Busca el lubricante- le ordene al momento que me acercaba a su hombro para morderlo, lo escuche maldecir, entrecerré los ojos al momento que lo vi extender su cuerpo para poder alcanzar la mesita junto a la cama, sin dejar de masturbarnos, puse mi mano libre en su trasero apretándolo uno de sus glúteos deleitándome ante la suavidad de su piel, mientras , al tenerlo así de cerca me dispuse a lamer y morder uno de sus pezones.

-Hm- escuche su gemido bajo y sentí su cuerpo estremecerse, sonreí ladino al sentir la fuerza de sus piernas flaquear un poco, en ese momento impulse con fuerza mi cuerpo tumbando ahora a el rubio contra las almohadas.

-Te tengo – puse mis brazos a cada lado de su cabeza mirándolo al rostro mientras movía mi cadera contra la de el contrario.

-¿Estas seguro, marimo? En esta posición me es más fácil tocarte- aclaro su punto pasando su mano por mi pecho bajando hasta mi vientre y lo sentí tomar mi hombría desde la base.

-Y a mi más fácil domarte, cocinero de mierda- baje mis manos para tomar la ropa de el rubio y se las baje a prisa , él me ayudo pateando su ropa aun lado, sin más demora hice lo mismo con mi ropa asegurándome de no dejar escapar a el cejas de dardo. Lo sentí masturbarme de manera rápida, no lo iba a dejar tomar el control, estire uno de mis brazos a el cajón ya abierto de la mesa de noche junto a la cama y tras rebuscar un poco encontré el lubricante.

Lo destape ágilmente con mi mano y tuve que apoyarme en mis rodillas para poder poner lubricante en una de mis manos.

-¿No voy a ser nada gentil, eres consciente de eso?- le dije al momento que lo veía poner una de sus piernas en mi hombro  invitándome a seguir.

-Como si fueras a lastimarme, soy fuerte, no necesito de tu gentileza- sentencio apretando su agarre contra mi hombría, mordí mi lengua para no producir sonido alguno al momento que entrecerraba los ojos.

-Te hare gritar que hasta en el otro lado de la ciudad te escucharan- sentencie perdiendo mi mirada entre las piernas de el cocinero, ¡Benditas piernas! Eran perfectas y totalmente atrayentes, con mi otra mano lo hice alzar su cintura y cadera, le coloque una almohada debajo, dándome así mas acceso a su entrada.

-Quiero verte intentarlo- me reto, alce la mirada hasta encontrarme con esos hipnóticos ojos azules, acepte el reto, deslice mis dedos hasta tocar su entrada, le acaricie delineándola para después meter de golpe dos de mis dedos.

-Ah!- soltó un grito que creó una corriente de placer la cual me atravezo de pies a cabeza, maldición su grito había hecho que me excitara más si era posible, quería entrar en él, descubrir el calor de su interior, quería escucharlo gritar, escucharlo suplicarme por más, quería romperlo, ver los límites de ese cocinero engreído.

Moví mis dedos en un inicio lento, sacándolos y metiéndolos regozándome ante los suaves gemidos que soltada, cambie el movimiento , abriendo y cerrando mis dedos preparando el cuerpo de el cocinero para recibirme, el cuerpo debajo mío se retorció sus piernas me presionaron acercándome más y más a el.

-Más rápido- dijo con voz firme al momento que movía su cadera, sonreí siguiendo la orden, aumente la velocidad de el movimiento de mis dedos hasta que creí prudente introducir un tercero- Hmm~- gimió sonrojándose con fuerza al tiempo que hecho su cabeza hacia atrás arqueando su espalda, solo moví mis dedos un par de veces hasta sacarlo nuevamente, tome el lubricante y me coloque una considerable cantidad, esturdeciéndome un poco ante la fría substancia. Tome la pierna de el rubio que estaba sobre mi hombro y bese su muslo viéndolo estremecerse, separe más sus piernas acomodándome entre ellas. Mire su rostro, sus mejillas se encontraban totalmente sonrojadas, sus labios estaban entreabiertos haciendo su respiración acelerada, sus ojos estaban vidriosos, su cabello se extendía por la almohada estando bastante alborotado.

-Que lascivo rostro- me relamí los labios, al tiempo que me frotaba contra él  jadeando impaciente.

-¡Maldición, solo entra ya, estúpido marimo!- gruño moviendo su cadera contra mi, sin hacerlo esperar más, di la primera estocada empezando a entrar en el .

-¡Agh, maldición!- gemí al ser envuelto por ese enloquecedor calor y esa increíble estreches, definitivamente el cuerpo más exquisito que tenía la fortuna de probar, sentía que podría venirme con tan solo quedarme degustando su calor .

-¡Ah!- grito aferrándose a las sabanas a su alrededor, una vez llegue al fondo el terco cocinero no dio tiempo de adaptarme a su asfixiante, pero deliciosa, estreches. Empezó a mover su cadera en círculos buscando más fricción entre nuestros cuerpos;  sosteniéndolo firmemente de su cintura me impulse, empezando a arremeter contra él con fuerza pero aun en un ritmo moderado- hm~, ¡ah!.

Él es bastante vocal, pronto la habitación fue llenada de sus exclamaciones de placer y por supuesto de las innumerables maldiciones que pronunciaba de una manera tan erótica, en definitiva el cocinero de cejas rizadas es la representación del pecado y el éxtasis. ¿Como era posible que alguien condenadamente sexy pudiera pasar de un momento a otro a adorable?.

Me incline sobre el cuerpo de el rubio, colocando mis manos a ambos lados de la cabeza de el contrario sin dejar caer mi peso sobre él, estaba sorprendido por su flexibilidad, no parecía incomodo, es más, parecía que disfrutaba esas inusuales posturas. Una de sus manos recorrió mi pecho mientras la contraria me tomaba de la nuca y me hacia inclinarme más hacia él, lo suficiente como para escuchar su jadeante respiración contra mi oído, su lengua jugo contra los aretes que tenía en mi oído izquierdo.

-Hm~ más rápido- dijo con voz firme- no te contengas- no pude evitar gemir ente el tono de su voz, lo embestí aumentando la velocidad de las estocadas al igual que la fuerza, escuchándose por toda la habitación el golpe de nuestros cuerpos y el chillido de la cama.

-¡Ahh! Maldición ¡Si!- gritó enterrando sus uñas contra mi espalda arañándome con fuerza- ¡Ahh!- busque mayor impulso, tome los bordes de la cabecera como apoyo logrando arremeter así contra el cuerpo debajo de mí sin pudor alguno, mientras sus piernas me envolvieron por la cadera.

-Agh! Dime tu nombre- le pedí mientras yo jadeaba y el gemía al alocado compas de las embestidas, lo sentí mover su cadera contrala mía, haciendo más profundas las estocadas, en ese momento él soltó un grito ensordecedor cargado de placer, lo sentí contraerse a mi alrededor y si es que era posible, el calor en su interior fue aún más abrazador –Lo encontré- murmure .

-¡Ah! ¡Hmm!- ladeo el rostro impidiéndome verlo a la cara, mientras su cuerpo se estremecía notablemente.

-¡Dime tu nombre!- le exigí esta vez, deje una de mis manos en el respaldo de la cama todavía como apoyo, baje la contraria y tome la hombría de el cocinero, empezándolo a masturbar con prisa, el placer se estaba haciendo demasiado, necesita terminar.

-¡No!- me contesto en un grito entremezclado con gemidos.

-¡Dilo!- seguí exigiéndole, lo vi echar la cabeza hacia atrás y soltar un grito completamente en éxtasis, se corrió en mi mano, arremetí un par de veces disfrutando de esa estreches que hacía casi imposible moverme terminando de correrme en su interior.

Solté el respaldo de la cama y me deje caer sobre él intentando regularizar mi respiración, sus brazos me envolvieron atrayéndome a el calor de su cuerpo.

-Tienes toda una noche para averiguarlo, marimo- dijo entrecortado, no pude evitar sonreír ante esas palabras.

Esta noche será interesante.

 

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Notas finales:

Bueno espero les haya gustado el capitulo y no se les haya hecho tedioso, estare actualizando pronto.

No duden en dejar sus comentarios y sujerencias, los tomare todos en cuenta.

Kirinatha Kou: Gracias a ti por leer mi historia, seguire esfrozandome

Crista: Tienes razon, yo en un inicio pensaba que Sanji era un mayordomo hahaha XD. Gracias a ti por leer

CaritoKunZoro: me alegra que te haya gustado mucho, con gusto te aviso , dejare mi facebook para que puedas ver de ahi mis actualizaciones XD

Pansy-Valentine6661: espero este capitulo se te haya hecho igual interesante . Gracias por leerme.

 

Cual quier cosa pueden encontrarme aqui:

https://www.facebook.com/saruhiko.fushimi.3994 

 


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