Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El tiempo a tu lado Temporada II por William Michaelis

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hoy estoy sumamente feliz!

Y por eso en viernes les regalo un cpaitulo de un fanfic mis queridas lectoras.

¡Muchas gracias por los 1013 leídos!

Un 6-Marzo-2015

COmo no les leo o les veo en unos días.

¡Feliz día de la mujer!

Aunque a las damas se les celebra todo el año, es un poco mas eespecial este día.

 

Miraba el reloj de bolsillo, marcaba la media noche y estaba seguro de su decisión, camino por un rato y se detuvo frente a su puerta, estaba ahí, se adentro en la habitación viéndole resolver sus papeles del día.

-Debería de descansar un poco...- Dijo el joven Dorian yendo detrás de él posicionando sus manos detrás de la silla.

-Estoy bien...- Escucho a su mayor susurrar y entonces lo levanto de la silla a regañadientes.

-Debería de descansar maestro...- Dijo y lo recostó en la cama.

-¿Qué haces Dorian? - Dijo al sentir el peso de Dorian a  su lado.

-Eres mi abuelo, no debería de hacer nada contigo... - Se sentó en la cadera de Spears mirándole.

-Tienes razón... - Lo miro sentado ahí, le corto la respiración al sentir como aplicaba presión cerca de su entrepierna. - Eras tan tierno de niño... - Su mano levemente intento apartarlo pero no pudo.

-Cierra los ojos...- El otro estaba bastante sumiso, demasiado para su gusto, o en verdad tenía sueño.

-Dorian, esto está mal... soy tu abuelo...

-¿Crees que eso me detuvo cuando estuve con él? Yo le quería, le quería y mucho... -Beso suavemente su cuello escuchando el leve jadeo del contrario, mientras se dejaba hacer a sus caricias.

-Maldito niño... precoz...- Le menciono deteniendo sus caricias mirando al joven con una sínica sonrisa en sus labios.

-Pero tú, tú me has enseñado que el amor puede ser más duradero...- Lo beso deshaciéndose de todas sus dudas por haber.

-No fornicare contigo si eso es lo que piensas...- Recibió otro beso que le supo a gloria, miro en aquel joven la belleza que contuvo su padre algún día. El cabello negro le hacía contraste a ese carmín mirar.

Si no fuera porque el tono de voz era diferente... todo sería igual como las veces atrás, cuando eran amantes.

-Piensa lo que quieras...- Sonrió bajando su bragueta dejándole aturdido en el instante que su mano  toco la piel ajena.

-S-Sebastian...- Dorian sonrió con complacencia, ya lo tenía en sus redes, el hombre recordaba sus años mozos con su padre y no podía estar más agradecido de ello.

La realidad se distorsiono para el adulto, viendo a su bien amado y querido ex-

Sentía las caricias que le proporcionaba su ex-novio.

-Sebastian, deberías de estar con Vincent....- Le dijo sintiendo como se detenían por completo las caricias para después sucumbir ante el placer, se sentía en la gloria por esa noche.

La mañana llego y mientras ambos cuerpos descansaban en la cama tras una pesada noche de placer, el más joven se levanto sin dejar rastro alguno de su existencia en el cuarto de su víctima.

Cargaba un dolor horrible de cadera, Spears no se había dejado someter por él, al final el había acabado con ese dolor imparable en su cadera baja.

Entrenando en la mañana y luciendo su cuerpo sin camisa, una pequeña practica en el bosque con armas a objetivos inanimados.

Escucho llegar a su maestro y se reverencio. Poseía aún el dolor en la cintura.

-Tu padre se ha quejado de tu comportamiento. - Dijo Spears a sus espaldas mirándolo seriamente para después proseguir con su interrogatorio.

-Que se queje lo que quiera, tú tienes mi custodia, no él, por ende... tú me mandas mientras que el no tiene derecho sobre mi...

-Dorian, respecto lo de anoche...- Menciono en un suspiro viendo al joven depositar sus armas con el seguro puesto.

-Lo de anoche solo quería calmar tu insomnio... No ha significado nada... - Medito sus palabras antes de decirlas, sabía que en unos días más tendría a este arrastrándose para estar con él. Fuera como fuera.

-Pero...- Musito el mayor para detener su brazo con fuerza, aquellos ojos carmín le miraban con odio.

-Dije que no... - Dijo Dorian yéndose del lugar mirando la actitud despechada de su maestro, ya lo tenía en sus manos.

Después de una ducha al entrar en su habitación miro que su padre se hallaba ahí en la cama.

-Quiero hablar contigo...- Dijo tomando un sonrojo de su parte.

-No hay nada de lo que tú y yo debamos hablar...- Dorian no le dio mas importancia y se quito la toalla de baño de la cintura, mostrando su cuerpo desnudo a la vista de su padre.

-¿podrías vestirte por favor? -Dijo hastiado del comportamiento del joven.

-Tú estás en mi habitación yo tengo todo el derecho de andar como se me plazca por esta... y con todo lo que se hallé en esta...- Sonrió de medio lado haciendo referencia al mismo cuerpo que se hallaba en la cama.

-¡Dorian Michaelis! - Le recrimino a punto de darle una bofetada, su mano la detuvo Dorian tirándole a la cama.

-Te corregiré solo  una vez con su permiso...- Sonrió y beso lentamente su cuello. - Dorian Sebastian Michaelis. - Lo beso impidiendo que se moviera.

-¡No eres digno de portar su nombre! - Le dijo quitándolo de encima al sentirse atrapado.

- Soy más digno que nadie, tengo su permiso vivo o muerto. Y recordaras estos ojos por lo que resta de tu vida... - Lo beso con pasión a lo que el Phantomhive se dejo.

-Largo de mi casa, largo de mi vida...

-Cuando crezca, espero que estés orgulloso de en que me convertí...- Se quito de encima dejándole respirar a gusto vistiendo con elegancia y preparando una maleta.

-Jamás estaré orgulloso de ti Dorian, tu padre era el único que te amaba y ahora que lo perdiste estas solo...- El moreno suspiro y rio después posando una mano en su cabeza.

-¿Quien escribió esa palabra en una de sus cartas? "El diablo beso mi cuello y se sintió bien,.." No me vengas con falsas excusas...

-¿Por qué entraste en mi oficina?

-Te estaba buscando...- Sonrió y lo tomo de la corbata. - Sabes... hay algo malo con los médicos, podemos provocar la vida y la muerte, de manera lenta o rápida...- Lamió la comisura de los labios de Ciel, mientras observaba el sonrojo de este.

-idiota... quítate... - Le reclamo incapaz de poder moverse por voluntad propia.- Dorian quítate en este instante... - Nuevamente el toque frió de sus manos paralizo sus sentidos.

-¿Que decías? Yo de este hogar no me retirare hasta hacerte mío... - Le dijo aumentando el libido de su presa.

Lo atrapo debajo de él.

Sus caricias aumentaron mientras los sonidos eróticos del otro no se hicieron esperar. Era bueno, muy bueno, mejor de lo que había sentido alguna vez. Sus gemidos se podían escuchar en la habitación y  eran acallados por la piel ajena.

-S-Sebastian...- Logro articular, con dificultad, sus manos se deslizaron a las caderas ajenas haciéndole ir más rápido. Pequeñas "alucinaciones" le llegaron al sentir la cálida semilla del otro esparcirse por sus entrañas.

-Reverénciame...- Le ordeno halando del brazo ajeno poniéndolo en sus rodillas, quería sobajarlo a tal punto donde pidiera clemencia.

Dorian lo llevo al punto del placer que había deseado hace tiempo, tenía a un Phantomhive sumiso a su merced, y sobre todo, obedeciendo sus órdenes.

Lo veía descansar pacíficamente  al lado de él, tenía hermosas facciones aún de adulto, tan parecido a su abuelo Vincent.

A la mañana siguiente no quedaba rastro de ese hombre en la mansión, se había esfumado cual polvo antes del alba.

Tenía un destino preparado, y ese no era quedarse en aquellos lares.

A su lado sostenía un maletín con papeles de la compañía, viajando en avión creía haber visto al cómplice perfecto para sus planes. Un chico de su misma edad de cabello blanco y de ojos azules.  Sería una perfecta combinación. Lo perdió de vista cuando abordo un avión. Ambos viajaban a Francia, que coincidencia.

Su sonrisa se desvaneció al ver a una madre soltera sentarse junto a él, cargando a un bebé de no más de tres meses. Miro a la ventana tratando de parecer dormido, pero la mujer sola no podía.

Le hizo pensar si en verdad estaba haciendo las cosas bien, el debía de tener una razón para si quiera odiar a su padre, tal vez... todo estaba mal... Podía quedarse viviendo una vida de riquezas antes de perderlo todo...

-¿Quiere que le ayude? - Dijo para acomodarse en el asiento, la mujer tendría su edad, quizás años más, años menos. Los ojos rojizos cautivaron a la mujer al instante.

-¿No sería mucha molestia? - Le dijo antes de ver el gesto de negación ajeno y tomar al bebé en sus brazos. - Gracias joven, se lo agradezco.

La mujer salió corriendo al baño y se quedo ahí por largo rato, el bebé en brazos de Dorian se le hacía adorable.

-Mocoso...- Dijo al ver como dormía plácidamente en sus brazos, ¿qué rayos tenía él? Era un jodido magneto de problemas.

-¿Es tuyo? - Escucho una voz proveniente del asiento de al lado, el chico de hace un rato.

-No, se lo estoy cuidando a la chica de enfrente mío...- El otro tipo sonrió y lo miro con impresión.

-¿Eres el tipo de esa empresa de armas? - Pregunto viéndolo con asombro.

-Sebastian Michaelis. - Respondió en voz baja para no despertar al crió en sus brazos.

-Ya veo, un gusto señor Michaelis. - La chica volvió tomando al bebé en brazos.

-Disculpe el malentendido joven, este no es mi asiento...

-Cuando ya me empezaba a caer bien su bebé...- Sonrió de cálida manera dándole al niño en brazos miro como la mujer se iba.

-¿Está ocupado? - Dijo el joven peliblanco para sentarse sin permiso alguno enfrente de él.

-Adelante...- Dorian le dedico una risilla de burla bien disimulada.- ¿Su nombre, lo puedo saber?

-¡Claro! Mi nombre es Derek Grey... mi padre se llama Charles...

-¿No es muy joven para estar en un avión rumbo a Paris?

-Mi padre no lo cree así...Incluso voy en un viaje de negocios, y me sorprende ver que mi cliente, esta justo aquí...

-¿porque su padre querría comprar armas a mi empresa?

-Por el mismo motivo que usted necesita comprar maquinas Señor Michaelis...

-Ya veo...- Le sonrió y dejo sus pensamientos vagar. - Le ahorrare su tiempo... en estas horas de viaje...- Saco su maletín.

-No Señor Michaelis. Mi padre no está interesado en estos tratos, tiene que ser en la sede...- Dorian desconfió de las palabras del joven enfrente de él.

-¿En serio? - Rió un poco. - Un mocoso, un mocoso como usted señor Grey, se cree mejor que mi persona, y viene a mandarme... - Tendría que ser estúpido para hacer eso.

-Tengo total permiso de escoltarle a las empresas de Francia Señor Michaelis... - Dorian rió y cuando la azafata le ofreció algo de beber le pidió algo fuera de su categoría. Simple y puro whisky.

-Eso lo veremos luego... Por el momento señor Grey, no estoy interesado en sus ofertas, su padre, su padre no sabe hacer propuestas...- Le sonrió bebiendo de un trago lo que estaba en el vaso, era consciente de la situación.

Vio al señor Grey sonreír.

-Dulces sueños, espero recapacite su opinión. - Dorian se quedo dormido a vista del peliblanco lucía muy bien.

Horas más tarde el joven Michaelis despertó con los ojos vendados en una bodega.

-¡Bienvenido Señor Michaelis! - Le llamo una voz, que se le hacía de lo más estruendosa y odiosa.

-¿Quién es usted? - Respondió con toda la calma del mundo, era su segunda vez en Francia desde que había nacido, ni si quiera recordaba la ciudad.

-Bueno, mi nombre es Charles Salomone Grey... Un gusto... soy dueño de las empresas Grey, junto con mi hijo... quien habrá conocido con antelación...

-Le mencione a su hijo que no estoy para nada interesado con su plan de negocios que usted me propone...- Frunció el seño encontrando sus muñecas amarradas a la silla.

-Lamento escuchar eso Señor de Michaelis... pero... Mi empresa está muy interesada en un nuevo proyecto... Y requiero de la aprobación de alguien cercano a la reina de Inglaterra para continuar con este.

-Escuche Señor Grey, mi punto de vista parece ser nada importante en este lugar, pero si llegamos a un acuerdo justo...-Un golpe en el estomago lo callo por completo.

-¡Vaya! ¡Ahora ya está dispuesto a razonar!

-Si usted me mata, tengo aliados que no dudarían en hacer su vida un tormento para un simple fabricador de maquinaria pesada y autos...

-¿Cree que eso es a lo que se dedica mi empresa señor Michaelis?

-Me imagine que no quería las armas solo para proyectos... Fabrica armas pesadas para el gobierno... pero en esta tierra solo hay lugar para uno... Y estaría encantado que se quitara de mi camino... Trabajar bajo mi sombra o perecer... usted decide...

-¡Que perro más bravo señor! Pero, esa ideología no es la bienvenida aquí...

-Creó que no le he dado a entender mi punto de vista...- Sonrió cegado al ver las blancas luces de donde se encontraba, miro a los alrededores viendo cajas de madera y toneles de gasolina.

-¿Y cuál es su punto de vista? - Dijo el señor Grey de espaldas al menor.

-Me gustaría saber más acerca de su proyecto... pero sin embargo quisiera negociar... con usted... necesito un coche para asuntos propios Señor, usted entenderá... ¿me he dado por bienvenido?

-Seguro, tendrá lo que usted quiera señor Michaelis, lo que usted desee... lo tendrá Señor Michaelis...

Notas finales:

Se puso jarcor...

¡Nos vemos en unos capitulos mas!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).