El tiempo había volado para aquellas personas que estaban viviendo y conviviendo con los "hermanos aliens". Habían logrado terminar el proyecto de ciencias y hacer los modelos y carteleras necesarias para la feria de ciencias. Y eso que solo habían pasado unas dos semanas. Durante ese tiempo todos empezaron a ser un poco más abiertos, conociéndose poco a poco, se estaban uniendo lazos, que en conjunto forman una gran y valiosa amistad. Así no se sentírian tan solos.
Sin embargo, los dos hermanos habían estado algo distantes, los primeros días después de que Haou recuperara parte de su memoria, fueron los peores, pero ahora estaban mejor, más en la mente de todos rondaba una sola pregunta, ¿de qué habían hablado estos dos? Quizás no se sabría tan fácilmente.
Ahora en la feria de ciencias, todo estaba recién terminado y preparado para presentar, mientras unos pocos profesores revisaban los trabajos y dando sus calificaciones; otros padres de familia miraban curiosos aquellos proyectos de ciencias que sus hijos había hecho. Aunque obviamente no todos estaban ahí.
—¡Terminamos!—gritó Jaden ya algo artado de el trabajo de ciencias. Esto, rompió con el silencio y concentración con el que estaban haciendo su trabajo.
—Buff—soltó Joey—si, al menos logramos corregir esos datos que no quedaron mal...—Añadió mientras recordaba la horrible experiencia de anoche donde tuvieron que reorganizar todo el trabajo escrito por problemas estadísticos. Fue una experiencia nada agradable por el estrés tan pesado que sintieron al manejar la situación.
Yugi sin embargo, no contesto nada, se quedó mirando el trabajo con sus nombres impresos en el. Tenía un sonrisa boba en la cara. No podía creerlo todavía. Tenía compañeros, amigos, personas en las que confiar. No podía sentirse mejor de lo que ya se sentía. Aunque, el repentino recuerdo de una pequeña situación con Yami en días anteriores le hizo borrarla.
Esa mirada después de una de las tantas charlas con Haou, aquellos ojos que reflejaban una culpabilidad absoluta. No los había podido sacar de la cabeza en todo ese tiempo. Y lo que pasó tiempo después, esa manía extraña de evitarle la mirada por completo. Sabía que algo malo le pasaba. Lo presentía. Y ese pensamiento no se había salido de su cabeza. No que había atrevido a preguntarle claro, no quería incomodarlo. Solo tendría que esperar al momento en el que él se sienta cómodo para hablar sobre ello.
Y esa voz lo sacó de sus pensamientos.
—¿Y tú te querías hacer con él?—dijo una voz gruesa y afilada que hizo que a todos los presentes les pasara un escalofrío por la espalda, mientras se dirigía hacia su compañero. —¿Es en serio? Vaya perdida de tiempo—Dijo con algo de desdén.
—¿Y tú qué tienes Kaiba?—preguntó de manera agresiva Joey con la intención de proteger a sus amigos.—¿Algo que puedas hacer sin tu preciado dinero?
—Joey...—murmuró Yugi. Seto gruñó y se acercó hasta dónde estaba el rubio y le agarró de la camiseta.
—Incluso si hiciera las cosas sin el, me quedaría mucho mejor que lo que has hecho aquí—dijo con un tono no tan fuerte pero sí bastante amenazante.
—Seto—Llamó otro personaje de la escena. Curioso personaje por cierto.
—¿Acaso quieres pelear niño rico?—dijo con mirada afilada al de los ojos azules.
—Seto—dice el otro personaje de, curiosamente, ojos azules también.
—Pelear es de perros callejeros, perro—dijo escupiendo sus palabras. Las miradas asesinas entre estos dos estaban volando por los aires. La tensión que emergía su no tan amena discusión se fundía con el sentimiento de todos. Y la estatura de estos dos testarudos, solo los hacía más jodidos e intimidades.
—¡Seto!—gritó aquel compañero que luchaba por la atención del mencionado. Este último solo lo miró con una mirada fulminante que haría helar a cualquiera. Sin embargo este no era el caso de Yusei Fudo—El profesor quieres revisar la exposición, hay que ir.
Y allí lo soltó con brusquedad e impotencia. Se retiró de la escena. Yusei por su parte solo espero a que se fuera y lo siguió con la mirada. No era el único, aparte de los demás aludidos, un tercer par de ojos azules miraban con detenimiento todo el panorama.
—Lamento que esto allá pasado—dijo una vez que se había ido, y aunque tendría que ir después, eso no evitaría que hablará con los autores del proyecto frente a el.—Él por lo general no es tan así, tal vez tuvo una mala mañana.
—Aunque no la tuviera seguiría siendo el mismo gruñón de siempre.—observó Joey mirándolo. Por los cielos algo parecía decir "NO HOMO", pero eran solo especulaciones e imaginaciones mías... So, sigamos.
—Buen proyecto por cierto—añadió.—Me parece muy interesante—dijo sonriente con una intención secreta. Joey se limitó a asentir a manera de agradecimiento. No diría nada, no tenía ganas de hacerlo realmente.
—Gracias Yusei—agradeció con educación Yugi. El aludido le realidad un asentamiento tal y como lo hizo Joey. Pero, la única respuesta que estaba esperando, era de la persona con la que quería arreglar las cosas, con la que había hecho pasar malos ratos. Había desperdiciado una oportunidad por su torpeza, no lo haría de nuevo, solo necesitaba una nueva oportunidad y tal como se lo prometió a sí mismo, no la iba a desperdiciar.
Pero el destino es algo cruel. Y en el momento más inoportuno, uno de los profesores llamó a Jaden. No había tenido siquiera oportunidad de responderle. ¡Fantástico! La única respuesta que quiere y la única que no puede oír. Se frustró internamente, pero se despidió, y se retiró del lugar para ocuparse del proyecto que hizo junto con Kaiba y Tea Garner.
—¿Soy yo o tenía una expresión algo triste?—preguntó Yugi a sí mismo en un murmuro.
—¿Eh?—exclamó Joey cuando escuchó a medias el comentario.
—Nada, nada—dijo con una sonrisa nerviosa haciéndose el que nada pasó.
—Um, me pregunto qué pasará con con Jaden, no es normal que el profesor nos llame individualmente...—sospechó Joey. Yugi pensó un poco antes de abrir la boca y responder.
—Quizás tiene problemas con su materia, digo, tal vez el profesor necesite darle algún taller de refuerzo o algo por el estilo—argumentó.
—Suena coherente—dijo el de los ojos miel.
El ambiente estaba ahora muy tranquilo, pero no faltó mucho tiempo para que la aparente paz fuera perpetrada por ese grito que los desconcertó a todos.
—¡Espera eso no!—se oyó a la lejanía. Concretamente de la voz de Yusei.
Fue entonces cuando el humo blanco empezó a esparcirse rápidamente por todo el lugar alarmando a todo aquel que estuviera presente.
—¡Salgan todos de la sala!—gritó uno de los profesores. Todos de inmediato empezaron a correr alarmados. Fue entonces cuando de golpe el humo extraño alcanzó a las fosas nasales de Yugi.
Sus fuerzas se rebajaron tan rápido que apenas pudo saber donde caer. Estaba confundido. Sentía como poco a poco algunas pisadas se alejaban. Gritos a la lejanía. Como desearía que Yami le ayudará. Pero él se había quedado en casa al igual que Haou porque no podrían salir a ver la feria ni aunque quisieran. Todo se estaba volviendo borroso poco a poco. Intentó levantarse utilizando la mesa a su lado. Lo logró. Pero al intentar pararse sin apoyo sintió como deslizaba bruscamente hacia la mesa y con él algunas cosas se caían una a una. ¿Había hecho un desastre? No lo sabía con seguridad. Solo supo que se sentía en definitiva demasiado débil y que apenas podía hacer algo.
Ese agarre lo sintió de repente. Fuerte y nada cuidadoso apretón de la parte superior de su brazo. Y de repente lo jaló. Lo estaba llevando había alguna parte a la que el apenas podía seguir el paso. Estaba cediendo a que lo llevaran a donde quieran, no podía luchar, no podía hacer nada, lo único que podía hacer era rendirse y dejarse hacer.
¿Qué más podía hacer?
Y de la nada, el agarre dejó de ejercer fuerza. Cayó al suelo como un cadáver, apenas si pudo poner las manos para evitar el impacto. Escucho pasos, pasos que se alejaban a toda velocidad. Logró alzar un poco la vista y descubrió a una persona corriendo solo para después salir por la puerta. Levantó la mano como queriendo que esa persona volviera y le diera una mano, pero en cambio, unos grandes brazos los agarraron de nueva cuenta, pero esta vez con delicadeza. Lo subieron a la espalda y allí le aseguraron los pies.
—Resiste Yug', todo va a estar bien—dijo Joey mientras aceleraba el paso del tiempo a la salida.—Todo va a estar bien.