—Y eso sería todo, procura no entrar en estrés ni dada durante estos días—dijo la voz de la enfermera a Tea, esta última por su parte sólo asintió.—Descansa un poco aquí si quieres.
—Gracias—dijo más por ser formal, que por qué quisiera. Jaden la miraba desde el marco de la puerta.
Yugi y Yusei habían tenido que ir a explicar la situación a los superiores. Él ya había tratado de ayudar al híbrido explicando que la profesora de biología lo había reclutado para un favor, y también había respaldado un poco a Yusei al explicar que no había nadie que les pudiese ayudar en el momento, ni los profesores de vigilancia. Sin embargo, tuvo que irse debido a que Tea tuvo unos cuantos problemas médicos. Sólo Jaden la acompañó porque los otros dos todavía tenían que explicar lo sucedido. A este punto, el castaño estaba un poco angustiado por los dos, sí, por el peli negro también. Él sólo había querido ayudar, y aunque rompió la puerta, no había más opciones.
—Y tú,—se dirigió la enfermera a al de ojos cafés.—creo que ya puedes ir a clase común y corriente.
—Esta bien.—respondió. Se fue sin más, ni siquiera le devolvió una mirada a la castaña. No sabía por qué, pero él sentía que era culpa suya de cierta manera. Pero nada podía hacer, Yugi era el único testigo y el mismo dijo que había sido un accidente.
Pasó por varios salones sin prisa alguna. Detestaba la clase de Historia que le tocaba. El profesor que le tocaba hacia que sus estudiantes escribieran a cantidades exageradas. Su cuaderno de dicha clase estaba algo vacío, soltó una risita al recordarlo. Después le pediría ayuda a Yugi, su compañero de clase de hace casi dos años aunque el mencionado al principio, lo entendía. Él mismo se había encargado de hacerse en invisible.
Lo bueno, es que ahora era amigo de él y de Joey.
—¡Cuidado!—gritó una vez familiar. Jaden de inmediato se tiro para atrás parando su andar y trató de visualizar con que había de tener cuidado. Una caja de herramientas justo a un costado del pasillo. Costado por el cual, el había estado caminado sin darse cuenta. Yusei suspiró de alivio. —Ten más cuidado al caminar.—le dijo a manera de regaño sin querer hacerlo. Y antes de que al castaño pudiera responder, el de ojos azules volvió a lo suyo. El castaño levantó una ceja en señal de confusión.
—Estás... ¿Arreglado la puerta?—preguntó. Yusei lo miró un poco y después volvió a lo suyo. Bien, al menos se estaba interesando un poco por él. Era un pequeño avance.
—Le dije al director que podía hacerlo...—explicó. Repentinamente sacó una puntilla sacado una expresión de asombro en la cara del castaño.—A manera de disculpa, claro.
—Ah...—vaciló.—¿Sabes arreglar puertas?—preguntó por curiosidad. Yusei no dejó lo suyo, pero se sorprendió bastante.
—¿Recuerdas que te dije alguna vez que mi padre era mecánico de Kaiba Corb?—siguió arreglando un par de tornillos sin voltear a mirar en ningún momento. Jaden asintió a pesar de ese detalle. El de ojos azules esperó un momento y después volvió a hablar.—Bueno, el caso es que trabajo de vez en cuando con él,—hizo una pausa para verificar la presión que tenía el tornillo que estaba ajustando.—hacer esto es algo... Fácil.—vaciló.
—Um... Entiendo.—dijo e hizo ademán de irse. Yusei no lo notó o al menos eso pareció.
Cuando estaba a mitad del pasillo, un murmullo se hizo presente en la boca del bicolor negro.
—Nos vemos....—suspiró tratando de no apartar su mirada del trabajo que estaba haciendo.—Jaden.
-.-.-.-.-
—Creo que ya quiero llegar a casa...—soltó Yugi de repente. Tenía la voz algo cansado, había sido un día duro. Aparte de lo que había pasado el la bodega, los profesores los habían "explotado" a trabajos y talleres. Todo el día, había sido una locura total.
—Y que lo digas...—comentó Jaden con un tono notoriamente cansado—creo que todos los profesores se pusieron de acuerdo para hacernos sufrir...
—Jaja, quizás....—dijo Yugi. Y de repente algo se le vino a la cabeza, o más bien alguien.—pero antes... ¿No crees que deberíamos visitar a Joey? No lo hemos visto en todo el día.—Dijo y acto seguido sacó su celular para revisarlo.—Y tampoco he recibido mensajes de él... ¿Crees que le haya pasado algo malo?
—Pues... Espero que no...—dijo Jaden inseguro. Volvió su vista hacia al frente mientras sacaba su celular. 0 mensajes.
—Yugi, Jaden,—los mencionados se voltearon a mirar de donde había salido esa voz. Era el profesor de matemáticas quien los llamaba desde la puerta de su salón. Pararon en seco.—¿me permiten un momento?
Los dos se miraron confundidos. Sin embargo el único que respondió fue Yugi apartado su vista de Jaden y dirigiéndola al profesor.
—Si,—miró de reojo por un momento al castaño para asegurarse de su respuesta.—supongo que no hay problema.
Y los dos entraron.
—Por favor tomen asiento, nos tardaremos un rato.—dijo el mayor.
"¿Nos?" Pensaron los dos al tiempo. Fue entonces cuando se percataron de la presencia de la profesora de biología. Volvieron a mirase alzando una ceja de la confusión que tenían. Sin embargo, obedecieron y se sentaron en los primeros puestos. El ambiente se volvió tenso. Nadie hablaba. Parecía que los dos profesores no querían empezar a hablar de lo que fuese que fueran a hablar.
Pero después de unos segundos más de incertidumbre, una voz se alzó entre todo el silencio.
—Según tengo entendido,—empezó de manera formal el profesor.—ustedes dos son amigo de Joey Wheeler, ¿estoy en lo cierto?
Oh, era sobre el rubio.
—S-Sí, sí claro.—respondió Yugi. La seriedad del asunto les estaba aterrando un poco a decir verdad.
—Desde que entramos de vacaciones los he visto a muy unidos a los tres,—comentó apartando la mirada un poco. Esto se les hizo extraño.—Supongo que ya se han visto también por fuera de clases, por lo del trabajo de ciencias.—asumió mientras empezaba a cambiar un poco por enfrente de los alumnos. Ellos estaban un poco inquietos. Y los rodeos no ayudaban de nada.
—Bueno... A lo que queríamos llegar es sobre la...—dudó la profesora de biología.—situación familiar de Joey.—los dos mostraron en su rostro la misma reacción, asombro y confusión. ¿Qué significaba todo esto?—Joey era un alumno nuevo cómo deben saber, sin embargo el único que se vino a presentar para pagar la matrícula de ingreso fue su padre.—explicó.—Cuando se le preguntó por esto, él dijo que estaban divorciados y que por ello solo él estaba presente. Sin embargo, las políticas del colegio exigen que se deben presentar los dos padres al ingresar un nuevo alumno. Él se negó y explicó que eso no iba a ser posible debido a que su madre vive en otro país, además en un pueblo cuya comunicación con el resto de la región parcialmente imposible debido a su locación.—Yugi sintió tratado de decir que había entendido todo, Jaden en cambio apenas si seguía la conversación, oír tantos datos a la vez le aturdía en ocaciones. Sin embargo, ambos entendieron entonces un poco la situación del rubio, claro, ellos no habían hablado mucho de ello, pero de lo poco que si, se habían dado cuanta que aparentemente Joey era algo abandonado en su hogar y que por ello prefería estar afuera haciendo lo que sea. Pero eso no llevaba a ningún lado, eso era algo que el mismo chico de ojos miel les contaría algún día, ¿por qué tenían que hacerlo dos profesores un día lunes como cualquier otro? No le encontraban el sentido.
—Esto, hace que si el señor Wheeler llega a morir, la custodia de Joey quedará a cargo de su madre,—Oh... Esto empezaba a tener una muy mala pinta.—estamos seguros de esto debido a que él mismo expresó que no tenía a ningún otro familiar a cargo tampoco en una ocasión que me reuní con él.—siguió el profesor de matemáticas. Los dos alumnos se removieron algo inquietos en su asiento. Ya estaba visualizando a donde terminaría todo esto.
—Chicos,—empezó con un tono triste la mujer.—Lamentablemente... Ese es el caso con Joey...
Sus mejores amigos tuvieron reacciones diferentes.
Uno de ellos empuñó sus manos mientras sentía como una impotencia se empezaba a expandir por todo su cuerpo.
Y el otro empezaba a presentir como esa misma noche iba a ahogarse en llanto junto con otra persona a su lado.