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BackPack por electroyusei

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-¡Llegue!- dijo Joey apenas llego a casa. Como siempre ocurría no había obtenido respuesta alguna. Parecía como si le hubiera hablado al viento. Suspiro. Fue a la cocina y dejo las compras. Su maleta se movió un poco. -¿Ah? ¿Yami?- La maleta se movió más, Joey rápidamente dejo la maleta en el suelo y Yami salió pero en su forma original. De repente la baba empezó a temblar. Una mano mal formada sale de toda la sustancia y mueve los dedos. -¡¿P-Pero qué?!- La mano se metió dentro de su misma sustancia y empezó a moverse. El rubio estaba estático. No comprendía los movimientos del alíen. Por fin la mano salió. Y entonces se dejó ver el teléfono del rubio en la mano. El alíen se convirtió a su forma de copia un poco lento pero si soltar el teléfono. Miro con algo de curiosidad al otro.

-¿Puedo hacerte una pregunta?-preguntó sin quitar su mirada, además de esto se acercó uno como más al contrario. Antes de que el contrario pudiera decir algo, preguntó-¿Por qué tienes esa cara? Y más importante, ¿Qué significa?-Su curiosidad estaba saliendo a flote, no podría soportarlo por mucho más tiempo, tantas preguntas, tantas cosas nuevas por conocer, tanto que quería por aprender... Pero debía de mantener esa curiosidad un poco más callada, si no, sus compañeros podrían darse cuenta de sus acciones y las consecuencias de esto serían terribles. 

-¿Ah?-cara del rubio cambio repentinamente por una de confusión ¿Qué clase de pregunta era aquella? -¿Qué cara?

-Así se le dice a esto ¿no?-pregunto mientras se tocaba la cara, pero al intuir que el rubio no había entendido, se apresuró a explicarse- Tu cara cambia a veces, y no comprendo...

-¿Ah?-no lo comprendía todavía, el tricolor hizo una pequeña mueca, basto con un par de segundos para darse cuenta- ¡Ah! Ya, ya entendí, este... No lo sé.-dijo sin mentir, era la verdad. El porqué de las expresiones... Era algo que simplemente no tenía por qué explicarse, era algo que se sentía que se debía de hacer, algo que se hiciera sabiendo porque. Pero el problema no era eso, era que el tricolor copia lo entendiera. 

-¿Qué?-La verdad, el de los ojos carmín se sorprendió muchísimo al darse cuenta de esto. ¿Algo tan natural no tenía explicación? ¿Cómo era posible? Todo tenía que tener un porque ¿cierto?

-Pues sí, no lo sé-hizo una pequeña pausa para mirar a otro lado como si los utensilios de la cocina tuvieran la respuesta.- Y creo que ninguno de los humanos tampoco... 

-¿Por qué?

-Es algo difícil de explicar, mejor dicho ¡ni siquiera tiene una explicación! Sólo lo hacemos, no es como si tuviera que tener un por que solo... Sólo tenemos expresiones que hacemos en algunos momentos, como de tristeza, confusión, asombro, y más, pero...-se volvió hacia el alíen. Este último estaba un poco más cerca y le miraba de una manera indescifrable.- H-Hay cosas que simplemente no sabemos por qué las hacemos e igual las hacemos... -dijo esperando que el propio alíen le entendiera. Este último le miro. Y le miro. Y le miro. Hasta que su mano derecha, se posó en la mejilla del humano dejándolo entre desconcertado y nervioso. Y en el momento menos esperado ¡Puf! Ya estaba dentro de la esencia del alíen. Wow, a este le gusta mucho meterse personas dentro de sí ¿eh? (Oh tu calla -///-) Jeje jeje. Pero esta vez no se demoró un poco más que las veces anteriores. Dando como resultado un pequeño ahogamiento por parte del rubio. Cuando por fin lo soltó el otro tosió un par de veces.

-Lo siento, pero tengo que copiar todo el vocabulario y algo de conocimientos para poder entender algunas cosas que dices- Y así, por primera vez desde su primer contacto con Yugi, pudo hablar fluido y dándose a entender casi a la perfección. El contrario salió de su  shock y antes de que pudiera decir cualquier cosa, se oyó. Pasos. Y están muy cerca. 

-Oh no... -susurró el rubio asustado por lo que podría pasar. 

El otro apenas si entendía la situación. Pero antes de que pudiera siquiera hablar, dirigió su mirada al suelo. Encontrando algo con brillo se agachó para recogerlo. Una moneda caída. 

-¿Me trajiste el encargo Josep?-dijo sin siquiera saludarlo o preguntarle cómo le había ido ni nada. Así eran las conversaciones comunes con su padre. 

-Ah... S-Sí señor -dijo entre asustado y aliviado, el mesón había ocultado a Yami. Pero este a punto de pararse fue detenido por la mano de Joey en su cabeza-¿T-Te los doy ya padre?

-Pues ¿tú que crees? ¡Me he aguantado casi hora y media por que tú no llegabas! Ahora, dame mi comida que me tengo que ir.-respondió en tono imperativo. El rubio hizo lo pedido lo más rápido que pudo para no enojar más a su padre, pero sin quitar su mano de la cabeza de Yami, asiento que su padre le mirará como un bicho raro pero le dio igual, sólo quería su comida. 

Una vez se fue de la casa, Joey quito su mano de la cabeza del tricolor copia para indicarle que se podía levantar. Yami se levantó por fin de donde estaba y con algo nuevo en su mano. 

-Lo siento, es que no creo que sea buena idea que te vea. Porqué...-fue interrumpido. 

-Porque podría asustarle ¿verdad?-dijo terminando la frase que iba a decir el rubio antes que él. Había dado justo en el clavo. No obtuvo repuesta alguna.-Apropósito, tu... ¿Celular?-dijo dudando, mientras se lo tendía en frente de su pecho. El rubio simplemente murmuro un “gracias”, lo cogió y lo guardo en medio de servilletas. Su celular estaba lleno de una especie de baba.

Más tarde, el rubio cumplió con lo que dijo. Le dio a Yami ropa, y adicionando interiores para que se proteja sus partes íntimas. Se tardaron un rato. Y hay que admitirlo, en todo ese corto tiempo los dos formaron una amistad. Se sentían bien el uno con el otro. Claro, no para nada más allá pero para ellos estar en la compañía del otro era confortante. 

-¡Auch!-se quejó Yami ya por fin vestido. Tenía una camiseta manga corta negra, unos pantalones azules oscuros con dos correas negras, y zapatos negros con una línea color azul oscuro justo en el medio del piel. ¿Qué? ¿Querían que dijera como esta en la ropa interior? ¡Nunca!

-¿Pasa algo?-preguntó el rubio. 

-Mi nave... 

-¿Ah? 

-Esta... En problemas, necesito ver si está bien... -dijo mirando a todos lados. 

-¿Qué? ¿Puedes sentir a tu nave? ¿Cómo?-preguntaba un desconcertado Joey.

-No hay tiempo, tengo que ir hacia donde está mi nave-dijo tratando de correr a la puerta. Pero como ya se habrán imaginado, se calló. Y se golpeó. 

-¡Yami! ¿Estás bien?- dijo el contrario mientras le ayudaba a levantarse. -No deberías de hacer eso, no tienes idea de cómo correr. 

-Pero mi nave...-dijo con evidente preocupación. 

-Tranquilo,- Y allí estaba de nuevo, una de sus ideas poco convencionales.-tengo una idea. 

 

.-.-.-.

 

Francamente, nunca había sentido algo similar. Sentirse en la cima del mundo solo porque alguien te ayuda a ser más alto es algo que todo el mundo alguna vez sintió. Sin embargo, para el tricolor copia, era más que obvió que estaba experimentando una sensación completa y absolutamente nueva, y que esta misma se sentía completamente genial. Pero, para Joey era algo cansino tener a alguien de su tamaño técnicamente amarrado a su espalda, y más si estaba corriendo a lo que más podía. 

-¿F-Falta poco?-preguntó sin mucho aliento. A pesar de que Yami era liviano, su peso y la velocidad en la que andaban hacia que el trabajo fuera sea vez más difícil mantener el paso. 

-¿Ah?-exclamo el de arriba totalmente perdido, pero recupero el hilo en breve. - ¡Ah! Sí, no falta mucho. 

Una vez llegaron a su destino, el tricolor de bajo de la espalda del rubio y este último se apoyó en sus rodillas intentando recuperar el aliento. Yami no se dio cuenta de esto, estaba preocupado por su nave. Entro sin pensar a aquel parque. A los pocos momentos se perdió en la oscuridad del parque. 

Joey levantó su cabeza para buscar a Yami y al no encontrarlo se asustó un poco. ¿Qué digo? ¡Mucho!

-¡Yami! ¡Es peligroso ir sólo! ¡Espérame!-y con estos gritos, se adentró también en el parque.

 

-.-.-

 

Allí estaba, su nave especial  estrellada en medio del parque. Vio a todos lados, no había nadie. Cuando estuvo a punto de acercarse más para revisar la nave, vio como Yugi salió rápidamente de esta y se revisaba el cuerpo. Después de un rato, suspiro y ocultó la nave espacial con lo que encontró. Acto seguido en el que se puso la capucha y empezó a caminar con la cabeza baja. De repente una persona salió de los arbustos y vio a  Yugi. Se acercó lentamente sin hacer ningún ruido. Una jeringa es alzada. No sabía por qué pero algo le decía que este humano no tenía buenas intenciones. Y el que Yugi no se diera cuenta fue la gota que colmó el vaso.

 

-.-.-

 

No supo cuando paso, ni como paso, lo único que supo fue que los pocos segundos ya había alguien detrás suyo en el suelo. Se volteó para ver a la persona que había dado el golpe y se sorprendió al verlo. Yami. Era Yami. ¿Qué cómo? ¿Qué cuándo? No tengo ni idea esta... Narración barata de mi jefe no lo específica. (¿Cómo que barata? ¡Esto es producción mía! ¡¿Por qué debería de tener valor?!) Ah, ¿Entonces es gratis? ¿No cobras nada por las personas que lo leen? (Nop) con razón estas pobre... (Oh ya cállate si cobrara por lectura nadie leería esto) Tienes razón, ¿quién pagaría por un escrito así de malo? (Cierto y más con una narradora que interrumpe a cada clímax que hay ¬3¬) ¬¬# ¿Quieres quedarte sin narradora? Por qué eso es lo que parece (¿Y tú quieres quedarte sin manzana hoy?) ¬_¬###... Bien... Voy a segur solo porque no hay manera de convencerte de que mi paga es una sandía, pero me las pagaras. Ejem. 

El hombre de la jeringa dirigió su mirada a los dos tricolores que se miraban entre sí, claro que estos combinaron rápidamente su mirada hacia el hombre. Con una fugaz mirada de los ojos azules de aquel hombre, este mismo salió corriendo con su capucha puesta y a paso rápido.

-¡Vuelve aquí!-exclamó la voz de nuestro amigo el rubio llegando a donde estaban los tricolores, al darse cuenta de lo que había pasado con el tricolor copia pensó que se trataba de algún robo o algo por el estilo. Al acercase Yugi todavía asustado da un par de pasos hacia atrás. Yami al percatarse de la expresión del original creyó que era por él y bajo la cabeza.-Oye, ¿estás bien?-Yugi retrocedió otro par de pasos.-Eh, tranquilo, no te haré daño, si no le hice daño a un alíen... -inmediatamente lo dijo se tapó la boca, había hablado de más.- ¡Q-Quiero decir..! Eh... 

-¿Alíen?-preguntó el tricolor original mientras miraba a su copia. Se extrañó que alguien más lo supiera.

-¡¿Qué?! No, no, no, no, no, no, no es un alíen, es un ser humano normal, común y corriente, no es como si la nave espacial de allí que esta oculta fuera del ¿verdad? Jejeje- río totalmente nerviosos por lo que podría decir esta persona, iba a ser muy difícil convencerlo de que no pasaba nada ¿O tal vez no?

-Pero si no es de Yami, ¿de quién es?-preguntó un Yugi algo confundido. Pero al instante se dio  cuenta de lo que había dicho. Era algo completamente erróneo decir tal cosa. 

-¿Eh?-el rubio estaba totalmente desorientado. Y este es el punto en el cual nadie sabía cómo actuar. Uno que ya lo conocía desde antes y no sabía quién era el otro, este otro estaba en lo mismo, y el alíen que no sabía cómo solucionar esta confusión. Durarán te un rato los dos humanos se estuvieron mirando desconcertados, tanto por lo que había pasado, como por lo que podría pasar. 

¡Espera! ¿Qué es lo que..? ¡Oh no! ¡La mezcla! Los componentes... ¡Reaccionan!

-¡Yugi!

Notas finales:

Bueno, ya saben, si tienen alguna pregunta, o duda, o lo que sea, pregunteme en los rws, ¡nos leemos!


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