Yami simplemente hizo una mueca de descontento, como si estuviera algo... Ash, no sé, tiene una expresión indescifrable.
-¿Y ahora que he hecho?-hizo algo muy parecido a un puchero. El de los ojos amarillos seguía con la misma expresión y los otros dos estaban muy, pero muy confundidos.-Apenas si te encuentro aquí...
-¿Quién eres tú?-preguntó el alíen opuesto.
¡Tic!
-Un momento, tu... Tú no tienes el identificador...-Los ojos de Yami estaban abiertos a tope. Al darse cuenta de tal cosa, ¿cómo no se alarmaría? El identificador no se perdía, nunca, a menos de que otro ser se lo arrancara. Aquello no era fácil, dolería muchísimo. Y no todo el mundo está dispuesto a perder ese objeto ya que es tu única identidad, tu único recordatorio de que eres de una especie. Si el, no eras nada.-"N", ¿qué fue lo que te pasó?
-¿Por qué me llamas "N"? Mi nombre es Haou. Además, ¿cómo esperas que responda tus preguntas si tu no respondes a las mías? Eso es...-paró de repente, le dolía la cabeza, una mano pueda allí. Eso solo empeoro las cosas.- ¡Agh!-se quejó. Imágenes empezaban a pasar por su cabeza, borrosas y muy incoloras. No podía soportar el dolor, era potente, agudo, y más que todo inesperado.
-¿Haou? ¡Pero si odias ese nombre! Dices que te recuerda a la época oscura, o algo así- dijo Yami con algo de incredibilidad- "N"... ¿Qué es lo que te ha pasado?-dijo con una cara de pesar. Estaba conmocionado, su hermano estaba actuando como... Espera un momento. No tiene identificador. No esta tan malhumorado. No le ha llamado ir su nombre. Todo indica a algo. ¡"N" no le recordaba!
Hay cosas que se tardan mucho en ser notadas. La diferencia mínima entre colores similares, la diferencia entre una nota mayor y una menor, diferenciar a Yami y Yugi... En fin muchas cosas, pero hay otras que simplemente se tomen que notar a tiempo. Y el mareo de Haou era una de ellas. No se pudo mantener por más tiempo en pie.
¡Tac!
Calló en el suelo súbitamente. Sin señales previas. Sin aviso. Un golpe seco. Perfecto. Pulido. Como un ataque sorpresa en el Voleibol. Nada les advirtió del fuerte golpe. Nada los bloqueó. Nada los defendió. Estaban parados allí todavía. Después de una bola que paso apenas por el espacio entre la cabeza y el cuello. Era su culpa. Por no estar atentos.
-¡Haou!-gritó el compañero del nuevo alíen, el cual estaba totalmente alterado, confundido y asustado. Yami sólo estaba asustado. Yugi no sabía cómo sentirse. Los dos asustados se acercaron rápidamente a Haou, el humano le reviso la cabeza y el alíen lo veía preocupado.
-"N"...-pronunció apenas audible Yami. Había algo que estaba mal, pero muy mal. Sí, no habían sido los hermanos que jugaban todo el día, ni mucho menos de los que se llevaban extremadamente bien, pero se habían destacado entre todas las demás parejas de hermanos por una razón sencilla, ambos estaban desarrollando emociones. Esto último hacia que ellos generarán un tipo de cariño muy muy extraño entre ellos. Esto se podía notar tan solo al escucharlos dirigirse palabra el uno al otro, la mayoría de su especie ni siquiera eso hacía. Pero Yami logro de cierta manera entender estos sentimientos mucho mejor que Haou gracias a que él había viajado más por... Por qué Haou desapareció. ¿Por qué había desparecido? Ahora que lo pensaba, si tenían tal "cariño" ente ambos, ¿por qué no se había contactado antes? ¿Por qué se había mantenido oculto de él? Nunca haría algo como eso, su hermano era siempre estaba encima suyo, vigilaba cada movimiento que su acuosa y fucsia baba cambiante hacía. ¿Por qué era diferente ahora? Algo estaba mal, muy mal.
-¡Tenemos que hacer algo! ¡Esto no es normal!- gritó el chico de ojos café. Temía por su amigo. Pensó rápido la a cosas y se fue a otra parte de la habitación buscando algo. Yami por su parte tocó la cabeza del al que él denominada "N" y cerró los ojos de manera relajada. Yugi alzarse cuenta de los que había pasado empezó a pensar en cómo disculparse por lo acontecido. No iba a ser nada fácil, primero, entraron a su propiedad, después le atraparon contra su voluntad, y ahora esto, si, estaban perdidos. Pero no era momento de lamentar, era momento ayudar, porque si no lo hacía muy probablemente la disculpa sería aún más difícil, sería como, "¡¿Hiciste que mi amigo de desmayara y no harás nada?!", bueno, tampoco iba a ser así, pero Yugi es algo (mucho) preocupado por su exterior, así que ya adivinarán como se lo está tomando el pobre chico. El tricolor original se fue con el que había saludo apenas de la habitación. Lo encontró a punto de caer por el peso que le generaba una caja roja que estaba sacando de su sitio. El de los ojos amista rápidamente corrió a socorrerle, le ayudó a estabilizarse y agarró la caja. El otro se quedó atónito.
-¿Por, por qué aún están, están aquí?-preguntó con la voz algo temblorosa, seguramente creyó que se irían ahora que tenían esa posibilidad, pero al parecer se había equivocado.
-Eso estaría mal, entre aquí sin permiso alguno, debo de disculparme...-razonó Yugi, y era la verdad, no se iría hasta disculparse correctamente por lo ocurrido. Pero lo que no sabía cómo hacer era como sacar a Yami de allí, parecía que estaba muy, muy preocupado por su hermano, aunque, ahora no estaba del todo seguro si era así o no.
-Pero... Ustedes... ¿Qué?-sólo se confundió más que en un principio. ¿Quiénes eran estas personas? ¿Por qué el otro era un alíen? ¿Por qué no huían ahora que podían?
-Ven, deja que te ayude...-dijo Yugi tomando la caja con facilidad.-Vamos donde esta Haou y Yami.-dijo caminando un poco hacia donde habían estado. El otro estaba pasmado a más no poder. Esto, esto simplemente no podía estar pasando. Las mismas personas que entraron a su casa y lo agarraron a la fuerza ahora estaban tratando de ayudarles, ¿Desde cuándo los ladrones son así? O mejor dicho, ¡¿por qué no todos los ladrones pueden ser así?!-Etto... ¿Te quedarás allí toda la noche?
-¿Qué? ¡No! Haou me necesita...-dice algo perdido. ¿Cómo se supone que alguien reacciona la gente en estas situaciones? ¡Pues yo no sé! ewe Ejem, sigamos.
-Mmm-Yugi siguió caminando con la caja roja. Esta al parecer era de primeros auxilios. Se podía notar gracias a la pequeña cruz blanca que tenía en su costado.- ¡Ah! Por cierto, me llamo Yugi Motou
-Ah...-¿Y ahora se presentaba? ¡¿Pero qué?!- Jaden... Jaden Yuki- solo respondió por inercia, no lo había pensado siquiera...
-Gusto en conocerte Jaden,-dice educado Yugi mientras seguía caminando. Jaden rápidamente y lo alcanzo casi que corriendo.- aunque no sean en las mejores condiciones, pero... Igual es un gusto conocerte.-si esta fuera una serie de Anime se le podría apreciar a Yugi una gota de sudor en el lado derecho de su frente.
-Yo... Pensé que escaparían apenas vieran la oportunidad- dijo Jaden tratando de sonar normal.
-Pues... Veraz, nosotros no queremos hacerte nada malo, es sólo que, bueno, creía que ibas a decirles a otros sobre Yami... Y bueno... ¡Waaaa! No lo sé, todo fue muy rápido. Creía que les dirías a otros sobre él y que lo alejarías de mí...-dijo completamente perdido sin saber que decir. Como ya lo había expresado antes, tenía de cierta manera un cariño había Yami. No quería perderlo. Y si eso incluía quebrantar la ley, lo haría casi sin dudarlo.
Ya habían llegado a la cocina. Pero, había algo que faltaba... Ni Yami ni Haou estaban allí. Los recién llegados se sorprendieron un poco de esto y a la vez se asustaron. Pero se tranquilizaron rápidamente pues ellos estaban en la sala. Yami estaba mirando a Haou el cual estaba en el sofá todavía inconsciente.
-.-.-10 minutos después-.-.-.-
Y suspiro por milésima vez.
-Yami... Él estará bien... Sólo lo dejaremos con Jaden y nada malo pasará...-decía Yugi halando a Yami para que se fueran. Se notaba a kilómetros de que estaba preocupado. Pero, era hora de irse, no podían quedarse en la casa del de los ojos chocolate, ya le habían causado demasiadas molestias. No podían quedarse allí más tiempo.
-Pero él, él no se ve bien.-dijo tratando de argumentar Yami, de verdad se quería quedar a ver como se despertaría su hermano. Y más que nada desearía saber por qué su hermano no tiene un identificador. Además de saber por qué no lo recuerda a él, a su propio hermano. ¿Y por qué no le pregunta a Jaden que fue lo que paso? Pues, la única razón era que no se le había ocurrido.- No quiero dejarlo.
-Yami...-Yugi levantó una ceja con una media sonrisa. No podía decirle que no a ese tono de voz, pero debía de hacerlo. Por más que le doliera debía hacerlo.- Yami no podemos quedaron aquí...
-Si quieren yo puedo darles mi número para... Para que lo puedan visitar de vez en cuando... O yo los mantenga informados...-Dijo Jaden algo nervioso.- Podrían llamarme antes de venir...
-¿En serio? No queremos ser una molestia para ti después de lo de hoy... -dijo Yugi. Lo que menos quería era estorbar.
-No, no, para nada-sonrió-, a Haou le vendría bien poder recordar.- dijo sin pensar.
-¿Recordar?-repitió confundido Yami. Su mente no estaba muy bien capacitada como para notar puntos que se conectaran. Era complejo para alguien con una mente como la suya.
-Ah... Bueno...-Jaden estaba en un aprieto. Ni sabía cómo responder ni como él lo haría- Veras, cuando encontré a Haou él... Bueno...
-¿Qué?-dijo Yami confundido. Yugi se mantenía al margen, sólo observaba. Jaden tomo aire. Era hora de decir la verdad.
-¡Haou perdió la memoria!-dijo de una sola, y rápidamente. Fue tan rápido, que, no le entendió Yami. Yugi sí.
-¿Ah?
-¿Qué? ¿Pero cómo es eso posible?-preguntó Yugi, no quería hacerlo, pero sus impulsos a veces son impredecibles.
-Cuando lo encontré él... No sabía nada. Sólo era una baba fucsia que se movía de un lado a otro...-decía algo distraído, era como... Era como si no quisiera decirlo- Me asuste cuando él me atrapó, pero me soltó muy pronto. Estaba atónito, no sabía dónde estaba o de donde venía, ¡ni siquiera sabía por qué se parecía a mí! Sólo sabía que su nombre era Haou y no más... Era extraño, casi no demostraba sentimientos y me dijo que sólo había despertado allí, y nada más.
Unos pequeños momentos de silencio por parte de los dos tricolores. Yami, todavía estaba procesando información sobre lo sucedido. Y Yugi se mantenía al margen, más que nada porque no quería intervenir. Sabía bien que era la vida personal de Yami, ¿por qué debería de entrometerse? Se debía concentrar en algo más importante, ¿y ahora qué? No sabía qué hacer con Yami a decir verdad, pero tenía que quedárselo y ayudarle con su deseo, ¿no? Por qué eso es lo que hacen los amigos, ayudarte con tus objetivos. Creía que esto sería un poco raro, y extraño, pero si ese alíen le dio la oportunidad de ser amigos, él haría todo lo humanamente posible para mantenerlo así.
-13 semanas...-murmuro Yami casi inaudible.
-¿Ah?-preguntó Jaden.
-Haou ha estado desaparecido por 13 semanas.-aclaró con una voz algo sería y un poco más grave. Se oía muy bien a decir verdad.- O al menos eso es lo que entiendo.
-Oh... Si... Un momento...-dijo Jaden pensativo. Hasta qué de repente una bombilla se le encendió en la cabeza.- ¡Pero si encontré a Haou hace como 3 meses!-Yami le miro sin entender siquiera.
-12 semanas-dijo Yugi al ver la cara de confusión de Yami, este por su parte solo se puso algo pensativo y bajo la mirada. Miró de un lado a otro pensativo.- ¿Dónde lo encontraste?
-Ah... En un bosque a pocas cuadras de aquí... ¿Por?-respondió dudando un poco.
-Mmm me parece raro... Debería ir a revisar p...-empezó a decir Yami, pero fue interrumpido por Yugi.
-¡No! ¡Eso sí que no! ¡Son como las 11 de la noche!-gritó sin pensar. Claro que le gustaba mucho andar por ahí y tener aventuras con un alíen que apenas conoces, ¡pero por favor! Ya era muy tarde y no era momento de seguir entrando en la casa de otras personas, ¡o peor aún en propiedad privada como la del bosque! Eso ya era demasiado. -¡Ya es muy tarde y tenemos que ir a casa!
-Pero...-trató de decir el de los ojos rojos.
-Yami, sé que no me conoces bien pero cuando digo no es no.-dijo voz sería. Daba algo de miedo la situación que se estaba tornando. Sobre todo porque el tricolor original le había tenido mirando anteriormente a su copia, pero ahora los papeles estaban invertidos. ¿Y de dónde había sacado tal tono el original con lo lindo y tierno que es? Pues era parte de su personalidad. Si, era verdad, él era muy indeciso e inseguro, pero cuando se tenía que poner serio, lo hacía de maravilla.
-Pero...-trató de nuevo Yami. Pero sin ningún tipo de resultado.
-Nada de peros. No vamos a casa. -se voltea hacia Jaden el cual miraba la escena de una manera algo tierna- si nos disculpas. Hasta luego Jaden, un gusto en conocerte. Perdona las molestias.-se despidió Yugi de una manera respetuosa y amigable a la vez. Y acto seguido y sin esperar respuesta, el tricolor original se volteó hacia la puerta abierta anteriormente. Cogiendo de la muñeca a su copia en el proceso. Este último dio un pequeño gruñido pero no dijo nada. Justo en este momento parecía que los dos se conocían de toda la vida.
Cuando salieron a la calle había cesado de llover. El ambiente húmedo y fresco, combinado con la oscuridad de la noche hacía para el humano un lugar perfecto para dar una caminata. Haló la muñeca del alíen para que avanzara. El de los ojos amista se encargó de cerrar la puerta, pero justo antes de hacerlo, Jaden interpuso la mano y reabrió la puerta.
-Se les olvida esto.-dijo. El tricolor original lo miro confuso hasta que notó que en su mano había un papelito con algo escrito. Entonces comprendió.
-¡Ah es verdad! Tu número...
-Jeje ya se iban a ir sin poder volver a saber mucho de Haou. Jaja- dijo divertido. Les entregó el número y se despidieron definitivamente. El de los ojos amista guardo el papelito en un bolsillo.
La pareja de tricolores caminaba tranquila en silencio. Yugi estaba algo sorprendido de sí mismo, ¿cómo es que le había hablado a Yami de esa manera? Apenas se conocieron hoy. ¿De dónde sacó esa confianza para hablarle de esa manera? Sentía ganas de disculparse por lo que había hecho. Se contuvo hasta mirada de camino. Hasta que por fin lo soltó. Se puso delante de Yami.
-¡Lo siento!-comenzó al tiempo que bajaba la cabeza y apretaba los puños.- No debí de hablarte así...
-Estabas molesto...-respondió con un murmullo.
-Sí, pero no debí...-trató de seguir, pero fue interrumpido.
-Cuando los humanos se molestan actúan sin pensar. No es tu culpa.-dijo llanamente. Esto sorprendió a Yugi. ¿Cómo lo sabía? Él solo había sido humano unas horas y ¿ya sabía algo así? Espera, ¿cómo lo supo? ¡Ni él lo sabía!
-Pero como...
-Tenemos que estudiar a la raza predominante antes de venir aquí... -dijo con voz sería todavía. Al de los ojos amista le extraño este comportamiento. Antes parecía algo perdido e inocente, ahora, era más serio y ubicado, era raro. Estaba cambiando. Y muy pronto.-Cambiando de tema, me preguntó por qué aterrizó Haou en un bosque...
-¿Ah?-había que admitirlo, volvió a cambiar de actitud, esta vez parecía alguien menos serio y algo curioso. Todo era extraño. Muy extraño. Tan extraño que no pudo escuchar lo que había dicho Yami-¿Qué?
-Yugi... Cuando se aterriza en una zona no poblada, para nosotros, es señal de una próxima invasión.
A Yugi se le olvido como respirar durante unos instantes.