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Between Blood & Betrayal por LaXy

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Notas del capitulo:

Hola, bueno he visto que le ha gustado el fic, así que he decidio seguro. 

Aclaro, puse laetiqueta de mpreg. Bueno eso saldrá hasta mucho después.

Las dejo leer ♥

Capítulo 1

 

Hoseok se despertó al sentir algo acariciar su cabello. Logrando abrir los ojos, se encontró con la tierna y brillante mirada de un bello chico de ojos marrones y de cabellos al color de una zanahoria. Al abrir por completo los ojos se dio cuenta de que su cabeza descansaba en el regazo del chico, mientras este acariciaba su cabello con la mano.

Confundido, miró a los lados. Estaba en una especie de claro, rodeado de árboles y arbustos, se encontraba tumbado entre la hierba suave mientras algunas nubes cubrían el sol y hacían el día fresco y relajante.

— ¿En qué piensas, cariño? —preguntó el chico mientras le acomodaba los flequillos del cabello atrás de las orejas. De alguna manera se sentía de los más cómodo y cálido estar así con el chico.

Con la piel pálida y sin ninguna especia de marca que arruinara la hermosa piel del chico, éste parecía una especie de estatua hecha de mármol y porcelana. Delgado y con una figura deseable, no parecía haber nada del chico que estuviera fuera de lugar.

Pero de todo eso, algo le parecía fuera de lugar. Conocía el nombre del chico, pero no recordaba haberlo visto en algún lugar en su vida. Aunque el tacto y la mirada de Taehyung se le hicieran conocidos, no ubicaba el rostro del chico.

— Nada, sólo pensaba que eres perfecto para mí, Taehyung —el chico le sonrió con amor.

—Bueno, yo pienso que tu ere el indicado para mí.

Aquello sólo logró confundirlo más.

El chico siguió pasando sus manos sobre su cabello, haciéndolo adormitarse sobre el regazo de Taehyung. Lo sintió acercarse a su cuello “Es hora de que vuelvas a mí” lo sintió murmurar en su oído antes de caer entre la oscuridad de sus sueños.

 

 

— Hoseok… — el chico se removió ante la voz chillona que osaba despertarlo de sus sueños —Hoseok… —se quejó y se giró para seguir durmiendo — ¡Hoseok! —abrió los ojos de golpe al sentir un golpe en su hombro.

Sentándose al instante en la cama, vio a su hermana con el ceño fruncido. Fulminándola con la mirada, la chica rubia no se inmutó ante los ojos furiosos de su hermano.

— ¿Qué quieres, Hara? —la chica lo observó por unos segundos antes de que se levantara de la cama y comenzara a amarrar su largo cabello en una desordenada cola de caballo — ¿Qué hora es?

— Más o menos; las 11 de la mañana.

Hoseok se volvió a quejar. Extrañamente, se sentía cansado y con el cuello adolorido de un lado. Se paseó su mano por el cuello mientras veía a su hermana fruncir su entrecejo con un poco de preocupación.

— ¿Estás seguro de que descansas bien?

— Claro. ¿Por qué la pregunta?

— Te ves cansado. Y hace un rato murmuraste algo — Hoseok frunció el ceño. Últimamente venia murmurando muchas cosas de las cuales no recordaba nada la mañana siguiente.

— ¿Qué dije esta vez? — Hara se encogió de hombros ante la pregunta. Ya no era raro para ella.

— Decías un nombre; el mismo de siempre — ella miró con atención la reacción de su hermano. Él se dedicó a observarla sin parpadear. Hara continuó —. Siempre que sueñas mencionas un nombre: V, Tae, o Taehyung. No lo sé, presiento que es la misma persona.

Hoseok se quedó callado con las palabras que salían de la boca de su hermana. Sabía que la chica era bromista, pero no podía jugar con un nombre que él conocía nada más que en sus puros sueños. Lo que lo llevó a pensar ¿Quién era Taehyung? ¿Y por qué lo proseguía en sus sueños?

 

En una hora salió de su casa para encaminarse a su empleo temporal con uno de sus amigos. Con la mañana lista para nevar, el sol se mantenía oculto entre las espesas nubes blancas. Hoseok se vio obligado a llevar una gruesa chamarra negra para cubrirse del frio.

Cubriendo la mitad de su rostro con el cuello alto de la chamarra, Hoseok se dedicaba a caminar por las vacías calles de Seúl, con las manos metidas dentro de las bolsas de la gruesa prenda, miraba a suelo como lo más interesante.

Perdido en sus pensamientos y en figurar en su mente el físico y el rostro del Taehyung que lo había estado haciendo murmurar entre sueños. Según Hara, le venía sucediendo desde mucho tiempo atrás. Las supersticiones paranoicas de su hermana le decían que tenía aquellos sueños desde que cumplió sus veintiún años de edad. Claro estaba que Hoseok no creía en aquello, pero por ahora no desconfiaba de aquella opción.

Con la mirada perdida y viendo el rostro de Taehyung en su mente; sólo que ahora visualizaba al chico con unos ojos azul pálido, casi llegando a ser blanquecino. Taehyung parecía estar a la orilla de algún rio, por la forma en que el viento batía su cabello pelinaranja en su frente.

Su atención volvió aclarando su mente cuando sintió chocar con un hombro duro como una roca, ligeramente de su estatura o unos centímetros más bajo o más alto que él. Realmente no lo sabía, pero el impacto del chico le había dolido en verdad.

Sobándose el hombro, miró al chico y quedó ligeramente impresionado por la belleza del chico. Con el cabello negro, su complexión era alta y delgada, con piernas largas y la piel blanca y lechosa. Algunos aspectos del chico le recordaron a Taehyung, aunque a su punto de vista, Taehyung seguía siendo más hermoso que el chico.

Producto o no de su imaginación, belleza era belleza, y el chico frente a él fácilmente podía competir contra el Taehyung de sus sueños. Pero descartaba aquello. No pensaba que Taehyung fuera real.

Confundido, frunció el ceño cuando vio al chico palidecer y retroceder un paso. Más blanco como si hubiera visto a un fantasma, el chico lindo comenzó a negar con la cabeza repetidas veces. Hoseok lo miró raro y se limitó a no preguntar y sólo hacer una venia.

— Lo siento — murmuró al chico antes de seguir su camino rumbo al trabajo. Si no llegaba a tiempo su amigo lo regañaría y seguramente lo castigaría por ello.

Antes de girar en la esquina, volvió a mirar a su espalda. Extrañamente el chico de cabello negro seguía allí, con la mirada temerosa puesta en otro chico, también de cabello negro azabache. Hoseok lo ignoró y siguió caminando con sus pensamientos distraídos.

A solo tres calles de llegar, se detuvo abruptamente al ver un perro enorme en medio del callejón por donde caminaba. Con el pelaje blanco y grisáceo, parecía más un lobo que un perro siberiano. El lobo gruñó antes de correr en su dirección.

 

 

Sentado en una silla gastada de madera, Taehyung se dedicaba a mirar una de las paredes de la cámara donde su padre lo había confinado. Llena de moho y acostumbrado al aroma de la humedad, Kim Taehyung parecía una estatua hecha de porcelana. El chico estaba más que acostumbrado a no moverse por unas horas. Días quizás.

Adaptado al silencio y sus ojos a la poca luz que la cámara tenía. Taehyung escuchó con claridad la puerta siendo abierta. Lejos de emocionarse, esperó a que trajeran su alimento y se retiraran. Pero al ver que la puerta no se cerraba, miró en aquella dirección.

Se sorprendió al ver a Jungkook y Jimin, ambos parados a unos metros de él.

— Hola, Tae — murmuró el menor. Taehyung lo miró con un gesto indescifrable. Se tomó su tiempo para levantarse de la silla donde parecía haber estado sentado por horas cuando en realidad pudieron haber sido unos días enteros.

— Jimin, Jungkook — su voz melodiosa carecía de emoción —. ¿A qué debo el honor de su presencia?

— Hemos venido a sacarte de aquí.

Para su sorpresa, Taehyung soltó una amarga carcajada mientras se volvía a donde estaba una cama tamaño King con barrotes negros. Había tres extrañas copas de plata al lado de la cama.

Quitando la cama King, un par de sillas, una mesa de vidrio elegante, un buró, y las copas de plata; no había nada más con que entretenerse. Jungkook se sorprendió de ver a Taehyung tan sereno. Si hubiese sido el, estaría más que loco.

— Siento decepcionarlos, pero no quiero salir de aquí y ver a Jongdae.

— Él fue quien ordenó tu salida.

— ¿Y para qué? — Taehyung estrechó sus ojos —. ¿Quiere a su hijo de vuelta? Eso jamás.

Jimin se acercó a las copas para echar un ojo a su contenido. Contuvo el aliento al ver la copa con restos de sangre seca manchando la plata. ¿Cuánto tiempo tendría aquella sangre allí? No deseaba preguntarle aquello a Taehyung.

— No toques las copas Jimin — le advirtió Taehyung. Jimin se volvió a su primo y enarcó una ceja.

— ¿Por qué no?

— Es la sangre de J-hope.

Las palabras de su primo alteraron a ambos. Mirándose con miedo, Taehyung elevó una de las comisuras de su boca en un amago de sonrisa.

— ¿Qué? ¿No lo sabían? — ellos negaron —. Pues ahora lo saben; me dieron de beber su sangre. Jongdae dejó las copas aquí para que me recordaran que mi amor por el Were. Mi traición, según Jongdae.

— Lo sentimos, Tae. No lo sabíamos.

— No importa — susurró el chico —. Si algún día los Were regresan por venganza, no dudare en lanzarles a Jongdae. Lo juro.

Aquellas palabras hicieron dudar a Jungkook. “Vive con mi odio, Jungkook” Aun podía recordar las palabras dolida del Were en su cabeza. La venganza de ellos se llevaría más que a Jongdae y algunos vampiros más. Se llevaría al mismo Taehyung. Jungkook lo sabía.

— Vamos, Tae. Te daremos un tour por el Seúl moderno.

Taehyung dudó en verdad si debía o no salir de la seguridad de la cámara. Llevaba años sin salir a la luz del cielo nocturno. Le hacía preguntarse cuánto había cambiado las cosas desde su encierro.

Antes de salir de la cámara, volvió a desviar la mirada a las tres copas vacías a un lado de su cama. Le dolía pensar en que había sido débil y había tomado la sangre de J-hope en aquellas copas.

 

— Mira, mira —Jungkook le metió en la boca un trozo de chocolate. Taehyung lo masticó y quedó maravillado con el sabor amargo y dulce del chocolate.

— Oh, sabe rico — murmuró. El menor sonrió al ver los ojos brillosos de Taehyung.

—Vamos, Tae. Es tarde y Jongdae quiere verte.

Aquellas palabras no hicieron feliz a Taehyung. No quería ver el rostro de aquella persona que lo había obligado a beber la sangre de su Were. Aún se sentía bastante sucio por haber hecho aquello.

Mientras caminaban por uno de los callejones, Jungkook miraba inquieto el lugar. Era ahí mismo donde se había encontrado con la viva imagen de J-hope. La única diferencia era que el chico de ahora parecía más reservado y con su cabello al color de un negro profundo. Su piel también se había hecho más blanca por el frio de Seúl.

Indeciso si decirle a Taehyung o no. Jungkook lo único que deseaba ahora era proteger a su primo y a el nuevo J-hope. Si no se volvían a ver, no habría necesidad de volver a pasar dolor. Sólo así los Were no tomarían venganza con Taehyung.

— Te espera una hermosa mansión con lindas habitaciones. Podrás darte un baño después…

Taehyung dejó de escuchar las palabras de Jimin tras pasar una avenida poco concurrida. Taehyung se detuvo al momento en que una pequeña ráfaga de viento golpeó sus mejillas. Llegó a su nariz el dulce aroma de almizcle y fresas, acompañado de un ligero olor a pelo canino.

Jimin paró su canturreo y observó con atención a Taehyung. Jungkook chocó con el hombro de su primo. Éste pareció no darse cuenta del golpe, el seguía mirando la calle sola que daba a un callejón.

— ¿Sucede algo?

Sin esperar, Taehyung salió corriendo por la acera. Jungkook reaccionó y se encaminó tras su primo, dejando a Jimin confundido.

Taehyung llegó corriendo hasta el callejón donde se detenía el aroma de almizcle. Alterado, buscó con la mirada alguna persona que tuviera ese mismo aroma, pero no parecía haber nadie en el callejón. En medio de este, yacía en el suelo una chamarra negra, gruesa.

Taehyung se agachó y olió la prenda. Aquello era lo que soltaba el aroma, pero estaba tibia. Como si alguien lo hubiese usado antes de tirarla en el suelo. Sólo había conocido una sola persona con ese mismo aroma.

— Hey, no corras así, ¿estás bien? — Jungkook se acercó a su primo. Tembló al ver la chamarra. Recordó que la había visto en la copia de J-hope. Aquello se complicaba. Pero aun así no diría nada a Taehyung.

Ignorando la presencia de un Were sobre la azotea del edificio, la chica yacía sentada sobre la orilla del techo, con sus manos metidas debajo de sus piernas, jugaba con sus pies en el aire mientras miraba y escuchaba la conversación de los vampiros.

—E-esto es de J-hope — le aseguró a Jungkook. Jimin se quedó hecho piedra al escucharlo. Detuvo sus pasos y miró la chamarra que Taehyung sostenía entre sus manos.

La chica abrió sus ojos sorprendida por las palabras de Taehyung, pero lo que más le sorprendió fue la reacción del vampiro de cabello negro y rostro angelical; palideció ante las palabras del pelinaranja.

— ¿Tu sabes de esto? — preguntó Taehyung estrechando sus ojos a Jungkook.

— No, yo no sé nada.

“Miente” fue lo primero que la Were se atrevió a pensar. Seguramente los dos vampiros en el callejón pensaban lo mismo sobre la respuesta del otro chico.

Sonriendo con cierto misterio. Su rostro tenía un brillo que era imposible darle un nombre. A un lado de ella apareció otro Were con cabello pelirrojo castaño y con piel ligeramente morena. La Were lo observó como si nada por unos segundos. Luego los dos miraron partir a dos vampiros.

— Taehyung jamás lo encontrará — musitó con voz airada.

— Es incierto lo que dices — respondió el Were. La chica lo miró con un pronunciado ceño fruncido —. Jamás digas jamás. Es mucho tiempo. Ahora viven en la misma ciudad. Tarde o temprano se verán las caras.

La chica desvió sus ojos de nuevo al vampiro con rostro angelical. Se puso de pie, pensando en las palabras de Were. No quería dejar de nuevo que J-hope callera en lo mismo.

— Ellos son la perdición.

Murmuró antes de irse con pasos firmes y decididos. El Were la observó por unos instantes antes de regresar su vista al vampiro en el callejón. Jungkook no había cambiado en nada desde la última vez que lo vio.

Soltó una risa ante la vista del vampiro.

— Dime algo que no sepa — le contesto, aunque la chica ya no podía escuchar sus palabras. Miró de nuevo al vampiro.

 

Jungkook tenía la mirada perdida sobre la chamarra. Estaba seguro de que era la misma que había visto en el chico. El clon de J-hope. Lo sabía. Ahora daría muchos problemas el tranquilizar a Taehyung con el tema.

Para Jungkook era mejor tener a su primo lejos de J-hope, a que entre sus brazos y en medio de una venganza por parte de los Were.

“Esta es nuestra venganza, Jungkook” escuchó en sus pensamientos. “Taehyung es el objetivo”

— Y él es mi familia — respondió con orgullo. Pudo escuchar un gruñido de advertencia.

“J-hope también era nuestra familia, nuestro hermano. Y aun así no hicieron nada para ayudarnos” le recordó. “No te equivoques. Esta venganza no es como tú piensas” corrigió. Jungkook soltó una imitación de risa.

— ¿Asesinar a mi primo, no es venganza?

“Yo sé muchas cosas tuyas, ángel” Jungkook apretó sus manos para evitar que estas temblaran.

— ¿A sí? ¿Cómo cuáles?

“Tú ya has conocido a la reencarnación de J-hope”

Jungkook tembló notoriamente. El Were sonrió ladinamente cuando vio al vampiro buscarlo de un lado a otro, mirando cada esquina de los edificios.

— ¿Cómo lo sabes?

“Yo conozco muchas cosas” respondió. Jungkook podía jurar que el Were estaba sonriendo y burlándose de él. Aquello lo hizo molestar. “Sé que le mentiste a tu adorado primo”

— Deja de joder mi cabeza. Y yo sólo quiero protegerlo de todos ustedes.

“¿Quiénes comenzaron esto? Dime Jungkook, ¿Quién de las dos razas asesino primero?”

— Sólo dime que quieres.

“Yo no quiero nada de ti” Ouch, aquellas palabras lograron herir al vampiro. Mordiéndose el labio inferior, Jungkook se obligó a no mostrar emoción de dolor en su rostro. “Esa expresión tuya casi me hace pensar que herí tus inexistentes sentimientos”

— Fuera de mi cabeza — le advirtió en voz alta —. Sal de mi cabeza, bestia. Aléjate de mí.

El Were alzó su mentón con orgullo. Metió su mano entre las ropas y sacó un collar con un colmillo. Lo jaló de su cuello, rompiendo la cadena y lo sostuvo en una de sus manos.

“Toma, un regalo de mi parte”

Aventó el collar para que callera frente a Jungkook. El menor lo miró con desconfianza antes de agacharse y recoger el collar, frunció su ceño al ver el colmillo. Era muy pequeño para ser de un Were lobo, y era muy grande para ser un colmillo humano. Jungkook no tenía idea de que era.

— ¿Qué es esto? — preguntó.

“Es uno de los colmillos de tu padre” Jungkook se heló con las palabras del Were.

— ¿Tu asesinaste a mi padre? — el Were levantó el mentón.

“Si somos tan bestias como supones, pregúntale a Jongdae donde estaba tu padre esa noche. Júzgame cuando sepas la verdad. “

Jungkook levantó la mirada. Su tiempo se detuvo al ver al Were de cabello rojizo parado en la azotea de un edificio. Mirándolo desde arriba, mientras Jungkook lo observaba con furia y ganas de golpearlo. El Were lo miró por unos segundos más antes de dar la vuelta con su mentón en alto.

“Ahora sabes lo que se siente ser impotente con un ser querido.” Aun cuando el Were ya se había ido, Jungkook podía escuchar su voz en su cabeza. “Búscame, encuéntrame antes de que llegue a Taehyung y cumpla la promesa que hice mil años atrás. Quédate con el collar, no me importa que le pase. Me es insignificante”

“Te matare” Jungkook nada más escuchó el sonido de una risa cínica.

“Te estaré esperando, vampiro. Espero que esta vez te manches las manos y no observes mi muerte desde el balcón más alto”

Jungkook se quedó en silencio al recordar todo lo que el Were le estaba diciendo. Mil años después y ninguno de los dos habían olvidado ni un sólo instante.

— ¿Aun sigues echándome en cara su muerte, Jin? — antes de irse, el Were respondió.

“Respóndeme tu eso, ángel.”

Notas finales:

Les gustó? Un Rw? o(^^o)

Bueno les digo que el capi tred ya esta listo. Si veo buena aceptacion lo subire mañana o pasado ^^

Nos leemos luego. 

Las amo ♥


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