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EL JUEGO DEL DESTINO por rynu

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Notas del capitulo:

espero que os guste el capi de hoy, es bastante triste pero es necesario pasar por esto.

bueno perdonar mi ortografia, en serio espero que lo disfruteis ;)

Por fin el eclipse había terminado, pasando desapercibido para casi todo el mundo. Y nadie se enteró de lo que ocurrió en la mansión  de los Kido hasta que paso como una media hora, en la cual paso por allí un señor que iba en bicicleta tranquilamente y vio que la mansión estaba completamente destrozada y en llamas. Rápidamente se bajó de la bici y fue a marcar con el móvil al servicio de emergencias. No tardaron mucho en llegar y rápidamente fueron a apagar el gran fuego que se extendía por los escombros de la mansión.

Una vez apagado el fuego, después de mucho esfuerzo por parte de los bomberos, revisaron los escombros en busca de personas que hubieran podido habitar en ese momento del incendio. En un principio todo parecía estar en orden, pero después de diez minutos de búsqueda un bombero distinguió algo entre los escombros de la mansión. Intranquilo se acercó hasta donde le pareció ver algo. Se agacho y al ver de lo que se trataba se puso pálido y abrió los ojos del shoock. Rápidamente llamo a sus superiores y a los policías y sanitarios que venían con ellos. Todos ellos se acercaron  para ver qué era lo que había descubierto, y por los rostros de los presentes pudo comprobar sus sospechas.

Entre los escombros había como dos especies de siluetas humanas, y en ellas había restos de sangre y ropa quemada, junto con una pulsera, que misteriosamente había quedado intacta.

Recogieron todo tipo de muestras para analizar, pero estaba más que claro que habían muerto entre en el incendio dos personas, que por el tamaño y silueta habían sido jóvenes.

El policía de rango alto que se encontraba presente llamo a uno de sus subordinados para darle una orden urgente:

-Señor- Dijo el subordinado serio, esperando por órdenes de su jefe.

-Comuníqueme rápidamente con la señorita Saori Kido, dígale que es urgente- Hablo seriamente el oficial

-Sí señor, en seguida contacto con la señorita- Asintió el policía.

El oficial volvió a ver la escena del accidente, tras que el policía se fue a avisar a la dueña de la mansión, mientras un pensamiento de preocupación cruzaba por su mente.

-"Espero que las muestras se equivoquen y no sean los de los dos chicos que creo que estoy imaginando"- Pensó con los ojos cerrados, muy preocupado.

Paso como dos horas desde que el jefe mando llamar a la señorita Saori, ahora se encontraban en la comisaria, pero por alguna razón no conseguían contactar con ella:

-¿No contesta entonces?-Pregunto el jefe a su subordinado.

-No señor, he intentado localizarla pero me es imposible, supongo que como es una persona tan importante debe estar en alguna reunión importante-  Explico el joven policía.

-Ya veo, de todas formas sigue intentándolo, si lo cogen no les digas nada  avísame a mi inmediatamente yo personalmente le comunicare lo sucedido, mientras yo iré al laboratorio del FBI para ver los resultados de los análisis de los habitantes que habían en la mansión.- Mando el jefe, mientras el  empezaba a caminar en dirección al laboratorio.

-Sí señor- Acato la orden sin dudar.

El jefe caminaba con preocupación en el rostro hasta el laboratorio, una vez llego allí saludo a todos sus compañeros. Inmediatamente fue hasta donde estaba la jefa de laboratorio.

-Hola Elicia, ¿Hay novedades sobre el caso de los Kido?- Pregunto profesionalmente muy serio.

-La verdad es que si tenemos novedades, hemos identificado los restos de los que habitaban en ese momento de la casa, ya sabemos quiénes eran.- Dijo, mirando al jefe de policía a los ojos, muy seria.

El jefe trago con fuerza, sabía que no le gustaría oír la respuesta.

-Aquí tienes el informe, échale un vistazo, ahí tendrás las respuestas a lo que estas pensado en este momento- Se le adelanto a hablar de nuevo Elicia antes de que el hombre pudiera preguntar, dándole el informe en sus manos.

Lesmes, que era así como se llamaba el comisario, cogió el informe y empezó  a leerlo.

Unos minutos después de terminar de leerlo, Lesmes quedo totalmente pálido, como si fuera un fantasma.

"Así que tenía razón, ¡maldita sea! ¿¡Por qué ellos!? Eran tan jóvenes y buenos, ¡no es justo!, cielos que difícil va a ser comunicar esta noticia a la señorita Saori, pero aún mas difícil será comunicárselo al hermano del que murió, no quiero ni imaginar su reacción."- Pensó con preocupación, mientras le daba  un escalofrió.

A los quince minutos después de que se marchara del laboratorio, se encontraba el comisario Lesmes en su despacho con un café en su mano, mientras caminaba nervioso por la habitación, como si fuera un león encerrado en una jaula.

Cuando pensaba en qué hacer para quitarse esa preocupación, llamaron a la puerta de su despacho.

"Toc, toc"

-Adelante- Dijo el comisario, sentándose en la silla junto a su mesa de trabajo.

El que entro a su despacho era el mismo subordinado al que le mando localizar a la señorita Kido.

Antes de que el comisario Lesmes pudiera hablar, el subordinado le hablo con urgencia:

-Disculpe señor, hemos localizado a la señorita Kido, lamentablemente está en una reunión como pensábamos, pero la persona que está al teléfono es la mano derecha de la señorita Kido y le informara de todo lo que tengamos que decirle- Hablo nervioso el joven policía.

-Bien comunícale que ahora me pondré al teléfono, por cierto, ¿Cómo se llama la persona que está en espera?- Pregunto el comisario.

-Según recuerdo la persona al teléfono se hace llamar Saga, señor.- Le dijo el joven.

-De acuerdo gracias, puedes retirarte ya para ir a avisarle- Dijo Lesmes.

-Si señor- Hizo como una especie de reverencia, y se retiró del despacho rápidamente.

Mientras el comisario se incorporaba, suspiro fuertemente, mientras pensaba con pesar, antes de salir del despacho:

"Esta será una charla muy difícil, la más difícil para mi desde que estoy trabajando como policía".

Después salió del despacho y fue hasta el teléfono donde estaba en espera la persona llamada Saga.

Suspiro una vez más, y cogió el teléfono para empezar  a hablar a través de él.

-Soy el comisario Lesmes, me temo señor Saga que lo llamamos porque tenemos que comunicarle de un desdichado accidente que ocurrió hace unas pocas horas- Empezó a comunicarle el comisario, con un tono muy profesional...

2 horas antes de aquella llamada en Grecia, concretamente en el santuario, se encontraban casi todos los caballeros reunidos en una sala, por azares del destino quiso que Ikki estuviera entre los presentes.

En esa sala, que era el comedor del patriarca, estaban todos los caballeros de oro y los de bronce comiendo en la mesa, excepto, los dos de bronce que estaban en Japón en la mansión, o eso creían ellos, y Saoiri y el Patriarca que habían sido llamados para una reunión urgente, por tanto los habían dejado que terminaran de comer allí, y en sus ausencias Saga seria  el que ordenara por si algo sucedía, aunque este último lo dudaba, ya que hacía tiempo vivían en una absoluta y aburrida paz. Aun así este asintió con la cabeza cuando el patriarca le dio esa orden.

Volviendo al tema principal, ahora los caballeros estaban teniendo una gran discusión general, ya que habían terminado de comer.

-¿¡Como podéis decir que Stefan Sev es mejor luchador de boxeo, cuando claramente es superior Rew Megallan!?- Grito enojado Mascara de Muerte.

-¡Por favor! ¡Si ese es un mosquito al lado de Stefan! Ha ganado más combates que ese tío que dices!- Grito esta vez Aioria, poniéndose en pie de golpe al igual que Mascara de Muerte.

-Por favor, podrá haber ganado más combates pero Rew tiene una técnica de pelea muy superior al de Stefan, si quisiera podría derrotarlo un segundo- Se burló Afrodita, mientras se miraba las uñas.

-¡JA!, ya me gustaría ver eso, ¡Ni en tus sueños podría derrotarlo!- Se burló esta vez Milo.

Y así una discusión entre gritos empezó entre ellos cuatro.

Los otros caballeros hablaban entre ellos, ignorando a esa panda de idiotas, que a punto estuvo Saga de lanzarlos a otra dimensión si no hubiera sido por que Shaka le puso una mano en el hombro negando con la cabeza.

Camus, Mu y Shiryu estaban hablando entre ellos muy relajados, aunque un Shaka muy detallista se fijó que un corderito le estaba echando muchas miraditas a cierto Dragón. El santo de Virgo se rio internamente, mientras en su mente discurría un plan para aquellos dos.

Por otro lado estaban, Hyoga y Shura  hablando de cosas de la vida, pero cuando Hyoga y Shura no se daban cuenta, Camus miraba con ojos de deseo a Hyoga, y este último aunque no lo percibiera, si sentía por dentro como un extraño cosquilleo.

Y por otro lado estaban Saga, Aioros, Aldebarán, Ikki y Shaka, charlando, a veces tranquilos y otra veces animadamente de todo tipo de conversaciones, y tomando y una taza de té.

Paso así las dos horas, cuando Shaka de repente se le cayó en un despisté la taza al suelo rompiéndose justo por la mitad.

Todos los presentes se giraron hacia él, olvidándose de sus discusiones y charlas que estaban teniendo entre ellos.

Rápidamente  el buen humor que tenía se esfumo, para transformar su rostro en una máscara de seriedad y preocupación.

Todos notaron ese gesto e inmediatamente se pusieron todos en pie en tensión a su lado.

El primero en preguntar fue Saga, mientras fruncía el ceño.

-¿Qué es lo que sucede Saga? ¿Acaso has notado el cosmos de algún enemigo?- Pregunto muy serio con su voz grave.

El rubio negó con la cabeza, que a continuación hablo:

-No pero noto un mal augurio, algo malo ha sucedido o está a punto de suceder, espero equivocarme- Dijo mientras  se cruzaba de brazos con los ojos fuertemente cerrados por la preocupación.

Todos se miraron entre  si nerviosos, y la confirmación llego, de que algo malo había sucedido, cuando el móvil de la señorita Saori sonó.

Saga fue a contestar, ya que Atena se había olvidado de su teléfono y podría ser importante la llamada. No se equivocó.

-"¿Hablo con la señorita Saori Kido?"-Pregunto la voz de un hombre a través de la otra línea.

-Lo siento, la señorita Saori ha tenido que salir a una reunión, pero lo que sea que necesite puede darme el mensaje a mí, yo se lo transmitiré ya que me dejo a cargo de todo- Contesto Saga, cortésmente pero con seriedad.

- Bien, entonces espere un momento, en seguida se pondrá mi jefe que es el encargado de este caso- hablo el muchacho de nuevo.

"¿Caso? ¿Jefe? Por Zeus, Shaka tiene razón, algo malo ha sucedido" Pensó Saga antes de que otra voz sonara por la otra línea.

-Soy el comisario Lemes, me temo señor Saga, que le tengo participe de una mala noticia...- Dijo el hombre más mayor a través del teléfono.

"Algo me dice que va a ser peor de lo que pensábamos"

Trago con fuerza y escucho con voluntad las terribles noticias que le estaba contando el comisario...

El comisario Lemes le empezó a explicar todo lo sucedido a Saga por el teléfono con mucha profesionalidad:

-Vera señor Saga queremos comunicarle que aproximadamente unas dos horas se nos comunicó un accidente que se produjo, lo quiero decirle es que se produjo un gran incendio en la mansión de los Kido, se quemó toda la mansión, apenas quedo varios objetos intactos...- Explico el comisario seriamente, parando un momento su explicación para que asimilara la noticia y poder darle la siguiente un poco más tranquilo, aunque eso era una tontería, sabia por experiencia con estos casos que nadie se lo toma con tranquilidad y era más que obvio que era normal que no lo asimilaran.

Saga palideció considerablemente al escuchar las noticias, cosa que notaron todos, por lo cual se tensaron por las noticias que parecían ser malas.

-¡Por Zeus! ¿¡Es en serio!? ¿¡Como rayos se produjo!?- Iba a seguir lanzando preguntas cuando un terrible augurio le recorrió el cuerpo, por lo que pregunto con voz algo temblorosa y lentamente, casi con miedo-¿No había nadie dentro en ese momento verdad?- Pregunto en un susurro.

-....- Un silencio significativo se hizo al otro lado de la línea.

Saga lo supo inmediatamente con aquel silencio, y también podía casi adivinar quien se encontraba en ese instante en la mansión.

-¿Cuantos han sido?- pregunto ahora con total frialdad.

Del otro lado de la línea se oyó un profundo suspiro, no podía dar más largas, pensó el comisario, por lo que se dispuso a terminar de contarle todo.

-Han sido dos víctimas que se encontraban en ese momento dentro- Empezó a decir el comisario.

"Por todos los dioses esto no puede ser verdad, por favor aunque ya se la respuesta que no sean ellos por favor"

-¿Quiénes?- Pregunto de nuevo fríamente, pero con el rostro pálido y con el corazón latiéndole con rapidez por la angustia, aunque por fuera apenas se le notara.

El comisario no vio motivos para seguir dándole largas al asunto, cuanto antes lo dijera mejor seria.

-Según los análisis, las víctimas eran dos varones jóvenes, que según los restos de sangre que encontramos de sus restos pertenecían a los jóvenes de Seiya Kido y Shun Kido- Explico el comisario con pesar.

Saga no dijo nada,  estaba completamente en Shook.

Como Saga no hablaba el comisario volvió a hablar a través del teléfono.

-Lo sentimos mucho, no pudimos hacer nada por salvarlos, sé que ahora será un momento muy difícil pero necesitamos que sus tutores o familiares de estos dos chicos vengan a comisaria lo antes posible, de todas formas los volveré a llamar nuevamente mañana, los dejare ahora para que puedan asimilar esta triste noticia, de nuevo mis disculpas por lo sucedió, Adiós señor Saga, cualquier duda no dude en llamarme lo atenderé personalmente- Y ahí mismo colgó, dejando a un Saga muy impactado.

El móvil se le resbalo de las manos cayendo con gran estrepito al suelo.

*Pensamiento de Saga*

"No esto no puede estar pasando, no, me niego... ¡¡Demonios!! ¿¡Por qué ellos!? ¡¡Joder joder!! ¡Tiene que ser una broma! ¡¡Maldita sea!! Ikki..., ¿¡¡Dios como voy a decirle a Ikki!!? ¿¡Y e Airos lo de Seiya!?¡¡ Por todos los dioses ojala todo fuera una terrible pesadilla y poder despertar!!"

*Fin pensamiento desesperado de Saga*

Seguía sumergidos en sus pensamientos cuando una voz le saco de ellos, sorprendiéndole.

-Saga... ¿Quién era? ¿Ocurrió algo malo?-Pregunto Aioria, con intranquilidad en su voz.

Saga volteo a mirar a todos que lo estaban mirando muy preocupados.

Miro fijamente a Aioros por unos segundos, el cual le devolvió la mirada confuso y con el ceño fruncido. Luego miro a Ikki fijamente durante más tiempo, este miro a Saga con el ceño fruncido y con los brazos cruzados.

Al final desvió la vista de el nervioso, cosa que preocupo al Fénix, nunca desviaba la vista de nadie salvo que fuera algo realmente malo.

-Ikki...- Empezó a decir en un susurro con dolor en su voz.

Ikki en seguida supo el porqué de ese comportamiento hacia él, con el rostro neutro le pregunto con voz firme:

-¿Le ha pasado algo no? -Pregunto Ikki sin demostrar ninguna emoción.

-Ikki...Yo...- Saga no pudo seguir y de nuevo desvió la vista de el mientras su voz se rompía, cosa que desespero al Fénix, que perdió rápidamente la calma y empezó a gritarle con desesperación.

-¿¡QUE LE PASO A SHUN!? ¡DIMELO SAGA! ¿¡QUE LE PASO A MI HERMANO!?- Le grito Ikki mientras caminaba hacia Saga furiosamente y le zarandeaba de la camisa con rudeza.

Todos quedaron en Shook preguntándose que es lo que estaba pasando.

Aioros tuvo que intervenir, hablándole con la mayor tranquilidad posible, aunque en realidad no se sentía así, un miedo le invadió por todo el cuerpo sobre todo en su corazón.

-Saga... Por favor cuéntanos, ¿Quién fue el que llamo? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Y qué tiene que ver con Shun?- Pregunto mirando fijamente a Saga.

Un silencio angustioso se hizo en el salón. Saga suspiro con fuerza para comunicar la terrible noticia a todos.

-El que ha llamado es un comisario de policía de Japón, él me ha comunicado que...-Se detuvo un momento para tragar fuertemente y soltar todo en una frase- ha habido un incendio en la mansión de los Kido, y que dentro de la mansión estaban Seiya y Shun, ellos...han muerto- Dijo de un tirón, mientras apretaba los puños con fuerza y cerraba los ojos para no ver los rostros de los demás...

Ikki soltó a Saga que lo estaba a sujetando de la camisa con fuerza y retrocedió varios pasos mientras le hablaba con voz fría y baja, cosa que era muy inquietante.

-Saga odio las bromas, lo que has dicho no me hace ni puta gracia, así que si es una broma más te vale que lo confieses ahora- Dijo en voz, baja, aterciopelada  y filosa,  que trasmitía con ella un sentimiento muy peligroso. Cuando ponía esa voz Ikki que los cielos temblaran que nadie se salvaría de la furia del Fénix.

Saga trago fuertemente, por rabillo del ojo derecho, pudo comprobar los rostros de los demás.

La mayoría de los presentes estaban pálidos por la noticia, otros como Shiryu, Hyoga, Aioria y Milo, estaban, con los ojos muy abiertos por el shook, y quietos como una estatua como si un rayo les hubiera caído encima y los dejara paralizados en el sitio. El único que parecía impasible era Aioros, con los brazos cruzados, pero aquello era lo peor que podía pasar, cuando el santo de oro de Sagitario no demostraba sus emociones, el mundo podía despedirse de la vida.

Saga sabía que era duro el momento, pero con la dureza que le caracterizaba decidió que era mejor confirmar la noticia y no alargar la situación, aunque provocara diferentes reacciones.

-¿Crees que bromearía con algo así? A mí me duele también, pero no estoy mintiendo, sé que duele pero mejor aceptarlo ya, el comisario me llamo y me confirmo que Seiya y Shun...- No pudo acabar la frase por que Ikki le interrumpió con un grito desgarrador.

-¡NO LO DIGAS! ¡NO TE ATREVAS A CONFIRMARLO! NO ES CIERTO NO LO ES ELLOS NO ESTAN MUERTOS- Grito con el corazón roto por el dolor, ya que dentro de él sabía que si era verdad.

-Ikki cálmate...-Intento calmarlo Mu, cosa que enfureció mas al Fénix.

-¿¡QUE ME CALME!? ¿¡DICES QUE ME CALME CUANDO DE REPENTE ME DICEN QUE MI HERMANO HA MUERTO ASI DE SOPETON!? ¡POS NO QUIERO CALMARME!- Y tras gritar aquellas palabras salió del comedor apresurado, dando un portazo que resonó por todo el templo, dirigiéndose a cualquier lugar para estar solo, mientras andaba deprisa podía sentir como las lágrimas amargas caían por su rostro.

Mientras en el salón las reacciones no se hicieron de esperar.

Shiryu y Hyoga negaban las muertes de sus amigos mientras lagrimas les caían por el rostro. Camus abrazaba a Hyoga intentando consolándole, mientras su propio corazón se rompía por el dolor de Hyoga y por la pérdida tan repentina que les había sacudido en esos instantes.

Aioria era el que sollozaba más fuerte, a Seiya lo consideraba como su segundo hermano y pequeño, por lo que no podía asimilar la noticia, por lo que decido descargar su rabia con Saga dándole golpes en su cuerpo, cosa que le dejo hacer para que se desahogara.

Mu miraba con mucha tristeza a Shiryu, quería consolarlo pero el maestro del Dragón ya lo estaba haciendo por él, por lo que se limitaba a observarlo con tristeza, mientras el asimilaba también la noticia con mucho pesar, ya que aquellas dos personitas eran muy importantes para él.

Shaka, de un modo u otro sabia antes de saber la noticia, que algo le había pasado a su sucesor, a su casi hijo, como consideraba a Shun, y aunque no solía demostrar sus emociones un par de delicadas lagrimas recorrían su delicado rostro por el dolor que sentía por haber perdido a Shun.

Los demás simplemente se negaban a gritos que aquello hubiera sucedido, que tan dos buenas personas que se habían sacrificado tanto por todos y por el mundo hubieran acabado de tal forma.

Aioros no reacciono de ninguna forma, estaba en shook por la noticia, pero una vez que despertó y asimilo que no era una pesadilla si no la realidad, se movió y, sin hablar con nadie, se dirigido hacia la salida. Shura aturdido se dio cuenta de que se iba, por lo que antes de que se fuera le pregunto que a donde se dirigía, pero no recibió ningún tipo de contestación.

Una vez que salió de aquel templo se dirigió al suyo propio, y una vez dentro de el dejo salir su dolor en forma de grito desgarrador e ira, mientras golpeaba su puño contra la pared con todas sus fuerzas. Mientras golpeaba la pared, pudo verse dos lagrimas silenciosas que caían por su rostro...

 

Tres  días pasaron desde que se enteraron de la noticia, y en aquellos días fueron muy difíciles para todos.

Al cabo de 4 horas de recibir la noticia que impacto a todos, aparecieron el patriarca junto con la señorita Saori, que con mucho pesar les comunicaron la terrible desgracia.

Saori lloro mucho ya que le tenía gran aprecio hacia aquellos dos caballeros de bronce, pero se tuvo que recomponer ya que le esperaba en Japón el comisario encargando de la tragedia. Junto a Saori viajaron a Japón Shiryu, Hyoga, Camus (ya que por nada del mundo dejaría solo a su cisne en estos dolorosos momentos), Mu (por los mismos motivos que Camus, pero para cuidar a Shiryu), Milo, Aioria, Aioros, (aunque este se sentía como un cuerpo sin vida)  e Ikki (que este aunque le habían dicho que no hacía falta que pasara por aquel sufrimiento había insistido en ir, para poder dar un entierro digno a su hermano). Intentaron contactar con la hermana de Seiya, pero según las investigaciones se encontraba de viaje por Europa junto a un chico que era su pareja, por lo cual no le avisaron para no hacerla sufrir y que siguiera disfrutando de su vida sin dolor, aunque algún día se enteraría de momento preferían que las cosas siguieran así.

Una vez llegaron a Japón, fueron inmediatamente a la comisaria, donde el comisario con el mayor tacto les comunico todo lo sucedido con todos los detalles.

Todos habían llorado ya mucho, por lo que no soltaron ninguna lagrima cuando les explico todos los detalles del accidente.

Ikki con una carente emoción en su rostro pidió con tono que no se denotaba ningún tipo de emoción:

-Me gustaría ir a ver lo que ha quedado de la mansión, ver si ha quedado algún objeto perteneciente a mi hermano y a Seiya- Pidio Ikki sin ninguna emoción en la voz.

El comisario suspiro antes de mirar a Ikki y después a todos los presentes.

-Lo siento joven Kido, pero la mansión aún está siendo  investigada por lo cual no puede acercarse, y en cuanto objetos que se salvaron, es curioso pero solo se salvaron dos cosas lo demás todo lo consumió el fuego, como sabría que los reclamarían los hemos traído para que tengan lo que les pertenecían-Dijo el comisario con voz algo grave mientras les tendía los dos pequeños objetos.

El primer objeto era una delicada pulsera hecha a mano, la cuerda era de un material especial que aunque era  suave al tacto no era fácil de romperse, y había una figura de un Pegaso del mismo material.

El segundo objeto colocado en la mesa del despacho del comisario era como una especie de libro o de un diario. El encuadernado era de color rojo pero los bordes del libro o del diario eran plateados.

A simple vista parecían dos objetos normales, pero a la larga aquellos dos objetos serían muy útiles.

A ninguno de los allí presentes les llamo la atención aquellos objetos salvo a tres personas.

-Esto es...- Empezaron a decir en un murmullo Shiryu y Hyoga a la vez mirando aquel libro-diario.

-¿Lo conocen?-Pregunto el comisario muy interesado por ello.

Asintieron con la cabeza los dos. El que hablo fue el Dragón.

-Pertenecía a Seiya... nunca nos lo dijo pero el escribía siempre en ese cuaderno, nunca lo abrimos porque era irrespetuoso leer lo que Seiya escribía sin su permiso. Creemos que era una especie de diario personal- Explico con tono calmado pero con mucha tristeza Shiryu.

-Oh entiendo, al menos sabemos a quién le pertenecía, y bueno, ¿Quién de ustedes se hará cargo de aquel objeto?- Pregunto el comisario, dirigiendo la mirada de uno a otro.

Todos se miraron entre ellos preguntándose quien era el indicado de encargarse aquel objeto tan personal. Todos en sus pensamientos concordaron  en quien era la adecuada.

-Aioros- Dijeron todos a coro, salvo el nombrado que los miro a todo con ojos sorpresivos.

-¿Yo? ¿Estáis seguros? Es tan personal...no creo que sea digno de poseerlo- Dijo el castaño en un murmullo.

-No rechistes y cógelo hermano, si alguien debe tener derecho ese debes ser tu- Contesto Aiora con una media sonrisa llena de tristeza.

-Si, a Seiya  le gustaría que lo cuidases tú- Asintió Hyoga  con una sonrisa llena de melancolía.

Aioros los miro a todos con gratitud, se prometió a su mismo que cuidaría aquel objeto con su vida, ya que era lo única que quedaba de él.

-Gracias- Contesto solamente el castaño, tras coger el diario con delicadeza.

-Bien y ¿sabríais decirme a quien pertenecía esta pulsera?- Pregunto de nuevo el policía.

Aioros supo en seguida a quien pertenecía cuando vio el objeto, ya que fue el quien aconsejo a Seiya regalárselo al peliverde.

-Pertenecía a Shun, yo le dije a Seiya que le hiciese para el cumpleaños de Shun algo hecho a mano y que le recordara a él, algo que representara su amistad, y él me dijo que haría una pulsera con un Pegaso- Recordó con pesar.

-Ya veo... Entonces ¿Quien querría guardar este complemento  que pertenecía a Shun?- Pregunto de nuevo el policía mirando a todos los presentes.

-Yo lo hare, pertenecía a mi hermano, y como es lo único que me queda de él lo cuidare yo- Dictamino Ikki con tono autoritario, que no daba opción a ninguna replica.

Lo cogió con igual delicadeza que Aioros lo hizo con el diario, mientras pensaba que nunca lo dejaría de llevar consigo.

Tras ello siguieron hablando de varios detalles más antes de retirarse de la comisaria.

Al día siguiente fue el funeral de Seiya y Shun, aunque no estuvieran los cuerpos. En la ceremonia ninguno lloro, aunque por dentro de todos los presentes una profunda tristeza les embargaba y ninguno sabia como iban a sobrellevar aquello, fue silenciosa, corta y sencilla pero con mucho respeto sobre aquellas dos almas.

Cuando acabo la ceremonia todos partieron de aquel lugar de nuevo al santuario, sin darse cuenta de que aquel día sería el comienzo del cambio en sus vidas para siempre.

Lo último que vieron, antes de dejar atrás Japón con el avión, fueron unas flores de lirio que flotaban por el aire, que les transmitía nostalgia pero paz a sus almas...

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Mientras tanto en otro lugar muy lejos de la tierra, en un reino que estaba dominado por las sombras y la oscuridad, en un majestuoso palacio, de color morado profundo, en  una de sus grandes habitaciones, se encontraba, en una gran cama blanca, inconsciente un muchacho de aspecto delicado y de gran belleza.

Llevaba tres días inconsciente en cama, mientras una muchacha de gran belleza le cuidaba con gran esmero y delicadeza cada día.

Al cuarto día después de haber revisado que todo estaba en orden con el joven se dispuso para salir de la habitación cuando se oyó unos gemidos provenientes de donde se encontraba el joven inconsciente. La muchacha detuvo su salida y en seguida fue a su lado de nuevo, mientras se arrodillaba a su lado y le ponía una mano en su cabello, con la cual le acariciaba el pelo con ternura, esperando a que terminara de despertarse.

Shun abrió al fin los ojos con mucho esfuerzo, en los primeros segundos se sentía aturdido por la falta de iluminación pero después de unos cuantos parpadeos se acostumbró a la falta de la luz. Intento incorporarse, ya que la habitación donde se encontraba no le era conocida y quería ver mejor, pero un dolor repentino le sobrevino de nuevo por todo el cuerpo por lo cual se tuvo que echar de nuevo. En esa posición se preguntó en voz alta en qué lugar se encontraba.

-No es mi habitación, y tampoco había visto esta habitación por toda la mansión de los Kido por lo que quiere decir que no estoy en la mansión de los Kido ¿Pero entonces donde me encuentro? ¿Y qué fue lo que me paso?- Se preguntó aturdido, ya que al haberse despertado apenas unos segundos, tenía algo de amnesia temporal.

En ese instante hablo una voz muy conocida para él, que hasta el momento no se dio cuenta de que había alguien junto a él, y que no pensaba oírla de nuevo en toda su vida.

-Señor Shun(Dios k mal suena no? XD) me alegra  que al fin haya despertado, ¿Cómo se encuentra?-Dijo la joven que estaba a su lado mirándolo preocupada.

Shun giro con esfuerzo su cabeza, y cuando vio a la chica sus ojos se abrieron del todo por el Shook de verla allí a su lado arrodillada.

Quiso gritar y levantarse para salir de aquella habitación, un miedo irracional por el pasado le sobrevino de golpe, pero su cuerpo le traiciono impidiendo que articulara palabra alguna y que se moviera.

-"¿Por qué? ¿Por qué Pandora esta aquí? ¿No era que había muerto? ¿Qué está sucediendo, será acaso todo un sueño? Pero si eso no es así y todo es verdad entonces ¿Hades está vivo también? Eso es imposible Atena y ellos mismos vieron como Hades desaparecía para siempre ¿Entonces qué está pasando?"- Pensó alterado y confuso por el miedo.

Miro a Pandora, con el rostro pintando lleno de confusión, como pidiendo respuestas por todo lo que estaba sucediendo.

La chica sonrió con calidez al chico, cosa que sorprendió al peli verde por que pudo ver que era una sonrisa sincera y no falsa y llena de maldad, y empezó a hablarle con mucha tranquilidad.

-Sé que lo estás pensando Shun, o me lo puedo imaginar, y no el antiguo señor Hades no está vivo- Empezó a decir Pandora muy relajadamente, cosa que extraño al peli verde.

Pero algo le llamo la atención en aquellas palabras que había dicho.

-¿Antiguo? ¿Eso quiere decir que hay un nuevo Dios del Inframundo?- Pregunto en murmullo apenas audible, solo lo justo para que ella lo oyera.

La chica asintió y sonrió con mayor fuerza.

-Así es Shun, hace poco fue elegido ese nuevo señor pero antes de contestarte quien es, dime, ¿Cómo te sientes en estos momentos, sientes algo raro dentro de ti?- Pregunto misteriosamente con una sonrisa indescifrable.

Shun no entendía como podía estar hablando con ella con tanta tranquilidad después de todo lo que habían pasado pero por algún motivo dentro de él sabía que podía confiar en ella. Después de que le preguntara aquello intento concentrarse para ver si había algo anormal en él, y si pudo notarlo con gran claridad. Su cosmos se sentía distinto, era oscuro y puro a la vez y mucho más poderoso, pero no era una sensación negativa.

-Mi cosmos lo noto diferente, además de que es mucho más fuerte ¿Por qué?- Pregunto sorprendido a Pandora, mientras se miraba las manos con incredulidad por aquello que estaba sintiendo.

La sonrisa de la chica se amplió más si eso era posible.

-Veo que lo notaste, querido Shun, tu cosmos es diferente y más fuerte porque ahora tu eres el nuevo Dios del Inframundo- Dictamino la muchacha con la mayor de las sonrisas, que podría conquistar a cualquier hombre y caer rendido a sus pies.

Shun se incorporó de un golpe en la cama, mientras miraba a Pandora  con los ojos bien abiertos debidos a la impresión.

-Perdón... ¿P-Puedes repetir lo que has dicho? C-Creo que oí mal- Dijo nervioso el peli verde.

-Sé que es difícil aceptarlo pequeño Shun, y más por todo lo que paso en el pasado, pero te juro que lo que te dije no es mentira, el antiguo señor Hades no existe, y tú has sido elegido como el nuevo dios del inframundo-Explico con paciencia la pelinegra.

Shun entonces no se lo había imaginado. Todo lo que había escuchado era real.

Shun salió de la cama rápidamente y se alejó lo más rápidamente que pudo de ella.

En silencio intento llamar con su cosmos a sus amigos, pero para su infortunio choco con una barrera invisible. No sabía lo que estaba pasando pero no podía pedir ayuda ni a ningún caballero ni a la diosa Atena. También intento llamar a su armadura, pero de nuevo no sucedió nada. El miedo se estaba apoderando de él.

La morena miro al chico, que estaba temblando ligeramente por el miedo, con una sonrisa paternal, como si el peli verde fuera su propio hermano.

-Shun tenemos mucho de qué hablar sé que tienes muchas por hacerme y yo encantada te las contestare, pero es mejor que hablemos sentados porque lo que vamos a hablar va a impactarte. Además, llevas mucho tiempo durmiendo ¿Acaso no tienes hambre?- Pregunto amablemente Pandora.

Un suave gruñido sonó por la habitación, haciendo que Shun agachara la cabeza, y las mejillas del peli verde se tornaran rosadas.

Pandora se rio suavemente ante aquello. Pandora lo miro volviendo a hablar.

-Por favor Shun confía en mí, ya no soy la misma persona que era anteriormente, te contestare con la verdad de todo lo que me preguntes. ¿Confiaras en mi por favor?- Suplico con esperanza en los ojos.

Shun miro fijamente a la chica por varios minutos en silencio, estudiando si decía la verdad o no. Miro sus ojos, y su interior le decía que era sincera.

Con un suspiro, sonrió a la chica y hablo tímidamente:

-¿Podría comer unas tortitas con caramelo, por favor?- Pidió Shun  tímidamente, mirando a la chica con ojos suplicantes también.

Pandora se rio de nuevo un poco más alto esta vez, antes de asentir con la cabeza.

En su interior, la chica suspiro aliviada. Aquel primer  paso era un buen comienzo.

"Ahora las cosas serán muy diferentes"-Pensó la chica, antes de salir de la habitación seguido de un peli verde tímido.

Horas antes en otro mismo reino...

Era todo lo contrario al reino lúgubre que era el inframundo, teñido por las sombras y las tinieblas que adornaban aquel lugar. En aquel reino era cálido muy cálido, gracias a los rayos sol siempre hacia una temperatura agradable. Aquel reino era como el Oasis a los que van las almas puras cuando mueren. Solo que en este lugar el sol brillaba con fuerza y daba verdaderamente su calor.

Dentro del castillo en el salón, donde había una gran biblioteca, se encontraba una joven muy hermosa caminando nerviosamente por el lugar preocupada.

Seguía caminando nerviosamente cuando un guardián entro en la habitación, no antes sin haber llamado a la puerta para hacerse notar su presencia.

-Adelante-Dijo la joven.

-Mi señora Selene- Empezó a hablar el guardián, con una rodilla en el suelo mientras se inclinaba con respeto hacia la diosa- El señor está despertando, como usted ordeno que le avisásemos cuando estuviera empezando a despertar.-

-Oh por fin, mi pequeño está despertando, gracias por avisar, os podéis retirar yo me hare cargo a partir de ahora- Ordeno con voz amable, mientras una sonrisa adornaba en su rostro.

El guardián hizo una reverencia a la diosa, y se retiró de allí en silencio.

Selene camino con gracia y delicadeza, hasta la habitación donde se encontraba el castaño, como si de una elfa-hada se tratara.

Entro a una habitación sin llamar, que era totalmente majestuosa. Toda la habitación tenía un color anaranjado-dorado, como si la habitación fuera el mismo sol. Y al final de la habitación se encontraba una cama grandísima, de los mismos colores que la habitación, que ocupaba un castaño medio-dormido.

Selene sonrió con dulzura y se acercó hasta donde estaba el chico. Acaricio sus cabellos con suavidad mientras intentaba despertarlo.

-Seiya...Seiya es hora de despertar- Le llamo la diosa con suavidad.

El castaño protesto en gruñidos, mientras murmuraba que quería seguir durmiendo.

Selene amplio la sonrisa. Este chico sería una joya para ella.

-Seiya despierta por favor, es hora ya- Volvió a llamarle con voz suave.

Seiya parpadeo aturdido y por fin abrió los ojos. Encontrándose cara a cara con Selene, que le miraba con infinito amor paternal.

Seiya miro a Selene con confusión pintado en su rostro.

"¿Quién era aquella joven que estaba observándole fijamente?" Es el pensamiento que le recorrió por la cabeza del castaño.

Seiya iba a hablar, pero solo le salió un gemido ahogado, Selene frunció el ceño preocupada, parecia ser que sus cuerdas vocales aun seguían algo dañadas después del accidente.

-No te preocupes necesitas descansar aun te tienes que reponer así que duerme un rato más- Le comento con una sonrisa cálida, que a Seiya le recordó a su hermana.

Pero este no dejo de mirar a la diosa, como diciéndole con la mirada:

"No me voy a dormir y quiero respuestas"

Selene suspiro levemente antes de volver a hablar.

-Seiya todavía no te has recuperado y tus cuerdas vocales no se han restaurado, pero puedes preguntar preguntas cortas como: ¿lugar?  Y preguntas así ¿De acuerdo?- Explico Selene.

Seiya asintió con la cabeza despacio, ya que sentía un gran dolor cuando lo movía mucho.

-¿Donde...?-Pregunto con voz grave.

-Estas en el reino del Sol, no estas ya en la Tierra Seiya...- Explico calmadamente.

Seiya abrió los ojos desorbitados.

"¿Que no estaba en la Tierra? ¿Que había pasado y como había llegado ahí?"

-¿Cómo...?-Siguió preguntado con la voz grave, ya que sus cuerdas vocales aún no se recuperaban.

-Esto es difícil explicártelo Seiya, es delicado y quiero explicártelo cuando te hayas recuperado mejor, pasemos a otra pregunta mejor- Dijo con dulzura y con un brillo en sus ojos que transmitía diversión.

No sabía porque pero aquella chica le daba una sensación muy cálida y familiar como si fuera alguien especial para ella.

-¿Quien...?-Siguió preguntando el castaño.

-¿Quién soy?-Seiya asintió con la cabeza- Soy Selene, aunque soy conocida como la diosa de la Luna- sonrió la joven.

Seiya puso los ojos desorbitados debido a la gran impresión que le causo. "¿UNA DIOSA? ¿AQUELLA CHICA ERA LA DIOSA DE LA LUNA? ¿Y POR QUE ESTABA LA DIOSA CUIDANDO DE EL QUE ERA UN SOLO HUMANO?" Pensó el pobre chico muy confuso.

-¿Por qué...?- Pregunto con voz grave, pero esta vez en su voz denotaba sorpresa en ella.

La joven diosa suspiro, aquello seria difícil de explicar.

-Seiya es difícil de explicar déjame contarte todo cuando te recuperes, por cierto ya has hecho muchas preguntas y necesitas descansar, así que si quieres preguntar algo más será solo la última por hoy, así que adelante- Dijo serena pero seria, respecto a la salud del chico.

Seiya cerró los ojos y se cruzó de brazos mientras pensaba seriamente en que pregunta hacer. Por fin después de darle vueltas a la pregunta, pregunto aquella que le era más urgente en estos momentos para el...

-¿Comida...?- Pregunto hambriento, mientras se llevaba las manos al estómago desesperado.

Selene parpadeo antes de reírse por todo lo alto, su risa era como el repicar de unas suaves campanillas.

Aquel chico era muy gracioso, no le costaría nada cogerle cariño...

Una vez que Seiya desayuno la comida que le habían traído a la habitación, volvió a dormir por unas horas en la cual Selene aprovecho ese descanso para realizar unas pequeñas tareas que tenía pendiente.

Al cabo de tres horas Seiya se despertó de nuevo, el cual se encontraba totalmente descansado y lleno de energías nuevamente. Selene percibió el cosmos de Seiya lo que quería decir que ya había despertado.

Selene dejo la tarea que estaba realizando para ir de nuevo a la habitación del castaño. Porque sabía que todavía tenían una charla pendiente, y aunque no lo conocía desde hace  mucho, sabía que el chico exigiría respuestas.

No se equivocó. En cuanto la diosa entro por la habitación Seiya se incorporó de la cama  y la miro con el ceño fruncido.

Selene suspiro. Ese chico era tan predecible y solo lo conocía desde hace poco...

-Seiya sé que te debo una charla, pero empezare por decírtelo poco a poco para que vayas comprendiendo y no te coja con mucho pesar.

Seiya asintió con la cabeza mientras miraba a la chica expectante.

-Seiya ¿puedes notar como tu cosmos no es el mismo ya?, intenta sentirlo compruébalo antes de seguir explicándote- Explico Selene con suavidad.

Seiya frunció más el ceño pero decidió obedecer. Seiya cerro sus ojos e intento sentir su cosmos, pero para su gran sorpresa no era el que siempre sentía, ahora era completamente diferente, era más poderoso y muy cálido, como si él fuera el mismo sol. Era muy difícil de explicar pero era así como se sentía.

-¿C-Como es posible? ¿Qué ha pasado con mi cosmos?- Pregunto alterado y confundido a la vez.

Selene endureció su gesto, cosa que extraño al castaño, le caía bien aquella chica  que parecía muy dulce, y que endurecía su rostro quería decir que algo estaba pasando.

-Mira Seiya sé que es difícil decirte esto no sabes cuánto, pero ese no es un cosmos normal... ese cosmos que tienes es el de un dios-Paro unos segundos  Selene, para mirar al chico que estaba cada vez más choqueado, antes de proseguir nuevamente - Seiya... Has sido elegido como el nuevo dios del sol-Dictamino con voz seria.

Seiya parpadeo deprisa su mente cayó en un mundo de confusión.

-¿Es una broma verdad?- Pregunto el castaño en susurro lleno de angustia después de unos minutos de que pelease con su mente.

-Lo siento Seiya pero no te estoy mintiendo, y tú mismo lo has comprobado, ¿A qué has sentido como si en tu interior tuvieras el sol mismo?- Pregunto Selene.

Seiya abrió los ojos ampliamente, quería negarlo, pero no podía el mismo lo había pensado.

Selene sonrió nuevamente.

-Veo que he acertado, ahora Seiya tengo algo que comentarte que es muy serio y que me gustaría que comprendieras bien y no te alterases.-Pidió la joven con voz muy seria.

Seiya asintió con la cabeza aun sin poder digerir la noticia que le habían dicho.

Con pesar Selene empezó a contarle todo...

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*Mientras en el inframundo*

La joven Pandora estaba  en el salón sentado junto al joven Shun en el sofá mientras le contaba todo lo sucedido al igual que Selene hacía con Seiya. Shun estaba muy nervioso, ¿El ser el Dios hades? No, no podía ser ¿Cómo iba serlo? ¿Seguro que no se habían equivocado? Vale que una vez Hades lo poseyera pero eso era distinto, alguien lo controlaba. Ahora era totalmente distinto. El, tenía que ser el nuevo dios sin ningún alma maligna que lo poseyera.

Shun estaba perdido en su mente con todo lo que estaba pasando cuando Pandora le comento algo que le iba a dejar completamente helado y triste.

-Veras Shun, para ser un nuevo dios se necesita un requisito, no se puede ser un dios de la noche a la mañana, para eso tiene que haber un requisito..

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*En el reino de sol...*

-¿Que requisito se necesita?- Pregunto Seiya con el corazon latiéndole muy deprisa, sabía que la respuesta no le iba a gustar nada.

-El requisito es que tu...-Empezó a decir Selene con algo de nervios.

*De nuevo en el inframundo...*

-El requisito es que tu hayas...muerto...-Sentenció Pandora con voz completamente seria.

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Los dos chicos aunque estaban en distintos reinos reaccionaron de la misma forma y del mismo tono.

-¿¡ESTOY MUERTO!?-Gritaron a la vez, (aunque esto no lo supieran) pálidos, y con miedo en la voz...

Los dos pensaron que iba a ser de ellos a partir de ahora…

Notas finales:

os esta gustando este ficc? aunque no reciba comentarios me alegro ver que aun hay gente que me lee y eso me llena, espero que me sigais leyendo 

este capi fue triste verdad? :( pero bueno tiempo al tiempo...

nos vemos en otro capi chaauuu cuidaros mis queridos lectoress un beso para todos :D


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