Naruto temblaba ligeramente, el frío era intenso, su uniforme no ayudaba mucho ya que era el uniforme que se usaba para las temporadas soleadas, no debería de estar lloviendo, se suponía que era primavera; maldecía interiormente, el día en la mañana se apreciaba soleado, no lluvioso. Gaara estaba ensimismado en sus pensamientos, no eran exactamente unos muy alegres.
- Sí te alejas más tendrás más frío
El rubio dirigió su vista hacia su interlocutor, el pelirrojo lo miraba fríamente, sus pensamientos anteriores habían causado una actitud fría en él.
- Está bien - dattebayo, no tengo frio
El rubio apartó la vista rápidamente, podía sentir el cambio de actitud en Gaara, el aludido se dio cuenta de su propia conducta, suspiró, él no tenía frío, abrió su mochila y de ella sacó una bufanda roja, con mano diestra la enrollo en el cuello del rubio, este lo miró extrañado, no se esperaba ese gesto de parte del mayor, Naruto quería devolvérsela pero estaba tan cálida que sus ánimos para hacerlo se esfumaron.
- No quiero tener nada que deberte - dattebayo.
Naruto jugaba con la tela roja de la bufanda con sus dedos, Gaara lo vio de forma interrogante, podía ver claramente la duda en sus gestos, nadie nunca se había mostrado tan reticente, generalmente siempre aceptaban sin ningún tapujo.
- Pero aun así, te estás muriendo de frio y aunque dices algo como eso no quieres quitártela ¿no es cierto?
El rubio observó con recelo al pelirrojo, lo había podido leer tan fácilmente, o quizá era porque él era fácil de leer, en cualquier caso, no podía negar la lógica del pelirrojo, desvío su mirada y la paseo por las calles incluso aunque no podía ver nada por la lluvia.
- Podría ser cierto - ttebayo
Las personas que pasaban junto a ellos no apartaban la mirada de Gaara, incluso los hombres, algunos lo veían con envidia, otros con admiración y unos tantos con lujuria, en el caso de las mujeres unas se quedaban en blanco y otras intentaban seducirlo con sus gestos, otras fulminaban con la mirada al rubio o bien lo miraban de arriba a abajo, evaluando a la persona que se atrevía a ocupar lugar que alguna fémina debería ocupar; el rubio frunció ligeramente el ceño y fijo su mirada en su interlocutor, este, lo miraba fijamente, ignorando a las demás personas olímpicamente, tenía la mirada clavada en él; ahora entendía el porqué de que algunas féminas quisieran matarlo con la mirada, una sonrisa divertida escapó de sus labio y el subió ligeramente la mano para intentar encubrirla, pero eso no bastó para escapar de la inquisitiva mirada del pelirrojo.
- ¿Qué es?
Gaara había ladeado la cabeza ligeramente y había fruncido el ceño un poco, Naruto sabía bien a que se refería su confundido "amigo", volteo a verlo y le mostró una amplia sonrisa mientras se reía suavemente, eso dejó aún más desconcertado a Gaara si es que se podía.
- Nada - ttebayo
De repente el rubio había recuperado su buen humor, tomó la mano del pelirrojo, lo incitó a apurarse, el Sabaku sonrió un poco y adelantó a Naruto, guiándolo a través de las sinuosas calles de la ciudad.
_______________________________________
No sentía que el tiempo pasara rápido, sentía como si cada minuto fueran 20, cierta culpa tendría la lluvia que en ese momento estaba en pleno apogeo, miró al profesor que estaba ocupado escribiendo algo en la pizarra, nada interesante, apoyo su mejilla en el puño de su mano izquierda, miró a sus compañeros, unos se estaban enviando papelitos, otros susurraban entre sí y otros más tomaban apuntes de la pizarra, suspiró, fijó su atención de nuevo en la ventana, la lluvia se veía larga y tediosa, no terminaría pronto; por casualidad su vista captó el reloj que había en la pared, justo arriba de la pizarra, 4:10 PM, a su mente vino la imagen de cierto rubio, abrió sus ojos desmesuradamente, se olvidó de él, no tenía llave y tampoco le había dado dinero, la escuela cerraba a las 6 y el salía hasta las 8 se, maldijo a sí mismo cientos de veces, los guardias en la entrada no lo dejarían salir, ese no era su día.
_________________________________________
El silencio era sumamente incómodo, según el pelirrojo sólo faltaba poco para llegar y eso era una muy buena noticia para el rubio que ya se había cansado de caminar, se dio cuenta de que habían entrado a uno de los distritos más ricos de la enorme urbe, ese era especial ya que ahí sólo vivían las familias más adineradas; abrió los ojos de sobremanera y observó el perfil de Gaara, este no cambiaba su expresión; una reja gigante bloqueaba la entrada y después el perímetro estaba circundado por una pared de mucha masa echa de granito puro, pareciera como si estuvieran entrando a otro mundo o a otro país, repentinamente se podía percibir claramente la riqueza de la que esas familias hacían alarde; Naruto odiaba ese tipo de personas, fijó su vista en la acera, no había nadie y eso era algo obvio si se tenía en cuenta que estaba lloviendo y hacia demasiado frío como para salir de sus cálidos hogares; Gaara tomó la mano de Naruto y lo guío hacia una pequeña cabina, hecha también de granito, en donde se encontraba el guardia, el rubio al principio miró contrariado al pelirrojo y tuvo que controlar el impulso de quitar su mano de un manotazo, ciertamente no estando acostumbrado al calor de las manos de los desconocidos y aunque Gaara no era exactamente un desconocido, era cierto que apenas y conocía algo de él, se dejó hacer, cuando llegaron a la cabina su "amigo" intercambio algunas palabras con él guardia y este ni corto ni perezoso abrió las puertas y los dejó internarse en el distrito. Habían caminado ya un gran trecho, el rubio miraba todo con curiosidad, no encontraba demasiadas cosas que fueran de su gusto, por no decir que no había absolutamente nada que lo hiciera, al ver que no había nada interesante, miró otra vez el perfil de Gaara, el pelirrojo pudo sentir su mirada y ladeó un poco la cabeza para poder mirar a su acompañante, le regaló una sonrisa y siguió caminando, en ningún momento Gaara había soltado su mano y era Hasta ese momento en donde él se daba cuenta.
La mansión Sabaku estaba muy alejada de la entrada al distrito, además de que era la más grande y la que tenía más espacio que las otras; Naruto ya se había cansado de tanto caminar.
- Oye, ¿Ya casi llegamos - ttebayo?
El pelirrojo ladeó un poco el cuerpo en dirección al rubio y se detuvo sin soltar su mano aún y lo que era peor era que el rubio no se había dado cuenta de que el pelirrojo había entrelazado sus dedos.
- Ya estamos aquí
El rubio frunció el ceño y dirigió su mirada hacia el lugar en donde el Sabaku había hecho un ligero movimiento con la cabeza, se sorprendió al ver la enorme construcción que se elevaba, era demasiado larga y con al menos 4 pisos, al Uzumaki casi le llegaba la mandíbula al suelo por la impresión.
- ¿En serio es aquí donde vives - ttebayo?
El rubio miraba fijamente a su acompañante, aun no podía creerlo. Gaara lo observó un momento y luego frunció el ceño.
- Sí.
El rubio dirigió de nuevo su mirada hacia la mansión
- Sorprendente - dattebayo
El ceño de Gaara se frunció aún más.
- No sé por qué te sorprendes si tu...
El pelirrojo llevó rápidamente su mano a la boca al percatarse de lo que estuvo a punto de decir, el rubio lo miró interrogante.
- ¿Qué? ¿Qué ibas a decir justo ahora -ttebayo?
El pelirrojo recuperó su usual porte.
- Nada, nada importante
Antes que el rubio pudiera siquiera abrir de nuevo la boca una limusina se estacionó enfrente de ellos, de ella salió una chica rubia, al rubio le daba un poco de miedo la chica, su semblante no era exactamente amable, la chica se aproximó a ellos y el rubio se preguntó el por qué. Gaara miró a su hermana, no le agradaba mucho la idea de que ella estuviera molestándolos.
"Y yo pensé que podría traer a Naru - chan a casa sin que nadie interviniera"
Frunció notablemente el ceño mientras posaba su mirada fulminante en Temari, esta siento que un escalofrío recorría veloz su columna, sabía que no era bueno hacer enojar a su hermano pequeño, solo esperaba que su otro hermano no llegará en ese momento. Temari intentaba no mirar al chico rubio que acompañaba a su hermano, él seguramente sería la razón por la que su hermano tuviera intenciones asesinas en ese momento, suspiro e intento mantener la calma, sería mucho peor si demostraba su miedo por su pequeño hermano aunque claro, eso era algo completamente innecesario, porque él ya lo sabía.