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Vital para mi (Cancelado) por Mg Ca

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Había llegado al departamento que Itachi se había esforzado para conseguir en menos de un día, se sintió culpable y es que era algo razonable ya que el día anterior le había pedido y casi exigido a su nii-san que le consiguiera un departamento para el día siguiente, sin duda Itachi era alguien con muchas conexiones ya que sin estas era muy improbable que consiguiera un departamento como ese en tan poco tiempo, pero eso no era lo importante en ese momento; caminó hasta un sillón cercano que daba hacia una ventanal desde donde se podía apreciar la ciudad, abriéndose paso delante de él y se sentó en el.

El departamento en si no estaba mal, se encontraba en un complejo de departamentos, en el séptimo piso, el más alto y estaba cerca de la escuela, solo le tomaba quince minutos caminar hasta ella, contaba con una cocina, el living y dos habitaciones, la principal y la de huéspedes, la cocina era espaciosa y estaba bien iluminada, la habitación principal tenía un ventanal sobre el respaldo de la cama, contaba con un sofá individual pequeño color gris y la cama estaba revestida en blanco, tenía un armario nada despreciable, una televisión plasma de treinta pulgadas y un cuarto baño con todo lo necesario, no tenía el mismo lujo con el que contaba en la casa de Sasuke pero tampoco era malo, la habitación para huéspedes estaba igual que la principal, a excepción de que esa no contaba con un cuarto de baño propio; el living tenía cuatro sillones y un solo sofá individual, contaba con una televisión plasma de cincuenta pulgadas y una mesa de centro, el cuarto baño principal contaba con una ducha y una tina, todo era impersonal. Las cajas que contenían sus pertenencias dentro estaban dispersas por el living solo eran tres, en una se encontraban sus libros, en otra su ropa y en la ultima los objetos personales, no tenía tantas cosas como para necesitar ayuda pero si era un poco tedioso tener que arreglárselas por sí mismo, se levantó del sillón, dispuesto a empezar de una vez a ordenar todo, tomo la caja que contenía los objetos personales y camino hacia la habitación principal que de ahora en adelante seria la suya, no se sentía bien ese departamento pero no había más opción que esa.

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Todos los individuos en la mansión Sabaku estaban agitados, incluso Gaara pero claro en menor medida, la fiesta era un tema de suma importancia y su padre se había ido de nuevo, Gaara no sabía su paradero y en su ausencia era él quien tenía que tomar todas las decisiones y esperar que su padre estuviera satisfecho con ellas, el resto del día se la pasaría revisando el tema con el que se tenía que adornar al salón principal pero antes de eso tenía que decidir que partes de la casa se decorarían, cuáles eran las áreas a las que los invitados tenían permitido entrar, la seguridad, los patillos que se servirían, los postres, considerar si algún invitado tenia alergias a un tipo de comida, contratar chefs, los meseros, la música, las canciones que se tocarían, el color de las servilletas… todo eso no era más que un dolor grande de cabeza, esperaba no terminar con un derrame cerebral y por si fuera poco la fiesta seria en una semana, tenía que ponerse en contacto de inmediato para ver que personas estarían disponibles ese día y sino entonces cuanto tendría que sobornarlas para que aceptaran, respiro profundo y se dijo a sí mismo que todo era para un bien mayor, sus hermanos intentaban ayudar pero para el pelirrojo no eran más que estorbos.

Después de resolver el problema de la música se encerró en su habitación para tratar el tema de la decoración, había pedido que le subieran catálogos sobre los colores, el tipo de tela y los números telefónicos de cada encargado del diseño, se pasó encerrado en ese lugar al menos 2 horas, al terminar de hablar con el encargado del diseño alejo el teléfono de su oído que empezaba a resentir el estar más de una hora pegado al teléfono, suspiro y se tumbó de espaldas en la cama, después de cinco minutos se levantó y tomo su celular de la mesita de noche, lo encendió y se percató del día que era, sino mal recordaba hoy se estrenaba la película a la que había invitado a Naruto, no podía quedar mal con su amigo al olvidar tal cosa además de que ya tenía los boletos comprados y sería un desperdicio, el estreno era a media noche, si se apresuraba podía ir con él, frunció el ceño calculando el tiempo que le tomaría arreglar todo lo demás, lo haría, seguramente terminaría antes de la medianoche, con ese pensamiento en su mente llamó al Uzumaki.

 

Naruto decidió descansar, ya todas sus cosas estaban en su respectivo lugar, medito unos segundos, él no sabía cocinar y tenía hambre, en ese momento, como si su estómago estuviera de acuerdo, gruño, ya eran las dos de la tarde y él no había siquiera desayunado, como no había nadie que le cocinara algo decidió ir a comprar algo instantáneo en una tienda de conveniencia *, se levantó del suelo en donde momentos antes se había sentado para descansar, tomo la chaqueta de Gaara, su celular, su billetera y junto a la entada tomo las llaves de la casa del  cuenco de cristal en donde se encontraban, abrió la puerta y camino hacia el elevador, pulso el botón de primer piso y el elevador comenzó su descenso, podía ver en las puertas su reflejo con la chaqueta de Gaara.

“Debería devolvérsela, algún día, quizás - dattebayo”

Sonrió levemente a su pequeña broma personal y levanto la mano para poder acercar la chaqueta y olerla, olía como Gaara, su olor era indescriptible, simplemente le gustaba.

 

 

Despertaba con un mal presentimiento, se levantó y se dirigió hacia la habitación que le correspondía a Naruto, abrió la puerta con prisa, solo para darse cuenta de que se encontraba completamente vacía, sin sus cosas, sin su ropa….  Nada, regreso sobre sus pasos a su habitación y tomo su celular y llamo a su hermano mayor, esto tenía que tener una explicación y el la descubriría.

- ¿Sí?

La voz del otro lado de la línea no podía pertenecer a otra persona que no fuera Itachi.

- Itachi, Naruto no está en la casa, ¿Te dijo él a dónde iba?

Itachi estaba ocupado en ese momento y aunque no quería ser borde tenía que hacerlo ya que su baka otouto no se daría por vencido hasta que lograra sacarle algo de información sobre el paradero del rubio.

- No te voy a mentir, sé dónde está pero no te lo voy a decir.

El rostro de Sasuke era un poema, pero enseguida pasó de la sorpresa a la furia.

- ¿Y por qué es eso?

Trataba con todas sus fuerzas no gritarle a Itachi, le rechinaban los dientes de tanto contenerse.

- Es por él, él lo quiera de esa forma

El ceño de Sasuke se frunció notablemente y su furia se hizo desconcierto

- Me gustaría saber de qué va todo esto Sasuke

El silencio que se creó fue roto por Itachi y es que él ya no entendía nada, ciertamente había quedado con Naruto de resolver todo esto una vez que terminara con todo su trabajo o al menos hasta que tuviera menos pero ahora mismo está muy ocupado.

- No, no tengo ni idea

La opción más viable en ese momento era mentir, averiguaría en donde se encontraba el rubio y arreglaría las cosas con él, sino para que regresará a vivir con él al menos para que quedarán en buenos términos.

- Hnm… ya veo, quizá simplemente Naruto quiera independizarse.

- Sí, tal vez solo sea eso

- Bien, te dejo, estoy ocupado ahora mismo

- Si, adiós

Sasuke colgó antes de siquiera recibir una respuesta, marco un numero diferente, Itachi no era el único con conexiones.

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Naruto había tardado más de lo esperado comprando su “comida”, no sabía que elegir, nunca se había visto en la necesidad de comprar comida para que esta sirviera de desayuno, comida o cena, lo más cercano que había estado de eso era comprar en la cafetería pero allí era como un restaurante, solo ibas y pedias lo que sea que quisieras que estuviera en el menú, por supuesto, esperabas y los encargados lo hacían, no se podía comparar a lo que estaba haciendo en ese preciso instante al estar rodeado de estantes con comida conservada. Había visto latas que contenían duraznos y frutas variadas, otras tantas que contenían verduras pero nada de eso le gustaba al rubio, tal vez las frutas sí pero las verduras no. Siguió caminando por la sección de los alimentos conservados, para su sorpresa la tienda de conveniencia era inesperadamente grande, en Japón no las había de ese tamaño, pensaba darse por vencido hasta que pudo vislumbrar un pasillo que contenía carnes enlatadas, sonrió ampliamente y se dirigió a esa sección, había diferentes tipos de carnes, desde las más comunes hasta las más raras, tomo una lata de carne de pollo y leyó las instrucciones para prepararla, no parecían tan difíciles, solo era ponerla en un satén y freírla. Se dirigió hacia el encargado para poder pagar lo que llevaba que no eran más que dos latas de carne de pollo y cuatro de frutas variadas.

Itachi le daba dinero suficiente como para que fuera a comer todos los días en restaurantes o cafeterías pero él no quería gastar así como así el dinero que le daba su hermano, después de todo él sabía bien lo duro que su hermano tenía que trabajar para poder darle esos lujos además de que si estaba  demasiado ocupado como para no poder resolver este inconveniente entonces él no lo molestaría pidiendo más dinero, Naruto sabía que no era bueno ahorrando lo que le daban pero esta vez lo intentaría para no causar ninguna molestia, esos pensamientos lo llevaron hacia Sasuke, él seguramente estaría feliz de la vida al ya no tener que soportarlo, el lado bueno de todo esto, si es que lo había, era que aun contaba con Gaara, él podría ser su apoyo ya que su hermano no estaba disponible por así decirlo.

No se dio cuenta de que ya había llegado al complejo de edificios, el trayecto se le antojo corto, quizá demasiado, o podría ser por qué sus pensamientos nublaban su atención que no se dio cuenta de cómo exactamente había llegado, eso era algo preocupante, ya que según él recordaba se tenían que cruzar unas cuantas calles para llegar y el tráfico era constante, sintió un escalofrió recorrer su espalda, decidió no darle importancia y subió los siete pisos usando las escaleras, no quería llegar tan pronto y encontrar ese lugar sin nadie quien lo esperara. Al terminar de subir estaba resoplando, él ejercicio  no era su fuerte y menos subir escaleras.

“Ya no vuelvo a tomar las escaleras”

Se quedó quieto un momento para tomar un poco de aliento, cuando sintió que sus piernas respondían de nuevo camino hacia la puerta de su apartamento, mientras buscaba la lleves, metió la llave en la cerradura pero la puerta estaba abierta.

“¿La dejé abierta? No, eso es imposible, recuerdo claramente el haberla cerrado, ¿Alguien está adentro?”

Sus ojos se abrieron repentinamente y empujo la puerta lentamente, el miedo le estaba jugando una mala pasada, sus manos estaban sudorosas y no llevaba nada consigo para poder defenderse, era caminar hacia su muerte segura pero aun así, no le importo, cuando pudo abrir una brecha lo suficientemente grande para entrar, metió su cuerpo y examino el lugar, nada estaba desordenado, quizá solo había sido su imaginación, eso hubiera pensado sui no estuviera escuchando ruidos provenientes de la cocina. Tragándose su miedo camino hacia la cocina, cuando pudo ver en su totalidad alguien estaba parado enfrente de la estufa, de espaldas a él, el individuo se dio la vuelta y Naruto pudo ver por fin quien era.

Notas finales:

* Tienda de conveniencia o Combini en Japón, es como un minisupermercado que esta abierto las 24 horas de día


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