Después de un momento en completo silencio, mirando como Gaara se quitaba la ropa, Naruto por fin habló.
- ¿No será un poco incómodo para ti?
Gaara había caminado hacia su ropero después de terminar de quitarse la ropa y dejarla en una canasta cerca del mismo, mientras buscaba entre sus pijamas una que le pudiera prestar a su rubio amigo.
- No, no lo será
Gaara rio levemente ante la pregunta hecha, sacó un pijama gris que le quedaba pequeño desde hacía algún tiempo, le echó un vistazo y pronto dedujo que le quedaría perfecto a Naruto, camino hasta él y se lo tendió.
- Creo que este te quedará bien
- ¿Cómo puedes saber eso?
- Tengo buen ojo en cuanto a las tres medidas de las personas respecta
Gaara sonrió orgulloso de sí mismo mientras el rubio alzaba una ceja y tomaba el pijama de entre sus manos, sin querer rosando levemente el dorso de su mano contra la punta de los dedos del pelirrojo, ese simple rose hizo vibrar sus cuerpos, era la primera vez que sus pieles se tocaban mutuamente y sin duda era la también la primera vez que esto les sucedía a ambos, ni siquiera Naruto había sentido algo así cuando tocaba o rosaba por accidente a Sasuke, Gaara, por su parte, nunca dejaba que alguien siquiera lo rosaba, nadie lo tocaba desde hacía mucho tiempo, años de hecho y pensar que ese simple roce causo algo así era simplemente increíble, aunque rápidamente echo la culpa a que por el mismo motivo de no ser tocado su piel estaba sensible y solo por eso había percibido ese toque de la forma en la que lo había hecho.
- El baño esta por ahí
El pelirrojo señalo una puerta que se encontraba a la izquierda y el rubio sin mediar más palabra se dirigió casi corriendo hacia la puerta, una vez dentro cerro con llave y observo su la mano en donde Gaara había rosado sus dedos, la sensación aun permanecía fresca, impregnada en su piel… Decir que estaba más que confundido era poco, en su vida había sentido cosa más extraña pero no era nada desagradable y eso mismo era lo que más lo confundía, nunca admitiría que estaba asustado pero sin duda lo estaba, lo desconocido es algo que siempre da miedo.
Gaara se había puesto su pijama rojo que combinaba con su cabello, había decidido dejar de lado cualquier confusión que le causara el rubio, no debía perder de vista su objetivo y dejarse llevar por él no era algo que estuviera dispuesto a hacer… Había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo habían tocado que simplemente no podía olvidar del suceso tan fácilmente, ni siquiera las personas con las que se había acostado lo tocaban ya que él las amarraba, sino era las muñecas con los tobillos era a la cama o simplemente las tomaba por las muñecas, quizá se podría ver como algo cruel pero sin duda que las amarrará era algo que esas personas disfrutaban ya que al no poder tocar todo se intensificaba un poco, haciendo que el placer fuera más notorio, aunque él no buscaba dar placer era algo que se daba solo. Por un momento recordó a su madre, no esa impostora que decía ser su madre y a la que él estaba obligado a llamar así, sino a su madre real, esa persona que decía ser su madre no lo quería, él se daba perfecta cuenta aunque en ese tiempo solo era un niño, ciertamente en ese momento no había nada que él pudiera hacer pero eso no impedía que se sintiera culpable por la muerte de su madre, no quitaba que él no hizo nada, la vio morir, si había una persona que él odiara, sin duda era esa persona y su padre, la persona a la que le presentaron como su madre. Cerro los puños con demasiada fuerza, tanto que incluso sus nudillos estaban más pálidos de lo usual, sus uñas se enterraban en su piel causando que esta sangrara, estaba tan enojado, se sentía impotente y furioso pero debía controlarse, el rubio no tenía nada que ver en su pasado además de que él no quería dar más explicaciones, hizo ejercicios de respiración hasta que su furia desapareció, sino completamente al menos una parte, eso era suficiente para poder colocar de nuevo su máscara de indiferencia y que su amigo no se diera cuenta de lo que realmente algo le molestaba o bien de que se dieran mal entendidos e interpretara que estaba así por su culpa, suspiró, levanto sus manos, tenían heridas debido a sus uñas, cuando el rubio saliera él debía entrar para tratar sus heridas, camino hasta su cama y se sentó en los pies de esta, quería pasar una mano por su cabello como era su costumbre pero si hacia eso la sangre se quedaría en su cabello, aunque no se vería gracias a su cabello no quería ir a dormir con sangre sobre él, sus heridas sangraban más de lo que deberían, si seguía así probablemente mancharía la alfombra y la sangre era extremadamente difícil de secar así que se levantó y camino a la canasta en donde había dejado su ropa, tomo su camisa y con ella trató de parar el flujo de la sangre, esperaba que su amigo no demorara mucho.
Naruto, después de salir de su pequeño estado de confusión se apresuró a ponerse la pijama y se sorprendió de que esta le quedará perfectamente, tal y como Gaara le había dicho, tenía un poco de nerviosismo al tener que salir y enfrentarse al pelirrojo después de esa extraña sensación pero después de unos minutos cavilando se dio cuenta de que quizá él no había sentido nada, quizá Gaara ni se dio cuenta y solo fuera cosa suya, con eso en mente salió del baño solo para encontrarse de frente con su amigo y su camisa con manchas de sangre entre sus manos.
- ¿¡Que te pasó!?
- Nada importante
Gaara le regalo una sonrisita tímida mientras seguía mirando sus manos para cuidar que la sangre no se derramara en el suelo, Naruto lo miro frunciendo el ceño.
-- Y entonces ¿Por qué tienes esa camisa llena de sangre?
-- Digamos que me hice una pequeña herida
Naruto abrió los ojos en sorpresa y después tomo las manos de Gaara, intentando ver la supuesta herida, el pelirrojo no opuso resistencia, el rubio vio que no trataba solo de una pequeña herida sino que eran muchas pequeñas heridas además de que sus uñas tenían rastros de sangre.
- ¿Te hiciste esto?
- Algo así…
- ¿Por qué?
- Estaba… pensando en cosas y… creo que no me di cuenta
- Ya veo
El rubio suspiro y lo metió dentro del baño, sentándolo en el inodoro.
- ¿Dónde está el botiquín?
- Detrás del espejo
Naruto asintió y se giró para abrir el compartimiento, saco el botiquín, lo apoyo el lavabo para poder extraer los materiales necesarios, Gaara solo veía esto extrañado, pero dejo al rubio hacer lo que quisiera, este sin mediar palabra se arrodillo entre las largas piernas de Gaara y tomo primero su mano derecha, tomo algodón y lo mojo con un poco de agua oxigenada, lo payo suavemente en las pequeñas heridas de la mano del pelirrojo mientras este delineaba su rostro con los ojos, veía cada pequeño cambio en las facciones del rubio conforme este trataba sus heridas y sonreía ligeramente al darse cuenta de que le estaba empezando al tomar cariño a esa persona.
- Ya esta
-… Gracias
- De nada. Pero no lo vuelvas a hacer, me preocupaste.
- Se ve peor de lo que realmente es – dijo Gaara mirando los vendajes de sus manos
-Me doy cuenta, ven, vamos a dormir, y vi suficiente sangre por hoy
El pelirrojo se levantó y siguió al rubio a su cama, Naruto tomo el lado derecho de la cama y él el izquierdo, una vez dentro de la cama Gaara apago la luz, después de unos minutos Naruto hablo en un susurro como si no quisiera ser escuchado realmente.
- Gaara
- ¿Hmm?
- ¿Estas despierto?
Gaara soltó una risita
- No, te está hablando mi alma
Naruto soltó una carcajada
Ha, bueno…
¿Qué pasa?
- Hmm… hace rato… con lo de las heridas… parecías algo… sorprendido
- Ha, eso, bueno si
- ¿Por qué?
- Porque desde que nací nadie se ha preocupado por mi
Naruto no sabía que decir o si disculparse por lo que había dicho pero no le dio tiempo de decir nada ya que los brazos de Gaara se cerraron sobre su cintura en un abrazo, Naruto sonrió ante este acto y se dio la vuelta para tener de frente al pelirrojo, este tenía los ojos cerrados, al rubio pensó que ya estaba dormido así que apoyo su frente en su hombro y cerro los ojos.
-------------
Ninguno de los dos estaba dormido pero incluso aunque estuvieran en ese silencio, sabiendo ambos que no estaban dormidos, no era para nada incomodo; Naruto podía sentir la calidez que desprendía el cuerpo de Gaara, había pasado mucho tiempo desde que sentía una calidez como esa, era como estar en casa, protegido, muchas personas lo abrazaban pero él sentía lo mismo en todos los abrazos pero no en este, este era diferente a cualquier tipo que hubiera sentido antes; Gaara estaba muy a gusto con la situación actual, el cuerpo de Naruto era suave y cálido, él generalmente no se la pasaba abrazando personas… no, esta era la primera vez que abrazaba a alguien por iniciativa propia, en su niñez siempre las personas lo abrazaban a él y él o les correspondía o sencillamente esperaba hasta que lo liberaran, sí, era la primera vez que él abrazaba a alguien, al principio no sabía si el rubio lo rechazaría o no solamente se limitaría a dejarse abrazar sin corresponderle pero grande había sido su sorpresa al sentir que el rubio se giraba y lo miraba, nunca espero eso pero mentiría si dijera que no le gustó, se sentía bien el poder percibir aunque fuera un poco de afecto, poder sentir un poco de calor humano…
- Naruto.
El rubio se sorprendió al escuchar la voz grave y profunda de su amigo, eran tan raras las ocasiones en las que él iniciaba una conversación que incluso las podría contar con los dedos de las manos e incluso le sobrarían algunos.
- ¿Qué?
Gaara se mantenía en silencio lo que obligó al rubio a remover su rostro del hombro de este y dirigir su mirada hacia su rostro, el pelirrojo tenía sus ojos abiertos y miraba al rubio atento a cualquier gesto que hiciera. Después de unos minutos en completo silencio, el rubio no soporto más y volvió a enterrar su rostro en el hombro de su acompañante mientras rompía el silencio de la estancia con una suave voz, como si tuviera miedo de que alguien los escuchara.
- Me pones nervioso maldito Gaara, habla de una vez.
Sintió las ligeras sacudidas provenientes de la persona en la que recargaba su rostro, sabía que estaba riendo aunque no lo escuchara, no le veía gracia alguna a lo que acababa de decir después de todo, ¿Quién se ríe después de que le digan “maldito”? esperó hasta que su amigo terminó de reír para escuchar su respuesta.
- Es solo que… se siente bien estar de esta forma.
- Hmm… ya veo.
- La próxima semana mí padre dará una fiesta aquí, ¿Quieres venir?
Naruto pudo sentir como el cuerpo de Gaara se tensaba y de la misma forma, por instinto, el suyo también lo hacía, no sabía la razón por la cual su amigo se comportará así pero no podría ser algo bueno.
- ¿He?… … ¿Estará bien que lo haga?
- Sí, le pregunté en la mañana si podría invitar a alguien y él me dijo que estaba bien.
- Entonces iré.
Gaara no dijo nada más, solo lo atrajo un poco más cerca y lo abrazo fuertemente, el reloj ya marcaba la media noche y aunque no significará mucho a los ojos de las demás personas para él significaba algo, la posibilidad de poder confiar una vez más, quizá podía apostar una vez más, volver a arriesgarse…
… No todo tenía que ser tan malo…