Poco a poco sus ojos se abrían y adaptaban a la luz matutina, las cortinas ayudaban a que no se filtrará toda la luz solar, eso era conveniente para dormir un poco más, no quería despertar, su estado de ánimo no era el mejor en ese momento y mucho menos al pensar en qué tipo de cosas podría estar haciendo Naruto en compañía de Gaara, este último y él no tenían una gran relación, eso era evidente. Era cierto que se había acostado con su hermana pero eso no parecía importarle nada a Gaara, de hecho cuando se enteró simplemente le dijo a Temari con frías palabras que era su culpa por confiar en un Uchiha… Gaara era un persona fría, mucho más que él mismo, era el tipo de persona con la que tienes que tener cuidado, lo que había hecho Sasuke anteriormente palidecía en contraste con lo que había hecho él, tenía miedo por Naruto, por su vida. De alguna forma el lugar en el que vivía seguía siendo el mismo y a la vez había cambiado, ya no podía escuchar los ligeros sonidos que producían las pisadas de Naruto a través de la pared, ni podía escuchar sus murmullos cuando hablaba consigo mismo de la manera tan despreocupada como solo él tenía, era el mismo lugar pero ahora le faltaba algo y era evidente, incluso los empleados no estaban con el mismo animo de siempre como cuando estaba el rubio…
… Llevo su brazo hacia sus ojos para taparlos y lo dejo ahí por lo que pudieron ser minutos, no se animaba a levantarse y mucho menos a ir a tomar algo de desayuno, sin su rubio absolutamente nada era igual, pero él ¿Qué podía hacer? Ya lo había arruinado todo desde el principio… ¿Había algo siquiera que arruinar? Nunca fueron nada, solo le dio un beso y quizá Naruto le correspondió por pura lastima o algo similar, le llevaba casi diez años de diferencia, algo así no podía ser y aunque pudiera seguramente Naruto se aburriría de él e iría a buscar a alguien más, no podía ofrecerle gran cosa además de que ellos era hombres, no podía darle hijos, eran medios hermanos e Itachi no merecía que le hicieran una deshonra como esa, Itachi era demasiado bueno, seguro que los dejaría estar juntos pero no podrían dar a conocer una relación, le daría mala imagen a la empresa… No podía darle la estabilidad a Naruto que sabía que necesitaba, también debía pensar en el futuro del rubio, él ya era un adulto y sabía lo que hacía pero ¿Qué pasaría con Naruto? Si sus compañeros de clase se enterarán de que tenía una relación con su propio hermano que además era hombre seria el blanco de muchas acciones injustas en su contra y agresiones verbales. Sasuke no quería que nada de lo anterior le pasara a Naruto, quería, por una vez en su vida actuar como era debido, como un adulto responsable, no quería arrastrar al rubio por ese tipo de vida, quería que él fuera feliz, incluso si no era con él, quería lo mejor para él y si Gaara hubiera sido otro tipo de persona él no se opondría pero lo conocía demasiado bien como para saber que el pelirrojo no era lo que aparentaba, era cierto que había tenido que pasar por muchas dificultades pero aún así, lo que había hecho no era justificable o al menos no para Sasuke, pudo haber optado por otras salidas y él mismo también pudo hacerlo… No podía reprocharle nada al pelirrojo porque incluso él había actuado de una forma bastante incorrecta, quería que alguien lo perdonara por los pecados que había cometido, se arrepentía y su lista no era tan larga como la del pelirrojo… ¿Se arrepentiría Gaara de lo que había hecho? Sasuke dudaba de la respuesta a esa pregunta, quizás si o quizás no, tal vez lo que paso en ese momento fue solo la excusa perfecta para desatar su verdadero ser, prefería no ahondar en esos temas tan deprimentes y que tanto daño le causaban.
Salió de su cama y se dirigió a la ducha, ese día tenía planeado vagabundear por la ciudad, no tenía ganas de quedarse en esa casa que le recordaba continuamente a Naruto ni tampoco quería ir a lugares en los que hubiera personas en cantidades ingentes, una vez salió de la ducha, eligió un atuendo conformado por un pantalón de vestir negro, una camisa blanca y sobre esta un saco negro, en el fondo del armario se encontraban los accesorios para combinar con los atuendos, eligió un Rolex de plata y un sombrero negro. Salió de su casa conduciendo su Lamborghini Aventador rojo a toda velocidad, redujo la velocidad una vez entró en la ciudad y se dirigió hacia un parque, ya había estado ahí antes, era uno de sus escondites, el parque era hermoso pero quedaba muy lejos a menos de que se tuviera auto por lo tanto estaba casi siempre desierto; se recargó en un árbol al fondo del parque, si acaso llegaban más personas era poco probable que lo descubrieran ahí.
Abrió los ojos al escuchar un ruido, las ramas de los árboles se mecían suavemente frente a él, eso fue lo primero que vio y lo segundo al dirigir su mirada hacia el lugar de donde provenía el sonido no fue lo que esperaba, no sabía cómo reaccionar a lo que tenía enfrente, siguió sus instintos y salió de ahí lo más rápido que pudo y sin hacer ningún ruido.
Había perdido, aunque quizá nunca había sido siquiera merecedor de participar en primer lugar, eso ahora no importaba.