El auto viró en la equina de una manzana que era desconocida para el Naruto y más aún lo era el lugar al que Gaara lo llevaba, por una parte estaba emocionado pero por otra algo le decía que no debería haberse dejado llevar por el pelirrojo y que debería haberse quedado en su departamento, tenía un muy mal presentimiento. El BMW se internó en un estacionamiento público, el pelirrojo le indicó al rubio que lo esperara mientras él hacia el papeleo correspondiente, no tomaría mucho tiempo solo unos pocos minutos; el rubio miró la espalda trabajada de Gaara alejarse, suspiró, miro su cuerpo delgado y volvió a mirar la espalda del pelirrojo, o lo poco que se podía apreciar ya de ella, frunció el ceño, se prometió a él mismo tener algún día una figura como la de su amigo, o mejor aún, como la de Sasuke…… sin quererlo había pensado en él, bajó la mirada a sus pies, por supuesto no había nada de interesante en el pavimento debajo de ellos pero simplemente en su interior no podía aun perdonarse la manera en la que habían terminado las cosas con Sasuke ni la forma tan fría en la que lo había tratado, quizá el pelinegro se lo mereciera pero eso no era más que una excusa, incluso aunque él se mereciera algo así, para Naruto no estaba bien, para él incluso si una persona mereciera la muerte no debería de recibir un trato como ese; cerró los ojos y recordó la noria, al momento su cuerpo empezó a subir de temperatura, esa noche el beso había empezado como un amable pero gradualmente se había vuelto uno salvaje, lujurioso, la manera en la que Sasuke mordió y seguidamente paso su lengua por su labio inferior para poder acceder a su boca… una sonrisa se formó en su rostro sin que pudiera evitarlo, llevó una mano a sus labios, acarició suavemente el inferior, mordió su labio en un intento por recrear la sensación pero era obvio que no la obtendría, si pudiera le gustaría tener más de eso pero Sasuke no querría volver a besarlo, sonrió tristemente mientras apartaba sus dientes y mano de aquel lugar.
- Vamos – Gaara había aparecido aparentemente de la nada con el boleto de estacionamiento en mano.
- S-sí – Naruto le sonrió al pelirrojo pero aún sin moverse de su lugar
El pelirrojo sabía que algo iba mal, tenía alrededor de cinco minutos que estaba ahí parado, no fue hasta que habló que el rubio se enteró de su presencia, en ese tiempo había observado muy bien al rubio, como llevaba su mano hacia su labio, se sonrojaba y lo mordía levemente, los celos lo invadieron al instante, quizá estaba enamorado de alguna chica y la había besado, era muy normal eso a su edad pero eso no impedía que se sintiera con ganas de hacerle algo a la persona en la cual estaba pensando Naruto.
Caminaron unas pocas manzanas mas para al fin encontrarse cara a cara con el centro comercial, Naruto no había visto este antes, era uno muy diferente al que lo había llevado Sasuke, era mucho más grande, la estructura de acero y vidrio se alzaba orgullosamente enfrente de ellos, ocupaba el tamaño de lo que deberían ser unas tres manzanas, por los grandes ventanales se podía ver a las personas entrando y saliendo, algunas más dirigiéndose a las escaleras eléctricas, una bajando, otras subiendo por ellas; el rubio miro confundido a su acompañante, frunció el ceño ligeramente, miró a Gaara ladeando la cabeza un poco, el pelirrojo le devolvió la mirada tranquilo y abrió la boca para empezar a hablar.
- Pensé que te vendrían bien algunas cosas para que decores tu nuevo apartamento. – sonrió mientras esperaba la respuesta de Naruto
- Bueno, - el rubio torció un poco la boca mientras pensaba - la verdad es que no me vendrían mal algunas cosas pero no tengo dinero ahora mismo así que…
- Déjamelo a mí. – Gaara miraba intensamente a los ojos de Naruto
- No es realmente necesario, compararé algo por mi cuenta después –el rubio no pudo seguir soportando la intensa mirada de su amigo así que bajó la cabeza.
- Insisto, es mejor ahora que me tienes a mí y al auto.
- Sí… pero…
- Anda vamos –tomo su mano y lo llevó dentro de la estrctura metalica
Subieron las escaleras y se dirigieron al cuarto piso, que era en donde se encontraban todos los artículos para el hogar, el rubio se sentía algo intimidado por el tamaño de las tiendas decorativas y muebles, fácilmente eran del mismo tamaño de una a la que podrías ir en cualquier ciudad, los productos se mostraban demasiados caros, no podría pagarlos y no quería que todo el peso financiero de los artículos recayera en Gaara, necesitaba persuadir al pelirrojo, sino lo lograba entonces tendría que distraerlo con algo más, pero de alguna forma necesitaba salir de ahí.
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Naruto estaba impresionado por todas las tiendas que ahí se encontraban, no era un lugar tan malo, de hecho se sentía a gusto en ese lugar, lo único que le era un poco molesto era la presencia del pelirrojo, no sabía por qué pero sentía que algo faltaba en ese lugar, que algo en el lugar no estaba del todo bien, era en parte por Gaara pero había algo más, algo que ni él sabía que era o tal vez lo sabía pero deliberadamente lo ignoraba. El pelirrojo en algún momento del trayecto había tomado su mano sin que se percatara o eso pensaba él, el rubio no era tan distraído y menos en ese preciso momento, su mal presentimiento se había agravado, tenía un miedo terrible pero no lograba identificar la fuente de tan desconcertante sentimiento, debía mantener todos sus sentidos alerta, quizá si Gaara hubiera elegido otro lugar o tal vez otro día él no se sentiría así o quien sabe, quizá ese era su destino. Miraba al rubio con mucha inseguridad y duda, podía notar claramente que no se sentía nada a gusto en ese lugar, no quería ser un paranoico y pensar que era por su culpa pero simplemente todas las señales apuntaban a eso, él le había dicho anteriormente que no le gustaban ese tipo de cosas pero había insistido, tal vez sería por eso y no porque no quisiera estar con él.
En el transcurso de los minutos Gaara llevó a Naruto por innumerables tiendas con muebles y accesorios para el hogar, habían comprado una cantidad considerable de artículos y otros objetos, el rubio se sentía culpable por hacer a su amigo comprar todo eso, con todas esas cosas por llevar a su departamento tendrían que terminar contratando un camión de los que, convenientemente, la tienda tenía en los niveles inferiores del centro comercial, ellos habían dicho que los tenían para ocasiones como esta y, por un módico precio, podían llevárselo para poder transportar los muebles, por supuesto alguien de la compañía manejaría el camión de ida y vuelta; cuando llegó la hora de pagar por todo el pelirrojo ni siquiera miró la cuenta, simplemente le dio su tarjeta de crédito a la amable señorita que los atendía, Naruto no pudo ver tampoco la cantidad a pagar pero tenía una ligera idea gracias a que pudo alcanzar a ver la tarjeta que Gaara había facilitado, esta, no era nada más ni nada menos que la tarjeta: “Gold Elite Credit Card American Express”, al momento de verla a Naruto se le drenó toda la sangre del rostro, la cantidad debía de ser considerable, maldijo a Gaara por tener tanto dinero y se culpó por no poder pagar esa cantidad por su propia cuenta.
- ¿Nos vamos? –Gaara lo miraba atentamente, ya había terminado el papeleo y le habían devuelto la tarjeta de crédito.
- Sí, vamos –Naruto estaba más que dispuesto a dejar ese lugar tan pronto como fuera humanamente posible.
Salieron de la tienda, el rubio ingenuamente se dirigía hacia el estacionamiento, pero el pelirrojo no tenía la menor intención de dejarlo ir tan fácilmente, él todavía tenía planes para un poco más de tiempo.
- Hey, ¿Dónde vas? –El rubio volteó rápidamente ante la repentina opresión que sintió en el hombro, además de las palabras del pelirrojo.
- Al estacionamiento, ya nos vamos ¿no?
- No me refería a eso –Gaara soltó el hombro de Naruto y se cruzó de brazos – Solamente quiero que vengas conmigo a un lugar, ciertamente se encuentra fuera del centro comercial pero no esta tan lejos como para necesitar el auto.
Naruto no sabía qué hacer, quería llegar a su departamento lo más pronto posible pero también estaba el hecho de que si estaba en ese lugar se sentiría solo, no quería estar con Gaara pero tampoco quería estar solo… Necesitaba pensar, sus sentimientos se enredaban y confundían, recuerdos, sentimientos, su razón, lo que quería hacer… Lo único que era nítido en esa vorágine era Sasuke pero no podía ir corriendo hasta él ya que las cosas entre ellos no estaban en los mejores términos, quería estar con él.
Gaara solo podía observar a Naruto mientras su rostro cambia de expresión conforme pensaba algunas cosas, la curiosidad lo mataba, quería saber si pensaba en él de la misma forma en la que él lo hacía, qué era lo que sentía cuando lo miraba, cuando pasaban tiempo juntos, cuando lo tomaba de la mano… Pronto se dio cuenta de que no era en él en quien el rubio pensaba estaba casi seguro de que era Sasuke, siempre había sido él… tuvo ganas de gritar, el Uchiha siempre había estado un paso antes que él, incluso en las únicas pequeñas cosas que le habían llegado a interesar, pero, esta vez, no dejaría que lo derrotarán con algo así, no esta vez. Después de un momento, Naruto al fin había llegado a la conclusión de acompañar a Gaara, no era porque así lo deseará sino porque le debía aunque sea ese pequeño favor por llevarlo hasta ese lugar y perder tiempo con él, incluso cuando tenía que organizar una importante fiesta para su padre.
- Está bien, iré contigo –La tensión en el rostro de Gaara disminuyó un poco pero no por completo.
Gaara tomó la mano derecha de Naruto, y, tratando de controlar su ira, lo llevó fuera del centro comercial.