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Vital para mi (Cancelado) por Mg Ca

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Una vez fuera del centro comercial, el pelirrojo siguió halando del rubio, era un poco brusco pero Naruto había notado algo diferente en Gaara, por esa razón no se opuso y solo se dejó llevar por el mayor, la manera en la que él lo llevaba no era la más segura, por poco no los arrollaba un auto, Gaara cruzaba calles a diestra y siniestra, sin apenas fijarse de la gente o del tráfico además de que jalaba del brazo de Naruto muy bruscamente.

-          Gaara… - el aludido volteo a ver a su acompañante, deteniéndose ipso facto.

-          ¿Qué? – tuvo que respirar profundamente e intentar calmarse un poco para poder responder apropiadamente.

-          Me estas lastimando –el pelirrojo soltó al rubio y dirigió su vista hacia la mano del menor, efectivamente, tenía las marcas de sus dedos impregnadas en su piel, se podían observar tan nítidamente…

-          Lo siento –dio un paso hacia atrás – Es por aquí –empezó a caminar a un paso mucho más lento del que anteriormente llevaba.

Naruto lo seguía de cerca para no perderse pero también observaba todo a su alrededor, los colores, las formas, las personas; todo era tan vivido, incluso la cosa más pequeña e insignificante captaba su atención, su anterior ciudad era gris y muy poco lugares eran tan alegres como el que se extendía ahora frente a él, era un ciudad cálida y llena de vida, sonrió inconscientemente, le gustaba mucho esta ciudad, seguramente habría muchos tipos de ciudades más, él quería verlas todas, con sus propios ojos y no por medio de una fotografía o una pantalla; la espalda de Gaara se veía cada vez más lejos, el rubio decidió correr para poder darle alcance.

 

 

 

La luz mortecina dañaba un poco sus ojos, era soportable, no era de extrañarse que le causará ese efecto, había estado trabajando hasta tarde en el ordenador, en esos cinco días solo había dormido unas cuatro horas, ahora tenía unas seis horas para poder dormir pero el problema entre sus hermanos lo tenía aun despierto. Empezaba a dudar seriamente sobre si haber llevado a Naruto con su hermano había sido realmente una buena idea, quizá no debió forzar las cosas, él mejor que nadie conocía a su hermano menor y sabía que cuando este se obstinaba en algo era muy difícil sacarlo de ello. Soltó un largo suspiro, retiró su antebrazo de sus ojos y lo dejo caer en la mullida cama, las cortinas impedían parcialmente que la luz entrara; se levantó de la cama y tomo su celular, marcó el número de Shisui.

-          ¿Si? –La voz al otro lado de la línea era tranquilizadora, al instante sus músculos se relajaron y el sueño lo invadió.

-          Llamaba para pedirte un favor – No le gustaba pedirle favores, sabía que él no se negaría pero aun así, no se sentía bien al tener que recurrir al él por ese tipo de cosas.

-          Así que… me llamas para pedirme favores pero no tienes tiempo para reunirte conmigo… que conveniente… - Shisui no podía evitar que su voz tuviera ese tinte de resentimiento, no le importaba que Itachi lo llamara solo por eso sino que, lo que lo molestaba, era que no tuviera tiempo para compartir con él, eso era desconcertante así que rápidamente cambió su tono al hablar.

-          Bien, lo haré. Pero la próxima tú pagas la cena, en uno de esos restaurantes caros. –Itachi sonrió ampliamente

-          Si, si, lo haré. Quiero que tomes el control de la empresa durante unos días –Shisui no pudo evitar dejar todo tipo de tono bromista para preguntar de una manera seria.

-          ¿Pasa algo? –No era normal que Itachi se ausentara de la empresa, solo lo hacía cuando había algún problema y en esos casos era Shisui a quién se le cedía el mando de esta por un corto tiempo.

-          Un problema entre mis hermanos, se ha llegado a tornar algo… delicado –Balanceaba ligeramente su cuerpo mientras decía esto, no mentía… Tenía un muy mal presentimiento.

 

 

Llegó a su casa con sentimientos mezclados, por una parte estaba hecho una furia, por otra sentía un agujero en el pecho, un dolor profundo; se había acostado con muchas persona, había hecho muchas cosas peligrosas, había visto muchas veces como las demás personas mostraban ese dolor, lo dejaban salir, había sido su culpa o bien había estado involucrado del alguna forma con ese dolor, lo sabía, los veía destrozados pero eso no le impedía hacer lo que mejor sabía hacer: lastimar; su mejor especialidad siempre había sido dañar a quien más estimara, era como su maldición personal, desde su madre hasta su hermano, de su padre ni hablar, a él nunca le importaron del todo sus hijos ni lo que pasará con ellos, el simplemente quería que alguno de los dos dirigiera su empresa y, como el mayor era Itachi, lo escogió a él.

Sasuke subió las escaleras de tres en tres, no quería que su personal lo viera en semejante estado y mucho menos que esa “noticia” se hiciera de conocimiento público, mientras menos se conociera de su vida mucho mejor para él, al llegar a su puerta la abrió de un tirón y la cerró con una acción brusca, se dejó caer en la cama boca abajo, nunca en su vida se había sentido como se sentía ahora, ni siquiera cuando había recibido la noticia de la muerte de sus padres, nunca le había importado nada, nunca realmente le había llamado algo la atención… hasta que lo conoció a él y a su estúpida forma de sonreír.

“Solo han sido unos pocos días y yo ya me he enamorado cono un imbécil”

 

Se escuchó un fuerte ruido en el exterior, era el sonido de las llantas de un auto al frenar bruscamente, le siguió la puerta abriéndose bruscamente y fuertes pisadas como resonancia en la distancia, el personal se asustó al principio pero cuando se dieron cuenta de que era el auto del dueño de la casa y que las llaves que todavía se encontraban en la puerta se calmaron, aunque aún persistía la duda en sus mentes ¿Qué podría haber pasado para que él llegara tan repentinamente? En la mañana lo habían visto salir con un ánimo muy sombrío, a veces pasaba, ya era normal, pero sin duda esto era muy diferente, algo había perturbado lo suficiente al azabache como para llegar así, nunca lo habían visto perder la compostura, algo no estaba bien.

 

 

Era de noche, se había quedado dormido, no quería levantarse, se sentía derrotado, el cuerpo le pesaba y los ojos le dolían, quizá fuera porque había derramado lágrimas, era la segunda vez que lloraba por alguien, la primera había sido después de tener una plática muy seria con su madre, cuando él aún era muy joven y no estaba tan corrompido, cuando aún tenía esperanza…

Dio vuelta sobre su costado, algo capto su atención, había visto por el rabillo del ojo un objeto sobre la mesita de noche que antes no estaba ahí, no podía distinguirlo bien gracias a la oscuridad de la noche que reinaba dentro de su habitación, se levantó de la cama y caminó hacía el costado izquierdo de esta, acercándose a la mesita de noche, era una bandeja con un plato de caldo de pollo y un poco de té a un lado, seguían calientes, no le molestó el hecho de que hubieran usado la copia de seguridad de la llave de su habitación que tenía el ama de llaves, a decir verdad agradecía ese gesto, sus empleados no habían hecho eso antes, hasta ahora, no era para menos, el estado en el que se había presentado era por lo menos preocupante y en el que se encontraba en ese momento solo se podía describir como deplorable; tomó los cubiertos y prosiguió a comer, no quería encender la luz, sabía que lastimaría sus ojos, él no quería eso, además de que sabía que alguien iría más tarde a recoger la bandeja, se tomó su tiempo para comer tranquilamente, era como si el tiempo se hubiera congelado para él, como si ya nada importara. Una sensación extraña lo invadió, sabía que quizá estaba exagerando aun sabiéndolo, lo que sentía era demasiado fuerte, ¿En qué momento esto se había convertido en algo tan fuerte?, por un momento deseo poder regresar en el tiempo, al momento en el que lo había conocido, pero no para revivir ese momento sino para evitar enamorarse, ya no tenía sentido negarlo, era más que obvio, su mente era un caos en ese momento, comía mecánicamente; la nebulosa que cubría sus sentidos era muy densa, suspiro y dejo un momento la comida en la mesita de noche, se sentía fatal.

 

 

Sin darse cuenta al seguir a Gaara había entrado a un parque, era sublime, una utopía o al menos lo era para sus ojos, cuando vivía con su hermano mayor nunca había tenido tiempo de ir a un parque además de que en esa gran ciudad los parques eran muy escasos y estaban lejos, nunca le había interesado la naturaleza o cosas así aunque ciertamente le causaban una gran curiosidad esos paisajes que solía ver en la televisión cuando su hermano no llegaba a cenar y tenía que cenar solo, a Itachi nunca le había llegado a gustar la idea de ver televisión mientras estuvieran comiendo, a él le gustaba hablar con Naruto en esos pocos minutos del día que tenía completamente libres, le dirigía toda su atención y se interesaba por él, extrañaba esos momentos, tal vez ahora fuera más independiente pero sabía que a veces solo necesitaba que alguien se preocupara por él, que le preguntara sobre cómo estuvo su día o simples cosas como que alguien lo esperara para recibirlo.

Pudo ver a lo lejos un mapa del parque, al parecer estaba dividido en distintas secciones, eso solo demostraba una vez más lo grande que era el lugar, habían entrado a una pequeña sección en donde se encontraban bancas y una pequeña fuente, el suelo estaba cubierto por diseños intrincados, no podían apreciarse con total claridad ya que estaba pensado verlos desde lo alto de un edificio que se encontraba al centro de todo el parque.

Un suspiro se escapó de entre sus labios, con la vista en el suelo siguió los pasos del pelirrojo,  sus pensamientos no dejaban de atormentarlo y los recuerdos inundaban su torrente cerebral, era como si se estuviera ahogando, todo en el exterior estaba en calma pero en su interior un remolino de emociones, recuerdos y pensamientos se debatían entre sí. Gaara había disminuido la velocidad de sus pasos por un momento había estado realmente furioso al saber que Naruto no podía quitar de su cabeza ni un solo segundo al azabache, alguna vez había estado en la misma posición, se prometió a sí mismo no volver a caer por el Uchiha ni dejaría que el rubio cayera aunque dadas las circunstancias parecía que era una batalla perdida, suspiro, se dio media vuelta y encaró a Naruto, él no se percató, chocó contra el pecho de Gaara.

-          ¿Qué pasa?

Lo tomó de los hombros y lo miró directamente a los ojos.

-          ¿Si te pido que hagas algo lo harás?

-          Eso depende de lo que pidas –Naruto entrecerró los ojos, tenía un ligero presentimiento sobre lo que Gaara le pediría y si era lo que él pensaba entonces, seguramente, la respuesta sería un rotundo no.

Una pelota cruzó a toda velocidad el pequeño lugar en el que estaban e impacto en la cabeza de Gaara, impidiéndole así decir algo más, la pelota salió rebotando un par de metros más hasta detenerse; soltó los hombros de Naruto y miró en derredor para buscar al responsable. Unos arbustos comenzaron a moverse, de entre ellos salió un niño no mayor de 12 años, miró a Gaara y después, de reojo, busco su pelota, la encontró unos metros al lado del pelirrojo, este lo miraba con cara de pocos amigos, estaba molesto por la anterior interrupción, el niño no sabía cómo reaccionar a tal situación por lo que avanzo corriendo hasta donde se encontraba la pelota, la tomó y regreso por el lugar que vino de la misma forma. Gaara regresó la mirada a Naruto, este lo miraba con duda ya que sabía que estaba enojado, el pelirrojo suspiró, con los dedos índice y pulgar se tomó el puente de la nariz en un intento de calmarse, una vez se hubo calmado lo suficiente tomó la mano de Naruto y lo llevó aún más a dentro en el parque. Después de un corto tiempo llegaron a un pequeño claro, el pelirrojo se detuvo y miró a Naruto a los ojos, este solo miraba a su amigo, no tenía idea de qué hacían en ese lugar, ciertamente él quería conocer la ciudad y le pidió que se la mostrará pero ya era un poco tarde.

-          Gaara, creo que ya debería volver a mi departamento.

El pelirrojo lo observó durante largos segundos, o al menos así le pareció a Naruto, se estaba poniendo nervioso, cerró los ojos un momento para intentar calmarse, inhaló profundamente y segundos después dejó salir el aire contenido por la boca, al entreabrir los labios el pelirrojo no desaprovechó la oportunidad, rápidamente tomo al rubio por los hombros y lo besó, lo besó como si su vida dependiera de ello, sabía en el fondo que el Uzumaki no lo veía como nada más que un amigo pero ahí estaba la esperanza… la molesta esperanza de que quizá pudieran ser algo más o de que tal vez le dijera que podrían intentarlo… la molesta esperanza. Naruto no reaccionó al instante, de hecho dejó seguir a Gaara pero empezó a no soportarlo cuando este metió sus manos dentro de su camisa, el rubio al sentir esto rápidamente lo apartó de un empujón, escuchó unos ruidos detrás de él y cuando volteo solo pudo vislumbrar una difusa sombra que se perdía entre los árboles del parque.

Notas finales:

Regresando.... no me linchen n.nU

me extrañaron? probablemente no

bueno bueno... he tenido falta de inspiración.... y recientemente no tengo ganas de escribir desde que cierta persona entró en mi vida y me hizo un desastre...

pero bueh... no estamos aquí para leer sobre mis desventuras... me pondré a escribir el sig. cap. intentaré hacer una pag. por día pero no prometo nada sorry

dejen RW... si quieren u.u


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