Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La mécanique de cœur vide por Siamy

[Reviews - 144]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capítulo 20:

Ella

Luego de toda la presentación, nos dimos cuenta que el resto de los grupos eran un asco. Al salir de los telones algunos nos pidieron autógrafos. No supe qué hacer. Al parecer era la primera vez que a ellos les pedían cosas así, y se miraron contrariados.

— ¡No tenemos nombre de la banda aún chicos! Pero pondremos nuestros nombres reales ¿De acuerdo? Y si alguien quiere mi número, siempre puedo dárselos… —dijo, con aire pervertido, SeHun. Las chicas lo miraron ceñudas, y se alejaron, para acercarse a mí.

—Por favor chico misterioso, danos tu número de teléfono, tu nombre, dirección, tu comida favorita y… podemos salir algún día. —dijeron algunas. Todos comenzaron a reírse menos SeHun, que parecía fastidiado.

—Hombre, ¡Me las has robado! —dijo acusador, sonreí.

—Claro que no… —dije, y por un momento casi olvido la voz rasposa.
Pasamos un rato de lo más agradable. ¡Ni me preguntes la hora! ¡No quiero saberla! Nos reunimos en una mesa mientras bebíamos sodas. La soda de plebeyos era algo más fuerte que la de ricos. No había nada de sodas italianas con espuma o agua importada, pero todo eso pasó a segundo plano. Mientras juntaban las mesas, comenzó a reunirse la gente.

—Juguemos a la botella. —dijo MinSeok, y todos nos reunimos. Nunca había jugado a eso. Miré a LuHan, él parecía igual de desconcertado.
JoonMyun había salido a contestar una llamada porque no había señal. Seguro mi padre, acordándose únicamente de él en navidad. Me encogí de hombros. ¿Cómo se juega a la botella?

La hicieron girar y entonces me dije: veré el procedimiento después. Entonces, la punta indicó mi dirección y el extremo trasero a Dodo.

—Beso o trago. —dijo MinSeok. Yo no entendí. SeHun me golpeó la espalda.

— ¿No sabes jugar esto? —negué y todos se rieron.

—Mira que serás tonto… pues te ha tocado con KyungSoo, entonces, o lo besas, o bebes soju. Decide. — ¿Besarlo? ¿Cómo? Él parecía muy avergonzado y apenas me miraba.

—No puedo hacer eso. —todos soltaron un “aburrido” que me dio lo mismo. Él no querría besar a un extraño.

—Entonces bebe amigo. Hiciste lo correcto, él tiene novio y además ni te conoce. Y yo soy su mejor amigo y como apenas sabemos de ti, no sabemos si eres un pervertido, pienso cuidarlo. —puse los ojos en blanco y tomé el soju entre una de mis manos. Bajé un poco el cubrebocas y lo bebí de un sólo golpe.
Se dio la vuelta a la botella y de nuevo nos eligió.

— ¡Pero qué suerte! —dijeron unos en el fondo.

—Joder… —dije, tomando más soju. Miré a Dodo. Parecía preocupado de verme beber.

— ¡De nuevo! —dijo SeHun, esta vez les tocó a él y a LuHan. Este último se puso rojo al instante.

SeHun bebió el soju por cortesía y LuHan lo agradeció. Pero luego fueron más y LuHan terminó accediendo al beso.

—Será en la mejilla, descuida hyung. —dijo SeHun, con las mejillas sonrosadas por el líquido caliente.

—Está bien. —dijo él, y lo aceptó. Se puso tan colorado que pensé que iba a morir allí mismo, pero solamente mantuvo la cabeza baja, mientras el otro tonto sonreía de oreja a oreja.

Al final, la suerte, el destino; quizás Buda, dijo que Dodo y yo, como si fuéramos campos magnéticos, completáramos el reto otra vez. Cuando él se ofrecía a beber, le decía que no. Él no podría hacerlo. Entonces, cuando me di cuenta, la cabeza me ardía demasiado y el calor me dominaba por completo. Comencé a sentirme mareado. Muy mareado. Ya estoy en mi límite, pensé, cuando menos lo espere me derrumbo en este lugar. Nuevos giros y más vasos de soju.

—Basta por favor, aceptaré el beso. —dijo él, entonces se acercó y rozó sus labios con mi mejilla y parte de aquella tela que cubría mi rostro. No pude evitar susurrar: Dodo, cuando se iba a separar y él se sobresaltó.

— ¿Qué dijiste? —dijo.

— ¿Eh? Nada. —dije yo, tambaleándome un poco.

—Quizás… fue mi imaginación. —dijo él, de nuevo intentando descubrirme, pero mi voz grave, y mi sólo comportamiento, lo inducían a no asociarme con Kim JongIn.

—Ya es un poco tarde, KyungSoo. Tengo que llegar al club ya. —dijo LuHan; se despidieron y la limosina llegó en minutos.

— ¿Qué pasará con JoonMyun? No llega. —dijo SeHun.

—Iré a ver. —dijo Dodo, y salió.
Al volver, tiritando de frío, habló con SeHun.

—Estaba hablando con su padre. Le dijo que fuera urgente a la fiesta del club de la escuela, no sé qué socios habrán allí. En fin, se la han pasado discutiendo y JoonMyun dijo que no iría. Al final le dije que fuera… sabes que ha tenido grandes problemas con su padre, y todo por mí. Entonces se ha ido allá. —SeHun asintió.

—Claro, vaya… pobre, justo hoy, pero mañana le veremos. —Dodo sonrió y se sentó de nuevo a la mesa. Yo ya no podía más.

—Creo que ya abusé de esto, me iré a casa. Gracias chicos. —les dije, pero estuve a punto de tropezar con los demás y me ayudaron.

—Vaya… estás mal. Dinos donde vives, te pagaremos un taxi. —dijeron los chicos de la banda. Me negué.

—No, estoy bien, yo sólo… estoy a unas cuantas calles. Mira, este es mi número, llámame cuando sean los ensayos y lo demás. —le dije a SeHun, y salí.

Luego, cuando iba a unas calles más adelante, supe que tendría que llamar a JaeWon para que alguien me viniera a recoger. Ya iba a hacerlo cuando alguien me alcanzó por detrás.

— ¡Hey! Chico extraño… —me di la vuelta. Me sorprendió verlo justo a él, corriendo en las calles detrás de mí, con este frío.

— ¿Qué pasa? —dije, intentando la voz grave, pero el frunció el ceño.

—Has hecho mal en dejar el número en una servilleta donde luego lo vi yo. Este es el número de tu celular, JongIn. — ¡Diablos! Me había descubierto.

—Yo…

—Escucha, no voy a preguntarte por qué hiciste eso, por qué ayudaste a mis amigos, nada de eso. Es más, gracias por hacerlo. Pero… ¿A dónde irás estando así? Tu casa queda muy lejos. —dijo, y entonces me encogí de hombros, tuve que sentarme en una acera porque estaba a punto de caer desmayado.

—Llamaré a… JaeWon, para que me… venga a traer. No puedo manejar así. —él puso mala cara.

—No puedo creer todo esto. Te diré que al inicio no sabía quién eras. Tu voz, todo lo cambiaste, hasta tu ropa. —me quedé en silencio, pero luego, un poco molesto dije…

— ¿Y? ¿A eso has venido? ¿A decirme que estoy cambiando? ¡Pues te diré una cosa ojón!… Ya no soy el… ¡hmm! mismo JongIn de antes…



-*-



Se quitó el cubrebocas y lo arrojó al suelo, pisoteándolo. Me había desconcertado un poco, pero en serio quería ayudarle.

—Ya lo sé. De hecho… ya nadie parece igual. —lo dije pensando en nosotros dos, tan cambiados, que no entendía nada.

—Vete ya… llamaré a JaeWon y vendrá por mí. Rayos, se agotó la batería. ¿Cuál era el número? —dijo, poniéndose de pie y buscando una caseta. Pero no había.

—Espera, no puedes caminar. —dije, tomándolo del brazo antes de que cayera.

— ¡Estoy bien! Puedo recordar… el número de casa, puedo hacerlo. —dijo, dándose golpes en la frente con sus dedos.

—No estás bien, mejor te pido un taxi y… —pero entonces me miró furioso.

— ¡No! Déjame solo, yo me las arreglaré, ¡alone, alone! Como siempre lo he hecho. —dijo, resentido.

—Pero… estás muy borracho. —eso lo alteró mucho más.

— ¡¿Y qué si lo estoy?! No estaría así de no ser por ti, por quien tuve que beber tanto soju. —puse mala cara.

— ¡Pues perdón! Pero yo no tenía idea de que eras tú. Y a todo esto ¿Qué hacías allí? —puso una cara de fastidio.

—Dijiste que no ibas a… a preguntarme, Dodo. Ahora vete con JoonMyun y bésense por allí, yo me voy de aquí. —lo detuve.

—Si caminas por la calle algún auto te va a atropellar. —se rió a carcajadas, estaba completamente perdido en la bebida.

— ¡Claro que no! Yo… puedo volar, sí, sí. Y entonces, bueno, los autos me temerán a mí. —dijo, alzando los brazos.

—Estás terrible. No estás bien.

— ¿Quién dice que no? Por primera vez en meses, mi vida no es una basura. Y ahora estoy en una banda de plebeyos. Es genial. ¡Hip! Ya llené el vacío. —eso me despertó los sentidos.

— ¿Vacío? ¿De qué hablas? —él se señaló el pecho. Apenas me enfocaba bien estando tan ebrio.

—Este, el del… el del corazón. Cuando canto me olvido de ti y de que te quiero. Y de…  de mi hermano el don perfecto y de mi padre al que siempre parezco importarlo lo que le importa una hormiga. Yo… ¡Al fin lo tengo lleno! Es más, ¡Vamos a cantar! ¿Te gustó como canté? Todos gritaban, ¡Waaa! ¡Otra, otra! Cuando canté… me olvidé de todo el dolor. ¡De todo! Ojalá te haya gustado, precioso. Do it alone fue especialmente para ti. De aquí, de mi corazón… —dijo, tambaleándose.

—Basta ya. —dije, a punto de llorar.

— ¡Oh! ¿Estás llorando? —dijo, acercando su rostro al mío, limpiando mis mejillas con sus dedos fríos, con la mirada perdida y el aliento a alcohol que lo llenaba todo.

—No estoy llorando. —dije, un poco molesto. Él siguió limpiando mis lágrimas con dedos torpes.

—Bien. Porque no me gusta verte llorar. Ahora… ¡Ah sí! Tengo ganas de una cerveza. ¿Me la puedes traer? —dijo, y yo lo detuve por los hombros. Sonreía sin que hubiera motivos para reír y me miraba con ternura, pero estaba perdido.

—Te llevaré a tu casa, ven. —pero se soltó de mi agarre.

—Estoy harto de que me digan qué hacer. Desde ahora ¡Yo! haré de mi vida lo que quiera, total que a nadie le importa. No le importo a nadie. —dijo, dando vueltas sobre sí mismo y cayendo al suelo con estrépito. Me arrodillé a su lado, preso del miedo y del pánico.

—No digas tonterías, le importas a…

— ¿A quiénes? No seas mentiroso… mi padre no me quiere, ¿JoonMyun? él está idiotizado contigo y jamás lo voy a necesitar. Y ellos son la única familia que me queda. Mi madre está muerta. —dijo, sonriendo con tristeza.

— ¿Qué? —ahora que lo pensaba, nunca hablé con JoonMyun de la señora Kim, nunca la mencionaba.

— ¡Lo que oyes, hermoso! No me mires con esos ojos… impresionados. ¡Me enferman! Pero te diré que… que ella se murió para mí ese día.

— ¿De qué hablas? —dije, con los ojos como platos. Seguíamos allí tirados, a orillas de la calle.

—Ella… hace mucho tiempo me lastimó. Mucho. Cuando tenía seis años ¿Quieres saber lo que pasó? ¡Pues que se largó! Así de simple. Ya estaba nuestra familia. Mi padre no era tan rico pero lo era. Y… ¡Yo! Yo la amaba. Ella era todo ¿Entiendes? Cuando tu hermano sale de viaje al extranjero y tú no puedes por ser pequeño, ya está. Te quedas en casa. Yo pensé que ella me quería, porque ¿Sabes? Era mi madre. Así que siempre estuve con ella. Luego, un día todo se volvió una verdadera mierda y nos abandonó. —dijo, dando un golpe en la acera.

— ¿Qué dices? —aquello me sorprendía. Miraba perdidamente el suelo, con odio y furia.

— ¡Lo que oyes! Se largó con mi tío. Porque era más rico que papá. ¡Claro! El muy maldito siempre quiso tenerla. Ahora lo entiendo. Era hermosa ¿Sabes? Es… es de ese tipo de belleza enfermiza que termina por comerte por dentro, como un virus. Entonces, hizo las maletas, le pidió el divorcio a papá. El idiota se lo dio, estando completamente desconcertado. Pero ella le gritó y le dijo: ¡No te amo más! Y él aceptó. Se firmaron los papeles y… y adiós mamá. ¿Sabes cómo fue? Pues yo estaba escuchando todo detrás de la puerta. Ella gritando que él era un perdedor sin suficientes billetes, diciendo que mi tío era mejor, que lo amaba y que a él lo odiaba. Salió de la habitación y yo lloré, y supliqué como una maldita rata: ¡No te vayas mamá! ¡No me dejes solo! Y esa mujer… esa persona que tanto amé ¿Sabes que me respondió? ¡Ah! Pues me dijo: Suéltame niño. Zafó mis manos de su falda larga, me empujó, a pesar de que yo me arrastraba por los suelos, como un verdadero gusano. Implorando: Te quiero, no me dejes mamá. La recuerdo ahora y siento asco, por ella, por sus manos delicadas y su rostro, que tanto idolatré. ¡Ella era un ser perfecto! Era mi madre. Y nos dejó. Sus últimas palabras fueron: JongIn, quítate del pasillo, y como no lo hice, me quitó de un empujón y me quedé allí, en el jardín, tumbado y... llorando, cuando ella se subió a la limosina con todas sus maletas, lo vi a él, a mi propio tío, sonreír desde dentro, burlándose de mí, de JoonMyun y de mi padre. Luego llegó Song Qian y… y me tomó en sus brazos, pero yo me zafé, y corrí, corrí tras la maldita y asquerosa limosina aun pidiendo a gritos: ¡Mamá, vuelve! Pero ella ni siquiera me miró. Y cuando la retuve en casa… ¿Sabes? ¡Solamente me miró con desprecio! ¡Esa mujer! ¡Ella! ¡Por eso está muerta para mí!

Sin darme cuenta ya estaba sollozando fuertemente, él no parecía notarlo. Aquello era lo más vil y cruel de todo el planeta. Entonces lo comprendí…

—Y ahora lo sabes, Dodo. Sabes por qué amo tanto el dinero. Porque si hubiera… tenido más, ella se hubiera quedado con nosotros. Ella me hubiera amado, me hubiera cuidado. ¡Pero no! ¡La maldita vida es así! Una basura, un infierno. Y mi padre es un viejo amargado que piensa igual. Ella se fue por estos días ¿Sabes? Se largó un día de estos, casi en navidad. Por eso mi… uhm, mi padre huye siempre en estas fechas. Porque al igual que yo, siente asco por permanecer en el infierno donde ella se fue. ¡En esa maldita casa donde todos estamos podridos desde que se marchó! Dime por qué Dodo. Dime por qué no pude ser feliz. Ni ahora puedo serlo. —dijo, tirándose al suelo a llorar y yo me abalancé sobre su cuerpo, convulsionado de llanto. Lo abracé allí, tirados en la calle. Esa noche fría de navidad, casi a las doce.

—Yo no lo sabía. —dije, llorando con todas mis fuerzas, y así, lloramos los dos, yo aferrando mis manos a su espalda, hasta que nos calmamos. Luego alzó el rostro, demacrado y lleno de soledad.

—Y ahora lo entiendes. Mi estúpida vida de porquería es esto. —le quité el gorro y lo abracé. No opuso resistencia.

—Lo siento tanto. —dije, apretando su cabeza con mis manos y luego él me separó con cuidado, intentando besarme, pero lo detuve.

— ¿Por qué haces esto si no vas a… no dejar que te bese? ¡Sabes que te amo, Dodo! Y me haces esto. —retrocedí.

—Lo siento, pero yo…

— ¡Pero nada! ¡Eres como ella! ¡Eres engañoso! ¿Por qué me gustas tanto? ¿Por qué? ¿Por qué me vuelves loco? He sentido tu vacío ¿Sabes? “No tengo” es una frase idiota que me ronda siempre, como si fuera la muerte. ¡La muerte! Me dice no tengo, no tengo, no tengo, no tengo, muchas veces. Y es obvio. ¡No te tengo a ti! —me quedé impresionado de que él sintiera lo mismo.

—JongIn, yo… también he escuchado eso. —dije, y lo tomé por los hombros, pensando que aquello, tan improbable como sonaba, era cierto. Los dos habíamos escuchado todo eso en nuestras mentes.

— ¡Eso es porque tenemos que estar juntos! ¿Entiendes? ¡Señal! es una señal, de Buda, de… no sé. Significa que nos queremos. —negué repetidamente, completamente negado a aceptar algo de esa naturaleza.

— ¡No! No creo que sea eso…

—No te engañes. Tú me necesitas, como yo te necesito a ti. ¿Sabes por qué corrí tras de ti en el tren? Porque te amaba, y porque no estaba dispuesto a dejarte ir. Y fui a Cheers por ti, y todo en mi maldita existencia, desde que supe que te quería, ha sido por ti. —dijo, escondiendo su cabeza en mi cuello. Me quedé helado allí mismo.

—Pero esto no puede ser JongIn…

—Claro que sí. Te enamoraste de mi hermano, ¡Qué lío! Pe-pero… él no se dará cuenta ahora. Estoy muy triste… sólo quiero estar contigo hoy… esta noche. Vayamos a uno de esos lugares, yo en serio… en serio quiero que tú y yo…

— ¡No! No sabes lo que dices. —dije, cuando él intentó abrazarme por la espalda. Lo miré a los ojos, era obvio que todo eso lo decía por el alcohol.

—Pero no resisto. Yo… nunca había pensado en ti de este modo pero, de todas maneras, ahora quiero hacerlo. Ya lo sabes ¿No? Yo no lo he hecho. Y tú, vaya… tú tampoco, eso se nota a leguas. Y lo pensé muy bien. Si he de perderla esta noche; mi virginidad, será contigo, Dodo. No hay ninguna persona en mi vida… que me haga sentir todo esto, como lo haces tú. —abrí mucho los ojos, aquello era lo más fuerte que le había escuchado decir jamás.

—Vamos, te llevaré a tu casa ahora. No entiendes nada. —dije, tomándolo por un brazo para ponerlo de pie.

— ¿No me quieres? ¿Es por eso? ¿O te doy miedo? ¿O ya lo hiciste con mi hermano? —casi le doy una bofetada.

— ¡No seas tonto! Por supuesto que no lo he hecho. No sigas con eso. —él asintió.

—Te creo. Aunque eso no me importaría. Si no fueras virgen, si él ya te hubiera tomado, a mí lo que me… me importaría, sería estar contigo, aunque sólo fuera una noche, aunque después no quisieras saber más de mí. Prometo no buscarte después. Sólo… hazme feliz esta noche y no volveré a fastidiar. —casi me echo a llorar otra vez. Aquello era lo más enfermizo que había escuchado nunca.

—Cierra la boca de una vez. —tomamos un taxi y di la dirección. Cuando lo acompañé a la puerta lo miré con fijeza.

—Olvidarás todo esto, que te den una aspirina, y dormirás. No hagas locuras, JongIn. —y ya me iba cuando me tomó por el brazo.

—No lo has llenado ¿Verdad? El vacío. ¿Cuándo lo… cuándo entenderás? ¿Cuándo esté muerto? ¿Cuándo ya no nos veamos más? ¿Eso quieres?

—No sé por qué lo tengo, el vacío, pero estoy seguro de que no es por ti. Así que no digas cosas sobre morir. —me irrité.

—Está bien. Pero yo también lo siento. Cuando tú sufres yo también. Es como una conexión. Así que, aunque hoy llené el vacío cantando y bebiendo, mañana… quién sabe. Lo intentaré llenar todos los días, pero pensaré siempre en ti, KyungSoo. —y me fui, sin decirle nada. ¿Qué iba a hacer? Aquello me hizo sentir un verdadero insecto. Lo peor del mundo. El ser más desgraciado y más despreciable. Y me hizo odiarle, por decirme tantas cosas como estas. Por determinar mi vacío como algo suyo. Él no es mi vacío.

¡No lo es!

Kim JongIn… Tú no eres lo que necesito.

Notas finales:

¡Hola! Aquí otra actualización.

Antes que nada, el capítulo va dedicado a haelofish, no te haré sufrir mucho, ni a nadie. Espero que el capítulo sea de tu agrado.

Ahm, ahora quiero responde sólo dos cositas, pero antes déjenme decirles que algunos reviews me hicieron reír, todas ustedes son increíbles, en serio.

Primero, sí habrá mpreg, aunque leí cierto comentario y puede que cambie eso, pero lo replanteare más adelante, mientras vaya avanzando el fic, ya que las situaciones tienen que encajar. Igual quedará como advertencia porque es lo que tengo en mente hasta ahora. Otra cosa que quiero aclarar es sobre las advertencias; que tal vez no son muy claras, pero las opciones que esta página me da no son muchas como quisiera, y no sé si las puedo agregar yo misma o cómo, de verdad siento eso.

Segundo, no puedo decirles si el pj que morirá será principal o secundario. Lo siento chicas, pero no puedo adelantarles demasiado. 

Y pues nada; tal vez alguien acertó o tal vez ninguna lo haya hecho, lo dejaré en la duda, pero de verdad fue bastante entretenido haber leído sus reviews, he podido saber lo que quieren o lo que piensan. Gracias por haber comentado.

Bienvenidas sean las nuevas lectoras. <3

Por último, espero que gusten de este capítulo, feliz fin de semana. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).