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:Sangre Hibrida: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Después de tanto tiempo sin escribir eh regresado, mi hiatus termino. Honestamente considerando todo lo que eh escrito de este fic dudaría que este necesitara un descanso tan largo, de todos, este es el que tiene la historia más desarrollada de los fic que estoy comenzando, entonces espero que les guste la actualización del capítulo 9.

 

Touo

 

El dragón de la Kiseki no Sedai

 

Trampa letal

Sangre Hibrida

 

Capítulo 9: Buscando al buscador

 

 

 

- lo siento, lo siento tanto –

 

- oye Sakurai, ya para se está volviendo algo molesto –

 

- lo siento, lo siento… fue mi culpa, disculpa yo debí detenerla, siento el existir –

 

- ¿existir?... oye estas exagerando – Imayoshi rueda los ojos irritado, detestaba tener que lidiar con él Sakurai llorón... miro a su subordinado para que hiciera algo al respecto.

 

- calma no es tu culpa… es más lista de lo que pensamos, ninguno de nosotros ha logrado atraparla aun – el subordinado le miro con ojos amables y sujeto el hombro del castaño para que se detuviera.

 

- no lo excuses, Wakamatsu… – regaña el de lentes.

 

- es que suele salir por la entrada sur… y ese, ese sitio no me agrada, la parte sur… él está constantemente por allí, vigilando todo, cada vez que entro a esas tierras siento como si me vigilara, no importa que camino tome – se encogió de hombros y mira al piso cohibido en su totalidad. – lo siento, Imayoshi-san -

 

Imayoshi Shoichi se cruzó de brazos, era un hombre de temple tranquilo y de rasgos finos, su cabellera oscura y su pálido rostro contrastaban entre sí, pues su aparente naturaleza era tan solo mera apariencia.

 

Sus pasos resonaban al acercarse al castaño y Sakurai agacho la cabeza, sumiso, cuando sintió como el mayor posaba una mano en sus lizos cabellos.   

 

- tienes miedo… Sakurai… ¿Por qué?... ¿Por qué es uno de la Kiseki no Sedai?... – la mano va de la cabeza a su rostro, acariciando con sumo cuidado hasta llegar a su cuello – ¿Por qué es un dragón?.... ¿Por sus garras?... ¿Por qué puede descuartizarte o fundir tu piel en un segundo? - siente su miedo bajo sus dedos, también su pulso y como la sangre recorre ese delgado y esbelto cuello hasta llegar a una cicatriz, no muy grande, pero si resaltaba entre la lozana piel – necesitamos que el venga a nosotros y ella conoce su debilidad… ¿cuantas veces tengo que decirte que no te dejes engañar?¿o acaso quieres que le diga a Harasawa sobre tu pobre desempeño? –

 

Sus ojos se abrieron del susto y comenzó a temblar de solo pensar esa posibilidad.

 

- ¡lo hare!… ¡entrare al bosque del sur!... pero por favor, no haga eso – el moreno sonríe al ver esa expresión de pánico.

 

- eso es lo que quería escuchar –

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

Todos los de Seiren se quedaron atónitos, mirando con real asombro como es que cierto pelirrojo de uno noventa engullía todo lo que podía de un solo bocado.

 

- esto tiene que ser una broma – menciona Izuki, sin que se le ocurra alguna frase ingeniosa.

 

- rellena sus mejillas como si fuera una ardilla – Hyuuga aparta su plato ya se había rendido ante ese apetito voraz que tenía el otro, por alguna razón le daba curiosidad ver si tenía algún limite.

 

- no para de masticar – Koganei también parecía distraído con el dragón.

 

- Kagami de verdad tenías hambre ¿desde cuándo no comes? –

 

- hace… como una semana – lo piensa, si más o menos debió ser ese tiempo. Si fuera un humano normal hubiese muerto de inanición.

 

- es demasiado Kagami-kun… - Kuroko sorbe un poco de su bebida, al contrario del pelirrojo el apenas había tocado su comida.

 

- tu comes muy poco – dice entre mordiscos.

 

- como lo necesario para mi cuerpo Kagami-kun… no necesito más –

 

- entonces puedo agarrar un poco de tu torta – dictamino, pero cuando ya estaba comenzando a sujetar el postre del hechicero este lo detiene enterrando un cubierto entre su manos y el plato que intentaba robarle.

 

- claro que no –

 

Esta parecía ser el comienzo de una nueva disputa entre esos dos, como si fueran un par de niños de cinco años, comenzaron a discutir quien merecía comer ese postre bajo la mirada distraída de los demás…

 

- sí que son muy ruidosos… no entiendo cómo pueden tener tanta energía después de todo lo que paso – observo como Kuroko alejaba el plato de Kagami y este simplemente bufaba – hasta hace nada ambos estaban heridos -

 

- a mí también me intrigan, que Kagami también se recupere tan pronto es muy extraño, incluso siendo un dragón… Tsuchida me dijo que podía ser por la magia de Kuroko. Pero algo aún no está claro… - Riko y Hyuuga estaban sentados a lo último de la gran mesa del bar, discutiendo bajo, aprovechando que los demás estaban distraídos.

 

- ¿Cómo qué?... – Riko le mira seria y suspira…

 

- no es nada... tan solo una tontería – pero el cazador no era tonto y sabía que la castaña le estaba escondiendo algo, se tomó un poco de su cerveza, dejando eso así, pues sabía que Riko confiaba en el más que en nadie, si no se lo decía era por algo – más importante… tenemos que recolectar información, este sitio es más grande de lo que parece y no estaba en el mapa… si podemos preguntar en los sitios correctos tal vez podamos saber que hay por las montañas -         

 

Para nadie de ese grupo era un secreto el siguiente destino, lo que ignoraban era lo que les esperaría al llegar… además de eso Kuroko no les había dicho que era lo que buscaba en las montañas y estaban seguros que Kagami no tenía la menor idea pues sencillamente el peli celeste le había prometido encontrarse con los de la Kiseki en el camino y eso hizo que no hiciera más preguntas. Riko se preguntaba cuan larga era la escala de la idiotez de Kagami.

 

Una chica se para al lado de la mesa y desliza con delicadeza un pequeño pedazo de papel mientras con ojos seductores se quedaba viendo a Izuki, este se sintió inmediatamente incómodo...

 

- disculpe señorita… ¿Qué es eso? – Izuki se pone nervioso, la chica se había relamido los labios apenas el abrió la boca… raro, pensó.

 

- ah – inhala el aire con empeño y se acerca al pelinegro – es… su cuenta –

 

Todos miran a Kagami, que absorto de todo seguía engullendo bocado tras bocado. Si seguían así todos los cazadores de Seiren tendrían que quedarse en esa taberna para pagar la deuda que el dragón les dejo.

 

- oigan chicos… ¿y Kuroko? – Como si estuvieran coordinados miran hacia donde debería estar el hechicero, pero solo ven un espacio vacío.

 

- ¡se desapareció! –

 

- ¡que tacaño! –

 

- ¡no dejen que escape! – se levantó azorada.

 

Todos los de Seiren terminaron por correr a la salida, en busca del hechicero, huyendo descaradamente de la cuenta.

 

- están escapando – comenta la mesera con un tono algo desilusionado.

 

- no te preocupes, no llegaran muy lejos, es solo cuestión de tiempo que el somnífero en su comida haga efecto… hace mucho que no veo uno como ese sujeto por esta zona y el jefe no lo dejara suelto por mucho tiempo –

 

- ¿y qué hay de los humanos Susa-san? – pregunta la chica.

 

- pues, lo que hacemos con todos los demás – eso la hizo sonreír, le había gustado el olor del chico de cabellera negra y ojos rasgados. Ya quería que llegara la hora de volver a encontrarse.           

   

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

- hueles extraño ¿Dónde te metiste? – la chica se encrespo cuando el moreno le apareció por atrás sin siquiera avisarle, detestaba ese modo sigiloso de reptil.

 

- no te escabullas así, Dai-chan – le gruñe, pero la muchacha no era nada aterradora.

 

- no cambies de tema tonta, dejaste que ese humano te siguiera de nuevo ¿no es así? – la sujeta por la cabeza y la menea con brusquedad.

 

- solo le quite un poco de su comida, luego lo perdí en la entrada del sur – ella bufa molesta mientras sacaba una bolsa de cuero – además, también agarre algo para ti –

 

- cuantas veces tengo que decirte que ellos solo te usan para llegar hasta mí, cuan tonta puedes… ¿eso es carne asada? – paro en seco cuando olisqueo la bolsa que traía con ella. – oe, Satsuki… eso es mucho para ti sola –

 

- lo siento, pero a las tontas no les gusta compartir –

 

- no seas estúpida… dame un poco… - trata de alcanzarla para quitarle la comida, pero no era el único que podía escabullirse.

 

- claro que no… por que no comes un poco de la comida que hice – el moreno se detiene en seco, su estómago hace un ruido desagradable mientras compara los dos platos, el sabroso puerco asado que la chica había traído y algo que parecía una sopa de dudosos ingredientes, y por el bien de su salud dio media vuelta.

 

- no tenía tanta hambre como pensé –

 

- ¿!que se supone que significa eso ganguro!? -       

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

El temor le invadía de solo pensar en dar un solo paso el frente, por eso no se movía de la entrada, pero si no lo hacía entonces Imayoshi se molestaría en verdad.

 

- ella se ha perdido otra vez… ¿no es así? –

 

- ¡aahhh!... ¡un fantasma! Lo siento, lo siento de verdad… debo morir – Kuroko no cambio su expresión al ver la reacción tan exagerada del asustadizo castaño.

 

- no soy un fantasma, me llamo Kuroko Tetsuya –

 

- Kuroko… Tetsuya… eres, eres el que trajo a Mo-chan a casa… soy Ryo Sakurai - se levanta, ya un poco más tranquilo. – te agradezco por traerme a… -

 

- no lo agradezcas, no me debes nada, igual sé que no es tu hermana… - Kuroko le mira totalmente serio y Sakurai traga seco – sabes donde esta Momoi-san y necesito que me lo digas –  

 

- lo siento… pero… pero… no se… de que hablas – comenzó a tartamudear, estaba nervioso – yo… no, no tengo… ni idea -

 

- no necesito que lo sepas de manera consiente así que discúlpame tu a mí, pero tomare tu cuerpo prestado – Kuroko sabía que ese sujeto ocultaba algo, alguien además de ellos iba tras la generación de los milagros, eso no era sorpresa, después de todo tenían una muy mala reputación y tuvieron el tiempo suficiente para hacerse de muchos enemigos. Pero ellos debían llegar primero… El peli celeste actuó rápido y eficaz, su cetro lo llevo al frente de los ojos del castaño. Un brillo totalmente negro lo enceguece – así que dime, donde fue la última vez que la viste –

 

Los ojos pierden brillo y el cuerpo voluntad.

 

- sígueme –

 

Sus ojos vacíos comienzan a guiarlo al interior del bosque.  

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

Sintió ese horrible cosquilleo de cuando sus músculos reaccionan después de estar horas inmóvil, sus sentido comenzaron a desperezarse, lo primero que vio fue una sonrisa siniestra y peligrosa… ¿Qué les había pasado?

 

- lamento mi brusquedad con ustedes, especialmente con usted señorita – Riko le miro molesta en cuanto pudo estar consciente de lo que la rodeaba - pero deben saberlo… que los cazadores no son bienvenidos en el bosque… ¿no es así? – Mira a sus compañeros, no mucho mejor que ella, comenzaban a notar las ataduras y los guardias que los vigilaban.

 

- ¿Qué les ocurre?... ¡suéltennos, malnacidos! – Hyuuga no se encontraba tranquilo en lo más mínimo, no era bueno despertar en un lugar totalmente diferente, vigilado por gente desconocida y atado hasta los dientes… ¿Dónde estaban sus armas?

 

Un rubio con mal carácter se acercó a Hyuuga, golpeándolo en el estómago, tosió y perdió el aire, ese sujeto tenía demasiada fuerza.

 

– Wakamatsu… – llama el sujeto de la sonrisa escalofriante y el subordinado retrocede a regañadientes. - no, no capitán… aquí no insultamos a los anfitriones -

 

Habían terminado en un lugar peligroso.

 

Ninguno de los de Seiren recordaban nada más allá de su huida y posterior búsqueda de Kuroko, Riko suponía que no habían llegado muy lejos, no recordaba forcejeos, no recordaba cómo habían llegado allí tampoco, estaban en completa desventaja…   

 

- ¡sáquenme de una vez de aquí bastardos!… ¡juro que los quemare a todos y solo dejare sus asquerosos huesos! – Kagami estaba amordazado por los pies, los brazos, cuello y por las dudas le pusieron un bozal que impediría que expidiera fuego. El pelirrojo ya se estaba hartando de que lo amarraran en cada sitio al que iban.

 

- wow… sí que tienes una gran boca niño… por lo que me dijeron tu diste más pelea que este puñado de humanos… no quedaste inconsciente, aun siendo el que más carne comió – se acercó al furioso pelirrojo - Y de cerca pareces más aterrador… ¿Qué opinas de eso Susa? - Kagami bufo, no le agradaba las personas que sonreían de más.

 

- la dosis del somnífero no fue suficiente en su caso… eso es todo – el hombre alto y de rasgos rudos se cruza de brazos a una distancia segura, no era tan atrevido como Imayoshi.     

 

- ¿se puede saber por qué nos han amarrados como criminales? - Riko decidió hablar, pues era la única que al parecer estaba calmada, no podía dejar que Kagami o cualquier otro los metiera en una peor situación que esa.

 

- que interesante que pregunte eso señorita… Aida Riko, ¿no es así? – La castaña arrugo el ceño - Ese nombre es un tanto popular entre la gente del exterior – finge pensarlo un momento mientras recorre la sala - ¿por dónde comienzo?... será porque son forasteros, por que huyeron de una taberna con una cuenta abismal… o por esos uniformes que esconde bajo esas sucias gabardinas… cazadores –

 

- ¡no me importa un carajo lo que digas!… ¡déjeme salir de una vez! –

 

- ¡Kagami cállate! – le advierte el capitán. – nosotros nos iremos… si nos retiran su cortesía claro está – levanta las manos en son de paz.

 

- en realidad, Hyuuga Junpei, sí consideramos que humanos como ustedes suelen matar y vender las partes nuestros cuerpos y usarnos como esclavos, dudo que seamos capaz de confiar en ustedes lo suficiente para dejarlos libres – no podían decir nada a eso, aun que Seiren era diferente no podían ocultar lo que otros cazadores hacían.

 

- espera… ¿Qué harás con nosotros si no pretendes dejarnos ir?... ¿Encerrarnos?... ¿desollarnos?... ¿torturarnos? – Riko no era tonta, había gato encerrado, tenía mala espina desde el mismo momento en que pisaron ese sitio, algo le decían que debían salir de allí… esto solo confirmaba sus sospechas.

 

- no les des ideas Riko - Hyuuga trato de callarla, no quería que encontraran incentivos entre la furia de la castaña.

 

- solo será un pequeño interrogatorio… solo para confirmar ciertos rumores -

 

- ¿rumores? – alzo una ceja incrédula.

 

- de esos que dicen que hay una unidad especial llamada Seiren... Qué siguen órdenes directas del Rey Kagetora... y que planean iniciar una guerra contra las criaturas del Bosque – Imayoshi sonríe al ver la cara de impresión de los demás – su silencio me reconforta... al parecer no estamos muy lejos de la verdad -  

 

- ¡eres un maldito debilucho!... ¡no me importa lo que digas, no tienes como comprobar lo que dices!... – Kagami salta, se sacude y enfrenta al que parece el líder con arrogancia, su idiotez no conocía el miedo.

 

- sí que eres más tonto de lo que pareces –

 

Paso como un respiro, en un segundo el pelinegro estaba a su espalda, y rompió con sus manos desnudas las ataduras, esas que tanto le habían irritado a Kagami, esas que les costó un montón si quiera rasguñar, Imayoshi las rompió como si fueran de papel.

 

- ¿¡que carajos!? – una mano en su garganta lo cayó y la sonrisa siniestra desapareció del rostro del hombre de gafas.

 

- muy bien Kagami-kun, ese es el espíritu impetuoso que me gusta… pero desde ahora seré yo quien de las ordenes –

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

Miro hacia el horizonte, el frio viento tocaba sus mejillas mientras chasqueaba los dientes, olía a lluvia, de seguro no faltaba mucho para que comenzara a llover… Aomine no le agradaba un clima así.

 

- está muy tranquilo –

 

- Tal vez demasiado… - pero había algo en el ambiente que no lo dejaba tranquilo - Satsuki… me dijiste que Tetsu no venía solo – pese a que intentaba ocultarlo con un tono de voz desinteresado, Satsuki lo sabía, sabía que cualquier cosa relacionada a Kuroko era digna de la atención de Aomine.

   

- ya te había dicho… vino con un puñado de cazadores, aun que parecían ser demasiados para ser una unidad – se lleva un dedo a la quijada pensativa – con los otros cazadores que nos hemos encontrado su unidad es de seis personas como máximo… aquí habían como diez –

 

- diez es demasiado… no pasarían desapercibidos en ninguna parte – llevo sus brazos a su nuca para recostarse de nuevo.

 

- a menos que el objetivo de Tetsu-kun no sea pasar desapercibido –

 

- ¿Qué quieres decir?... –

 

- piénsalo bien Daiki… ¿porque se uniría a un grupo tan grande, en especial cuando tiene a un dragón en él? –

 

- ah sí… el dragón – Aomine se sentó de sopetón y Satsuki supo que había metido la pata hasta el fondo. Sus sentidos se alertaron y sus pupilas se alargaron.

 

- yo… no pensé… que  otro dragón pudiera ponerte así de nervioso – él se le acerco lo suficiente para intimidarla, ella sabía cuándo tenía que tener miedo del peli azul y ese era uno de esos momentos.

 

- ¿Cómo es ese dragón? – era una orden y no permitiría que la chica le fuera con rodeos.

 

- solo recuerdo que era alto y de ojos rojos, salvajes… parecidos a los tuyos – Aomine endureció su mirada y Satsuki pensó lo peor. No le había dicho a Daiki no porque lo quisiera traicionar, pero cualquier cosa que involucrara al hechicero trastornaba a su amigo, creyó que debía mantener el secreto todo el tiempo que se pudiera

 

- ¿Por qué serás tan tonta? – la voz grave salió con cariño y palmeo los cabellos rosados pastel de Momoi, no valía la pena desquitarse con ella.

 

- ¿¡Qué haces Daiki!? – de un solo salto se aleja, la inesperada reacción sorprende a Satsuki, el viento provocado por sus alas la despeina y ya no puede objetar nada, Aomine ya estaba muy lejos.

 

Los truenos comenzaron a sonar y la lluvia cae como un enorme chaparrón sobre ellos, pero eso no impide que Aomine en forma de dragón agüite sus alas y tome vuelo hacia la tormenta… había sido bastante ingenuo por no reconocerlo antes, el olor de Kuroko, leve pero persistente lo había vuelto descuidado… esa sensación inquietante en su pecho ya tenía sentido.

           

Dudaba que siquiera ese idiota supiera de su presencia en ese lugar, y era mejor así. Atacarlo por sorpresa y recuperar ese trofeo que tanto esperaba, porque otro dragón solo significa amenaza. 

 

 

-.-                                                                                                                        -.-

 

 

Estaba encharcado desde los pies a la cabeza pero su determinación no había sido aplacada por la humedad, el frio viento, ni el lodo, seguía caminando sin rumbo fijo, pero valía la pena si lograba encontrar a Momoi.

 

Lo supo desde un principio, una vez Nigou lo guio hacia ese precipicio, algo dentro de él le dijo que los volvería a ver… porque por más que no quisiera admitirlo, algo dentro de él los conectaba a todos ellos y puede que eso es lo que más temía Kuroko.

 

- Tetsu-kun – la voz infantil de la niña le hablo, esa niña que había salvado, esa que los guio a esa ciudad, a esa que desde que la vio una sensación de deyabu lo perseguía… Kuroko paro en seco a pesar de que el más alto siguió de largo. 

 

- te habías tardado, Momoi-san – estar empapado por la lluvia y rodeado de árboles hacia el ambiente algo terrorífico.

 

- al fin mi esposo llego a mi… Tetsu-kun – de entre la copa de los arboles una figura de una hermosa mujer se dejó ver, resaltando por su piel blanca como marfil y sus ojos y cabellos rosados – espero que estés consiente de lo peligroso que es hacerle promesas de matrimonio a una ninfa – se acercó al peli celeste hasta sentirlo entre sus brazos.

 

- estoy consciente de eso Momoi-san… si no intentaba engañar a mis acompañantes la rechazaría como se debe - no parecía sorprendido.

 

- eso es cruel, Tetsu-kun – se quejó como niña pequeña.

 

- lo siento Momoi-san… pero me asfixias – su cara había quedado justo al nivel de los voluptuosos pechos de la joven, estaba rojo, pero porque lo dejaba sin aire.

 

- lo lamento Tetsu-kun – sonrió juguetona – es que estoy muy feliz de verte -

 

- lamento no poder decir lo mismo, Momoi-san… será mejor que acabemos con esto –

 

- quieres saber dónde está Dai-chan… lo siento, pero él ya se marchó a la ciudad – se aleja un poco del hechicero, sonriendo cuando ve la mirada celeste respingar ante el nombre, había dado en el clavo – es eso por lo que has pasado tantos problemas, para volver con el -

 

- no quiero volver con él ni con ningún otro miembro de la generación de los milagros… quiero ponerle fin a todo esto – la sonrisa de la peli rosa se ensancho, dejando de ser juguetona.

 

- ¿fin… pero por qué?... Tetsu-kun, si esto es tan solo el principio – con cautela se fue alejando de peli celeste, perdiéndose entre los matorrales – Tetsu-kun, eres esencial para el cambio, no puedes negarte – sus palabras comenzaron a sonar como eco - Nadie sabe más de criaturas mágicas y humanos que tú, un puente entre los dos mundos, eso y más eres… tu nos hacías invencibles, nunca debiste irte –

 

El viento comenzó a moverse de manera extraña, y las ramas comenzaron a sonar a medida que la corriente pasaba, la piedra de su cetro comenzó a brillar, lo supo en cuanto no sintió la presencia de ese chico, cayó en una trampa.

 

- no pienso ayudarles Momoi-san… mancharon el nombre de la Kiseki no Sedai, todo esto no era para que ganaran poder y metieran miedo en las personas… ¡no formare parte de eso! –

 

- es una decepción escucharte decir eso… creí que de todas las personas, el marginado Kuroko Tetsuya sería el que más entendería nuestra posición –

 

Su cetro brillo con más fuerza y con rapidez esquivo una flecha que venía de las malezas, al parecer al tiempo de charlar amenamente se había acabado.

 

- aun no lo entiendes, Dai-chan necesita de ti, Tetsu-kun y así no sea tu deseo… vendrás con nosotros–

       

 

 

Continuara…

 

Notas finales:

Ahora sí, si llegaron a este punto aquí comienza la primera parte de la historia donde comenzamos a ver a más profundidad a los personajes. Espero que les haya gustado y que dejen sus comentarios.

 

Nos vemos en dos semanas, el capítulo 10 esta para el 27 de septiembre.   


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