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Me Transmites Paz por Tina K

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Notas del capitulo:

OK me disculpo por el error que del Capi anterior xD

confundi el nombre de Virginia Pots con el de Maria Hill jajaja

este capitulo estara mas centrado en el Stony :3

es que anoche mire Iron Man 3 denuevo y me dieron ganas de escribir sobre Toyn >.<

aqui el siguiente capi :3

 

Hacía ya tres semanas desde que Tony había descubierto al hombre más querido de América observándolo como si fuera una maldita obra de arte y Steve había aprendido la lección ganándose interminables burlas por parte del millonario, burlas que iban desde bromas inocentes y sin sentido hasta chistes realmente indecentes que hacían que el capitán tomara colores más fuertes que los de la misma armadura del dueño de sus pensamientos, ahora cuando se paraba a espiar al Playboy lo hacía con mucho más cuidado de no ser descubierto, parándose en la entrada de la cocina detrás del marco. Claro, cualquiera lo notaria de no ser porque a las seis de la mañana nadie se encontraba en sus cinco sentidos…  -si, se había obsesionado con levantarse temprano e ir a mirar como Tony tomaba café en calma, y no solo eso sino que había hecho uno que otro dibujo retratando a la perfección la imagen de el castaño con su tasa de café…-

Se encontraba recostado en su cama pensando en las veces que había espiado a Tony en secreto- rayos Steve… te has vuelto un acosador- se decía así mismo mientras cubría su rostro con una mullida almohada blanca –no es que me guste ni nada, solo que…- sus pensamientos lo contradecían, recordando aquella tarde en la que a el multimillonario se le había ocurrido la genial idea de salir de la ducha solo con unos jeans, y ¡demoños! Tony estaba como quería!, no hacia ejercicio nunca y aun asi tenía un cuerpo por el que muchos matarían… – no! El es un compañero… y además, ¡es un hombre!- ¿acaso eso tiene algo de malo?- bueno tal vez… solo tal vez me agrade un poquito-

 Serró sus ojos, en un intento por despejar su mente y la imagen de Tony cruzando el portal lo hiso abrirlos de nuevo, era demasiado, la angustia que lo había consumido en ese momento, el hecho de no poder hacer nada y tan solo tener que esperar el mejor resultado, se sentía desfallecer, creer que no volvería a ver a ese hombre, sus manías sus locuras, su lindo cabello oscuro, esa tierna sonrisa contagiosa, y esos tiernos labios, que mas de una vez quiso besar, esos hermosos ojos color café… -¡a quien engaño! No me agrada, no me gusta, ¡me encanta! Estoy jodidamente loco por ese caprichoso y berrinchudo ególatra!- una sonrisa juguetona se formo en su rostro, por fin sabía bien lo que sentía y lo mejor es que no se sentía mal, en absoluto, estaba en las nubes, no podía expresar la felicidad que lo inundaba en esos mismo instantes.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando, ni como, pero la última frase que creyó haber pensado, la había soltado en voz alta (gran error)

-¿estás loco por quien?- pregunto la espía pelirroja adentrándose en la habitación, con una sonrisa de oreja a oreja- ya era hora ¿no?

-señorita Romanof, yo… emm N-no, yo quería decir que…-no tenia palabras para excusarse, estaba a punto de desmayarse, lo cual no le parecía muy mala idea, considerando su situación actual “tú y tu bocota Rogers” lo había oído, ¿ahora como le explicaba que estaba loco por Anthony Edward Stark? ¡Un hombre!, que, a el gran capitán América le gustaba un hombre!... luego volvió de su trance y recordó las últimas palabras de Natasha- ¿ya era hora de qué?- pregunto con mucha inocencia.

-no es obvio? Steve, no quiero hacerte quedar como un idiota, pero disimulas muy mal, claro si es que intentabas disimularlo, creo que ya todos en la torre se han dado cuenta de la manera en que miras a Tony…- lo decía como si fuera lo más natural y sencillo del mundo, como decirle a un niño la manera más fácil de atarse las agujetas.                                                                                                        “¡no puede ser, ¿todo el mundo se había dado cuenta?! Esto definitivamente era un mal sueño, si eso, un mal sueño… pronto despertaría y estaría todo bien ¿verdad? Espera un segundo… ”

-¡¿el también se dio cuenta?!- ahora sí, deberás se desvanecería.

-Steve te hice una pregunta…- el semblante de el mencionado no cambiaba, estaba en otro mundo, la preocupación y los nervios casi eran palpables en el aire, no se dio cuenta cuando fue que la pelirroja  se había sentado junto a él.

-yo… realmente no sé qué decir, lamento si esperabas una explicación mejor- se le notaba triste, su vista se encontraba fija en el piso, mientras que sus manos sujetaban con fuerza las sabanas, dio un largo suspiro y continuo hablando –no es fácil para mí admitir esto, si, me gusta Tony, pero no creo que el sienta lo mismo por mi y además… me siento como un completo idiota…- realmente no había pensado en eso, si Tony lo sabia… ¿ahora lo trataría peor? ¿Lo rechazaría? ¿Se burlaría de el? Su cerebro estaba hecho un desastre…

-tranquilo- poso su mano en su espalda y continuo hablando- creo que él es el único idiota que no se ha dado cuenta- el rubio levanto su rostro para dirigir su mirada hacia los ojos verdes que lo miraban comprensivos, Nat le dedico una sonrisa realmente sincera y se levantó con dirección hacia la puerta- realmente Tony es un imbécil cuando se trata de amor, no esperes que se dé cuenta a menos que se lo digas tu mismo-

-¿no le dirás nada, verdad?-

-no, no le diré nada, pero tu deberías hacerlo, no es lindo estar enamorado y guardarse los sentimientos para uno mismo, quien sabe si él se enamora y lo pierdes para siempre…- su voz se oía con pesar, realmente había sufrido por un amor, que a los ojos de los demás era imposible y no permitiría que sus amigos cometieran ese mismo error, sabía que para Steve sería muy difícil asimilarlo, considerando que era la primera vez que se enamoraba de un hombre y que a la primera persona a la que amo ya no la podría volver a ver.

-no sabes cuánto te lo agradezco, deberás, eres una gran compañera y amiga… ahora creo que dormiré un poco…- no mentía, realmente luego de oír aquellas palabras se sentía mucho mas aliviado, como si le hubieran quitado un enorme peso de encima, pero aun así sentía mucho sueño.

-claro, necesitas dormir, luego de haberte levantado tan temprano a espiar a Tony no te vendrían mal unas horas de sueño- y sin decir nada más se retiro dejando a un avergonzado y rojo Capitán América sentado en su cama, al borde del desmayo.

                                                                         +*+

Se despertó algo aturdido por los ruidos de autos en las calles y miro su reloj que se encontraba sobre la cómoda “8:15 pm” -mmm... una hora más- hundió su rostro en la almohada, que por algún motivo se encontraba mas mullida que nunca y se tapo hasta la cabeza tratando de disminuir el ruido de los coches y así  volver a su pacifico sueño.                                      Cerró sus ojos y se acomodo mejor, quedando dormido a los pocos minutos.

 De pronto alguien se adentro a su habitación, sin la mínima intención de mantener la paz, puesto que ingreso cerrando la puerta estrepitosamente y camino con pisadas, que resonaban en toda la habitación.

-¡despierta bello durmiente! Ya son más de las ocho y estoy muy aburrido…- el millonario tenía la intención de enseñarle a este como se utilizaban los aparatos de hoy en día y de paso burlarse un poco, iba a jugar videojuegos con Clint, pero este se fue detrás del doctor banner como un perrito detrás de su dueño en cuanto este se dirigió a su laboratorio, así que no le quedo más remedio que encontrar otra fuente de entretenimiento. Steve se removió en su cama, mostrando suma pereza y muy pocas posibilidades de estar consciente, murmurando incoherencias que solo podrían provenir de sus sueños –vamos, arriba! No estuviste setenta años durmiendo en el hielo como para pasar otros setenta durmiendo en tu cama!- nada… era como hablarle a una pared, con la diferencia de que una pared estaría mucho mas despierta.

Se sentó en el borde de la cama y sacudió su hombro con poca delicadeza, recibiendo un gruñido por parte del rubio quien no despertaba, Tony comenzaba a impacientarse  y no es como si tuviera mucha paciencia pero a este punto ya sentía la necesidad de echarle un cubo con agua helada “no es muy mala idea” reflexiono, de pronto sus pensamientos se detuvieron cuando pudo observar mejor el rostro del mayor “se ve tan tierno” pensó.

 Tenía el cabello alborotado, el seño ligeramente fruncido y una media sonrisa, se encontraba de perfil con una mano debajo de la almohada y la otra delante de su pecho sobre el colchón, sujetando las sabanas con delicadeza, traía una sudadera blanca y estaba acobijado hasta la cintura.

Con sumo cuidado, retiro uno de los tantos mechones que adornaban el rostro del rubio, haciéndolo a un lado y rozando su piel en el acto para poder apreciar mejor su semblante ausente y sentir más de cerca esa suave piel, este gesto hiso que sus facciones se suavizaran aun mas, dándole a entender al castaño que sus caricias no le causaban ni la más mínima incomodidad.

De pronto una punzada recorrió todo su pecho… ¿Tony Stark estaba enternecido?                        “¡¡Claro que no!!” se repitió en su mente (N/A: ¡claro que sí!) poso su mano sobre la mejilla del dormido y lo observo detenidamente, no parecía el Capitán malhumorado que siempre lo reprendía por sus chistes fuera de tono, más bien parecía… -un ángel…- susurro, en ese momento reparo en su actitud y se levanto de manera rápida y nerviosa.

–Bueno, si no tienes intenciones de mostrar señales de vida… me retiro- y desapareció serrando la puerta tras de sí.

En cuanto escucho el sonido de la puerta cerrándose, abrió los ojos de sobremanera y parpadeó un par de veces, “esto no… No puede ser cierto” pensó mientras cubría su rostro con ambas manos y una sonrisa nerviosa se formaba en sus labios, se encamino hacia el baño con paso apresurado y se echó un vistazo en el espejo “¡rayos!” se veía como si hubiera estado todo el día en la playa y sin usar protector solar… estaba rojo hasta las orejas, abrió la llave de la ducha… necesitaba aclarar sus ideas y además sentía un calor infernal que se esparcía por todo su cuerpo.

Trataba de esclarecer su mente, el agua helada caía en suaves gotas sobre su cuerpo normalizando su respiración, estaba tranquilo, “en paz” se podría decir, pero las apariencias engañan, por dentro, era un huracán de emociones, “¿Por qué Tony había actuado de esa manera con él? ¿A caso sentiría lo mismo?” cerro la llave del agua y tomo una toalla para luego comenzar a secarse, “se sintió… diferente” ya había tenido contacto con otras personas, es decir, besos y esas cosas, pero… lo que el millonario le causo con tan solo tocar su piel fue muy diferente a lo que había sentido hasta ahora,  se vistió y salió apresurado, tenia miles de preguntas y solo conocía un hombre lo suficientemente listo como para responder a todas, o por lo menos la mayoría de ellas.

Se dirigió a paso acelerado hacia el laboratorio con la esperanza de encontrar a Brus trabajando en alguno de sus experimentos, para sus sorpresa no podía estar más equivocado, quien se encontraba en el laboratorio era ni nada más ni nada menos que Tony… “esto debe ser una broma” pensó.

El mencionado se encontraba forcejeando con uno de sus propulsores, Brus había arreglado a la perfección la mano izquierda, pero aun no había hecho cambios en la derecha, lo que significaba que esta seguía con fallas “no es como si el, un genio, no pudiera arreglarlo, es solo que estaba ocupado reforzando el casco y para no perder tiempo le pidió ayuda al doctor Banner” el guante no parecía querer ceder de su brazo, al no poder quitárselo golpeo fuertemente el puño contra la mesa de trabajo que se encontraba aun lado, causando que el repulsor se encendiera y le diera de lleno en el rostro.

Steve abrió los ojos como platos en cuanto logro vislumbrar la figura de Tony cayendo en la inconsciencia, el ruido seco de un cuerpo estrellándose contra el frio piso de mármol lo hizo salir de su trance y correr al rescate del moreno.

-¡Tony!- Steve quien observaba la escena desde una distancia prudente, corrió hacia el aludido quien se encontraba inconsciente en el suelo del laboratorio, sentía que el corazón se le saldría por la boca,  tomo al moreno por los hombros y lo sacudió -¡Tony! ¿¡te encuentras bien!?-

Lo sujeto con una mano bajo la espalda y la otra perfectamente acomodada en la cintura del menor. En la frente de Tony se podía ver una pequeña herida, que, pese a no ser tan grave le causo una contusión lo suficientemente fuerte como para dejarlo inconsciente.

-Steve…- suspiro aliviado, al ver a el millonario recuperarse todas sus preocupaciones se desvanecieron y no pudo evitar sonreír

-realmente te hiciste daño Tony, no deberías hacer ningún esfuerzo- comenta Steve acortando la distancia entre sus cuerpos.

-relájate hombre! Estoy…- y volvió a perder la conciencia…

Notas finales:

grasias por leer :3

por si acaso el siguiente capitulo vendra con sorpresa incluida >.<


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