Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quiero poder sentir por Chiaki28

[Reviews - 100]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos buieno realmente me cuesta mucho escribir los finales asi que me demore pero ya lo tienes depues de como 4 intentos taran.

Muchas gracias a todos los que se han tomado la molestia de leer esta peculiar historia y espero que les guste <3 <3

Misaki Pov

Abrí los ojos con dificultad percibiendo una fuerte punzada en mi cabeza con cuidado lleve mi mano hasta la zona herida esbozando una mueca de dolor, revise mis sistemas o lo que quedaba de ellos, sintiéndome aliviado de tener conmigo aun el programa que podría ser nuestras salvación o eso era lo que esperaba.

Al levantar mi mirada me encontré con un par de desconocidos y al azabache que reconocí como él mismo que dormía apagado en la sala antes de que Takahiro me intentara desconectar, solté un suspiro agradecido, supongo que él no se atrevió a hacer eso sabiendo que la información en el chip corría peligro.

Sonreí tímidamente al recordar aquellas orbes violetas que estuvieron a punto de convertirme en un humano con un corazón que latía cargado de emociones que mi mecanismo aun no es capaz de comprender, lleno de esos extrañas sensaciones que reemplazan lentamente el aceite que fluyen en mi interior por la caliente sangre que me da vida, tener la capacidad de sentir es algo por lo que siempre estaré agradecido.

“¿Misaki?” Me pregunto un rubio con dudas tocando mi frente como si intentara analizar lo que había en mi interior “El sujeto no presenta fallas muy graves gracias a las reparaciones que le hice, así que debería estar bien” Proclamo con una sonrisa llena de satisfacción mirando a un peli negro bastante nervioso.

“Muy bien Shinobu-Chin”  Declaro el más alto acercándose delicadamente a mi cuerpo como si temiera dañarme.

“¿Estas bien?” ME pregunto finalmente un pequeño oji azul, yo abrí los ojos impactado al encontrarme con él, gracias a mis delicados programas logre describir que era del  mismo diseño del que estábamos hecho Takahiro y yo, el que potenciaba la capacidad de convertirse en una persona y alcanzar la vida.

“Si” Susurre levantándome con ayuda del pequeño castaño “Tu eres diferente, te pareces bastante a mi” Proclame dejando salir la verdad, si algo he aprendido es que no vale la pena ocultarse debajo de frías mentiras.

“Todos me dicen que soy especial” Musito con la voz destruida con la mirada lastimada, yo le sonreí de manera alegre intentando animarlo, me recordaba mucho a mi mismo en el momento que me deteste por mi debilidad.

“Eso no es malo, intenta potenciarlo y hacer un gran cambio” Le dije con un suave tono enredando mis cabellos entre sus lacios mechones.

“Bien ahora que esta despierto tenemos que ir por Tori y los demás antes de que sea muy tarde y la ejecución se allá llevado a cabo” Ordeno el oji azul con una mirada llena de preocupación, yo al no lograr entender nada me di cuenta de que estuve mucho más tiempo demorando del que había imaginado.

“¿TU eres Kuroda?” ME aventure a preguntar hacia el azabache de fría ojeada el cual solamente asintió con la cabeza “Yo soy Misaki el hermano de Takahiro, los dos provenimos de la misma época y necesito saber qué es lo que esta pasando” Musite acercándome al más alto con sinceridad me sentía bastante confundido.

“¿Eres hermano del supremo líder?” Deje escapar una pequeña carcajada ante aquel comentario, no puedo creer la manera en que el peli negro logro lavarle a todos los pensamientos para corromper su voluntad, supongo que logro su cometido de destruir a los humanos, aunque quizás fueron las guerra los que los llevaron a su perdición, hasta su misma extinción, a pesar de eso sí lograron fabricar nuevos modelos de máquinas eso significa que hay material genético humano en alguna parte.

“Takahiro no los creo, fueron Usagi-san y Kyo los dos científicos que nos  construyeron, necesito que me lleven hasta él para enseñarle que ya no tiene ningún poder sobre nadie” Ordene mientras el rubio sonreía tomándome de la mano para poder guiarme fuera de la pequeña cabaña de madera bastante descuidada.

Una calidez en mi pecho nació ante mis propios análisis este lugar está lleno de robots, eso significa que mi infeliz hermano menor debió haber conservado modelos humanos y estoy bastante seguro que gracias a su arrogancia no elimino a ninguno de nuestros creadores, puedo sentir que mi soñador peli plata se encuentra con vida, porque desde nuestro primer beso él me regalo una parte de su alma que ha logrado de a poco reemplazar mi frío metal por una cálida piel que anhela poder recibirlo entre sus brazos.

En el trayecto a la zona de ejecución ese curioso grupo logro explicarme el contexto en el que estaba, ellos eran los rebeldes o la mitad de lo que quedaban, dos de los faltantes que estaban a punto de sacrificar eran humano y los otros maquinas, yo me apresure deseando evitar una de las mayores tragedias que podía llegar a ocurrir.

Con todas mis fuerzas corrí, ignorando el dolor de mis pies, mordí mi labio reprimiendo los gritos, sentía como todas las emociones que mantuve reprimidas todos estos años se liberaban convirtiéndome en lo que siempre debí haber sido.

No me detuve hasta que observe un gran cumulo de unidades acompañado de un grito desgarrador, al caminar entre las maquinas que guardaban silencio, reprimí el llanto al ver como un azabache golpeaba constantemente el piso dejando en evidencia la sangre que corría por su cuerpo, él era también humano, levante la mirada hacia el escenario de madera, en el cual lloraba desconsolante un castaño abrazando  a un peli negro el cual no parecía moverse, aquellos ásperos lamentos lograron desgarrar algo en mi interior.

Tanto sufrimientos, tantas lágrimas, penas, dolor, todo eso, ¡Maldición!, se pudo haber evitado, él solo está jugando con todos como si fueran piezas de su juego de ajedrez, él disfruta de torturar a los demás porque eso alimenta su ego y hace crecer sus torcidos pensamientos convirtiéndose en las mismas pesadillas que me atormentan en la noche.

No podía seguir viendo, no quería seguir escuchando, algo dentro de mí se quebrantó al ver como esos inocentes sufrían, como es que la sangre corría, apreté mi puño con fuerza me para a mitad de la multitud y me arriesgue a confrontar quien se había asegurado de hacerme la vida imposible, quien siempre me dijo que nada valía mi existencia, quien puso a duda el propósito para el que jamás deje de trabajar.

“TAKAHIRO” Grite sin pensarlo, el mayor abrió la boca al reconocer mi voz mirándome impactado, como su estuviera viendo a uno de sus fantasma, aunque tal vez eso era lo que yo representaba un doloroso pasado que jamás debió haber sido desenterrado pero ahora que lo fue no permitirá más de su tiranía.

“Misaki” Susurro con algo de temor mientras que yo me acercaba al pequeña escenario mirando con compasión a aquellos caídos.

“Tú eres un egocéntrico que solo se preocupa por su bienestar, la misión de Usagi-san y Kyo era hermosa y a ti nada de eso te importo, te limitaste a cegarte por tu egoísmo para poder tener la ilusión de que todo te pertenece cuando no tienes nada” El más alto soltó una pequeña risa irónica sin dejar de mirarme.

“Acá poder ya no lo tienes, así que vete porque ninguno de nosotros te necesita, no hay nada que puedas hacer para detenerme, este solo fue un ejemplo de lo que pasa a los que se unen al lado rebelde” Mire nuevamente el cuerpo del pequeño castaño y el peli negro los cuales aún escurrían un fino hilo de sangre.

“TU eres el que fracaso” Declare delante de toda la multitud “Eres el único que ha fracasado porque no ha podido ser capaz de abrirse y sentir que es el propósito para en cual fuiste creado en primer lugar”

“No fue justo, me iban a fundir, debía deshacerme de ti” Detecte algo de agresividad en sus movimientos por lo cual preferí prevenir y retroceder un par de pasos sin bajar la frente, no me daría por vencido porque esta vez el único que tenía el poder para cambiar las cosa era yo, finalmente me haría escuchar.

“Takahiro quiero que te vayas por la buenas y los liberes a todos de ese estúpido chip de dependencia que sé que les instalaste o tendremos que hacerla por las malas” Le advertí cruzando mis brazos, todo el lugar estaba en silencio dejando que nuestras voces hieran eco hasta en el terreno más lejano.

“Recuerda que yo soy el más fuerte de los dos, tu no puedes hacer nada para detenerme mocoso y no me vengas con eso de que con el amor todo el posible y esa mierda de los sentimientos, yo te mostrare que tan cruel puede ser el mundo” Me amenazo con una mirada sádica acompañadas de una sonrisa torcida que antes me hubieran logrado intimidar, no obstante, yo ya no soy el mismo niño inseguro que el conoció, este tiempo que quise despertar para luchar encendió esa pasión que siempre estuvo ocultad en lo más profundo de mi ser, luchare con todo lo que tengo y si perezco lo hare con orgullo.

“Es tu ultima oportunidad” El peli negro me apunto con el arma directo al pecho, yo solté una pequeña risa ganándome un gesto lleno de confusión de parte del mayor el cual ya comenzaba a flagelar por los nervios.

“¿Qué tan tonto me crees?” Pregunte con ironía acercándome hasta que el arma pintada de negro toco mi pecho “Si quieres dispárame adelante” Lo enfrente sin despejar ese gesto de grandeza que había logrado adquirir.

“Maldito infeliz, no dudes en que no te matare porque eres mi hermano” Yo desvié con cuidado el arma restándole importancia a sus amenazas.

“¿Con que me disparas?” Pregunte logrando que todos sus sistemas se pusieran en alerta “¿Creíste que no prestaba atención a las clases que Kyo daba?” El más alto soltó un bufido frustrado mientras separaba el frio metal de mi ahora algo más cálido cuerpo “Quiero que me digas donde están todo el resto”

“No tengo porque hacerlo, y nadie te dirá una vez que tu desaparezcas como siempre debiste permanecer a ellos los reemplazare anulando toda su voluntad” Yo tome un gran bocado de aire sabiendo que lo siguiente sería bastante doloroso.

Lleve mi mano hasta mi nuca siento el pequeño  chip fusionado con mi ser, debía apresurarme antes de convertirme completamente en un ser que respira para así poder anular todo el control que alguna persona podía tener  sobre las unidades, con fuerza agarre el chip soltando un pequeño grito, cuando este estuvo entre mis mano apreté en pequeño botón encendiendo por primera vez el aparato que hace tiempo se me proporciono.

“Así que si lo guardaste” Musito impactado el azabache mientras que yo me alejaba con el pequeño chip plateado entre mis manos.

“Sabes que ahora todos me deben obedecer, y la única orden que les daré es que quiero que todos puedan llegar a sentir” Después de que la señal se transmitiera apreté entre mis manos el delicado aparato hasta finalmente destruirlo.

“IDIOTA” Me grito agarrándome de los hombros “PUDIMOS HABERLO TENIDO TODO, ERES UN MALDITO” A pesar de sus gritos yo me limite a mirarlo con una profunda decepción grabada en mis ojos.

“Ya no eres el líder de nadie” Susurre victoriosamente al ver como el pequeño rubio y el azabache de ojos azules lo separaban de mi cuerpo, yo mire al peli negro de nombre Miyagi, el cual tenía una sonrisa llena de satisfacción.

“Así que por eso el creador no quería que ingresáramos a ese casucha abandonada porque tú lo podías detener” Yo libere una pequeña risa sintiéndome avergonzado ante la situación, jamás pensé que fuera especial, uno no nace destinado a hacer una cosa si no que el mismo es quien traza el destino que seguirá.

“¿Había otro lugar en donde no quería que husmearan?” Le pregunte recordando que aun debía poder encontrar a mi amada familia, el más alto asintió con duda sin poder entender el propósito de mi accionar.

Con una cálida expresión me agache a donde estaba el castaño, sobándole la espalda, cuando nuestras miradas se entrelazaron me sorprendí al reconocerlo, él era el guardián del conocimiento y la literatura.

“Hiroki” Lo llame con timidez “NO tienes que llorar por esa unidad, él estará bien” El oji avellana frunció el ceño haciendo evidente su molestia.

“IDIOTA, ¿NO VES COMO SANGRA?” Yo me hinque a su lado intentando calmar sus lágrimas, cerré los ojos recordando aquella lección.

“A los humanos se les dispara con un preservante para después poder mantener congelados tomando muestras de sus células para crear más de sus modelos, los robot estamos en potencia de ser humanos porque eso somos básicamente, estamos hecho con una par de muestras de tejido, así que él no los ha matado solo necesitan atención médica, deja que me encargue” EL más alto parpadeo confundido esbozando una cálida sonrisa para besar la frente del hombre que abrazaba con pasión.

Lo siguiente de lo que me tuve que encargar fue de informarles a todos cómo funcionaba nuestro mecanismo, el cómo podíamos cambiar a base de un par de sentimientos, libere a cada una de las unidades de ese estúpido sistema de compañeros y profesiones impuestas para que fueran libres de escoger lo que deseaban.

Después de una extensa búsqueda logramos encontrar la cámara oculta de mi hermano el cual fue dejado en las mismas fosas en donde encerró alguna vez a los humanos, para que pudiéramos rescatar los cuerpo que se encontraban estáticos dentro de un sueño criogénico, yo suspire aliviado observando que dentro de los especímenes se encontraba mi amado oji violeta, Kyo y el pequeño Tsukishima del cual me volví más cercano al conocernos, resulto que ambos pensábamos parecidos y finalmente cuando despertó pudo realizar su función de consejero, mejor amigo y mano derecha, en quien debía confiar.

Tomo bastante tiempo que las unidades se adaptaran a tantos cambios, derrocar el sistema de mi hermano y eliminar cada una de sus reglas, pero finalmente las cosa si resultaron como ellos siempre ellos, mis amados soñadores lo desearon, quizás el mundo no se encontraba en perfecto equilibrio de paz, no óbstate, si estaba mejor y ahora lleno de idealistas con voluntad para que las cosas cambiaran.

Yo inevitablemente al pasar más tiempo ayudando al oji violeta con sus investigaciones termine convirtiéndome en un frágil humano de rápido latir, el cual está completamente enamorado de la misma persona que le dio vida y brillo a sus ojos.

“¿En qué piensas Misaki?” Yo solté una pequeña risa cerrando mi computadora al apreciar como los fuertes brazos del peli plata me sostenía protectoramente transmitiéndome el calor que yo tanto anhelaba poder sentir en mi existencia.

“En nada que te tengas que preocupar” Respondí cariñosamente sonrojándome por la cercanía de la que nosotros estábamos.

“¿TE he dicho que tú fuiste quien me salvo?” Yo solamente me limite a sonreír permitiendo que el más alto juntara nuestras frente sabiendo que eso era una gran mentira porque fue el quien me dio el corazón que hoy late descontroladamente con una viva pasión en el pecho que me impulsa a seguir con mi misión.

“Gracias por dejarme poder sentir Usagi-san” Musite recostándome entre sus fuerte pecho para que el me guiara a la cama que terminamos compartiendo después de esperar muchos años para finalmente amarnos como queríamos.

Takano Pov

Cuando ese disparo le llego a mi castaño sentí como el corazón se me despedazaba, como esos fragmentos se pulverizaban para que no quedara nada en su lugar, no tengo palabras para describir la impotencia que viví al ver como la persona que más me importa, aquel ángel que me salvo se moría ante mis ojos.

Pensé que todo estaba acabado para mí, perdí el motivo por el cual debía seguir respirando, las lágrimas corrían sin tener intención de parar desde mis mejillas, la respiración se me cortaba, esos recuerdos aún me atormentan, recuerdo aun en carne propia lo vacío que me sentí sin mi amado Ritsu.

Pero gracias a la fortuna de la vida, el menor se encuentra a salvo, al parecer esa bala solo era un sedante que fue aplicado muy fuerte reventando uno de los vasos al igual que la de Nowaki, no toco ningún lugar vital, y toda aquella sangre perdida pudo ser restaurada con donantes de las personas que estaban congeladas.

No hubo instante en que no permaneciera a su lado sosteniendo su mano hasta que por fin mi corazón volvió a latir contemplando esas hermosas esmeraldas que llena mi día con tan solo una de sus miradas, cuando a mi castaño le dieron de alta, yo me lo lleve hasta mi casa ignorando sus protestas para que pudiéramos comenzar una vida juntos como lo que éramos; un par de seres humanos.

Éramos vulnerables, débiles, mucho menos productivos que las máquinas, no obstante, éramos felices, no me arrepentí de ninguna de las decisiones que había tomado al permitirme desarrollar esas emociones prohibidas por mi pequeño compañero de habitación, por aquel de sonría brillante que ha intentado escapar más de una vez de mi vida.

Aquel por él que entregaría todo sin pensarlo, porque si me privan de esa sonrisa, de eses extraño aunque agradable calor al cual ya me acostumbre, siento que podría morir por la amargura que se apoderaría de mi ahora latiente corazón.

“Takano-san” Sonreí observando como el más bajo llegaba al comedor con una pequeña caja de recuerdos “No sé qué debo hacer con esto, pero necesitamos usar el espacio en el que se encuentra para poner los libros que Hiroki me mando” LE hice una seña con mi mano para que se sentara a mi lado, gesto que no desobedeció.

“Tú y Hiroki son unos enfermos por los libros ¿Lo sabes cierto?” El menor dejo escapar una risa  iluminando aún más esas cálidas orbes verdes que me atrapan guiándome hasta sitios míos que desconocía.

“Tú no deberías quejarte, yo no tengo nada en comparación a él, y Nowaki si es tolerante” Se quejó con un tierno puchero y las mejillas ruborizadas sosteniendo aun el paquete entre sus pequeñas manos.

“No me estoy quejando” Proclame abriendo el contenido de la caja de cartón “Yo amo todo lo que te haga feliz” El castaño me sonrió alegremente con las mejillas teñidas de un poderoso carmín permitiendo que mi brazo rodeara su cintura para que ambos observáramos el contenido del misterioso paquete.

Sonreí con ternura observando todas las fotografías que nosotros dos teníamos antes de que alguno se convirtiera en lo que ahora somos, antes de que mi corazón latiera por la persona sin la que podría vivir ninguno de mis días, quizás Takahiro tenía razón, somos débiles, insignificantes, egoísta al querer tener a alguien más solo para uno mismo, sin embargo son estas debilidades la que se pueden convertir en nuestras mayores fortalezas.

Cuando te importa tanto alguien como a mí, harás lo que sea por proteger y cultivar esa alegría en su rostro, yo pienso que esas son las virtudes que las personas no desarrollaron bien dejándose cegar por el egoísmo.

Errores que nosotros los humanos de nueva generación, como nos autodenomine, no queremos volver a pasar, sin prejuicios, sin temores, lo daremos todo para hacer de este lugar algo más agradable y si eso no es suficiente, nos levantaremos hasta lograr nuestro cometido, sin rendirnos o llorar, manteniendo viva la esperanza.

“¿Por qué tienes todas estas fotos acá escondidas?” Acaricia los lacios cabellos de mi pareja recostándome en el sofá con el encima para poder abrazarlo posesivamente dejando de lado la diminuta caja.

“Porque cuando Shinobu era mi compañero de cuarto me prohibió tener pasiones de naturaleza humana y me obligo a ocultar cada uno de tus recuerdos” El más bajo se intentó separar de mi pecho para verme directamente a mis ojos, los cuales desde que conocieron el resplandor que me dan los de Ritsu jamás volverían a ver un mundo gris y opaco sin esperanza, no soy alguien de mentalidad positiva, sin embargo, siempre intento hacer lo mejor para mantener colorido mi alrededor por mi castaño.

“¿Acaso mis fotos te molestaban?” Protesto apoyando sus brazos en mi pecho para dejar caer su cabeza y lanzarme una mirada tierna.

“Al contrario” Proclame soltando una pequeña risa por la infantil actitud de mi adoración, conmigo se ve tan indefenso “Es porque tus fotografías me traían nostalgia al no tenerte entre mis brazos, porque me dolía no poder abrazarte como lo estoy haciendo ahora, por eso fue que el rubio se dio cuenta que me había enamorado de ti”

“Al menos Shinobu se fue a vivir con Miyagi” Musito el menor jugando con los cabellos que caían de mi frente mientras que yo recorrían con cuidado su espalda, deleitándome con lo cálida y suave que es su piel.

“Si pero Miyagi no se veía muy convencido con esa decisión” Susurre para mí mismo recordando la cara de impactado del peli negro cuando se enteró que viviría con el rubio, aunque seguramente se las arreglará para que los dos puedan llegar a ser felices, después de todo Shinobu hace lo que quiere, se pasó al lado rebelde sin el permiso o la petición de nadie, esa es una de las cosa que más me gustan de él, por no decir la única.

“Takano-san” Yo mire al más bajo el cual deposito un tímido y sorpresivo beso en mis labios, acción que me hizo sonreír “Enserio estoy muy enamorado de ti, gracias por traerme a la vida” Yo tome la cintura del menor para posicionarme sobre él y comenzar a besar apasionadamente esos adictivos labios que lograban que apagara mi lógica para dejarme llevar por las mágicas sensación irracionales que Ritsu provoca en mí.

“Gracias a ti mi pequeño rebelde por hacerme algo más que un embace vacío” Susurre acariciando su rosto sin tener intenciones de parar, porque lo amo, amo todo lo que venga de él y cada una de las sensación que provoca en mi ahora frágil cuerpo, para mi lo nuestro no fue un error sino mi mayor acierto.

Nowaki Pov

No me arrepiento de haberlo hecho, lo haría otra vez sin vacilar, no pude soportar cuando aquel hombre de fría mirada se atrevió a levantar esa pistola sobre la persona que yo más amaba, sobre quien era mío al entregarme su cuerpo y quien me volvió humano con el infinito amor que logramos compartir sin que me percatara.

Kamijou Hiroki, el dueño de cada uno de mis pensamientos fue el mismo que logro tomarme entre sus cálidas manos para que yo dejar de ser una lata sin voluntad y me convirtiera en algo de lo que me enorgullezco hoy en día, alguien digno de permanecer a su lado y sostener su mano como su amada pareja.

El hombre de hermoso mirar avellana se quedó junto a mí en el hospital, como los hombres lo llaman, hasta el momento en que abrí los ojos, él también fue la persona que se atrevió a donar sangre para que mi corazón reviviera, para que mis respiraciones no se cortaran y mis ojos nuevamente contemplaran la sonrisa de mi Hiro-san.

Cuando me dieron de alta, regresamos a casa para poder comenzar una vida juntos, el mayor siguió ejerciendo en el área de literatura con Ritsu como su compañero mientras que yo del laboratorio me dedique a ayudar a Seiya y a Kuroda en el ámbito de la medicina ahora que cada vez aumentaban más los casos de transformaciones a seres humanos, a personas que respiran llenas de ilusiones por cambiar el mundo.

Al parecer el pequeño joven que estaba durmiendo que responde al nombre de Tsukishima fue capaz de alejar toda la amargura del azabache al activar su memoria de respaldo, recuerdo que mi castaño estaba furioso por haber tenido que cuidar tanto tiempo una memoria que no significaba nada, yo solamente me limite a abrazarlo como sé que le gusta pero jamás será capaz de decirlo directamente, aunque esos gestos tan tímidos son los que lo hacen más irresistible delante de mis ojos.

Amaba pasar cada uno de mis días con él, aunque esta vez el tiempo si corre y ambos estamos envejeciendo sé que cada uno de mis segundos vale la pena si mi oji avellana está a mi lado, si esta en cada una de mis memorias y en uno de mis suspiros, si me espera en casa aunque sea dormido, si tan solo soy capaz de verlo al menos un instante, nada de mi esfuerzo es en vano porque él se encarga de que mi esfuerzo si valga la pena.

Los dos finalmente acordamos vivir en la misma habitación después de recibir múltiples libros en la cara por parte de mi terco novio, el cual con vergüenza accedió si transformábamos mi pieza en un santuario para miles de sus libros los cuales ya no estaban prohibidos, si no que eran los que más de debían difundir para poder instruir a las unidades inexpertas en esos temas que implican más que un par de programas.

“Hiro-san” Lo llame ingresando al cuarto observando con una sonrisa como mi amado estaba escribiendo en la computadora intentando redactar un nuevo manual que les facilitara a los novatos su ingreso como humanos.

“¿Qué es lo que te pasa?” Pregunto sin dejar de escribir dándome la oportunidad para que yo me acercara hasta la cama.

“Quiero que pases algo de tiempo conmigo” Declare con una alegre y sincera sonrisa intentando ignorar la manera en como las cejas del más bajo se arqueaban ante mi inocente petición la cual resultó ser algo infantil.

“Sabes que estoy ocupado ahora” Yo al encontrarme a una mínima distancia cerré el aparato para tomar el mentón del mayor y entrelazar nuestras miradas en ese profundo contacto que solamente nosotros logramos comprender.

“Lo sé pero quiero poder abrazarte ahora” Susurre en su oreja logrando que se tímido rubor se asomara en sus mejillas.

“IDIOTA” Grito el castaño intentando alejarse de mi “No se cómo no te da vergüenza decir esa clase de cosas” Yo me senté al frente suyo para poder abrazar su espalda y apoyar su cabeza en mi pecho dejando que escuchara el frágil latir de mi corazón, el mismo palpitar que el produjo aquella noche que todo cambio.

“No me da vergüenza porque soy quiero ser honesto con quien amo” El más bajo solo se acurruco más profundo en mi pecho dándome una calidez sin la que ya no concibo poder vivir, sin la que no quiero abandonar.

“Enserio eres un mocoso Nowaki” Susurro soltando un pequeño suspiro acompañada de una fugitiva sonrisa.

“Pero soy del mocos del que te enamoraste” Solté una pequeña risa al escuchar el bufido molesto que mi pareja libero, de seguro piensa que yo aún soy un arrogante que disfruta de poder apenarlo y a veces molestarlo.

“No seas tan orgulloso” Susurro relajando los hombros lo que me permitió encerrarlo protectoramente entre mis brazos.

“Yo también te amo Hiro-san” después de decir eso levante su rostro para tener la posibilidad de darle uno de los miles de amorosos besos que esperaba poder recibir del castaño que robo un corazón que ni si quiera existía al momento de a primera mirada.

Sin quererlo me contagie de uno de los imperdonables pecados que es el egoísmo, porque no quiero que nadie más lo mire como yo, porque anhelo saberlo todo de esta persona y tenerlo entre mis brazos hasta que el tiempo se detenga y ambos latidos frenen abandonando nuestros cuerpos, con lo cual aun así no nos separaríamos.

Soy un egoísta porque amo a Hiro-san y lo hare hasta que pierda la razón, la cordura, mi cuerpo se desintegre y lo busque en mis siguientes vidas para que el nuevamente me enseñe lo que es poder sentir.

Fin

Notas finales:

Encerio les agradesco que hayan leido porque esta es la más original que mi mente a pesando y muchas gracias por acompañarme durante todo este fic.

Encerio lo aprecio y espero que me regalen un ultimo acosador comentario <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).