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VOYAGE por Karenlauren

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"¡¡¡¡Malditos hi*** de p*** !!!!!" pensé mientras me retorcía de dolor pero no podía doblar mi cuerpo ya que me tenían sujeto por unas cadenas... Los maldije una y otra vez mientras sentía descargas eléctricas viajar por mi cabeza y brazos a través de agujas metálicas que me habían inyectado... 

- NGGHGH!!!!!!! - me mordí el interior de la mejilla para no gritar, no iba a darles esa satisfacción. 

- Sus ondas cerebrales són más activas... - informó una mujer con pinta de científica al lado de un ordenador con una pantalla gigante. Se acercó a mí y me miró fríamente. Sentí cómo sacaba de golpe las agujas tirando del cable, sin cuidado.... 

- AAAAAgh!!! - giré la cabeza viendo cómo mi sangre caía por mis venas. 

- Has crecido mucho, Naruto - su sonrisa cruel me traía viejos recuerdos que no me eran para nada agradables. - Me alegra que hayas vuelto para que podamos retomar la investigación... Iban a cerrar mi departamento, ¿sabes? - Tiró del otro cable, maldecí mil veces al barón que había recubierto los cables con plástico protector...

- Zorra... - dije jadeando con la respiración irregular, pronto iba a perder la conciencia. 

- Llevémonos bien, ¿vale? - vi borroso como un ayudante le entregaba una aguja e inyectaba algo dentro de mí. 

- ¿Qué-é... e.s..eso? - dije tomando fuertes bocanadas de aire... cada vez me costaba más respirar. 

- Tranquilo, tú cuerpo conoce esto perfectamente... 

Entonces era una inyección para mantenerme despierto... aún no habíamos terminado... 

Sonreí con desesperación, había vivido poco pero no me arrepentía de los últimos años de libertad que había tenido... aunque me hubiera gustado que fueran un par más. 

Una lágrima bajó por mi rostro mientras sentí cómo echaban alcohol a mis heridas sin delicadeza. Arqueé mi cuerpo y lo soporté mordiendo el interior de mi mejilla. 

De repente todo se puso oscuro.

Ya no me dolía nada. 

Oí el pitido de una máquina.

Gritos agitados. 

Gente corriendo. 

Sentí mi cuerpo elevarse por el pecho y volver a caer varias veces pero... yo no lo estaba moviendo por voluntad propia. 

Tan solo veía una oscuridad dónde no había más sufrimiento.

Sentí mi extremidades relajarse.

Vi cómo la mujer me miraba furiosa y sus labios se movían.

¿Qué estaba diciendo?

Treté de agudizar mis sentidos.

- ¡... conmigo! 

¿Con ella? 

¿De qué hablaba?

-  ...le perdemos... - alcancé a oir las palabras del ayudante antes que mis ojos se cerraran. 

 

 

*******************************************************

 

 

- ¿Cómo ocurrió? - preguntó Itachi con una calma aparente... todos los de la manada de Naruto presentes se tensaron. 

- No lo sabemos. - Itachi entrecerró los ojos cómo si quisiera desintegrarlos a todos. 

- Y una mierda. Estabais con él. 

Los miembros se miraron entre sí y Gaara fue el que empezó a explicarle sin mucho detalle. 

- No rodearon antes de que nos diéramos cuenta, él nos dio la órden de huir... era una situación muy peligrosa pero nada que él no hubiera manejado antes... 

- Me pregunto qué usaron para atraparle... - preguntó Sai curioso. 

Deidara miró a Sai significativamente, después el pelirojo le pasó la mirada a Kakashi y éste  a Ino que negó con la cabeza. En un silencioso acuerdo todos asintieron con la cabeza. 

Sai miró a su novio claramente celoso y molesto. Deidara tan solo le ignoró... Sai se sorprendió al ver que su novio no le contaba... ¿le estaba dejando fuera? Gruñó y se movió bruscamente haciendo que el rubio se separara para levantarse. Sai siguió sus movimientos haciendo que sus frentes quedaran casi rozándose. 

- Cuéntamelo. - Deidara tan solo le respondió con una mirada de disculpa y negó con la cabeza... ese era un tema bastante... delicado... del que habían hecho una promesa de solo hablar si todos estaban conformes con ello. Sai volvió a gruñir de ira... ¿por qué su pareja le ocultaba cosas? ¿Acaso no confiaba en él? - Deidara... - su tono era amenazador e hizo al mencionado estremecerse pero no podía... no iba a traicionar a sus compañeros por una relación que tan siquiera sabía si tenía futuro... Sai en ningún momento le había dicho que le amaba y no estaba dispuesto a arriesgar todo lo que tenía por él... de momento. 

- Lo siento... - sus palabras fueron definitivas y esperó a que Sai reaccionara. Al principio en su rostro había sorpresa e incredulidad después pasó a ser uno de traicionado para terminar furioso... 

Se oyó un restallido por toda la sala y todos vieron, con sorpresa, la mano roja de sai y la cara girada del rubio hacia el suelo que no movió de ahí manteniendo un rostro sómbrio que hizo entender a todos los presentes que la pantera negra se había pasado de la raya pero tan siquiera podía pensar con claridad... Se sentía tan traicionado...

- ¡Eres un... MONSTRUO! - otro golpe se oyó por la sala y todos vieron cómo Gaara había clavado un derechazo a Sai, lanzándolo al suelo.

Su mirada parecía cortar hielo cuando dijo:

- Levanta. - Sai abrió los ojos desmesuradamente... ¿por qué le había golpeado? - Ahora. Fuera. Te voy a moler.

No tardaron en irse fuera de la casa. La manada de Itachi seguía impactada por lo visto pero nadie se atrevió a decir nada... ni tan siquiera el propio alfa.

Sakura salió se su shock al sentir una molestia en el pecho...

¿Eran celos?

Miró cómo Ino se levantó y acercó a Deidara que tan siquiera había movido un músculo... parecía una estátua... 

- Dei.... - su mirada cambió a una muy dulce y su voz sonaba tranquila y fuerte. El rubio levantó la cabeza y todos vieron con asombro cómo la fría chica que habían conocido días atrás ahora parecía la chica más dulce del mundo mientras abrazaba al rubio y le acariciaba la espalda susurrándole palabras de consuelo al oído que no alcanzaba a oir... 

Kakashi se levantó y puso al lado de la pareja abrazada mientras les rodeaba con sus brazos. 

- Ino - dijo con voz suave para no asustar a Deidara... sabía que si alguien de la manada de Itachi movía un solo músculo Deidara iba entrar en modo Chi. Se fijó en que la manada les miraba curiosos pero lo único que podía hacer era mirarles con advertencia... gracias a kami que le hicieron caso o una tragedia hubiera ocurrido. Después dirigió su mirada a la chica que le devolvió la mirada pasándole con cuidado a Deidara mientras le cogía en brazos y el rubio le pasaba las piernas por la cintura. 

Ino retrocedió y encaró con la manada visitante: 

- No os mováis... aún es peligroso... - los otros se miraron confusos... 

¿Cómo un rubio que parecía un niño pequeño cogido en brazos del peli plata podía hacerles daño?

Nadie dijo nada respetando la voluntad de la chica, después de todo esa no era su casa. 

La tensión de la sala se alivió un poco cuando oyeron la puerta de la habitación de Kakashi cerrarse. 

- ¿Qué demonios acaba de ocurrir? - preguntó Itachi más que confuso y alterado pero tratando de no gritar. 

Ino suspiró y miró a la manada, Itachi entendió enseguida. 

- Chicos, esperad fuera. - ningunó desobedeció pero algunos titubearon. 

Cuando estuvieron fuera Ino empezó a hablar: 

- Supongo que les debemos una explicación. 

"¿Supones solo?" pensaron Itachi, Sasuke y Sakura a la vez, habían sido los únicos a los que les habían permitido quedarse. No interrumpieron a la rubia y la dejaron terminar antes de que cambiara de opinión.

-  Nosotros lo llamamos entrar en modo Chi... - se miraron ahogando una sonrisa, era un nombre bastante... ¿ridículo? Pero lo que ellos no se esperaban era lo que escondían esas tres inocentes letras - Es un estado de supervivencia, por decirlo de alguna manera... No les voy a contar nada de más pero las consequencias son devastadoras... 

- No puede ser para tanto. - Afirmó Sasuke altanero pero la mirada de la rubia hizo que se encogiera en su asiento... esa manada era pequeña pero más fuerte que la suya. 

- Tan sólo les diré que la última vez que Deidara entró en ese estado terminó con diez tigres él solo... Y sin transformarse... suerte que llegamos a tiempo para detenerle... - La mirada de Ino no bromeaba y tragaron fuerte, su alfa tan solo podía encargarse de diez si se transformaba y con algo de ayuda. 

- ¿Por qué a vosotros no os ataca? - preguntó Sakura curiosa. 

La rubia tan solo se giró hacia Itachi. 

- ¿Nos vas a ayudar?

El alfa lo pensó durante unos instantes. 

- ¿Qué saco yo? - Ino le miró mal. 

- No nací ayer... sé que quieres a Naru de pareja, así que si le salvas le consigues a él, créeme. 

- Eso no es suficiente, si os ayudo perderé gente y recursos además de ponerme en peligro... - Ino lo entendió, estaba en la misma posición que Itachi... después de todo ella no era el alfa... no podía tomar decisiones que afectaran de sobremanera al grupo pero ahora que no estaba Naruto toda responsabilidad caía sobre sus hombros y... era abrumadora.... 

Sabía por dónde estaba yendo el peli negro... pero no debía tomar esa decisión ella.... 

- No vamos a unir nuestra manada a la tuya. - afirmó ante la sorprendida mirada de los azabaches y la peli rosa. - Pero podemos hacer un trato... 

- ¿Qué podéis ofrecerme?

- Nuestra colaboración. 

- ¿A qué te refieres? - dijo el alfa inclinándose adelante con las manos debajo la barbilla y los codos en las rodillas... claramente interesado. 

- No vamos a fusionar nuestras manadas pero sí que podemos hacer una alianza... - le miró seria a los ojos - de igual a igual. 

Itachi se lo pensó diriginedo la mirada al suelo...

¿Realmente le beneficiaría tenerlos de aliados y no subordinados?

- Explícate. 

- Fácil, nosotros hacemos nuestro camino y vosotros el vuestro, si necesitais nuestra ayuda o información enseguida las tendréis... y esperamos lo mismo de vosotros. 

Sin duda la rubia era lista... pensó Itachi, era un buen trato y no iba a rechazarlo pero quería indagar un poco más. 

- Entonces... cuéntame...

- No, - le interrumpió la chica - hasta que Naruto no esté sano y salvo no diremos nada. 

- ¿Esa es la condición?

- No, tan solo te contaremos eso cuando Naru esté fuera y si él quiere... - el azabache la miró con un brillo intenso en los ojos, esa chica le estaba sorprendiendo más que su mejor estratega. - Esta información no está incluida en el trato, es demasiado.... personal - iba a decir peligrosa pero no estaba dispuesta a admitir que por años fueron tratados como ratas de laboratorio. 

- Entiendo. - itachi se volvió a inclinar para atrás y pasó los brazos por el cabezal del sofá rodeando los hombros de Sasuke, a su izquierda y los de Sakura, a su derecha. - Aceptamos. 

La rubia sonrió entre aliviada y sorprendida relajando un poco su cuerpo. 

- Lo primero seria conseguir la ubicación y mapas de las instalaciones de la Organización. 

- No hará falta. -La rubia les sonrió con superioridad ante su mirada confusa e irritada... excepto la de Sakura... no había podido ir mirando a la pelirosa des de qué había entrado en la sala y eso la molestaba... Des de la primera vez que la había visto que no se la había podido sacar de la cabeza... Sus gestos eran suaves y cargados de personalidad... normalmente ella buscaba parejas sumisas pero le atraía esa chica que parecía ir en contra de sus gustos... Además despresndía un olor delicioso a café y vainilla que inquietaba a su leopardo...¿cómo sabría su piel? - Ya tenemos esa información. 

Los de la manada contraria se miraron confusos...

¿Cómo podrían tener ellos tan valiosa información?

¿Quién eran esos chicos que formaban esa manada tan peculiar?

¿Por qué les parecían peligrosamente atractivos?

Y la más importante...

¿Por qué su alfa se iba a arriesgar para ayudarles?

La respuesta era sencilla: 

Naruto. 

 

*******************************************************

 

Desperté en una habitación familiar que llevaba mi olor impregnado por cada esquina, lugar y rincón... 

- He vuelto a casa... - dijo Naruto poniéndose boca arriba en la cama de sábanas blancas, sus heridas ya casi habían sanado pero dejarían cicatriz... 

Quiso llorar, enfadarse, destrozarlo todo... pero solo pudo apretar los puños, sabía que esos H*** de p**** le estaban observando y no iba a darles el placer de colaborar para que recogieran más datos sobre él... Se tapó la cara con los brazos y sintió como lágrimas silenciosas se deslizaban por sus mejillas. 

Su respiración seguía siendo regular y no emitía sonido alguno pero... con los años había aprendido a llorar en silencio y las viejas costumbres parecía ser que no se perdían en él. 

No sabía a qué hora pasarían a buscarle así que se dedicó a recordar, con melancolía y el corazón hecho un puño: 

 

 

******FLASHBACK*******

 

 

Las alarmas de emergencia sonaron por todo el edificio a la vez que los pasillos se llanaban de una luz roja que tan solo provocó que los cinco híbridos corrieran, transformados, más desesperadamente hacia la salida... 

Tdoos vieron la luz del exterior y apretaron el paso consiguiendo llegar a su meta. 

Una vez fuera la luz del sol les cegó los ojos pero no por ello pararon de correr, ya que casi al momento en que pusieron un pie fuera oyeron a varios coches y furgonetas arrancar para darles caza... 

 

---------------------------2 MESES DEPUÉS----------------------------

 

- vamos, no se quedarán en forma de animal por siempre... - suspiró Naruto mirando a un perro más grande que un pastor alemán, de pelo blanco y orejas marrones acurrucado con un tigre de bengala en la alfombra del salón al lado de la chimenea, el sofá estaba ocupado por una pantera albina en un extremo, al otro estaba un león rojo como el fuego... se sorprendía que los grandes animales no hubieran hundido el sofá por su peso. 

Estos al oirle hablar le miraron y volvieron a cerrar los ojos para descansar. 

Naruto sabía que ellos estaban heridos aún por... desvió la mirada, no le gustaba recordar su tiempo de reclusión. 

- ¿Aún no se transforman? - dijo Ino seguida de Kakashi mientras entraba por la puerta de la casa situada en un pueblito abandonado a los pies del monte Fuji. 

- Nada.... 

- ¿Crees qué es por qué sus heridas aún no curan? - preguntó Kakashi detrás de su hermana. 

Asentí y los miré, examinándolos. 

- Parece que vosotros tampoco os recuperáis. 

Ellos se sorprendieron y encogieron de hombros. 

- ¿Cómo lo has sabido?

- Secretos de zorros. - Sonreí con picardía, la verdad es que ni tan siquiera yo mismo lo sabía. - Acercáos, os ayudaré. 

Ambos hemanos se miraron, dubitativos. 

- Si a estas alturas no canfiáis en mí, os podéis ir a...

- De acuerdo. -Me interrumpieron. 

Me acerqué a ellos y me concentré en mi energía, es una capacidad que había tenido des de pequeño y mi último secreto para la Organización. Siempre he podido manipular la energía de mi cuerpo a voluntad, claro que siempre me desmayo después de usar una gran cantidad... 

Lo descubrí un día en mi habitación cuando tenía seis años y me estaba aburriendo... Sentí algo y lo primero que me imaginé fue una llama, después de eso toda la habitación se llenó de llamas rojas que podía tocar sin quemarme y movían a mi voluntad... como un mar de fuego. 

Cuando entraron los agentes se fijaron en que tan siquiera había calor en la habitación... al quitarse los trajes anti fuego vieron cómo yo, de niño, perseguía a una mariposa de fuego azul... se quedaron atónitos... 

¿Podían tocar el fuego? No, después lo comprovaron pero es que mi fuego había sido creado para jugar y distraerme, no para dañar...

Después de eso pasé a ser entrenado como un agente más a pesar que los demás me superaban por cuatro años de diferencia, mi parte animal cubría la falta de habilidades físicas de un niño de seis años contra unos de diez. 

Liberé mi energía y se la transimtí. 

- ¿Qué demonios? - dijeron los gemelos a la vez mientras todos los híbridos de la sala levantaban la cabeza para observar, maravillados, cómo su futuro alfa era rodeado por llamas rojas que salían de su piel cubriendo la de los gemelos haciendo que las heridas de estos se cerraran casi al instante. 

Enseguida que vi sus heridas cerradas calmé el calor que surgía de mi interior haciendo que las llamas que rodeaban mi piel se apagaran. 

- ¿Cómo has hecho eso? - dijo un peli rojo desnudo y cubierto de heridas, moretones y golpes extrañado des del sofá dónde antes había estado durmiendo un león negro. 

- Ha sido impresionante - dijo otro chico que se parecía a mi con su pelo rubio y ojos azules pero su piel era más blanca y sus rasgos más maduros. Ese debía ser la pantera blanca. 

Me alegré al ver que se habían transformado y fui corriendo a curarles a ellos también, preguntarles como estaban, darles un montón de ropa que había visto al pasar por varias tiendas y no me había resistido a comprar aún dejándome el sueldo. Además que les dí algo que no fuera bistec o carne cruda para comer... 

Miré a la hoguera pero el tigre y el perro seguían durmiendo, no me desanimé, pronto se transformarían... estaba seguro. 

Con una sonrisa de felicidad me desmayé por el gasto de energía que había hecho al curar a mis amigos... 

- ¡Naruto! - me llamaron acercándose para cogerme mientras me precipitaba al suelo. 

Me sentí en el cielo y sabía que no iba a poder estar mucho tiempo así que iba  a disfrutarlo al máximo con ellos... 

Iba a conoocer el mundo exterior. 

 

 

******** FIN FLASHBACK******


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