Bajo de su ostentoso coche. Lo dejo aparcado justo delante de la puerta del edificio de vidrio. Un hombre trajeado se acerco a él, y sin apenas mirarle le tendió las llaves del coche.
—¿Lo aparco donde siempre, señor?
—Así es. —Su voz fue queda y sonora.
Iba trajeado de pies a cabeza. Llevaba una corbata azul anudada al rededor del cuello. El traje era azul oscuro, muy oscuro. Era un hombre alto de robusta espalda y brazos fornidos. Tenia el pelo largo y oscuro como la mismísima noche, y lo llevaba recogido en una coleta baja bien echa.
La manera en la que se movía era majestuosa y templada, daba la sensación de estar delante de un rey o de alguien muy importante. Sus andares daban sensación de superioridad y sus ojos azules te observaban quedos y distantes, pero a la vez transmitían un calor inconfundible.
Subió por el ascensor hasta llegar a la última planta, donde se encontraba su despacho y las mejores oficinas.
Andaba sin mirar a su alrededor, pues confiaba sin duda en que todos sus trabajadores mas leales estuvieran haciendo el trabajo bien echo. Llegó hasta el final de todas las oficinas, hasta llegar a una pared de cristal. Era un despacho rectangular cuyas paredes eran completamente trasparentes.
Entró. Encima de su escritorio de madera negra estaba su café expreso de Mauri y un pasta de chocolate, que formaban parte de su pequeño ritual diario.
Se acomodó en la butaca de cuero negra, y espero en silencio bebiendo su café y ojeando informes
No tardo mucho en abrirse la puerta de cristal.
—Buenos días, tío, —Fili y Kili habían entrado en el despacho.
—Buenos días. —Dijo Thorin sin levantar la mirada de los papeles que ojeaba y sujetando en la otra mano el café, —¿Algo nuevo, chicos?
Fili cargaba cientos de informes amontonados sobre sus brazos. Y con la mirada le pidió ayuda a su hermano, que le cogió algunos y así Fili pudo tener mas movilidad.
—Hemos conseguido una cotización en Bolsa, hemos subido en la lista dos puestos. —Fili puso una carpeta llena de papeles sobre la mesa de Thorin—. Nos ha llegado un redactado del banco, han subido la tasa de intereses y necesitan que confirmes algo, —Dejo otro informe sobre el escritorio de madera negra—. Aquí tienes un mensaje urgente de un accionista que quiere hablar contigo, y este es un redactado de Mirkwood S.L.
—¿Y estos que quieren ahora? —Dijo Thorin algo molesto—.
—Al parecer están algo intranquilos al ver que hemos aumentado nuestra cotización en Bolsa des de el año pasado, respecto a ellos. —Fili puso tres carpetas verdes más sobre la mesa. Thorin resopló—. Eso son informes para firmar, nada importante.
—¿Algo más? —Dijo con la voz ronca—.
—¡Sí! —Kili dejó todas las carpetas que tenia sobre los brazos nuevamente a su hermano. —Tienes una invitación a una inauguración de la biblioteca pública en The Shire, recuerda que invertiste con un pequeño capital, tenemos el 25% de la empresa en acciones. —Kili se encargaba de las relaciones públicas y los eventos próximos de la empresa—. También recordarte de la cena del mes que viene, se reunirán accionistas y empresarios de toda la ciudad, y todos quieren saber de ti.
—Que bien, —dijo con sarcasmo—. No sabéis la ilusión que me hace.
—Mejor no mencionar que estará Thranduil, —Dijo Kili arrugando las cejas—.
—¿De veras tengo que ir a esa fiesta?
—Es totalmente necesario,—Admitió Kili, doblando los brazos a la altura de su pecho—.
—Bien, —Thorin suspiró—. Ahora podéis iros, tengo mucho trabajo.
Los dos jóvenes fueron hasta la puerta, Kili la abrió y salió.
—¡Ah, casi se me olvidaba! —Dijo Fili sujetando la puerta con el pie para que no se cerrara, y con las manos llenas de folios y carpetas—.
—Dime.
—Esta mañana ha venido el chico ese que nos recomendó Gandalf, ¿te acuerdas?
—Sí, —Dijo Thorin distraído, pues no le dio apenas importancia—. ¿Y que tal? ¿Le ves capacitado para empezar ya?
—Me ha parecido majo, y parecía bastante agradecido de estar aquí.
—¿Tienes su currículum aquí? —Preguntó Thorin—.
—Sí... aquí esta. —Fili busco entre los papeles que tenia en mano y sacó un par de folios grapados. Se los entregó en mano a su tío, y espero a que lo leyera—.
Thorin se llevó un trago de café a la boca mientras examinaba el curriculum con indiferencia. Una carrera de periodismo, un máster en empresariales y poco más. Pero algo le llamó la atención, la fotografía.
Frunció las cejas y fijo sus azules ojos en el rostro de aquel joven.
—¿Algún problema? —Dijo Fili al ver el rostro encarado de su tío—.
—Le quiero dentro, inmediatamente, —dijo fulminante—.
—¿Que?
—¿No me has oído? Le quiero dentro de esta empresa, ¿Si?
—De acuerdo... —Fili se fue, cerrando tras de si la puerta de cristal.
Thorin se quedo mirando la fotografía del folio que tenia entre manos, un rostro redondo y simpático. Era un chico joven, más joven que él. Tenia el cabello castaño claro, casi dorado. Y unos graciosos rizos cubrían su cabeza.
¿Bilbo Bolsón? No puede ser él...